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INSTITUCIÒN EDUCATIVA EMBLEMÀTICA

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en la mejora de los aprendizajes

JESUCRISTO: CAMINO, VERDAD Y VIDA

Los seguidores de Jesús


Existen dos maneras de seguir a Jesús camino. Verdad
y vida: una primera forma es la de aquellos que no solo
intentan cumplir su mensaje, sino que dedican
totalmente su vida a extenderlo entre los demás
hombres, así lo hicieron los apóstoles y continúan
haciéndolo los obispos, sacerdotes, los religiosos y
religiosas. También existe otra manera de seguir a
Jesús: cada uno en su propia familia, colegio, trabajo,
amigos, se puede esforzar por amar a los demás y
expresar con obras su amor, conseguir la justicia y la
verdad, establecer la paz y armonía entre los hombres,
así mismo, hablar de Jesús y comunicar su mensaje a
los demás.
El seguimiento de Cristo exige amor y sacrificio, pues
cuesta cumplir lo que nos pide.
El cristiano que sigue a Jesús, se compromete a imitarle; se compromete a
cumplir como él a la voluntad de Dios.

Jesús es Camino: porque nos conduce hacia el Padre, nos guía y orienta en el
camino de la salvación.
Jesús es la Verdad: porque no miente y en él encontramos el plena realización y
respuesta a las inquietudes de nuestro corazón. Él muestra al hombre la
verdadera vocación.
Jesús es la vida: porque vino a salvar al hombre de la muerte del pecado, porque
enseña a valorar la dignidad de la persona humana. Nos permite con su
resurrección ser partícipes de su misma vida y gloria.

Propuesta de Jesús
La relación esencial del creyente con Jesús se plantea
en los evangelios a partir del Seguimiento. Se trata de
poner en marcha toda nuestra vida en dirección de la
persona de Jesús. Por medio de los Evangelios Jesús
nos pide:
Dejar a la familia en un segundo plano (Mt 4, 20,22)
Tomar nuestra cruz y seguirlo (Mt 1, 16-26)
Dar nuestra vida por los demás (Jn 13,37)

El verdadero seguidor es la persona que se siente


seducida por Jesús y en su encuentro con él siente la
necesidad de aceptar sus preferencias y rechazar lo que
él aborrece. Esta experiencia se concreta en:
Ser igual a Jesús. La práctica de un modo de vida como el suyo.
Asumir su mismo destino.

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