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Los mitos de la migración: El Coyotaje.

Por Lizzette Argüello


Con la colaboración de Iliana Martínez

Las redes de coyotaje y el tráfico de personas.

El mito de un viaje migratorio, se recuerda en su éxito, en la tragedia de las historias que


envuelve, en las estrategias y recursos con los que se cuenta para atravesar los más de
4,000 km que le separan de su objetivo entre Centroamérica y México.

El cruce de dos o más fronteras desde la región centroamericana a los Estados Unidos, se
encuentra lleno de vicisitudes, oportunidades, sacrificios y encrucijadas. Cuales vías del
tren que recorren el país, México se convierte en los últimos veinte años de migración en
un mito y en una realidad para los centroamericanos al ser paso obligado.

En esta vida siempre hay una primera negociación me decía mi amigo Macario, pollero
experto en la materia, defensor de los derechos de los migrantes en su trato. La migración
nunca se va acabar, pero se puede brindar un trato digno, sentenciaba posteriormente.

Se requiere de mucho ingenio, experiencia y pericia para burlar al sistema migratorio.


Una buena partida del presupuesto de viaje será destinada a la cadena de corrupción. La
suerte es un factor primordial para el migrante y la fe, su movilidad.

Mucho se habla de las cifras que engloba la inmigración. Difícil parece una aproximación
exacta sobre el porcentaje que figura como indocumentado, la población transmigrante
(aquellos que solo van de paso) y más aún, sobre las muertes o accidentes que acaecen a
los migrantes en su camino.

Comenzando con un estudio reciente, denominado el Cuarto Informe Anual sobre Trata
de Personas del Departamento de Estado en Estados Unidos, mencionado por Condolezza
Rice recientemente, se declara que desde hace varios años México ha sido catalogado
como un país fuente, de tránsito y de destino de la trata de personas para la explotación
sexual y laboral -con alto porcentaje de mujeres y niñas-, lo que incluye delitos
vinculados con la pederastia, la pornografía y el turismo sexual.

En este estudio se indica que después del tráfico de drogas y el de armas, la trata de
personas es el tercero de los negocios más lucrativos para la delincuencia organizada a
nivel mundial. La ganancia que genera es por más de 9 mil 500 millones de dólares
anuales. El mismo estudio menciona que si bien el tráfico de personas no es lo mismo
que la trata de personas, sí son las mismas redes las que son utilizadas por el narcotráfico.
Según otro estudio realizado por el académico Rodolfo Casillas de la Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) -en Una vida discreta, fugaz y
anónima: los centroamericanos transmigradores en México- las cifras arrojan que en los
pasados seis años han sido aprehendidas un millón 135 mil personas provenientes de
Centroamérica en México, lo cual representaría más de 525 migrantes en promedio
deportados al día en los últimos seis años. Enfatizando el dato en que los eventos de
deportación a veces se realizan varias veces a la misma persona.

Aunado a este flujo migratorio el Instituto Nacional de Migración (INM) registró en el


2007 en su primer semestre, 1.2 deportaciones de mexicanos por minuto en la Frontera
Norte, hasta llegar a poco más de 317 mil de enero a junio. Cada año una media de 500
mil indocumentados cruzan la frontera. Tan sólo en este año han sido 3 mil menores
mexicanos deportados.

La frontera México – Estados Unidos una de las fronteras más atravesadas y desiguales
en el mundo, se ha redefinido a lo largo de los últimos cincuenta años y más aún a partir
de la política de seguridad implementada por parte de Estados Unidos desde mediados de
los ochenta. A partir del 11-Septiembre este reforzamiento de la frontera ha repercutido
directamente en la utilización de los servicios de coyotaje.

Según diversos investigadores expertos en el tema de tráfico migración y contrabando,


definen a las fronteras de México más que delineadas horizontalmente con Estados
Unidos, como trazos verticales entre los cárteles de droga y los traficantes en el país con
las autoridades coludidas en ambos países.

Varios son los elementos a la hora de la negociación de un servicio de coyotaje. Las


diferentes variables (los precios de un cruce, los tramos a realizar, así como los servicios
que comprende el servicio y las formas de pago) o hasta las probabilidades de ser
estafado o secuestrado, tienden a mezclarse con las probabilidades de éxito.

Anualmente, el tráfico de migrantes hacia Estados Unidos genera a la delincuencia


organizada ganancias por más de 2 mil 784 millones de dólares, además de los poco más
de 25 mil millones de dólares que reporta el fenómeno a México, "a cambio de los cuales
no hay justicia para los indocumentados mexicanos", según el investigador del Instituto
Nacional de Ciencias Penales, Ricardo Gluyas, en la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM).

Los muros y las fronteras de esta forma, guardan una correlación cual fuerza de mercado,
entre la oferta y demanda en los servicios de coyotaje o de polleros en lo que se podría
denominar como el negocio de la migración.

Hace tan solo unos meses se aceptó la construcción del resto de un muro de casi 600
kilómetros que intenta reforzar la frontera, las deportaciones y operativos masivos. Tan
sólo en Texas constituirán 112 kilómetros. Mientras tanto, en las declaraciones de junio
del 2006 por el presidente George Bush sobre la Reforma Integral de Migración, se han
enviado 6 mil miembros de la Guardia Nacional a trabajar conjuntamente con los 12 mil
miembros de la patrulla fronteriza, con un presupuesto de Seguridad Fronteriza de 6.7 mil
millones de dólares para el mismo año. Las especulaciones al respecto apuntan a la
intención de construir un triple muro que sirva de filtro a los migrantes y una tendencia
fronteriza de legislaciones anti-inmigrantes, lo que algunos académicos y grupos de
cabildeo denominan ya como la Guerra contra los Inmigrantes.

Sin duda, los siguientes años con la construcción de más muros virtuales y de concreto,
así como más represión a la migración se sentirán nuevas repercusiones a la significativa
movilidad de la población centroamericana sumada a la de los mexicanos que se adentran
masivamente a los Estados Unidos a través del servicio de coyotaje y de la constante
búsqueda de rutas, en el cada vez más efímero sueño americano.

Coyotaje
El mito

Usualmente el coyote, patero o pollero se confunde sinónimamente con el detalle de su


actividad, que figura como una transacción entre el migrante y el pasante, para
depositarlo de forma ilegal en el país deseado ya sea por mar, tierra o avión, con
documentos falsos, de forma ilegal o indocumentada. A pesar de que para muchos son
sinónimos, hay diferencias en la estructura y de formas operativas entre el coyote, pollero
o patero, que vale la pena distinguir.

Los pateros, quienes en su inicio comienzan en las costas caribeñas hacia los Estados
Unidos, es el término utilizado comúnmente en la migración de África a Europa, por vía
marítima. Sin embargo, entre los términos de coyote y pollero, las diferencias en su
significado, guardan más diferencias “ontológicas” que en su connotación. En términos
sociales, se podría asumir que el pollero guarda un mayor compromiso con el migrante al
asegurar e informar a su familia (por la relación cercana con la familia del pasante) sobre
su travesía hacia los Estados Unidos, por tanto, el pollero figuró más como un apoyo a la
comunidad en la migración.

Diversos estudios -en especial aquel de Gustavo López Castro: Coyotes y Tráfico de
Extranjeros- han esquematizado el funcionamiento de las redes de coyotaje. Sin embargo
pocos estudios diferencian las formas de actuación de las operaciones entre unos y otros,
así como del contexto histórico en el que toman importancia, en el ámbito de los servicios
que ofrecen, las formas de funcionamiento y de sus limitantes.

Entre estos esquemas, debe contemplarse así mismo, las formas de pago, costos y sus
derivados, así como las formas de coacción con las que se les extorsiona para completar
el pago. Entre los ejemplos se encuentran los secuestros, la prostitución o la burra de
drogas (la utilización de migrantes para acarreo de drogas) como consecuencia de no
contar con información del paradero y de tránsito del migrante.
En su estudio, la formación y dinámica del circuito migratorio Mixteca - Nueva York –
Mixteca: los trayectos internos e internacionales de Liliana Rivera, se clasifican las
diferencias entre el pollero y el coyote. El pollero, menciona Liliana, “son las personas
que en sus comunidades de origen, se dedican a juntar a los migrantes y entregarlos a los
coyotes. Los polleros muchas veces hacen enlaces desde el sur y sureste del país hasta la
frontera con Estados Unidos, y su contrato puede garantizar la llegada hacia ciudades en
el norte de ese país, o bien exclusivamente al cruce de la frontera”.

El pollero por herencia conoce los pasajes por los que se guía, es generalmente una
persona de la comunidad a quien su experiencia, le permite conocer y burlar los sistemas
de controles migratorios y las rutas, lo que le facilita aprovechar las ventajas y
menoscabos del camino que transita. Muchos de estos polleros fueron beneficiados con
esos programas de trabajo, dándoles confianza durante su estancia y permitiéndoles
conocer, interactuar y posteriormente burlar el mismo sistema. Como mi amigo Macario
me espetaba a forma de máxima: al final, todos somos intermediarios.

En contrario, en el mismo estudio el coyote “es el nombre que reciben las personas que se
dedican a pasar sin documentos a los migrantes en la frontera entre Estados Unidos y
México. El transporte del paso en la frontera es terrestre, pero después puede incluir
algún traslado interno por avión, tren o autobús.”

Un cálculo aguileño de Macario, experto pollero en la frontera, arroja entre 500 y 600
entradas al día por la Frontera Sur. En este caso la coincidencia es asombrosa: 180 mil
migrantes promedio que entran por la Frontera Sur casi se emparejan al promedio de las
estadísticas oficiales del Instituto Nacional de Migración en el 2006 quienes
contabilizaron a 182,705 asegurados. Estas cifras, sin tomar en cuenta la migración
portuaria o el número de operativos que se realizaron ese mismo año, durante las
migraciones masivas provocadas por el huracán Stan en el 2005.

Durante el año previo, en el 2005 se registraron 240,269 aseguraciones, lo que significa


una reducción de casi 24% del flujo migratorio para el 2006. Esta cifra podría sorprender
analizando las estadísticas durante los últimos diez años, donde la curva migratoria se ha
caracterizado por una pendiente de crecimiento, donde las economías centroamericanas
no vislumbran una mejora económica, ni de crecimiento de empleos.

El aseguramiento, es un término en el que el migrante se encuentra en estatus de


verificación de estadía migratoria, por lo que no necesariamente, conforme al marco
jurídico, el que es asegurado tiene que ser deportado. En la compilación de Ricardo
Martínez M., coordinador de la obra Los movimientos sociales del siglo XXI: diálogos de
las resistencias, se calculan 350 mil centroamericanos que entran de forma
indocumentada anualmente.

Con su ojo aguileño, Macario calcula que un 10% de estos migrantes, se quedan de forma
permanente en México, quienes pueden ser deportados varias veces bajo la misma
estadística oficial. Ya varias familias mexico-centroamericanas se bifurcan cerca de las
vías del tren por la costa Este y en algunas zonas del Distrito Federal, como lo es
Lechería y Ecatepec, recientemente declarado Santuario para los inmigrantes
centroamericanos por el alcalde José Luis Gutiérrez.

Me permito mencionar las cifras de Macario nuevamente, debido a que apenas existe un
Nuevo Programa de Regularización Migratoria del Instituto Nacional de Migración
(INM), donde se podrá encontrar información y regularización para extranjeros, quienes
tendrán que comprobar su residencia antes de enero del 2005, para obtener su estadía
siendo necesario que “acrediten una oportunidad de trabajo o una actividad lícita, honesta
y benéfica para el país”.

Sin ningún subrepticio, mi amigo Macario ya cuenta con su doble nacionalidad.

Las técnicas del pollero o el coyote

Cada coyote cuenta con su propia técnica y es necesario no quemarla y no dejar huella.
Se debe reconocer que existe una gran creatividad y audacia en los métodos para el cruce,
esto, considerando que la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos cuenta con el equipo más
sofisticado de seguridad (incluso equipo militar usado en Irak).

Las técnicas del pollero o el coyote varían según el presupuesto. Desde el tren que es lo
más riesgoso, hasta lo más sofisticado. Por avión, con papeles, con visas y con diversas
identificaciones la red de coyotaje se mueve entorno a las instituciones, sus reglas y del
tráfico de otras cosas (mercancías, órganos o drogas). Operaciones hormigas, operaciones
masivas y hasta à la carte se encuentra en el menú. Cabe recordar el caso de un hoyo de
cinco metros que fue perforado sobre la parte del muro construido, detectado en el
segundo semestre del año pasado por el Grupo Beta.

Las cadenas de corrupción actúan como factores de riesgo que el migrante tiene que
sufragar con sus pertenencias o la pérdida poco a poco de su inversión. Al abrir y cerrar
intermitentemente y por tiempo indefinido el último tramo de conexión del tren de carga,
entre la frontera de Guatemala y México -por el tramo de la costa chiapaneca y la
tabasqueña- los migrantes con menos recursos se encuentran expuestos a mentiras, rutas
no conocidas, tramos más largos a caminar, pantanos, lugares inhóspitos y peligrosos y
numerosos rancheros armados, en la versión mexicana de los Minute Men, que vienen a
robar lo poco que traen.

Así pues, las distancias a recorrer a pie para el migrante sin recursos que opta por el tren
de carga se han extendido. En estos tramos se queda a merced para el migrante que va
evadiendo los retenes militares, los operativos policíacos, las pandillas.
Si bien las estafas pueden sorprender hasta al más vivo, de manera frecuente se
encuentran buenos servicios, dependiendo de las redes de contacto y del presupuesto a
destinar, aunque el aspecto económico es importante no determina el éxito de la
operación de cajitas. Aquellos quienes viajan en tren de carga, pueden correr la misma
suerte que otros, a excepción de los riesgos físicos que implica un accidente en el tren.

Este punto de inflexión en el trato entre el pasante y el migrante, se agudizó en los años
ochenta y con la amnistía de 1987. De esta forma, los saldos de las guerras sucias en
Centroamérica y el desgaste de sus economías, comenzaron a sumarse al flujo migratorio
proveniente de México, alimentando venas por el país que entrelazan paralelamente el
flujo de mercancías con el de mano de obra barata en el mismo medio de transporte: el
tren. Una analogía por excelencia sobre el desarrollo económico del país. Hoy dominado
por la industria maquiladora, de autos y sustancias peligrosas.

Conforme van incrementando las medidas de seguridad en la frontera, los costos de entrar
se van fijando análogamente a los que sufraga el pasante. La perspectiva con la que se
aborda la migración a partir de esos años, somete y asocia al pasante a procesos de
corrupción más altos y por tanto más costosos. Bajo este enfoque criminalista en el
contexto de una migración masiva, los controles y operativos de seguridad exponen
también masivamente a los migrantes, tanto en su seguridad como en su economía.

Bajo estas formas de operación, el coyote se encuentra al acecho de pollos en las


comunidades migrantes, en las vías del tren, en las fronteras a través de intermediarios,
casas de seguridad, casas del migrante, tomando muchas formas para sufragar
masivamente el viaje, con la intención de aminorar sus costos e incrementar sus
ganancias. El patero se vuelve su análogo por la vía marítima.

Mencionan estudiosos con respecto a estas estructuras, que algunas son necesariamente
visibles, por lo que se ha sobredimensionado la figura del pollero o coyote, mientras que
otras tareas, requieren permanecer en la opacidad para el cabal cumplimiento de sus
funciones.

Existe una segmentación en las funciones que se realizan en el servicio de coyotaje que
van desde reclutar, adiestrar, organizar, vigilar, escoltar, guiar y cobrar. Aquellos con
mayores rangos se encargan sólo de los contactos con autoridades. Después la estructura
recae en una serie de operaciones, pues el tráfico de personas es un proceso y cada
individuo que participa tiene tareas delimitadas, pertenezcan o no a la estructura formal.

Se señala que ésta amplia y diversa participación multisectorial permite hablar de una
estructura de colaboración de diversos tipos, donde la corrupción delictiva invade a
instituciones y diversos segmentos. En México el término que prefiere el pasante local es
el de pollero, ya que la connotación de coyote, le refiere a aquel que comercializa y trata
como pollos a las personas que presta el servicio.
Sin embargo, a través del aumento en el cobro por parte de los coyotes, se aprecia una
vez más que el negocio de la migración es muy fructífero y que, a pesar de las
restricciones y controles que se impongan, la gente seguirá arriesgándose o endeudándose
para continuar su viaje al otro lado. El incremento en los niveles de control se ve
directamente reflejado en los precios y en la búsqueda de nuevos caminos de cruce,
caminos que son mucho más peligrosos y complicados y que asemejan una especie de
selección natural para el migrante.

Vale la pena diferenciar que también en su estructura con respecto al pago y


enriquecimiento es más equitativo que la estructura del narcotráfico. Desde el enganche,
hasta la entrega, el funcionamiento de este servicio renumera en salarios a los coyotitos.
Ingresos para las casas de contactos, de seguridad, para los enganchadores y otros
colaboradores. Además se presta servicio de teléfono, de comidas, de sanitarios y hasta
para viáticos son repartidos a los migrantes para sus gastos en una buena entrega.

De esta forma, los niveles de seguridad se asocian a la migración dándole una


connotación criminal, en varias ocasiones relacionándolos con el narcotráfico, el tráfico
de armas y de personas, las pandillas o maras, quienes tras la persecución que han vivido
con las políticas de Mano Dura, han desarrollado nuevas técnicas y formas de
identificaciones más discretas, según informes actuales del Departamento Antinarcóticos
de los Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés). Los tatuajes vistosos han sido
sustituidos por pequeños puntos tatuados en la comisura del labio o cerca de las orejas, de
la misma forma que las playeras guangas les delataban, fueron cambiadas por la
utilización de escapularios que les identifican entre ellos.

Con el incremento de seguridad en las fronteras, la utilización del servicio de coyotaje ha


aumentado así mismo, ya sea por tierra, avión, papeles falsificados o por medio del tren
de carga los más accesibles. Los servicios desde la Frontera Sur con el paso a los Estados
Unidos oscila entre los 4 mil y 5 mil dólares hasta Houston proviniendo del suroeste y
4,300 por el sureste en Tecun Umán, Guatemala. Cuando sólo se contrata el paso
fronterizo a Estados Unidos se cobra entre los 800 y mil dólares. En el caso de entregas
más lejanas son aproximadamente entre mil y 2 mil dólares más (precios del 2007). Al
Norte de los Estados Unidos, se puede incrementar hasta los 4 mil dólares de forma
segura. Recuerde entregar siempre el dinero hasta que se verifique la entrega del migrante
para evitar ser estafado.

Formas de Operación

La red de coyotaje funciona dependiendo del servicio que se ofrece. Si el viaje se realiza
del lugar de origen al destino directamente, el pollero utiliza los canales locales para
enganchar al pollo.
Si el migrante contrata los servicios en los puntos fronterizos, los tramos se dividen o se
realizan completos, dependiendo del medio de transporte. Muchas veces el coyote se ve
involucrado desde el enganche, hasta la protección, extorsión y el tráfico de armas y
drogas. Los sistemas de explotación continuos delimitan las operaciones y la repartición
de territorios con los competidores y las autoridades involucradas. El centroamericano, a
diferencia del mexicano, utiliza generalmente las fronteras que son frecuentemente más
utilizadas para el tráfico de drogas y de armas.

Las diferentes policías involucradas, los elementos de seguridad privada ferroviaria, así
como maquinistas y garroteros, alargan las cadenas de corrupción y funcionamiento de
éste intrincado fenómeno de Centroamérica a Estados Unidos.

Ellos conocen perfectamente los temores y debilidades de los migrantes, y saben como
engancharlos. Por ejemplo, se instalan cerca de las casas del migrante y comienzan a
ofrecer “sus servicios”. Si logran amarrar a alguien entonces comienzan a movilizar sus
contactos para transportar a los clientes hasta donde se haya acordado el servicio.

Existen muchos modos de paso, incluso hay coyotes que llevan a sus grupos por el tren
apropiándose de una góndola del tren, y saben que mordidas dar a pandilleros, policías,
saben como librar los obstáculos y en que puntos dormir y comer. También reciben
“pitazos” de sus contactos para esperar o seguir adelante. Se puede decir que difícilmente
un migrante pasará por territorio mexicano sin ser detectado sabiendo en donde buscar.
Los coyotes son capaces de localizar en cuestión de días o de minutos a alguien que esta
o haya pasado por la ruta.

Los coyotes generalmente son hombres jóvenes, que se caracterizan por hablar mucho y
estar mareando a la gente que les escucha con todas sus aventuras de cruce. Incluso
burlan a periodistas, activistas de derechos humanos y hasta policías con sus historias. Se
habla de que recientemente hay coyotes muy jóvenes de 14 ó 15 años, quienes han sido
vistos misteriosamente una y otra vez haciendo la ruta del migrante. Una gran mayoría
fue reclutado cuando era migrante, algunos otros mientras trabajaron en el servicio de
transporte terrestre y otros cuantos continúan el oficio de la tradición familiar. Grandes
familias han sido involucradas en este servicio, desde los más jóvenes a los más
experimentados, las mujeres en su mayoría se ocupan básicamente de la atención del
cliente.

También es común que el migrante pase por Centroamérica solo, y que haga su contacto
con el coyote antes de entrar en territorio mexicano. Y es que en un solo día de viaje el
migrante llega desde su comunidad en Honduras o El Salvador, hasta la frontera con
México. Hoy día desde que sale de su hogar, en su propio país, tiene que dar mordidas a
los policías y agentes migratorios, que ya saben bien localizar a quienes inician el viaje, y
por lo tanto traen dinero consigo.
El cruce con la frontera en México es sumamente sencillo, ya sea por el mismo paso
migratorio, que en algunos casos es una puerta entreabierta, o por puntos cercanos vía
lancha. Cuando uno contrata una lancha para el cruce, solo debe especificar por que
“puerta” quiere entrar.

Debido a las nuevas condiciones imperantes, como ya se mencionó, los precios siguen
subiendo, las condiciones de viaje empeoran puesto que los migrantes están contratando
coyotes desde la frontera sur; y si algún aventurado pretende pasar solo, a la primera o
segunda deportación opta por los servicios del coyote o continua insistiendo. En base a
diferentes entrevistas, se calcula en este estudio que los servicios de coyotaje han
incrementado en los últimos diez años más de un 200%.

La voluntad del migrante es muy fuerte, en la frontera sur un periodista entrevistaba a una
mujer que fue detenida con toda su familia, caminando hacia Tenosique. Con 40 grados
de calor y una humedad terrible, a unos pocos kilómetros de la frontera con Guatemala, al
cuestionarla sobre como pensaba pasar si no había tren, la mujer declaró que ella
caminaría todo México con su familia si era necesario. Alrededor de cuatro mil
kilómetros.

Formas de Enganche

Cerca de las casas de migrante, las vías del tren, casas de seguridad y de servicios para el
coyote, algunos moteles y bares puede servir como lugar de encuentro para enganchar un
pollo. Las recomendaciones familiares o de vecinos en zonas migrantes son generalmente
la mejor carta.

Generalmente, los coyotes asechan lugares masivos de migración para realizar la oferta
de servicio contrario al que trabaja cerca de la localidad. Tienen a varias personas que
fungen como conecte al coyote. Con la evolución de las técnicas de trabajo y protección,
los coyotes han preferido contratar muchas veces a sus enganches como chicas de linda
apariencia o menores de edad que no llegaron a sus destinos. Entre los grupos de
migrante, se puede identificar a un coyote, generalmente, porque se diferencia del grupo
por su limpieza, su locuacidad, su conocimiento del terreno o su evasión y observancia
del grupo en algunas circunstancias.

Muchas veces, por las facilidades de desaparecer impunemente, los migrantes son
enganchados por grupos que trafican y al mismo tiempo secuestran migrantes. Para estas
circunstancias las casas de seguridad puede tener diversas funciones, desde almacenaje de
drogas, armas, personas, hasta de secuestros colectivos – el padre Solalinde del albergue
Hermanos en el camino de Dios, en Cd. Ixtepec fue secuestrado y encarcelado con un
grupo de 12 migrantes guatemaltecos en los denominados Secuestros Express, donde se
obtiene un teléfono de un familiar ya sea en los Estados Unidos o en su país de origen
para extorsionarlos y que realicen depósitos para su liberación. Recientemente la
Comisión Nacional de Derechos Humanos hizo una nueva recomendación para el caso
del padre Solalinde.

Nuevas técnicas, como los niños y mujeres jóvenes y lindas que sirven como contacto de
enganche. Muchos trabajan por comisión, recibiendo ganancias por cliente contactado.
En Estados Unidos, concretamente en Arizona, la denominada ley anticoyote, permite
procesar no sólo al que presta el servicio, sino a aquel que lo contrata por igual. Al
momento se llevan a más de 600 indocumentados procesados bajo este cargo en
Maricopa, Estados Unidos. Por lo que varias personas locales al prestar algún servicio al
inmigrante puede ser juzgado bajo esta ley. Aprobada el 14 de marzo de 2005 y en vigor,
la ley pretende sancionar con cárcel a quienes transporten a personas que no tienen una
legal estancia en Estados Unidos.

Por lancha, los caminos varían. En la frontera del suroeste hay tramos que varían entre
los 60 quetzales para el paso y 2,500 quetzales evadiendo los controles y adentrándose
por diferentes zonas, como la Palma y Paso de Caballo. El paisaje parecería turístico sino
fuera por el tráfico que reina en la zona.

Formas de Pago y Costos por Servicio de Coyotaje

Para los centroamericanos, como lo fue en su época para los mexicanos, la red de
Western Union (más de seis mil establecimientos de cobro en México) se ha convertido
en la aliada al realizar retiros de menos de cien dólares para ir sufragando el costo de su
viaje sin arriesgar grandes cantidades de dinero al ser asaltados.

Como ya se ha mencionado a lo largo de esta investigación los precios oscilan entre los 3
mil y 4 mil dólares por cruzar el territorio mexicano; si se quiere cruzar sólo la frontera
con Estados Unidos, se encuentran precios entre los 1, 500 y 2 mil dólares. Hay servicios
mucho más personalizados desde Centroamérica hasta la puerta de la casa del familiar, y
se habla de entre 7 mil y 10 mil dólares; este tipo de viajes es mucho más seguro, y se
utiliza mucho para pasar a los hijos de las mujeres que ya están en Estados Unidos. Se
puede también contratar un coyote por tramos, los precios dependerán del tramo,
distancia y riesgo.

Cuando un migrante con pocos recursos se decide a hacer el viaje debe de contar con
ahorros o un patrocinador, por que seguramente requerirá de una cantidad considerable
para hacer el viaje. Aunque para un viajero con papeles cruzar México sería
relativamente barato, por decir, en autobús serían 3 días, con un costo de 200 a 300
dólares, incluyendo la alimentación, el precio por cruzar ilegalmente es irracionalmente
mayor. Más si se considera que a veces se paga con un brazo, una pierna, una violación o
incluso con la propia vida al no contar con esta inversión.

Básicamente, dentro de las formas de pago se han identificado dos aproximaciones de


pago: por tramos y por distancias básicamente. Algunas formas de pago se realizan a
través de la coerción y la amenaza, así como firmas violentas de secuestros.
Cabe destacar que rara vez se ha tenido noticia de que, a pesar de su gran necesidad,
migrantes centroamericanos sean detectados robando. Generalmente, cuando se quedan
sin dinero, van buscando trabajo y ofrecen su mano de obra a cambio de alimentos o unos
pocos pesos. No roban, por que no son delincuentes y por que no quieren buscarse
problemas con la ley mexicana, ellos solo están de paso, comentan.

Debido a los numerosos retenes y a la dificultad de los caminos, el uso de un coyote se ha


vuelto indispensable para sobrevivir las montañas, desiertos, por los que son orillados a
cruzar. Estos procesos han conllevado una progresiva criminalización de la migración y,
consecuentemente, deshumanización.

La tendencia de las autoridades oficiales ante estos flujos masivos, es justificar el cierre
de las fronteras, las políticas de mano dura y anti pandillas, así como la implementación
de operativos de contención y de seguridad de la migración. Entre los muchos
cuestionamientos al respecto, cabría reflexionar sobre las relaciones entre mareros y
coyotes, ya que claramente guardan nexos comunes y utilización de rutas similares. Los
coyotes gozan de una inmunidad ante los ataques de los pandilleros, siendo que cruzan
una y otra vez por los mismos caminos y su presa es la misma. De lo poco que se ha
detectado en este sentido, es que los coyotes hacen que el migrante pague su “cuota” al
marero al utilizar los trenes o a los garroteros que custodian el tren. Para los estudiosos
todavía es ambigua la relación que existe entre estos grupos.

Si viésemos en retrospectiva al servicio de coyotaje que se proporciona en la región de


Centroamérica, sin duda ha habido una involución al adaptarse análogamente a ambas
fronteras. El muro fronterizo de concreto, el desierto y las corrientes del Río Bravo, hoy
asemejan asombrosamente al monumental tren de carga, las lanchas, montes y pantanos
que el centroamericano tiene que atravesar.

Adiestramiento al migrante

Una de las principales habilidades que tiene que desarrollar el transmigrante para lograr
con éxito su viaje por México es el camuflaje cultural. Debido a las semejanzas culturales
y de corrupción entre Centroamérica y México, resulta relativamente sencillo detectar a
un inmigrante. Los orígenes étnicos y culturales de la región son comunes, es por ello que
se han encontrado casos de mexicanos deportados por no saber alguna estrofa del Himno
Nacional o por desconocer el nombre de algún “héroe” nacional, o el nombre de la esposa
del presidente (algunos siguen respondiendo que Martha Asegún, cuando es Según).
Resulta complicado detectarles por su físico, sin embargo por sus vestimentas y forma de
caminar en grupo se delata la presencia. En teoría, los agentes del INM se encuentran
capacitados para hacer un serie de preguntas clave para detectarlos, asegurarlos y
deportarlos de una forma no discrecional y claramente discriminatoria.
Por ejemplo, una de las primeras preguntas sería ¿cuánto pesas? Aunque suene extraño,
pero se debe a que en Honduras miden el peso en libras y en México en kilos. O
preguntan por su lugar de origen, y obligan al entrevistado a decir nombres pueblos,
localidades, señas cercanas y demás detalles para comprobar su nacionalidad. La palabra
pisto delata inmediatamente. Muchas de las pandillas y coyotes mexicanizan su lenguaje
con la jerga del país, el guey, el pinche, el chinga madre.

Evidentemente la forma de hablar es una de las características que delatan al migrante, el


uso del vos no es común entre los mexicanos. Por otro lado, preguntas de cultura general,
como nombres de comida típica de alguna región, bailes o bebidas nacionales, equipos de
fútbol de cierta ciudad, o incluso artistas o telenovelas pueden ser las que definan la
estancia o deportación del interrogado en cuestión.

Es así que los migrantes aprenden características, historia y cultura de México, así como
también modismos y formas del lenguaje comunes. Y siempre procuran ir vestidos
portando cachuchas o camisetas con la bandera mexicana o nombres de lugares típicos
como Acapulco.

De la misma forma que obtienen la información para camuflajearse, el migrante obtiene


información para su paso. Siempre deben hacerlo en grupos, nunca solo. Y es así que se
detienen a platicar con otros, preguntan, sobretodo en las casas del migrante se van
informando con otros que tienen mayor experiencia o que igualmente “les han contado.”
Generaciones de trasnmigrantes cruzando por México ya han desarrollado y transmitido
una guía oral del cruce por el país.

Cuando se habla con un migrante que ya ha pasado los primeros estados de México, el ya
sabe todo sobre el tren. Sabe para donde va el tren, que tipo de vagones tomar, cuantas
veces silba y porque, cuando van lejos y cuando van cerca; sabe donde deberá bajarse y
que vías deberá seguir, cual ruta lo lleva a donde. Su conocimiento de la geografía
nacional es indispensable para lograr sobrevivir. Igualmente importante es el conocer las
condiciones climáticas, ya que sus rutas atraviesan lugares de clima sumamente
inhóspito.

Aunque algunas veces utilizan el transporte colectivo, solo los más aventureros toman los
autobuses, generalmente lo evitan por costoso y riesgoso, algunos tramos los prefieren
caminar. Tanto en el sur como en el norte del país algunos retenes son fijos y todos los
autobuses de pasajeros son sometidos a revisiones de identidad. Los migrantes hacen
todo lo posible por pasar desapercibidos por este país, es por ello que hasta hace pocos
años se desconocía casi por completo su paso por el país. Cabe resaltar que en algunas
ciudades se sigue ignorando por completo su paso, por ejemplo, en el caso de
Guadalajara el tren a traviesa por el “corazón de la ciudad” cargado de migrantes y la
mayoría de la población se sorprende al saber que hay centroamericanos que atraviesan
por la ciudad. Es por ello que la vulnerabilidad aumenta, y las vejaciones también, por
que nadie esta informado.

Sorprende que, siendo México un país de migrantes, los trasnmigrantes sufran tanto en su
cruce por el territorio nacional. Sin embargo, las autoridades poco han hecho para detener
las injusticias y mucho menos el paso de migrantes. Como ya se ha mencionado, el
negocio es lucrativo y las redes de corrupción existentes le dan a ganar una tajada del
pastel a muchas manos. El año pasado se detuvo a un delegado de migración en un estado
del norte, al comprobarle su participación activa en las redes de coyotaje. La mayoría de
los abusos en contra de los migrantes provenían por parte de las autoridades.

Para sobrevivir en situaciones adversas el migrante crea una cultura de sobrevivencia que
se transmiten colectivamente entre ellos, tales como la caza de las iguanas en el monte,
la precaución de mandar a alguien que examine el camino antes –una de las técnicas es
que al ver los operativos los migrantes tiran una piedra para indicar si el paso esta libre o
no. Los tramos se realizan por la madrugada, cuando el sol no es tan fuerte y hay menos
asaltantes en el camino.

Derechos Humanos

A pesar de que el fenómeno de los transmigrantes se ha hecho más visible en los últimos
años, la situación para los chapines, catrachos, batos y guanacos –como se hacen llamar
entre ellos- lejos de mejorar la situación, se ha empeorado gravemente. Lo fundamentan
los pobladores asentados al lado de las vías del tren, las organizaciones de Derechos
Humanos, las Casas de Migrantes, organizaciones internacionales y hasta los propios
migrantes.

Cabe destacar el informe elaborado por Amnistía Internacional “Vivir en la Sombras”, en


el cual establecen su preocupación por la situación actual de los Derechos Humanos de
los migrantes, y en consecuencia inician una campaña para trabajar el tema. Así mismo el
Relator Especial de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de los Migrantes en
México, Jorge Bustamante, señala que la situación de vulnerabilidad de los (y sobretodo
las) migrantes es preocupante desde el sexenio de Fox. Recientemente la Comisión
Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el Ombusman Dr. José Luis Soberanes y el
Quinto Visitador Mauricio Faraht, señalaron que desde su sexenio, se sucedió uno de los
mayores éxodos migratorios y violatorios de los Derechos Humanos, quienes emitieron
posteriormente varias recomendaciones.

La organización Sin Fronteras, en un comunicado durante la conmemoración del Día


Internacional del Migrante, el 13 de diciembre del año pasado, declaró que México
guarda un doble discurso en materia de Derechos Humanos, ya que exige derechos para
los migrantes mexicanos y no se esta dispuesto a respetar el derecho de los que vienen,
así como la falta de concordancia legislativa con respecto a los tratados internacionales
rectificados.

Entre los casos más sonados por su magnitud trágica recientemente, han sido la muerte de
26 migrantes centroamericanos quienes viajaban en balsa en las costas de Oaxaca, en un
caso minimizado en su contexto dentro de la historia de las migraciones. Fenómenos
migratorios que sólo se presentaban hasta hace unos años en las islas caribeñas y en
África, se hacen visibles en las costas de México: los pateros, o lancheros en su
adaptación mexicanizada. Todo esto, sin contar los accidentes diarios que suceden en las
vías del tren y las electrificaciones ocasionales que a veces se sufren arriba de La Bestia,
como lo llamaba López Dóriga cuando se hizo visible el fenómeno ante los medios de
comunicación.

Sensacionalista sería de igual forma mencionar los casos de los múltiples trailers que
transportan a más de cien o ciento cincuenta centroamericanos en los dobles fondos por
carga, que tienen un costo de 800 dólares aproximados por persona, con los riesgos de
morir asfixiados. Pero no lo es.

Las negligencias que muchas veces cometen algunos polleros o coyotes con los grandes
grupos y la gente que se queda en la frontera, es materia de múltiples quejas en Derechos
Humanos desde hace años por parte de organizaciones no gubernamentales. El 2007 e
inicios del 2008 han habido protestas poco apercibidas sobre la tardía publicación del
número de decesos en la frontera por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores
(SRE).

Recientemente un informe distribuido por autoridades migratorias de Veracruz acerca de


las nuevas propuestas para las Casas de Migrante, apunta hacia un nuevo enfoque
criminalista hacia la ayuda que se brinda de forma humanitaria. La ayuda que se recibe
desde hace más de veinte o treinta años, que se que presta en las Casas de Migrante,
Albergues y de personas que de forma espontánea brindan humanidad al lado de las vías
del tren a los trampas como se les llamaba hace algunos años o moscas como les dicen
hoy los maquinistas.

El caso reciente de Doña Concha, una mujer de 48 años que regalaba desde hace más de
30 años un taco al migrante, quien fue condenada a seis años de prisión, a pesar de que no
había pruebas contra ella. Dos años y medio de sentencia por un delito que no cometió.
Yo no creo que regalar un taco sea pecado, sino las enseñanzas de Dios, me confía ella
posteriormente. Y no perdía la fe, en que yo no me quedaría allí, continúa. Esta fue su
primera Navidad fuera de prisión.

El caso afortunadamente fue defendido por el abogado Santiago Aguirre del Centro
Miguel Agustín pro Juárez de Derechos Humanos, un joven sobre quien al principio se
desataba controversia en la familia de Doña Concha, debido a su joven edad. Santiago
comenta al respecto, sobre la vulnerabilidad a la que están expuestas las personas que
defienden los derechos humanos con respecto a los procesos de justicia.

Con las recientes propuestas de modificaciones al reglamento de las Estaciones


Migratorias del país, el panorama migratorio dista de mejorar en los próximos años. Las
estadísticas lo siguen confirmando: en menos de diez años se han incrementado de 38 a
48 Estaciones Migratorias. A pesar de incrementarse el presupuesto a las mejoras en
infraestructura de aquellos con mayor capacidad, en las estaciones siguen encontrándose
hacinados los migrantes y sin los servicios básicos, en todo el país. Muchos migrantes
han declarado que esta práctica funciona también como forma de escarmiento y disuasión
en su próxima visita, prolongando de esta forma su estadía.

Las intenciones del nuevo reglamento indican que el migrante tendrá el mismo
procedimiento que en Estados Unidos sobre fichaje de huellas digitales y de fotos, así
como la posibilidad de ser sometido a averiguaciones sobre antecedentes penales. Se
podrán interponer sanciones físicas al migrante. El tiempo máximo que puede ser
detenido puede llegar hasta los tres meses en México y en Estados Unidos hasta los seis
meses con las nuevas modificaciones. Las organizaciones de Derechos Humanos, así
como la prensa o el resto de los interesados, son obligados a solicitar permisos especiales
y de ser avalados por su organización con el argumento de evitar la introducción de
abogados fraudulentos o de coyotes.

Consecuentemente se explican los amotinamientos que se han dado en Estaciones


Migratorias, entre ellas la de 75 cubanos, 53 mujeres y 6 niños, algunos con más de seis
meses de detención, sin contabilizar las de Tenosique por agosto del año pasado y
nuevamente en Tapachula durante los primeros días del 2008.

Más cifras.

Durante el año 2000 fallecieron 370 personas en su intento por cruzar al otro lado. En el
2005 la cifra se disparó a los 460 inmigrantes, según datos de la Patrulla Fronteriza de
Estados Unidos por el lado mexicano se contabilizaron 516. En el 2006 se llegaron a 485
y para el 2007 la Coalición Pro Defensa del Migrante calcula más de 500 muertes,
aunque la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) declaró unos meses antes del 2008,
437 muertes. La misma coalición calcula que han acaecido más de 4 mil 500 muertes
desde la puesta en marcha de la Operación Guardián, lo que representaría más de una
muerte al día en los últimos trece años en la Frontera Norte.

Un reportaje de Alejandro Suverza sobre los gastos por la repatriación en algunas


regiones de Estados Unidos, como la ciudad de Nueva York, ha dejado ganancias de 7.5
millones de dólares en los últimos 10 años. En promedio, el costo es de 3 mil dólares por
cuerpo trasladado, pero los costos se pueden elevar hasta 8 mil.

Según los datos extraoficiales que fueron mencionados, durante el 2006, los consulados
repatriaron 10 mil 622 cadáveres, aunque la Dirección General de Protección y Asuntos
Consulares de la Cancillería mexicana aseguró que sólo fueron 5 mil 892. Las
repatriaciones de cadáveres revelan, que el alcoholismo ha sido en los últimos años, la
segunda causa de muerte en el retorno del migrante. El miedo a acudir por asistencia
médica los orilla a no atenderse en aquel país.
Mientras las autoridades e intelectuales sigan declarando el fenómeno de la migración
como inevitable y económicamente conveniente, denominándolos “hijos de la
migración”, “héroes anónimos”, “protagonistas del siglo XXI” o con otros eufemismos,
será complejo regresar al arquetipo de las migraciones que proyectaba un
enriquecimiento cultural, además del económico. Como bien lo menciona el historiador
Alfredo López Austin, experto en temas mesoamericanos: “En los primeros tiempos los
emigrantes no tuvieron nombre, mejor dicho, tuvieron varios pero no eran propios, ya que
pertenecían a la geografía del mito, que sería su respuesta a la del hogar abandonado”.

Bajo el actual paradigma de las migraciones, el de las cifras y de sus mitos, parece que en
los próximos años la batalla de una Elvira Arellano o de un Saúl, se tendrá que librar en
esa posible Guerra contra los Inmigrantes, en un país que fue formado por migrantes y no
en el hogar abandonado, que sufre adicciones crónicas a las remesas y al petróleo, según
la calificación de Standard and Poor’s- firma americana especializada en riesgos de
deudas públicas.

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