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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

CARRERA DE MEDICINA

CÁTEDRA:

OFTALMOLOGÍA

DOCENTE:

DRA. MARÍA LUNA RODRÍGUEZ

TEMA:

CONJUNTIVA – CONJUNTIVITIS

INTEGRANTES:

❖ ANDRADE HOLGUIN DAYANARA


❖ LARREA SÁNCHEZ ALEJANDRA GEOVANNA
❖ MAZA PUNINE MELODY ANDREA
❖ PLAZA QUESADA GENESIS GISELL
❖ SÁNCHEZ VILLACRÉS PAMELA DE LOS ANGELES
❖ VÉLEZ MENDOZA CHRISTI

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CONJUNTIVITIS

La conjuntivitis es la enfermedad ocular más frecuente, suele ser auto limitada y, por lo general, no
origina secuelas. Se caracteriza por la inflamación de la conjuntiva, es decir, de la membrana
mucosa que recubre la superficie interna de los párpados (conjuntiva palpebral o tarsal) y la esclera
anterior hasta el limbo esclerocorneal (conjuntiva bulbar), sin afectación cornea.
El patrón de distribución de la hiperemia conjuntival proporciona la clave del diagnóstico
diferencial:
• La hiperemia conjuntival difusa de la conjuntiva tarsal y bulbar es típica de la conjuntivitis.
• La hiperemia de la conjuntiva que circunda a la córnea (inyección ciliar) se observa en la
iritis y en el glaucoma agudo.
• La hiperemia profunda que afecta entre el 20 y el 100% de la conjuntiva bulbar, sin
hiperemia tarsal, es característica de la epiescleritis y la escleritis.
Los síntomas referidos por el paciente y los signos apreciados en la exploración clínica permiten
efectuar, en la mayoría de los casos, una adecuada orientación diagnóstica en las consultas de
atención primaria (AP). (Margarita Martín Bun, 2019)

ETIOLOGÍA

Enf. Cuerpos
Bacterianas Micologicas Virales Traumaticas Quimicas Alergicas
Sistemicas Extraños

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CLASIFICACIÓN

-conjuntivitis angular
-agudas: -catarral
SUPERFICIALES -purulenta -membranosa
-seudomembranosa
-alérgicas -virales
CONJUNTIVITIS
tracoma
-folicular
PROFUNDAS
-flictenular
primaveral

SINTOMATOLOGÍA GENERAL

Independientemente de la causa de una conjuntivitis, el modo de reacción conjuntival en cuanto a


síntomas y signos constituye el síndrome inflamatorio conjuntival:

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SIGNOS Y SÍNTOMAS DE LA CONJUNTIVITIS

• Enrojecimiento
• Sensibilidad a la luz
• Sensación arenosa, picazón o ardor
• Hinchazón de los párpados
• Secreción
• Aumento del lagrimeo
Si los síntomas no desaparecen en el plazo previsto, si tiene un sistema inmune
debilitado o si presenta cualquiera de los siguientes síntomas, debe buscar atención
médica inmediata.
• Dolor en los ojos o sensibilidad a la luz moderados a graves
• Disminución de la visión, visión borrosa o visión doble que no desaparecen después
de quitar la secreción de los ojos
• Aumento del enrojecimiento de los ojos
Si una persona tiene un resfriado o presenta síntomas respiratorios, es posible que el mismo virus
respiratorio cause conjuntivitis. La conjuntivitis por herpes puede ocurrir cuando hay ampollas
similares al herpes en otras partes del cuerpo. La conjuntivitis bacteriana puede causar secreción
espesa de color amarillo verdoso. Con los virus es más común una secreción acuosa(La Revista de
la American Medical Association, 2013)

SENSACIÓN DE CUERPO
EXTRAÑO

OJO ROJO PRESENTACIÓN


HABITUAL

NO HAY DOLOR,
LAGRIMEO

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CONJUNTIVITIS SUPERFICIALES

1. CONJUNTIVITIS ANGULAR

CONJUNTIVITIS ANGULAR
Es una conjuntivitis crónica (mayor a 4 semanas) y poco frecuente.
Generalmente se presenta en personas adultas.
Se origina por la persistencia de microorganismos como el S. aureus, S.
epidermidis y Moraxella. Su agente etiológico es el bacilo de morax-
Axenfeld (hemophilus dúplex). (Loyola, 2000).

Periodo de incubación de 4 días.


Debido a su estrecha relación de la conjuntiva con el parpado se produce
la infección de ambas estructuras dando lugar a la blefaroconjuntivitis.
(Juarez, 2014)

CLINICA
CLÍNICA
Enrojecimiento, maceración, descamación, ardor, secreción escasa y en los
ángulos escoriaciones de la piel.

Afecta la conjuntiva enmarcada por los bordes palpebrales.


Presenta congestión de la conjuntiva bulbar adyacente. (Basak, 2012)
En cuadros moderados o graves se pueden observar infiltrados corneales
marginales de aspecto catarral. No presentan adenomegalias.

TRATAMIENTO

Lavado de margen palpebral con champú de bebé diluido al 50%


Ungüento ocular de oxitetraciclina (1cm de 3 a 6 aplicaciones en el ojo
afectado). (pediatría, 2015) gotas oculares con óxido de zinc. (1-2 gotas
3 veces al día)

Colirios- ciprofloxacino
Durante los dos primeros días, instilar una o dos gotas en el ojo(s) afectado(s) cada 2 horas, durante
el día, y a partir del tercer día instilar una o dos gotas cada 4 horas durante el día.

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1. CONJUNTIVITIS CATARRAL

Se caracteriza por una inflamación aguda de la


conjuntiva, la cual adquiere un color encendido

Fuente: conjuntivitis catarral – EcuRed

ETIOLOGÍA: Estreptococos Estafilococos

SIGNOS Y SÍNTOMAS
Al principio existe secreción acuosa, más tarde es mucoide y, en los casos más graves,
mucupurulenta; dicha secreción en la noche, durante el sueño, se seca sobre los párpados e impide
abrirlos al despertarse. El paciente manifiesta sensación de ardentía y picor referidos a los párpados;
se los siente calientes, pesados y como si hubiera arena o algún cuerpo extraño debajo de ellos. Hay
ligera fotofobia; cuando se depositan secreciones sobre la córnea puede existir enturbiamiento de
la visión, pero desaparecen con el parpadeo o con el lavado ocular. En los casos más graves puede
haber pequeñas hemorragias conjuntivales y edema intenso, el que puede llegar a la quemosis
sobresaliendo la conjuntiva edematosa por los bordes de los párpados.

Acuosa

Intensa
mente Mucoid
purulen e
ta Secreción

Modera
dament Mucop
e urulent
purulen a
ta

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DIAGNOSTICO
Es necesario realizar un examen clínico del
paciente, mediante la inspección de la zona
ocular, para detectar el enrojecimiento y la
secreción. Debe emplearse la iluminación
oblicua para determinar si existen o no
opacidades corneales que nos indiquen la
presencia de una queratitis, siempre
acompañada de inyección del tipo ciliar, o la
posibilidad de una uveítis o de un glaucoma, si
observamos que las pupilas están irregulares o
presentan diferencia de tamaño entre sí. La
afección suele limitarse a un ojo inicialmente e
invadir ambos al cabo de 2 o 3 días. (Alfons, 2010) Fuente: iluminación oblicua

A través de un exudado conjuntival se puede aislar el germen causal, se trasmite por contacto directo
a través de objetos de uso personal, microgotas ambientales o insectos portadores de gérmenes, está
asociada a la inflamación de las vías respiratorias superiores (coriza, gripe) o con exantemas como
el sarampión y la escarlatina

TRATAMIENTO

La determinación e identificación del germen causante es ideal para un tratamiento exitoso, por lo
que de inicio se hará un cultivo y antibiograma de la secreción conjuntival. Es correcto, mientras
esperamos el resultado, aplicar colirios de sulfacetamida sódica al 20 % o de antibióticos de amplio
espectro como el cloranfenicol al 0,5 % cada una hora, a ambos ojos, aunque sea uno solo el
afectado. Las compresas frías de agua o de infusión de manzanilla, pueden reducir el edema y aliviar
las molestias. Deben ser aplicadas durante 15 minutos tres veces al día.

3. CONJUNTIVITIS PURULENTA

Son aquellas debida a una infección


bacteriana, que se caracteriza por una intensa
inflamación y abundante secreción de pus.
Aunque normalmente se cura sin
tratamiento, siempre se receta un colirio de
antibiótico que mejora rápidamente el
proceso. (Cun.es, 2020)

Fuente: conjuntivitis purulenta

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ETIOLOGÍA

• Streptococcus Pneumoniae
• Staphylococcus Aureus
• H. Influenzae - el patógeno más prevalente en niños con conjuntivitis aguda, aislándose en
el 51,7 % de todos los exudados conjuntivales positivos, solo o asociado a otra bacteria
patógena. S. pneumoniae
• Neisseria Gonorroheae
Es una entidad poco frecuente y grave. Suele estar relacionada al contacto directo con secreciones
genitourinarias. Se manifiesta como una conjuntivitis hiperaguda purulenta. Su sospecha y
diagnóstico adecuado es de suma importancia ya que permite iniciar el tratamiento en forma precoz,
disminuyendo así el riesgo de eventuales complicaciones, como ser la perforación corneal. (Dres.
Jorge Banegas, 2019)

Estreptococos Estafilococos Neisseria


aureus H. Influenzae
Pneumoniae Gonorroheae

• (Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias (NCIRD), 2017)


• Causa común de conjuntivitis hiperaguda en neonatos y personas sexualmente activas.
• Incluye enrojecimiento de los ojos, presencia de pus espeso en los ojos e inflamación de los
párpados.
• En los recién nacidos, generalmente se presenta dentro de los primeros 5 días de vida y
puede asociarse a bacteriemia y meningitis.
• Su profilaxis inmediata con eritromicina en pomada oftálmica después del nacimiento es lo
que actualmente recomienda el Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos de los Estados
Unidos y es una obligación legal en la mayoría de los estados. (Dres. Jorge Banegas, 2019)
• La conjuntivitis gonocócica en los adultos es infrecuente y hay una cantidad limitada de
datos con relación a su tratamiento; se debe consultar con un especialista en enfermedades
infecciosas.

conjuntivitis purulenta por G. neisseriae

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SIGNOS Y SÍNTOMAS
Comienza unilateralmente aliado con una sensación de 'cuerpo extraño', aumento de la secreción y
moderado hiperemia conjuntival (Rubenstein 1999; Mannis y Plotnik 2005). Los la secreción
pronto se vuelve mucopurulenta o purulento. Párpados 'pegajosos' en el la mañana es reconocida
como una síntoma común, incluso en casos sin una secreción claramente anormal. Distinto o dolor
severo es raro, aunque algunos pacientes experimentan una fuerte sensación de ardor o escozor.
Dentro 1 a 2 días el otro ojo por lo general se involucra:
• Inflamación y abundante secreción de pus
• Hiperemia conjuntival
• Quemosis
• una perforación corneal en hora 12
• prolapso del tejido uveal
• ceguera 24-48 horas (Neisseria Gonorrhoae posee enzimas proteolíticas capaces de perforar
la córnea) urgencias oftalmológicas

conjuntivitis purulenta por G. Neisseria

DIAGNOSTICO

• Muestra de secreción
• Microbiología
• Biomicroscopia

TRATAMIENTO

Medidas preventivas. - Si tiene conjuntivitis infecciosa (viral o bacteriana), usted puede ayudar a
disminuir su propagación a otras personas siguiendo estas medidas:
• Lávese las manos frecuentemente con agua tibia y jabón. Si no hay agua ni jabón, use un
limpiador para manos que contenga como mínimo un 60% de alcohol.
• Evite tocarse o restregarse los ojos
• Limpie toda secreción alrededor del ojo varias veces al día. Se debe lavar las manos primero
y luego puede usar un paño limpio o una bola de algodón o pañuelo desechable para limpiar
el área del ojo.

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• Tire a la basura la bola de algodón o el pañuelo desechable después de usarlo; si usa un
paño, debe lavarse con agua caliente y detergente. Lávese las manos con agua tibia y jabón
una vez que termine.
• Lávese las manos después de aplicarse gotas o pomada para los ojos.
• No use la misma botella o envase de las gotas para los ojos infectados que para los sanos,
aun cuando sea de la misma persona.
• Lave fundas de almohadas, sábanas, paños y toallas en agua caliente y detergente; después
de tocar estos artículos debe lavarse las manos.
• Evite compartir artículos como toallas, sábanas y fundas de almohadas.
• Lave los anteojos cuidando de no contaminar los artículos que se puedan compartir con otras
personas (como toallas).
• No comparta el maquillaje para los ojos, la cara, los cepillos cosméticos, los lentes de
contacto y envases ni los anteojos.
El tratamiento empírico inicial dependerá si hay o no perforación corneal:
• En casos donde no haya afectación corneal el tratamiento podrá ser ambulatorio sistémico:
Ceftriaxona 1 g intramuscular (IM) dosis única (DU) y azitromicina 1 g vía oral DU para
Chlamydia trachomatis.
• Si se determina que hay una perforación corneal se
deberá internar al paciente e iniciar antibióticos
sistémicos: ceftriaxona 1g/12 hs endovenoso junto
con un antibiótico tópico complementario y lavados
del saco conjuntival.
• El tratamiento quirúrgico dependerá del grado de
afectación, habiendo varias opciones quirúrgicas en
la bibliografía consultada, como ser: recubrimiento
conjuntival, recubrimiento conjuntival con parche de
esclera, membrana amniótica, o queratoplastia. Los
autores recomiendan realizar una queratoplastia
posterior al control de la infección, ya que la
inflamación activa al momento de la cirugía tiene un
resultado negativo en la supervivencia del injerto.

4. CONJUNTIVITIS MEMBRANOSA- SEUDOMEMBRANOSA

Se define como una respuesta morfológica debido a la inflamación, Las membranas están
compuestas principalmente de fibrina que se ha adherido a la superficie conjuntival epitelial. Las
membranas verdaderas dejan una superficie cruda y causan sangrado cuando se despegan, lo que
las diferencia de las pseudomembranas. Sin embargo, la distinción entre los dos refleja realmente
el grado de respuesta inflamatoria, ya que las membranas verdaderas significan una inflamación
conjuntival más intensa.

Las pseudomembranas son un exudado coagulado formado por células inflamatorias, fibrina y
moco. Se localizan sobre todo en la conjuntiva tarsal. Suelen estar débilmente adheridas al epitelio
conjuntival, por lo que su extracción no deja superficie sangrante, permaneciendo así el epitelio
intacto. La causa más frecuente es la conjuntivitis adenovírica.

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Las membranas se forman cuando el exudado es más intenso, provocando necrosis del epitelio
conjuntival, así como una fuerte adherencia al estroma conjuntival. Al retirarlas, dejan una
superficie sangrante. Era característica de la conjuntivitis diftérica, sin embargo, en la actualidad
este tipo de conjuntivitis es muy infrecuente. Pueden aparecer en las conjuntivitis adenovírica y
bacterianas agudas.

ETIOLOGÍA

Históricamente, Corynebacterium diphtheriae y estreptococos β-hemolíticos fueron las principales


causas de conjuntivitis membranosa / pseudomembranosa; sin embargo, la conjuntivitis adenoviral
es ahora la causa más común en los países occidentales seguida de la conjuntivitis primaria por
virus del herpes simple. Otras causas incluyen conjuntivitis primaveral, conjuntivitis de inclusión y
Candida. El síndrome de Stevens-Johnson (SSJ) y la necrólisis epidérmica tóxica (NET) afectan las
membranas mucosas y la piel. La conjuntivitis pseudomembranosa bilateral es común en estas
afecciones y puede provocar cicatrices conjuntivales graves, pérdida de células caliciformes,
entropión, triquiasis e insuficiencia de las células madre del limbo.

La conjuntivitis membranosa o pseudomembranosa aguda se desarrolla a medida que la fibrina se


coagula en la superficie epitelial, lo que puede oscurecer la respuesta morfológica subyacente de la
conjuntiva, lo que dificulta una clasificación adicional.

La conjuntivitis membranosa aguda puede ser causada tanto por organismos virales como
bacterianos. La conjuntivitis adenoviral causada por EKC es ahora la causa más común, seguida de
la conjuntivitis por HSV. Los estreptococos β-hemolíticos y S. aureus son las causas bacterianas
más frecuentes de conjuntivitis membranosa. C. diphtheriae era anteriormente la causa bacteriana
más común, pero ahora rara vez se ve.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

• Grave blefaritis
• Párpados duros, difíciles de invertir
• Tendencia a las escaras de los tejidos
• Secreción espesa
• Líquido seroso muy turbio
• Ganglios tumefactos
• Retracciones y deformidades consecutivas

DIAGNÓSTICO

Debido a la posibilidad de que las bacterias causen conjuntivitis membranosa, es necesario obtener
cultivos cuando exista alguna duda sobre la etiología de la infección. Las causas no infecciosas de
la conjuntivitis membranosa, como la lesión química, el síndrome de Stevens-Johnson o la
conjuntivitis primaveral, se distinguen fácilmente según la historia o los hallazgos sistémicos
asociados.

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Conjuntivitis membranosa
secundaria a queratoconjuntivitis
epidémica. La pseudomembranas está
compuesta de fibrina y leucocitos
polimorfonucleares que oscurecen
muchos detalles de la conjuntiva
palpebral. Se pueden
observar hemorragias petequiales

Conjuntivitis membranosa

Conjuntivitis membranosa

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Conjuntivitis pseudomembranosa

5. CONJUNTIVITIS ALÉRGICAS

La conjuntivitis alérgica es una de las afecciones más frecuentes en la práctica oftalmológica diaria.
La inflamación de la conjuntiva de etiología alérgica raramente se presenta aislada, y suele hacerlo
junto con afección de las estructuras anejas oculares, como la córnea y los párpados, por lo que
suele hablarse genéricamente de “enfermedad ocular alérgica”. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, &
Pita, 2002)

CLASIFICACIÓN
El término “alergia ocular” se emplea para englobar a un grupo de enfermedades caracterizadas por
inflamación de la conjuntiva y se pueden dividir en:
• Conjuntivitis alérgica estacional (CAE) y perenne (CAP)
• Queratoconjuntivitis vernal
• Queratoconjuntivitis atópica
• Blefaroconjuntivitis de contacto
(Navarrete Rodríguez, Sienra Monge, & Ureña Ortiz, 2018)

AGENTES ETIOLÓGICOS

Los agentes etiológicos o alergenos presentan una naturaleza muy diversa. Pueden ser fármacos,
partículas animales, vegetales, minerales o productos químicos. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, &
Pita, 2002)
Fármacos
Antibióticos
Penicilinas
Neomicina
Estreptomicina
Sulfonamidas
Anestésicos
Clorhidrato de tetracaína
Conservantes
Cloruro de Benzalconio
EDTA
Mertiolato

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Ácido bórico
Vaselina
Oxicolesterol
Polen
Gramíneas (Parietaria)
Olivo
Ciprés
Animal
Ácaros (Dermatophagoydes)
Pelo de animal doméstico
Descamación del animal doméstico
Otros
Cosméticos
Agentes polucionantes
Hongos
Productos químicos
Alimentos: fresas, mariscos y demás

CLÍNICA

Conjuntivitis alérgica aguda


Forma de aparición súbita que afecta a los párpados y la conjuntiva en forma de blefaroconjuntivitis.
Se trata de una reacción inmediata de tipo I tras el contacto directo con el alergeno. Típicamente se
caracteriza por un prurito súbito y muy intenso que se acompaña por la aparición inmediata de
hiperemia conjuntival difusa, edema palpebral de rápida instauración y reacción eccematosa.
En casos muy graves se asocian síntomas generales, como hipotensión, edema de glotis y en
ocasiones arritmias cardíacas. Estas dos últimas son especialmente graves por el riesgo de muerte
que conllevan. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)

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Conjuntivitis alérgica estacional
Es la enfermedad ocular alérgica más frecuente, y suele hallarse en un contexto generalizado de
alergias; la más frecuente es la rinoconjuntivitis. Las podemos clasificar en estacionales cuando
existen episodios recurrentes de conjuntivitis coincidiendo con la polinización, o crónica, en la que
persisten permanentemente signos y síntomas. En este último caso además es posible la presencia
de episodios agudos. Comúnmente afecta a niños y adultos jóvenes, con frecuencia con historia
personal o familiar de atopia. El mecanismo patogénico de esta enfermedad se basa en la
degranulación de mastocitos y basófilos que tiene lugar por una reacción de hipersensibilidad tipo
I cuando el alergeno llega a la mucosa nasal o conjuntival. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, & Pita,
2002)
Los síntomas principales son prurito, edema palpebral y quemosis conjuntival (aspecto lechoso y
abultado de la conjuntiva por la presencia de edema). Suele acompañarse de síntomas nasales tales
como rinorrea o estornudos. La forma crónica se caracteriza por la presencia de una sintomatología
de base durante todo el año, si bien ésta es menos florida que en la forma estacional, y puede
presentar exacerbaciones. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)

Conjuntivitis papilar gigante


Inflamación de la conjuntiva secundaria a una reacción por cuerpo extraño inducida por lentes de
contacto u otros elementos, como suturas conjuntivales o prótesis oculares. Es 10 veces más
frecuente en portadores de lentes blandas, y su prevalencia se estima en el 1-5% de los portadores
de lentes de contacto.
Se presenta a cualquier edad y los pacientes no suelen tener una historia personal ni familiar de
atopia. Suele aparecer entre las 3 semanas y los 5 años de uso de lentes de contacto. Se trata de un
proceso totalmente reversible. Clásicamente se ha descrito como el resultado de la interacción de
dos mecanismos etiopatogénicos. Por un lado, la irritación mecánica que la lente produce de forma
crónica y podría provocar la lesión de la conjuntiva y, por otro, un mecanismo de hipersensibilidad
tipo IV mediada por basófilos en conjunción con una respuesta mediada por IgE. (Fontenla, Grau,
Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)

A medida que se instaura el cuadro los síntomas se hacen persistentes, aparecen ya en todo
momento, y los pacientes se aquejan de prurito intenso, lagrimeo, fotofobia, visión borrosa y
secreción mucosa. Todo ello hace que al final no toleren las lentes de contacto. (Fontenla, Grau,
Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)

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Conjuntivitis vernal
Es un proceso inflamatorio bilateral recurrente de causa desconocida que suele afectar a niños
generalmente en las épocas de primavera y verano. Suele remitir en las épocas frías del año, aunque
en ciertos casos no se aprecian estas exacerbaciones estacionales. Recibe el nombre de catarro
primaveral y suele asociarse en el 75% de los casos con historia personal o familiar de atopia. Es
más frecuente en el Medio Oeste de los EE.UU., el área mediterránea y Asia. El pico de incidencia
está entre los 11 y los 13 años, y es dos veces más frecuente en niños que en niñas. El proceso suele
durar entre 4 y 6 años. Histopatológicamente se encuentran cambios en respuesta a mecanismos de
hipersensibilidad I y IV. En el epitelio conjuntival se hallan eosinófilos, mastocitos y basófilos.
(Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)
Se distinguen dos formas clínicas: la palpebral y la límbica.

Forma palpebral de conjuntivitis vernal


Se caracteriza por una hiperemia y quemosis conjuntival, y se sigue de una hipertrofia papilar
difusa, más marcada en el tarso superior. El aumento de tamaño de las papilas y su coalescencia
producen la aparición de papilas gigantes. Se acompaña de secreción fibrinosa que se adhiere a la
cara tarsal de la conjuntiva formando seudomembranas. En ocasiones pueden hallarse quistes
conjuntivales. La evolución de este proceso puede dar lugar a la aparición de simbléfaron.
(Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)

Forma límbica de conjuntivitis vernal


Presenta una afección característica en forma de limbitis, y es más frecuente en la raza negra y en
el sexo femenino. La conjuntiva está hiperémica, lechosa, edematosa y engrosada.
La progresión de la reacción inflamatoria conduce a la formación de nódulos gelatinosos que
parecen coalescer y en ellos aparecen los clásicos puntos de Horner-Trantas, típicos de la fase activa
de la enfermedad. En la conjuntiva tarsal descubrimos papilas finas. (Fontenla, Grau, Díaz,
Vásquez, & Pita, 2002)

Queratoconjuntivitis vernal
La queratitis se asocia con la conjuntivitis vernal en el 50% de los pacientes. La afección de la
córnea está directamente relacionada con la liberación de citocinas por los eosinófilos y las
moléculas de adhesión que éstos presentan en su superficie. En algunas ocasiones la queratopatía
es secundaria a la extensión de las formaciones límbicas antes citadas en forma de micropannus. La
clínica consiste básicamente en prurito, fotofobia, blefarospasmo y disminución de agudeza visual;
en la exploración el hallazgo característico en la conjuntiva es la presencia de papilas gigantes. Las
úlceras corneales se presentan en el 25% de los casos y se localizan preferentemente en la periferia
del tercio superior. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)

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DIAGNÓSTICO
Como toda enfermedad ocular, la sospecha de una conjuntivitis alérgica debe establecerse en el
interrogatorio dirigido. El síntoma principal y mejor relatado por los pacientes es el prurito muy
intenso, que es constante y con exacerbaciones que obligan al paciente a rascarse los ojos. Es
frecuente que el paciente relate que tras la manipulación mecánica del ojo y sus anejos la
sintomatología empeore haciéndose más notables el edema y la hiperemia debido a la liberación
masiva de histamina tras el rascado. Además, el paciente se aqueja de fotofobia, edema palpebral
con predominio matutino, hiperemia y en ocasiones legañas. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, &
Pita, 2002)
Debe sospecharse la presencia de lesiones corneales cuando el paciente padece fotofobia muy
intensa, blefarospasmo o disminución de la agudeza visual. El paciente alérgico habitualmente no
sólo presenta alteraciones en la zona ocular, sino que éstas suelen acompañarse de un cortejo de
síntomas que afectan a las vías respiratorias altas o bajas y a la piel en forma de eccemas o urticarias.
La exploración debe basarse en el examen con lámpara de hendidura, estudiando concienzudamente
la conjuntiva, la córnea y la piel de los párpados. Para establecer el diagnóstico etiológico el estudio
se amplía con pruebas complementarias. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)

PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Las pruebas complementarias que se practican en los pacientes afectados de enfermedad alérgica
no son específicas. Están encaminadas a confirmar el diagnóstico de sospecha y descubrir el agente
etiológico del proceso. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)

PRUEBAS DE PUNCIÓN EN LA PIEL


Se practica para descubrir la presencia de alergenos que pudieran estar relacionados con el proceso.
Se realizan pequeñas excoriaciones en la superficie cutánea, en las que se depositará una pequeña
muestra de los antígenos que con más frecuencia producen alergia. Su importancia radica en la
profilaxis de la enfermedad. Para detectar alergias a fármacos se realizan en cambio pruebas in vitro
con muestras de sangre del paciente. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)

ANALÍTICA GENERAL
La práctica de una analítica sanguínea completa nos pondrá en evidencia una ligera eosinofilia y un
aumento de las IgE séricas. La determinación de la ICAM-1 sérica es importante en las formas
límbicas en las que se aprecia un aumento considerable. La medición de sVCAM-1 en suero puede
utilizarse como marcador para diferenciar la queratoconjuntivitis vernal de otros procesos alérgicos
ya que en la primera los valores están elevados. En los pacientes afectados de dermatitis atópica es
frecuente hallar elevados los valores séricos de sICAM-1 y de sIL-2R. La gravedad de la afección
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cutánea se correlaciona directamente con los valores elevados. En los pacientes que no presentan
antecedentes estos marcadores son normales. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)

FROTIS CONJUNTIVAL
La práctica de un frotis conjuntival en estos pacientes pone en evidencia un aumento de los
eosinófilos. Esta estirpe celular es diagnóstica y denota enfermedad, ya que la conjuntiva sana no
los contiene. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)

ANÁLISIS DE LA LÁGRIMA
Es de gran utilidad el estudio de la lágrima de estos pacientes, ya que se observa un aumento de la
IgE. Este parámetro es más fiable si se observa que el cociente IgE lágrimas/suero es mayor que
uno. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)

TRATAMIENTO

Medidas higiénicas de mantenimiento


Las conjuntivitis alérgicas, como indica su etiología, no son contagiosas, si bien un tratamiento
inadecuado o una excesiva manipulación de los ojos favorecen la sobreinfección del proceso. Es de
gran importancia insistir al paciente en que no debe frotarse los ojos a pesar de la sintomatología
de prurito que presenta. Además de estimular la secreción de histamina y el consiguiente
agravamiento de la enfermedad, se pueden producir excoriaciones y pequeñas heridas en los anejos
e incluso en el propio globo ocular. También se favorece el contagio de agentes patógenos a través
de las manos y el sobrecrecimiento de la flora bacteriana conjuntival. Es aconsejable mantener unas
medidas higiénicas mínimas de la piel de los párpados con el fin de controlar el sobrecrecimiento
de la flora conjuntival propia. En la mayoría de los casos no se afecta únicamente la conjuntiva sino
también el párpado en forma de blefaritis. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)
La piel presenta excoriaciones y reacciones eccematosas además de disfunción en las glándulas
sebáceas. Por ello interesa mantenerla limpia de secreciones. La higiene debe ser cuidadosa,
empleando jabones no abrasivos para la piel, y con maniobras que no empeoren su estado. Para ello
emplearemos limpiadores que no irriten ni alteren el pH de la piel. En la actualidad se dispone de
fórmulas preparadas específicas para la zona ocular en forma de gel o loción. Su posología es
variable: en las formas más leves, una vez al día. En los casos más graves se recomienda su empleo
de dos a tres veces al día, que debe realizarse siempre con cuidado, evitando toda manipulación
mecánica intensa para evitar la liberación de histamina y cuidando las lesiones presentes. Para el
alivio del prurito es aconsejable la instilación de lágrimas artificiales según se requiera; así se
pretende conseguir dos objetivos: por una parte disminuir la manipulación mecánica de los ojos y,
por otra, limpiar la superficie del globo ocular de alergenos, secreciones, agentes quimiotácticos
liberados en la película lagrimal y regular la flora bacteriana de forma que no haya
sobrecrecimiento. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)

Tratamiento médico
La enfermedad alérgica se trata habitualmente con fármacos tópicos en forma de colirios o
ungüentos cuya finalidad es reducir la inflamación establecida e inhibir la producción y liberación
de los agentes mediadores de la reacción alérgica. Pueden incluir uno de los siguientes fármacos o,
lo que es más frecuente, una combinación de ellos. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)

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Antiinflamatorios no esteroideos

Los antiinflamatorios no esteroideos se usan en el control de los síntomas oculares. Los más
empleados de forma tópica son diclofenaco, flubiprofeno y ketorolaco. La posología de
administración varía, y pueden ser necesarios en las pautas iniciales intervalos de 4 h. (Fontenla,
Grau, Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)

Corticoides

Deben emplearse a intervalos cada 6 h y disminuir la dosis paulatinamente hasta su supresión. En


las conjuntivitis alérgicas agudas con intenso edema palpebral y
manifestaciones sistémicas es necesario administrar una dosis de
corticoides sistémicos preferentemente por vía intramuscular. (Fontenla,
Grau, Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)

Fármacos antialérgicos

En este grupo se incluye una serie de fármacos cuyo mecanismo de


acción es disminuir la producción de histamina o estabilizar las células
implicadas en la inflamación. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)

Antihistamínicos

Los más conocidos son el fosfato de antazolina, el maleato de pirilamina o la levocabastina. Se


emplean de forma tópica, si bien también se administran por vía oral, ya que no únicamente
controlan los síntomas sistémicos de la alergia, sino que también se secretan por la lágrima,
mejorando el cuadro. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, & Pita, 2002)

Inmunoterapia

La administración por vía subcutánea del alergeno causante de la reacción alérgica en estos
pacientes tiene el fin de desensibilizarlos y disminuir en lo posible la reacción alérgica. Son
tratamientos largos y caros pero que mejoran la sintomatología de los pacientes, tanto en las formas
crónicas como en las agudas, al disminuir la frecuencia y la gravedad de los brotes.

En la actualidad se está ensayando con buenos resultados administrar el alergeno por vía intranasal
en forma de nebulizador, mucho más cómoda para el paciente. (Fontenla, Grau, Díaz, Vásquez, &
Pita, 2002)

6. CONJUNTIVITIS VIRAL

La conjuntivitis vírica es la inflamación aguda de la membrana conjuntival causada por virus que
atacan a los epitelios de la conjuntiva de uno o ambos ojos; es caracterizada por ser autolimitada
pudiendo tener una evolución de una a dos semanas en caso de ser leve o tener un proceso de mayor
duración si es grave. Esta enfermedad es de alta contagiosidad, presentándose en forma de epidemia
debido a su rápida proliferación y generalmente no dejan secuelas, sin embargo, pueden presentar
complicaciones como: uveítis o cicatrices en la córnea produciendo pérdidas significativas de la
agudeza visual. Considerándola como una patología de origen viral es una de las pocas
enfermedades virales que no produce fiebre, a pesar de ser un proceso infeccioso.(Alió, Sanz, & de
la Hoz García, 2012)

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ETIOLOGÍA

Esta entidad patológica suele deberse a:


• Adenovirus AdVH-8, AdVH-19 y AdVH-37 en su mayoría.

Pero que también puede provocarlos:

• Herpes simple I y II

• Herpes Varicela Zoster

• Enterovirus Coxsackie

• Echo, entre otros virus.

CLASIFICACIÓN CLÍNICA

La conjuntivitis vírica se la puede clasificar de manera general en:

1. Queratoconjuntivitis por Adenovirus. - Clásicamente la infección conjuntival por adenovirus


se ha clasificado en 4 presentaciones clínicas: 1) Fiebre faringoconjuntival (FFC); 2)
queratoconjuntivitis epidémica (QCE); 3) conjuntivitis folicular aguda no específica (CFANE)
y 4) queratoconjuntivitis crónica (QCC).

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2. Molluscum contagiosum: Es una patología viral benigna, muy frecuente, autolimitada,
causada por el molluscipoxvirus ADN que llega a replicarse
solamente en queratinocitos humanos infectados. Afecta con
mayor frecuencia a niños de 2 a 5 años; en personas adultas
afecta a aquellas que son sexualmente activas e infectados
con VIH, siendo estos más propensos a adquirir la
patología; no discrimina sexo o raza y tiene una tasa de
morbilidad baja. Son transmitidas por contacto directo, uso
de fómites o contacto sexual. Se presentan en forma de
pápulas umbilicadas firmes de 1 a 5 mm de diámetro,
translúcidas o amarillentas.

3. Conjuntivitis por herpes simple


(VHS). - Producida por el VHS
tipo 2 predominantemente y en
menor cantidad por el VHS tipo 1,
es transmitida por contacto directo
con una persona que tiene
vesículas herpéticas activas en los
labios o que es portadora
asintomática del virus. Presenta
conjuntivitis viral con todas sus características y vesículas herpéticas palpebrales que llegan a
ulcerarse, observándose edema en los parpados y la piel que rodea el ojo, de igual forma,
presenta secreción acuosa en la conjuntiva y reacción folicular. En cuadros clínicos graves se
llega a observar la formación de pseudomembranas.

4. Conjuntivitis hemorrágica aguda. - Es también


conocida como enfermedad de Apolo, es producida
por el picornaviridae, el enterovirus 70, el virus
coxsackie A24, y los adenovirus 11 y 37. Tiene una
incubación de 24 horas y se caracteriza por la
aparición de conjuntivitis papilar rápida
uni/bilateral, con hemorragias conjuntivales
tarsales y bulbares que en un principio son
separadas, pero llegan a ser confluentes con
rapidez, se presenta también quemosis, edema
palpebral, secreción mucopurulenta. Es muy
contagiosa y llega a causar epidemias extensas y de
rápida instauración.

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CUADRO CLÍNICO

La conjuntivitis vírica se caracteriza por tener un inicio generalmente agudo y unilateral; sin
embargo, en el curso de tres a cinco días esta patología puede volverse bilateral, pero el cuadro
clínico del segundo ojo es siempre más leve.

Síntomas:
• Picor y/o ardor ocular
• Sensación de cuerpo extraño/arenilla
• Lagrimeo
• Muy común que refieran una infección del tracto respiratorio superior reciente.
Signos:
• Ojo rojo y edematoso.
• Prurito y exudado acuoso.
• Puede dejar costras en los bordes palpebrales y pestañas.
• Presencia de folículos conjuntivales palpebrales, en general en párpados inferiores.

En ocasiones (no siempre tienen que estar presentes):


• Hemorragia subconjuntival
• Membranas o pseudomembranas
• Suelen presentar ganglio preauricular palpable, doloroso.
Afectación Corneal:
• Infiltrados subepiteliales (SEIS) y/o queratitis

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DIAGNÓSTICO
• Evaluación clínica

El diagnóstico de conjuntivitis y la diferenciación entre las conjuntivitis bacteriana, viral y no


infecciosa suelen ser clínico.
Para obtener el virus son necesarios cultivos tisulares especiales, pero rara vez están indicados.
La PCR y otras pruebas de inmunodiagnóstico rápido que se realizan en el consultorio pueden ser
útiles especialmente cuando la inflamación es grave y deben descartarse otros diagnósticos (p. ej.,
la celulitis orbitaria).
• En los pacientes con fotofobia, se realiza una tinción con fluoresceína y se los examina con
lámpara de hendidura.
• La queratoconjuntivitis epidémica puede producir tinción corneana punteada. Es muy rara la
infección bacteriana secundaria tras la conjuntivitis viral. Sin embargo, si hay alguna
sospecha de conjuntivitis bacteriana (p. ej., secreción purulenta), pueden ser útiles los
cultivos u otros estudios.

TRATAMIENTO - MEDIDAS

• Usar desinfectantes para las manos o lavarse las manos correctamente (cubrir por
completo las manos con espuma, frotarlas durante al menos 20seg, enjuagar bien y
cerrar el grifo con una toalla de papel). (Roat et al., 2018)
• Desinfectar el equipo después de examinar a los pacientes
• Evitar el contacto con el ojo no infectado después de tocar el ojo infectado
• Evitar compartir toallas o almohadas, nadar en piscinas.
• Hay que lavar la secreción de los ojos, que deben permanecer sin tapar. Los niños
pequeños con conjuntivitis deben faltar el colegio para evitar la diseminación de la
infección.

EL TRATAMIENTO ES SINTOMÁTICO:
• Lavado con agua fría y antibióticos para evitar la
sobreinfección bacteriana. En la fase de queratitis,
usar colirios de corticoides tópicos. Las conjuntivitis
víricas son muy contagiosas, por eso hay que
extremar las medidas higiénicas.
• Antivíricos:
➢ En las queratoconjuntivitis causadas por herpes
simplex se recomienda aplicar aciclovir en
pomada 5 veces al día.
➢ En las producidas por herpes zóster aplicar en
altas dosis aciclovir tópico
➢ En las conjuntivitis por adenovirus los antivíricos no dan resultados satisfactorios
➢ En muchos casos los antivíricos conjuntivales suelen producir conjuntivitis folicular
irritativa, pudiendo llegar a producir oclusión del canalículo lagrimal.
• Corticoides:
➢ No deben utilizarse en las fases iníciales de las conjuntivitis víricas, ya que disminuyen
la inmunidad celular prolongando el cuadro clínico de la patología
➢ El uso de corticosteroides debe restringirse hasta tener confirmado un diagnóstico
clínico preciso que demuestre y asegure la presencia de una queratoconjuntivitis
adenovírica.

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• Interferón:
➢ Si se lo administra precozmente disminuye la duración del cuadro y previene la
aparición.
• Antibióticos:
➢ El uso de antibióticos no es recomendado porque no tiene efecto contra los virus.

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