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ADULTERIOS

CAROL: ¿Phyllips? ¿Phyllis? (Phyllis entra completamente vestida, se sienta). ¡Phyllis soy Carol!

PHYLLIPS: Ya voy

CAROL: ¿Estás bien?

PHYLLIPS: Estoy empapada. Me has pillado en la ducha (Phyllis se sirve una copa y se la bebe
de un trago, Carol sigue aporreando la puerta) Voy, voy. Ya estoy vestida. (Phyllis abre la
puerta)

CAROL: ¿Estás bien?

PHYLLIPS: Sin entrar en detalles por favor.

CAROL: ¿Está todo el mundo bien?

PHYLLIPS: ¿Todo el mundo? ¿Te refieres también a los países del tercer mundo?

CAROL: ¿Los países del tercer mundo?

PHYLLIPS: ¿Te refieres a países como Zimbabue?

CAROL: ¿Ha ocurrido algo en Africa?

PHYLLIPS: Dios mío, eres tan literal… es una maldición ser literal. Todas mis bromas y mis
pequeñas ironías van directamente al retrete.

CAROL: ¿Sam está bien?

PHYLLIPS: Está bien, la peor amenaza para la salud de Sam a sus 30 años de edad ha sido un
caso de labios agrietados.

CAROL: Bueno, ¿por qué me dejaste ese mensaje histérico?

PHYLLIPS : Preferiría no hablar de eso

CAROL: Que preferirías no hablar de eso? Recibo ese mensaje frenético y desesperado…
Emergencia… Crisis… Socorro. Te he llamado 10 veces.

PHYLLIPS ¿Eras tú? Por lo general se distinguir tu timbrazo. Es tímido y tembloroso. ¿Dónde
está Howard?

CAROL: Howard ha tenido que llevar a su padre a ingresar en la residencia de ancianos.

PHYLLIPS: Qué triste.

CAROL: Tenía 93 años. Nadie sabía que había tenido derrames cerebrales inapreciables, hasta
que empezó olvidar cosas, después a oir música dentro de su cabezeza y terminó por alistarse
de nuevo en el ejército.

PHYLLIS: Howard debe estar desolado.


CAROL: Le mandé un mensaje y le dije que se reuniera aquí conmigo, así que dime qué está
pasando. Oye la estatuilla de la fertilidad se ha roto, se le ha desprendido el pene.

PHYLLIPS: No importa, ya la llevaré a mi reparador de penes.

CAROL: En realidad toda la casa parece desordenada

PHYLLIPS: Si que eres observadora

CAROL: Te has peleado con Sam?

PHYLLIPS: No exactamente. Me peleé yo, no Sam.

CAROL: Y Sam qué hacía mientras tú te peleabas?

PHYLLIPS: Me observaba.

CAROL: ¿Y entonces?

PHYLLIPS: Pues entonces agachó la cabeza.

CAROL: ¿Le pegaste?

PHYLLIPS: Fallé. Le tiré esa estatuilla en un intento desesperado por convertirme en viuda.

Dios mío… ¿qué ocurrió?

PHYLLIPS: Oh Carol, Carol, Carol… mi amiga Carol

CAROL: Creo que voy a necesitar una copa

PHYLLIPS: Me ha dejado

CAROL: ¿De verdad?

PHYLLIPS: Sí.

CAROL: ¿Cómo lo sabes?

PHYLLIPS: Que como sé que me ha dejado? Pues porque salió por la puerta con sus cosas y va a
tramitar el divorcio.

Tengo que sentarme me flojean las piernas

PHYLLIPS: Te flojean las piernas, a ti?

CAROL: ¿Qué razones te dio?

PHYLLIPS: Que no me quiere. Que no le gusta estar cerca de mi. Que le provoca arcadas
imaginarse a si mismo soportando para siempre la triste coreografia del sexo conmigo. Pero
creo que solo está siendo educado, creo que lo que realmente no le gusta es mi forma de
cocinar.
CAROL:¿Nunca te dijo nada ni llegó a insinuarte algo?

PHYLLIPS: No sé, yo no escuchaba solo hablaba

Falta de comunicación

PHYLLIPS: Dios Carol como sabes ir directamente al fondo de la cuestión.

Y el sexo empezó a languidecer

PHYLLIPS: ¿Cómo lo has adivinado?

CAROL: No lo he adivinado era solo una suposición

PHYLLIPS: ¿De veras Carol?

CAROL: Yo que sé estás preguntándoselo a la persona equivocada

PHYLLIPS: No recuerdo haber preguntado nada

CAROL: ¿Y no te dijo nada más, solo que se iba?

PHYLLIPS: Estábamos planteando restaurar la casa que tenemos en Barcelona, le dije


“llamemos a los arquitectos Pau y Joan y que la rehagan de arriba abajo”. Él dijo “Phyllips
quiero hablar contigo”. Yo le dije “la casa está bien situada en la costa y hemos pasado buenos
ratos allí…”. Él dijo “Phyllis no se como decirte esto pero quiero dejarlo”. No le oía, era una de
esas conversaciones en las que nadie escucha. Yo dije “Siempre quisimos tener un cuarto de
baño más grande”. Él dijo “Phyllis voy a dejarte”. Yo dije “Con una de esas duchas llenas de
chorros que te rocian por todo el cuerpo”. Me agarró y dijo “Phyllis, ya no te quiero. Quiero
dejarlo, ¿entiendes? ¡Dejarlo! Y yo dije, ¿de qué color podríamos pintar el cuarto de
invitados?

CAROL: ¿Qué dijo él?

PHYLLIPS: Nada. Empezó a zarandearme por el cuello y, después de unos tres minutos de
sacudida, empecé a darme cuenta de que estaba intentando decirme algo.

CAROL: Y qué te dijo exactamente?

PHYLLIPS: Dijo “estoy enamorado de otra mujer”.

(Carol tose)

CAROL: ¿Te dijo quién era ella?

PHYLLIPS: ¿Por qué se te ve tan incomoda?

CAROL: No estoy incomoda solo empiezo a notar los efectos de la copa.

PHYLLIPS: Eres tú, so puta!

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