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Complementos saludables

Un nutracéutico es un suplemento presentado en una matriz no alimenticia (píldoras,


cápsulas, polvo, etcétera), que tiene un efecto sobre la salud.
Al no existir consenso a nivel mundial sobre la definición de alimento funcional, han
aparecido muchos términos que en algunos casos se utilizan como sinónimos, además
del clásico “alimentos funcionales”. A la hora de establecer normativas surgen
dificultades porque es necesario establecer distinciones entre los productos que se
venden como “alimentos” y los productos que contienen determinados componentes que
han sido aislados de alimentos y que se venden en forma de cápsulas, comprimidos, en
polvo u otro tipo de producto concentrado, llamados nutracéuticos.

“Los nutracéuticos son complementos alimenticios, es decir, es una denominación de


marketing. Es un concepto que proviene de una traducción al español de un término que
se está empleando en Estados Unidos desde los años 90, y en lugar de llamarlo
complemento alimenticio se le nombró ‘nutracéutico’. A este tipo de producto se le
cataloga de diferente manera en todo el mundo aunque sea un equivalente al
complemento alimenticio”, indica Javier Morán, Director del Instituto Universitario de
Innovación Alimentaria de la Universidad Católica San Antonio en Murcia, España, y
Socio-Director de Food Consulting & Associates.

“Se habla más de nutracéuticos en los ambientes de empresa y consumidor, en cambio


en los ambientes regulatorios siguen siendo complementos o suplementos”, dice Morán.
“En México y a nivel internacional los complementos han aumentado mucho en el
mercado, pues cada vez la gente tiene más claro la importancia de cuidarse y que su
salud va a depender de los alimentos que consuma. Se trata de un mercado que a nivel
mundial crece dos dígitos, sin embargo, en Latinoamérica es un mercado rezagado, pues
empezó más tarde, a diferencia de Europa y Estados Unidos”, enfatiza.

“Los complementos y alimentos funcionales son dos caras de la misma moneda, aunque
existen algunas diferencias. La primera tiene que ver con la forma farmacéutica, es
decir, el alimento funcional tiene que ser alimento, el nutracéutico o complemento no
porque se aporta en sobres, cápsulas, tabletas, en este sentido, la forma de presentación
es lo que marca cierta diferencia”, añade Morán.

“Otra diferencia que existe entre los alimentos saludables, funcionales y complementos
es su aplicación en los segmentos. En el caso de los complementos o nutracéuticos,
éstos fundamentalmente son los que contienen alto índice de omega 3 o glucosamina,
para cuidar la salud cardiovascular y articular, respectivamente. Regularmente, los
nutracéuticos también se encuentran en productos útiles para la mujer, los cuales se
pueden subdividir en embarazo-lactancia, menopausia y nutricosmética”, refiere.
“Por último, otra gran disimilitud tiene que ver con la necesidad. En la industria
alimentaria y, particularmente, en el sector donde se introdujeron alimentos funcionales
por primera vez fue en el lácteo, ya que era una necesidad de los consumidores. Con la
caída de los márgenes de venta, gracias a la entrada de diversas marcas de distribución,
la única salida que se tenía para sobrevivir, era dejar los productos que se vendían
menos, pero que tenían mayor margen, lo cual ha salvado a muchas empresas de
insumos y de lácteos. Por lo tanto, el factor necesidad no se aprecia tanto en el mercado
de complementos alimenticios, pues éste se encuentra de preferencia en manos de
empresas farmacéuticas”, señala Javier Morán.

PILARES PARA CREAR NUTRACÉUTICOS


De acuerdo con el especialista, actualmente existe la tendencia de lanzar muchos
productos complementos dirigidos a los niños, pues se está avanzando mucho en este
grupo de población, por ser un segmento con amplia afluencia. En este sentido, un
factor importante para los complementos alimenticios es saber qué y cómo comunicar
sus características, ya que muchas empresas llevan a cabo su promoción a través del
médico, y las personas compran un producto que es recomendando por el médico, quien
entiende los conceptos que el vendedor le traslada, empezando a recomendar
nutracéuticos. En este sentido, el futuro de este tipo de productos se definirá en relación
con la aceptación que tenga el médico de nuevos conceptos. En el segmento infantil, el
sector de los complementos está evolucionando casi a temas farmacéuticos, en
consecuencia la evolución futura de este mercado va a depender de lo que los
profesionales (médicos, farmacéuticos) quieran en contraposición de los alimentos y en
los problemas que se puedan atacar como el Déficit de Atención. Por esta razón, la
tendencia debe inclinarse a una comunicación real con evidencia científica, además de
trabajar con el consumidor para que éste acepte y entienda el producto. Los
nutracéuticos van dirigidos pues para los profesionales, esta es la razón por la que los
complementos son más útiles en todas aquellas circunstancias en las que hay que
explicar más detalles de una situación.

El aspecto regulatorio es otro factor importante a la hora de producir nutracéuticos.


Particularmente en México, tanto la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos
Sanitarios (COFEPRIS), como la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO)
están haciendo muchos esfuerzos para que al consumidor se le informe de manera
honesta y leal. Para ello, en la página de la COFEPRIS se presenta información sobre
los productos milagros dirigido a los consumidores para que conozcan las leyes y
restricciones establecidas en cuanto a este tipo de productos. Por su parte, PROFECO
tiene como misión proteger y promover los Derechos de los consumidores, garantizando
relaciones comerciales equitativas que fortalezcan la cultura de consumo responsable y
el acceso en mejores condiciones de mercado a productos y servicios, asegurando
certeza, legalidad y seguridad jurídica dentro del marco normativo, por lo que tiene la
capacidad de sancionar. De aquí la relevancia de la comunicación, donde países como
Colombia, Chile, Brasil, Argentina y, próximamente, México van a tener un campo de
juego en el que ya la norma va a definir qué y por qué se puede decir.
ACCIONES DE LA INDUSTRIA
“Para que el consumidor entienda toda la gama de elementos y complementos, la
industria de alimentos debe ejercer un papel y es el de conocer al consumidor, aunque
muchas veces el problema de la industria es que no quiere emplear dinero para
conocerlo, cuando el primer elemento clave es conocer al consumidor y a partir de este
estudio identificar lo que se debe lanzar y en qué forma”, explica Javier Morán.

En menor medida, el gran problema de Latinoamérica es que todavía en la mente de


muchos consumidores el alimento es alimento, en otras palabras, el consumidor todavía
está pidiendo que determinado alimento lleve, por ejemplo, 175 ml de yogur, exige que
sea un alimento convencional, pero enriquecido con algún componente funcional. Por
esta razón, en América Latina se están expandiendo los complementos con mayor
interés e importancia.

Cabe mencionar que “a nivel mundial se consume el doble o más de alimentos


funcionales a diferencia de los nutracéuticos, lo cual no quiere decir nada, pues la
legislación de determinados Estados es más permisiva con los alimentos que con los
complementos. Un complemento se vende en un canal especializado y muchas veces lo
recomienda un profesional, es más caro, lo que resulta en una limitante y barrera de
entrada”, finaliza Morán.

Así, las necesidades y la investigación permiten mejorar la creación de los productos.


Algunos investigadores se orientan a que en un futuro cercano la nutrición se
especializará no sólo en asegurar los nutrientes básicos para la vida, sino en ofrecer
regímenes alimentarios dependientes de los riesgos y antecedentes familiares debido al
desarrollo de ciertas enfermedades.

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