Está en la página 1de 20

Expediente 3349-2010 1

INCONSTITUCIONALIDAD GENERAL PARCIAL

EXPEDIENTE 3349-2010
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD, INTEGRADA POR LOS MAGISTRADOS
ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE, QUIEN LA PRESIDE, MAURO RODERICO
CHACÓN CORADO, HÉCTOR HUGO PÉREZ AGUILERA, ROBERTO MOLINA
BARRETO, GLORIA PATRICIA PORRAS ESCOBAR, CARMEN MARÍA GUTIÉRREZ
DE COLMENARES Y JUAN CARLOS MEDINA SALAS: Guatemala, uno de diciembre
de dos mi once.
Se tiene a la vista para dictar sentencia el planteamiento de inconstitucionalidad
general parcial de los artículos 1, 3, 4, 5, 7, 8, 9, 10, 11, 23, 25 y 43 del Decreto 15-98
del Congreso de la República, Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles, y la del Manual
de Valuación Inmobiliaria, formulado por la Dirección de Catastro y Avalúo de Bienes
Inmuebles del Ministerio de Finanzas Públicas, aprobado por Acuerdo Ministerial 25-2005
del Ministerio de Finanzas Públicas. La inconstitucionalidad fue promovida por Rafael
Humberto Garavito Gordillo, actuando con su propio auxilio y con el de los abogados Max
Jiménez Tejeda y José Pedro Aguirre Arango. Es ponente en este caso el Magistrado
Presidente, Alejandro Maldonado Aguirre, quien expresa la decisión del Tribunal.
ANTECEDENTES
I. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DE LA IMPUGNACIÓN
Lo expuesto por el interponente se resume: a) Existe duda respecto de si el Estado
puede o debe cobrar un impuesto –único sobre inmuebles- por un hecho o acto que un
individuo tiene que realizar por su propia naturaleza de ser humano. b) Es cuestionable
que el Estado cobre el impuesto variando las tasas en la forma en que para el ente
mencionado es más conveniente, aplicando distintos montos a las personas o
contribuyentes en el mismo país, puesto que los sujetos pasivos resultan obligados en
formas y montos diferentes, utilizándose la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles para
crear desigualdad. c) Los artículos 1 y 3 tachados de inconstitucionales vulneran los
derechos de protección y desarrollo de la persona y el derecho a la propiedad privada
contenidos en los artículos 1º., 2º., 39 y 41 de la Constitución Política de la República,
debido a que el impuesto que establecen y su pago, supeditan el ejercicio del derecho de
propiedad a estar al día en el pago del Impuesto Único Sobre Inmuebles. Así, el derecho
de propiedad privada sobre los inmuebles, en la práctica no es tal como se pregona, ni se
reconoce y protege, porque resulta ser un derecho pagado porque para poder gozar de
éste debe solventarse el referido impuesto; de lo contrario, el derecho no se puede
ejercer, incluso el inmueble puede ser rematado por el Estado. d) La Ley del Impuesto
Único Sobre Inmuebles, en sus artículos 4 y 11, establece la forma de determinar la tasa
impositiva dependiendo del valor inscrito del inmueble. Las tasas mencionadas, al no ser
iguales para todos crean diferencias entre los pobladores, la que se materializa en una
discriminación económica legalizada, que se genera en base a los valores que
antojadizamente el Estado asigna a los inmuebles y no en función del poder de pago de
los habitantes del país. Dicha situación crea ciudadanos de primera, segunda y otras
categorías, de acuerdo a lo que supuestamente valen sus inmuebles, dejando los
ciudadanos de ser iguales por la manipulación de los valores que realiza el Estado, a
través de la estipulación del valor o monto que el contribuyente deberá pagar sin saber si
el sujeto pasivo tiene la capacidad económica para pagar el tributo que no se genera por
actividad alguna de las personas, sino por imposición y decisión estatal previa. De
acuerdo a las tasas referidas, el Estado diferencia a los poseedores con fundamento en el
Expediente 3349-2010 2

valor inscrito de los inmuebles sin considerar sus ingresos, afectando la capacidad de
pago, ya que la estimación de lo que deba pagarse no depende del contribuyente sino de
lo que el Estado disponga, sin importar si el habitante puede o no pagar y siempre en
forma desigual en comparación con los demás obligados. De ahí que la Ley del Impuesto
Único Sobre Inmuebles al no contemplar una correlación entre los ingresos del
contribuyente y el monto de pago del impuesto, no respeta el principio de la capacidad de
pago, vulnerando así lo establecido en los artículos 4º. y 243 de la Ley Fundamental. e)
El artículo 5 cuestionado de inconstitucional, establece en sus primeros tres incisos que
las formas de modificar los valores fiscales de los inmuebles requieren de asistencia
técnica en cuanto a los avalúos propios y técnicos, pero el inciso cuarto deja la opción de
modificar el valor de los inmuebles por medio de un simple aviso notarial, presentado por
el notario que autorice un instrumento público del cual se derive la transferencia de
propiedad o posesión del bien inmueble. El artículo 5, inciso 2, cuestionado, ordena
hacer un manual de avalúos, el que no es un documento técnico o legal, ya que no se
aplica al caso de los avisos notariales de contratos celebrados entre particulares. Y
tomando en consideración que las leyes se regulan por reglamentos, no por manuales y,
que en el manual no existe ningún tipo de auxilio, dirección o información, por lo que se
puede incurrir en errores, el mismo resulta inconstitucional, porque además, en él se
modifican las bases imponibles y por ende, las tasas que se aplicarán a cada inmueble, lo
que viola los artículos 44, 183, inciso e) y 239 de la Constitución Política de la República
de Guatemala. El manual denominado Manual de Valuación Inmobiliaria, formulado por la
Dirección de Catastro y Avaluó de Bienes Inmuebles, del Ministerio de Finanzas Publicas y
aprobado por el Acuerdo Ministerial 21-2005 de ese Ministerio, permite efectuar
descuentos del impuesto en forma arbitraria y desigual, debido a que sólo las valuaciones
efectuadas por las municipalidades están afectas a descuentos. f) El artículo 5 tachado de
inconstitucional en su inciso 4 genera desigualdad para determinar la base imponible del
impuesto, porque en relación al aviso notarial, éste no se incluye en manuales o en
tecnicismo de valuadores y no lo aprueban las municipalidades, por lo que se convierte en
una herramienta de autodestrucción del valor real del inmueble y de la capacidad de pago
de los contribuyentes; dicho artículo resulta inconstitucional al determinar el valor real de
los inmuebles por área o ubicación, porque las formas de determinar el valor son distintas
y se toman en cuenta aspectos diversos. Además, permite que se pueda modificar la base
impositiva mediante una disposición administrativa, como lo es el manual impugnado, en
violación al principio de legalidad consignado en el artículo 239 de la Constitución Política
de la Republica, debido a que es el Organismo Ejecutivo el que modifica la base
impositiva del impuesto, cuando esto sólo le corresponde al Congreso de la República por
medio de una ley. El artículo citado, en su inciso 4, vulnera los derechos de igualdad,
propiedad y el principio de capacidad de pago del contribuyente, porque las operaciones
o contratos que hagan los particulares ante notario y los avisos notariales que estos
emitan, relacionados con traspaso de bienes inmuebles no reflejan los valores reales de
los inmuebles, sino las declaraciones, pactos y operaciones de y entre aquellos; ya que ni
los notarios, ni los particulares o partes que participan en un contrato de traslado o
transferencia de bienes inmuebles, que conlleva aviso notarial, son valuadores
autorizados de dichos bienes por ninguna dependencia para tener la facultad de indicar o
certificar el valor de los inmuebles aludidos. g) La inconstitucionalidad que se atribuye al
artículo 43 de la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles se denuncia porque está
íntimamente relacionada con el artículo 5, inciso 4, impugnado, porque existen formas
desiguales para la valuación de los inmuebles: valuadores, avalúos, valuaciones por parte
Expediente 3349-2010 3

del Estado. Sin embargo, no existe en la ley una forma explícita y general aplicable a
todos los sujetos pasivos, para determinar y modificar o actualizar los valores de los
inmuebles en Guatemala. Esto hace que estas cuatro formas distintas atenten contra la
igualdad y el derecho de propiedad privada de las personas, ya que cada valuación o
método es diferente, resultando en diversas valuaciones de bienes inmuebles en el país.
Distintas valuaciones implican diferentes bases impositivas para bienes que estén situados
en los mismos municipios y que pueden ser colindantes. Lo que también hace que los
bienes inmuebles se vean afectos a tasas determinadas por la ley en forma distinta y por
ende para cobrar el impuesto a todos, la valuación y su cobro serán diferentes. Esa
desigualdad plasmada en la ley permite que en un mismo lugar, que puede ser
condominio, colonia, zona o área, existan bienes inmuebles vecinos idénticos, con las
mismas medidas, extensiones y construcciones, a los que se le pudo asignar distintos
valores, dependiendo del método usado para ello (valuación, avalúo o aviso notarial), por
lo que algunos propietarios pagarán más o menos que otros, no obstante ser un mismo
tipo de inmueble. h) El artículo 5 en su parte final indica: “…Cuando los valores
consignados en los numerales anteriores, sean menores a los valores registrados en la
matrícula fiscal, no serán operados por la Dirección o la municipalidad respectiva”, y el
artículo 7, ambos de la normativa cuestionada de inconstitucionalidad, violan los derechos
contenidos en los artículos 4º., 12 y 28 de la Ley Fundamental, porque en cuanto al
párrafo trascrito, éste no permite admitir, ni operar diferentes valores que fueran
menores a los valores inscritos. El texto aludido no permite que las personas soliciten la
modificación del valor de un inmueble o que se haga solicitud o aviso alguno, ya que la
petición no es conocida, solamente se rechaza. Por su parte el artículo 7 impugnado sólo
permite la disminución del valor inscrito del inmueble en caso de deterioro comprobado
de éste, sin que exista reglamento de la ley que indique cómo se clasifica el deterioro,
quedando a discreción del Organismo Ejecutivo, anulando así todas las demás
posibilidades que afecten el valor de un inmueble, tales como cambio del destino del área
donde se encuentra; casas vecinas, instalaciones de fabricas, cambio de vías de calles o
avenidas; construcción de calles o avenidas, pasos a desnivel, nuevas edificaciones,
etcétera; aspectos que constituyen hechos y actos que afectan o disminuyen el valor de
los bienes, aun cuando son causas ajenas al propietario y al bien inmueble. i) Los
artículos impugnados violan la libertad de industria, comercio y trabajo, contenido en el
artículo 43 constitucional, ya que de antemano se refieren a la carga de una ganancia o
gasto no producido, sin basarse en lo que se percibe. El Estado predetermina la base y
tasa de cobro para el contribuyente por el hecho de ser propietario o poseedor de un
inmueble, impuesto que se hace efectivo sin razón o motivo, ya que puede darse el caso
de que la persona no tenga más ingresos que los requeridos por el Estado, para el pago
del impuesto según la tasa fijada por éste y con base en valores fijados a su antojo,
llevando al individuo a ser confiscado de sus bienes en caso no tener la posibilidad de
pagar el impuesto. j) Los artículos 8, 9 y 10 impugnados de inconstitucionales, violentan
lo establecido en los artículos 4º., 39 y 41 de la Constitución Política de la República,
porque se consigna y obliga a personas ajenas al propietario que por algún contrato,
pacto o ley hagan uso, se sirvan o administren bienes inmuebles, de cumplir con una
obligación fiscal de pago como sujetos pasivos respecto de bienes inmuebles que no son
de su propiedad, ya que, a pesar de no ser propietarios, la ley los obliga a cumplir como
tales, creando dichas normas un vínculo de obligación fiscal como propietario a quien no
le corresponde, sin concederles derechos como propietarios; tratando de forma igual a los
propietarios pero desigual a quienes no lo son, porque éstos últimos no pueden disponer
Expediente 3349-2010 4

del bien, pero deben pagar el impuesto o rendir información que desconocen. k) El
artículo 23 impugnado, establece que cualquier cambio o modificación del valor de la
base del impuesto único sobre inmuebles entrará en vigor a partir del próximo trimestre
del año correspondiente, a partir de la modificación, lo cual contraviene o contradice lo
regulado en dicha ley, ya que ésta en su artículo 1 y 21 denomina el impuesto e indica
que es anual y que los trimestres sólo son formas de pago, por ende, equipar la forma de
pago del impuesto con su período fiscal, con el fin de cobrar más a los ciudadanos, viola
el artículo 243 de la Constitución Política de la República porque afecta la capacidad de
pago del sujeto pasivo del impuesto, dado que la modificación en el valor de un bien, no
implica el enriquecimiento inmediato del sujeto pasivo ni aumenta en forma trimestral su
capacidad de pago y menos aún si dicha modificación ocurre en los días finales del
trimestre anterior. Además, no es congruente con el ordenamiento tributario del país
porque la aplicación de leyes por reforma en la cuantía o tarifa para impuestos, se hace a
partir del primer día hábil del siguiente período impositivo con el objeto de evitar
duplicidad de declaraciones del contribuyente según lo establecido en el artículo 7, inciso
2, del Código Tributario. l) El artículo 25 atacado de inconstitucional viola el artículo 243
de la Constitución Política de la República, debido a que se estipula una multa del veinte
por ciento (20%) del valor de la deuda, lo que representa una quinta parte del valor
referido, excediendo el promedio de la tasa de interés activa de las operaciones bancarias
del país, tasa que resulta excesiva y confiscatoria por el porcentaje declarado, lo que es
disfrazado con la renuncia a la aplicación de los artículos 58, 59 y 92 del Código
Tributario, que regulan las multas e intereses generales por deudas de impuestos cuando
éstas se fijan en tasas muy inferiores a ese veinte por ciento confiscatorio. Los artículos
1542 y 1947 del Código Civil establecen la prohibición de pactos o contratos usurarios y
que la tasa de interés legal que marca el parámetro normal, consiste en el promedio de
las tasas activas de los bancos menos dos puntos, respectivamente, y aún así, no son el
veinte por ciento del valor total de lo adeudado, lo que significa que la multa que la ley
señala es confiscatoria y, como consecuencia, inconstitucional. Solicitó que se declare con
lugar la acción de inconstitucionalidad general planteada.
II. TRÁMITE DE LA INCONSTITUCIONALIDAD
No se decretó la suspensión provisional de los artículos impugnados del Decreto 15-98 del
Congreso de la República y del Manual de Valuación Inmobiliaria formulado por la
Dirección de Catastro y Avalúo de Bienes Inmuebles del Ministerio de Finanzas Públicas.
Se dio audiencia por quince días al Congreso de la República, a la Dirección de Catastro y
Avalúo de Bienes Inmuebles, y al Ministerio Público, por medio de la Fiscalía de Asuntos
Constitucionales, Amparos y Exhibición Personal. Oportunamente se señaló día y hora
para la vista.
III. RESUMEN DE LAS ALEGACIONES
A) El Ministerio Público, señaló que: a) No se advierte violación al derecho de
propiedad privada, en los artículos 1 y 3 impugnados, ya que la norma no exige estar al
día en el pago del Impuesto Único Sobre Inmuebles; el artículo 1 únicamente crea el
impuesto único sobre el valor de los inmuebles y, el 3 regula el objeto sobre el cual recae
el impuesto; sin establecer ninguna restricción al derecho de propiedad privada y sin
guardar relación directa con las normas que se denuncian violentadas. Además, los
impuestos que recaen sobre la propiedad tienen como finalidad obtener del contribuyente
un aporte mínimo para el sostenimiento de los gastos públicos, en beneficio de la
población en general, carga tributaria que no niega el reconocimiento de ese derecho ni
sobre su disposición. b) Los artículos 4 y 11 que se denuncian inconstitucionales porque
Expediente 3349-2010 5

supuestamente son contrarios a los artículos 4º. y 243 de la Constitución Política de la


República, no crean desigualdad entre las personas, sino que reconocen la desigualdad
existente entre sus propiedades porque es ilógico asumir que todos los bienes raíces
puedan ser considerados iguales, porque existen desigualdades entre estos y es de
acuerdo a esa circunstancia que se regula el impuesto que corresponde pagar a cada
propietario, determinación que se basa en diferentes factores que se consideran cuando
se realiza la valuación de los inmuebles de acuerdo con los procedimientos legales
establecidos para el efecto. c) En relación a que el artículo 5 tachado de inconstitucional
se opone a los artículos 44, 183, literal e) y 239 de la Ley Fundamental porque permite
que la base impositiva se modifique con base a un manual, la Corte de Constitucionalidad
en sentencia de doce de mayo de mil novecientos ochenta y ocho, dictada en los
expedientes acumulados diez - ochenta y ocho, once – ochenta y ocho, y ocho – ochenta
y ocho, ya se pronunció al respecto, por lo que se establece que el Manual de Valuación
Inmobiliaria cuestionado, constituye una atribución administrativa que se ajusta a lo
dispuesto en la última oración del artículo 239 constitucional que faculta a establecer
procedimientos que faciliten la recaudación. d) En relación a que el artículo 43
impugnado, atenta contra los artículos 4º. y 39 de la Ley Suprema porque establece
formas distintas para la valuación de los inmuebles, cabe indicar que los procedimientos a
que se refiere facilitan la valuación del inmueble, lo que no contraviene norma
constitucional alguna. Tampoco viola el principio de igualdad, ya que el método que se
utiliza es aplicado directamente a la valuación de determinado inmueble, para lo que se
deberán considerar todos los aspectos que determinarán el valor que corresponda; ya
que no pueden estimarse iguales todos los bienes raíces sometidos a valuación,
independientemente del medio que se utilice, porque cualquiera que sea éste, reflejará un
valor específico que sólo aplica a ese inmueble luego de procesados los factores
respectivos. Por lo señalado, resulta inaceptable la tesis de violación al derecho de
propiedad, porque partiendo de que dicho derecho no es absoluto ya que se encuentra
sujeto a las limitaciones que la ley establezca, la carga tributaria sobre la propiedad y
sobre los inmuebles, no lo contraviene, además de que lo que se persigue es que los
propietarios contribuyan a lograr la finalidad constitucional de alcanzar el progreso
individual y el desarrollo nacional en beneficio de todos los habitantes de la República, en
concordancia con lo establecido en el artículo 44 de la Ley Fundamental, que estipula que
el interés social prevalece sobre el particular y que para la consecución de sus fines el
Estado ejerce su actividad como ente soberano en el territorio nacional con la aptitud que
permite la Constitución, argumentos que son aplicables respecto a la violación que se
denuncia por parte de los artículos 8, 9 y 10 de la Ley del Impuesto Único Sobre
Inmuebles a la vulneración que se imputa a los derechos de igualdad y propiedad
privada. e) En cuanto a la denuncia de inconstitucionalidad de los artículos 5 último
párrafo y 7 de la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles, no se formuló parificación
normativa al respecto, lo que imposibilita efectuar el análisis correspondiente, pues
únicamente se expuso aspectos generales en cuanto a que se vulnera la igualdad de las
personas, derecho de petición, defensa y a la protección de la industria, comercio y
trabajo, pero no se pronuncia respecto de cada una de las normas cuestionadas frente a
cada una de las normas fundamentales que considera violentadas. f) No existe base
conforme a los argumentos que relaciona el postulante para estimar inconstitucionales los
preceptos legales que impugna, razón por la cual la acción de inconstitucionalidad general
parcial debe declararse sin lugar. B) La Dirección de Catastro y Avalúo de Bienes
Inmuebles del Ministerio de Finanzas Públicas, expresó que: a) En la confrontación
Expediente 3349-2010 6

de las normas que se considera que violentan la Constitución Política de la República, no


se hace un análisis profundo con auxilio de la hermenéutica jurídica para concluir en qué
derivan las violaciones; simplemente se hace una locución de casos hipotéticos que -al
parecer del accionante- vulnerarían normas de carácter constitucional, pero que en la
realidad y en la aplicación del derecho y de las normas de la Ley del Impuesto Único
Sobre Inmuebles, están formal y materialmente regulados en ésta, sin lesionar ningún
principio o derecho de aplicación erga omnes. b) Los artículos 1 y 3 de la Ley del
Impuesto Único Sobre Inmuebles no vulneran los principios constitucionales de protección
y desarrollo de la persona y el derecho a la propiedad privada, establecidos en los
artículos 1º., 2º., 39 y 41 de la Constitución, pues los legisladores aprobaron la ley para
el pago del impuesto sobre la posesión y propiedad de bienes inmuebles en el territorio
guatemalteco, regulándolo de conformidad con las diferencias territoriales, sociales,
políticas, condiciones de vía, arquitectura, pobladores, mercado, conformación de valores,
etcétera, situación que derivó de un estudio técnico y legal previo para las condiciones de
aplicación y no como forma o medio para despojar de la propiedad a los legítimos
dueños. Con la aplicación de la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles y el gravamen
como contribuyentes para el pago del impuesto, el Estado no está limitando el derecho de
propiedad privada, ni tampoco supedita la garantía o derecho sobre la propiedad a dicho
pago. Además, el cobro de ese tributo se trasladó de conformidad con la Constitución a
las municipalidades del país. El objeto del impuesto es que se graven los bienes
inmuebles rústicos o rurales y urbanos, con base en su valor estimatorio y que se pague
por los propietarios como contribuyentes, pero sin vedar el derecho de propiedad a los
propietarios, para hacer uso, goce y disfrute como mejor les parezca de su bien,
simplemente es una carga tributarla para la obtención de fondos y para cumplir con los
fines previstos en la captación de dicho impuesto, sin limitar el derecho de propiedad y
tampoco desproteger el desarrollo de la persona. Además, no se limita el derecho de
propiedad sobre el inmueble, al mencionar que si no se paga el impuesto puede ser
rematado el bien, pero podría darse el caso, después de la dilación del proceso específico
-juicio económico coactivo-. c) En cuanto a que los artículos 4 y 11 de la Ley del
Impuesto Único Sobre Inmuebles vulneran los principios constitucionales de igualdad y
capacidad de pago, contenidos en los artículos 4º. y 243 de la Constitución Política de la
República, dicha afirmación carece de veracidad y fundamento, en virtud de que los
artículos impugnados regulan lo relacionado a la determinación de la base imponible que
se compone de los elementos cuantificables como el valor del terreno, construcciones
realizadas y adheridas en forma permanente, valor de los cultivos del bien, y el
incremento o decremento determinado por diferentes factores. Asimismo, las tasas de
valor que se debe aplicar para la determinación del pago del impuesto, que en la Ley del
Impuesto Único Sobre Inmuebles se detallan, los montos y el valor a pagar, menos el
factor descuento aplicado por las municipalidades que ya son agentes administradores del
citado impuesto. El Impuesto Único Sobre Inmuebles grava el valor de los bienes
inmuebles situados en el territorio de la República, no la riqueza del sujeto contribuyente
o su capacidad de pago, ya que en ese caso específico lo grava el Impuesto Sobre la
Renta. La base determinada del Impuesto Único Sobre Inmuebles se calcula de acuerdo
con el valor de los inmuebles y con las características enumeradas en el artículo 4 de la
Ley impugnada, en aplicación de las tasas al valor anterior por el monto de las tasas
multiplicadas por millar de acuerdo al valor tasado, según lo establecido en el artículo 11
de dicha normativa. De esa cuenta, a más valor del inmueble se aplica una diferente tasa
por millar, restando por último el factor descuento que cada municipalidad aplica de
Expediente 3349-2010 7

acuerdo a sus disposiciones específicas aprobadas por su Concejo Municipal. En ese


sentido, la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles no crea diferencias entre
contribuyentes con base en lo que están valuados los inmuebles, porque existe una serie
de requisitos que la administración tributaria debe observar para determinar la base
impositiva, no en forma antojadiza y arbitraria, sino apegadas a lo establecido en los
artículos 3 y 4 de dicha ley. Con la aplicación de las distintas tasas al valor
correspondiente, no es propio señalar que se categoriza a los ciudadanos, ya que la
persona humana es distinta de un inmueble sobre el que se establece un valor; además,
puede suceder que un inmueble esté ubicado en un lugar -ubicación física- en donde con
la aplicación del artículo 4 de la normativa tachada, se determina una base impositiva que
obliga a la administración tributaria a aplicar la tasa con el valor más bajo, aún cuando el
propietario tenga mayor capacidad de pago. Asimismo, la determinación de los valores
fiscales de los inmuebles proviene de los precios que se establecen en el propio mercado
inmobiliario, utilizando para el efecto el Manual de Valuación Inmobiliaria, donde se
establecen los parámetros que se aplican a aquellos valores fiscales, a través de los
estudios de zonas homogéneas físicas y económicas, así como de la tipología
constructiva, donde se encuentran inmersos los aspectos como la extensión física de la
casa o terreno, a lo que se agrega los servicios que se presten y el desarrollo propio del
lugar, por lo que no es antojadiza, discriminatoria, ni desigual, la determinación de la
base impositiva, de ahí que las normas señaladas de inconstitucionalidad no contravienen
los principios de igualdad y capacidad de pago normados en la Ley Fundamental. d) En
cuanto a la estimación de que los incisos comprendidos del 1 al 4, del artículo 5 de la Ley
del Impuesto Único Sobre Inmuebles vulneran los principios constitucionales, reconocidos
en los artículos 44, 183, inciso e) y 239 de la Constitución Política de la República, se
puede señalar que esas disposiciones regulan lo relativo a modificar los valores fiscales de
los inmuebles por medio de la asistencia técnica de la valuación inmobiliaria con auxilio
del Manual de Valuación Inmobiliaria. Aunque el postulante en su planteamiento hace
alusión a situaciones de tipo mercantil, bancario, fiduciarios y civil, nada tienen que ver
con la aplicación y objeto de la ley de la materia para la determinación del pago del
impuesto, ya que esas materias se rigen y norman por las propias leyes aplicables a casos
específicos, sin que exista relación con la denuncia constitucional que se hace de la Ley
impugnada. e) La inconstitucionalidad del inciso 4 del artículo 5 relacionado, se centra en
que se actualice un valor por medio de un aviso notarial, interpretación equivocada,
porque no se trata de un simple aviso notarial, sino de una actividad que realiza el
Notario como obligación posterior a autorizar un contrato en el que se transmite el
dominio de un inmueble por cualquier título, con base en lo normado en los artículos 38
del Código de Notariado y 43 de la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles; actuación
profesional que sólo le permite al Notario plasmar en el instrumento público la voluntad
de las partes, en cuanto a la determinación voluntaria del precio por el que se transferirá
el dominio del inmueble objeto del negocio, ya que resultaría ilegal que la administración
tributaría interfiriera en la libertad de contratación que tienen todas las personas para
cumplir con sus obligaciones. f) La acción de inconstitucionalidad promovida contra el
inciso 4 del artículo 5 de la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles, derivada de que en
los negocios, actos o contratos que se realizan ante notario no necesariamente reflejan o
fijan valores a los inmuebles, lo que es veraz, porque valor y precio son dos conceptos
distintos, el valor es la determinación de una cantidad desde el punto de vista económico,
el poder cualitativo intrínseco o virtual de utilidad, referido a valía, de un bien o cosa,
para la satisfacción de determinada necesidad; mientras que precio es el importe
Expediente 3349-2010 8

monetario por el que se enajena y adquiere un bien o mercancía, definiciones contenidas


en el Manual de Valuación Inmobiliaria, de donde se deduce que, lo que se fija en una
transacción de transferencia de dominio de un bien inmueble ante Notario es precio,
previo acuerdo de voluntades entre vendedor y comprador. El manual referido tampoco
resulta inconstitucional porque con este no se modifica la base impositiva, debido a que la
administración tributaria aplica lo preceptuado en el artículo 4 de la ley citada en la
determinación de la base impositiva, pero sin modificarla; esto porque lo que modifica esa
base es el valor que arroja el avalúo cuando se utilizan los importes que surgen de los
estudios de zonas homogéneas físicas y económicas y la tipología constructiva que se
hacen con base en los lineamientos establecidos en dicho manual. g) En relación a lo
argumentado sobre las distintas formas de valuación, que supuestamente generan
desigualdad para fijar valores, debe tenerse en cuenta que la valuación se basa en los
parámetros establecidos en el Manual de Valuación Inmobiliaria y los valuadores
autorizados están obligados a usarlo porque, de lo contrario, los avalúos no tendrían
certeza jurídica. El artículo 5 de la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles no establece
distintos modos de realizar avalúos sino, distintas formas de denominarlos, el numeral 1),
lo llama autoavalúo y se puede realizar de dos formas, por voluntad propia y cuando el
propietario es convocado por la administración tributaria para que lo haga, tomando
como base lo preceptuado en los instructivos preparados previamente por la
administración, con el propósito de que el autoavalúo se ajuste a la ley y a lo establecido
en el Manual de Valuación Inmobiliaria; en el numeral 2), lo denomina avalúo directo y lo
realiza la administración tributaria mediante los procedimientos aprobados previamente
por el Concejo Municipal, para el caso de que la valuación sea hecha por una
Municipalidad. El numeral 3), lo nombra avalúo técnico, al que es practicado por un
valuador autorizado a requerimiento del propietario, y en el numeral 4) no se le consigna
nombre, pero debe entenderse como la actividad notarial que no conlleva la obligación
del Notario de ser valuador para realizarla, pues éste sólo plasma en un instrumento
público el acuerdo de voluntades de los comparecientes. Por lo que cuando ocurre
alguno de los presupuestos contenidos en el artículo 5 impugnado, la administración
tributaria por imperio de la ley está facultada para actualizar el valor fiscal de los
inmuebles, lo que demuestra que no hay desigualdad en la determinación de una base
impositiva, sino que existen distintos presupuestos legales que determinan el quién, el
cómo y el por qué se hace un avalúo. h) También se fundamenta la inconstitucionalidad
planteada en que el Manual de Valuación Inmobiliaria fue autorizado por el Ministro de
Finanzas Públicas y no por el Congreso de la República de Guatemala, función que no le
corresponde de acuerdo a lo establecido en los artículos 183, inciso e) y 239 de la
Constitución Política de la República ya que no debe aprobar, publicar, ni modificar la
base impositiva del tributo. A ese respecto, el artículo 16 de la Ley del Impuesto Único
Sobre Inmuebles dispone que el Manual y su actualización deben ser autorizados
mediante Acuerdo Ministerial, que debe ser publicado en el Diario Oficial. Así, cuando se
autoriza el Manual de Valuación Inmobiliaria, por medio del Acuerdo Ministerial 21-2005
se actuó en cumplimiento de lo dispuesto por la Ley de la materia. Y cuando se publica
únicamente el Acuerdo Ministerial pero no el manual también se actúa en cumplimiento
del artículo citado, el cual obliga la publicación del acuerdo autorizante, pero no del
manual autorizado. Además, es la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles la que
establece la obligación de que exista un manual de avalúos, pero no indica qué requisitos
debe cumplir y no determina que en éste deban indicarse valores, dado que lo más
sustancial de la materia de la valuación o del avalúo no es el determinar el precio de un
Expediente 3349-2010 9

bien en concreto, sino el indicar en términos generales cómo hacer esa determinación,
pues de contemplar valores, dejaría de ser un manual. i) La tacha de inconstitucionalidad
del último párrafo de artículo 5 y del artículo 7 de la Ley del Impuesto Único Sobre
Inmuebles -IUSI-, con base en que se norma la disminución de valor inmueble por
deterioro y que la solicitud puede presentarla el propietario a la Dirección de Catastro y
Avalúo y Bienes Inmuebles o las Municipalidades, dependiendo quien sea el ente
administrador, y que con ello se pueda modificar el valor de la matricula fiscal, por
vulnerar los principios constitucionales, contemplados en los artículos 4º., 12 y 28 de la
Constitución Política de Guatemala, carece de fundamento jurídico legal, ya que en
relación al último párrafo del artículo 5 se debe señalar que la ley no permite inscribir
valores menores a los ya inscritos por una razón lógica y es que no tendrían razón de
existir los presupuestos legales establecidos en el artículo 4 de la Ley del Impuesto Único
Sobre Inmuebles, que permiten determinar cuantitativamente una base impositiva, toda
vez que cualquier contribuyente podría rebajar el valor inscrito y el único Organismo del
Estado facultado para crear impuestos y deducirlos es el Congreso de la República de
Guatemala de acuerdo a la función asignada en el artículo 239 de la Constitución Política
de la República. Se malinterpreta el contenido del artículo 7 al argumentar que sólo se
puede disminuir un valor cuando el inmueble sufre deterioro, y se distorsiona aún más la
interpretación al hacer un listado de posibilidades que no se pueden utilizar para solicitar
la disminución del valor, ello porque se limita a la transcripción del artículo y no se hace
una integración de la ley con el contenido de los numerales 4 y 5 del artículo 4 de ésta,
presupuestos que se utilizan por parte de la administración tributaria para calificar el
deterioro y que si se prueban provocan la disminución del valor de un inmueble, porque
la solicitud de disminución del valor de inmueble para que se modifique la matricula fiscal,
puede hacerse cumpliendo con los requisitos enumerados en el artículo 5 relacionado, lo
que conlleva que no se vede el derecho de igualdad, petición y al debido proceso
establecidos en la Carta Magna. j) Carece de fundamento legal la aseveración de que los
artículos 8, 9 y 10 del Decreto 15-98 del Congreso de la República, Ley del Impuesto
Único Sobre Inmuebles, se contraponen a los artículos 4º., 39 y 41 de la Carta Magna, al
regular lo relacionado con los sujetos del impuesto sobre quienes recae la obligación de
pago y que se consignan obligaciones a personas ajenas al propietario. Este argumento
se encuentra alejado de la realidad porque los artículos referidos establecen, en su orden,
quienes son los sujetos del impuesto, los responsables solidarios del pago del impuesto y
otras obligaciones tanto para los sujetos como para los responsables solidarios,
presupuestos legales que tienen su sustento fáctico en algún contrato, pacto o ley, toda
vez que la administración tributaria no va a exigir a persona distinta del propietario, una
obligación tributaria de la que no figure como sujeto pasivo del impuesto en sus bases de
datos, como consecuencia de la información que los mismos propietarios le trasladan, y
en ellos se obligue al pago del impuesto a una persona distinta del propietario, lo que
tiene su sustento legal en los propios artículos 5 y 7 de la Ley del Impuesto Único Sobre
Inmuebles y en los artículos 21, 22, 23, 24, 25, 26 y 27 del Código Tributario, que regula
todo lo relacionado al régimen tributario en Guatemala. k) el artículo 23 de la Ley del
Impuesto Único Sobre Inmuebles -IUSI- que norma lo relativo a la modificación de los
valores del inmueble, se denuncia que vulnera los principios constitucionales
contemplados en el artículo 243 de la Constitución Política de la República de Guatemala,
lo que no es razonable ya que el artículo 1 de dicha normativa, establece que el impuesto
es anual, pero el legislador estableció que se puede pagar hasta en cuatro cuotas, de
acuerdo a lo regulado en su artículo 21, normas que se complementan y tienen como
Expediente 3349-2010 10

finalidad minimizar el impacto económico sobre el peculio del contribuyente, por ende, si
ocurre una modificación de la base impositiva por cualquier causa, su aplicación surte
efectos, el trimestre siguiente porque si el contribuyente decide hacer pagos trimestrales
se debe estar a lo preceptuado por el artículo 22 de la Ley, que norma la aplicación
posterior al último pago, cabe destacar que por ser anual, se puede pagar de esa manera
en consecuencia la aplicación de cualquier modificación se concretaría precisamente para
el próximo período de pago. De esa cuenta la aplicación del numeral 2), del artículo 7, del
Código Tributario deviene improcedente porque este precepto legal es aplicable a
cualquier impuesto en el que el contribuyente debe presentar declaraciones al fisco y en
el caso del Impuesto Único Sobre Inmuebles, los contribuyentes no presentan ninguna
declaración, sino únicamente se satisface el requerimiento de pago del impuesto, sin
presentación de la declaración jurada. l) Con relación a la supuesta inconstitucionalidad
del artículo 25 de la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles -IUSI, por vulnerar el
artículo 243 constitucional, sobre la base que la multa en que se incurre por no pagar el
impuesto después del requerimiento efectuado por el ente administrador deviene
confiscatoria y con una tasa excesiva por el porcentaje declarado, dicho argumento es
falaz y erróneo, además, se han invocado en forma errónea los artículos 58, 59 y 60 del
Código Tributario, porque estos se refieren en su orden al pago de intereses resarcitorios
a favor del fisco, al cómputo de los intereses resarcitorios y a la mora. Y en una
interpretación antojadiza no se indica que en el artículo señalado de inconstitucionalidad
se preceptúa que la falta de cumplimiento de la obligación tributaria relativa al Impuesto
Único Sobre Inmuebles no causará intereses y mora contemplados en los artículos del
Código Tributario, y lo relativo a las normas del Código Civil citadas por el accionante son
aplicables a actos o contratos celebrados entre particulares y no tiene nada que ver con el
pago o requerimiento del Impuesto Único Sobre Inmuebles al ente administrador. m) En
relación al artículo 43 de la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles en lo relativo a los
avisos notariales de los instrumentos públicos autorizados que contengan contratos de
compraventa o traspaso de bienes inmuebles, no se hizo argumentación por el
accionante, pero estima que no se contrapone a norma constitucional alguna, ya que
solamente complementa los avisos notariales que se deben dar por el Notario autorizante
de negocio jurídico, de conformidad con lo establecido y argumentado sobre la supuesta
violación contenida en el artículo 5 de la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles. n) el
Acuerdo 21-2005 del Ministerio de Finanzas Públicas, no puede ser tachado de
inconstitucional erga omnes, sólo por considerarse que la aplicación del Manual de
Valuación Inmobiliaria que autoriza supuestamente contiene valores que determinan el
valor final del inmueble, puesto que la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles en sus
artículos 5, numeral 2, 15 y 16 establecen su existencia para determinar cómo se
efectuará la valuación o avalúo de bienes inmuebles. Ese mandato se cumplió al emitir el
denominado Manual de Valuación Inmobiliaria, no existiendo ninguna contradicción entre
el Manual de Valuación Inmobiliaria, la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles y la
Constitución Política de la República de Guatemala, tal como la Corte de
Constitucionalidad lo ha establecido en otras acciones de inconstitucionalidad presentadas
con referencia al Manual mencionado. El proceso de formación y sanción de la ley no
puede ser violado por un Acuerdo Ministerial, toda vez que no está sujeto a ese
procedimiento, por tratarse de documentos que emanan de autoridades distintas y por lo
tanto tienen diferentes requisitos para su creación y para su vigencia, de ahí que el
Manual de Valuación Inmobiliaria por ser un documento de la administración pública,
debe ser aprobado como lo preceptúa el artículo 16 de la Ley del Impuesto Único Sobre
Expediente 3349-2010 11

Inmuebles por el Ministerio de Finanzas Públicas, como un manual técnico, tratándose en


consecuencia de instrucciones técnicas sobre la forma de practicar los avalúos y no
propiamente de normas jurídicas que establezcan derechos subjetivos y deberes jurídicos,
por lo que no se advierte la inconstitucionalidad denunciada. La Corte de
Constitucionalidad, al hacer el estudio y análisis de inconstitucionalidades planteadas al
Acuerdo Ministerial 21-2005 del Ministerio de Finanzas Públicas que contiene el Manual de
Valuación Inmobiliaria, determinó en varios fallos que éste, en ninguna forma de
interpretación y aplicación se contrapone a normas de jerarquía constitucional para la
aplicación erga omnes.
IV. ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA
A) El solicitante reiteró los argumentos expuestos en el escrito de interposición de la
presente acción constitucional y solicitó que se declare con lugar la acción planteada. B)
El Ministerio Público y la Dirección de Catastro y Avalúo de Bienes Inmuebles
del Ministerio de Finanzas Públicas reiteraron lo expuesto en la audiencia que se les
confirió y solicitaron que se declare sin lugar la inconstitucionalidad general parcial
promovida, y que se haga la declaración correspondientes en cuanto a las costas y la
multa del proceso. C) El Congreso de la República, expresó que: a) Es deficiente la
confrontación que el interponente hace de las normas del Decreto 15-98 del Congreso de
la República, Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles y del Manuel de Valuación
Inmobiliaria tachados de inconstitucionalidad, y que el Tribunal Constitucional no puede
subsanar dicha deficiencia para un mejor análisis del planteamiento. b) La normativa
impugnada no riñe con lo establecido en los artículos 1º., 2º., 3º., 4º., 12, 14, 28, 39, 41,
44, 183, literal e), 239 y 243 de la Constitución Política de la República de Guatemala,
como pretende el interponente y, por ello, debe declararse sin lugar la
inconstitucionalidad planteada.
CONSIDERANDO
-I-
Es función esencial de esta Corte, la defensa del orden constitucional, siendo el
órgano competente para conocer de las acciones promovidas contra leyes, reglamentos o
disposiciones de carácter general objetadas total o parcialmente de inconstitucionalidad.
En su labor, el Tribunal, con el único objeto de hacer prevalecer la supremacía de la
Constitución como norma fundamental del ordenamiento guatemalteco, procede al
estudio analítico requerido, sobre la base de los argumentos expuestos por el accionante
y por los órganos y entidades a quienes se confiere audiencia por ley o por disponerse así
en el trámite del proceso, a fin de determinar si la norma impugnada contraviene o no las
disposiciones de aquélla. En ese sentido, si se evidencia esa contradicción, deberá
proceder a la declaratoria respectiva, quedando sin vigencia la norma inconstitucional;
caso contrario, de no apreciar el vicio denunciado, la desestimación de la pretensión
deviene imperativa.
- II -
En el presente caso, Rafael Humberto Garavito Gordillo, promovió acción de
inconstitucionalidad general parcial de los artículos 1, 3, 4, 5, 7, 8, 9, 10, 11, 23, 25 y 43
del Decreto 15-98 del Congreso de la República, Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles
y del Manual de Valuación Inmobiliaria formulado por la Dirección de Catastro y Avalúo de
Bienes Inmuebles, del Ministerio de Finanzas Públicas, aprobado por Acuerdo Ministerial
25-2005 del Ministerio de Finanzas Públicas, que establecen: “ARTÍCULO 1. Impuesto
Único. Se establece un impuesto único anual, sobre el valor de los bienes inmuebles
situados en el territorio de la República.
Expediente 3349-2010 12

ARTÍCULO 3. Objeto del Impuesto. El impuesto establecido en la presente ley, recae


sobre los bienes inmuebles, rústicos o rurales y urbanos, integrando los mismos el
terreno, las estructuras, construcciones, instalaciones adheridas al inmueble y sus
mejoras; así como los cultivos permanentes. Para los efectos de la determinación del
impuesto, no integrará la base imponible el valor de los bienes siguientes: La maquinaria
y equipo. En las propiedades rústicas o rurales, las viviendas, escuelas, puestos de salud,
dispensarios u otros centros de beneficio social para los trabajadores de dichas
propiedades. Para los efectos de este impuesto, se consideran cultivos permanentes los
que tengan un término de producción superior a tres (3) años.
ARTÍCULO 4. Determinación de la base impositiva. La base del impuesto estará
constituida por los valores de los distintos inmuebles que pertenezcan a un mismo
contribuyente en calidad de sujeto pasivo del impuesto. Al efecto se considerará: El valor
del terreno; El valor de las estructuras, construcciones e instalaciones adheridas
permanentemente a los mismos y sus mejoras; El valor de los cultivos permanentes; El
incremento o decremento determinado por factores hidrológicos, topográficos,
geográficos y ambientales; La naturaleza urbana, suburbana o rural, población, ubicación,
servicios y otros similares.
ARTÍCULO 5. Actualización del valor fiscal. El valor de un inmueble se determina: Por
autoavalúo presentado por los contribuyentes conforme a las condiciones a que se refiere
esta Ley; Por avalúo directo de cada inmueble, que practique o apruebe la Dirección o en
su caso la municipalidad cuando ya esté administrando el impuesto, conforme el manual
de avalúos elaborado por el Ministerio de Finanzas Públicas y mediante los
procedimientos previamente aprobados por el Consejo Municipal; Por avalúo técnico
practicado por valuador autorizado por la Dirección a requerimiento del propietario; este
avalúo deberá presentarse en certificación bajo juramento, firmado por el propietario o su
representante legal y el valuador autorizado; y, Por nuevos valores consignados en el
aviso notarial a que dé lugar la enajenación o transferencia por cualquier título de bienes
inmuebles. Cuando los valores consignados en los numerales anteriores, sean menores a
los valores registrados en la matrícula fiscal, no serán operados por la Dirección o la
Municipalidad respectiva.
ARTÍCULO 7. Disminución del valor del inmueble. En caso de que un inmueble sufriere
deterioro que produzca disminución parcial de su valor, por causas comprobables, el
propietario podrá presentar la solicitud al ente administrador, para que se modifique el
valor en la matrícula, una vez verificados los hechos. Los gastos del avalúo deberán ser
pagados por el interesado.
ARTÍCULO 8. Sujetos del impuesto. Para los efectos de las obligaciones establecidas en la
presente ley, son contribuyentes las personas propietarias o poseedoras de bienes
inmuebles y los usufructuarios de bienes del Estado.
ARTÍCULO 9. Responsables solidarios del pago del impuesto. Son responsables solidarios
y mancomunados con los contribuyentes referidos en el artículo anterior, por el pago del
impuesto: Los albaceas, representantes de una mortual, herederos o legatarios de los
bienes inmuebles; Los fiduciarios por los bienes inmuebles administrados en fideicomiso;
Los usufructuarios de bienes inmuebles inscritos como tales en la matrícula fiscal; y, Las
personas individuales o jurídicas por el impuesto y multas que se adeuden a la fecha de la
adquisición de bienes inmuebles a cualquier título.
ARTÍCULO 10. Otras obligaciones. Los propietarios, poseedores, arrendatarios o
encargados de inmuebles, están obligados a: Concurrir personalmente o por medio de
representación legal, a las citaciones que le sean cursadas por el ente administrador,
Expediente 3349-2010 13

expresando el objeto de la diligencia; y, Proporcionar toda la información pertinente que


les sea requerida, para el establecimiento, actualización y mantenimiento de la matrícula
fiscal.
ARTÍCULO 11. Tasas al valor. Para la determinación del impuesto anual sobre inmuebles,
se establecen las escalas y tasas siguientes: Hasta Q 2,000.00 Exento; De Q 2,000.01 a
Q.20,000.00, 2 por millar; De Q. 20,000.01 a Q.70,000.00, 6 por millar; De Q. 70,000.01
en adelante, 9 por millar.
ARTÍCULO 23. Modificación de los valores del inmueble. Cualquier cambio en el valor
inscrito de un bien inmueble o la inscripción de uno nuevo, surtirá efectos a partir del
trimestre siguiente a la fecha en que ocurrió la modificación o se realizó el negocio
jurídico. Las cantidades que resulten en exceso por el pago del presente impuesto, se
podrán abonar a trimestres anticipados o a otros impuestos, a solicitud del contribuyente.
ARTÍCULO 25. Infracciones y sanciones. El contribuyente que no hiciere efectivo el pago
del impuesto en la forma y tiempo establecidos por esta Ley; incurrirá en una multa
equivalente al veinte por ciento (20%) sobre la cantidad que hubiese dejado de pagar.
Por la especial naturaleza de este impuesto y de su administración, la falta de pago del
impuesto dentro del plazo previsto en la presente ley, no causará el pago de intereses
resarcitorios que contemplan los artículos 58 y 59 del Código Tributario, ni se aplicará la
sanción por mora establecida en el artículo 92 de dicho Código.
ARTÍCULO 43. Con el objeto de posibilitar un mejor cumplimiento de las obligaciones de
determinación, control y pago del impuesto, los Notarios, al autorizar instrumentos
públicos que contengan contratos de compraventa o traspaso de bienes inmuebles,
deberán, dentro del plazo de quince días de la fecha de autorización de la escritura, dar
aviso a la Dirección General de Catastro y Avalúo de Bienes Inmuebles o a las
Municipalidades respectivas, y además cumplir con las normas siguientes: En los
contratos de enajenación: Llenar y presentar el formulario correspondiente, el cual servirá
de aviso de la enajenación. Dicho formulario indicará: Nombre de los contribuyentes;
Números de cédulas de vecindad de los mismos; Domicilio fiscal de los otorgantes;
Número de identificación tributaria, si lo tuvieren; Inmueble objeto del contrato; Número
de inscripción en el Registro de la Propiedad, si lo tuviere; Número de la matrícula fiscal;
Ubicación y superficie del inmueble, indicada en unidades del sistema métrico decimal. En
los actos de donación de bienes inmuebles: Nombres del donante y donatario; Número de
las cédulas de vecindad; Domicilio fiscal de los otorgantes; Números de identificación
tributaria (NIT); Relación de parentesco que tuvieren entre sí, los otorgantes; Valor de la
donación. En los actos de unificación de inmuebles y de cualesquiera otros que no estén
afectos al pago del impuesto: Fecha del acto o contrato; Nombres de los otorgantes;
Números de sus cédulas de vecindad; Domicilio fiscal; Números de identificación tributaria
(NIT); Descripción de los inmuebles unificados, con indicación de ubicación; Superficie, en
unidades del sistema métrico decimal; Número de matrícula fiscal; Datos que identifican
la finca unificada; Número de inscripción de la finca unificada en el Registro de la
Propiedad. En los casos de desmembración de inmuebles: En los casos que se formen
fincas por división de otros inmuebles, deberán informar a la entidad recaudadora los
datos indicados en los incisos precedentes que fueren pertinentes y que correspondan a
las nuevas fincas, dentro del término de 15 días en que se inscriba la desmembración en
el Registro de la Propiedad, aportando los planos de distribución del terreno y en su caso,
de la distribución del inmueble, terreno y construcción. Los notarios que dejaren de
remitir los formularios y avisos que se mencionan en este artículo, serán sancionados con
multa pecuniaria administrativa.”.
Expediente 3349-2010 14

Los argumentos impugnativos en relación a éstos quedaron reseñados en el apartado de


resultandos de esta sentencia.
- III -
Esta Corte, en relación al vicio de inconstitucionalidad atribuido a los artículos del
Decreto 15-98 del Congreso de la República, y la del Manual de Valuación Inmobiliaria
autorizado mediante Acuerdo Ministerial 21-2005 del Ministerio de Finanzas Públicas,
establece:
A) En lo que respecta a la inconstitucionalidad de los artículos 1 y 3 de la Ley del
Impuesto Único Sobre Inmuebles, sobre la base que vulneran los derechos de protección
y desarrollo de la persona y el derecho a la propiedad privada, contemplados en los
artículos 1º., 2º., 39 y 41 de la Constitución Política de la República de Guatemala,
porque el ejercicio del derecho de propiedad está supeditado a encontrarse al día en el
pago del impuesto y, de lo contrario, el derecho de propiedad termina y el inmueble
puede ser rematado por el Estado. Esta Corte estima que no se hizo en el planteamiento
de inconstitucionalidad la debida, concreta y específica confrontación entre la normativa
impugnada con las normas constitucionales que se indican vulneradas, advirtiéndose que
el interponente se limitó a realizar en su escrito inicial una serie de consideraciones que
no constituyen razonamiento jurídico suficiente que justifique la expulsión de dichos
artículos del ordenamiento jurídico nacional, derivado de algún efecto ilegítimo contenido
en esas disposiciones, lo que determina la improcedencia del planteamiento en relación a
la normativa mencionada.
B) En relación a la inconstitucionalidad atribuida a los artículos 4 y 11 de la Ley
del Impuesto Único Sobre Inmuebles por la supuesta contravención a lo establecido en
los artículos 4º. y 243 de la Ley Fundamental, derivado de que la forma de establecer la
tasa impositiva de acuerdo al valor inscrito del inmueble genera discriminación económica
y desigualdad entre los contribuyentes por la manipulación de los valores por parte del
Estado. Cabe señalar que la determinación de la base imponible se compone de
elementos cuantificables así como del incremento o decremento que deriva de la
existencia de diversos factores. Las tasas que se deben aplicar para determinar el pago
del impuesto, en los que figuran los montos y el valor a pagar, menos el factor descuento
aplicado por las municipalidades como agentes administradores, no genera desigualdad
porque estos parámetros son aplicados a todos los sujetos pasivos del impuesto de
acuerdo a las características objetivas que se establecen en el artículo aludido, al aplicar
las tasas al valor anterior por el monto de las tasas multiplicadas por millar según el valor
tasado, y lo que determina el artículo 11 de la normativa impugnada. En ese sentido, no
se puede interpretar que exista desigualdad porque a más valor del inmueble se aplique
una diferente tasa por millar, restando el factor descuento aprobado por cada Concejo
Municipal de acuerdo a sus disposiciones. Los requisitos que se deben observar por la
administración tributaria, no resultan, como se indica especulativamente arbitrarios,
porque se encuentran previstos en lo que disponen los 3 y 4 de la Ley del Impuesto Único
Sobre Inmuebles, sin que ello implique la categorización de los sujetos pasivos del
impuesto. La Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles no contraviene lo establecido en
el artículo 243 constitucional, porque en relación a la capacidad de pago del
contribuyente, ésta no se ve afectada con la determinación de los valores fiscales de los
inmuebles, pues ésta deviene de los precios que se generan en el propio mercado
inmobiliario, en el que es el bien inmueble al que se asigna un valor dadas ciertas
características de ubicación establecidas por medio de los estudios de zonas homogéneas
físicas y económicas, tipología constructiva, y los aspectos relativos a extensión del
Expediente 3349-2010 15

espacio territorial, servicios y desarrollo del lugar, entre otros que constituyen bases
objetivas para determinar aquella ponderación económica. De ello resulta que no es el
poder adquisitivo o capacidad de pago de la persona la que afecta el valor del inmueble
sino es el mismo que, bien sea para su uso propio o para el ajeno, genera un indicador
de su rentabilidad. Valor fiscal que la persona interesada está en capacidad de impugnar
y de probar en sede administrativa cuál es su efectivo avalúo, sin descartar que del precio
de mercado o comercial hubiera de hacerse el descuento que lo aproxime al parámetro
fiscal del que se calcula el respectivo impuesto. De manera que no puede tenerse como
afectados por las normas cuestionadas los principios de igualdad y capacidad de pago
que reconoce la Constitución.
C) El vicio de inconstitucionalidad imputado al artículo 5, inciso 2, de la Ley de
Impuesto Único Sobre Inmuebles, se fundamenta en que en ese numeral se ordena la
creación de un manual de avalúos, documento que no es técnico o legal, porque este
permite la modificación de las bases imponibles y por ende, de las tasas que se aplicarán
a cada inmueble, en violación a los artículos 44, 183, inciso e) y 239 de la Constitución
Política de la República de Guatemala. Al respecto cabe señalar que en lo referente al
vicio de inconstitucionalidad por vulneración de los artículos 44 y 183, inciso e), de la Ley
Fundamental, el accionante no hizo la debida confrontación por medio de la cual
evidenciara la vulneración que le atribuye a la normativa cuestionada de
inconstitucionalidad, expresando en forma razonada y clara los motivos jurídicos en que
descansa la impugnación por lo que deviene improcedente el planteamiento en relación a
la vulneración denunciada.
En lo referente a la vulneración de lo establecido en el artículo 239 constitucional,
derivado de la creación del Manual de Valuación Inmobiliaria, su existencia deriva de la
emisión del Acuerdo Ministerial 21-2005 del Ministerio de Finanzas Públicas y no conlleva
violación al principio de legalidad contemplado en el artículo constitucional citado, porque
se basa en lo establecido en el artículo 16 de la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles
normativa que regula: “Con el objeto de determinar parámetros de valuación para el
justiprecio de bienes inmuebles, la Dirección debe formular el manual técnico respectivo,
y deberá actualizarlo por lo menos cada cinco (5) años. El manual y su actualización
deberá ser autorizado mediante Acuerdo Ministerial, que deberá ser publicado en el Diario
Oficial”. Precepto legal que determina los motivos por los que debe crearse el manual y
la autoridad responsable de su creación, así como la obligación de mantenerlo
actualizado. La norma referida indica que su autorización debe hacerse con el objeto de
determinar parámetros de valuación para el justiprecio de bienes inmuebles, que debe ser
autorizado mediante Acuerdo Ministerial y por ende ser publicado en el Diario Oficial. En
ese sentido en cumplimiento de lo establecido en la norma citada, el Manual de Valuación
Inmobiliaria, fue debidamente elaborado por la dependencia administrativa
correspondiente del Ministerio de Finanzas Públicas, también fue autorizado por dicho
ministerio, mediante Acuerdo Ministerial 21-2005, por lo que cumplió con los requisitos
que determina el artículo 16 trascrito, y fue publicado en el Diario Oficial, circunstancia
que descartan la violación denunciada.
D) Se cuestiona el artículo 5 de la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles, en su
inciso 4, porque establece la opción de modificar el valor de los inmuebles por medio de
un aviso notarial derivado de la autorización de instrumento público que contenga la
transferencia de propiedad o posesión del bien, indicándose que es inconstitucional al
determinar el valor real de los inmuebles por formas distintas que consideran aspectos
diversos, que permiten la modificación de la base impositiva mediante una disposición
Expediente 3349-2010 16

administrativa como lo es el manual impugnado, el que contraviene el principio de


legalidad, porque no le corresponde al Organismo Ejecutivo modificar la base
mencionada. Además, de que no se reflejan los valores reales de los inmuebles, sino las
declaraciones, pactos y operaciones, realizados por personas que no son valuadores
autorizados vulnerando los derechos de igualdad, propiedad y su protección, y el principio
de capacidad de pago del contribuyente, establecidos en los artículos 4º., 12, 14, 39, 239
y 243 de la Ley Fundamental. Como sucede con parte de la impugnación de los artículos
indicados en el inciso C) de este apartado, cabe señalar que en lo referente al vicio de
inconstitucionalidad por vulneración de lo establecido en los artículos 12, 14, 39 y 243 de
la Ley Fundamental, el interponente no hizo la debida confrontación por medio de la cual
evidenciara la vulneración que le atribuye a la normativa cuestionada de
inconstitucionalidad, sin expresar en forma razonada y clara los motivos jurídicos en que
descansa la impugnación por lo que deviene improcedente el planteamiento en relación a
la vulneración denunciada.
En lo que respecta al artículo 239 de la Constitución Política de la República, este
no es infringido por la normativa tachada, porque la transferencia de dominio de un
inmueble ante Notario, cuyo precio fijado en el instrumento público deriva del acuerdo de
voluntades entre vendedor y comprador, no generará la modificación de la base
impositiva, dado que al producirse ese supuesto, como lo indica la Dirección de Catastro y
Avalúo de Bienes Inmuebles del Ministerio de Finanzas Públicas, la administración
tributaria aplica lo preceptuado en el artículo 4 de la Ley del Impuesto Único Sobre
Inmuebles al determinar la base respectiva y es el valor que arroja el avalúo que surge de
los estudios de zonas homogéneas físicas, económicas y la tipología, lo que modifica la
base impositiva, no el precio del negocio jurídico fijado en el instrumento público. En ese
sentido el aviso notarial simplemente sirve de fundamento para realizar el análisis
correspondiente que culminará en la fijación de la base impositiva derivado de los
aspectos determinados en el avalúo practicado. En lo que respecta a la contravención al
derecho de igualdad consagrado en el artículo 4º. constitucional sobre las distintas
formas de valuación, la normativa cuestionada no conlleva contravención, porque la
valuación se realizará conforme a los parámetros que determina el Manual de Valuación
Inmobiliaria, debiendo los valuadores previamente autorizados usar dicho manual
obligatoriamente para que sus avalúos sean aceptados y tengan la certeza jurídica
deseada.
El artículo 5 de la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles al denominar las
distintas maneras de realizar el avalúo, establece: Autoavaluó en el numeral 1), siendo el
que se realiza voluntariamente por el propio sujeto pasivo del tributo con base en los
parámetros previamente establecidos para el efecto por parte de la administración
tributaria; el Avalúo Directo según el numeral 2), que es realizado mediante los
procedimientos previamente autorizados por el Concejo Municipal; el Avalúo Técnico
determinado en el numeral 3) realizado por un valuador autorizado a requerimiento del
propietario cumpliendo los requisitos establecidos para el efecto, y en el numeral 4)
relacionado contempla lo relativo a nuevos valores que se consignan en aviso notarial
derivado de la actividad del notario, relacionados con la enajenación o transferencia por
cualquier título de bienes inmuebles. Lo mencionado, determina que al producirse alguno
de los supuestos indicados, la administración tributaria por imperio de la ley, en ejercicio
de su facultad legal, debe actualizar el valor fiscal de los inmuebles, sin que con ello
configure la desigualdad manifestada por el interponente, en la determinación de la base
impositiva. Cabe reiterar lo ya indicado en relación a la inconstitucionalidad planteada
Expediente 3349-2010 17

contra el numeral 2), del artículo 5 impugnado, en relación a que la existencia del Manual
de Valuación Inmobiliaria, no contraviene lo establecido en los artículos 183, inciso e) y
239 de la Carta Magna ya que fue autorizado con base en lo ordenado en el artículo 16
de la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles, por medio del Acuerdo Ministerial 21-
2005 en cumplimiento de lo dispuesto por la Ley de la materia. Además, resulta oportuno
citar que la aplicación de los procedimientos de valuación establecidos en el Manual de
Valuación Inmobiliaria y la aprobación de estudios de zonas homogéneas y tipología
constructiva que sirven de base para aplicar el factor de descuento y obtener el valor
fiscal de los inmuebles, no implican la creación o modificación de la base imponible del
tributo, por lo que tampoco se da la inconstitucionalidad alegada por los interponentes en
cuanto a la violación del principio de legalidad contemplado en el artículo 239
constitucional. [Criterio sostenido por esta Corte en la sentencia de veintiséis de mayo de
dos mil nueve, dictada en el expediente dos mil trescientos quince - dos mil ocho (2315-
2008)].
E) El interponente manifiesta que los artículos 5 en su parte final y 7 de la
normativa cuestionada, contravienen los derechos contenidos en los artículos 4º., 12 y 28
de la Ley Fundamental, porque el primero, no permiten admitir y operar valores menores
a los valores inscritos y el segundo, sólo permite la disminución del valor inscrito del
inmueble en caso de deterioro comprobado de éste, sin que exista reglamento de la ley
que indique cómo se clasifica el deterioro, quedando a discreción del Organismo
Ejecutivo, con lo que se anula toda posibilidad de que se afecte el valor de un inmueble
aunque ello derive de causas que sean ajenas al propietario y al propio bien. Cabe indicar
que en relación al último párrafo del artículo 5 impugnado, este no vulnera lo
preceptuado en los artículos constitucionales indicados, ya que el derecho de igualdad,
defensa y petición no se ven afectados al estipularse que no se operarán las inscripciones
de valores menores a los que ya han sido inscritos, lo anterior, porque esa circunstancia
provocaría contradicción con lo establecido en el artículo 4 de la Ley del Impuesto Único
Sobre Inmuebles, que permiten la determinación cuantitativa de la base impositiva, con lo
que esta se podría modificar rebajando el valor inscrito del inmueble, por ello, si no
existiera esa limitante, se contravendría lo establecido en el artículo 239 de la
Constitución Política de la República de Guatemala, porque cualquier particular podría en
su beneficio pretender la inscripción con base en datos que estén por debajo de lo
anteriormente registrado en relación a un bien inmueble.
Esta impugnación que se puntualiza en la normativa que dispone: “Cuando los
valores consignados en los numerales anteriores, sean menores a los valores registrados
en la matrícula fiscal, no serán operados por la Dirección o Municipalidad respectiva”
permite entender correctamente que la norma citada, aunque imperativa, tampoco
prohíbe ninguna operación que garantice la justicia y la equidad tributarias, que son
condiciones puntuales de los artículos 239 y 243 de la Constitución Política de la
República. En este sentido, aunque el aviso notarial no obliga a la Dirección o a la
Municipalidad, respectivamente, a operar un precio consignado que esté por debajo del
registrado en la matrícula fiscal, ello no impide al sujeto pasivo del tributo a solicitar en
cualquier tiempo al ente recaudador que se hagan dos operaciones sucesivas: la primera
de ellas, la de solicitar que se aplique al precio consignado el factor de descuento que del
valor comercial refleje el valor fiscal, tal como resulta de la aplicación del Manual de
Valuación Inmobiliaria; y la siguiente, que de ser rechazada tal petición por la autoridad
fiscal o municipal respectivas, se proceda, a petición de la parte interesada, a ordenar un
avalúo del bien relacionado, en cuyo caso el obligado tributario tendrá derecho a discutir
Expediente 3349-2010 18

y probar lo que a su derecho convenga acerca de los montos fijados por el valuador
oficial. Esta interpretación tiene como base la realidad de que el aviso notarial recoge
ciertamente el acuerdo de las partes, pero no siempre el verdadero valor de los
inmuebles, especialmente cuando estos han sido adquiridos con carga de financiamiento
o garantías hipotecarias, que exceden el puro valor formado por el precio del terreno y el
de la construcción netos. En estos supuestos, resulta obvio que, para el pago del
impuesto de que se trata en este caso, cumpla con los requisitos constitucionales de
justicia y equidad tributarias, la autoridad recaudadora debe allanar el procedimiento de
revisión del cálculo del avalúo, bien sea por el factor de descuento que permite el aludido
Manual o por practicarse nuevos avalúos que transparenten la realidad fiscal de los bienes
inmuebles gravados con el Impuesto Único sobre Inmuebles.
El artículo 7 cuestionado de vicio de inconstitucionalidad, se fundamenta en una
interpretación literal del artículo, sin realizar la debida integración de la ley con el
contenido del artículo 4 de ésta, en el cual están contenidos los presupuestos que la
administración tributaria utiliza para calificar el deterioro, los que al probarse, como lo
indica la Dirección de Catastro y Avalúo de Bienes Inmuebles, provocan la disminución del
valor de un inmueble. Además, la solicitud de disminución del valor de inmueble para que
se modifique la matricula fiscal, se puede realizar cumpliendo los requisitos enumerados
en el artículo 5 de la Ley relacionada, lo que no veda los derechos de igualdad, al debido
proceso y especialmente el de petición establecidos en la Constitución. Con relación a lo
analizado, cabe citar lo indicado por esta Corte en sentencia de veinticuatro de junio de
dos mil diez, dictada en el expediente tres mil cuatrocientos ochenta y nueve - dos mil
nueve (3489-2009) en la que se indicó: “…debe tomarse en cuenta que, si bien dicha
normativa, en principio, no permite la actualización del valor fiscal de un bien inmueble a
uno menor del que se encuentre inscrito en la matrícula fiscal correspondiente [salvo
casos excepcionales], según se desprende de lo normado en el último párrafo del artículo
5 recientemente analizado, el cual establece: „…Cuando los valores consignados en
los numerales anteriores, sean menores a los valores registrados en la matrícula
fiscal, no serán operados por la Dirección o la municipalidad respectiva‟. [El realce no
figura en el texto], debe tomarse en consideración además, que el espíritu de esa
disposición atiende a una presunción económica de que los bienes objeto del tributo, en
lugar de tender a la depreciación, generan plusvalía conforme el tiempo transcurre; sin
embargo, dicha presunción puede ser rebatida en casos singulares. De esa cuenta, tanto
la Ley del Impuesto Único Sobre Inmuebles como el Manual de Valuación Inmobiliaria
mencionado contemplan casos excepcionales y de fuerza mayor, en los que puede
configurarse el decremento del valor de un bien inmueble objeto de dicho impuesto, ya
sea por factores hidrológicos, topográficos, geográficos y ambientales, según el numeral 4
del artículo 4 de la Ley en cuestión y los numerales 5.7.4 y 5.7.6 del referido Manual. Un
ejemplo cierto de situaciones que pueden provocar tales modificaciones lo constituye lo
ocurrido, en época reciente, en un sector de la zona seis de la ciudad de Guatemala, en
donde, fenómenos graves, provocaron el socavamiento de una porción de tierra, cuyo
hundimiento provocó el deterioro inminente no sólo en la estructura material de las casas,
sino por consiguiente, también de su valor comercial. Según el Manual en referencia, los
solares -terrenos o porciones de tierra- pueden presentar además situaciones y
características particulares que provocan diferentes grados de dificultad para su uso y
aprovechamiento, lo cual obliga también a considerar un decrecimiento en sus valores
base. En ese sentido, los factores de ajuste que pueden provocar el decrecimiento del
valor de un bien inmueble son: su ubicación, sus medidas, su forma irregular, encontrarse
Expediente 3349-2010 19

sobre una pendiente muy pronunciada o posicionado sobre un determinado nivel por
debajo o arriba de la vía pública. Incluso los valores base de la construcción también
pueden verse afectados por un factor de ajuste conforme su edad de edificación,
considerando que con el transcurrir de los años se produce una depreciación de su valor.
Tanto el terreno como la construcción edificada sobre éste, deben valorarse de manera
independiente, cuya suma arroja el valor total del bien inmueble…”. De acuerdo a lo
señalado, no se advierte la inconstitucionalidad denunciada.
F) Indica el interponente que existe vulneración a la libertad de industria,
comercio y trabajo, contenida en el artículo 43 constitucional, por los artículos
impugnados, al referirse anticipadamente a una ganancia o gasto no producidos. También
señala que los artículos 8, 9 y 10 impugnados de inconstitucionalidad contravienen el
contenido de los artículos 4º., 39 y 41 de la Constitución Política de la República, al
consignar y obligar a personas ajenas al propietario a una obligación fiscal de pago como
sujetos pasivos. Denuncia, además, que el artículo 23 impugnado, viola el artículo 243 de
la Ley Fundamental, porque afecta la capacidad de pago del sujeto pasivo del impuesto y,
finalmente expresa que es inconstitucional el artículo 43 de la Ley del Impuesto Único
Sobre Inmuebles por estar íntimamente relacionado con el artículo 5, inciso 4),
impugnado, que ya fue objeto de análisis, porque atenta contra los derechos de igualdad
y a la propiedad privada consagrados en los artículos 4º. y 39 de la Carta Magna.
Esta Corte en relación a los artículos indicados en el presente inciso, estima que
les es aplicable lo indicado para el caso en que en el planteamiento de
inconstitucionalidad no se hace la debida, concreta y específica confrontación entre la
normativa impugnada con las normas de la Ley Superior que se señalan como
violentadas, advirtiéndose que si bien el interponente realiza consideraciones y menciona
supuestos con los que busca ejemplificar lo que estima como vulneraciones, estos no
constituyen por sí solos, los razonamientos jurídicos suficientes y necesarios que
justifiquen la expulsión del ordenamiento jurídico del articulado cuyo vicio de
inconstitucionalidad se pretende, lo que determina la improcedencia del planteamiento en
relación a los artículos referidos.
G) En relación al cuestionamiento de inconstitucional del artículo 25 de la Ley del
Impuesto Único Sobre Inmuebles, al que se le atribuye la violación del artículo 243 de la
Norma Suprema porque estipula una multa del veinte por ciento (20%) del valor de lo
adeudado, lo que excede el promedio de la tasa de interés activa de las operaciones
bancarias del país, que a juicio del interponente, resulta ser confiscatoria.
Esta Corte no advierte vicio de inconstitucionalidad, pues el legislador, al emitir la norma
impugnada, no ha hecho más que fijar una consecuencia derivada del incumplimiento en
el pago del tributo estipulado, lo que no conlleva vulneración al principio de legalidad ni
afecta la capacidad de pago del contribuyente, puesto que la multa es fijada de acuerdo a
los parámetros establecidos legalmente en relación a la tasa impositiva derivada del
análisis que realiza la administración tributaria. Incluso, el legislador establece aspectos
derivados de la naturaleza especial del impuesto, en el sentido de que el incumplimiento
de la obligación por parte del contribuyente no produce intereses resarcitorios, ni mora,
como se contempla en el Código Tributario, puesto que el objeto principal de este
impuesto no es como indica el interponente el desapoderamiento del bien sobre el cual
recae la obligación impositiva, sino garantizarle al Estado, o en su caso a los municipios,
los medios económicos para satisfacer las necesidades de la población. Por lo expresado
no puede alegarse vulneración al contenido del artículo 243 constitucional derivado del
ejercicio de la facultad sancionatoria aplicada por el legislador ante la conducta omisiva
Expediente 3349-2010 20

del sujeto obligado al pago del tributo. Además, el interponente no realiza la adecuada
comparación que permita a este Tribunal examinar el derecho que dice conculcado, lo
que conlleva necesariamente la improcedencia del planteamiento.
Por lo considerado, esta Corte estima que no se aprecia que la normativa
cuestionada vulnere normas de rango constitucional que ameriten su expulsión del
ordenamiento jurídico.
- IV -
Conforme lo establecido en el artículo 148 de la Ley de Amparo, Exhibición
Personal y de Constitucionalidad, cuando la inconstitucionalidad se declare sin lugar se
impondrá multa a los abogados auxiliantes, sin perjuicio de la condena en costas al
interponente. En el presente caso no se condena en costas al interponente por no haber
sujeto legitimado para su cobro, pero sí es procedente imponer multa a los abogados
auxiliantes del planteamiento, por ser de rigor legal.
LEYES APLICABLES
Artículos citados, 267 y 272, inciso a), de la Constitución Política de la República
de Guatemala; 115, 133, 143, 146, 148, 163, inciso a), 185 y 186 de la Ley de Amparo,
Exhibición Personal y de Constitucionalidad; 31 y 34 bis del Acuerdo 4-89 de la Corte de
Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas,
resuelve: I) Sin lugar la acción de inconstitucionalidad general parcial de los artículos 1,
3, 4, 5, 7, 8, 9, 10, 11, 23, 25 y 43 del Decreto 15-98 del Congreso de la República, Ley
del Impuesto Único Sobre Inmuebles y del Manual de Valuación Inmobiliaria formulado
por la Dirección de Catastro y Avalúo de Bienes Inmuebles, del Ministerio de Finanzas
Públicas, aprobado por Acuerdo Ministerial 25-2005 del Ministerio de Finanzas Públicas,
promovida por Rafael Humberto Garavito Gordillo. II) No se condena en costas al
interponente por el motivo considerado. III) Se impone a cada uno de los abogados
auxiliantes, Rafael Humberto Garavito Gordillo, Max Jiménez Tejeda y José Pedro Aguirre
Arango, la multa de mil quetzales, que deberán pagar en la Tesorería de esta Corte
dentro de los cinco días siguientes de la fecha en que este fallo quede firme, en caso de
incumplimiento, su cobro se hará por la vía legal correspondiente. IV) Notifíquese.

ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE


PRESIDENTE

MAURO RODERICO CHACÓN CORADO HÉCTOR HUGO PÉREZ AGUILERA


MAGISTRADO MAGISTRADO

ROBERTO MOLINA BARRETO GLORIA PATRICIA PORRAS ESCOBAR


MAGISTRADO MAGISTRADA

CARMEN MARÍA GUTIÉRREZ DE COLMENARES JUAN CARLOS MEDINA SALAS


MAGISTRADA MAGISTRADO

VÍCTOR MANUEL CASTILLO MAYEN


SECRETARIO GENERAL ADJUNTO

También podría gustarte