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la vacuna
Los papilomavirus comprenden un grupo de virus pequeñ os, no envueltos con genoma de
ADN de doble cadena, los cuales tienen afinidad por el tejido epitelial. Muchos de ellos está n
asociados con infecció n en humanos; producen lesiones en piel (verrugas) y en mucosas
(condilomas), pero también está n asociados con algunos procesos malignos en epitelio,
especialmente con cá ncer cervicouterino y otros tumores de tracto anogenital, así como de
cabeza y cuello.
Estructura
El VPH es un virus de ADN bicatenario pequeñ o (de
50 a 55 nm de diá metro y ~ 8 kb de longitud) que
presenta tropismo hacia las células epiteliales e
infecta la piel y las mucosas. Consiste en una cá pside
icosaédrica compuesta por 72 capsó meros que
tienen formas que se asemejan a estrellas de cinco
puntas, de la proteína má s abundante (L1). Dentro
de la cá pside se ubica el genoma viral, que está
constituido por ADN de doble cadena
covalentemente circularizado. Fig 1
El genoma de los papilomavirus mide entre 6800 y 8400 pares de bases (pb) y se encuentra
asociado con proteínas del hospedero, las histonas H2a, H2b, H3 y H4, en una estructura del
tipo de la cromatina del hospedero.8,10
El genoma ha sido dividido en tres regiones principales: una regió n reguladora no codificante
de aproximadamente 1 kb, la cual se denomina regió n larga de control (LCR, long control
region); una regió n que incluye genes de expresió n temprana, que dan origen a proteínas no
estructurales y una regió n que contiene los genes de expresió n tardía, que dan origen a dos
proteínas estructurales.
La regió n temprana del genoma codifica los genes E1, E2, E4, E5, E6 y E7, que participan en la
replicació n viral, regulació n de la transcripció n y oncogénesis.
Fig 2. Los productos de los genes tempranos E6 y E7 son oncoproteínas que desempeñ an funciones importantes en la
progresió n del cá ncer. La oncoproteína de E6 se une al gen supresor de
tumores p53, donde altera la reparació n del ADN, inhibe la apoptosis y
desestabiliza el cromosoma. La oncoproteína E7 se une a la proteína del
retinoblastoma (Rb), que es un supresor de tumores bien conocido y
promueve la desregulació n del ciclo celular; también interactú a con
varias proteínas celulares distintas de la proteína Rb y participa en la
inhibició n de la apoptosis y la evasió n de las funciones de vigilancia
inmunitaria.
CONCLUSIONES
.El VPH es un virus ADN, de la familia Papilomaviridae, de doble cadena circular, no
encapsulado, de cá pside proteica de simetría icosaédrica, que se reproduce en el nú cleo de
las células epiteliales.
.La infecció n por VPH constituye una enfermedad de transmisió n sexual que afecta, en su
mayoría, a los ó rganos genitales. Está muy relacionado con un comportamiento promiscuo
e inicio temprano de relaciones sexuales, por lo que su educació n debe ser una herramienta
fundamental en su prevenció n.
.Las vacunas son otra importante medida de prevenció n, sin embargo, la detecció n temprana
de lesiones precancerosas del cuello uterino mediante exá menes de detecció n sigue siendo
muy importante para diagnosticar oportunamente y reducir la incidencia y mortalidad de
cá ncer de cuello uterino.
.Coincidimos con la siguiente conclusió n: Aunque los virus de papiloma han sido ampliamente
estudiados por su importancia en relació n con la salud humana, aú n falta investigar
muchos aspectos de la estructura, ciclo replicativo y patogénesis para poder enfrentar los
problemas que causan. No obstante, también hace falta realizar estudios epidemioló gicos
en diferentes poblaciones para definir si existen má s tipos virales asociados con cá ncer y
también para definir la clase de vacunas y los tipos virales que deberá n contener en el
futuro, así como establecer mejores formas de identificació n y clasificació n genética de los
virus y su potencial para causar cá ncer.
Genotipificación viral su importancia para realizar y a
quienes se realiza.
En la actualidad la citología cervical es la herramienta má s usada para el cribado del cá ncer
cervical. No obstante, presenta un porcentaje de falsos negativos que, dependiendo del
laboratorio, puede alcanzar 20-30% de los frotis examinados.
En el artículo “Detecció n molecular y Genotipificació n de virus del papiloma humano como
tamizaje de Cá ncer de Cuello Cterino: posibilidades en el contexto Peruano”, nos dice que el
ADN del VPH se puede identificar entre el 75 y 95% de las lesiones intracervicales de alto
grado. Por otra parte, la expresió n de las proteínas virales E6 y E7 es una de las principales
diferencias entre los serotipos oncogénicos y no oncogénicos, las cuales tienen influencia en
mecanismos del control celular.
El tamizaje con Papanicolaou es el está ndar en los programas de América Latina, durante 50
añ os de su utilizació n no ha alcanzado el impacto esperado en reducció n de la mortalidad por
CCU, Por otra parte, se ha observado que la detecció n del ADN del VPH por biología molecular
es una técnica má s sensible que la citología cervical convencional. Sin embargo, presenta
menor especificidad en mujeres jó venes y su uso podría conducir a tratamientos innecesarios.
Aun con estas limitaciones, los estudios randomizados que evaluaron la implementació n de la
detecció n de ADN del VPH como estrategia de tamizaje primario, mostraron un mayor
descenso de lesiones cervicales de alto grado en comparació n con la citología cervical.
En el artículo “Modernas metodologías diagnosticas para la detecció n del Virus del Papiloma
Humano y prevenció n del cá ncer de cuello uterino”, afirma que dada la relació n causal que
existe entre tipos específicos de VPH con el cá ncer cervical y las lesiones precursoras,
distintos estudios han resaltado la importancia de utilizar métodos que permitan la
tipificació n viral, así como las ventajas de combinar los estudios citoló gicos con dichos
métodos para mejorar el valor predictivo negativo (probabilidad de que un sujeto con un
resultado negativo en la prueba esté realmente sano) de la prueba citoló gica convencional.
Sin embargo, es importante mencionar que a pesar que Poljak M, et al informara que en el
mercado comercial se encuentran al menos 193 test para la identificació n del VPH y al menos
127 variantes de los test originales para agosto del 2015, solo seis test moleculares cuentan
con la aprobació n de Food and Drug Administration, FDA
Estos seis métodos aprobados por la FDA se dividen en cuatro métodos de determinació n del
ADN viral (Digene Hybrid Capture 2 (HC2) high-risk HPV DNA test; Cervista HPV HR and
Genfind DNA Extraction Kit; Cervista HPV 16/18 y Cobas HPV Test y dos métodos de
determinació n de ARN viral (Aptima HPV assay y su variació n Aptima HPV 16 18/45 genotype
assay)
CONCLUSIONES
. La genotipificació n del VPH es aceptada con preferencia a la citología para detectar el
cá ncer de cuello uterino y sus precursores, debido a su mayor sensibilidad. Basado en
las pautas de la Sociedad Estadounidense del Cá ncer (ACS), la Sociedad
Estadounidense de Colposcopia y Patología Cervical (ASCCP) y la Sociedad
Estadounidense de Patología Clínica (ASCP), una combinació n de citología cervical y
pruebas de VPH es el método de detecció n preferido para las mujeres de 30 a 65 añ os.
. Concordamos con la siguiente conclusió n: La detecció n y la tipificació n del VPH tienen
una participació n resaltante en la determinació n de la progresió n de lesiones
precursoras del cá ncer cervical ya que clínicamente pudieran incrementar la eficacia
del seguimiento y tratamiento de pacientes. Particularmente, la identificació n de VPH
de alto riesgo oncogénico debería realizarse rutinariamente para la clasificació n de
pacientes con citologías ASCUS.
Existen 4 tipos de vacunas principales:
Vacunas inactivadas
Las vacunas inactivadas utilizan la versión muerta del germen que causa una
enfermedad.
Las vacunas inactivadas no suelen proporcionar una inmunidad (protección) tan fuerte
como las vacunas vivas. Es posible que necesite varias dosis con el tiempo (vacunas de
refuerzo) para tener inmunidad continua contra las enfermedades.