Todas estas palabras aparecen en los envases de las diferentes marcas de leche.

¿Qué criterios
sigo para elegir mi leche ente todo esto?
La primera vitamina de descubrió en 1926. La primera mitad del siglo XX estuvo centrada en la
búsqueda de las principales vitaminas y minerales y su efecto en la salud y en las enfermdades
basadas en el déficit de un único nutriente.

Posteriormente la ciencia de la nutrición de ha centrado más en enfermedades más complejas.

En 1913 un bioquímico polaco se dio cuenta de que unos pollos alimentados con arroz integral
estaban protegidos ante la enfermedad beriberi, causada por el déficit de la vitamina B1. En 1926
se descubrió que era la vitamina B1. Este suplemento de vitamina B1 se aplicó a las personas
enfermas con este diagnóstico.

Posteriormente se descubrió la vitamina C, aunque 200 años atrás se sabía que cuando los
marineros estaban en la mar tenían un déficit que les causaba una enfermedad, el escorbuto, que
provoca sangrado de encías. Alguien descubrió que si tomaban limones estaban protegidos. En
1932 se descubrió que la vitamina C protegía frente al escorbuto.

Para la primera mitad del siglo XX ya se habían descubierto algunas enfermedades causadas por
el déficit de algunas vitaminas y se habían podido corregir.

Ante las catástrofes acaecidas durante este período de tiempo se intentó suplementar la comida
con vitaminas para que no se produjeran estas enfermedades.
Entre 1950 y 1970 el desarrollo económico hizo que esas enfermedades quedaran un poco
relegadas pero se vio que había algunas enfermedades más complejas que iban cogiendo más
fuerza (diabetes, obesidad…). Para estas enfermedades se seguía un poco con el mismo modelo.
Aparecieron dos corrientes: una que pensaba que la culpa de estas enfermedades estaba en las
grasas (Keys) y otra que achacaba los problemas al azúcar.

En 1955 el presidente de EEUU tuvo un ataque al corazón y quiso hacerlo público. Su médico en
una rueda de prensa habló sobre la importancia del no fumar, de disminuir las grasas saturadas y
el colesterol…se basaba en las opiniones de Ancel Keys.

Las personalidades del estadounidense Keys y del británico John Yudkin eran muy diferentes.
Keys era muy seguro de sí mismo, más poderoso y muy bien relacionado. Yudkin era de origen
humilde, inteligente y muy reconocido en la comunidad científica. Triunfó la teoría de las grasas y
se publicó un estudio que le daba la razón (estudio de los 7 países).

Recientemente se ha visto que el estudio de los 7 países que coincidía con la opinión de Keys
tenía algunos fallos.
En estos 20 años entre la grasa y el azúcar triunfó la opinión en contra de la grasa. Se
establecieron las primeras recomendaciones dietéticas que hablaban de reducir el consumo de
grasas saturadas y colesterol. Sin embargo, esto favoreció el consumo de grasas insaturadas y el
aumento en los alimentos del contenido de azucares. Esto provocó un aumento exponencial de
los casos de diabetes, sobrepeso o hígado graso.

Desde 1990 hasta la actualidad la comunidad científica ve que centrarse solamente en un

componente de la dieta es demasiado simplista y lo que hoy está más en boga es mirar el
conjunto de la dieta.
El nutricionismo es una corriente reduccionista que se basa en ensalzar o demonizar ingredientes
aislados. Pero por lo que sabemos un alimento es bueno en su conjunto, no porque contenga un
elemento específico.

En el nutricionismo nos encontramos con los alimentos funcionales. Los alimentos con ácido
oleico, colágeno…pueden venir en un producto alimenticio no muy saludable, por lo que no son
recomendables.
Los reclamos pueden venir en forma de palabra, con un color, imágenes…

El etiquetado precautorio es obligatorio para especificar los alérgenos que contiene.

Algunos productos vienen con sellos que avalan que el producto es saludable, pero estos sellos
contienen intereses económicos de por medio; no son interesantes.

Las calorías no son lo más importante de la etiqueta. En las grasas no se especifica si son
buenas o malas. Hay grasas saturadas que no son tan malas como se pensaba antes o grasas
vegetales que no son buenas.
Esto es lo realmente importante del etiquetado. La lista de ingredientes va de mayor a menor
cantidad.
Se ha quitado la grasa propia de la leche pero se han añadido aceites vegetales. No hay mucha
diferencia entre la leche de vaca entera y esta. Es mejor consumir la leche de vaca entera, puesto
que tiene la grasa propia de la leche.
Las bebidas vegetales no tienen nada que ver con la leche.

A esta bebida se le ha añadido calcio y vitamina D.

Esta bebida de almendras contiene un 2% de almendras.
Si quiero tomar leche animal, la recomendación es tomar entera o semi.

Diferencia entre los alimentos con etiqueta o comestibles y los alimentos saludables (“o COMIDA
con mayúsculas”), que no necesitan etiquetado.
En el año 1988 se publican unos estudios que le quitaban la culpa al huevo de los problemas del
colesterol, ya que el huevo NO hace disparar el colesterol sanguíneo.
Son alimentos que vienen de otros países y que también son alimentos.
No todo lo que aparece en el pasillo de los yogures es yogur. El yogur es leche con fermentos
lácticos, todo el resto son postres lácteos. Los fermentos que contiene el yogur son Lactobacillus
bulgaricus y Streptococcus thermophilus.

Los hidratos de carbono que contiene son los propios de la lactosa de la leche.

Los alimentos con una lista de más de 5 ingredientes probablemente no sean muy saludables.
Hasta ahora hemos visto la alimentación saludable basada en alimentos que han sido un ser vivo
y ahora nos vamos a centrar en la alimentación no saludable.

Los reclamos sólo deberían servir para divertirnos con el ingenio de sus diseñadores.

Hubo una época en la que las grasas eran consideradas malas para el organismo, sin considerar
los distintos tipos de grasas que existen.

Estos dos tipos de grasas se encuentran en productos que vienen con etiqueta.

La grasa de palma en algunas ocasiones viene con su nombre científico, Elaeis Guineensis, otras
veces como aceite de palma, otras como oleína…
Para ocultar el nombre del azúcar se puede utilizar una larga lista de nombres. Si en vez de
utilizar el nombre del azúcar se desglosa en fructosa, sacarosa y otros nombres, se puede
engañar al consumidor.

A estos productos no les hace falta etiqueta, ya que son materias primas poco manipuladas cuyos
nutrientes están dentro del alimento.
Dentro de la alimentación saludable también nos podemos encontrar con productos preparados
para el consumo como las conservas.
Estos alimentos están un poco procesados pero también pueden entrar dentro de la alimentación
saludable.

Los alimentos congelados también son saludables si sólo contienen el propio alimento, sin
suplementos.
Si mantenemos una alimentación equilibrada con nutrientes y alimentos saludables no
necesitamos ningún suplemento.

No es recomendable superar la ingesta de entre 25 y 40 gramos de azúcar al día.

No pasa nada por no tomar leche. No hay ningún alimento que sea primordial, ya que los
nutrientes los podemos obtener de muchos otros alimentos.

Es muy importante la suplementación de la vitamina B12 para alguien que no coma carne.
 ALIMENTACIÓN Y DEFENSAS

En el cuerpo humano todo está relacionado, los aparatos y sistema inmune se comunican entre
ellos. Para las defensas estén bien, tiene que estar bien todo el cuerpo. Para que todo el cuerpo
esté bien, tiene que haber una alimentación adecuada.

La microbiota son todos los microbios que conviven con nosotros; se alimentan de lo que
nosotros nos alimentamos. Si la alimentación es buena, crecen los microbios “buenos” y también
ocurre al contrario. Éstos se comunican con nuestros órganos.

Podemos hacer mucho por nuestras defensas con nuestra alimentación.

Hay componentes que el organismo puede aprovechar para el sistema inmune, regenerar
músculos, huesos…y hay otros componentes que son estorbos; entorpecen el funcionamiento del
resto del organismo.

Cuando un virus, bacteria, un patógeno entra en el organismo, hay una primera línea de defensa
que son unas células que intentan acabar con el virus (etc). Cuando ese sistema se ve inundado
de más virus existe otra segunda línea de refuerzo que son los anticuerpos. A veces no es
suficiente con estas líneas de defensa.

Es importante cuidar nuestro sistema inmune aunque también podemos padecer enfermedades
aun haciendo todo lo que está en nuestra mano.

Las calorías nos dan una indicación de algo que ocurre fuera del organismo pero dentro de
nuestro organismo las calorías no son importantes.

Podemos cambiar comidas siempre y cuando se encuentren dentro del mismo grupo pero no nos
vamos a fijar en las calorías, sino en qué comida es.
Durante el coronavirus es posible que haya un boom de estos alimentos llamados ufncionales, a
los que se añaden suplementos como reclamo.
En el envase se ven estos reclamos.
Las vitaminas D, B9, hierro y zinc ya son habituales en los alimentos que consumimos, por lo que
no necesitamos suplementarlos con este tipo de productos.
De cualquier alimento que contenga zinc se pueden decir todas estas cosas. Las pechugas de
pollo, las almendras y otros muchos alimentos lo contienen, por lo que no vamos a tener
problemas para conseguirlo.
A ese alimento también le podían haber añadido cualquiera de los elementos de esta lista y
continuar diciendo que contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario.

El organismo en su conjunto es el que tiene que funcionar bien. Para ello, todas estas cosas son
importantes:
https://drago.intecca.uned.es/download/d3d3LmludGVjY2EudW5lZC5lcw%3D%3D_392829_1586
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