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Sustentabilidad y ciudad

Henri Acselrad

 
Sustentabilidad y ciudad
Henri Acselrad*

Abstract

The idea of sustainability recalls the logic of practice, where practical effects viewed as desirable are made to happen,
rather than the field of scientific knowledge, where concepts are constructed to explain reality. When applied to urban
space, the idea of sustainability has generated different representations and perspectives for managing cities, from the
administration of risks and uncertainties to the increase of "resilience" –the adaptive capacity– of urban structures. What
seems to organize analytically the discourse of "urban sustainability" is its division into two fields: on the one hand
privileging a technical representation of cities by combining the notion of urban sustainability with the "modes of
management of the flows of energy and materials associated with urban growth"; on the other hand defining the
unsustainability of cities by the drop in productivity of urban investments, that is, by the "incapacity of the latter to keep up
with the rate of growth of social demands", which consequently places urban space in jeopardy as a political territory.

Key words: sustainability, urban planning, environmental politics.

Resumen

La noción de sustentabilidad remite antes a la lógica de las prácticas, donde los efectos considerados deseables son
conducidos al campo del conocimiento científico, donde conceptos son construidos para explicar lo real. Aplicada al
espacio urbano, la noción de sustentabilidad tiene asociadas diversas representaciones para la gestión de las ciudades,
desde la administración de riesgos e incertezas al incremento de la "resiliencia" –la capacidad adaptativa– de las
estructuras urbanas. Lo que parece organizar analíticamente el discurso de la "sustentabilidad urbana" sería su
distribución en dos campos: de un lado, aquel que privilegia una representación técnica de las ciudades, articulando la
noción de sustentabilidad urbana a los "modos de gestión de los flujos de energía y materiales asociados al crecimiento
urbano"; de otro, aquel que define la insustentabilidad de las ciudades por la caída de la productividad de las inversiones
urbanas, o sea, por la "incapacidad de que estas últimas acompañen el ritmo de crecimiento de las demandas sociales",
lo que coloca en juego, consecuentemente, el espacio urbano como territorio político.

Palabras claves: sustentabilidad, planificación urbana, política ambiental.

* Profesor del Instituto de Investigación y Planeamiento Urbano y Regional de la Universidad Federal de Río de Janeiro
(IPPUR/UFRJ) e investigador de CNPq.

Revista eure (Vol. XXV, Nº 74), pp. 35-46, Santiago de Chile, abril 1999

 
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Henri Acselrad

 
I. Introducción sustentabilidad es vista como un principio "en
evolución", "concepto infinito" "que pocos saben
lo que es", y "que requiere mucha investigación
Diversas matrices discursivas han sido asociadas adicional". Manifestaciones de un positivismo frus-
a la noción de sustentabilidad desde que el Infor- trado: el desarrollo sustentable sería un dato ob-
me Brundtland la lanzó al debate público interna- jetivo, que, pese a todo, no se ha conseguido
cional en 1987. Entre ellas, se pueden destacar todavía aprehender. Pero, ¿cómo definir algo que
la matriz de eficiencia que pretende combatir la no existe? Es que al existir, ¿será, sin duda, una
pérdida de la base material del desarrollo, exten- construcción social? Y que en cuanto tal podrá
diendo la racionalidad económica al "espacio no también comprender diferentes contenidos y prác-
mercantil planetario"; de escala, que propugna un ticas al reivindicar su nombre. Esto nos ilumina
límite cuantitativo al crecimiento económico y a porque distintas representaciones y valores vie-
la presión que él ejerce sobre los "recursos am- nen siendo asociados a la noción de susten-
bientales"; de equidad, que articula analíticamen- tabilidad: son discursos en disputa por la expre-
te principios de justicia y ecología; de autosufic- sión que se pretende más legítima. Pues la
iencia que sostiene la desvinculación de las sustentabilidad es una noción que se puede re-
economías nacionales y sociedades tradiciona- correr para volver objetivas diferentes represen-
les de los flujos del mercado mundial como es- taciones e ideas.
trategia apropiada para asegurar la capacidad
de autorregulación comunitaria de las condicio-
nes de reproducción de la base material del de- La supuesta imprecisión del concepto de
sarrollo; de la ética, que inscribe la apropiación sustentabilidad sugiere que no hay todavía hege-
social del mundo material en un debate sobre los monía establecida entre los diferentes discursos.
valores del bien y de mal, evidenciando las Los ecólogos parecen mal posicionados para la
interacciones de la base material del desarrollo disputa de un terreno enraizado por los valores
con las condiciones de continuidad de la vida en del productivismo fordista y del progreso mate-
el planeta. rial. La visión sociopolítica también restringe el
esfuerzo de las ONGs, más específicamente en
la atribución de precedencia al discurso de la
A partir de UNCED (1992), la noción de sustenta- equidad, con énfasis en el ámbito de las relacio-
bilidad viene ocupando un espacio creciente en nes internacionales. Mejor se ha apropiado de la
los debates sobre el desarrollo. De un lado, den- noción hasta aquí, sin duda, el discurso econó-
tro del discurso desarrollista –producido por las mico, pretendiendo inclusive la preexistencia de
agencias multilaterales, consultores técnicos y la misma en la teoría del capital y de la renta de
ideólogos del desarrollo– se verificó una inver- Hicks.
sión en la corrección de rumbos, en la madura-
ción de los proyectos, en la readecuación de los
procesos decisorios. Con ajustes –creen estos A la inversa de los conceptos analíticos volcados
actores–, la propuesta del desarrollo podría ser para la explicación de lo real, la noción de susten-
rescatada, sus dimensiones autofágicas supera- tabilidad está sometida a la lógica de las prácti-
das, su durabilidad asegurada, su vigencia sos- cas: se articula a los efectos sociales deseados,
tenida. Por otro lado, en el campo de ONGs, en a las funciones prácticas que el discurso preten-
medio de la crítica de los límites del contenido de volver realidad objetiva. Tal consideración nos
que gobiernos y instituciones oficiales vienen atri- remite a los procesos de legitimación/deslegiti-
buyendo al desarrollo que pretenden sustentable, mación de las prácticas y los actores sociales.
algunos ven en la sustentabilidad una nueva De un lado, si la sustentabilidad es vista como
creencia destinada a substituir la idea de progre- algo bueno, deseable, consensual, la definición
so, y constituir "un nuevo principio organizador que prevalece va a construir autoridad para que
de un desarrollo centrado en el pueblo", y para se discriminen, en su nombre, las prácticas bue-
ser capaz "de volverse la visión movilizadora de nas de las malas. Se abre, por tanto, una lucha
la sociedad civil y el principio guía de la transfor- simbólica por el reconocimiento de la autoridad
mación de las instituciones de la sociedad domi- para hablar acerca de sustentabilidad. Y para eso
nante" (1). se hace necesario constituir una audiencia apro-
piada, un campo de interlocución eficiente donde
se pueda encontrar aprobación. Se puede hablar,
Lo que prevalece son, sin embargo, expresiones así, en nombre de los (y para los) que quieren la
interrogativas recurrentes, en las cuales la

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supervivencia del planeta, de las comunidades los actores que disputan el poder de definir lo
sustentables, de la diversidad cultural, etc. Resta que es sustentable, son también función de la
que la lucha en torno a tal representación expre- manera en que estos actores elaboran sus dis-
se la disputa entre diferentes prácticas y formas cursos alternativos el asunto, y de la fuerza rela-
sociales que se pretenden compatibles o porta- tiva que acumulan en el campo de las ideas. En
doras de la sustentabilidad. el presente trabajo haremos un mapeo de las prin-
cipales matrices discursivas de la sustentabilidad
urbana e intentaremos identificar las inflexiones
Para afirmar, sin embargo, que algo –una cosa o
que los actores sociales que recurren a esta
una práctica social– es sustentable, será nece-
noción apuntan para las prácticas sociales de
sario recurrir a una comparación de atributos entre
construcción del espacio de las ciudades. Por-
dos momentos en el tiempo: entre el pasado y
que el futuro de las ciudades dependerá en gran
presente, entre el presente y futuro. Como la
parte de los conceptos constitutivos del proyecto
comparación pasado-presente, en el horizonte del
futuro construido por los agentes relevantes en
actual modelo de desarrollo, es expresiva de lo
la producción del espacio urbano.
que se pretende insustentable, se opta por la com-
paración presente-futuro. Se dirán entonces
sustentables las prácticas que se pretendan com-
patibles con la cualidad futura postulada como
deseable. Esta relación entre un presente cono- II. Los discursos de la
cido y un futuro desconocido y deseable coloca sustentabilidad urbana
la noción de sustentabilidad en el campo de lo
que algunos llaman "causalidad teleológica", "que La asociación de la noción de sustentabilidad al
tiene como causa suficiente de un comportamien- debate sobre el desarrollo de las ciudades tiene
to, un acontecimiento que contiene en su des- su origen en las rearticulaciones políticas por las
cripción la exigencia de que un otro evento, lla- cuales un cierto número de actores implicados
mado a su término, acontezca." (2). O sea, la en la producción de espacio urbano procuran dar
causa es definida por su fin; el orden de la se- legitimidad a sus perspectivas, evidenciando la
cuencia de los eventos está inserta en la condi- compatibilidad de las mismas con los propósitos
ción antecedente definida como causa. Es sus- de dar durabilidad al desarrollo, en acuerdo con
tentable hoy aquel conjunto de prácticas porta- los principios de la Agenda 21, resultante de la
doras de sustentabilidad en el futuro. Conferencia de la ONU sobre Desarrollo y Medio
Ambiente (4). Al mismo tiempo que verificamos
El recurso a esta "causalidad teleológica" es par- una "ambientalización" del debate sobre políticas
ticularmente cuestionable cuando ella implica re- urbanas, observamos también un movimiento de
construir el presente a la luz de las supuestas sentido opuesto, con la entrada creciente del dis-
exigencias del futuro (3). La experiencia histórica curso ambiental en el tratamiento de las cuestio-
registra ejemplos en el mínimo discutibles de esta ne urbanas, sea por iniciativa de los actores so-
actualización política del futuro: "es preciso cre- ciales de la ciudad que incorporan la temática del
cer para después distribuir", "estabilizar la eco- medio ambiente, bajo el argumento de la subs-
nomía para después crecer", "sacrificar el presen- tancial concentración poblacional en las metró-
te para conquistar el futuro", etc. Los riesgos son polis, sea por la propia trayectoria de urbaniza-
tanto mayores cuando se sabe que los que ocu- ción creciente de la cartera medioambiental de
pan posiciones dominantes en el espacio social los proyectos del Banco Mundial.
también están en posiciones dominantes en el
campo de la producción de las representaciones No podemos dejar de asociar también el recurso
e ideas. Si el Estado y el empresariado –fuerzas a la noción de sustentabilidad urbana a las estra-
hegemónicas en el proyecto desenvolvimentista– tegias de implementación de la metáfora ciudad-
incorporan la crítica a la insustentabilidad del empresa, que proyectan en "la ciudad del sus-
modelo de desarrollo, pasan a ocupar también tentable" algunos de los supuestos atributos de
una posición privilegiada para dar contenido a la atractividad de las inversiones en el contexto de
propia noción de sustentabilidad. la competencia global. Conducir las ciudades para
un futuro sustentable significa en este caso "pro-
Pero esto no quiere decir que el asunto esté re- mover la productividad en el uso de los recursos
suelto de una vez por todas. Al contrario, autori- medioambientales y fortalecer las ventajas com-
dad y legitimidad, atributos decisivos para todos petitivas." (5). Con mayor o menor vinculación de

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las perspectivas de planificación "empresarial" de bano minimizar la degradación energética y
las ciudades, la noción de sustentabilidad ofrece- desacelerar la trayectoria de la irreversibilidad. Tal
rá la oportunidad para la legitimación de una representación de las ciudades apunta hacia nue-
ecocracia emergente, favorecida en particular por vos modelos técnicos de lo urbano, fundados en
la creación de nuevas instancias gubernamenta- la racionalidad económica aplicada a los flujos
les y regulatorias volcadas para el tratamiento de de materia-energía; si se quiere reducir el impac-
la cuestión ambiental en general y ambiental ur- to entrópico de las prácticas urbanas cabría
bana, en particular. adoptar tecnologías ahorradoras de espacio,
materia y energía y volcadas hacia el reciclaje de
materiales. La idea de eficiencia ecoenergética
En el debate contemporáneo encontraremos va-
pretende consecuentemente extender el campo
rias articulaciones lógicas entre la reproducción
de vigencia de la racionalidad económica.
de las estructuras urbanas y su base especí-
ficamente material. Encontraremos, en particular,
tres representaciones básicamente distintas de la La ineficacia ecoenergética puede también ser
ciudad, las cuales corresponderán también a di- traducida en términos de distribución espacial
ferentes sentidos de lo que se pretende legítima- inadecuada a la economía de los medios, o sea
mente capaz de hacer durar a la integridad de lo como el resultado de una impropia distribución
urbano. locacional de las poblaciones y actividades en el
espacio urbano. La insustentabilidad vendría así
de "las crecientes asimetrías entre la localización
A. La representación espacial de los recursos y de la población, de las
técnico-material de las ciudades presiones excesivas sobre el medio físico circun-
dante y sobre los sistemas ecológicos regiona-
Una primera articulación asocia la transición ha- les." (9) La sustentabilidad vendría, en este caso,
cia la sustentabilidad urbana a la reproducción de la redistribución espacial de la presión técnica
adaptativa de las estructuras urbanas con espe- de poblaciones y actividades en la base de re-
cial énfasis en el ajuste de las bases técnicas de cursos ambientales urbanos. La problemática
las ciudades, a partir de modelos de "racionali- malthusiana es aquí inscrita en el cuadro urbano,
dad ecoenergética" (6) o de "metabolismo urba- introduciendo "las hipótesis del límite de la capa-
no." En ambos casos, la ciudad será vista en su cidad urbana" y concentrando el foco en las es-
continuidad material de acciones y flujos. trategias de descentralización, a saber, en la dis-
tribución de funciones de las metrópolis para las
regiones, de las áreas metropolitanas internas
En la perspectiva de la eficacia específicamente para las áreas metropolitanas periféricas, del
material, la ciudad sustentable será aquella que, centro para los subcentros de las ciudades. (10)
para una misma oferta de servicios, minimiza el
consumo de energía fósil y de otros recursos
materiales, explorando al máximo los flujos loca- La concepción de la sustentabilidad como trayec-
les, satisfaciendo el criterio de conservación de toria progresiva en dirección hacia la eficiencia
stocks y de la reducción del volumen de residuos ecoenergética es normalmente acompañada de
(7). Se vigoriza aquí una representación técnico- la constitución de una base social de apoyo a los
material de la ciudad como una matriz compues- proyectos de cambio técnico urbano, por la vía
ta por un vector del consumo espacial, energía y de la "educación ambiental", de la diseminación
materias primas y un vector de producción de de una "conciencia ecológica", de proyectos co-
desechos. A la lectura de la ciudad como un sis- munitarios de reciclaje o por la creación de una
tema termodinámico abierto identificará en lo urba- "economía del reciclaje." La no aceptación del
no el locus privilegiado de la producción creciente antagonismo entre el medio ambiente y la eco-
de entropía, emblema de la irreproductibilidad nomía hará también de la búsqueda de
ilimitada del proceso de crecimiento económico- sustentabilidad urbana la ocasión de hacer valer
material (8). La insustentabilidad urbana es, en la potencia simbólica del mercado como instan-
esta perspectiva, una expresión social de la cia de regulación de las ciudades. Pues si el fu-
irreversibilidad termodinámica. A partir de una turo es, en el pensamiento hegemónico, o de la
lectura de la ciudad como lugar por excelencia plena vigencia de las instituciones mercantiles,
de la pérdida de capacidad de transformación de dirigir las ciudades para un futuro sustentable
la energía en trabajo, cabría al planeamiento ur-

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significa promover la productividad urbana y for- nicas (agua, electricidad, telefonía) y de servicios
talecer las ventajas competitivas. públicos muy elevados." (13).

Estrategias argumentativas de orden global se- Pero el ajuste de las bases técnico-materiales de la
rán, con frecuencia, accionadas para promover ciudad puede fundarse alternativamente en
innovaciones en la matriz técnica de las ciuda- modelos demetabolismo urbano, con una repre-
des (11), sea con la introducción de tecnologías sentación ecosistémica de las ciudades, compues-
urbanas ahorradoras de recursos, sea con la ta por movimientos interactivos de circulación,
redistribución espacial de poblaciones y activi- cambio y transformación de recursos en tránsito.
dades: lo que es bueno para el planeta es con- El discurso sobre la sustentabilidad de las ciuda-
siderado bueno para las ciudades. La conver- des se organiza, en este caso, apelando a la me-
gencia entre sustentabilidad urbano local y táfora biológica de la "resiliencia", que procura
sustentabilidad global generalmente es vista describir la capacidad adaptativa de "los eco-
como un simplificador político, puesto que en el sistemas urbanos" que superan su condición de
plano local los responsables por la polución y vulnerabilidad a choques externos (14). En este
las autoridades políticas son claramente tipo de representación, la insustentabilidad expre-
identificables. saría la incapacidad de reproducción adaptativa
de las estructuras urbanas delante de las ruptu-
ras en las condiciones materiales requeridas para
Un contradiscurso opone, sin embargo,
tal reproducción.
sustentabilidad global y sustentabilidad local ur-
bana –lo que es bueno para el planeta no sería
lo mejor para la ciudad–. Por un lado, las econo- La idea de metabolismo urbano apunta para un
mías de escala de transporte, iluminación y cale- modelo de equilibrio, a ser obtenido por el ajus-
facción en las ciudades concentradas reducen el te apropiado de los flujos y de los stocks de
consumo per cápita de energía, favoreciendo las materia y energía. Las estrategias de inscripción
estrategias de sustentabilidad global. Por otro lado, del desarrollo urbano en los cuadros científicos
la capacidad de regeneración de los ecosistemas de un saber objetivo sobre flujos y supuestos de
siendo constante por unidad de extensión territo- equilibrio tienden a materializarse en un conjun-
rial, las ciudades concentradas sufren efectos to de normas técnicas. Consideradas, sin em-
indeseables debido a la elevación de la densidad bargo, las incertezas prevalecientes en el saber
territorial de la producción de residuos, compro- sobre procesos interactivos de tal forma com-
metiendo la sustentabilidad en el ámbito local. En plejos en espacio-temporalidad, bajo cada con-
este caso, la búsqueda de ecoeficiencia sería mo- junto de normas de "equilibrio" estarán implíci-
tivada por razones atinentes a la propia dimen- tos elementos de valores, preferencias y "con-
sión urbana y no por razones de orden planeta- venciones" que, legitimados por la ciencia, esta-
rio. En ambos casos, sin embargo, con conver- rán lanzando las bases políticas de la coordina-
gencia o divergencia entre sustentabilidad urba- ción de anticipaciones y estabilización de esce-
na y sustentabilidad global, la ecoeficiencia será narios de acción. (15).
legitimada como eje de las estrategias de acción
y el mercado será considerado su mejor instru-
Procesos de "restructuración ecourbana" se pue-
mento.
den inscribir así en los mecanismos de
"cientificización de la política", por los cuales los
La idea de insustentabilidad energética de las expertos de la ecología científica extienden su
ciudades no es restringida a las grandes metró- campo de acción a la gestión de los ecosistemas
polis con alta concentración demográfica, pero y la producción de los "fundamentos racionales
también se extiende a la ciudad "fragmentada" y de la organización del territorio." La cientificización
"desdensificada" de la "sociedad inmaterial": "la del debate sobre el "equilibrio ecológico" supues-
desdensificación de los hombres y la fragmenta- to tiene por resultado la constitución de la nece-
ción policéntrica de las actividades", afirma sidad política de una gestión sabia del territorio,
Beaucire, "son costosas en recursos materiales y reflejando el hecho de que los nuevos modos
productoras de polución y efectos nocivos." (12) institucionalizados de producción de saber son
En suma, "la ciudad fragmentada y desdensificada inducidos por la intensificación de la relación entre
es vista como generadora de consumo de ener- las burocracias públicas y los representantes del
gía y de costos de reordenamiento de redes téc- conocimiento ecológico (16).

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Ciertos autores se negarán, sin embargo, a pen- identidades, a valores y herencias construidas a
sar la sustentabilidad urbana como proceso lo largo del tiempo. La perspectiva de hacer durar
espacialmente circunscrito, que presupone la la existencia simbólica de sitios construidos o si-
irrelevancia de los flujos materiales que unen las tios naturales significativos, eventualmente "natu-
ciudades a los espacios no-urbanos. Considera- ralizados", puede inscribirse tanto en estrategias
da la ciudad como consumidora de recursos na- de fortalecimiento del sentimiento de pertenencia
turales y de espacio para la deposición de resi- de los habitantes a sus ciudades, como de pro-
duos, así como la complejidad de los lazos urba- moción de una imagen que marca a la ciudad
no-rurales, se afirma que "el desarrollo urbano por su patrimonio biofísico, estético o cultural en
sustentable y el desarrollo rural sustentable no sentido amplio, de modo de atraer capitales en la
pueden estar separados." (17). Algunos llegarán competencia global (21), logrando lo que algunos
a negar inclusive la posibilidad de concebir "ciu- describen como un proceso de promoción "la
dades sustentables", considerando irrealista la economía de la belleza en nombre de la belleza
pretensión de limitar el radio de acción de los de la economía" (22).
flujos de materia y energía requeridos por el de-
sarrollo urbano al espacio circunscrito de las
La noción de sustentabilidad urbana puede tam-
ciudades (18).
bién articular las estrategias argumentativas de
la eficiencia ecoenergética y de la calidad de vida
B. La ciudad como espacio de en la consideración de la forma urbana como "fac-
"la calidad de vida" tor determinante de la sustentabilidad." (23). La
noción de "ciudad aprieta" reuniría, en la pers-
pectiva de los documentos de la Comisión de las
Una nueva matriz técnica de las ciudades es Comunidades Europeas, por ejemplo, los atribu-
también pensada por razones de "calidad de tos de "alta densidad y uso mixto, tendiendo a
vida" –componentes no mercantiles de la exis- presentar superior eficiencia energética por redu-
tencia cotidiana y ciudadana de la población ur- cir las distancias de los itinerarios, maximizar la
bana, especialmente en lo que se refiere a las oferta de transporte público y proveer calidad de
implicaciones sanitarias de las prácticas urbanas. vida superior a los residentes." (24). La metáfora
Modelos de ascetismo y pureza (19) son evoca- de la ciudad compacta tendría como configura-
dos para cuestionar las bases técnicas de lo ur- ción formal tendencialmente más aceptable el mo-
bano –lo urbano crecientemente impregnaría los delo policéntrico en red, con diversificación de
habitantes de las ciudades con substancias noci- funciones de los subcentros bien servidos en
vas y tóxicas para su artificialidad. Las transportes públicos (25). Su capacidad de con-
implicancias sanitarias pueden, alternativamente, jugar la eficiencia en el uso de los recursos am-
ser asociadas a las representaciones colectivas bientales y la calidad de la vida urbana no es,
de la ciudadanía, donde las emisiones líquidas y aun, consensual. Algunos argumentarán, al con-
gaseosas resultantes de las tecnologías urbanas trario, que eficiencia energética y calidad de vida
son entendidas como imposición de consumo son atributos de las ciudades poco densas y des-
forzado de productos invendibles de las activida- centralizadas, porque éstas recurren a las fuen-
des de la producción mercantil o del modo de tes locales de energía y de producción de ali-
consumo de las mercancías, especialmente de mentos en tierras rurales disponibles (26).
los vehículos automotores.

En ambos casos se recurrirá al argumento de que


Tal representación de la ciudadanía urbana tien- la forma sustentable deberá mezclar, aunque en
de a extenderse hacia el conjunto de la política escalas diferentes, zonas de trabajo, residencia y
urbana, justificando estructuras que favorecen el diversión, reduciendo distancias y "peatonizando"
desarrollo del diálogo y de la negociación, así las ciudades, de modo de frenar la movilidad de
como la realización de pactos de atribución del la energía, de las personas y de los bienes. Efi-
sentido a la duración de las ciudades, no sólo en ciencia ecoenergética y calidad de vida resulta-
su materialidad, sino en cuanto institucionalidad rían, en esta perspectiva, de la emergencia de
sociopolítica (20). formas urbanas capaces de expresar la existen-
cia deseablemente creciente de ciudades
Una noción de sustentabilidad asociada a la ca- autosuficientes. El argumento de la forma urbana
tegoría patrimonio se refiere no sólo a la materia- se articula así con la idea de la autosuficiencia
lidad de las ciudades, sino a su carácter y sus

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urbana. En el caso de la sustentabilidad del de- ticidad de las técnicas y de las voluntades políti-
sarrollo en general, el argumento de la autosufi- cas.
ciencia remite a una crítica del libre mercado y
de la globalización; en el caso de la autosuficien-
La insustentabilidad estaría, por consiguiente,
cia urbana, se trata, en nombre del combate al
designando un proceso de inestabilidad de las
efecto estufa y a los procesos entrópicos, de
bases de legitimidad de los responsables de las
orientarse para mayor autonomía energética y
políticas urbanas, a los cuales se puede repro-
económica de las localidades (27). La no acepta-
bar, por un lado, la incapacidad de imprimir efi-
ción de la globalización de las ciudades se justi-
ciencia en la administración de los recursos pú-
fica así desde el punto de vista de las externa-
blicos o, por otro lado, la indisposición para de-
lidades negativas y deseconomías energéticas
mocratizar el acceso a los servicios urbanos.
implícitas en la intensificación de los flujos, pro-
pia de las llamadas "ciudades globales".
La erosión de la legitimidad de las políticas urba-
nas se puede fundar, así, en la insuficiente adhe-
C. La ciudad como espacio de sión a la racionalidad económica, causa supues-
legitimación de la política ta del desperdicio de la base de recursos o, alter-
urbana nativamente, en la ausencia de prioridad de los
mecanismos distributivos en el acceso a tales
Siendo la materialidad de las ciudades política- servicios. El impacto material de las políticas será,
mente construidas, las modalidades de su repro- por consiguiente, contestado sea por la perspec-
ducción son vistas también como dependientes tiva del desperdicio de las ganancias, sea por el
de las condiciones que legitiman sus presupues- ángulo de concentración socioterritorial de los
tos políticos. La idea de la sustentabilidad es así beneficios.
aplicada a las condiciones de reproducción de la
legitimidad de las políticas urbanas. Se habla de Pero la desigualdad en el acceso a los servicios
viabilidad política del crecimiento urbano, o sea, urbanos es evocada para cuestionar la legitimi-
de las condiciones de construcción política de la dad de las políticas urbanas igualmente en las
base material de las ciudades. La insustentabilidad llamadas "ciudades inmateriales", que estarían
condiciona así la incapacidad de las políticas aparentemente al abrigo de las presiones inde-
urbanas de adaptar la oferta de servicios urba- seables sobre los flujos de materia y energía. Los
nos a la cantidad y calidad de las demandas espacios desindustrializados y deslocalizados por
sociales, provocando un "desequilibrio entre las el capital, afirma Beaucire, también terminarían
necesidades cotidianas de la población y los por ser vaciados en su "urbanidad", haciendo que
medios para satisfacerlas, entre la demanda para "la descalificación social y la descalificación am-
servicios urbanos y las inversiones en redes e biental avancen haciendo renacer lo que se creía
infraestructura." (28). definitivamente superado, la insalubridad física es
una forma de ghetto económico y cultural en el
Se cree que cuando el crecimiento urbano no es seno de las ciudades que son, entre tanto, pene-
acompañado por inversiones en infraestructura, tradas por redes técnicas con desempeños cre-
la oferta de servicios urbanos no acompaña el cientes" (30). Se cree así que la "instalación so-
crecimiento de la demanda. La falta de inversio- cial y espacial de los costos engendrados por las
nes en el mantenimiento de los materiales urba- crisis del desarrollo del insustentable de la ciu-
nos vendrá, a su vez, a acentuar el déficit en la dad desdensificada será de realización delicada,
oferta de servicios, lo que se rebatirá espa- la cuestión del desarrollo sustentable urbano co-
cialmente bajo la forma de segmentación rre el riesgo de ser antes de todo una cuestión
socioterritorial entre poblaciones atendidas y no social." (31)
atendidas por tales servicios (29). Este proceso
se expresa así bajo la forma de una "caída de la La crisis de legitimidad de las políticas urbanas
productividad política de las inversiones urbanas", podrá ser atribuida también a la incapacidad de
incrementando los grados de conflicto e incerti- hacer frente a los riesgos tecnológicos y natura-
dumbre en el proceso de reproducción de las les. En la perspectiva de la equidad, el riesgo
estructuras urbanas. La base técnico-material de culturalmente construido apuntará a la desigual-
la ciudad es vista así como socialmente dad intertemporal en el acceso a los servicios
construida, en el interior de los límites de elas- urbanos, con la prevalencia de riesgos técnicos

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para las poblaciones menos atendidas por los rencie socialmente la temporalidad de los elemen-
beneficios de las inversiones públicas o afectada tos de base material del desarrollo. O sea, que se
por la impericia técnica en la desconsideración reconozca que hay varias maneras para que
de las especificidades del medio físico de las las cosas duren, sean ellas ecosistemas, recur-
ciudades tales como declives, accidentes topo- sos naturales o ciudades (36).
gráficos, movimientos indebidos de tierra, reno-
vación de tierra superficial, formación del grietas,
erosión y deslizamientos del suelo (32).

III. Conclusión

Si para Isabelle Stengers el concepto traduce el


poder del intelecto para alcanzar el ser de las
cosas (33), él tiene también el poder de objetivar
representaciones, haciendo valer como legítimas,
en lo real concreto, los esquemas ordenadores y
clasificatorios de la construcción intelectual. La
enunciación conceptual es, por consiguiente, tam-
bién productora de ordenamiento, división y cla-
sificación en el interior del mundo social.

"Las percepciones de lo social", nos recuerda


Chartier, "no son discursos neutros". Producen
estrategias y prácticas que tienden a imponer una
autoridad a costa de otras, a legitimar proyectos
reformadores o a justificar, para los propios indi-
viduos, sus opciones y conductas (Chartier,
1990:17) (34). Por consiguiente, "los esquemas
generadores de las clasificaciones y de las per-
cepciones, propios de cada grupo o medio, son
verdaderas instituciones sociales que incorporan
bajo la forma de categorías mentales y de repre-
sentaciones colectivas las demarcaciones de la
propia organización social" (35).

Asociar la noción de "sustentabilidad" a la idea


de que existe una forma social durable de apro- Las diferentes representaciones sobre lo que sea
piación y uso del medio ambiente dada por la la sustentabilidad urbana han apuntado a la re-
propia naturaleza de las formaciones biofísicas, producción adaptativa de las estructuras urbanas
por ejemplo, significa ignorar la diversidad de for- con énfasis en el reajuste de la base técnica de
mas sociales de duración de los elementos de la las ciudades, en los principios que fundan la exis-
base material del desarrollo. tencia ciudadana o en la redefinición de las ba-
ses de legitimidad de la políticas urbanas (ver cua-
dro 1). La representación que privilegia la lectura
Colocar el debate sobre sustentabilidad fuera de de la ciudad como matriz técnico-material propo-
los marcos del determinismo ecológico implica, ne la recomposición de las ciudades a partir de
por lo tanto, en separar representaciones indife- modelos de eficiencia ecoenergética o de equili-
renciadoras del espacio y del ambiente. Requie- brio metabólico aplicados a la materialidad de lo
re que se cuestione la idea de que el espacio y urbano. La reducción de la durabilidad de la ciu-
los recursos ambientales pueden tener un único dad a su dimensión estrictamente material tiende
modo sustentable de uso, inscrito en la propia a descaracterizar la dimensión política del espa-
naturaleza del territorio. La perspectiva no cio urbano desechando la complejidad de la tra-
determinística, por tanto, presupone que se dife- ma social responsable tanto por la reproducción
como por la innovación en la temporalidad histó-
rica de las ciudades.

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Las propuestas de reproducción adaptativa de las buscan, a su vez, refundar el proyecto urbano
estructuras urbanas, que tienen como referencia según el modelo de laeficiencia o de la equidad.
la noción de calidad de vida, se estructuran se- En ambos casos estará en juego la ciudad como
gún el modelo de la pureza, de la ciudadanía o espacio de construcción durable de pactos políti-
del patrimonio. La ciudad es vista así como el cos capaces de reproducir en el tiempo las con-
espacio de las externalidades negativas cuya diciones de su legitimidad. Al promover así una
ecuación se dará en la temporalidad del proceso articulación "ambiental" de lo urbano, el discurso
de construcción de derechos, sean derechos que de la sustentabilidad de las ciudades actualiza el
considerarán condiciones saludables de existen- conflicto entre tecnificación y politización del es-
cia, sean derechos al usufructo durable de la exis pacio incorporando, de hecho, ante la considera-
tencia simbólica de sitios urbanos. La palabra ción de temporalidad de las prácticas urbanas, el
ciudadanía retorna así a su espacio de origen debate entre representaciones tecnicistas y
–la ciudad– sobreponiéndose al sentido hasta politizadoras del tiempo, en el interior del cual
aquí dominante, referido al Estado-Nación. pueden, al mismo tiempo, convivir proyectos vol-
cados hacia simples reproducciones de las es-
tructuras existentes como estrategias que culti-
Las propuestas de reproducción adaptativa de las
ven en la ciudad el espacio de la invención dere-
estructuras urbanas que tienen por foco el reajuste
chos e innovaciones sociales.
de las bases de legitimidad de la política urbana,

Notas

(1) Cf. People Centered Development Forum, tracción, del tratamiento, del consumo y de la des-
Sustainability as the Organizing Principle of People- carga de materia y energía. La ley de conservación
centered Development, N.Y., 1992, mimeo. de la materia y de la energía exige que el conjunto
de los residuos lanzados por la economía hacia el
medio ambiente sea igual a la suma de todos los
(2) Cf. J.F. Costa, A Ética e o Espelho da Cultura, recursos extraídos de la misma a través de las acti-
RJ, 1994, Ed. Rocco. vidades económicas". cf. G. Pillet, H.T. Odum,
Énergie, Écologie, Économie, Georg Ed., Genève,
1987, pp. 178-179.
(3) En la causalidad teleológica, "lo que no existe
todavía puede actuar sobre lo que es", cf. O.
Soubeyron, "La mer du Sahara", in L’Aventure (7) Cf. J.P. Déléage," L’Avenir des Villes", in Écologie
Humaine N° 1, janvier 1995, Paris, p. 27. Politique, n. 13, 1995, p. 35.

(4) Varias redes internacionales de municipalidades, (8) "La ciudad se vuelve el lugar donde se concen-
especialmente europeas, fueron articuladas, a partir tran los problemas ambientales y sociales de la na-
de 1992, con el fin de poner en práctica los precep- ción", cf. F. Beaucire, "La Ville Éclatée", in R. Passet,
tos globales del desarrollo sustentable bajo la forma J. Theys, Héritiers du Futur - Aménagement du
de orientaciones prácticas y tangibles. Cf. C. Eme- Territoire, Environnement et Développement Durable,
lianoff, "Les Villes Durables, l’émergence de nouvelles Datar/Ed. de, p. 187. "No es imposible pensar que el
temporalités dans de vieux espaces urbains", in encuentro de la ecología con la ciudad pueda
Écologie Politique, n. 13, printemps 1995, p. 38. concurrer para la recalificación de un sentido de lo
urbano, de forma e identidad originales, y substraer
a la ciudad de la entropía que la ronda, confiriéndole
(5) Cf. E.P. Durazo, "Desarrollo Sustentable de las
un dinamismo más positivo", cf. J.C. Lévy, "Les Étapes
Ciudades", in Ciudades n. 34, abril-junio 1997, Mé-
de la Métropolisation", in R. Passet, J. Theys (ed.),
xico, p. 51.
Héritiers du Futur - Aménagement du Territoire,
Environnement et Développement Durable, Paris, Ed.
(6) Pillet y Odum enuncian las bases ecoenergéticas de L’Aube, p. 189.
de una macroeconomía ambiental: "El medio ambien-
te puede ser visto, poco a poco, como un cuasi-sec-
(9) Cf. E.P. Durazo, "Desarrollo Sustentable de las
tor de la economía, unido por el "principio de con-
Ciudades", in Ciudades n. 34, abril-junio 1997, Méxi-
servación de la materia y de la energía", y las
co, p. 51.
externalidades ambientales serán definidas como
consecuencias inherentes y permanentes de la ex-

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(10) cf. T. Omishi, "A Capacity Approach for (19) "Nosotros vimos que el poder, en estos tiem-
Sustainable Urban Development: an Empirical Study", pos modernos, provoca más conflictos de que los
in Regional Studies, vol. 28. N° 1, pp. 39-51. Tal abor- que controla, los sueños no pueden salvar el medio
daje será cuestionado por aquellos que entienden la ambiente. Es preciso que un movimiento ascético
ciudad como "instrumento de la liberación de las espontáneo se oponga al desarrollo económico.
actividades humanas como realización de la depen- Debemos encontrar una especie de estructura cons-
dencia de los recursos locales". Para estos autores, titucional que, sistemáticamente, contraponga al de-
asociar la sustentabilidad al respeto a la "capacidad sarrollo industrial, reportando cada decisión a la
de soporte local" es forzar el debate a un cuadro pureza del medio ambiente, comportamiento que
teórico muy limitado. Cf. R. Camagni, "Pour une Ville obtiene su legitimidad de un compromiso resuelta-
Durable", in R. Camagni, M.C. Gibelli,Développement mente ascético del pueblo", cf. M. Douglas, "A quelles
Urbain Durable - Quatre Métropoles Européennes, conditions un ascétisme environnementaliste peut-il
DATAR- L’Aube, Paris, 1997, p. 9. réussir?", in D. Bourg (ed.), La Nature en Politique
ou l’enjeu philosophique de l’écologie, L’Harmattan,
1993, pp. 117-118.
(11) "La argumentación ecológica contribuye a unir
la acción más inmediata al futuro de más largo plazo
de todo el planeta. Los cambios de escala operados (20) cf. C. Emelianoff, "Les Villes Durables, l’émer-
a través del esquema de las consecuencias genera- gence de nouvelles temporalités dans de vieux espa-
lizadas no son sólo espaciales sino también tempo- ces urbains", in Écologie Politique, n. 13, printemps
rales: toda acción compromete el futuro, tanto el 1995, pp. 48-49.
nuestro como el de las generaciones futuras. La
argumentación ecológica permite así un movimiento
constante de ida y vuelta entre el pasado, el presen- (21) cf. C. Emelianoff, op. cit., pp. 46-47.
te y el futuro", cf. C. Lafaye, L. Thévenot, "Une Justi-
fication Écologique? - Conflits dans l’Aménagement
(22) cf. Ana Cristina Rodrigues da Costa, Da Economia
de la Nature", in Revue Française de Sociologie,
da Beleza à Beleza da Economia, IPPUR, 1997,
XXXIV, 1993, p. 504. En la misma dirección
mimeo, 15 pp.
Emelianoff afirma que "las ciudades sustentables
construyen puentes y pasajes que llevan de lo local
a lo global y nos convidan a comprender esta nueva (23) cf. M. Breheny, R. Rookwood, "Planning the
arquitectura...", cf. C. Emelianoff, "Les Villes Durables, Sustainable City Region", in A. Blowers (ed.) Planning
l’émergence de nouvelles temporalités", in Écologie for a Sustainable Environment, Earthscan, London,
Politique, n. 13, printemps 1995, p. 39. 1996, p. 151.

(12) cf. F. Beaucire, "La Ville Éclatée", in R. Passet, (24) cf. M. Breheny, R. Rookwood, op. cit., p. 155.
J. Theys, op. cit, p. 191.

(25) cf. M.C. Gibelli, " L’Experience de Quatre


(13) cf. F. Beaucire, op. cit., p. 192. Métropoles Européennes", in R. Camagni, M.C.
Gibelli,Développement Urbain Durable - Quatre
Métropoles Européennes, L’Aube DATAR, Paris,
(14) cf. O. Godard, "Le Dévéloppement Durable et le
1997, p. 33.
Devenir des Villes", in Futuribles, mai 1996, p. 33.

(26) cf. J. Robertson, "Alternatives Futures for


(15) cf. O. Godard, "Le Développement Durable et
Cities", in D. Cadman, G. Payne (eds.) The Living
le Devenir des Villes", in Futuribles, mai 1996, p. 32.
City: Towards a Sustainable Future, Routledge,
London, apud A. Blowers (ed.) Planning for a
(16) cf. J.L. Fabiani, "Science des Écosystèmes et Sustainable Environment, Earthscan, London, 1996,
Protection de la Nature", in A. Cadoret (ed.) Protection p. 155.
de La Nature: Histoire et Idéologie, Ed. L’Harmattan,
Paris, pp. 87-88.
(27) Los autores que rechazan la noción de "ciuda-
des sustentables" prefiriendo articular las ciudades
(17) cf. D. Mitlin, D. Satterthwaite, "Sustainable en el proyecto más amplio de la atribución de
Development and Cities", in C. Pugh (ed.) Sustaina- sustentabilidad al desarrollo, consideran, a su vez,
bility, the Environment and Urbanization, Earthscan, "irrealista esperar que las grandes ciudades sean
London, p. 41. abastecidas con recursos producidos en su entorno
inmediato". Cf. C. Pough, "Introduction", in C. Pough,
op. cit., p. 35.
(18) cf. C. Pough, "Introduction" in C. Pugh (ed.)
Sustainability, the Environment and Urbanization,
Earthscan, London, p. 35. (28) cf. O. Godard, op. cit., p. 31.

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(29) La articulación de la sustentabilidad urbana a fiques, Invention et Pouvoir, La Découverte, Paris,
los principios de la equidad se puede situar en esfe- 1988, pp. 24-57.
ras locales o expandirse para el plano internacional.
"En suma, el desenvolvimiento urbano sustentable
se vincula a la cuestión de la igualdad económica y (34) R. Chartier, A História Cultural - Entre Práticas
a la desigual división internacional del trabajo", cf. e Representações, DIFEL, 1990, Rio de Janeiro,
Thomas Angotti, "Latin American Urbanization and p. 17.
Planning - Inequality and Unsustainability in North
and South", in Latin American Perspectives, issue 91,
(35) R. Chartier, op. cit., p. 18.
vol. 23, fall 1996, p. 21.

(36) "Lo que llamamos la duración es el desarrollo


(30) cf. F. Beaucire, op. cit., p. 196.
de todas las temporalidades posibles. Conviene que
el desarrollo sea durable para que el hombre el mis-
(31) cf. F. Beaucire, op. cit., p. 200. mo pueda durar en la diversidad de sus culturas. La
ciudad, en cuanto lugar de la ciudadanía es hoy el
lugar de la enunciación de la responsabilidad de cada
(32) cf. L.O. Silva, "A ocupação do espaço construi- uno con respeto a todos", cf. A. Micoud, " L’écologie
do e qualidade ambiental: o caso da cidade de SP", Urbaine - Nouvelles Scènes d’Énonciation", in
inAmbiente Urbano e Qualidade de Vida, Polis, SP, Écologie et Politique n. 7, été 1996, Paris, p. 42..
pp. 72-91.
Traducción: Gonzalo Cáceres
(33) cf. I. Stengers, "Le Pouvoir des Concepts", in I.
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