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GLOBALIZACIÒN

ORIGEN DE LA GLOBALIZACIÒN

No hay acuerdo entre los historiadores y los analistas sobre el origen de la


globalización. Hay quienes consideran que el fenómeno comenzó en 1492 con el
descubrimiento del Nuevo Mundo. En ese momento se produce un encuentro entro
dos mundos: el viejo encabezado por Europa y el nuevo continente americano.
Asistimos al encuentro entre dos culturas, y a un flujo constante de tecnologías,
ideologías, capitales y personas.
 
Resulta curioso observar, que ya entonces, se daba un patrón que persiste en
nuestros días, los países más poderosos económicamente acabaron imponiendo su
cultura como dominante, sus ideas se abrirán paso durante los siguientes siglos, y el
tránsito de mercancías fluirá de un lado al otro del Atlántico de un modo muy desigual.
En pleno siglo XXI pocas cosas han cambiado en este sentido.
 
Otros analistas hablan de globalización en el momento en que nace internet, en 1969.
A partir de esta fecha el acercamiento se acelera, las comunicaciones de un extremo
a otro del planeta resultan mucho más fáciles, el comercio se internacionaliza aún
más (podemos comprar y vender en cualquier lugar del mundo), el intercambio
cultural e ideológico se ve favorecido, aparecen las redes sociales, los periódicos
digitales, el comercio electrónico y un sinfín de nuevas herramientas.
 
1989 es otra de las fechas que se barajan coincidiendo con la caída del muro de
Berlín, hecho que se ve potenciado con el desmoronamiento de la URSS entre 1990 y
1991. El capitalismo se impone definitivamente al comunismo con lo que ello supone a
nivel económico, político y social. Con un único modelo existente parece obvio que
todas las naciones del planeta caminen en la misma dirección desde ese momento.
 
También hay otra fecha significativa, 1995, fecha en la que se crea la Organización
Mundial del Comercio, única organización internacional que rige las normas
comerciales entre países. Con una unificación en las normas del comercio
internacional resulta más fácil el intercambio de bienes y de servicios, entre unos
países y otros.
 
Como vemos, la globalización no nace de hoy para mañana, sino que es un proceso
que se ha ido consolidando a lo largo de muchos años.
ETIMOLOGIA DEL TERMINO GLOBALIZACIÒN

El término globo es de origen latín en donde “globŭs”, que significa


“bola”, o “cuerpo esférico”, y que es aplicado al planeta Tierra (por
ejemplo, tenemos la expresión “globo terráqueo”). Así, el sufijo “izar”
convierte el término en verbo, en la acción y el proceso de hacer
global. En el caso del sufijo “cion”, obra similar efecto
sustantivizándolo. De modo que globalización es el proceso de hacer
global, de hacer mundial (razón también por la cual muchos autores
consideran que es más pertinente hablar de mudialización.

Qué es Globalización:
.
La globalización es un proceso histórico de integración mundial
en los ámbitos económico, político, tecnológico, social y cultural,
que ha convertido al mundo en un lugar cada vez más interconectado.
En ese sentido, se dice que este proceso ha hecho del mundo
una aldea global.

La globalización es un proceso económico, tecnológico, político,
social y cultural a escala mundial que consiste en la
creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países
del mundo uniendo sus mercados, sociales y culturales, a través de
una serie de transformaciones sociales y políticas que les dan un
carácter global.

EFECTOS DE LA GLOBALIZACIÓN

Entre los efectos más importantes se encuentran la estandarización


de productos y servicios, la seducción de barreras arancelarias y las
economías de escala.
 1. La estandarización de productos significa que estos tienen
poca o nula variación entre los distintos países o regiones donde se
distribuye. Si un producto necesita ser modificado significativamente
para introducirse en otra región, este ya no es un producto estándar.
 2. La reducción de las barreras arancelarias, ha introducido el
llamado consumo de productos masivos, permitiendo que tengan
acceso a estos muchos países.
 3. La economía a escala puede hacer a los más competitivos
con estrategias poco costosas, utilizando la capacidad
de plantas ociosas, aumentando la productividad y distribuyendo
los costos fijos entre un mayor numero de unidades.
La globalización ha provocado la creación de grandes corporaciones
en ciertos sectores industriales, haciendo que las pequeñas y
medianas empresas sean vendidas a esas corporaciones.

CARACTERÍSTICAS DE LA ECONOMÍA GLOBAL

El sistema económico mundial descansa sobre cuatro ejes: 


El crecimiento del comercio. El volumen del comercio
internacional de mercancías ha aumentado considerablemente. A
medida que el proceso de globalización crece, se fomenta el desarrollo
e implantación de diversos tratados de libre comercio de bienes y
servicios entre países de un mismo o de diferente continente o región,
con el fin de expandir los mercados y acrecentar la economía y
productividad.

La mundialización de la producción. Gran parte de la


producción el comercio mundiales están controlados por las
multinacionales, empresas registradas en un país pero con filiales
en otras partes del mundo.
El boom de los flujos financieros.  las inversiones extranjeras
directas, además de constituir un nuevo capital, vienen a
acompañadas de nuevo mercado, de experiencia gerencial y
novedosas tecnologías, elementos tan necesarios para el
crecimiento de la economía de cualquier país en los momentos
actuales.
Las grandes corporaciones internacionales han tenido un papel
fundamental en el proceso económico y financiero a lo largo de la
globalización, y han recibido apoyo de parte de dichas instituciones
financieras.
Conectividad y telecomunicaciones. Las personas, los políticos, los
empresarios, entre muchos otros, buscan las comunicaciones
rápidas y sin fronteras, a fin de compartir e intercambiar
conocimientos, información, tecnología y cultura entre países y
regiones.

Ventajas y desventajas de la economía global.


Ventajas de la globalización
La globalización ha sido un proceso que ha incentivado y promovido la
integración de las sociedades a través de diferentes actividades que
han sido el impulso de un importante porcentaje del desarrollo
humano. A continuación, se mencionan algunas de las ventajas más
importantes.

En economía
 Libre comercio de bienes y servicios a nivel mundial.
 Disminución de los costos de producción.
 Mayor competitividad empresarial y de calidad de productos.
 Desarrollo tecnológico que favorece los niveles y rapidez de
producción.
 Mayor oferta de empleo en los países en vía de desarrollo, ya
que las empresas multinacionales se instalan estratégicamente en
ellos porque la materia prima y la mano de obra es más económica.
Desventajas de la globalización
En términos generales, las desventajas que se destacan de la
globalización son aquellas que están generando dificultades en
diversas áreas del desarrollo humano y limitando su impulso.

En economía
 Los países desarrollados con grandes potenciales y alcances
económicos se han impuesto sobre aquellos países en vías de
desarrollo y de economías menores. Esto genera un gran desequilibrio
económico.
 En los países desarrollados aumenta el desempleo porque las
empresas multinacionales abren sedes en países en vías de
desarrollo, donde la mano de obra y materia prima es más económica.
 Desigualdad económica entre los ciudadanos de un país, ya que
las grandes empresas tienen mayores beneficios y capacidad
financiera que las de menor tamaño y poder.
 Agotamiento de los recursos naturales y materia prima en los
procesos de producción.

EL PROTECCIONISMO

El proteccionismo es la política económica de restringir las


importaciones de otros países a través de métodos tales
como aranceles sobre los bienes importados, cuotas de importación y
una variedad de otras regulaciones gubernamentales, encareciendo
así dichos bienes de modo que no sea rentable. Los defensores
afirman que las políticas proteccionistas protegen a los productores,
empresas y trabajadores del sector que compite con las
importaciones en el país de los competidores extranjeros. Sin
embargo, también reducen el comercio y afectan negativamente a los
consumidores en general (al aumentar el costo de los bienes y
servicios importados) y perjudican a los productores y trabajadores de
los sectores de exportación, tanto en el país que aplica políticas
proteccionistas como en los países protegidos.
Medidas proteccionistas:
Aranceles. Los aranceles generalmente varían según el tipo de
bienes importados. Los aranceles de importación aumentarán el costo
para los importadores y aumentarán el precio de los productos
importados en los mercados locales, reduciendo así la cantidad de
bienes importados, para favorecer a los productores locales.
Barreras administrativas: a veces se acusa a los países de utilizar
sus diversas reglas administrativas (por ejemplo, en relación con la
seguridad alimentaria, las normas medioambientales, la seguridad
eléctrica, etc.) como una forma de introducir barreras a las
importaciones.
Legislación antidumping: el "dumping" es la práctica de las
empresas que venden a los mercados de exportación a precios
inferiores a los que se cobran en los mercados nacionales. Los
partidarios de las leyes antidumping argumentan que impiden la
importación de bienes extranjeros más baratos que causarían el cierre
de empresas locales. Sin embargo, en la práctica, las leyes
antidumping generalmente se utilizan para imponer aranceles
comerciales a los exportadores extranjeros.

Subvenciones directas: a veces se otorgan subsidios


gubernamentales (en forma de pagos a tanto alzado o préstamos
baratos) a las empresas locales que no pueden competir bien contra
las importaciones. Se dice que estos subsidios "protegen" empleos
locales y ayudan a las empresas locales a adaptarse a los mercados
mundiales.

Subvenciones a la exportación: los gobiernos suelen utilizar las


subvenciones a la exportación para aumentar las exportaciones. Los
subsidios a la exportación tienen el efecto opuesto a los aranceles de
exportación porque los exportadores obtienen el pago, que es un
porcentaje o proporción del valor de exportación. Las subvenciones a
la exportación aumentan el volumen del comercio y, en un país con
tipos de cambio flotantes, tienen efectos similares a las subvenciones
a la importación.
LA BATALLA DE SEATTLE

El 30 de noviembre de 1999, tuvo lugar en Seattle la tercera de las


reuniones organizadas por los delegados de la OMC (Organización Mundial
del Comercio; WTO en inglés). La creación de la OMC supuso un paso
más hacia el avance en el libre comercio demandado en aquellos años por
las principales economías mundiales frente a los nuevos retos que suponía
la globalización. Este tipo de reuniones significaron un salto en el control
del comercio por parte de los estados más poderosos, que trataban de
salvaguardar los intereses de las grandes empresas nacionales en el salto al
mercado mundial.

Represión en Seattle

Contra esa cita se convocó la conocida contracumbre de Seattle como


respuesta a la forma que tomaba el desarrollo capitalista. Las
manifestaciones comenzaron el 29 de noviembre y duraron 5 días. El
segundo día de protestas se convocó una gran manifestación en la que
participaron miles de personas para marchar hacia el lugar donde se
celebraba la Cumbre. El objetivo de la marcha era romper el fuerte cerco
policial, bloquear e impedir el acceso al centro de convenciones donde se
realizaría la ceremonia inaugural tratando así de impedir la celebración del
encuentro. La marcha fue convocada bajo el lema "contra la desigualdad
económica y la deuda externa; contra el lucro por encima de la vida”. Este
lema expresaba la oposición a los acuerdos que se venían gestando en la
OMC y que avanzaban en el enriquecimiento de las grandes empresas en el
escenario del nuevo orden mundial.

En esta contracumbre y en la manifestación tuvo presencia un amplísimo


frente de organizaciones políticas, sindicales y sociales. En ella participaron
desde sindicatos, ambientalistas, indigenistas, organizaciones cristianas,
feministas, organismos de derechos humanos y un sinfin de organizaciones
sociales. La heterogeneidad del frente llevó a que en su primera
contracumbre el movimiento antiglobal quedara dividido: las posiciones
separaban a los sectores que planteaban la disolución de la OMC y los que
tan solo proponían la posibilidad de democratizar esa institución
reaccionaria. A pesar de las distintas posiciones, la protesta contra la
cumbre fue enorme y se enfrentó a una enorme represión.

Trabajadores contra la cumbre de Seattle


Seattle se convirtió en una gran batalla. Los manifestantes resistieron el
fuerte hostigamiento policial y mantuvieron los bloqueos al lugar de
celebración, logrando así la cancelación del acto que daba inicio a la
cumbre. Se declaró el estado de emergencia y se creó una zona de exclusión
de la protesta militarizada con intención de aislar a los manifestantes, un
recurso represivo que a partir de entonces se mantendrá en las siguientes
cumbres, como también se vio en Hamburgo. La represión policial fue
brutal y se saldó con más de 500 detenciones.

La contracumbre de Seattle fue el acto fundacional del movimiento


antiglobalización que continuaría desarrollándose, con distintas
intensidades, marcando importantes momentos de resistencia como las
posteriores contracumbres de Davos, Washington, Praga, Génova. Además
Seattle fue el punto de arranque de un nuevo activismo juvenil
caracterizado por el rechazo a las políticas neoliberales y al dominio de las
grandes multinacionales.

Manifestación contra asesinato del joven Carlo Giuliani en Génova, 2001


Esta primera gran resistencia al avance del capitalismo y del imperialismo
quebró la idea de globalización armónica. El movimiento antiglobal
contribuyó a deslegitimizar a las instituciones del capitalismo como la
OMC y los posteriores G8, G20, el BM o el FMI. También contribuyó al
desarrollo de la solidaridad internacional como respuesta al libre mercado y
a la libre explotación. En algunos casos, ayudó a la unidad de este
movimiento con los trabajadores. Ya en su primera puesta en escena en
Seattle, la juventud se unió a una clase trabajadora que venía dando
pequeñas señales de recuperación en algunos lugares como Francia y
EE.UU. También en cumbres posteriores como Génova (2001), todo ello
empujado por un contexto de mayor movilización de los trabajadores y la
juventud. Esa unión pudo tejerse en mayor grado, pero las tendencias
mayoritarias del movimiento antiglobalización nunca consideraron a la
clase trabajadora y sus organizaciones como un sujeto clave en el desarrollo
de la lucha contra el capitalismo, sino como parte de un conglomerado
amplio definido como "multitud".

Rep
resión en el G20 de Hamburgo
El peso de las organizaciones reformistas y autonomistas dentro del
movimiento, sin una estrategia revolucionaria, impidió que desarrollara un
fenómeno más profundo verdaderamente anticapitalista, arraigado en la
clase obrera. En cambio, diferentes fracciones abogaron por la idea de
"humanizar" al capitalismo.

Después de la crisis capitalista de 2008, el desprestigio de las instituciones


“globalizadoras” aumentó en todo el mundo. La lucha de clases estuvo
presente, pero no logró frenar la nueva ofensiva del capital. Nuevos
movimientos reformistas emergieron en varios países, reforzando la idea de
“humanizar el capitalismo” con medidas cosméticas, llevando a
experiencias trágicas para los trabajadores como Syriza en Grecia.

Las manifestaciones de Hamburgo del año pasado volvieron a traer el


espíritu de la lucha callejera que hoy más que nunca es necesario retomar.
En decir, la herencia positiva del movimiento antiglobalización, uno de los
primeros en cuestionar el capitalismo en los momentos en los que la paz
social dominaba en los estados centrales, pero lo hacemos siendo
conscientes de sus límites y reafimando la necesidad del avance de la clase
obrera a nivel internacional. Es necesario impulsar un verdadero
movimiento anticapitalista que se proponga la lucha contra el imperialismo
y tenga como horizonte la expropiación de las grandes corporaciones
multinacionales, mediante la alianza con la clase obrera en todo el mundo..

Movimiento antiglobalización
El movimiento altermundista es un amplio conjunto de movimientos
sociales formado por activistas provenientes de distintas corrientes
políticas, que a finales del siglo XX convergieron en la crítica social al
proceso de globalización.
Existe cierta controversia sobre el término que define a este
movimiento. Muchos de sus partidarios prefieren el término
«altermundismo» o «alterglobalización», para evitar definirse por
oposición, y porque el término «antiglobalización» daría una imagen
imprecisa y negativa. El nombre altermundismo proviene precisamente
del lema Otro mundo es posible, es un movimiento social heterogéneo
compuesto por simpatizantes de muy variados perfiles, que proponen
que la globalización y el desarrollo humano se basen en prioridad en
los valores sociales y ambientales, en oposición a quienes los centran
en el neoliberalismo económico, nacido en el Foro Social Mundial,1
que cada año reúne a movimientos sociales de cientos de países del
mundo.
El movimiento antiglobalización acusa al actual proceso de
globalización de beneficiar a las grandes multinacionales y a los
países más ricos2 acentuando la precarización del trabajo, y
consolidando un modelo de desarrollo económico injusto
e insostenible. También lo acusa de socavar la capacidad
democrática de los Estados, entre otros aspectos negativos

Origen y efectos
La sociedad civil, como fuerza y como concepto, emergió gracias a
este movimiento como una tercera fuerza global, se coloca al lado de
los negocios transnacionales y el gobierno como una de las
instituciones globales claves que ahora intentan determinar la calidad
y dirección de la globalización. El movimiento altermundista se vuelve
visible en la batalla de Seattle y se ha constituido como un hecho
histórico mundial. Existe un consenso generalizado en que a partir de
su surgimiento en 1999 se produce una bisagra en la dirección que
traía el proceso de globalización corporativa. Hasta ese momento,
durante la década de los años 1990, la globalización era presentada
con un lenguaje exclusivamente comercial y afín por las empresas
multinacionales (EMN) y los grandes grupos financieros mundiales.
Desde entonces, incluso los sectores más conservadores comienzan a
utilizar en su lenguaje términos y propuestas vinculadas a los
derechos del trabajo, del ambiente, de los derechos humanos, de la
pobreza y la distribución de la riqueza.
El hecho de que por primera vez las organizaciones sindicales y
ambientales («tortugas y camioneros unidos al fin») pudieron unirse en
una acción conjunta, abrió un proceso mundial de alianzas entre
organizaciones heterogéneas que finalmente tuvo una de sus
máximas manifestaciones en el Foro Social Mundial, cuya primera
versión se realizó en Porto Alegre en 2001.
Propuestas más conocidas

Tasa Tobin, impuesto sobre las transacciones


financieras internacionales para desarrollar el Tercer Mundo y frenar
la especulación.

Supeditación de las multinacionales al control político democrático por


parte de los ciudadanos.

Reforma o supresión de las instituciones financieras internacionales


(Fondo Monetario internacional, Organización Mundial del
Comercio, Banco Mundial).

Eliminación de las negociaciones multilaterales para la liberalización


del comercio agroalimentario, especialmente en el seno de la OMC,
pero también a través de tratados bilaterales. Avanzar hacia
la soberanía alimentaria.

Introducir el concepto de Índice de bienestar económico sostenible en


lugar del PIB como único indicador del estado de una nación y dar
más importancia al Índice de Desarrollo Humano. Conceptos como
la huella ecológica también debería entrar en el debate político
cotidiano.

Introducir la democracia participativa según el modelo de Porto Alegre,


cuyo gobierno local consulta a sus ciudadanos sus prioridades sobre
cómo gastar el dinero públic

Críticas del movimiento


La crítica central es que las condiciones para que todos puedan
competir en pie de igualdad no se cumple casi nunca y que tanto las
clases privilegiadas como los países poderosos parten con una
ventaja abrumadora.
Los activistas saben que el libre comercio crea riqueza, pero se
oponen al privilegio corporativo de los gobiernos hacia las
multinacionales, los lobbies empresariales, el «comercio forzado» por
tratados y organismos internacionales, y la economía cartelizada y
blindada que pretenderían imponer estas transnacionales
formando monopolios u oligopolios, que en definitiva serían la
negación misma de un comercio libre para los ciudadanos comunes.

 Crítica a la mercantilización de la sociedad


El aumento de las privatizaciones, reducción del sector público y
políticas de redistribución de la riqueza, la supeditación de toda
actividad humana a la rentabilidad, son para los activistas razón de
preocupación. Por otro lado se denuncia la fe en el mercado como
solución universal para todos los problemas, incluso los no
comerciales, como en el caso del mecanismo de compraventa de
derechos de emisión de gases de efecto invernadero en el Protocolo
de Kioto.

 Crítica al poder de las grandes multinacionales en


detrimento de la soberanía nacional y la democracia
Los activistas argumentan que, bajo el nombre de globalización existe
un intento de potenciar el poder de la banca y de las multinacionales.
Otra crítica frecuente es que es el sector privado quien directamente
financia a los partidos políticos, erosionando su independencia. El
ejemplo más flagrante sería la connivencia entre el partido
Demócrata y el Republicano en Estados Unidos, y las grandes
multinacionales como Halliburton y el vice presidente Cheney.

Críticas al movimiento

El movimiento antiglobalización o altermundialista ha sido criticado en


muchos aspectos por políticos, institutos conservadores, economistas
liberales y otras personas favorables a la economía de mercado, pero
también por los mismos activistas que lo forman.

El movimiento ha cosechado críticas desde sectores pertenecientes a


la derecha política en general, y en especial del liberalismo y de los
defensores del libre mercado que sostienen que la libertad
económica es una expresión indispensable de la libertad individual.33
Cuestionan el movimiento en ocasiones por considerarlo una reedición
del marxismo (al que consideran caduco) y en otras
achacándoles ignorancia respecto al funcionamiento de la generación
de riqueza. Por ejemplo la política liberal italiana Emma
Bonino pregunta «En el mundo hay islas de exclusión, pero ¿cómo es
posible que alguien piense realmente que produciendo menos riqueza
puede resultar más fácil el combate contra la pobreza?» 35 aludiendo a
la tesis liberal de que el mercado es la forma más eficiente de generar
riqueza. El primer ministro de Bélgica Guy Verhofstadt ha escrito una
carta36 en tono amistoso a los antiglobalizadores en la que argumenta
en favor de la globalización con argumentos similares.
El escritor sueco Johan Norberg es autor del libro En defensa del
capitalismo global y productor del documental Globalisation is Good,37
en el que critica abiertamente a los activistas críticos con la
globalización a los que llama «peligrosos» y a sus ideas
«equivocadas». El documental viene a presentar los argumentos más
conocidos en pro del libre comercio. Desde las posiciones de los
activistas se rechazan sus argumentos y se denuncian «graves
contradicciones y errores».
Algunos críticos señalan que aunque las protestas giran en torno a
cuestiones que la mayoría reconocen como graves problemas (como
las violaciones de derechos humanos, el calentamiento global y la
pobreza crónica de algunas partes del mundo), sólo ocasionalmente
se generan soluciones o propuestas concretas. Los activistas suelen
aceptar parte de la crítica pero señalan que en pocos años han sido
capaces de lanzar diversas e interesantes propuestas de
corte intervencionista como la Renta Básica o la Tasa Tobin, y otras
como la condonación de la deuda externa, la profundización en
la democracia participativa, etc. (véase Propuestas más conocidas en
este mismo artículo).
Violencia y criminalización
Una de las críticas más comunes que surgen cuando se producen
hechos violentos en las contra cumbres es la naturaleza violenta del
movimiento y su naturaleza extremista y radical.
Algunos activistas radicales, como algunos de los del bloque negro,
justifican el vandalismo contra escaparates, bancos, McDonald's, etc.
para expresar su rabia contra el sistema y por ser la mejor forma de
atraer la atención de los medios. Sin embargo, otros muchos
colectivos, organizaciones e individualidades que concurren a estos
eventos rechazan todo tipo de violencia por principios, y por
predisponer a los medios contra ellos y eclipsar el mensaje político
que se intenta transmitir al mundo.
De todas formas algunos activistas se quejan de que los colectivos
moderados de corte tradicional y vinculados a partidos políticos
intentan criminalizar los colectivos más transformadores y alternativos
para minar sus argumentos y ganar protagonismo a su costa,
independientemente del uso que hagan de la violencia.
Muchas de las manifestaciones acaban en altercados violentos y
enfrentamientos con la policía.
Los activistas han denunciado que la policía provoca violentamente en
las manifestaciones para criminalizar con ello un movimiento social
legítimo. Se ha denunciado40 también que la policía se ha infiltrado
entre ellos para reventar manifestaciones y justificar la cobertura
política de la represión policial.

A propósito de la globalización
Mucho se ha escrito sobre la “globalización”. A veces señalada como un
conjunto de fenómenos sociales complejos que pueden abordarse desde
diferentes puntos de vista. Así, por ejemplo, tenemos la globalización como
fenómeno de integración económico financiero o la interdependencia de
un sistema de poderes que intentan gobernar este sistema mundial amorfo.
Este proceso se puede abordar seguro desde otras
perspectivas (ideológicas, culturales, políticas etc.), pero una cosa es
indudable, el mundo conectado (globalizado) de hoy, es un proceso
irreversible inherente a la evolución humana.
Ya ha pasado bastante tiempo desde aquel famoso planteamiento teórico
de Samuel Huntington (1993), el “choque de civilizaciones”, que se
propagó como el escenario posible para el futuro de la humanidad. Así
después de la “guerra fría” (URSS vs Estados Unidos), los estados
nación se relacionarían como miembros de alguna “civilización” (definida
por las grandes religiones). En ese tiempo eran nueve
las civilizaciones clasificadas por Huntington: subsahariana,
latinoamericana, sínca, hindú, budista, nipona, occidental, ortodoxa e islámica.
En la actualidad, al menos en los medios de comunicación, la presunta
“lucha de las civilizaciones” se ha reducido groseramente a “occidente vs
islam” y de manera tan burda que no soporta un análisis serio, pero como
la democracia también se ha reducido cínicamente a un mero trámite que,
incluso, ya no legitima la presunta voluntad del “pueblo”, esto cada vez
importa menos.
Sin embargo, si pensamos la globalización como un proceso
comunicativo en el que convergen varios componentes de
la sociedad (economía, cultura, política etc.), entonces podemos apreciar
que hay fenómenos que sí avanzan y en los que las diferencias
entre “civilizaciones” no importan o se reducen. Así, por ejemplo, desde la
Segunda Guerra Mundial el comercio a nivel mundial no ha dejado de crecer y
si a ello se aumenta el desarrollo y la innovación que aportan las
nuevas tecnologías de la información, pues tenemos un escenario real de un
mundo interconectado y globalizado.

Es decir, los seres humanos, aunque estamos organizados en


diferentes sistemas políticos, con distintas culturas y estilos de vida,
funcionamos dentro de un mismo planeta, donde domina el intercambio
desigual de un sistema económico que cada vez complica
la subsistencia. En los hechos, el mundo se nos hace pequeño y la
existencia desordenada de nuestra especie, pone en peligro la subsistencia.
Este sistema que domina el mundo (económico y financiero) sigue haciendo
crecer la economía en forma desigual, concentra la riqueza en pocas manos.
Ahora se cuestiona más los procesos globalizadores, sobre todo en el seno
de las sociedades ricas (Estados Unidos, Reino Unido, los países de Europa
del Norte, entre los más notorios).
Pero se cuestiona ante todo, la inmigración, proceso inherente a la
globalización. Curiosamente, los países que más impulsaron la apertura
económica global (Estados Unidos y el Reino Unido), ahora pretenden parar
un proceso que es prácticamente irreversible.
Las nuevas tecnologías que nos mantienen a todos conectados, son ya el
mayor motor del crecimiento económico y el de mayor influencia en los
cambios sociales. Según especialistas en la materia como Estephen Ezell, para
el año 2025, la mitad del “valor” generado por la economía mundial, será
generado de manera digital, pero quizá su mayor influencia, radica en la
velocidad en que facilita la interacción de información entre culturas.
Pero, si efectivamente el mundo se nos hizo pequeño, el mayor peligro radica
en el medio ambiente. Los peligrosos cambios que estamos introduciendo en
los ecosistemas del planeta son reales, aunque en algunos países, pero sobre
todo en Estados Unidos, se pretenda negar la influencia del hombre en
procesos como el calentamiento global.
Apostar por una solución bélica para intentar detener el proceso de
globalización, podría ser peor que un disparo en el pie.

LA GLOBALIZACIÓN Y LA INFLUENCIA NEGATIVA EN EL


MEDIO AMBIENTE

Existen muchos autores que han mostrado su preocupación de los


impactos ambientales de globalización, concluyendo que: el fenómeno
globalizante afecta al medio ambiente, así tenemos.
José Antonio Segrelles, de la Universidad de Alicante (España),
indica "Aunque cada vez existe mayor concienciación ecológica en la
población latinoamericana, no tiene ningún sentido reclamar
el respeto ambiental y la necesaria conservación de los recursos sin
criticar la lógica del modelo liberal, pues existe una incompatibilidad
manifiesta entre el desarrollo sostenible y el modo de producción
capitalista"… "Aunque el respeto ambiental y el desarrollo sostenible
constituyan una finalidad loable, se encuentran sometidos a los
propios límites que impone el sistema capitalista, caracterizado por la
búsqueda del máximo beneficio en el menor tiempo posible. …El
capitalismo global actuaría contra su propia naturaleza si se
preocupara por las generaciones venideras o por las consecuencias
ambientales que a largo plazo pueden acarrear sus actuaciones."
Fander Falconi, en su libro Globalización, La euforia llegó a su fin,
manifiesta "La liberación económica, que se consolidó en los 90,
específicamente en el comercio, los flujos de capital, el sector
financiero y los precios de consumo, ha tenido impactos sociales y
ambientales…la apertura ha provocado la inversión extranjera
canalizada en la explotación petrolera causando graves daños al
ambiente, como la presión a los recurso naturales".
Javier Simonetti, en su libro globalización y biodiversidad,
indica "La década pasada comenzó bajo el sentido integrador de
los problemas ambientales y su íntima relación con el proceso de
desarrollo económico y con el modelo productivo que se adopte… esto
ha modificado la percepciónpredominante conservacionista a una
visión integradora que incorpora los parámetros económicos y
ambientales…problemas recientes para la humanidad, como la
perdida de la diversidad biológica, la disminución de la capa de ozono,
la destrucción masiva de los bosques tropicales y el aumento
del efecto invernadero, probaron la condición de la globalidad de los
impactos ambientales"
Se puede establecer, que los factores introducidos por la
industrialización han generado ciertos daños al medio ambiente, pero
los teóricos afirman que los impactos más fuertes se generaron a partir
de la revolución industrial (siglo XIX), por el desarrollo de
las máquinas y las industrias, donde se dieron las primeras emisiones
de gases tóxicos que atentaban contra la capa de ozono y el aire, este
momento de la historia también es la primera etapa de la
globalización, por ser la época dónde la demanda de bienes y
servicios generaba producción y ello, la búsqueda de materias primas
y mano de obra fuera de los países productores. La producción que
fue en paralelo cambio drásticamente a una producción en serie, por la
demanda creciente de los nuevos mercados.
Los principales efectos negativos que ha ocasionado la globalización
en el medio ambiente, pueden resumirse en lo siguiente;
ESCASEZ DE AGUA POTABLE
LA EROSIÒN DE LOS SUELOS

PESTICIDAS Y PLAGUICIDAS.

RECURSOS MINERALES

LA EXPLOTACIÓN DE LA MADERA.

CONTAMINACIÓN AMBIENTAL

RECURSOS ALIMENTARIOS

DESTRUCCION DE LA BIODIVERSIDAD

Una característica ambiental muy importante, y muy novedosa de


nuestros días, es la emergencia de los problemas ambientales
globales, tanto por derivar de cambios que ocurren en la atmósfera y
los océanos (que al ser sistemas más o menos “bien mezclados” se
experimentan globalmente), como por provenir de cambios
estrictamente locales, pero abundantemente repartidos por todo el
planeta. Ejemplos de los primeros son el cambio climático, la
destrucción de la capa de ozono y la contaminación atmosférica
por compuestos tóxicos persistentes, y de los segundos, el
cambio de uso de la tierra (que muy a menudo implica
deforestación), la pérdida de la biodiversidad y las invasiones
biológicas (VITOUSEK 1992). Esta presencia de cambios planetarios
omnipresentes contrasta con la situación ambiental de hace apenas
unas décadas, en que los problemas (contaminación, pérdida de
especies, deforestación) eran mayormente locales. Es evidente, y
también urgente, la necesidad de conocer más sobre estos “cambios
mundiales” o “globales”, y desde hace unos años se suceden los
estudios, congresos, etc. de lo que se ha dado en llamar “ciencia del
cambio global”. La “era de la globalización” es también la era del
“cambio global” en el ambiente mundial.
El nombre que se da a la etapa actual del capitalismo”
(ETXEZARRETA 2001) está teniendo unas consecuencias
ambientales graves y crecientes. Los problemas ambientales
originados por el sistema económico, político y social actual no
han dejado de aumentar desde la revolución industrial, aunque el
deterioro ambiental no ha sido ni uniforme ni creciente sin cesar
en todos los lugares.
Globalización y Medio Ambiente

Parece una obviedad el decir que la globalización (definida muy


sucintamente por Miren Etxezarreta como “También ha cambiado en
todo el tiempo transcurrido la naturaleza de las agresiones
ambientales. Es muy difícil generalizar, pero diversos estudios
muestran cómo algunos problemas ambientales, como la calidad del
agua corriente, y ciertos tipos de contaminación (por dióxido de azufre)
mejoran ostensiblemente al crecer el nivel económico a partir de un
cierto nivel, y también, históricamente, desde el inicio de la era
industrial. Sin embargo, problemas como la generación de residuos y
las emisiones de dióxido de carbono (CO2) -principal gas de
invernadero- parecen crecer con el nivel de riqueza (SCHOU 1998); el
consumo de recursos aumenta también de manera ostensible con la
prosperidad. Si bien se ha producido una sustitución de recursos a lo
largo de la historia, lo que ha evitado el agotamiento de varios de ellos
(como la madera, al ser sustituída en los países desarrollados por el
carbón, y éste al ser sustituído por otros combustibles, como la
energía nuclear), es evidente que la base de recursos es finita, y que
también lo es la capacidad de sustitución de unos recursos por otros.
Además, el uso de los nuevos recursos ha provocado a su vez
problemas ambientales y sociales muy graves.


¿Qué solución podemos dar a este problema?
La educación ambiental debe concienciar a todos los individuos de su
dependencia con su entorno y que se debe sentir responsable de su
uso y mantenimiento, siendo capaz de tomar decisiones en este
sentido.
Se debe promover que las personas adopten modos de vida que sean
compatibles con la sostenibilidad, adquirida mediante el consumo de
los recursos de los que dispone el planeta a la
menor velocidad posible, de modo que estés se encuentren
disponibles para sucesivas generaciones y que el impacto ambiental
provocado por nuestra actividad humana y social sea el menor posible.
Debido a la creciente preocupación que surge debido al deterioro
medioambiental, surge el concepto de desarrollo sostenible; como
aquel que satisface las necesidades de la generación presente sin
comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer
las suyas propias.
La globalización debería ser utilizada como guía para promover
el desarrollo sustentable en todos los países, y mediante la aplicación
racional de tasas de explotación, intentar preservar los recursos
naturales.
También debería promover la igualdad social entre todos los seres
humanos, evitando las diferencias tan grandes que existen hoy en día
entre las personas que tenemos el privilegio de vivir en el mundo
desarrollado y las personas que viven en países subdesarrollados,
creando una sociedad de todos y para todos los seres humanos sin
excepción.
El ser humano de los países emergentes debe tener capacidades
interesantes y loables que permiten desarrollar estrategias de
funcionamiento económico y comercial, la capacidad de enfrentarse a
un mundo globalizado, al acelerado ritmo de las tecnologías, pero
preservando el medio ambiente y utilizando de forma racional los
recursos de la naturaleza utilizando su ingenio y su formación
en valores.
 
Colombia enfrenta 868 medidas globales que
golpean su comercio
En la actualidad se está extendiendo la idea de que el mundo va
directo hacia una ola proteccionista por parte de varios países, la cual
está principalmente representada en la guerra comercial entre Estados
Unidos y China.

Sin embargo, ni esta es una situación nueva, ni se centra solo en las


grandes economías. Prueba de ello es que en estos momentos
Colombia enfrenta un total de 868 medidas en el mundo que tienen un
impacto negativo en su comercio exterior.

De acuerdo con los datos que recopila el centro Global Trade Alert, el
resto de economías del mundo desde la crisis financiera internacional
del 2008 y 2009 han tomado un total de 1.512 medidas que, de una u
otra forma, han afectado a Colombia de manera directa. De estas, en
la actualidad, hay 868 en vigor, después de que se hayan impuesto
otras políticas de liberalización o simplemente hayan expirado su
plazo.

Pero, como se ha dicho, no todas estas intervenciones son recientes


y, de hecho, ni siquiera el momento actual tiene el mayor número de
políticas que son dañinas para el comercio de Colombia. En el 2018, la
cifra de estas fue de 156, mientras que en 2012 fue de 173 o en 2015
de 170.

Es más, en lo que va de este 2019, año en el que la guerra comercial


ha tocado su punto máximo y se ha avivado el proteccionismo
mundial, de momento en el mundo se han aplicado tan solo 79 nuevas
directrices que golpean a los intercambios nacionales.

Como explican los registros de Global Trade Alert, aunque la mayoría


de estas medidas son en forma de aranceles y otro tipo de impuestos
a las importaciones, hay muchos otros tipos como normas
‘antidumping’ en contra de Colombia, subsidios que esas economías le
hacen a sus industrias en detrimento de las extranjeras o simplemente
la imposición de más trámites y burocracia que dificulta la llegada de
mercancías hacia esos mercados.

El comercio internacional comienza a verse afectado por las medidas


proteccionistas de Donald Trump.
 

En la actualidad se está extendiendo la idea de que el mundo va


directo hacia una ola proteccionista por parte de varios países, la cual
está principalmente representada en la guerra comercial entre Estados
Unidos y China

Sin embargo, ni esta es una situación nueva, ni se centra solo en las


grandes economías. Prueba de ello es que en estos momentos
Colombia enfrenta un total de 868 medidas en el mundo que tienen un
impacto negativo en su comercio exterior.

De acuerdo con los datos que recopila el centro Global Trade Alert, el
resto de economías del mundo desde la crisis financiera internacional
del 2008 y 2009 han tomado un total de 1.512 medidas que, de una u
otra forma, han afectado a Colombia de manera directa. De estas, en
la actualidad, hay 868 en vigor, después de que se hayan impuesto
otras políticas de liberalización o simplemente hayan expirado su
plazo.

Pero, como se ha dicho, no todas estas intervenciones son recientes


y, de hecho, ni siquiera el momento actual tiene el mayor número de
políticas que son dañinas para el comercio de Colombia. En el 2018, la
cifra de estas fue de 156, mientras que en 2012 fue de 173 o en 2015
de 170.

Es más, en lo que va de este 2019, año en el que la guerra comercial


ha tocado su punto máximo y se ha avivado el proteccionismo
mundial, de momento en el mundo se han aplicado tan solo 79 nuevas
directrices que golpean a los intercambios nacionales.

Como explican los registros de Global Trade Alert, aunque la mayoría


de estas medidas son en forma de aranceles y otro tipo de impuestos
a las importaciones, hay muchos otros tipos como normas
‘antidumping’ en contra de Colombia, subsidios que esas economías le
hacen a sus industrias en detrimento de las extranjeras o simplemente
la imposición de más trámites y burocracia que dificulta la llegada de
mercancías hacia esos mercados.

Como explica Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de


Comercio Exterior (Analdex), “en estos momentos es indudable que la
economía mundial se ha movido hacia el proteccionismo y que, en
este mismo sentido, cada día se utilizan más las normas técnicas
como barreras comerciales. Los países buscan proteger su mercado y,
para ello, deciden levantar obstáculos al comercio”.
De igual forma, Diego Guevara, profesor de economía y comercio
exterior de la Universidad Nacional de Colombia, apunta que “es
totalmente real que si bien veníamos de más de 20 años de
globalización y desregulación del comercio, además de los beneficios,
también tiene fuertes efectos negativos en algunos países y en eso se
ve gran parte de los movimientos actuales.

Muchas economías ven que sus aparatos productivos se están


afectando, al tiempo que los trabajadores sienten el aspecto negativo
de la deslocalización de industrias, lo que impulsa el descontento”.

Con todo, según los datos de la firma, del total de las medidas que se
han impuesto en el mundo y que tienen efecto en Colombia, casi el
60% siguen vigentes. Pero lo que es peor, prácticamente el 90% de
los productos del país ha sentido el impacto de alguna de estas
normativas mundiales.

Asimismo, Global Trade Alert indica que el 68,32% de estas medidas


utilizan algún tipo de mecanismo ‘turbio’ o no ajustado a las normas
internacionales de comercio. Estos suelen ser los casos que acaban
solucionándose en entidades como la Organización Mundial del
Comercio.

En cuanto a las industrias de Colombia que han sufrido el mayor


número de normativas que tienen un impacto negativo en el comercio,
se destacan las relacionadas con los metales como piezas de aluminio
o hierro, así como frutas, medicamentos o productos químicos como
insecticidas.

Aunque también hay un lado positivo, otros productos como el azúcar,


varios tipos de aceites, plásticos o petróleo han registrado
intervenciones que han liberado el comercio desde Colombia.

“El aspecto positivo que se puede ver entre estas cifras es que
Colombia no es un gran exportador de bienes y manufacturas, por lo
que se puede pensar que en el valor final el golpe no será tan
llamativo. Incluso, en algunos casos, como estas medidas se adoptan
para muchos países indiscriminadamente, a veces puede incluso
suponer un beneficio para los productores nacionales”, dice Guevara.

ORIGEN DE LAS NORMAS

Según los registros desde la crisis financiera, Estados Unidos es el


país que ha tomado más medidas que han perjudicado el comercio de
Colombia, con un total de 443, mientras que tan solo han tenido lugar
65 que hayan beneficiado al país. Los metales y los textiles han sido
los objetivos que han recibido estas acciones restrictivas.

De manera conjunta, Latinoamérica y el Caribe también sobresale con


este tipo de medidas, pues desde los países de la región se han
emitido un total de 831 políticas nocivas para el comercio nacional.
Tan solo 367 han sido positivas. Además de los metales, alimentos,
azúcar y pesticidas son los productos en la mira de estas naciones.

Por poner algunos de los ejemplos de las últimas medidas que se han
adoptado contra Colombia, la más reciente es una del primero de
noviembre, por parte de India, que ha impuesto un registro previo a un
impuesto para el hierro y acero nacional.

De igual forma, con fecha de 23 de septiembre de 2019, Estados


Unidos tomó la decisión de imponer aranceles a los ganchos de ropa y
agrega otra carga a las importaciones de prendas de vestir.

De igual forma, el primero de septiembre Australia adoptó una norma


que limita los permisos para la importación de flores cortadas y follaje,
lo que impacta en esa industria del país. También, Canadá lanzó
normas recientemente para evitar el ‘dumping’ de acero.

Como explica Global Trade Alert, si bien no todas estas medidas son
específicamente tomadas para Colombia, al aplicar para todos los
países del mundo, las economías nacionales se ven afectadas.

NIVEL GLOBAL, EN MÍNIMOS

Más allá de Colombia, el último reporte de Global Trade Alert, junto


con la Universidad de San Galo en Suiza, ponen de relieve que a nivel
mundial sí que se puede observar que las medidas que se han
adoptado durante este año, que van a favor del comercio mundial, son
las más bajas de la última década.

Y, frente a lo que se puede pensar, Estados Unidos no lidera la


clasificación, sino que otras economías como China, Brasil, India e
Indonesia ocupan las primeras posiciones.

En cuanto a las medidas que afectan al comercio, Colombia ha


aportado un total de 90 intervenciones, mientras que, en este listado,
EE. UU. sí que está en primer lugar con una cifra de 2.044. Subsidios,
aranceles y restricciones, las más usadas.

Global Trade Alert, publicación londinense que hace un


seguimiento de las medidas proteccionistas alrededor del mundo,
  

 
LA SOCIEDAD DE CONSUMO Y SU IMPACTO
AMBIENTAL EN EL PLANETA

El coste ambiental de la sociedad de consumo, como


la obsolescencia programada o el aumento de los
niveles de basura, ponen en peligro el desarrollo
sostenible
Hoy en día las personas tienen a su alcance todo tipo de productos y
bienes para satisfacer sus necesidades, desde las más básicas hasta las
más sofisticadas. Sin embargo, este aparente beneficio supone un
arma de doble filo, ya que el consumo desmedido por una parte
minoritaria de la población mundial está derivando en un déficit de
recursos. Por eso, en los últimos años se ha hecho necesario estudiar
cómo consumimos y qué efectos tiene este hecho en el medio ambiente y
la sociedad.
El modelo de economía en la sociedad actual ha venido siendo lineal y se
basa en la extracción de materias primas, manufactura y producción,
distribución y compra y, por último, desecho. Veamos las principales
problemáticas en algunas de estas fases:

Durante la extracción de recursos naturales se obtienen materias


primas y energía de la naturaleza para producir bienes y servicios.
Muchos de estos recursos no son renovables o se regeneran muy
lentamente, lo que supone un problema doble: por un lado estamos
alternando los ciclos o la capacidad de regeneración de algunos recursos ,
como por ejemplo el ciclo del agua.  Y por otro lado estamos
produciendo materias primas y energía de manera muy contaminante; por
ejemplo, con la quema de combustibles fósiles.

Durante la elaboración se introducen sustancias químicas perjudiciales


que facilitan y aumentan la producción, se deslocaliza la producción a
países en vías de desarrollo que en muchas ocasiones incumplen
mínimos legales y se generan subproductos contaminantes o tóxicos.

La sociedad de consumo pone en peligro el futuro del


planeta.

Eliminar el coste ambiental y social

En la producción y distribución de los productos existe otra


problemática: muchas veces el precio de los productos no refleja su
coste ambiental o social real (como los efectos de la contaminación, o
de la mano de obra barata) que afectan a la salud y calidad de vida de las
personas. Estos costes ambientales y sociales no repercutidos se conocen
como externalidades negativas.

En la fase de compra, cabe destacar que el crecimiento está basado en


la obsolescencia programada, es decir, en el consumo recurrente de
productos, con una vida útil cada vez más corta.
Por último, la mayoría de los productos acaban desechados en vertederos
o quemados para su valorización energética. Los niveles de basura se han
duplicado en los últimos treinta años y su gestión constituye un problema
en sí.

Este modelo de consumo es insostenible a largo plazo. La solución


pasa porque estados, empresas y ciudadanos transformemos la economía.
Los estados deben incentivar la producción responsable y legislar para
que las empresas produzcan de manera respetuosa y acepten las
externalidades de sus procesos. Los consumidores debemos exigir
productos responsables y tomar decisiones de compras informadas; y
las empresas deben diseñar productos de manera responsable y cambiar
el modelo lineal de producción hacia uno circular en el que se reparen,
reutilicen y aprovechen los productos obsoletos.

Ya hay mucha gente trabajando en una economía circular, pero es


necesario continuar innovando para conseguir un planeta más
sostenible.

La economía circular es una estrategia que tiene por objetivo


reducir tanto la entrada de los materiales vírgenes como la
producción de desechos, cerrando los «bucles» o flujos
económicos y ecológicos de los recursos.

Existen varios factores que explican la degradación actual de los


ecosistemas. 

Algunos son indirectos y constituyen las causas de los grandes retos


ambientales que tenemos. Aquí aparecen los hábitos de producción y
consumo, la población global, las políticas de gobierno y otros asuntos
que tienen que ver con el comportamiento humano.

Hablamos de dinámicas y decisiones que, según el último informe de


la Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios
Ecosistémicos -Ipbes-, por sus siglas en inglés-, están influyendo en
los motores directos de cambio e impulsando a su vez una "pérdida de
la naturaleza sin precedentes". 
América Latina y el Caribe es una región biológicamente rica con
complejos contrastes políticos, sociales y naturales. Sin embargo, las
economías comparten una fuerte dependencia en productos primarios
y recursos naturales, que son responsables de alrededor de 50 por
ciento de todos los productos de exportación. Las áreas urbanas
continúan creciendo junto con las poblaciones, unido con un mayor
consumo en la clase media. Esto ha llevado a una situación en la que
la calidad del aire en las ciudades ha bajado, las emisiones crecen y el
agua y otros recursos naturales están bajo presión. El futuro de las
economías en la región depende en gran medida del capital natural de
la región, mitigando y adaptándose al cambio climático, y
desvinculando el crecimiento económico del consumo de recursos.

COLOMBIA, CON LA NECESIDAD DE REPLANTEAR SUS


EXPORTACIONES

La estrategia actual no le ha servido al país, y si bien el comercio


a EE.UU. y China se mantiene, no ha sacado mayor provecho de
la guerra comercial..
Las exportaciones tradicionales terminarían con una reducción de US$6.500
millones según el Gobierno.

Las exportaciones de Colombia no pasan por un buen momento, y lo


peor es que el panorama no cambiará en el corto plazo.

Según los expertos, si el país no modifica el rumbo, el déficit de la


balanza comercial seguirá creciendo, al tiempo que la actual coyuntura
global requiere dar una respuesta, pues con la reducción de comercio
las naciones deben hacer una reingeniería de sus estrategias para
este sector.

Bajo este panorama, según el último reporte del Dane, de enero a


septiembre de 2019 el país vendió 29.902,1 millones de dólares, lo
que representó una caída de 4,7% respecto al mismo periodo del año
pasado.

Septiembre fue el cuarto mes en que las ventas siguieron bajando y


tan solo en este mes tuvieron un desplome de 12,3% en comparación
con el mismo periodo de 2018, al bajar hasta los 3.079,8 millones de
dólares.

La situación se explica por una menor comercialización de los


combustibles y los productos de las industrias extractivas, que se
redujeron en un 24% en septiembre. Estas tienen una participación del
52,8% del total, con 1.625.970 dólares en este mes.

En el caso de las ventas tradicionales, el Ferroníquel es el producto


que más cae en 2019 con un descenso de-21,6%, seguido del carbón
con -18,9%, y el petróleo y sus derivados ocupan el tercer lugar, con
un caída de 3%. El impacto de este rubro es mayor, pues ha aportado
12.160 millones dólares en lo que va de año.

En lo corrido del 2019 hasta el noveno mes, la venta de pasta y


desperdicios de papel fue el producto que más disminuyó, con
-62,9%, y pasó de aportar 1.043 dólares en los primeros nueve meses
del 2018 a solo 389, y es seguida por las máquinas para trabajar
metales, que tuvo una baja de 59,5%.

SEGUIMOS ATADOS

De acuerdo con Javier Díaz, presidente Ejecutivo de Analdex, la


situación que vive el país se explica porque sus ventas están atadas al
sector minero energético.

“Básicamente nuestras exportaciones están ligadas al sector minero


energético, y vemos una menor demanda por estos productos. Hay
también una caída de precios, por ejemplo en el carbón, y los menores
pedidos de este por parte China son un duro golpe. El mercado interno
sigue siendo más rentable, no es fácil exportar y los que lo hacen
acaban comercializando los excedentes. Es decir, no estamos
orientados al exterior”, explicó el directivo.
Según Díaz, la situación cambia haciendo rentable y facilitando la
exportación, “hay que trabajar en hacer realidad el discurso, y entre las
principales se debe lograr que diminuya el costo del transporte y la
logística. Tenemos una tasa de cambio que ayuda, pero hay que
ampliar el tema y tomar medidas en otros ámbitos”.

Para Giovanni Reyes, profesor de la Escuela de Administración de la


Universidad del Rosario, la situación es global y se da por las medidas
comerciales de Donald Trump.

“Los problemas de Colombia están en su estructura de exportaciones,


pues no tienen mayor valor agregado en los bienes que ofrece y no
despuntan porque no se compran bienes intermedios y de capital. El
Gobierno debe tener una política de reactivación industrial y estimular
sectores con mayor valor agregado para cambiar el panorama”, dijo.

Así mismo, Olga Lucía Salamanca, directora política y defensa


comercial de Araujo Ibarra, indicó que el país aún no supera los
cuellos de botella que le impiden participar de manera más eficiente en
los mercados internacionales.

“Por ejemplo, en materia de agroindustria el cumplimiento de los


estándares sanitarios sigue siendo una barrera muy fuerte de entrada,
así como las dificultades que algunos sectores experimentan para el
acceso a materias primas a precios competitivos.

Por el contrario, se observa que especialmente desde EE. UU. y los


socios de la Alianza del Pacífico las importaciones del sector agrícola
se han disparado, desplazando la producción local”, agregó.

EL FUTURO

Según un estudio de ProColombia, entre enero y agosto de este año el


país presentó una mayor proporción de exportaciones no minero-
energéticas de bienes con contenido tecnológico, y el 63,5% del total
de estas ventas llegó a Latinoamérica y el Caribe, 28,8% hacia
Norteamérica, 2,6% hacia Europa, 3,4% hacia Asia y 0,4% hacia
África.

“Una política integral con alcance regional, una Colombia productiva


concentrada en productos diferenciados, pero con mayor
determinación, podrá ponernos al nivel que merecemos para
aprovechar las oportunidades que tenemos en mercados cercanos y
de fácil acceso, como Estados Unidos. Es fundamental robustecer la
cultura exportadora”, explicó María Claudia Lacouture, directora de la
Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia.

Según la directiva, es importante que las empresas hagan de las


exportaciones su plan estratégico de crecimiento.

“Al mismo tiempo, hay que continuar con la promoción de las


oportunidades y un apoyo más efectivo a los empresarios para reducir
la prueba y error”, señaló.

Con todo, a pesar de que China está buscando nuevos mercados a los
que comprar lo que ha dejado de obtener en Estados Unidos, los
intercambios con el gigante asiático tampoco se muestran
esperanzadores.

Carlos Ronderos, presidente de la Cámara Colombo China de


Inversión y Comercio, afirma que “nuestras exportaciones siguen el
vaivén del los precios de los commodities y las oportunidades con
China en el corto y mediano plazo son de menos del 1% de lo que
exportamos. Para la que cambie debemos apostarle a
encadenamientos industriales y agroindustriales en gran escala”,
expuso.

SON LOS PRODUCTOS MADE IN COLOMBIA


COMPETITIVOS?

Un producto realmente especial debe concebirse como una oferta


que pueda ser competitiva en cualquier parte del mundo. Suena
bastante ambicioso, lo sé, pero la economía mundial se está
globalizando tan aceleradamente, que será cuestión de años para
que el mercado colombiano esté saturado de marcas extranjeras.
Ya hemos visto en varias industrias cómo marcas internacionales
han borrado del mercado a cientos de industriales locales, con
altísimos costos para nuestra competitividad y generación de
empleo nacional.

¿Qué requiere un producto para tener potencial de exportación?

Nuestra experiencia nos lleva a basarnos en dos premisas


fundamentales:

Producto impecable

Para competir en los mercados de exportación no basta con tener un


producto bueno, es indispensable que su apariencia, su funcionalidad
y su usabilidad sea impecable.

Para lograr un producto impecable se requiere contar con equipos de


trabajo interdisciplinarios, formados por personas apasionadas por lo
que hacen, que dominen su industria y que incluso muchas noches no
puedan dormir pensando en cómo crear algo que los enorgullezca.
Asimismo, se requiere que el enfoque de la organización en su más
alto nivel esté volcado hacia la pasión por el producto y tener la
confianza de que un producto impecable traerá los resultados
económicos deseados.

Producto auténtico

Teniendo en cuenta que para exportar tendremos que competir con


alemanes y japoneses también obsesionados por crear productos
perfectos, y con toda la herencia y las condiciones de país para lograr
los mejores productos del mundo, nuestra segunda premisa para
lograr ofertas competitivas radica en la autenticidad.

La autenticidad la entendemos como la capacidad de los empresarios


y diseñadores de valorar sus raíces, de interpretar su cultura y
emplearla como inspiración para crear productos únicos, que hagan
honor a su historia.   

Un caso desconsolador es el de nuestra industria licorera. Colombia,


la capital de la rumba en las Américas, puede enorgullecerse de ser tal
vez el único país del continente que no tiene un licor posicionado en
los mercados internacionales.

Cabe rescatar el admirable esfuerzo de la familia Riasco y su Ron La


Hechicera. Un licor que empieza a verse en diferentes bares alrededor
del mundo y que lleva con orgullo la bandera de Colombia como país
mágico en los mercados internacionales.

El empuje que históricamente han mostrado nuestros empresarios y


ejecutivos nos ha permitido ser medianamente competitivos en el
mercado local y gracias a ellos todavía tenemos una industria que con
grandes esfuerzos aguanta la presión de las importaciones de China,
Europa y los Estados Unidos.  

Sin embargo, este empuje que nos ha servido en el pasado, pienso


que no es suficiente para enfrentar el futuro. Necesitamos
concientizarnos de la importancia de crear productos impecables y
auténticos.

La noticia regular es que en muchas de nuestras empresas se están


concientizando de la importancia de crear productos con altos
estándares de calidad. En efecto, ya son muchas las que cuentan con
departamentos de innovación y que envían a sus ejecutivos a ferias en
el extranjero para que conozcan los estándares internacionales, traten
de copiar las mejores prácticas y se inspiren en los diseños más
actuales.

La mala noticia es que esto no es suficiente. No es suficiente con traer


fotos y catálogos para tratar de igualar lo que está en tendencia en el
mundo. Puede ser un buen primer paso, pero de esta forma nunca
llegaremos a ser una nación competitiva.

Y por otro lado, el reto de nuestros jóvenes diseñadores, creativos,


artistas, ingenieros y chefs radica en concientizarse de que sus
estándares deben estar a la altura de cualquier colega en cualquier
país. Deben viajar, estudiar, trabajar, y crear con una pasión y
disciplina tal, que logren diseñar productos tan impecables como lo
haría un alemán o un italiano, pero con la pasión que sólo un
colombiano puede transmitir.

Debemos profundizar en oferta de alto valor agregado con innovación.


ProColombia es un aliado de los empresarios para la adecuación de
sus productos a los mercados internacionales y les insistimos que
deben diversificar su oferta con valores adicionales que puedan
competir con sus pares del exterior. Recientemente, Anif publicó que
menos del 10% de las pyme hizo algún proceso de innovación
encaminada en el producto como certificaciones ambientales o
ampliación de mercados, y que cerca de 70% de las empresas
encuestadas no exportaron en los últimos 10 años. Son las mipyme
las que tienen una gran responsabilidad en el posconflicto porque son
ellas las que están llamadas a crecer, generando empleo en las
regiones. Por eso la Macrorrueda contará con 1.300 exportadores de
los cuales 90% son mipymes.

¿Cuáles son los objetivos de ProColombia en términos de comercio ¿

Nuestro principal objetivo es que más empresas reconozcan que la


internacionalización es el camino para aportar al crecimiento
económico. Luego del conflicto, países como Sri Lanka e Irlanda del
Norte crecieron en términos económicos y queremos que Colombia dé
ese paso. En cifras, para 2017 buscamos aportar con gestión a las
exportaciones no mineras un total de US$2.920 millones, que sean
generados por más de 2.400 empresas a través de los programas de
incentivo como Mipyme Internacional, Mentor Exportador y oferta con
diferencial para las grandes empresas.

MARCAS DESTACADAS

Entre los compradores que acudirán, el 8 y 9 de marzo a Corferias,


hay algunos como Walmart para Centroamérica que busca
agroalimentos y productos de aseo; Home Depot de México, que está
interesado en mue- bles, herramientas de ferretería o materiales de
construcción; Speedo y el Grupo PVH de EE. UU. en vestidos de baño
y prendas de vestir en general; la Autoridad Eléctrica de Jamaica o
Maison Du Monde de Francia, que busca artículos de decoración.

Què es Procolombia. Es una agencia gubernamental de la rama


ejecutiva del Gobierno de Colombia a cargo de promover las
exportaciones colombianas, el turismo internacional y la inversión
extranjera a Colombia para dotar a las empresas nacionales con
apoyo y asesoramiento para sus actividades de comercio
internacional.
https://www.elperiodico.com/es/internacional/20181129/que-es-el-g20-y-para-que-sirve-
6152546

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