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Fantasma

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«Fantasmagórico» redirige aquí. Para la serie de anime, véase Fantasmagórico (anime).

Para otros usos de este término, véase Fantasmas (desambiguación).

Dante y Beatriz en el Paraíso; de Gustave Doré, ilustración de la Divina Comedia,Paraíso, Canto XXXI. Según el
Catolicismo, algunos fantasmas son almas del Purgatorioque piden que recen por ellas para alcanzar el Paraíso.

Pintura del espectro de Okiku por Yoshitoshi Tsukioka. La historia de fantasmas Banchō Sarayashiki es una de


las más famosas del folklore Edo japonés.
Los fantasmas (del griego φάντασμα, "aparición"), en el folclore de muchas culturas, son
supuestos espíritus o almas desencarnadas de seres muertos (más raramente aún vivos) que se
manifiestan entre los vivos de forma perceptible (por ejemplo, tomando una apariencia visible,
produciendo sonidos o aromas o desplazando objetos —poltergeist—), principalmente en lugares
que frecuentaban en vida, o en asociación con sus personas cercanas. Constituye uno de los tipos
más conocidos de superstición.

Índice
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1 Descripción

2 Origen

3 Historia

4 Clases de fantasmas

5 Fantasmas, Sociedad y

Economía

6 Fantasmas y

Parapsicología

7 Fantasmas y Espiritismo

8 Fantasmas y Cristianismo

9 Fantasmas y Psicología

10 Fantasmas y literatura

11 Comunicación con

fantasmas

12 Inexistencia de los

fantasmas

13 Fantasmas célebres

o 13.1 En India

o 13.2 En

Colombia

o 13.3 En

Venezuela

o 13.4 En China

o 13.5 En Japón

o 13.6 En Irlanda

o 13.7 En Escocia

o 13.8 En

Inglaterra
o 13.9 En el País

de Gales

o 13.10 En

Cornualles

o 13.11 En Francia

o 13.12 En Canadá

o 13.13 En Italia

o 13.14 En Países

Bajos

o 13.15 En

Escandinavia

o 13.16 En Polonia

o 13.17 En

Portugal

o 13.18 En Perú

o 13.19 En México

o 13.20 En los

Estados Unidos

o 13.21 En Grecia

o 13.22 En Chile

o 13.23 En

Argentina

o 13.24 En Estonia

o 13.25 En Nueva

Zelanda

o 13.26 En

Alemania

o 13.27 En la

República Checa

o 13.28 En

Sudáfrica

o 13.29 En Bolivia

o 13.30 En España

o 13.31 En Costa

Rica

14 Véase también
15 Referencias

16 Fuentes

17 Enlaces externos

Descripción [editar]

Quienes dicen haberlos visto los describen como siluetas o sombras monocromas, por lo general
oscuras o blanquecinas, más bien difuminadas, nebulosas o antropomórficas, de carácter inmaterial
y trasparentes, que flotan y pueden no estar completas o no tener rasgos definidos ni rostro; pero
también y más raramente aparecen opacos, de cuerpo entero y con apariencia humana normal.
Algunos parapsicólogos afirman que cuando se mueven adoptan la apariencia de esferas de luz
u orbes, que supuestamente han sido filmados saliendo o entrando a través de paredes; en realidad,
podría tratarse de rods, artefactos, motas de polvo, insectos o ilusiones ópticas producidas
por pareidolia, apofenia o cualquier otro prejuicio cognitivo.

Algunos parapsicólogos defienden la hipótesis de que la aparición del fantasma no suele sobrepasar
unos pocos segundos, raramente llega al minuto; cuando ocurre, se supone que la temperatura baja
sensiblemente; pueden acompañarlos aromas penetrantes, golpes, ruidos (generalmente pasos),
música o voces que pueden grabarse magnetofónicamente (los llamadosfenómenos electrónicos de
voz, mal llamados psicofonías), aunque cada uno de estos fenómenos puede darse también
separada y aisladamente. Su aparición supuestamente provoca a veces en los seres humanos
decaimiento, opresión o cefaleas; en los lugares y en el momento de su manifestación estos
parapsicólogos dicen haber medido una carga electromagnética inusual.1 Se afirma también que en
los lugares que frecuentan los fantasmas a menudo se descargan las baterías de los aparatos
eléctricos destinados a captarlos o se apagan las luces, lo que se debería a que los fantasmas
manipulan (absorben, y menos frecuentemente expulsan) una cierta energía cinética (en forma de
movimientos de objetos, frío o calor) o electromagnética, o están relacionados de algún otro modo
con distorsiones en las mismas; en este sentido, algunos experimentos, como los diseñados por el
doctor Michael Persinger, han logrado reproducir fantasmas (o más bien tulpas o ideoplastias) por
medio de leves corrientes electromagnéticas sobre el lóbulo temporal del cerebro y han intentado
relacionarlos con entornos geológicos concretos de materiales transductores y fenómenos como
la piezoelectricidad. Con fundamento en estas investigaciones, algunos mecanismos tecnológicos
han sido diseñados para transformar estas distorsiones electromagnéticas en sonido, con la
sorpresa de que se reproduce un lenguaje humano coherente y consciente, que responde a
preguntas. Aseguran también que es un hecho muy frecuente y previo a su aparición un cambio
físico o psíquico en el entorno en que se manifiesta; el más corriente son obras de reforma de una
casa antigua, un nuevo habitante en la misma, etcétera. Si se trata de un cambio anímico, suele ser
un hecho emotivo y/o trágico: el fallecimiento reciente de un familiar o el nacimiento de un familiar,
un cambio hormonal (adolescencia, climaterio, menopausia), algo en todo caso emocionalmente
significativo. Se trata de las llamadas apariciones críticas. A veces concurren ambos hechos.
Como las leyendas etiológicas, los fantasmas se creen ligados a un lugar. Se afirma que algunas
veces han sido vistos y grabados traspasando muros sólidos, y que algunos pueden mover o
transportar objetos de leve peso, pero siempre por poco tiempo. Supuestamente, obedecen a las
leyes de la perspectiva según el punto del espacio desde el que se los contempla; muchos parecen
sólidos y opacos, por lo que pueden ser filmados, se reflejan en los espejos y producen ruidos
sincronizados con sus movimientos (pasos, etc). Generalmente dan la impresión de ser tan reales
como las personas vivas, aunque sólo durante un periodo de tiempo muy breve.

Helena Petrovna Blavatsky (1831- 1891) escritora, ocultista, teósofa rusay una de las fundadoras de


la Sociedad Teosófica (retrato de 1877 en Nueva York).

Ciertas personas, los llamados clarividentes, médiums, ashanes o chamanes, dicen observarlos con


frecuencia o poder comunicarse con ellos; asimismo prácticas conocidas como la canalización
mediúmnica y la necromancia o nigromancia aseguran poder hacer que los muertos se encarnen
otra vez brevemente. Según qué tradición, los fantasmas aparecen con distinto atavío, más o menos
relacionado con su muerte (el clásico de la literatura occidental es el sudario o sábana mortuoria); el
momento difiere, aunque por lo común es a la puesta de sol, a medianoche, en luna llena, a una
hora fija o en una fecha determinada, por lo general la de su muerte, o de noche; sin embargo hay
también apariciones poco puntuales que "se manifiestan" de forma imprevista e imprevisible en
cualquier poto, incluso a mediodía. Los parapsicólogos los clasifican en residuales y conscientes; los
residuales repiten siempre lo mismo, se aparecen periódicamente y parecen ajenos a quienes los
ven, pero su actitud no es comunicativa ni necesitan la presencia de seres humanos para
manifestarse, por lo que ha veces han sido grabados por cámaras de vigilancia sin presencia
humana alguna; los conscientes poseen actitud comunicativa y pueden interactuar con los vivos,
pero lo corriente es que terminen siendo esquivos y huidizos, ya que su manifestación visible es
siempre discontinua y nunca se prolonga largo tiempo; podría decirse que tienen más miedo o
angustia ante los seres vivos que estos ante ellos; solo unos pocos son abiertamente benéficos,
malignos u hostiles, la mayoría son indiferentes.

Algunas ceremonias, como por ejemplo los exorcismos, se atribuyen el poder de alejarlos durante
un tiempo o definitivamente.

Los estudiosos del fenómeno afirman que existen también fantasmas de personas vivas
(bilocación, doppelganger, fetch...) y documentan también la aparición de fantasmas de animales
(por ejemplo el Perro negro, el Dip, la Pesanta o el Cadejo, entre otros), barcos, trenes, aviones,
casas y pueblos fantasmas e incluso objetos fantasmas, como los tsukumogami japoneses o los
domésticos de parasoles (karakasa) y linternas (chōchinobake).

Pueden aparecerse solos, lo que es lo más corriente, o formando grupos, incluso numerosos. Su
manifestación en algunos casos es anuncio o aviso de algo positivo o funesto por ocurrir. También
los hay de carne y hueso: en 1937 la folclorista estadounidense Zora Neale Hurston escuchó
en Haití el caso de Felicia Félix-Mentor, fallecida y enterrada en 1907 y viva aún treinta años
después como zombi semiconsciente a causa del habitual uso en elanimismo vudú de dosis
semiletales de drogas/veneno como tetrodotoxina, estramonio o datura que provocan
por anoxia parálisis temporal y locura permanente. Otras alucinaciones visuales o auditivas
provocadas por enfermedades como la esquizofrenia o por las drogas (flash recurrentes de LSD, por
ejemplo), o bien las falsas resurrecciones espontáneas causadas por enfermedades como la rabia,
la catalepsia etcétera pueden haber originado asimismo leyendas de
aparecidos, revenants, vampiros y no muertos en personas predispuestas por prejuicios cognitivos y
tradiciones culturales propicias. Por otro lado, partes del cuerpo humano desaparecidas, amputadas
o cercenadas pueden ser percibidas por el cerebro como miembros-fantasma. Para los espiritistas,
un fantasma también podría ser un espíritu atrapado en nuestro mundo por medio de invocaciones,
brujería o promesas (almas en pena).

Origen [editar]

La creencia en aparecidos (muertos que vuelven a aparecer para encomendar alguna misión)


o revenants (lo mismo, en francés), espectros, ánimas del Purgatorio, almas en pena, o fantasmas
es muy propia de la naturaleza humana, tanto que tiene visos de ser o constituir
un ente antropológico abstracto que pervive, como otros tipos de superstición, a través de
numerosos factoidesconcretos. Ha generado y genera una amplia literatura (novela gótica o de
terror), inspira la cinematografía y el teatro y ha creado innumerables leyendas y mitos, si es que
estos, inversamente, no han creado este bulo; la ciencia considera creer en fantasmas un tipo
de superstición muy asentado en la psicología del ser humano, porque se alimenta de la necesidad
de vida eterna, como la religión, y sublima una muerte inaceptable y aborrecible por medio del acto
apotropaico de creer que la conciencia pervive más allá del fin de la misma. Estudios recientes
indican que muchos occidentales creen en fantasmas; en sociedades donde la religión tiene mucho
predicamento, como los Estados Unidos, una encuesta demostró que el 32% de sus habitantes cree
en fantasmas y en la vida luego de la muerte o más allá, siempre en forma paralela a la religión o de
forma menos regulada por un sistema escatológico como han hecho las religiones más frecuentes,
que se aprovechan de este meme antropológico para crear estructuras económico-culturales de
creencias.

Desde antiguo la mitología, la religión y otras manifestaciones de folklore o literatura han creído, o


pretendido creer, en la existencia de entidades sobrenaturales, manifestaciones vitales
onúmenes más o menos inmmateriales de varios tipos:

 1. Abstractos, más o menos alegóricos, como Dios.

 2. Naturales o no humanos: inanimados sin movimiento o cosas,


e inanimados con movimiento o semovientes, como el aire, el
agua, el fuego, las plantas, los astros.

 3. Naturales animados: animales o animalizados.

 4. Antropomórficos.

 5. Humanos.

Desde el más primitivo animismo, que otorga vida a todo lo semoviente o dotado de movimiento y
evolución, así como a las fuerzas de la naturaleza (el aire, el agua, el fuego, la vegetación, los
astros), muchas de estas categorías pueden asociarse, formar criaturas mixtas y recibir
denominación o nombre, como el ángel o los dioses medio animales o animalizados de los egipcios
y los japoneses. El fantasma vendría a ser una entidad entre el cuarto y quinto tipo por su origen
humano, bien diferenciada
de duendes, diaños, demonios, tulpas, yōkai, genios, elfos, silfos, hadas ylongaevi, restos de
religiones desaparecidas a los que Heinrich Heine llamaba "dioses en el exilio". Para la mentalidad
moderna, que ha desvitalizado el cosmos transformándolo en una cosa o un mecanicismo muerto y
absorbiendo toda su vida en el yo y el antropocentrismo desde el Renacimiento, es más fácil creer
por eso en fantasmas que en esos otros tipos de criaturas, cuyo predicamento estaba más
extendido por el mundo politeísta antiguo y la Edad Media. El pensamiento prelógico y primitivo no
distingue niveles entre lo real y lo imaginario, se revela contra la idea inaceptable y abstracta de la
muerte y considera que lo aparecido en sueños es indistinto y posee existencia real, justificando sus
temores y concretándolos desde el mundo onírico o del sueño e identificando la imagen de un ser
desaparecido por la muerte que aparece en este con un ser real no afectado por la conclusión, la
desaparición y la muerte. Se cree así en otros grados de existencia, menos patentes pero
considerados reales; es más, se calma así la inquietud existencial que provocan los sentimientos de
culpa, de finitud y de muerte.

Historia [editar]

Para los pueblos primitivos los fantasmas tenían una vida infinitesimal y miserable, insuficiente para
animar y mover un cuerpo, hacer latir su corazón y darle aliento o respiración, pero vida al fin y al
cabo, ya que tenían bastante o la suficiente fuerza para manifestarse en los sueños para atormentar
o avisar a los vivos o como sombras y apenas necesitaban alimento (en las culturas antiguas con
culto a los manes y antepasados había un día anual designado para alimentarlos con ofrendas de
alimentos o sacrificios, que los cristianos han sustituido por flores en el Día de difuntos o de Todos
los Santos). Así se calmaba a los antepasados y se aseguraba su benéfica influencia. La creencia
en fantasmas se testimonia desde los primeros textos escritos sumerios yegipcios: el fantasma
de Enkidú se apareció a Gilgamesh en la llamada Epopeya de Gilgamesh. También se encuentra
extendida por otras civilizaciones de muy distinto desarrollo cultural. LaOdisea del griego Homero y
la Eneida del latino Virgilio acogen viajes de ultratumba. Los romanos ponían un puñado de tierra
sobre el cadáver porque si no el alma erraría por toda la eternidad en la ribera de la Estigia, y era
preciso poner una moneda en la boca para pagar al barquero o el alma no tendría descanso. Por
eso aterraba a los romanos navegar por el mar, ya que no recibirían honras funerarias. A los
suicidas romanos se los enterraba con la mano cortada y separada del cuerpo, con el fin de
desarmar a su espíritu, que hipotéticamente atormentaría a los vivos. Los fantasmas buenos para
los romanos eran los manes o espíritus de los antepasados; los malvados eran las larvae, almas de
hombres malvados que vagan errantes por las noche y atormentan a los vivos. Plutarco, en el siglo
I, describe unos baños encantados en su Queronea natal donde aparecía el fantasma de un hombre
asesinado. Otro celebrado fantasma fue descrito en una de las epístolas del historiador
romano Plinio el Joven (VII, 27, 5-11), quien describe una casa encantada en Atenas donde
aparecía un espectro que arrastraba cadenas; los sucesos cesaron cuando el
filósofo Atenodoro alquiló la casa y fue guiado por el fantasma hasta un esqueleto enterrado y fue
vuelto a sepultar con las debidas ceremonias. El texto está dirigido a un tal Licinio Sura:

La falta de ocupaciones a mí me brinda la oportunidad de


aprender y a ti la de enseñarme. De esta forma, me gustaría
muchísimo saber si crees que los fantasmas existen y tienen
forma propia, así como algún tipo de voluntad, o, al
contrario, son sombras vacías e irreales que toman imagen
por efecto de nuestro propio miedo... 2

Otros escritores, como el romano Plauto (en su


comedia Mostellaria) o el sirio Luciano de Samosata (en su
relato Cuentistas o El descreído) también escribieron sobre
fantasmas, aunque el precedente que más cabe citar es la
compilación Sobre los hechos maravillosos de Flegón, liberto del
emperador Adriano, origen de la leyenda de la esposa cadáver
que reaparece en Proclo y sirvió de inspiración a Goethe para
su Novia de Corinto y a Washington Irving para El estudiante
alemán. El exegeta benedictino Dom Calmet reseñó en el siglo
XVIII en su Traité sur les apparitions (1746) la lista de
narraciones de casas encantadas desde la antigüedad
grecolatina a su época.

Una de las teorías que intentan explicar la religión los derivaría


de la tendencia del pensamiento primitivo y prelógico a
considerar que el mundo de los sueños forma también parte del
real; por tanto, ver en sueños a personas fallecidas indica que
no han muerto y que pueden interferir en la vida real. El origen
de los fantasmas, pues, no sería distinto al de la religión en
general.

En las civilizaciones orientales (como la china e india), muchos


creen en la reencarnación o transmigración de las almas.
Agregada a esta visión y dentro del Budismo, los fantasmas son
almas que rehúsan ser recicladas en el curso del Samsara (ciclo
de la reencarnación), porque han dejado alguna tarea por
terminar. Los metafísicos y exorcistas de diversas religiones
pueden ayudar al fantasma a reencarnarse o hacerlo
desaparecer orientándolos o mandándolos a otra dimensión de
existencia. En la creencia china e india, además de reencarnar,
un fantasma puede también optar a la inmortalidad
transformándose en semidiós y puede a través de su elevación
espiritual trascender diversos planos o servir a los seres
humanos, o bien puede bajar al infierno y sufrir
ciclos karmáticos. En Japón, la religión shintoísta reconoce la
existencia de espíritus de todo tipo y acepta la creencia en
fantasmas como parte de la vida cotidiana. En la
cultura malaya son prácticamente innumerables las leyendas y
clases de fantasmas.

En Occidente la creencia en fantasmas se fue difuminando


desde la creencia irracional en ellos de la Edad
Media al escepticismo de la Ilustración en el siglo XVIII, cuando
el padre Feijoo, embutido en una lucha sin cuartel contra
las supersticiones, llegó a decir que "no hay fantasma ni
espectro que no desaparezca al conjuro de una buena tranca".
En ese mismo siglo, el doctorSamuel Johnson llegó a la
conclusión de que el fantasma de Cock Lane en Londres era
una filfa.
En el siglo XIX la creencia en fantasmas resurgió
poderosamente merced a la tendencia irracionalista
del Romanticismo y el desarrollo del Espiritismo, la Teosofía y
pseudociencias como laParapsicología.

El escéptico ilusionista James Randiprometió una alta suma de


dinero a quien demostrase una evidencia creíble de la existencia de
lo paranormal; nadie pudo conseguirla.

Todavía en el siglo XX y XXI se sigue considerando a los


fantasmas como almas en pena que no pueden encontrar
descanso tras su muerte y quedan atrapados entre este mundo
y el otro, a pesar del desarrollo de una
corriente positivista, escéptica y científica, que intenta
desacreditar esta superstición y cuyos representantes más
conocidos son ilusionistas como Harry Houdini o James Randi.
La creencia general común supone que el alma de un fallecido
no encuentra descanso por una tarea que el difunto ha dejado
pendiente o inconclusa ("promesa"): así, puede tratarse de una
víctima que reclama venganza o un criminal que, por alguna
causa, (haber sido enterrado con símbolos sagrados, por
ejemplo) ve diferido su ingreso en el purgatorio o infierno. En la
mayoría de las culturas contemporáneas, las apariciones de
fantasmas están asociadas a una sensación de miedo y son
fuente importante de estudio de recién nacidas pseudociencias,
como la parapsicología. Aún es también importante dentro del
estudio de ciertas religiones, como el Islam,
elBudismo, Jainismo, Hinduismo, Shintoismo, Espiritualismo y C
ristianismo, aunque cada una lo estudia de modo diferente. En
las creencias de la Nueva Era, se intenta racionalizar la creencia
tradicional afirmando que los fantasmas son cúmulos de energía
negativa o que se trata de imágenes holográficas de personas
que han dejado impregnado el ambiente con su imagen y sus
actividades.

Clases de fantasmas [editar]

G. N. M. Tyrrell, autor de un clásico libro sobre el


tema, Apparitions (Apariciones), publicado en 1943, identificaba
cuatro grupos principales en base a la conducta adoptada por
los presuntos espíritus, más conocida que su propia naturaleza:

 Apariciones que frecuentan habitualmente un lugar


determinado. Generalmente no suscitan miedo, son
inofensivos y a veces llegan a ser tratados como un
miembro más de la familia.

 Apariciones post-mortem. Suelen tener lugar muy poco


tiempo después de la muerte de la persona reaparecida, y
no acostumbran a estar relacionadas con un lugar o
acontecimiento concreto; parecen ser como despedidas.

 Apariciones en casos críticos: el aparecido es alguien


que está viviendo una experiencia importante (a menudo
desconocida por el testigo de la aparición), como un
accidente, una enfermedad o, por supuesto, la muerte, y se
muestra ante una persona o personas simultáneamente a
esa experiencia, no después de la misma.

 Aparición inducida. En estos casos, el fantasma no es el


de una persona muerta o moribunda, sino el de alguien
vivo, que intenta con deliberación hacer que su imagen se
haga visible a otra persona; se habla entonces
de bilocación, si se trata de santos, o en el folclor alemán
de doppelganger (en el irlandés, fetch).

En este tipo de apariciones parecen haberse excluido aquellas


en las que la aparición adopta una actitud comunicativa e
interactiva con aquel a quien se muestra, pudiendo hablar o
comunicarse con él, mucho tiempo después de su fallecimiento.

Fantasmas, Sociedad y Economía [editar]


Como fuente pristina de curiosidad la creencia en fantasmas es
tema goloso que ha suscitado mucho negocio editorial, teatral,
cinematográfico, radiofónico, televisivo y periodístico, porque se
genera habitualmente como un factoide o una leyenda urbana, y
por eso supone con frecuencia una atracción turística notable
para lugares históricos desconocidos. Eso provoca la aparición
de grandes intereses creados en torno a las apariciones de
fantasmas y, por tanto, la aparición, también, de distintos grados
de fraude y negocio o ambos y, por consiguiente, del rechazo y
oscurecimiento interesados a toda explicación puramente
racional o científica de este tipo de fenómenos; de ahí la
explotación y fomento del miedo y del ambiente morboso y el
lenguaje interminablemente elíptico y oscuro que los rodea, así
como la asfixia consciente de toda verdad que pueda existir en
el fondo del asunto, que se hace terreno de cultivo, mina y
asidero de todo tipo de factoides y leyendas urbanas. La verdad
se deja siempre encerrada una ignorancia que, además,
favorece la estafa, la riqueza, el lucro, el crecimiento económico.

De ahí que la desconfianza, el método científico, el empirismo y


el escepticismo sean requisitos imprescindibles para abordar
con seriedad un fenómeno como este, rodeado de engaños y la
mayor parte de las veces, si no todas, engaño él mismo.

Fantasmas y Parapsicología [editar]
Cuadro basado en la descripción del investigador sir William
Crookes: la médiumFlorence Cook se encuentra en el piso, y
Crookes ilumina el ectoplasma de la fallecidaKatie King.

Para no ser pseudociencia, la parapsicología investiga


la psicología del engaño, procura documentar cualquier
testimonio de los llamados fantasmas y controlar rigurosamente
las circunstancias en que se producen (incluidas los
observadores) alejándose de cualquier prejuicio cognitivo.

El curso histórico del fenómeno obliga a distinguir, por una parte,


las apariciones de ectoplasmas obtenidas con
ciertas medium espiritistasfraudulentas a comienzos del siglo XX
(Eusépia Palladino, Douglas D. Home, Rudi Schneider, Franek
Kluski) de las apariciones investigadas por investigadores serios
(Charles Richet, Schrenk-Notzing, Gustave Geley, etc.) que
acreditaron los fenómenos con las condiciones de observación
de que disponían en su época y, por otra parte, de fenómenos
asociados como el encantamiento o el poltergeist.

La parapsicología asocia los fantasmas a la percepción de


personas y animales vivos o muertos de forma visual o auditiva
(las mal llamadaspsicofonías y teleplastias), e investiga a
determinadas personas, los llamados dotados o mediums,
quienes, imbuidos al parecer de una ciertapercepción
extrasensorial, hacen una o varias de estas cosas:

 1) Notar, sentir, registrar o percibir la presencia de seres


fallecidos (clarisintiente o empático)

 2) Observarlos (clarividente).

 3) Escucharlos (clariaudiente).

 4) Obtener información desconocida, falsa o verdadera, de


los mismos, e interactuar con ellos (médium).

En cuanto al punto 1, muchos mediums pueden percibir tan sólo


sentimientos o percepciones de los espíritus (empatía), no
pensamientos más elaborados y complejos, distinguen auras de
colores de personas vivas o señalan áreas concretas donde los
espíritus se sitúan. Por otra parte, en los puntos 1, 2 y 3 estas
percepciones difieren según el individuo y pueden presentarse
de forma más o menos intensa, continua o discontinua (al
parecer en forma de rápidos e incompletos flashes de
información). Respecto al cuarto punto, algunos médiums han
conseguido recabar un alto porcentaje cierto y verificable de
información, algunas veces por procedimientos como la escritura
automática o la psicometría. Estos mediums han logrado
recabar información útil para esclarecer desapariciones y
crímenes y ayudar a arqueólogos o a personas desesperadas
por dramas familiares, como atestiguan los casos de John
Edward, Chip Coffey, Anne Germain, Rosemarie Kerr, Sally
Headding o Nancy Orlen Weber, entre otros. Curiosamente,
unas pocas personas parecen poseer el don contrario de
impedir o desfigurar cualquier inferencia mediúmnica. Este
hecho parece apoyar el argumento de que la mediumnidad es
un tipo de talento telepático que manipula información
inconsciente de los cerebros de los sujetos sometidos a ella
para reforzar convicciones que los individuos ya poseen.
Muchos mediums dicen nacer ya con el don, manifiesto desde
su infancia, y se ven asediados por espíritus buenos y malos;
algunos de ellos, según interpretan, son los llamados espíritus
guía, que los protegen, informan, acompañan y asesoran
durante toda o gran parte de su vida. El médium no se ve
afectado por la distancia ni el tiempo, sino por la presencia de
signos o vestigios de aquello con lo que se comunica, y es un
don innato, se posee (desde la infancia) o no se posee.

Los fantasmas más frecuentes poseen una tipología escindida


en cuatro clases:

 Fantasmas residuales, o visiones que realizan actos


repetitivos y carecen de actitud comunicativa o interacción
con los observadores.

 Fantasmas conscientes, que pueden comunicarse e


interactuar con los observadores.

 Encantamientos duraderos de lugares concretos donde se


manifiesta uno o más fantasmas desde hace mucho tiempo.

 Poltergeist o "espíritus burlones", fenómenos de duración


más reducida ligados a una persona, por lo general
adolescente o joven (aunque no siempre), en la que se
mueven objetos solos, se escuchan golpes repetitivos o
ruidos y se encienden o apagan luces.
Fantasmas y Espiritismo [editar]

Según el Espiritismo o "doctrina espírita", como se decía en el


siglo XIX desde que este movimiento fue configurado por Allan
Kardec y la teósofa Helena Petrovna Blavatsky,
el alma sobrevive a la muerte del cuerpo material y asciende a
un nivel superior de existencia. Sin embargo algunas almas se
desvían de ese camino; no parecen tener
una autoconsciencia completa de su ser; la tienen, pero sólo
hasta cierto punto, porque no han logrado todavía resolver sus
dudas existenciales. Se trata de fantasmas: entidades
desencarnadas que se torturan y fustigan cruelmente con
asuntos no resueltos en su vida anterior. Puede, por ejemplo,

 Que no acepten su propia muerte, que no quieran


reconocer que han desencarnado.

 Que se sientan culpables por no haber concluido


correctamente algún asunto durante su vida humana.

 Que se sientan atados o ligados afectivamente a alguna


persona o lugar cuando estaban con vida.

 Que sientan odio o rencor consigo mismos o con alguien de


su entorno como humanos.

 Que sientan que no merecen estar en ninguna parte y que


ya no les queda esperanza.

Un fantasma se construye con algunas de las actitudes no


resueltas de un humano mientras vivía encarnado en su cuerpo
físico: padece carencias, obsesiones, sentimientos de
culpabilidad, apegos, miedos o desesperanzas irresistibles. Por
no cuidar esas actitudes, según el Espìritismo, uno se puede
transformar en un posible candidato a fantasma el día de
mañana. La labor delmédium ha de consistir en orientar y
aconsejar para poder cambiar esas actitudes. Debe ser capaz
de sentir que está a tiempo de rectificar o de perdonar o ser
perdonado, ser capaz de sentir que tiene una segunda
oportunidad en la que podrá aprender de sus errores del pasado
y convertirlos en un valioso conocimiento para el futuro. Este
cambio de actitud para el fantasma, que no sería sino una
entidad mendiga que pide afecto, comprensión, y oportunidad
para un cambio, debe proporcionárselo el médium. Una vez el
fantasma ha comprendido, espontáneamente sucede aquello
largamente ignorado o no esperado por él, sabe que puede
sentirse libre y continuar su camino de evolución en niveles
superiores de conciencia y puede seguir su camino en paz
creciendo existencialmente hacia otros planos, bien en una
forma encarnada o bien en una forma espiritual. Ha
comprendido que la capacidad de ordenar sus experiencias le
permiten ser su mejor maestro y enseñar a otras entidades a no
repetir su mismo error.3

En el vocabulario espiritista no se utiliza la palabra fantasma,


sino eidolon, espíritu, ente o entidad. Algunas almas no habrían
pasado a otro nivel de existencia por miedo a quemarse
eternamente, por simple obstinación o por poseer demasiado
apego a este nivel de existencia o a algunas cosas y personas
de este nivel de existencia. Otra explicación a este fenómeno,
que permite una leve unificación entre la física contemporánea y
esta creencia sobrenatural, y que se funda en presuntos
experimentos llevados a cabo con equipo técnico en varias
partes del mundo a partir de 1945, sugiere que al momento de
morir, subsiste de algún modo la "información cuántica", el
modelo molecular del ser vivo, la cual, mediante la combinación
de factores adecuados,de espacio,tiempo y energìa, (sitios con
apropiados niveles de energia del tipo iones positivos), se
manifiesta como si tuviera un cuerpo (forma material difusa
popularmente denominada "ectoplasma" o "periespíritu"),
pudiendo realizar acciones (ruidos, movimiento de
objetos,apariciones),lo cual depende en gran medida del voltaje
e intensidad del campo de iones positivos presente en dicho
lugar. El fundamento principal de esta teoría se basa en que
toda acción realizada en el espacio requiere una fuente de
energía que es recargada por el espectro en estos lugares
electromágneticamente saturados de cargas electrónicas libres
(electrones sueltos en el aire u otras substancias). Dicho cuerpo
difuso le proporcionarìa al espectro sensaciones similares a las
de la persona viva, obviamente con sus limitaciones, pero
sensaciones al fin y al cabo, lo que explicarìa tambièn los casos
en los cuales las psicofonìas y otras anomalías captadas en
sesiones de espiritismo reproducen frases inconclusas o
absurdas como "siento frìo" o "yo, qué estoy haciendo aqui". De
cualquier forma, esto no seria mas que un reflejo hologràfico-
electrònico de un personaje muerto tiempo atrás.

Fantasmas y Cristianismo [editar]

El Protestantismo no admite la existencia de fantasmas ya que


no cree en la existencia de un Purgatorio; para esta forma
de Cristianismo se trata de fenómenos demoniacos. El
últimoCatecismo de la Iglesia Católica no admite la existencia
del limbo, aunque algunos teólogos la postulan, pero sí la
del Purgatorio, al contrario que el Luteranismo protestante.
Estima perjudicial, autodestructivo y pecaminoso el uso de
la necromancia, la Ouija, el Tarot y cualquier ceremonia o
procedimiento no religioso con el cual se obtenga comunicación
con la otra vida; segúnexorcistas y demonólogos como el
padre José Antonio Fortea, recurrir a estos rituales, fuera de ser
extremadamente peligroso desde un punto de vista psicológico,
supone dejar puerta abierta para que entre sin invitación uno
cualquiera de la numerosa jerarquía de espíritus no humanos
o demonios. Por otra parte, según la escatología de algunos
teólogos, existe un limbo al que van las almas, criaturas, seres
no humanos y ángeles indecisos, que no son ni buenos ni malos
ni se han puesto de parte de nadie, esperando el lugar que Dios
les dará cuando ocurra el juicio final. En cuanto a la consulta
de mediums, en Deuteronomio XVIII, 12-14, no se niega la
existencia de estas personas, pero se dice que no se debe
recurrir a ellos:

Cuando entres a la tierra que Yahveh tu Dios te da, no


aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas
naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o
a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni
agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino,
ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es
abominación para con Yahveh cualquiera que hace estas
cosas, y por estas abominaciones Yahveh tu Dios echa
estas naciones de delante de ti.

Ciertamente hay almas perdidas, temerosas o ignorantes


que desconocen cómo entrar o estar en el Purgatorio o
fantasmas que se introducen en un cuerpo humano; estas
almas se marchan con el simple poder de la oración y no
necesitan exorcismos. Los demonios, espíritus no humanos,
por el contrario, pueden poseer lugares (la
llamada infestación) o personas (la posesión demoniaca) y,
si están ocultos, se manifiestan al cabo de intensas,
prolongadas y duraderas sesiones de oración. Los
demonios sólo poseen el poder de tentar y atacan el lado
más débil de la persona tras un paciente y profundo estudio
de la misma. Una vez que uno distingue bien entre posesión
e infestación, los fantasmas son un fenómeno distinto: son
apariciones de personas que están en el Purgatorio, pero
las características de estas apariciones son siempre las
mismas y muy distintas de la infestación:

 El alma se aparece con forma humana

 No dice nada

 Se aparece con carácter amenazante y terrorífico

Nunca mueve objetos, ni produce ruidos. Cuando se


aparece se queda mirando con cara de pocos amigos y
después desaparece sin más. No es un demonio porque,
fuera de que el fenómeno nunca va a más, desaparece si
se dicen misas u oraciones por su alma. Esas apariciones
son un modo de llamar la atención para que se rece por esa
alma en concreto.4

Fantasmas y Psicología [editar]

La creencia en fantasmas puede ser inducida


como alucinación por enfermedades mentales como
la Esquizofrenia (oír voces, ver alucinaciones, sufrir delirios)
o las distintas afecciones del lóbulo temporal del cerebro,
por ejemplo la Epilepsia; por otra parte el escotoma obliga a
veces al cerebro a crear delirios inconscientes: fantasea
creando imágenes fantasmas en los huecos donde percibe
falta de información visual, como han demostrado en otros
casos experimentos empíricos sobre percepción; a veces
también engaña el cerebro creando historias mediante
el síndrome de Korsakov o en condiciones de hipnosis o,
más corientemente, el sueño, fabulando sobre bases reales
(en condiciones de hipnosis, se produce un sensible
aumento de memoria, se decuplica, o más, por lo cual se
pueden recuperar datos que hacen la historia más
verosímil). Igualmente, muchas drogas, los
llamados alucinógenos, producen fantasías
fantasmagóricas, como el LSD. LaComunicación después
de la muerte inducida (CDMI en español, IADC en inglés) es
una técnica terapéutica basada en la EMDR que ayuda a
los deudos a procesar y superar el sufrimiento por la muerte
de un ser querido por medio de la evocación de fantasmas.
La CDMI fue descubierta y desarrollada en 1995 por el
psicólogo estadounidense Allan Botkin, durante su trabajo
con veteranos de la guerra de Vietnam. Se fundamenta en
el demostrado valor curativo de las Experiencias cercanas a
la muerte.

Fantasmas y literatura [editar]

Son muchos los escritores que han tratado este tema. Ya se


han mencionado ejemplos antiguos en el apartado
"Historia", pero cabe insistir en Sobre los hechos
maravillosos de Flegón, liberto del emperador Adriano,
porque fue origen de la leyenda sobre la esposa difunta que
reaparece en Proclo y sirvió de inspiración a Goethe para
su Novia de Corinto y a Washington Irving para El
estudiante alemán. En el siglo XVI Gonzalo Fernández de
Oviedo narra un caso real de fantasmas en sus Batallas y
quincuagenas y Antonio de Torquemada menciona muchos
casos demasiado crédulamente en un Jardín de flores
curiosas (1570) que irritó tanto como sedujo al
propio Cervantes, quien parece evocar a la estantigua en el
episodio del cuerpo muerto. Hay, por otra parte, leyendas
hispánicas de muertos que vuelven a la vida
como vampiros bastante anteriores a las rumanas, como la
del Conde Estruch (siglo XII) en el Ampurdán o
la Guajona en Cantabria. En el teatro del siglo XVII
aparecen obras donde los fantasmas tienen un papel
destacado: Hamlet, de Shakespeare; El caballero de
Olmedo y El duque de Viseo de Lope de Vega o El burlador
de Sevilla de Tirso de Molina, quien se inspira a su vez en
la leyenda de El convidado de piedra. El tema se desarrolla
generalmente dentro del género de la novela
gótica o cuento de terror, un género que empezó con
el Romanticismo a finales del siglo XVIII, aun cuando fue en
el XIX cuando encontró su verdadero desarrollo y máximo
apogego con autores como E.T.A. Hoffmann, Edgar Allan
Poe, Jean-Charles Emmanuel Nodier y Sheridan Le Fanu.
Escribieron novelas góticas con relatos de
fantasmas Horace Walpole (El castillo de Otranto,
1764), Matthew G. Lewis (El monje, 1794) y Charles
Maturin (Melmoth el errabundo). En 1887 Oscar
Wilde escribe El fantasma de Canterville. [[Posrománticos
son Gustavo Adolfo Bécquer, Guy de Maupassant, M. R.
James, R. L. Stevenson, Lafcadio Hearn, Henry
James, Edith Wharton, Algernon Blackwood, Arthur
Machen, M. P. Shiel etc... Se acercaron al género con
mayor o menor fortuna Emilia Pardo Bazán,Richmal
Crompton, E. F. Benson, William F. Harvey, Richard
Middleton, W. Somerset Maugham, Elizabeth
Bowen, Robert Aickman, May Sinclair, Walter de La
Mare, Thomas Burke, A. E. Coppard, Charles
Williams, Herbert Russell Wakefield, Alfred McClelland
Burrage, A. N. L. Munby, Arthur Gray, Barry
Pain, Christopher Woodforde, E. G. Swain, Hugh
Walpole, John Buchan, L. T. C. Rolt, Simon Raven, Terence
H. White, V. S. Pritchett y L. P. Hartley.

Comunicación con fantasmas [editar]


Houdini demuestra cómo un fotógrafo puede producir
fraudulentamente "fotografías de espíritus" que documenten la
aparición e interacción social con individuos fallecidos5

A medida que el hombre moderno ha ido desarrollando


nuevas tecnologías de comunicación, los interesados en
obtener información de fantasmas las han usado y así se
habla de psicofonías o grabaciones sonoras en las que
supuestamente se oye la voz o los movimientos de algún
difunto, o depsicoimágenes, imágenes estáticas o en
movimiento en las que presuntamente puede distinguirse
alguna presencia fantasmal.

Sin embargo, quienes pretenden justificar la existencia de


otro mundo y la posible comunicación con el mismo deben
justificar primero por qué casi todas las manifestaciones
espirituales suelen reducirse a manifestaciones psicológicas
de engaño o autoengaño, o fraudes, como con devastadora
frecuencia han demostrado ilusionistas expertos
como Harry Houdini, James Randi o Criss Angel, quienes
saben desde luego que lo que ocurre en nuestra mente es
de factura mucho más simple que lo que ocurre en la
realidad fuera de ella. Algunos tipos de alucinación, como
la hipnopómpica o lahipnogógica, la parálisis del sueño, los
síntomas de una esquizofrenia o determinados tipos
de epilepsia no diagnosticadas, el fenómeno del sueño
lúcido o falso despertar, la pareidolia, la apofenia, el uso
de drogas enteógenas y sustancias psicotrópicas que creen
falsos recuerdos, los fuegos fatuos pueden explicar la
mayoría de los casos, por no hablar del espíritu lúdico de
las bromas y los citados, groseros y mezquinos intereses
económicos, que pueden apoyar, magnificar y converger
sobre las anteriores explicaciones, que se acumulan sobre
la necesidad de religión y de feultraterrena,
un meme antropológico desarrollado en el ser humano por
la selección natural como ventaja para la supervivencia
gregaria.

Esto no basta para desanimar, sin embargo, a quienes


creen en alguna manifestación divina o macabra que es una
liberación de energía del cuerpo, esto es, una "evolución"
de esta vida terrenal hacia otra en un mundo ultraterreno, y
hay caos desconcertantes de clarividencia y percepción
extrasensorial que aún aguardan explicación satisfactoria.

Algunos intentos no escépticos de resolver racionalmente


estos fenómenos han sido formulados por físicos
como Roger Penrose, quienes creen posible la transmisión
de información nerviosa mediante corrientes cuánticas a
nivel subatómico que pueden ser amplificadas mediante
losmicrotúbulos existentes en las neuronas; además, la
insólita lógica cuántica permite distorsiones temporales que
pueden causar la duplicación del presente o bilocación, y
esto explicaría muchos de los fenómenos paranormales de
transmisión de información, como expone en su Las
sombras de la mente: hacia una compresión científica de la
consciencia (Barcelona: Editorial Crítica, 1996).
Explicaciones científicas concurrentes han sido formuladas
por Stuart Hameroff o recogidas empíricamente
por Raymond Moody.

Inexistencia de los fantasmas [editar]

El mago y psicólogo Richard Wiseman y sus colaboradores


investigaron casas encantadas en 2003 con sujetos bajo
condiciones controladas y concluyeron que la reputación de
esos lugares juega un papel relevante en la producción de
las experiencias y la existencia de ciertos tipos de campos
electromagnéticos puede influir sobre algunas variables
psicológicas, como también el paso de estancias bien
iluminadas a otras oscuras puede provocar percepciones
habituales en situación de privación sensorial. En general,
las casas no prueban la existencia de fantasmas, sino cómo
cierta gente responde a situaciones triviales bajo el influjo
de la publicidad y la predisposición.6

Fantasmas célebres [editar]
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Fantasma}} ~~~~

Rostro de una mujer en la casa de Calle Real, número 5


(Jaén, España), en 1992.

Algunas historias de fantasmas parecen ser leyendas


urbanas universales, como la de La Dama Blanca
o autoestopista fantasma. De todas formas, el carácter
huidizo de estos fenómenos parece indicar que los
fantasmas tienen más miedo de las personas que (algunas)
personas de los fantasmas.

En India [editar]
Según el Garudá-purana (h. siglo VI), un libro perteneciente
a la tradición hinduista, los seres humanos que cometen
pecados a lo largo de su vida reencarnan en fantasmas. En
dicho libro, un fantasma describe su vida a un brahmán
(sacerdote hinduista):
Vivimos en una dimensión en la que no existen la fe en las
religiones, la disciplina, el perdón, la paciencia ni el
conocimiento. Nuestro alimento es el más despreciable del
mundo: basura, vómito, tos y orina. Somos ignorantes y
vivimos en la oscuridad.

Ser fantasma, en el hinduismo, es un verdadero y


terrible castigo karmático. En la India, a los seres de
este reino fantasmagórico se los llama "espíritus
hambrientos", como los gaki japoneses, o "fantasmas
que luchan". La diosa Kali se suele rodear de una corte
de fantasmas. Las almas de los seiscientos hijos del
rey Sagar vagaron como fantasmas hasta que
terminara por completo el ritual que su padre había
iniciado. El Budismo hindú también admite fantasmas,
las distintas clases de preta, y el budismo
tibetano o lamaísmo afirma que los fantasmas pueden
ser "construidos" psíquicamente o proyectados en
forma de tulpas o ideoplastias.

En Colombia [editar]

 En Cartagena de Indias existe el Museo Naval del


Caribe, donde antes estuvo el Hospital San Juan
de Dios, lugar en que en la época del cólera se
atendió a muchas personas que posteriormente
murieron a causa de esa enfermedad y fueron
enterrados en el patio. Justo frente a este patio
principal cuentan aparece un negro con turbante
en la cabeza que se queda mirando fijamente a las
personas, siempre en el mismo lugar. Existen
testimonios de funcionarios que trabajan en el
museo, y los visitantes lo confunden con un
indigente, según cuentan ellos. En una de las
escaleras un ente desconocido empuja a los
visitantes. En un solo día llegó a ocurrir seis veces
y nunca ha sobrepasado esa cifra. También ha
aparecido en fotos un hombre de rasgos marcados
y una rueda de timón giró sola velozmente de
derecha a izquierda y en sentido contrario largo
tiempo.

 El sector de La Candelaria en el centro


de Bogotá es famoso por su rica historia y por ser
allí donde fue fundada la ciudad, pero también por
ser el barrio más encantado. Son múltiples las
historias y testimonios de apariciones en casi
todas las casas del sector.7 Una de las apariciones
más famosas es la del Fantasma de la casaca
verde, el cual se aparece en la casa de Rufino
José Cuervo (donde hoy funciona la Fundación
Gilberto Alzate Avendaño). Los rumores apuntan a
que se trata del espectro del Virrey José Espeleta,
quien gobernara la Nueva Granada a finales del
siglo XVIII.

 El Palacio de Justicia, también en Bogotá y lugar


que fue protagonista de un holocausto en 1985.
Las personas que laboran allí han presenciado
fenómenos paranormales, que son adjudicados a
las almas en pena de las personas que murieron
durante la toma.

 Palacio Liévano, donde funciona actualmente la


Alcaldía de Bogotá. Bultos luminosos se desplazan
hasta las oficinas para teclear máquinas de
escribir, una lechuza de inusual tamaño que
sobrevuela los parqueaderos del edificio o luces
que se apagan o se prenden por si solas son los
fenómenos que el personal de la Alcaldía ha
presenciado a cualquier hora del día.8

 El Hóspital General de Barranquilla, escenario de


la aparición de una monja que trabajó en el
hospital hacia los años cincuenta. Dicen que el
espectro de la monja deambula especialmente en
el área de maternidad del hospital.9
En Venezuela [editar]
El Silbón, según la leyenda, es el fantasma de un joven
que asesinó a su padre y por ello está condenado a
vagar como alma en pena eternamente cargando un
saco lleno con los huesos de su padre. Se le llama así
por su característico silbido, semejante a las notas
musicales do, re, mi, fa, sol, la, si en este orden
subiendo el tono hasta fa y luego bajando hasta la nota
si. Se dice que cuando su silbido se escucha cerca no
hay peligro, ya que el silbón está lejos, pero, si se
escucha lejos, es porqu

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