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Un ensayo sobre la

depravación total
Nuevo neoliberalismo académico
y capitalismo ‘por posesión’

“Si en el nombre del orden se nos quiere seguir


burlando y embruteciendo, proclamamos bien
en alto el sagrado derecho a la insurrección…
Los dolores que quedan son las
libertades que faltan”
Manifiesto de Córdoba sobre la
JoSé FranciSco
Reforma Universitaria (1918)
Puello -SocarráS

Politólogo
Magíster en Del capitalismo universitario al
Administración Pública neoliberalismo académico
Estudiante del Doctorado

L
en Ciencia Política as tendencias a la mercantilización del trabajo
Universidad Nacional
inmaterial (intelectual), el conocimiento científico
de San Martín
UNSAM - Argentina (natural, social y humano) y la educación en
general, fueron anticipadas desde finales del siglo XIX
por Marx y Engels en varios de sus escritos.
En los albores del siglo XX esta realidad quedó
confirmada por el capitalismo universitario de Estado,
término acuñado por el sociólogo alemán Max Weber
para describir la manera en que las lógicas capitalistas, el
lucro y la acumulación incesante del capital impregnaban
toda la organización universitaria.

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La escultura “Caídos en la Guerra del Gas” es un homenaje a
los héroes y mártires desaparecidos en la “Guerra del Gas”,
suscitada en la “Jornadas Sangrientas de Octubre de 2003”.
Imagen tomada de: http://elaltonoticias.blogspot.com

Por la misma época, un economista usamericano, Thorstein Veblen, en una


de sus obras, The Higher Learning. A memorandum on the conduct of Universities
by Business, analizaba la experiencia en la educación superior de los Estados
Unidos, pronosticando con asombrosa exactitud los avatares en el desarrollo
de un modelo universitario germinante y que resultaría tan novedoso como
extravagante para el naciente siglo.
Se trataba de un esquema que corrompía –al decir de Veblen- los propósitos
humanistas que venían siendo enarbolados en los siglos anteriores desde los
claustros universitarios, escenario arquitectónico y por antonomasia del saber
en la modernidad.
Veblen observaba que la evolución del modelo (us)americano -en ese
momento apenas en gestación- y la progresiva injerencia del sector privado
en los planes de la educación superior, consumaría la subordinación de la
universidad a los intereses de los grandes negocios empresariales. Con ello, se
anticipaba el fin de las realidades modernas de la universidad, el conocimiento
científico y la esperanza de que el Gran Relato acerca del avance en los saberes
y las técnicas emanciparan la humanidad. Era el camino de vuelta hacia la
barbarie. De hecho, el subtítulo que inauguralmente Veblen había reservado
para The higher learning era: “Un ensayo sobre la depravación total”.
Hacia finales del siglo pasado y en sintonía con el “profético” Veblen, el
modelo usamericano se convirtió en el paradigma de la organización universitaria
global. Esta plantilla impuesta por las mal llamadas organizaciones multilaterales
(en realidad, animan el unilateralismo de Washington), como el Banco Mundial,

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Marcha indígena en Cochabamba
Imagen tomada de: http://america-profunda.blogspot.com/2010/09/estado-plurinacional.html

terminó servilmente adoptada por las clases dirigentes nacionales en varios


países durante la avanzada de la hegemonía neoliberal.
Un estudio de otros dos usamericanos, Sheila Slaughter y Larry Leslie
-Capitalismo académico. Política, políticas y la universidad empresarial- corroboraba
en 1997 las tempranas sospechas de Marx a Veblen. Los autores mostraban cómo
– entre las décadas de los 70 y 90-, la universidad abandonaba definitivamente
su carácter público y se convertía en una empresa sin ningún tipo de cortapisas:
“dirigida hacia el mercado”1. El diagnóstico, empero, quedaría incompleto y podía
ser aún más desalentador.
Esta versión del capitalismo académico descontaba la década de los noventa,
período en el cual la ofensiva sobre el sector patrocinada por el capitalismo
salvaje y el neoliberalismo más ortodoxo proyectaba, con el Consenso de
Washington en mano, un balance mucho más aberrante.
El nuevo milenio exigiría confirmar la existencia de un neoliberalismo
académico, en vista de la exacerbación de los rasgos históricamente registrados
en la mercantilización capitalista de la educación superior, patrocinados esta
vez por el salvajismo que encarna el capitalismo de época -el neoliberalismo- en
los fueros de la organización universitaria 2.

¿Nuevo Neoliberalismo Académico?


Ciertas voces hilarantes proponen para los tiempos presentes “el fin del
neoliberalismo”. No obstante, las evidencias teóricas y empíricas más actuales
confirman exactamente lo contrario: la persistencia del neoliberalismo, aunque
en una versión de “nuevo cuño” que se diferenciaría de la anterior ortodoxia
instalada en las décadas de los 80 y 90 solo en algunos aspectos superficiales.
Los principales “cambios” que se vienen produciendo a nivel mundial no
implican la destitución de los principios filosóficos o el debilitamiento de las
convicciones ideológicas y de las prácticas neoliberales en general.

1 Sheila Slaughter y Larry Leslie, Academic capitalism: politics, policies and the entrepreneurial
university, Baltimore, Johns Hopkins, 1997.
2 El documento del Banco Mundial, El financiamiento y administración de la educación superior:
reporte sobre el estatus de las reformas del mundo (1998), proponía que la agenda para la
“reforma educativa”del momento (un eufemismo, porque se trataba de una regresión histórica
de enorme magnitud): “está orientada por el mercado más que por la propiedad pública o por
la planeación y la regulación gubernamentales (…) la dominación, en casi todo el mundo, del
capitalismo de mercado y los principios de la economía neoliberal se encuentran en la base
de la orientación por el mercado de la educación media superior y superior”.

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Hoy sigue vigente -sin modificaciones de fondo- el núcleo El neoliberalismo
duro de la estrategia de acumulación dominante (paradigma de viene adaptándose
desarrollo basado en el mercado), aunque se hayan “actualizado” selectivamente
en coyunturas recientes el perfil de algunas políticas, las formas de en diferentes
actuación institucional (la publicitada “mayor” presencia estatal) o el contextos. Sobre
discurso, lenguaje y categorías que habitualmente fueron utilizadas todo, haciendo eco
por la hegemonía (e.g., la jerga emergente se alimenta de nociones de los complejos
neoliberales como: el emprendedor/ismo; la esfera pública-no- desafíos que
estatal; las asociaciones público-privadas, etc.). le plantea esta
El neoliberalismo viene adaptándose selectivamente en época, signada
diferentes contextos. Sobre todo, haciendo eco de los complejos por crecientes
desafíos que le plantea esta época, signada por crecientes resistencias
resistencias sociales anti-neoliberales (iniciadas tempranamente sociales anti-
en América Latina y continuadas a lo largo de esta década en el neoliberales
Norte de África, el Medio Oriente y la periferia europea) que se (iniciadas
profundizan conforme avanza la cabalgante crisis del sistema. Se tempranamente
despliega, pues, un “replanteamiento” táctico de los programas en América Latina
convencionales de las políticas neoliberales, ya que -como y continuadas a
todo el mundo lo sabe, y así lo reconocen los partidarios del lo largo de esta
neoliberalismo, incluso los más tozudos-, muestran demasiados década en el
límites y se encuentran agotados para efectivizar la explotación Norte de África, el
económica y la dominación política, social y cultural para los Medio Oriente y la
cuales han sido diseñados. periferia europea)
Presenciamos, entonces, la reformulación del programa neoliberal que se profundizan
(de políticas económicas, especialmente) pero no del proyecto conforme avanza
(político y la estrategia de acumulación), cuestiones estrechamente la cabalgante crisis
relacionadas pero de diferente naturaleza, que deben ser tenidas en del sistema.
cuenta a la hora de los análisis y de las praxis3.
Desde luego, en este proceso la educación no es la excepción.
Los planes contrarreformistas que se adelantan en el sector
educativo reproducen con pasmosa claridad los aspectos más
sustantivos del nuevo neoliberalismo académico. América Latina
tampoco resulta ajena a esta coyuntura, como lo han evidenciado

3 Puello-Socarrás, J.F., Nueva Gramática del Neo-liberalismo, 2008. En línea:


www.espaciocritico.com.

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Los planes recientemente los casos más sonados en Chile y Colombia, la
contrarreformistas cual, sin embargo, recorre con diferentes matices toda región.
que se adelantan En Colombia las pretensiones contenidas en la última
en el sector contrarreforma propuesta por Juan Manuel Santos (cuyo
educativo gobierno se ha autoproclamado de Tercera Vía bajo la máxima:
reproducen con “El mercado hasta donde sea posible, el Estado hasta donde sea
pasmosa claridad necesario”) resultan esclarecedoras acerca de la “creatividad”
los aspectos -destructora, por supuesto- de lo que podría avecinarse si se
más sustantivos permite que avancen estos procesos.
del nuevo Si bien existen múltiples controversias sobre el perfil de la
neoliberalismo contrarreforma que ya han sido denunciadas, otros aspectos
académico. claves en relación con las novedades del neoliberalismo
América Latina académico en curso -y que, en ciertas oportunidades, pasan
tampoco resulta inadvertidos quizás debido a su grado de sofisticación- siguen
ajena a esta estando aún poco desarrollados.
coyuntura, como Uno de ellos tiene que ver con la financiación de la educación
lo han evidenciado pública universitaria a través de “inversiones” del sector privado con
recientemente fines de lucro, cuestión que además permitiría que las universidades
los casos más tengan la naturaleza de “sociedades por acciones”, maniobra
sonados en Chile que intenta, entre otras cosas, someter a la educación superior
y Colombia, la a los dictados del libre comercio global y los poderes financieros
cual, sin embargo, trasnacionales. ¿Qué novedades implicaría este asunto?
recorre con Complementando lo teorizado recientemente por David
diferentes matices Harvey respecto a las lógicas de la acumulación capitalista por
toda región. desposesión, el nuevo neoliberalismo actúa paralelamente a
través de una lógica de posesión sin desposesión.
El problema de transferir la propiedad pública a manos
privadas, tal y como sucedía corrientemente en la época de
las privatizaciones, pasa a un segundo plano. Lo importante en
la nueva era es la empresarialización -un tipo de privatización
aunque atípica o implícita- y el gerenciamiento gestionario, en
tanto el propósito es distinto: más allá de conseguir la apropiación
directa de los bienes públicos, se trata de “agenciar” su posesión
(utilizando una metáfora: a la manera de la “posesión” de un
cuerpo por un espíritu; un mismo cuerpo pero dominado por

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“otra” personalidad) como dispositivo para introducir el espíritu empresarial y reproducir
las lógicas de mercado, sin que esto signifique transformar el carácter de la propiedad,
la cual puede seguir siendo “pública” mientras que garantice que la gestión o gerencia
del negocio y sus ganancias sean privatizadas 4.
Un ejemplo de lo anterior viene funcionando extendidamente en diferentes ámbitos
bajo los mecanismos de concesiones y las famosas asociaciones público-privadas en
la pretendida consolidación de una esfera pública no-estatal, que, como su nombre lo
indica, está muy lejos del supuesto y anunciado “regreso del Estado”, por lo menos en
una versión no-neoliberal 5.
En el discurso del nuevo neoliberalismo, estas situaciones son denominadas cuasi-
mercados, fórmula recurrida para capturar aquellos bienes públicos que no han sido
aún incorporados en el ciclo de valorización capitalista o, en su defecto, débilmente
articulados al mercado, y que además revelan diferentes obstáculos (no tanto de índole
económica sino fundamentalmente resistencias de tipo político y social) para funcionar
“plenamente mercantiles” bajo las estrategias tradicionales.
En este aspecto, y a diferencia del pasado, la cuestión no giraría más en torno a
la creación de estructuras de mercado (la obsesiva y acostumbrada “apertura de los
mercados”). Ahora parece indispensablemente mejor enraizar las fuerzas de mercado
para que, incluso en espacios formalmente no-mercantiles, éstos funcionen “a la
manera” del mercado (“como si” efectivamente lo fueran). Es lo que se aspira imponer
para la Educación Superior.
Marx o Weber quizás se sorprenderían del estilo de contrarreforma educativa que
propone hoy el nuevo neoliberalismo, el cual definitivamente exaspera los límites de lo que
hasta el momento parecía innombrable. Veblen, de seguro, profundizaría el tono amargo de
su primer subtítulo pues, en este caso, la depravación no es total sino absoluta, absurda.

4 En los sistemas de concesión, el Estado aportaría la infraestructura física y la financiación básica


garantizando “la demanda”, en tanto el sector privado “administraría” (gestión y gerencia) el negocio y
las ganancias. Otro ejemplo de los esquemas de posesión sin desposesión puede ser relacionado con
los mecanismos de “titulación” que han sido aprobados en la reciente Ley de “Restitución Tierras” del
gobierno de Santos en Colombia.
5 En el caso de la educación primaria y media secundaria colombiana existe vasta evidencia histórica e
institucional sobre la introducción de este tipo de esquemas durante las alcaldías de Antanas Mockus
y Enrique Peñalosa en Bogotá, situación que se tornó más grave aún con la mal llamada “Revolución
Educativa” de Uribe Vélez a nivel nacional. Todas estas experiencias mostraron siniestros resultados,
que, en algunos casos, afortunadamente vienen siendo revertidas. Sólo entre 1999-2001, la Alcaldía
de Enrique Peñaloza entregó 23 establecimientos públicos distritales en concesión. El balance: la
educación pública devenida en negocio, situación a la que se sumaron varios casos de corrupción.

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