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CASO PRÁCTICO 2

Claudia trabaja como transportista en una empresa donde distribuye productos de


alimentación a diferentes cadenas de supermercados.

Últimamente ha visto cómo ha aumentado el volumen de trabajo debido a la situación actual


de la crisis sanitaria donde hay más demanda y esto se ha traducido en un aumento en rutas,
en las horas trabajadas y en la presión ejercida para realizar las entregas “justo a tiempo”.
Muchas veces ha tenido que trabajar semanas completas sin días de descanso para cumplir
con las exigencias. Recientemente ha observado que le cuesta concentrarse e incluso está
empezando a tener dificultades para conciliar el sueño. Se siente irritada y nerviosa.

En lo que respecta a los turnos de trabajo lo que peor lleva son los turnos de noche, estos
turnos los realiza con mayor frecuencia y en muchas ocasiones no tiene la posibilidad de
compartir cuestiones ni comunicarse con otros compañeros por lo que se siente aislada y con
una sensación de cierta desprotección. En muchas ocasiones encuentra que tiene que dormir o
hacer alguna parada en sitios donde no hay nada abierto para poder resguardarse o comer
algo caliente, quedándose sola en la cabina y con miedo a que pueda ser agredida.

Estos turnos además le dificultan a la hora de conciliar y adaptarse a las necesidades de su


parcela personal ya que tiene dos niños pequeños y no puede contar con el apoyo de los
abuelos para que cuiden de ellos al ser más vulnerables al contagio. Se siente muy expuesta y
tiene miedo no solo a contagiarse y contagiar a los suyos, sino también a las dificultades
económicas que piensa que van a venir con la crisis y por la incertidumbre acerca de sus
condiciones laborales.

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