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Resúmenes de Marcos.

Capítulo 2

Jesús llama a Mateo

Jesús salió de nuevo a la orilla del lago y enseñaba a las multitudes que se acercaban a él, mientras
el caminaba vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado en su cabina de cobrador de impuestos y Jesús le dijo
sígueme y se mi discípulo y Leví se levantó y lo siguió.

Más tarde Leví invito a Jesús y sus discípulos a una cena en su casa, junto con muchos cobradores
de impuestos y otros pecadores de mala fama (Había mucha de esta clase de gente entre los
seguidores de Jesús). Cuando los Fariseos vieron a Jesús comer con ellos preguntaron a sus
discípulos: ¿por qué come con semejante escoria?

Cuando Jesús lo oyó, les dijo la gente sana no necesita médico, los enfermos sí. No he venido a
llamar a los que se creen justo, sino a los que saben que son pecadores.

Discusión acerca del ayuno

Cierta vez que los discípulos de juan y lo fariseos ayunaban, algunas personas se acercaron a Jesús
y le preguntaron:

¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de juan y los fariseos?

Jesús les contesto:

¿acaso los invitados de una boda ayunan mientras festejan con el novio? Por supuesto que no. No
pueden ayunar mientras esta el novio con ellos. Pero un día el novio será llevado entonces si
ayunaran.

Además ¿a quien se le ocurriría remendar una prenda vieja con tela nueva? Pues el remiendo
nuevo encogería y se desprendería de la tela vieja, lo cual dejaría una rotura aun mayor que la
anterior.

Y nadie pone vino nuevo en cueros viejo. pues el niño reventaría los cueros, y tanto el vino como
los cueros se echarían a perder. El vino nuevo necesita cueros nuevos.

Discusión acerca del día de descanso

Cierto día de descanso, mientras Jesús caminaba por unos terrenos sembrados, sus discípulos
comenzaron a arrancar espigas de grano para comer. Entonces los fariseos le dijeron a Jesús.

Mira ¿Por qué tus discípulos violan la ley al cosechar granos en el día de descanso?

Jesús les dijo:

¿Acaso no han leído en la escritura lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron
hambre?
Entro en la casa de Dios y violo la ley al comer los panes sagrados que solo a los sacerdotes se les
permite comer, y también les dio una porción a sus compañeros.

Después Jesús les dijo:

El día de descanso se hizo para satisfacer las necesidades de la gente, y no para que la gente
satisfaga los requisitos en el día de descanso. Así que el Hijo del hombre es Señor, incluso del día
de descanso.

Capítulo 3

Jesús sana en el día de descanso

Jesús entro de nuevo en la sinagoga y vio a un hombre que tenía una mano deforme. Como era el
día de descanso los enemigos de Jesús lo vigilaban de cerca. Si sanaba la mano del hombre, tenían
pensado acusarlo por trabajar en el día de descanso.

Jesús le dijo al hombre con la mano deforme: ven y ponte de pie frente a todos. Luego se dirigió a
sus acusadores y les pregunto: ¿permite la ley hacer buenas acciones en el día de descanso o es un
día para hacer el mal ¿es un día para salvar la vida o destruirla? Pero ellos no quisieron
contestarle.

Jesús miro con enojo a los que lo rodeaba, profundamente entristecido por la dureza de su
corazón. Entonces le dijo al hombre que extendiera su mano. Así que el hombre la extendió y la
mano quedo restaurada. Los fariseos salieron enseguida y se reunieron con los partidarios de
Herodes para tramar como matar a Jesús.

Multitudes siguen a Jesús

Jesús fue al lago con sus discípulos, y una gran multitud lo siguió. La gente llegaba de toda Galilea,
Judea, Jerusalén, Idumea, del Oriente del rio de Jordán y de lugares tan al Norte como Tiro y Sidón.
Las noticias sobre sus milagros corrían por todas partes, y una cantidad de personas llego para
verlo.

Jesús encargo a sus discípulos que prepararan una barca para que la multitud no lo apretujara. Ese
día Jesús sano a tanta gente que todos los enfermos empujaban hacia adelante pata poder
tocarlo.

Y cuando los que estaban poseídos con espíritus malignos lo veían, los espíritus los arrojaban al
suelo frente a él y gritaban ¡Tú eres el hijo de Dios! Pero Jesús ordeno severamente a los espíritus
que no revelaran quien era él.

Jesús escoge a los 12 apóstoles

Tiempo después Jesús subió a un monte y llamo a los que querían que lo acompañaran. Todos
ellos se acercaron a él. Luego el nombro a 12 de ellos y los llamo sus apóstoles. Ellos lo
acompañarían, y el los enviaría a predicar y les daría autoridad para expulsar demonios. Estos son
los doce que escogió:
Simón (A quien llamo Pedro), Santiago y Juan (Los hijos de Zebedeo a quien Jesús apodo los hijos
del trueno), Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomas Santiago (hijo de Alfeo), Tadeo, Simón (el
Zelote), Judas Iscariote (quien después lo traicionó).

Jesús y el príncipe de los demonios

Cierta vez, Jesús y sus discípulos entraron a una casa y las multitudes empezaron a juntarse
nuevamente. Pronto ni él y sus discípulos encontraron tiempo para comer. Cuando los familiares
oyeron lo que sucedía, intentaron llevárselo. Esta fuera de sí, decían.

Pero los maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén decían que estaba poseído por
satanás, el príncipe de los demonios. De el recibe el poder para expulsar demonios.

Jesús los llamo para que se acercaran y les dijo ¿Cómo puede satanás expulsar a satanás?
Pregunto un reino dividido por una guerra civil acabar destruido. De la misma manera una familia
divida por peleas se desintegraría. Si satanás pelea contra sí mismo ¿Cómo podrá mantenerse en
pie? nunca sobreviviría. Permítanme darles otra ilustración ¿Quién tiene suficiente poder para
entra en la casa de un hombre fuerte como satanás y saquear sus bienes? solo alguien aún más
fuerte, alguien que pudiera atarlo y después saquear su casa.

Les digo la verdad, cualquier pecado y blasfemia pueden ser perdonados, pero todo el que
blasfeme contra el Espíritu Santo jamás será perdonado. Este es un pecado que acarrea
consecuencia eterna. Les dijo esto porque ellos decían: Esta poseído por un Espíritu maligno.

La verdadera familia de Jesús

Luego la madre de Jesús y los hermanos de Jesús vinieron haberlos . Se quedaron afuera y le
mandaron a decir que saliera para hablar con ellos. Había una multitud sentada alrededor de
Jesús, y alguien dijo: tu madre y tus hermanos están afuera y te llaman.

Jesús respondió: ¿Quién es mi madre? ¿Quiénes son mis hermanos? Entonces miro a los que
estaban a su alrededor y dijo: Miren, estos son mi madre y mis hermanos. Todo el que hace la
voluntad de Dios es mi hermano y mi hermana y mi madre.

Capítulo 4

Parábola del sembrador

Una vez más Jesús comenzó a enseñar a la orilla del lago. Pronto se reunió una gran multitud
alrededor de él, así que entro en la barca. Luego se sentó en la barca, mientras que toda la gente
permanecía en la orilla.

Les enseñaba por medio de historias que contaban en forma de parábolas, como la siguiente:

Un agricultor salió a sembrar. A medida que esparcía la semilla por el campo, algunas cayeron en
el camino y los pájaros vinieron y se las comieron.

Otras cayeron en tierra poca profunda con rocas debajo de ellas. Las semillas germinaron con
rapidez porque la tierra era poco profunda pero pronto las plantas se marchitaron bajo el calor del
sol y, como no tenían raíces profundas, murieron. Otras semillas cayeron entre espinos, los cuales
crecieron y se ahogaron los brotes, así que esos brotes no produjeron grano. Pero otras semillas
cayeron en tierra fértil, y germinaron y crecieron, y produjeron cosechas que fue de treinta,
setenta y hasta cien veces más numerosas de lo que se había sembrado.

Luego le dijo: el que tengas oídos para oír, que escuche y entienda.

Más tarde Jesús se quedó con sus 12 discípulos y con las demás personas que se habían reunido y
le preguntaron el significado de las parábolas.

El contesto: a ustedes se les permite entender el secreto de el reino de Dios, pero utilizo parábolas

Utilizo parábolas para hablarles a los de afuera para que se cumplan las escrituras:

“Cuando ellos vena lo que hago no aprenderán nada.

Cuando oigan lo que digo, no entenderán.

De lo contrario se volverían a mí y serian perdonados.”

Luego Jesús les dijo: Si no pueden entender el significado de esta parábola ¿cómo van a entender
las demás parábolas? El agricultor siembra las semillas al llevar la palabra de Dios a otros. Las
semillas que cayeron en el camino representan a los que oyen el mensaje, pero viene satanás y los
quita. Las semillas que cayeron en tierra rocosa representan a los que oyen el mensaje y los
reciben con alegría; pero como no tienen raíces profundas, no duran mucho. En cuanto tiene
problemas o son perseguidos por la palabra de Dios, caen. Las semillas que cayeron entre los
espinos representan a los que oyen la palabra de Dios, pero muy pronto el mensaje queda
desplazado por las preocupaciones de esta vida, las riquezas y los deseos por otras cosas, así que
no produce fruto. Y las semillas que cayeron en la buena tierra representan a los que oyen el
mensaje y aceptan la palabra de Dios, y producen una cosecha a treinta, sesenta y hasta cien veces
más numerosa.

Parábola de la lámpara

Entonces Jesús les pregunto: ¿acaso alguien encendería una lámpara y la pondría debajo de una
canasta o de una cama?¡claro que no. Una lámpara se coloca en un lugar alto, donde su luz
alumbre. Pues todo lo que está escondido tarde o temprano se descubrirá y todo secreto saldrá a
la luz. El que tenga oído par oír, que escuche y entienda.

Luego agrego: presten atención a lo que oyen. Cuanto más atentamente escuchen, tanto más
entendimiento les será dado, y se les dará aún más. A los que escuchan mis enseñanzas se les dará
más entendimiento, pero a los que no escuchen, se les quitará aun lo poco que entiendan.

Parábola de la semilla que crece

Jesús también dijo: que el reino de Dios es como un agricultor que esparce semilla en la tierra. Día
y noche, sea que el este dormido o despierto, la semilla brota y crece, pero él no entiende como
sucede. La tierra produce la cosecha por si sola. Primero aparece una hoja, luego se forma una
espiga y finalmente el grano madura. Tan pronto como el grano está listo, el agricultor lo corta con
la hoz porque ha llegado el tiempo de la cosecha.

Parábola de la semilla de mostaza


Jesús dijo: ¿Cómo puedo describir al reino de Dios? ¿Qué relato empleare para ilustrarlo? Es como
una semilla de mostaza sembrada en la tierra, es la más pequeña de todas las semillas, pero se
convierte en la planta más grande de todos los huertos; sus ramas llegan a ser tan grandes que los
pájaros hacen nido bajo su sombra.

Jesús empleo muchas historias e ilustraciones similares para enseñar a la gente, tanto como
pudieran entender. De hecho, durante su ministerio publico nunca enseño sin usar parábolas;
pero después, cuando estaba a solas con sus discípulos, les explicaba todo a ellos.

Jesús calma la tormenta

Al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: crucemos al otro lado del lago. Así que dejaron a las
multitudes y salieron con Jesús en la barca (aunque otras barcas lo siguieron. Pronto se desato una
tormenta feroz y olas violentas entraban en la barca, la cual empezó a llenarse de agua.

Jesús estaba dormido en la parte posterior de la barca, con la cabeza recostada en una almohada.
Los discípulos lo despertaron: ¡Maestro! ¿no te importa que nos ahoguemos?, gritaron.

Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y dijo a las olas: ¡Silencio! ¡Cálmense! De repente el
viento se detuvo y hubo una gran calma. Luego él les pregunto ¿Por qué tienen miedo? ¿Todavía
no tiene fe?

Los discípulos estaban completamente aterrados ¿Quién es este hombre? Se preguntaban unos a
otros ¡Hasta el viento y las olas lo obedecen!

Capítulo 5

El hombre con muchos espíritus malos.

Jesús y sus discípulos cruzaron al lago de galilea y llegaron a un lugar cerca del pueblo de Gerasa.

Allí había un cementerio en donde vivía un hombre que tenía espíritus malignos. Nadie podía
sujetarlo, ni siquiera con cadenas. Cuantas veces lo habían sujetado y de todas formas rompía las
cadenas.

El el momento en que Jesús bajo de la barca, el hombre salía del cementerio y al ver a Jesús salió
corriendo y se puso de rodillas delante de él. Jesús ordeno al espíritu malo:

¡Espíritu malo sal de este hombre!

Entonces el espíritu malo le contesto:

¿Qué tengo que ver contigo, Jesús, Hijo de Dios altísimo? ¡No me hagas sufrir! ¡Por Dios, te pido
que no me hagas sufrir!

Jesús le pregunto:

¿Cómo te llamas?

Él respondió:

Me llamo ejército, porque somos muchos los malos espíritus que estamos dentro de este hombre.
Por favor te ruego que no nos mandes otra parte.

En una colina, cerca de donde estaban había unos dos mil cerdos. Entonces los espíritus malignos
le rogaron a Jesús: ¡Déjanos entrar en esos cerdos!

Jesús le dio permiso, y ellos salieron de aquel hombre y entraron en los cerdos. Los cerdos se
echaron a correr cuesta bajo, hasta que cayeron al lago y se ahogaron.

Los que cuidaban a los cerdos corrieron al pueblo y contaron todo lo sucedido. La gente fue a ver
lo que había pasado. Cuando llegaron donde estaba Jesús, vieron al hombre que estaba sentado,
vestido, y portándose normal. Los que estaban allí tuvieron miedo.

Las personas que vieron como Jesús había sanado aquel hombre empezaron a contárselo a todo el
mundo. Pero la gente le pidió a Jesús que se fuera a otro lugar.

Cuando Jesús estaba subiendo a la barca, el hombre le dijo a Jesús que lo dejara ir con él. Pero
Jesús le dijo: vuelve a tu casa y cuéntaselo a tu familia y a tus amigos, todo lo que Dios ha hecho
por ti, y lo bueno que Dios ha sido contigo.

El hombre se fue y todo el pueblo de la región de Decápolis contaba todo lo que Jesús había hecho
por él. La gente escuchaba y se quedaba asombrada.

Una niña muerta y una mujer enferma

Jesús llego en la barca al otro lado del lago, y se quedó en la orilla porque mucha gente se juntó a
su alrededor.

En ese momento llego Jairo, que era uno de los jefes de la sinagoga. Cuando Jairo vio a Jesús, se
inclinó hasta el suelo y le rogo: mi hijita está a punto de morir. ¡Por favor venga a mi casa y ponga
sus manos sobre ella y pueda vivir!

Jesús se fue con Jairo. Mucha gente se juntó alrededor de Jesús. Entre la gente, iba una mujer que
había estado enferma durante doce años. Perdió mucha sangre, y había gastado todo el dinero
que tenía en médicos, pero no pudieron sanarla. Al contrario, le habían hecho sufrir mucho, y cada
día se ponía más enferma. La mujer había oído hablar de Jesús y pensaba: si tan solo tocara su
manto, quedaría sana. Por eso cuando la mujer vio a Jesús, se abrió entre la gente, se le acerco
detrás y le toco su manto. Inmediatamente ella fue sana.

Jesús se dio cuenta de que había salido poder de él. Entonces miro a la gente y dijo: quien me toco
y sus discípulos le respondieron: ¡Mira cómo se amontona la gente sobre y ¿Todavía preguntas
quien te toco la ropa?

Pero Jesús mirando a la gente para ver quien lo había tocado. La mujer sabiendo lo que había
pasado, fue y se arrodillo delante de él, y temblando de miedo le dijo toda la verdad.

Jesús le dijo: hija, has sido sanada porque confiaste en Dios. vete tranquila.

Jesús no había terminado de hablar cuando llegaron algunas personas desde la casa de Jairo, y le
dijeron que su hija había fallecido. ¿para qué molestar al maestro?
Jesús no hizo caso y le dijo a Jairo que solo confiara. Y solo permitió que lo acompañara Pedro y los
dos hermanos Santiago y Juan. Cuando llegaron a la casa de Jairo vieron a la gente llorar.

Jesús entro a la casa y dijo ¿Por qué lloran la niña no está muerta solo está durmiendo?

La gente se le burlaba a Jesús. Entonces Jesús hizo que saliera todos. Luego entro en el cuarto con
su madre, padre y tres de sus discípulos. Tomo la mano de la niña y le dijo en idioma arameo:
¡talita, cum! Eso quiere decir: Niña levántate. La niña que tenía doce años se levantó y en ese
mismo instante comenzó a caminar. Cuando la gente la vio se quedó asombrada. Pero Jesús
ordeno que no le dijeran a nadie lo que había pasado, y después mando a que le dieran de comer
a la niña.

Capitulo 6

Jesús en Nazaret

Salió Jesús de allí y vino a su tierra con sus discípulos y llegado el día de reposo, comenzó a
enseñar en la sinagoga y muchos oyéndolo se asombraban diciendo: ¿De dónde tiene este estas
cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechas?
¿No es este el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón?¿No
están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban.

Más Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en
su casa. Y no puedo hacer ningún milagro, salvo que sano a unos pocos enfermos, poniendo sobre
ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor,
enseñando.

Misión de los 12 discípulos

Después llamo a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los
espíritus inmundos. Y les mando a que no llevasen nada en el camino, sino solamente bordón; ni
alforja, ni pan, ni dinero en el cinto, sino que calzasen sandalias, y no vistiesen dos túnicas. Y les
dijo: Dondequiera que entréis en una casa, posan en ella hasta que salgáis de aquel lugar. Y si en
algún lugar no os recibieren ni os oyeren, salid de allí, y sacudid el polvo que está debajo de
vuestros pies, para testimonio a ellos.

De cierto os digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para los de Sodoma Y
Gomorra, que para aquella ciudad. Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen. Y
echaban afuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban.

Muerte de Juan El Bautista

Oyó el rey Herodes la fama de Jesús porque su nombre se había hecho notorio; y dijo: Juan el
Bautista ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos poderes. Otros decían: es Elías.
Y otros decían: Es un profeta, o alguno de los profetas. Al oír esto Herodes, dijo: Este es juan, el
que yo decapite, que ha resucitado de los muertos. Porque el mismo Herodes había enviado y
prendido a Juan, y lo había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de Felipe su
hermano; pues lo había tomado por mujer. Porque Juan le decía a Herodes que no era licito tener
la mujer de tu hermano. Pero Herodías lo asechaba, y deseaba matarlo y no podía. Porque
Herodes temía a Juan, sabiendo que era un varón justo y santo, y el guardaba a salvo; y oyéndolo,
se quedaba muy perplejo, pero le escuchaba de buena gana. Pero venido un día oportuno, en que
Herodes en la fiesta de cumpleaños, daba una cena a sus príncipes y tribunos a los principales de
Galilea, y entrando la hija de Herodías, danzo, y le agrado a Herodes y le dijo pídeme lo que quiera,
que yo te lo daré, entonces ella le pidió la cabeza de Juan el Bautista. Y el rey se entristeció mucho,
pero a causa del juramento, y de los que estaban con él en la mesa, no quiso desecharla. Y
enseguida el rey mando a uno de los guardias que fuese traída la cabeza de Juan el Bautista. El
guardia fue y trajo la cabeza del Juan el Bautista y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio
a su madre. Cuando los discípulos se enteraron, vinieron y tomaron el cuerpo y lo pusieron en un
sepulcro.

Alimentación de los 5 mil

Entonces los apóstoles se juntaron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que
habían enseñado. Y él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco.
Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer, y se
fueron solo en una barca aun lugar desierto. Pero muchos los vieron ir, y le reconocieron; y
muchos fueron allá a pie desde las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron a él. Y salió
Jesús y vio a una gran multitud y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían
Pastor, y comenzó a enseñarles muchas cosas.

Cuando ya era avanzada la hora sus discípulos le dijeron a Jesús que los despidiera para que vayan
y consigan alimentos en las granjas y aldeas cercanas.

Jesús le dijo: Denles ustedes de comer y ellos preguntaron ¿Con que? ¡Tendríamos que trabajar
meses para ganar suficiente a fin de comprar comida para toda la gente!

Cuantos panes tiene pregunto. Vayan y averigüen. Ellos regresaron e informaron que tenían cinco
panes y dos peces.

Entonces Jesús les dijo a sus discípulos que dividieran a la gente en dos grupos y se sentaran sobre
la hierba verde. Así que se sentaron en grupos de cincuenta y de cien.

Jesús tomo los cinco panes y los dos peces y miro hacia el cielo y los bendijo. Luego, a medida que
partía los panes en trozos, se los daba a sus discípulos para que los distribuyera entre la gente.
También dividió los peces para que las personas tengan su porción. Todos comieron cuanto
quisieron, y después los discípulos llenaron 12 canastas con lo que sobro de pan y pescado.

Jesús camina sobre el agua

Inmediatamente después, Jesús envió a sus discípulos que regresaran y comenzaran a cruzar el
lago hacia Betsaida mientras él enviaba a la gente a casa.

Después de despedirse de la gente, Jesús subió al monte para orar.

Muy tarde esa misma noche, los discípulos estaban en la barca en medio del lago y Jesús estaba en
tierra, solo.

Jesús vio que ellos estaban en serios problemas, pues remaban con muchas fuerzas contra el
viento y las olas. A eso de las tres de la mañana Jesús se acercó caminando sobre el agua cuando
los discípulos lo vieron caminar sobre el agua, gritaron de terror pues pensaron es un fantasma.
Todos quedaron aterrados.

Pero Jesús les hablo de inmediato “no tengan miedo dijo: ¡tengan animo! ¡yo estoy aquí!”.
Entonces subió a la barca y la tormenta se detuvo. Ellos se quedaron asombrados porque todavía
no entendía el significado de el milagro de los panes. Tenían el corazón demasiado endurecido
para comprenderlo.

Después de cruzar el lago arribaron a Genesaret. Llevaron la barca hasta la orilla y se bajaron. Los
habitantes de la región reconocieron a Jesús y llevaban a los enfermos hasta donde Jesús estaba.
Por donde iban le llevaban a los enfermos a las plazas y suplicaban que permitiera a los enfermos
tocar el fleco de su túnica, y todos los que tocaban a Jesús eran sanados.

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