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“tienes que tomar el riesgo si puedes ganar algo”

migrante centroamericano

a mi amigo.

Un amigo reflexionaba el otro día, que una de las características más claras de
los migrantes, es la de su "volatilidad", misma característica que los convierte en
personajes un tanto míticos, como provenientes de la fantasía. Mitad real, mitad
fantasía.

Sin duda, uno de los aspectos más interesantes de la migración es el aspecto


mitológico que rodea este fenómeno social. Cuando los académicos de la
migración denominaron el tránsito de personas de un lugar a otro como
transmigración, utilizaron un término filosófico y ontológico, que hace referencia
a las almas que se encuentran entre la vida y la muerte.

Perteneciente a la rama de la metempsícosis1, la transmigración se basa en la


idea de que una alma puede salir de un cuerpo y residir en otro (humano o
animal) o en un objeto inanimado. La idea aparece en varias formas en culturas
tribales de muchas partes del mundo y hoy forma parte del imaginario colectivo
de la migración.

Buscando la etimología de la transmigración, me encontré con que la noción era


conocida en la Grecia antigua, especialmente en el orfismo2, y fue adoptada en
forma filosófica por Platón y los denominados pitagóricos. La creencia ganó
notoriedad en formas gnósticas y ocultas de cristianismo y de judaísmo. Se dice
fue introducida en el pensamiento renacentista a través de los libros herméticos -
recopilación de tratados y diálogos metafísicos que datan desde

1
www.rae.es. Metempsícosis: Doctrina religiosa y filosófica de varias escuelas orientales, y
renovada por otras de Occidente, según la cual las almas transmigran después de la muerte a otros
cuerpos más o menos perfectos, conforme a los merecimientos alcanzados en la existencia
anterior.
2
www.rae.es Orfismo. Religión de misterios de la antigua Grecia, cuya
fundación se atribuía a Orfeo, poeta y músico griego mítico, y que se
caracterizaba principalmente por la creencia en la vida de ultratumba y en la
metempsícosis.
mediados del siglo I antes de Cristo al siglo IV después de Cristo.

La doctrina más consistente de la transmigración se encuentra en el Hinduismo.


Íntimamente relacionada con el concepto de karma (acción), que implica la
resolución inevitable, para bien o para mal, de toda acción en una existencia
futura. Según esta creencia, toda experiencia de vida, tanto feliz como dolorosa,
es sólo una recompensa por las buenas o malas obras hechas en existencias
anteriores3. El ciclo del karma y de la transmigración puede extenderse entonces
a través de innumerables vidas.

Así pues, podemos llegar a la premisa de que el transmigrante, es un alma en el


espacio que busca colocarse para mejorar su calidad de vida y la de sus
familiares. Almas emprendedoras, valientes, nobles y sobretodo creativas, que
traen consigo no solo una bolsa de plástico o maleta remendada, sino una gran
experiencia y cultura de sobreviviencia que le permite enriquecer y
complementar su camino.

El sacrificio expone el alma del transmigrante. En sus viajes, cantan y componen


canciones, al ritmo del traca-traca del tren y de otras melodías, van tomando el
sol, contando chistes y cuentos para evitar la fatiga del sueño que puede ser
mortal. Conocen remedios medicinales antiguos para mordeduras de animales,
raspaduras y demás. Mi amigo decía que escuchar su viaje es como un influjo o
una droga que te hace contar historias alucinadas extraordinarias e increíbles.

El transmigrante remienda constantemente no solo su ropa, zapatos y mochilas,


sino también a veces su alma para poder continuar el camino. Va en búsqueda
de una vida a otra o a la muerte.

Cuando quiere matar el tiempo en su destino, juega futbol, damas chinas, se


burla del peinado de su amigo o del vecino y de sus carencias o de sus bolsas y
tenis de marca. Tiene estilo. Usa goma en el cabello después de bañarse en el
río y uno de los mayores lujos es comer iguana cazada y tener una chela pal
camino. No pierde el sentido de la situación, sabe donde esta parado a pesar de
poco conocer. Sus reflexiones vienen desde la experiencia de la vida a la
muerte. No sabe a donde se dirige.

Sus campamentos son bolsas de nailon. De estilo militar, con palos construyen
lugares de reposo donde se guarece del sol y de los inclemencias de todo tipo.
Allí, donde permanece alegre.

Es discreto, fugaz y como bien lo dijo mi amigo, volátil y escurridizo. Un corazón


migrante no puede oscilar cuando tiene la oportunidad y un karma positivo. Así
que siempre la toma y la agradece.

3
J Head, ed., La Reencarnación en el pensamiento mundial (1967); A W Holzer, Renacido
(1970). Monografías.
A todos los transmigrantes les dedico en este viaje, éstas líneas y les transmito
lo que otro escribió al pie del buró de la cama del motel en la frontera:

No vean el canal playboy. Van a necesitar fuerzas para el camino

Lizzette Argüello

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