Está en la página 1de 3

LA MADRE DEVORADORA Y NARCISISTA Y EL TLP

. El "estrago materno" es un término que acuñó el psicoanalista Jacques


Lacan para referirse a la relación patológica que en ocasiones se produce
entre una madre y su hija.

Describiré a continuación dos modalidades patológicas de la condición


maternal1: 1. La madre-devoradora: aquí se observa la figura de la madre
posesiva, que entabla con el hijo una simbiosis fusional masiva, que sumerge
al niño en un goce materno perverso. Se trata de una verdadera “locura
fálica”, que delata la imposibilidad de soportar la angustia que se genera por
la inexorable separación del hijo. La madre sostiene así la ilusoria
recuperación de la plenitud fálica, que procura la fusión con el hijo,
posibilitada a su vez por el deficiente despliegue de la función paterna. En
estos casos la maternidad relega fuertemente a la feminidad. 2. La madre-
narcisista: es la que “deja caer” al niño, al que no logra investir fálicamente,
dado que lo vive como una amenaza para la híper valoración narcisista de su
propia imagen corporal. Supone que el niño resulta un indeseable
competidor, que viene a des-falicizar su cuerpo, dado que se halla
extremadamente preocupada por la preservación de las buenas formas del
narcisismo. Suele vivir a la maternidad como una destitución castratoria de
su propia feminidad, anclada en el fantasma de la completud de su ser-fálico.
Se trata de una madre caprichosa y competitiva, que rivaliza con los hijos,
empantanada en el amor pasional por su propia imagen, lo que la inhabilita
para amar al Otro. Se entiende entonces que en este caso la mujer no deja
surgir a la madre.

Se ha dicho mucho sobre el padre ausente, pero se olvida mencionar que ése
es un término de una ecuación de tres elementos, en el que la madre
devoradora consume al hijo y lo prepara para su ausencia. Lo invalida
tomando las riendas del poder y negándole su masculinidad, su varonía. Por
envidia, por venganza, por ignorancia pura, repite la tradición de ausentar en
el hijo el futuro padre negándole los atributos de su masculinidad.

Asumir que tu madre nunca te quiso es un proceso psicológico difícil y con


consecuencias devastadoras. Es la mayor violencia psíquica que se puede
llegar a sentir.

rituales de iniciación que, para ser convertidos en hombres, sufren los niños a
los siete años en diversas sociedades primitivas, y que suponen para ellos el
alejamiento de sus madres, a las que no vuelven a ver hasta que son adultos.

Un acto beneficioso de la madre desde lo real puede ser interpretado por el


inconsciente del niño como negativo y confundir sus valoraciones futuras.
(Virginia – abandono – TLP - - traición – venganza). (buscar apoyo en sus
enemigos)

También podría gustarte