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Una solución utópica

Para nadie es mentira decir que son muy pocos o casi inexistentes aquellos países que no
tienen ningún problema, de cualquier índole; por lo general en la mayoría de países hay
problemas sin importar su tipo, ya sea político, económico, social, terrorista; entre otros
aspectos. Estas dificultades se creen que los únicos que son afectados son solamente aquella
sociedad de esa región, pero no se toma en cuenta que en los países vecinos e incluso
cualquier país puede llegar a ser perjudicados por esa situación. Este mismo suceso lo podemos
observar en el libro “La nueva lucha de clases: los refugiados y el terror” de Slavoj Zizek; este
libro se tendrá como base a fin de la redacción del presente escrito.
En varios países hay todo tipos de situaciones, momentos, problemas que marcan la sociedad, y el efecto
que estos tienen se ven reflejado en su nación; ya sea por medio marchas, protestas donde estos
reclaman sus derechos y piden que cuya voz sea escuchada, pero hay casos en que el problema es tan
grave que los habitantes por lo mismo, se ven en la obligación de dejar su país; estamos hablando de la
famosa migración. Para poder tomar un modelo de este problema no es necesario irnos tan lejos de
nuestro país Colombia, nuestro país vecino Venezuela es un claro ejemplo de esto.
La mayoría de personas en el mundo que tenemos acceso a una televisión y tele cable, somos conscientes
de diferentes noticias que suceden en el planeta; una de estas es la situación de Venezuela y como la
sociedad por la carencia de alimentos, la falta de derechos, o en palabras más sencillas; por las miserable
vida que ofrece este país no es nada favorable para los ciudadanos, el empleo es escaso y cuando se
encuentra, la paga es y perdonen la expresión “una mierda” no alcanza para ningún gasto en la casa; el
venezolano se ve en la obligación de buscar otros horizontes, otro sitios donde al menos pueda dormir bajo
un techo y conseguir un plato de comida. Ellos encuentran esta solución en distintos países, algunos en
continentes lejanos, mientras que otros ir aún lugar cercano, en este caso Colombia, Perú, Ecuador; entre
otros.

El venezolano llega a Colombia o cualquier otro país al cual haya migrado con la
esperanza de este le ofrezca una mejor manera de vivir, pero lastimosamente esto
solo se queda en una pequeña esperanza, un pequeño sueño que en muy pocos casos
llega a ser realidad, por lo general el país vecino tiende a tener una actitud más
“política del buen vecino” se podría decir así; por ejemplo: “Claro, claro, sigan; ¿quieren
salud?, atiéndanse en nuestros hospitales, ¿quieres educación?, estudia en nuestras
instituciones, ¿quieres trabajo?, claro trabaja en nuestras empresas”. Tomando a
Colombia como ejemplo; para Colombia ya se le es difícil toda la población que tiene
actualmente, su sistema de salud es pésimo, ni hablar de la educación donde se le es
poco invertida; y el empleo es muy escaso, hasta podríamos aplicar el dicho de
“es como encontrar una aguja en un pajal”; ahora que llegue más
población ajena al país, por ética,6 Colombia se ve en la obligación en
darle lo poco, lo miserable que se le puede dar, se podría decir como
aquellos desechos. Aunque la situación pareciera no poder empeorar,
todo esto se ve reflejado en el país, y más en su ámbito económico y
en el tan pobre estilo de vida que ofrecería.
Si reflexionamos sobre la conducta del “buen vecino”, ¿qué tan prudente es que las personas que habitan una
nación lleguen a otra nación, con otras culturas, otras costumbres?; se sabe que el límite de la tolerancia es un
poquito rebasado, pues si tomamos la hipótesis de la tolerancia, entonces nosotros deberíamos respetar aquellas
conductas o actos que nosotros consideraríamos no correctos, y viceversa; es una lucha bastante compleja.
Con la situación tan lamentable que viven los venezolanos, que lo único que les puede ofrecer el país son unas
carpas y darles la basura que es lo que les puede dar, es un poco lamentable y nostálgico si te colocas en los
zapatos de esas personas. Tanto los colombianos y como aquellas personas que migran a este país tienen
derechos y deben ser respetados, y para esto se deben de exigir.
En el libro de Zizek, se habla de un problema de terrorismo que viven los refugiados sirios, el cual ven a Europa
como aquella luz de Esperanza, pero Europa ya se le es difícil toda la población que tiene, ahora que llegue más
personas en busca de una mejor vida, su situación claramente empeorará, pues esta población ni siquiera estaba
presupuestada.
Zizek como buen comunista pues la idea que posee es denotar una nueva lucha de clases a partir de estas sub
clases, que siendo todas proletariados empiezan a dividir, el capitalismo no tienen un frente que le rebate el
discurso. La lucha de clases murió con el ascenso de la clase media, si hay una clase baja, una clase desprotegida,
y cada vez se ira dividiendo más; antes éramos los pobres y los ricos, ahora somos los pobres, los miserables y los
muertos de hambres; o como se le conoce actualmente, clase alta, media y baja.

La solución a este problema, detona una clase desprotegida, que debería de articular
una lucha, un solo frente al capitalismo. El capitalismo global es el telón de fondo de toda
estas luchas; estos refugiados tienen derechos, derechos culturales y ellos deben
exigirlos, pero el hecho de pensar que la solución es que ellos mismos solucionen su
problema, solo es un pensamiento poco ético; por eso Zizek de una manera indirecta
nos dice que todos somos iguales, nos deberíamos unir para aquella igualdad exista, ser
solidarios, y aunque suene una solución utópica, quizás la solidaridad sea una utopía, pero
si no luchamos por ella entonces estamos realmente perdidos y merecemos estar
perdidos.

Porque recuerda “debajo de la piel, todos somos iguales”

Deisy Liliana Sandoval Rosas

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