Ensayo sobre La nueva lucha de clases: Los refugiados y el
terror de Slavoj Zizek
En nuestro día a día podemos escuchar frases de personas
tanto conocidas como allegadas, de que podemos obtener todo con esfuerzo y talento personal; que todos somos iguales, todos tenemos la misma importancia. Hasta nosotros las hemos dicho, y pueden sonar muy dulces y encantadoras, pero ¿esto si se cumple en el mundo actual en el que vivimos?, ¿estamos viendo la verdadera realidad?, o ¿acaso estamos vendados? El capitalismo según la Real Academia Española es un sistema económico basado de la propiedad privada de los medios de producción y en la libertad de mercado, en este el proletariado trabaja y se le da un salario por esta función (este puede ser justo e injusto). La geoestratégia del capital, hace que el apoyo del imperio se decante de un lado u otro… El capital global dicta sus normas internacionalmente, y para luchar contra ellas (por una sociedad justa) hay que buscar el enfrentamiento de clase. Slavoj Zizek (La nueva lucha de clases, Barcelona, 2016. Editorial Anagrama) Un ejemplo de esto podemos verlo en los refugiados, ellos no pertenecen a la clase obrera como tal, pero podemos ver un estatus similar al de proletariado, con las mismas condiciones o en algunos clases hasta menores; esto nos lleva a analizar saber quiénes son nuestros aliados y quienes son nuestros contrincante, en este juego de astucia. Ya sea proletariado, refugiados, o cualquier otro nombre donde se ve evidenciada la diferencia de clases sociales; donde en lugares en ocasiones donde no hay de comer; esos son nuestros aliados; y si realmente queremos un cambio en nuestra sociedad como dice Zizek debemos apoyarnos entre nosotros, el pueblo está para el mismo. Siguiendo este hilo en la tesis de esloveno define a un burgués a aquella persona es alguien totalmente distinto a un trabajador; lo que vendría siendo el contrincante. Aquí podemos evidenciar la lucha de clases; por esto el pueblo se apoya y no es por ser personas empáticas, sino que es nuestro deber como “personas decentes”, este se deriva de la lucha de clases, esto es, actuar ética y políticamente con el gran objetivo de lograr un cambio en la sociedad. Zizek propone un camino hacia la revolución, donde el rosa no es el color que prima. Para esto debemos tener en cuenta que una de las principales armas del capitalismo es el arrebatarle al proletariado la conciencia el cual consiste en que todos somos burgueses y el éxito solo se consigue esforzándose y con talento natural, utiliza la lógica de que todo lo que se sucede a la clase obrera es justo y lógico. Hacerles ver que la injusticia intrínseca al capitalismo globalizado es normal. Vivimos en una sociedad de doble moral, donde se dice que todos somos iguales, pero la muerte de cualquier ciudadano no es tomada en cuenta como la de alguien con dinero; se dice que todo es cuestión de esforzase y de talentos, pero no todos tenemos las mismas oportunidades; aun así el capitalismo globalizado nos dice que todos somos burgueses, cuando claramente hay una distinción de clases; no todos podemos hacer una Universidad, y tomando como ejemplo Colombia muy poca la juventud que se logra graduar de Bachiller, consiguen un título universitario o alguno técnico, ¿acaso esto es igual?, no es así y es momento de arrebatarnos esa venda de los ojos, dejar de endulzar nuestros oídos con aquellas palabras que pueden sonar tan dulce como la miel, que proviene de bocas sucias, que solo le quieren arrebatar al proletariado su conciencia; tarde o temprano el proletaria exigirá la patria que se le fue arrebata; exigirá esa igualdad que no solo se puede obtener palabras, sino de hechos; pero para esto debeos unirnos y dejar de pensar que ser pobre es justo; como dijo Karl Marx “La peor lucha es la no se hace”; es tiempo de quitarnos la venda.
Deisy Liliana Sandoval Rosas
Bibliografia La nueva lucha de clases: Los refugiados y el terror (Slavoj Zizek, Barcelona, 2016) Capitalismo, Real Academia Española (https://dle.rae.es/capitalismo)