El PIB es un indicador económico que se usa para medir la riqueza que
genera un país en el plazo de un año, así como la evolución de su economía. Así, se dice que un país crece cuando su PIB aumenta de un año para otro. Por el contrario, se dice que está en recesión cuando este disminuye.
Su creador fue el premio Nobel de Economía Simón Kutznets , que
incluyó el término junto con otros conceptos en un informe de los 30 años para la creación de las cuentas financieras de Estados Unidos.
El PIB mide la producción de bienes y servicios de un país a lo largo del
año. Esto incluye objetos y mercancías tangibles como coches, casas, maquinaria o ropa, así como servicios, que pueden ser desde energía hasta sanidad pasando por telecomunicaciones.
Es importante destacar que sólo incluye los productos “interiores”, es
decir, los fabricados dentro del país, sin importar en este caso la nacionalidad de la persona o de la empresa. De esta forma, un estadounidense que trabaje en España sumará al PIB español.
Enfoque de ingresos
También conocido como método de las rentas, es la suma de lo que
gana o ingresa el país. En concreto, suma tres elementos: la remuneración de los asalariados, el excedente bruto de explotación (EBE) y los impuestos menos las subvenciones.
La renta de los trabajadores es la suma de los salarios, cotizaciones de
las empresas a la Seguridad Social y las compensaciones extrasalariales. Mientras, el EBE aúna interés, alquileres y beneficios de los inversores.
Esta sería la fórmula del enfoque de ingresos:
PIB = RA+ EBE + (impuestos – subvenciones)
Donde RA es la renta de los trabajadores y EBE el excedente bruto de
explotación. El enfoque de los gastos
El método del gasto para determinar el PIB de un país consiste
en sumar todos los gastos finales de sus residentes y el resto de agentes económicos. Esto se hace mediante su demanda agregada.
En otras palabras, se suma el valor de todas las compras: el consumo
de hogares e instituciones sin ánimo de lucro, la inversión de empresas y familias, el gasto en consumo final del sector público y las exportaciones netas, que es el resultado de restar el valor de las exportaciones menos las importaciones. Sirve para estudiar el impacto del consumo interno en la evolución económica de un país.
Esta sería su fórmula:
PIB = C + I + G + X – M
Donde C es el consumo, I la inversión, G el gasto público, X las
exportaciones y M las importaciones
El enfoque del valor agregado
El método del valor agregado funciona de forma opuesta al
enfoque de los gastos. Y es que con esta forma de calcular el PIB se suman las ventas de productos y servicios.
Para ajustar los datos, las ventas de productos se suman después de
restar el valor de las materias primas y otros bienes intermedios que se usan para su fabricación, igual que hace un autónomo o una empresa al elaborar sus cuentas. Así se evita que se cuenten dos veces estos productos intermedios.
De esta forma, al valor de venta de un coche se restaría los materiales
utilizados, como por ejemplo las ruedas, que no suele fabricarlos la misma marca. Por su parte, el fabricante de ruedas restará el coste del caucho y la electricidad. Si no lo hiciesen, las ruedas se sumarían dos veces al PIB. Así se obtiene el Valor Añadido Bruto o VAB.
Esta es la fórmula con el método del valor añadido:
PIB = VAB + impuestos – subvenciones
Dónde VAB hace referencia al valor agregado bruto.