15.
Oración para la comunión espiritual
Jesús mío, yo creo que Tú estás presente en el
Santísimo Sacramento. Te amo sobre todas las
cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que no
puedo recibirte sacramentalmente, ven por lo
menos espiritualmente a mi corazón. Me uno
enteramente a ti, no permitas que nunca me
separe de ti. Amén.
16. Canto de comunión
/Fiesta del banquete, mesa del Señor. Pan de
Eucaristía, sangre de Redención./
Este pan que nos das por manjar, es el pan de
unidad y fraternidad.
Hacia Ti vamos hoy a tu altar. Tú nos das la ilusión
en nuestro caminar.
17. Momento de silencio
18. Oración después de la comunión (MR, p.
848)
Oh, Dios, a quien adoramos, admirable y único
Santo entre todos tus santos, imploramos tu
gracia para que, realizando nuestra santificación
en la plenitud de tu amor, podamos pasar de esta
mesa de la Iglesia peregrina, al banquete de la
patria celestial. Por Jesucristo, nuestro Señor.
19 Avisos pastorales
20. Bendición
21. Canto final (Rit. 350)
Hoy te quiero cantar, hoy te quiero rezar, Madre
mía del cielo. Si en mi alma hay dolor busco apoyo
en tu amor y hallo en ti mi consuelo.
Hoy te quiero cantar, hoy te quiero rezar; mi
plegaria es canción; /Yo te quiero ofrecer lo más
bello y mejor qué hay en mi corazón/
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VIDRIO DE ALTO DESEMPEÑO
Agenda Litúrgica
XXXIT.O.; Ciclo A; Lecc. II; LH: III Sem.
02 Lunes Jn 12, 23-28 Fieles difuntos
03 Martes Lc 14,15-24 S. Martín
04 Miérc Lc 14,25-33 S. Carlos
05 Jueves Lc 15,1-10 S. Isabel
06 Viernes Lc 16,1-8 S. Leonardo
07 Sábado Lc 16,9-15 S.Vilibrordo
Diócesis de Ambato 1 de Noviembre de 2020 Solemnidad de todos los Santos
Editorial Pío XII - Ciclo A - Nº 2707 - Año 53 - editorialpio12@ yahoo.es - Ambato - Ecuador
Sean santos, porque yo soy santo
1. Monición
H
ermanos: nos reunimos este domingo como
una sola familia para celebrar la Solemnidad
de Todos los Santos. La Iglesia, todavía
peregrina en la tierra, celebra la memoria de los
que han triunfado y alegran los cielos. Recogemos
su testimonio con la esperanza de recibir un día la
corona de la vida eterna. Unidos a todos los santos,
comenzamos con gozo esta celebración, de pie y
cantando.
2. Canto de entrada
Alabado seas, mi Señor, alabado seas, mi Señor: el
sol y las estrellas proclaman tu grandeza, /las flores
y la luna nos cantan tu poder./
Alabado seas, mi Señor, alabado seas, mi Señor: 4. Monición
cantando, el universo te ofrece su hermosura, /pues
toda criatura es cántico de amor./ Los textos que nos disponemos a escuchar
nos presentarán una visión y un concepto
3. Oración colecta (MR, p. 847) extremadamente sorprendentes acerca de
la santidad. Sin embargo, ¿cómo comprender
Dios todopoderoso y eterno, que nos concedes las bienaventuranzas sin el riesgo de caer
venerar los méritos de todos los santos en una en simples lecturas ideológicas? El proyecto
misma celebración, te rogamos, por las súplicas de de santidad es una obra del Espíritu con
tan numerosos intercesores, que en tu generosidad un dinamismo permanente que exige de
nos concedas la abundancia deseada de tu nuestra parte una renovación constante a la
misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, luz de la Palabra. Escuchemos con atención.
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos. 5. Del libro del Apocalipsis (7,2-4.9-14;
Lecc. II, p. 1132)
Yo, Juan, vi a un ángel que venía del oriente.
Traía consigo el sello del Dios vivo y gritaba
con voz poderosa a los cuatro ángeles
encargados de hacer daño a la tierra y al mar. Les
dijo: “¡No hagan daño a la tierra, ni al mar, ni a
los árboles, hasta que terminemos de marcar con
el sello la frente de los servidores de nuestro
Dios!” Y pude oír el número de los que habían
sido marcados: eran ciento cuarenta y cuatro mil,
procedentes de todas las tribus de Israel. Vi luego
una muchedumbre tan grande, que nadie podía
contarla. Eran individuos de todas las naciones
y razas, de todos los pueblos y lenguas. Todos
estaban de pie, delante del trono y del Cordero;
iban vestidos con una túnica blanca; llevaban
palmas en las manos y exclamaban con voz
poderosa: “La salvación viene de nuestro Dios, que
está sentado en el trono, y del Cordero”. Y todos
los ángeles que estaban alrededor del trono, de los
ancianos y de los cuatro seres vivientes, cayeron
rostro en tierra delante del trono y adoraron a
Dios, diciendo: “Amén. La alabanza, la gloria, la
sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder
y la fuerza, se le deben para siempre a nuestro
Dios”. Entonces uno de los ancianos me preguntó:
“¿Quiénes son y de dónde han venido los que
llevan la túnica blanca?” Yo le respondí: “Señor mío,
tú eres quien lo sabe”. Entonces él me dijo: “Son
los que han pasado por la gran persecución y han
lavado y blanqueado su túnica con la sangre del
Cordero”. Palabra de Dios.
6. Salmo responsorial (Del salmo 23)
R. Esta es la clase de hombres que te buscan, 9. Del santo Evangelio según san Mateo (5,1-
Señor. 12; Lecc. II, p. 1134)
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, / el orbe
todo y los que en él habitan, / pues él lo edificó
sobre los mares / él fue quien lo asentó sobre los
ríos. R./
Homilía
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? / ¿Quién
podrá entrar en su recinto santo? / El de corazón
limpio y manos puras / y que no jura en falso. R./
Ese obtendrá la bendición de Dios, / y Dios,
su salvador, le hará justicia. / Esta es la clase de
hombres que te buscan / y vienen ante ti, Dios de
Jacob. R./
7. De la primera carta del apóstol san Juan
(3,1-3; Lecc. II, p. 1133).
Q ueridos hijos: Miren cuánto amor nos ha
tenido el Padre, pues no solo nos llamamos
hijos de Dios, sino que lo somos. Si el
mundo no nos reconoce, es porque tampoco lo
ha reconocido a él. Hermanos míos, ahora somos
hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado
cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando él
se manifieste, vamos a ser semejantes a él, porque
lo veremos tal cual es.Todo el que tenga puesta en
Dios esta esperanza, se purifica a sí mismo para
ser tan puro como él. Palabra de Dios.
8. Aclamación (Mt 11,28)
R. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí todos los que están fatigados y
agobiados por la carga, y yo les daré alivio, dice
el Señor.
R. Aleluya.
En aquel tiempo, cuando Jesús vio a la
muchedumbre, subió al monte y se sentó.
Entonces se le acercaron sus
discípulos. Enseguida comenzó
a enseñarles, hablándoles así: “Dichosos los pobres de
espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos
los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los
sufridos, porque heredarán la tierra. Dichosos los que
tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque obtendrán
misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque
verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque
se les llamará hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por
causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los
cielos. Dichosos serán ustedes, cuando los injurien, los
persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía.
Alégrense y salten de contento, porque su premio será
grande en los cielos”. Palabra del Señor.
10. Credo (MR, 393)
11. Oración universal
Dirijamos al Padre nuestra oración ferviente hallemos sabiduría y humildad para
en comunión con todos los santos que nos anunciarlo con el testimonio de vida.
han precedido en el camino de la fe y gozan Roguemos al Señor.
de la presencia de Dios.
Escucha, Señor, la oración de
Todos: Por intercesión de los santos, escúchanos, tu Iglesia y, por tu gran bondad,
Señor. concédenos cuanto te pedimos. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
- Por la Iglesia universal, para que conduzca a todos los
hijos que le han sido confiados en el bautismo, y los sume
12. Canto de ofrendas
al número de los elegidos que han blanqueado sus ropas
en la sangre del Cordero. Roguemos al Señor. No solo el vino y el pan, te venimos a
ofrecer queremos darte algo más: te
- Por los que has llamado de una manera particular a entregamos nuestro ser.
consagrarse en el servicio del Reino de Dios para que
sean ejemplo de santidad para sus hermanos. Roguemos Como lo hizo María, que tu mensaje
al Señor. escuchó y dijo un sí generoso, al
aceptar su misión.
- Por los que viven el duelo de las pérdidas que ha
dejado la pandemia, para que a la luz del Evangelio se 13. Oración sobre las ofrendas
sientan bienaventurados y ofrezcan su sufrimiento por la (MR, p. 847)
redención del mundo. Roguemos al Señor. Que te agraden, Señor, los dones que
- Por todos los que trabajan por solucionar los conflictos te ofrecemos en honor de todos

“
en las naciones y se esfuerzan por tener un trato armónico los santos; y concede a quienes
Cuando escrutamos ante Dios los caminos de la vida, no hay espacios que con la naturaleza para que produzcan frutos para que los creemos que ellos ya gozan seguros
queden excluidos. En todos los aspectos de la existencia podemos seguir creciendo y en- animen a seguir con su labor. Roguemos al Señor. de su inmortalidad, experimentarlos
tregarle algo más a Dios, aun en aquellos donde experimentamos las dificultades más fuer- solícitos por nuestra salvación. Por
tes. Pero hace falta pedirle al Espíritu Santo que nos libere y que expulse ese miedo que - Por todos nosotros,para que vivamos las bienaventuranzas Jesucristo, nuestro Señor.
nos lleva a vedarle su entrada en algunos aspectos de la propia vida (Gaudete et exsultate, 175) y no nos avergoncemos del nombre de Cristo, que en él
14. Prefacio propio (MR, p. 847)