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Memoria del Operativo «Eclipse ’94»
Waldemar Villamayor-Venialbo
I. Presentación
Una de las hazañas más grandes emprendidas y llevadas
a buen fin por los miembros del Club de Astrofísica
del Paraguay (CAP) fue la que denominamos Opera-
tivo «Eclipse ’94»; dedicado a la divulgación, gestión, y
preparación las actividades a desarrollarse antes, durante
y después del Eclipse Total de Sol del 3 de noviembre
de 1994, visible, prácticamente, sobre todo el Paraguay.
Al registro vivo que quedó en el recuerdo de quienes vivi-
mos aquella experiencia indescriptible, y a los magnéticos
que están en nuestros archivos y en el de otras instituciones
con quienes trabajamos en colaboración, agregamos esta
pequeña memoria de la que quizá hasta ahora, fue la más
osada aventura en la que nos involucramos: la ruta hacia
el Día de los Dos Amaneceres.
II. Los Preparativos
Dos años antes, en 1992, iniciamos las gestiones en el
ámbito del Operativo «Eclipse ’94»; en el mes de junio de
1992 inscribimos en el Registro de la Propiedad Intelec-
tual, y en el Registro de Marcas Comerciales, los logotipo
y lemas del Operativo en todas sus variantes y formas, y
concretamos audiencias con el sector estatal y el comunal.
En el mes de julio de 1992, el Municipio de Asunción,
encabezado en ese entonces por el Dr. Carlos Filizzola,
nominó al CAP: “Coordinador General de las Actividades
del Eclipse Total de Sol de 1994 por la Ciudad de Asun-
ción”.
En el mes de agosto de ese mismo año iniciamos las
gestiones con el Sector Público del Poder Ejecutivo en el
Ministerio de Educación y Cultura para la organización
y coordinación de campañas de concienciación popular
previas al evento, reuniéndonos con el Ministro Dr. Raúl
Sapena Brugada y con la Coordinadora de Educación,
Prof. Haidée Carmagnola.
Las campañas de concientización programadas tenían
dos enfoques principales, educar a las masas sobre la
correcta observación del evento para prevenir accidentes
y disfrutar al máximo de ese regalo de la naturaleza, y
sobre la importancia científica del estudio de los eclipses.
En el mes agosto de 1993, se logran entrevistas con el
Presidente de la República Ing. Juan Carlos Wasmosy y
con el encargado de la cartera del Ministerio de Obras
Públicas y Comunicaciones (MOPC) el Ing. Carlos Facetti,
continuando las negociaciones con el Sector Público guber-
namental.
En los meses de septiembre y noviembre de 1993 tuvimos
dos audiencias con los miembros de la Comisión de Ciencia
y Tecnología de la Honorable Cámara de Diputados para
tratar del tema de la promoción nacional del evento,
facilidades y seguridad pública, la necesidad de una cam-
paña nacional de enseñanza sobre las precauciones en la
observación y la comprensión del origen natural de un
eclipse, y para comentar el impacto cultural que este tipo
de fenómenos causa en la humanidad.
En diciembre del mismo año, nos reunimos con los
directivos de la Dirección General de Turismo para discutir
sobre la necesidad de promocionar el turismo interno y
principalmente el internacional, que aportaría su buena
cuota a nuestra debilitada economía. En el mismo mes, el
CAP fue nominado por el MOPC como entidad “Coordi-
nadora de las actividades del Eclipse Total de Sol del 3 de
noviembre de 1994”.
En todas las oportunidades insistimos en la necesidad
de crear una Comisión Nacional en la que participen varios
entes del sector público y el privado, e intentamos concien-
ciar, sin mucho éxito, a las autoridades nacionales sobre la
importancia del fenómeno no sólo en el ámbito científico,
sino en el educativo y el cultural, y sobre el impulso ben-
eficioso que este tipo de eventos da a la economía de una
nación si la promoción está bien enfocada tomando como
antecedentes a otros países y eventos similares, citando
especialmente el caso de México en 1991. Se insistió sobre
la necesidad de una propaganda estatal para evitar lesiones
en la población durante la observación de un eclipse de Sol,
que ocurren generalmente por causa del desconocimiento.
III. La Comisión Nacional para el Eclipse ’94
En enero de 1994, a instancias de nuestras gestiones,
el gobierno nacional crea la Comisión Nacional para el
Eclipse, el Ing. Miguel Volpe y Waldemar Villamayor-
Venialbo, representaron al CAP ante dicha Comisión Na-
cional. Antes de su constitución definitiva, se mantuvieron
varias reuniones organizativas en la Dirección General de
Turismo, donde se dieron las pautas iniciales para el buen
funcionamiento de la Comisión Nacional.
En el mes de marzo de 1994 la Comisión Nacional
tuvo tres reuniones con el Viceministro de Administración
y Finanzas del Ministerio de Obras Públicas y Comu-
nicaciones, el Ing. Agron. Juan A. Borgognon, en una
de las reuniones participaron representantes de la Aso-
ciación de Turismo, la Asociación Industrial Gastronómica
y Hotelera y de la Facultad Politécnica, de la Universidad
Nacional de Asunción, quienes manifestaron su interés en
formar parte de la Comisión Nacional.
Desde febrero, y en forma continuada hasta el mes
de octubre de 1994, se tuvieron juntas semanales de la
Comisión Nacional, a la que se fueron acoplando organi-
zaciones públicas y privadas de las ramas de la educación,
el turismo y la hotelería.

IV. Visores Solares
El CAP fue la única organización que distribuyó fil-
tros y visores solares en gran escala dentro del país.
Para abaratar los costos —conscientes del pobre nivel
económico de nuestra población— estos visores fueron fab-
ricados por miembros de nuestra organización, ayudados
por familiares y amigos.
Fabricamos y distribuimos 200 000 visores con filtros
de material plástico, de los cuales proveímos un total de
110 000 visores a dos de los principales periódicos del país:
Noticias ‘El Diario’ de la Red Privada de Comunicación,
y Diario Última Hora, quienes lo distribuyeron con sus
ejemplares desde días antes hasta la mañana del eclipse
sin costo extra.
El resto de los visores se distribuyeron a hoteles, puestos
callejeros de venta de libros y revistas, y desde casi una
semana antes del eclipse, el CAP estableció un puesto
de venta permanente en sus instalaciones. Los visores se
vendieron, al público, a US$ 0.75; un visor de la misma
calidad y material costaba casi US$ 3.00 en los EE.UU.,
y los visores importados con filtro de ‘mylar’ —menos
seguros— se vendían en nuestro país a US$ 1.25. Una
multinacional fabricante de gaseosas ‘regalaba’ un visor
tipo gafas con filtro de ‘mylar’ a cambio de 5 tapitas más
US$ 0.75.
También proveímos con trozos de filtro a reporteros
gráficos, y camarógrafos de la prensa y la televisión, a
quienes instruimos sobre cómo adaptar o fabricar porta-
filtros para sus equipos, y sobre cuándo utilizarlos o dejar
de usarlos.
El material del filtro es un polímero combinado con
sales de plata fabricado por Thousands Oaks Optical,
una de las firmas más destacadas del ramo. Este tipo de
filtro trabaja por densidad, es decir, el espesor del propio
material plástico se encarga de disminuir la intensidad de
la luz que recibimos del Sol, lo que lo hace mucho más
seguro que los filtros de ‘mylar’, su virtud más importante
pero no la única.
A diferencia de los filtros de ‘mylar’ en los que un simple
rayón inutiliza el material, por estar recubiertos con una
capa metálica, los filtros de plástico se ven afectados solo
si se rompe el material, siendo así más apropiados de usar
por “personas descuidadas”. La banda de transmisión esta
centrado en una franja del espectro que hace que el color
del disco solar luzca de un color naranja natural, en los
filtros de ‘mylar’ el disco solar se ve de un color azulado o
verdoso. Si bien no es un filtro neutral, la cantidad de luz
que deja pasar en equivalente a uno neutral de densidad
cinco, ND5.
Thousands Oaks Optical ha proveído los filtros usados
por la NASA a bordo del Space Shuttle. También a medios
masivos de comunicación y divulgación científica como:
ABC, BBC, CBS, NBC, CNN, NOVA, The Discovery
Channel, National Geographic, y a una gran mayoría de
universidades y observatorios en el mundo.
Conscientes de la existencia de otros varios modelos de
visores, iniciamos una campaña, a través de los medios,
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donde enseñábamos sobre los cuidados que debían tener
las personas que habían adquirido filtros de ‘mylar’ al
manipularlos para no dañar el material y sobre como
modificar los visores —como los de tipo gafa— que por su
forma y modo de uso pueden dejar pasar los rayos solares
en ciertas situaciones, convirtiéndolos en potencialmente
peligrosos.
V. Divulgación
Un grupo de miembros del CAP estuvimos trabajando de
cerca con los medios de comunicación masiva, instruyendo
y desarrollando materiales de divulgación, Fig. 1. Desde
el mes de agosto hasta el día del eclipse. Tres veces por
semana, participabamos de un espacio de televisión, en el
Canal 9 del Sistema Nacional de Televisión (SNT) «Cerro
Cora». También invitamos a los programas al oftalmólogo
Dr. Carmelo Di Martino, quien concienció a la población
de los riesgos de una observación no adecuada durante un
eclipse total de Sol.
En el día del eclipse el Prof. Carlos Conrad, miembro
del CAP, estuvo reiterando las recomendaciones, relatando
los acontecimientos, haciendo comentarios y guiando la
observación desde los estudios del Canal 9 del SNT, a
cuyos operadores y camarógrafos ya habíamos previa-
mente adiestrados para las diversas actividades de ese día.
Entre los trabajos de reporteros, camarógrafos y desde
estudios se incluían: la realización de tomas desde varios
puntos de la ciudad y del país, enlaces satelitarios con
transmisiones de otros países por donde pasaba la franja
del eclipse, la captación de comentarios e impresiones de
varios sectores de la población y la transmisión de una
vista aérea de la cuidad de Asunción —desde el helicóptero
Halcon 9— para mostrar la variación de la luminosidad
ambiental y el cambio brusco en la coloración del agua en
la bahia de Asunción durante el paso de la sombra de la
Luna; por la ciudad de Asunción pasaba la línea límite
sur de la franja de totalidad, y en un punto próximo al
límite se ubicó otro grupo de camarógrafos y reporteros
del Canal 9 para registrar la posible ocurrencia de Perlas
de Baily.
El Canal 13 de la Red Privada de Comunicación (RPC)
y sus medios de radio y prensa se trasladaron hasta la
localidad Ca’acupemí, Areguá, asiento del Observatorio
Buenaventura Suárez de don Eduardo Parini, Presidente
Honario del CAP, para transmitir el evento desde el lugar y
mostrar los trabajos que allí se realizaban. Don Eduardo
Parini tambien participó dando una conferencia durante
el Simposio Internacional del Eclipse ’94, realizado en la
Universidad Nacional de Asunción.
Durante el desarrollo de las actividades previas al eclipse
participaron, frente a las cámaras y tras bastidores, casi
todos los miembros del CAP, quienes además dieron in-
finidad de conferencias en hoteles, instituciones educativas
y lugares públicos, así como más de una treintena de char-
las y entrevistas con los medios de comunicación masiva,
entre los que contamos una expedición de reconocimiento
al Chaco Paraguayo, acompañados de la reportera Gloria
Torrás y las cámaras de la RPC, hasta el punto donde

la línea central del eclipse cruzaba la Ruta Transchaco y
luego hasta una de las zonas ideales para la observación
turística.
VI. Cultura y Sociedad
Recopilamos datos e informaciones sobre todo lo referente
a eclipses: historias, leyendas y creencias populares de
diferentes culturas, experiencias en otros países, anécdotas
de eclipses anteriores y relatos de personas que hayan
vivido sucesos similares. Esta información fue distribuida
entre los miembros del CAP de acuerdo a sus intereses y
los requerimientos de sus tareas específicas dentro de la
organización del operativo.
El Grupo de Trabajo de Eclipse Cultural se trasladó
hasta el Parque Nacional Tatijupí, participando activa-
mente de un campamento organizado por la entidad Itaipú
Binacional Paraguay–Brasil, al que asistieron más de 5000
estudiantes y niños exploradores de todo el país acompaña-
dos por sus familiares, y una gran cantidad de pobladores
de la región en forma gratuita. Todos recibieron uno de
nuestros visores, Fig. 7 al 17.
Desde el día anterior al evento dieron charlas resaltando
los aspectos culturales y científicos de los eclipses, in-
sistieron sobre las precauciones que se deben tomar para
una observación segura del sol y los eclipses, y el día del
eclipse guiaron a los participantes a lo largo de todo el
evento.
Cabe resaltar que durante los momentos previos hasta
los posteriores a la totalidad, un grupo étnico guaraní
desarrolló su Ritual de Eclipses frente a los asistentes.
El evento completo fue registrado en vídeo y está
disponible en la videoteca de la entidad Itaipú Binacional.
El Grupo de Trabajo estuvo coordinado por: don Manuel
Dejesús Bogado, el Dr. Luís Ricardo Bogarín, y Julio César
Chávez.
VII. Turismo Científico
El Grupo de Trabajo de Turismo Científico organizó el
“Crucero al Eclipse”, cuyo acto de lanzamiento se realizó
en el mes de agosto de 1994.
Para el acto de lanzamiento se llamó a una conferencia
de prensa de la que participaron miembros del CAP y
el oftalmólogo Dr. Carmelo Di Martino, quienes hablaron
sobre los beneficios económicos que puede dar el turismo
siempre que se haga una buena propaganda de este tipo de
eventos astronómicos, y sobre la responsabilidad por parte
de los organizadores de brindar una buena instrucción a los
participantes casuales de este tipo de eventos de turismo
científico para prevenir accidentes durante la observación
del fenómeno, Fig. 19 al 30.
El viaje se realizó en el buque Carlos Antonio López
hasta un lugar denominado Mbopicuá (Cueva de mur-
ciélagos), en la zona norte de la franja de totalidad, y
duró alrededor de 18 horas. En el mismo participaron un
centenar de turistas nacionales y extranjeros.
Durante el viaje se dieron charlas y se dictaron las
premisas y recomendaciones de observación, se repartieron
visores y remeras alusivas al acontecimiento.
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El día del eclipse se realizó la observación guiada desde
la estancia El Amigo, culminando con un almuerzo con
comidas típicas del Paraguay.
El evento completo fue transmitido en directo por tele-
visión y registrado en vídeo por el Canal 9 del SNT, que
tenía montado en el lugar su puesto principal de trans-
misión desde donde enlazaban las imágenes que recibían
de todo el país.
El Grupo de Turismo Científico estuvo conformado por:
el Ing. Miguel Volpe, Mario Aranda e Isabel de Aranda,
quienes fueron acompañados por sus familiares.
VIII. Expedición Científica
El día del eclipse la expedición científica se desplazó hasta
un lugar por donde pasaba la línea central de la franja de
totalidad, cercano al pueblo Cecilio Báez (antiguamente
Yvahái) en el Departamento de Caaguazú, acompañado
de personal del Inter American Geodetic Survey (IAGS) y
de la Dirección del Servicio Geográfico Militar (DSGM),
quienes desde un principio colaboraron con nosotros, nos
proveyeron con mapas y nos suministraron los datos ge-
ográficos y geodésicos de nuestra estación de observación
obtenidos con un sistema GPS. Miembros de la Fundación
Ecocultura también trabajaron de cerca con nosotros
desde varios meses antes y se encargaron de documentar
en vídeo toda la jornada, desde la noche previa. Todas
las actividades que se iban a realizar fueron planificadas
cronológicamente con mucho cuidado, y las tareas dis-
tribuidas, varios meses antes del evento.
Los miembros del CAP nos encargamos de registrar
gráficamente el comportamiento ambiental, y el eclipse con
diversos tipos de cámaras fotográficas, de vídeo y telesco-
pios, Fig. 2 y 18. Y, con los miembros de la Fundación
Ecocultura, hicimos el seguimiento de las reacciones y
comentarios de la población local. Los participantes de
esta expedición fueron por el IAGS: Eduardo Elinam,
Teresita de Casenave, Osvaldo Casenave, y A. Thomaso-
vich; por la DSGM: Lorenzo Centurión; por Ecocultura:
Raúl González y Luís Álvarez; y por el CAP: Raúl
Podestá, Ignazio Cavallaro, Eugenio González, María Eu-
genia González, Jorge “Giorgio” Rizzi, Harry Levy, Pietro
Cavallaro, y Waldemar Villamayor-Venialbo quien lideró
la expedición y se encargó de la planificación de las
actividades.
A unos pocos kilómetros, en las cercanías de nuestro
puesto de observación, se hallaba trabajando un grupo
de expedicionarios norteamericanos liderados por David
A. Rosenthal al finalizar el evento y luego de desmontar
los equipos nos reunimos a compartir nuestras impresiones
sobre el espectacular eclipse que tuvimos el privilegio de
observar. Cabe destacar que la naturaleza y el clima se
prestaron de lleno brindándonos una hermosa y agradable
jornada.
El lugar de observación fue eligido durante un viaje de
reconocimiento realizado unos meses antes. Se recorrieron
varios lugares y establecimientos, también escalamos hasta
la cima del Cerro San Joaquín para estudiar la posibili-
dad de llevar nuestros equipos hasta ese lugar. Del viaje
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de reconocimiento participaron Eugenio González, María XI. Observadores Independientes

Eugenia González, Ignazio Cavallaro, Pietro Cavallaro,
Un grupo igual de importante estuvo conformado por los
Marcelo Prieto y Waldemar Villamayor-Venialbo.
miembros dispersos por todo el país, alguno de los cuales
IX. Servicio de Información registraron vídeos o tomaron fotografías del fenómeno y
de los cambios del medio ambiente.
Nos dedicamos varios meses a obtener y reducir la ubi-
Entre los observadores independientes destacamos a
cación geográfica de centenares de ciudades, pueblos y par-
Martín Rodríguez, quien obtuvo muy buenas tomas fo-
ques nacionales del Paraguay a partir de cartas topográfi-
tográficas del eclipse a través de las nubes desde la ciu-
cas, para poder proveer a la población con información
dad de Aregua, registrando los Anillos de Diamante
confiable y específica a su localidad. Para las ciudades
del inicio y del final del eclipse; y a Sebastián Carron
importantes se obtuvieron las ubicaciones geográficas de
quien desde la ciudad de San Bernardino realizó tomas
varios hitos y puntos importantes dentro de una misma
fotográficas y una de sus fotografías fue publicada por la
ciudad (plazas, parques, colegios, etc.), todo este volumen
revista Astronomy.
de información era imposible publicarlo, así que abrimos
Los demás captaron comentarios, relatos y anécdotas
la línea telefónica del CAP para este tipo de consultas
de situaciones de la población durante toda la jornada.
por parte de la población, desde unas dos semanas antes
Los observadores independientes que realizaron grandes
del evento el campanilleo del teléfono era incesante. Si
aportes de material videográfico fueron: don Justo Velilla
aún no contábamos con datos para la localidad que nos
y Miguel Velilla desde Vapor Kue, Departamento de
consultaban, anotábamos los datos para luego de obtenerla
Paraguari; Antonio Alsina desde Asunción, registro en
proporcionarles la información requerida.
vídeo en los archivos del CAP; Manuel Castillo Benza†
Cuando éramos consultados por instituciones educativas
desde Asunción, registro ambiental en vídeo en archivos
o centros de esparcimiento del área de Gran Asunción, le
del CAP; Martín Rodríguez desde Aregua, Departa-
solicitábamos su dirección y rápidamente reducíamos su
mento Central, registro fotográfico y en vídeo en archivos
ubicación geográfica proporcionándoles las circunstancias
del CAP; Sebastián Carron desde San Bernardino, De-
locales para ese lugar. Los que tenían la oportunidad de
partamento Central, registro fotográfico; Olga Lailla y
comparar esos datos con otros de lugares cercanos, se
Justo González desde Pozo Colorado, Departamento de
sorprendía de la notable diferencia de los mismos, que por
Pte. Hayes, Chaco Paraguayo; Adolfo Castell desde Asun-
la ubicación límite de Gran Asunción con respecto a la
ción; Marcelo Prieto desde Lambaré, Departamento Cen-
franja de totalidad se hacía fácilmente apreciable.
tral.
Para calcular las circunstancias locales y obtener los
Un grupo de miembro acompañados de sus familiares y
horarios empleamos un programa de computadora escrito
de familiares del grupo de la expedición científica, junto
expresamente para este fin por Waldemar Vilamayor-
con un grupo escolares, partió con la caravana expedi-
Venialbo, encargado de la coordinación de las actividades
cionaria y se establecieron en la ciudad de Cnel. Oviedo en
científicas del CAP. Los elementos besselianos utilizados
el Departamento de Caaguazu, unos 70 kilómetros antes de
fueron tomados del reporte NASA RP–1318: Total
la base de la expedición científica, desde donde realizaron
Solar Eclipse of 3 November 1994, elaborado por
la observación guiada del fenómeno.
Fred Espenak «Mr. Eclipse» y publicado por la National
Aerospace Administration (NASA). El autor, Espenak,
nos asistió amablemente a despejar algunas dudas sobre XII. Acto de Clausura
los datos presentados en su reporte. Con este software El 2 de diciembre de 1994, se realizó el Acto de clausura, en
también se calcularon las circunstancias de observación el que se agasajaron a los diferentes grupos que trabajaron
para unas 250 ciudades y pueblos del Paraguay y lugares en el Operativo, la recepción tuvo lugar en el Salón de los
aledaños a nuestra frontera, varios meses antes. Espejos del Hotel Excélsior; en la ocasión se obsequiaron
telescopios a los miembros de CAP que trabajaron más
X. Logística y Documentación
activamente en todo el desarrollo de las actividades del
Nada de lo anterior hubiera sido posible sin el excelente Operativo, y reconocimientos a todos aquellas personas,
apoyo logístico brindado por varios miembros, e incluso agrupaciones astronómicas, medios de prensa, y entidades
familiares, desde el principio y durante el desarrollo de privadas, públicas y gubernamentales que colaboraron de
todo el Operativo. Es importante destacar la ardua y cerca con el Operativo.
notable labor realizada por Cristina Adorno, quien desde
Asunción coordinó todo lo necesario para suplir las necesi-
XIII. Palabras Finales
dades imprevistas que tuvieran los distintos grupos que
distribuyeron por la geografía del país el día del evento. A todos los que se embarcaron y nos acompañaron en esta
Cristina Adorno también se encargó de registrar en aventura, a los miembros que participaron activamente
vídeo las transmisiones del eclipse que se realizaban por de toda la organización, a los medios de comunicación, a
varios canales de televisión internacional. Lika Yamamoto nuestros familiares, amigos y otras muchas personas ajenas
realizó la misma tarea registrando las transmisiones de los al CAP que nos brindaron su apoyo, de alguna u otra
diversos canales nacionales. manera: Muchas Gracias.

Appendix
A. Para tener en cuenta
El eclipse del 3 noviembre de 1994, Fig. 1, pertenece a la
familia SAROS 133, es el eclipse número 44 de un total
de 72 eclipses de esta serie y el quinto eclipse (133+5)
posterior al más importante de la misma, ocurrido el 9 de
setiembre de 1904.
El primer eclipse de esta familia fue el eclipse parcial
del 20 de julio de 1219, el primero no parcial fue el eclipse
anular del 29 de noviembre de 1435, aunque no fue central,
el primer eclipse central de la serie fue el del 9 de diciembre
de 1453, el primer y único eclipse híbrido de la serie fue
el eclipse anular–total del 3 de febrero de 1544, el primer
eclipse total ocurrió el 13 de febrero de 1562.
El último eclipse total y central será el del 21 de junio
de 2373, y el último de la familia, el eclipse parcial del 5
de setiembre de 2499.
B. Eclipses de Sol en Paraguay
Los dos últimos eclipses totales de Sol que se observaron
desde Asunción fueron de los más importantes en sus fa-
milias y ocurrieron el 21 de julio de 1637, y el 3 noviembre
de 1994.
El eclipse más importante visto desde el Paraguay,
anterior al de 1994, fue el eclipse total del 20 de mayo de
1947, Fig. 3 al 6, y el más reciente, el del 12 de noviembre
de 1966.
También, cabe destacar, los eclipses anulares de Sol del
30 de octubre de 1864, uno muy importante; el del 10 de
julio de 1907; y del 20 de agosto de 1952. Y los eclipses
totales del 25 de abril de 1865, y del 16 de abril de 1893.
El siguiente eclipse de relevancia sobre el Paraguay será
el eclipse anular del 12 de setiembre de 2034, el siguiente
eclipse total observable desde el Paraguay ocurrirá el 16
de enero de 2075. Sin embargo, recién el 17 de octubre de
2172 podremos ver un eclipse total de Sol desde Asunción.
Fig. 1. Captura de una animación del eclipse de 1994 creada con
el software Autodesk 3D Studio por el autor. La escena ilustra el
instante que la sombra de la Luna pasa sobre el Paraguay.
5
C. Terminología
Un tránsito es la interposición aparente de un cuerpo
celeste frente a otro visto por un observador ubicado,
generalmente, en la Tierra. Si los dos cuerpos se acercan
mucho, aún hasta llegar a tocarse sin superponerse, el
fenómeno es un apulso.
Dependiendo del tipo de trayectoria, estos eventos
pueden ser centrales, si la línea trazada por la proyección
del centro de los conos de sombra, llamada línea central,
pasa por la superficie de la Tierra; y no centrales, en el
caso contrario.
Cuando el cuerpo ocultante tiene un tamaño aparente
igual o mayor que el objeto ocultado, el fenómeno recibe
el nombre de ocultación, y éstas pueden ser totales, an-
ulares, o híbridos, si se produce la interposición completa
de los discos de los objetos involucrados. Es total si se
produce la desaparición completa del cuerpo ocultado, y
anular si el disco del objeto ocultante queda completa-
mente inmerso en el disco del cuerpo más lejano. En un
caso muy particular en que el vértice del cono de umbra
queda, por momentos, por encima de la superficie terrestre
y por debajo en otros, el fenómeno se clasifica como
híbrido (total-anular). Si la interposición no es completa,
el fenómeno se clasifica como parcial.
En el caso de las ocultaciones totales, anulares, o híbri-
dos, desde el punto de vista del observador, cuando éste
se encuentra fuera de la franja de totalidad o anularidad,
el fenómeno se observa como una ocultación parcial.
Estrictamente hablando, los eclipses solares son oculta-
ciones, pero siguen llamándose eclipses por un motivo
histórico. Igualmente, cuando el cuerpo ocultante es mu-
cho más pequeño que el ocultado, el fenómeno sigue
llamándose históricamente con el nombre general tránsito,
como son los casos de los tránsitos de los planetas Mercurio
y Venus delante del Sol, y de las lunas galileanas frente al
disco de Júpiter.
Dos casos especiales son las ocultaciones rasantes y los
apulsos. Una ocultación es rasante si durante la inter-
posición los discos aparentes de los cuerpos son tangentes
internamente. En el caso de un apulso los discos aparentes
de los objetos se acercan tanto que en su trayectoria en el
cielo pueden llegar a estar tangentes externamente.
Fig. 2. Composición fotográfica de la totalidad del eclipse de 1994
captado desde Cecilio Báez, Caaguazú, realizada con tomas telescópi-
cas de Waldemar Villamayor-Venialbo para capturar los detalles
internos de la corona solar y tomas con teleobjetivos por Giorgio
Rizzi, con los filamentos de la corona externa.
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Por otra parte, un eclipse se produce cuando sobre un

cuerpo se proyecta la sombra de otro, como en el caso
de los eclipses de Luna. Los eclipses también pueden ser
totales y parciales, y cuando la sombra es mucho menor
que el cuerpo, como en el paso de la sombra de los satélites
galileanos sobre la superficie de Júpiter, suelen llamarse
tránsito de sombra.
Si vemos dos objetos superpuestos, estamos ante una
ocultación. Si vemos un objeto y la sombra del otro su-
perpuesto en el primero, estamos presenciando un eclipse.

Fig. 3. Expedición de observación del eclipse total de 1947 liderada Fig. 5. Fase parcial del eclipse total de 1947 registrada con el
por el Prof. Zispanov (centro). Villarrica, Guairá, Paraguay. telescopio newtoniano y la cámara de la Fig. 3.

Fig. 4. El Sol momentos antes de iniciarse el eclipse total de 1947, Fig. 6. Fase total del eclipse total de 1947 registrada con el telescopio
captado con el telescopio de la Fig. 3. newtoniano y la cámara de la Fig. 3.
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Fig. 7. Don Manuel Dejesús Bogado, Julio César Chávez y Luís Ri- Fig. 10. Julio César Chávez y Luís Ricardo Bogarín, reiterando las
cardo Bogarín, coordinadores del Grupo de Trabajo Eclipse Cultural. precauciones que se deben tomar al observar un eclipse de Sol.

Fig. 8. Grupo de jóvenes campistas durante la sesión dedicada al uso Fig. 11. Grupo de jóvenes campistas asistiendo a las charlas en la
y cuidado de los visores y filtros protectores. noche anterior al eclipse.

Fig. 9. Grupo de jóvenes campistas en la charla sobre las etapas y Fig. 12. Organizadores, coordinadores, monitores y asistentes, en la
fenómenos que podrán ver durante el desarrollo del eclipse. mañana del día del eclipse, esperando ansiosos el fenómeno.
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Fig. 13. Observadores y fotógrafos preparando sus equipos e instru- Fig. 16. Un total de 5000 jóvenes y niños se dieron cita en Tatijupí
mentos en la espera de registrar el eclipse. para poder observar el fenómeno con seguridad.

Fig. 14. Miembros de la prensa armados con los filtros provistos por Fig. 17. Los asistentes eran estudiantes de primaria y secundaria, así
el CAP también estuvieron presentes en Tatijupí. como miembros de grupos escultistas, acompañados por familiares.

Fig. 15. Monitores guiando la observación del Sol previa al eclipse, Fig. 18. La imagen del Sol eclipsado se cuela entre los agujeros que
reiterando en todo momento los cuidados necesarios al observar. forman las hojas y hacen de cámara oscura o estenopeica.
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Fig. 19. Miguel Ángel Volpe, uno de los coordinadores del Grupo Fig. 22. Isabel Aranda, una de las coordinadoras del Grupo de
de Turismo Científico, organizando al público mientras se espera el Turismo Científico, guiando a un grupo de turistas prestos para
inicio del fenómeno. observar el eclipse.

Fig. 20. La Estancia el Amigo, en Mbopicuá, al norte de Villa del Fig. 23. Puerto Rosario, en Villa del Rosario, fue también el lugar
Rosario, fue el punto de observación elegido por el Grupo de Turismo elegido por el Sistema Nacional de Televisión para montar su base
Científico del CAP. de enlaces.

Fig. 21. El público se volvía cada vez más ansioso. Los animales de Fig. 24. El tiempo parecía pasar lentamente y la espera se hacía
la estancia se mostraban nerviosos por el inesperado cambio de la interminable. Un grupo de nubes amenazaba con arruinar la obser-
luminosidad del ambiente. vación.
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Fig. 25. Isabel Aranda dando explicaciones de último momento, Fig. 28. Una avioneta persiguiendo a la sombra de la Luna, práctica
señalando de dónde se esperaba que venga la sombra de la Luna. común que permite poder disfrutar del fenómeno unos segundos más.

Fig. 26. Todo en el ambiente indicaba que la hora estaba cerca, desde Fig. 29. Terminada la observación, los asistentes pudieron disfrutar
el canto de las aves que volvían al nido, y la oscuridad del ambiente. de un almuerzo con comidas paraguayas típicas.

Fig. 27. Finalmente llegó la oscuridad, muchas personas, como Fig. 30. En el buque Carlos Antonio López: Miguel Volpe dando una
nuestra coordinadora Isabel Aranda, quedaron sin palabras mientras charla durante el viaje de ida (izq.), y el atardecer del día de los dos
otros gritaban de euforia. amaneceres durante el retorno (der.).