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Facultad de Filosofía y Letras UNT

Historia Social General

Trabajo Práctico Nº8: Restauración y revoluciones en la primera


mitad del siglo XIX.
Liberalismo y conservadurismo en el siglo XIX

Alumnos:
Bisdorff Juan Carlos
Rodriguez Macarena
Villoldo Emilse Rebeca
Carrera: Profesorado en Letras

1) Para poder entender este panorama europeo, vamos a introducirnos en las primeras etapas
del S.XIX, una etapa devastadora, pues la revolución y la guerra la dejaron así. Comienzan a
surgir nuevas fuerzas políticas que se van a expandir por todo el territorio europeo, por una
lado los revolucionarios, y por otro los liberales. Algunos actuaban con más profesionalismo,
y los otros, apuntaban a un constitucionalismo, ya que había gran temor respecto a los
excesos de libertad y a la democracia. Los partidos políticos aún se encontraban en fase
embrionaria, pero gracias a su desarrollo posterior, el liberalismo, en sus múltiples versiones,
con el apoyo de la prensa periódica, se convirtió en una fuerza política importante. Al mismo
tiempo, los liberales tenían tanto miedo de la presión de las clases inferiores como de las
autoridades superiores.
El descontento en el campo solía adoptar formas refinadas, entre ellas los incendios
provocados, incluso en Inglaterra; y en el continente europeo. Su religión, de carácter
popular, ya fuera católica, protestante u ortodoxa, era para ellos una fuente de consuelo.
Luego de las guerras napoleónicas, los años siguientes fueron desoladores. Hubo un
paulatino crecimiento industrial y junto a este un alto crecimiento demográfico. Fueron
constantes crisis agrícolas, que fueron gestando migraciones que no solo corresponden al
campo y la ciudad, sino que también involucraron a europa y su expansión al resto del
mundo.
En países como Francia, la cosecha fue mala por lo que hubo que importar grandes
cantidades de cereales de Inglaterra, y el temor a una mala cosecha en ambos países dieron
lugar a aumentos, como el del pan en 1818. El paro y las agitaciones obreras en las ciudades
fueron constantes ya que la desocupación en las ciudades era elevada.
Esta sociedad, no pretendía dejar de lado todas aquellas obras que a su paso había dejado la
revolución francesa. A su vez, se pensaba en una restauración más que en posibles cambios.
Entre los filósofos de la “restauración” había algunos que miraban con añoranza hacia una
época anterior a la Revolución francesa y a la revolución industrial, anterior a la Ilustración.
Algunos filósofos hacían hincapié en la necesidad de recuperar un orden social orgánico,
basado en los deberes, y no en los derechos; en una ideología y una moral únicas, y no en la
diversidad de opiniones o conductas; en la fe religiosa.
Es importante destacar, que a principios de siglo comienza la reconfiguración del mapa
europeo, puesto que, producto de las guerras, el plano había cambiado demasiadas veces.
Sumado a esto, esa realidad pronto cambiaría, con la llegada del ferrocarril y la creación de
nuevos sistemas de comunicaciones.
Es así como en la tarea de restaurar un nuevo orden, las grandes potencias comenzarán a
reunirse para firmar una serie de tratados con un único objetivo: un nuevo orden y la paz.

2) Napoleon Bonaparte, obtuvo su máxima expansión territorial sobre el continente europeo


hasta llegar a Rusia en 1812 donde sus tropas fueron vencidas.
Es en este momento en que se produce la alianza entre cuatro países para tratar de derrotar a
Napoleon : Inglaterra, Rusia, Austria y Prusia. Gracias a esta etapa de debilitamiento
napoleónico, logran atraparlo y encarcelan a Napoleon en la isla Elba.
Antes que Metternich asumiera la función de supervisor de la Europa posnapoleónica,
Castlereagh, ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, desempeñó un papel destacado
a la hora de intentar conjugar en una Cuádruple Alianza a los cuatros aliados principales de la
guerra que habían participado en las cuatro coaliciones bélicas, y ya antes de la derrota de
Napoleón habían firmado un tratado válido durante 20 años en Chaumont en 1814, en el que
todos se comprometían a trabajar en íntima colaboración.
Las grandes potencias celebrarían una serie de reuniones en tiempo de paz para consultar
temas de interés común. Alejandro I, zar del Imperio ruso quería algo más, una declaración
de principios basada en las verdades sublimes contenidas en el cristianismo. Se crearía así
una ​Santa Alianza​ de monarcas, a los que Alejandro describiría como “padres de familia, que
garantizase el orden cristiano”.

Congreso de Viena(1814)​: su objetivo principal fue generar tiempos de paz desde 1815 hasta
1914. El canciller de Austria, Meternich, será el gran organizador de esta alianza.
La restauración consistirá en un siglo de querer volver a restaurar el antiguo régimen puesto
que, aborrecen la Revolución Francesa, y quienes llevarán a cabo esta política serán
conservadores y antiliberales.
No obstante, le temen a los grupos reaccionarios porque pueden efectuar una segunda
revolución, por lo que determinarán una serie de principios para realizar su cometido.
Fueron dos los principios generales del congreso: el de la legitimidad, que otorga el derecho
divino de las monarquías, rechazando la soberanía nacional; y el segundo, será el equilibrio
europeo.
En cuanto al​ Principio de Legitimidad,​ significaba el retorno al Trono de Los Reyes legítimos
que habían sido desplazados por las revoluciones.
Los reinos que desean volver serán:
-Los borbones en Francia, volverán con el rey Luis XVIII. En el caso de España, vuelve al
nando Fernando VII; vuelve el rey Fernando I en Sicilia; regresa el rey de Holanda, Oranje; a
su vez, retornan al poder una serie de Duques y príncipes alemanes y por último, vuelve la
Dinastía Saboya en Italia.
Por otro lado, el ​Principio del Equilibrio Territorial, ​tiene que ver con crear un nuevo mapa y
orden internacional. El mapa de Europa había cambiado tantas veces entre 1792 y 1815 que
era necesario examinar con calma lo que se consideraba la realidad geográfica esencial. Para
empezar, se llevaban a cabo negociaciones secretas, entre ellos las relaciones con la Francia
derrotada, representada en Viena con gran habilidad diplomática y social por Talleyrand, en
donde deciden que Francia debe volver a los límites de 1792 lo que significa que perdía
territorios ya conquistados por Napoleon.
Además, se instala “Estados Tapones”, término geopolítico para designar un país situado
entre dos grandes potencias previsiblemente hostiles, y que, por su propia existencia, se cree
que puede prevenir el conflicto entre las mismas.
Los otros cuatro van a tener un reparto territorial que los benefician:
Los estados que fueron amigos de Napoleón fueron desaparecidos, es decir Polonia
desaparece y es repartida entre Rusia, prusia y Austria. Rusia obtiene Finlandia, Polonia, la
besarabia que los turcos. Por su parte Inglaterra prefiere lo fundamental no eran las
adquisiciones territoriales, sino el dominio de los océanos y de las bases que lo permitían,
para controlar el comercio: isla de Malta ciudad del cabo (África), antillas francesas ( Caribe)
heligoland norte de Alemania Isla Mauricio isla de Secoland.
Austria recibirá las costas de las penínsulas balcánicas, las zonas de la península y ilíricas y
Avanza en Venecia, Lombardía, parda y Toscana.
El acuerdo de Viena finalmente fue firmado en junio de 1815. Austria presidiría una
confederación muy laxa de 39 estados alemanas. Al mismo tiempo, obtuvo el dominio directo
sobre una serie de territorios italianos que tendrían importancia capital en el futuro de Italia.
Suiza no solo vio reconocida su independencia, sino también su neutralidad. La población
de Prusia se duplicó.
Hubo todo tipo de acuerdos compensatorios en 1815 que proponían formar un vínculo estable
entre todos los que firmaron el congreso y generaron La Santa Alianza propuesta por
Alejandro primero para mantener el estatus quo y reprimir todos los malestares. De esta
forma, generaron ejército que reprimen todo lo que signifique nacionalismo y liberalismo
etcétera.
El sistema de congresos.
Surgieron muchos problemas poco después del fin de la etapa inicial de paz, que no fueron
resueltos en 1818, cuando la Cuádruple Alianza se convirtió en Quíntuple con la inclusión de
Francia. Las cinco grandes potencias de supervisar la paz eran las mismas que denominada
panorama europeo antes de 1789, pero sus interrelaciones habían cambiado después de que
Gran Bretaña llegase al término de la guerra revolucionaria y napoleónicas con un nivel de
prosperidad nacional mayor y con la posibilidad de acceder a fuentes de riqueza fuera de
Europa mucho mayor que cualquier otra potencia. Al mismo tiempo, los recursos de
Habsburgo eran insuficientes para satisfacer sus compromisos y proporcionar a Metternich la
seguridad que necesitaba para desempeñar el papel que él consideraba adecuado en Europa.
El imperio de los Habsburgo abarcaba muchas regiones, y la represión del liberalismo y del
nacionalismo era una tarea formidable. Los movimientos políticos de base no siempre podían
ser reprimidos, y lord Palmerston le dijo al embajador austriaco en Londres después de la
quiebra del sistema que la forma de meter ni de abordar los asuntos europeos era mediante la
opresión y la represión. El inmovilismo no era conservadurismo, y provocarían un estallido
social.
Aunque el sistema Congresos era nuevo y no se había probado nunca, los cuatro congresos
europeos celebrados en 1815 y 1822 se habían dejado muy claro, en primer lugar, que los
países aliados durante la guerra tenían puntos de vista diferentes en tiempos de paz, y en
segundo lugar, fue un error afirmar si matizaciones que se había restaurado el viejo mundo.

3) El romanticismo surgió y se expandió como un movimiento cultural heterogéneo a partir


del siglo XIX como contrapartida al neoclasicismo precedente que se habían impuesto
durante la Revolución Francesa y el período napoleónico. Realizó todo un cuestionamiento a
la razón ilustrada y apoyó su deseo en la restauración de aquellos viejos modelos
tradicionales: exaltación de lo nacional (estrechamente relacionado con el nacionalismo
emergido en los años de la inmediata posguerra, y el liberalismo frente al despotismo
ilustrado), retorno de la Edad Media (por ej. las canciones de los trovadores), de lo
caballeresco y de lo cristiano con influencia del pietismo alemán y del evangelio del trabajo
inglés (Samuel Smiles fue su máximo propagandista). Este movimiento es un férreo defensor
del subjetivismo y la intuición, de la naturaleza espiritual y de la imaginación. El ideal del
hombre natural de Rousseau emerge con su alegato de que había que destruir los principios
de la “buena sociedad”, y halla un territorio preciso en Alemania a la par de una afirmación
de la “autenticidad” frente al refinamiento. Esta autenticidad, defendida por los poetas de
Weimar durante el período del Sturm und Drang (Tempestad e Ímpetu), se refuerza por la
tendencia pietista y romántica en la sencillez exterior de la respetabilidad, desdeñando, así, el
lujo y la ostentación. Es importante rescatar como antecedente importante del romanticismo
el Sturm und Drang, que dio nombre a un movimiento crítico que propugnaba el retorno a la
naturaleza (defensores del estado de naturaleza frente a la civilización), a la libertad
expresada en los sentimientos y en el arte, con afán de originalidad. Estos rechazaban todo
tipo de reglas y estimularon el mito del héroe, el mito del genio (el escritor es un titán
enfrentado con la misma divinidad); el héroe abordado desde su interioridad, reservorio de
algunos valores medievales, con un sesgo trágico, tendiente al suicidio, ya que se sentía ajeno
al entorno social en el que vivía, dando cuenta de este malestar del hombre en la sociedad
contemporánea.
El romanticismo ponía el énfasis en los componentes de la cultura “propia”, unido a un
nacionalismo que, en Alemania, se identificó con el Volk. Herder, el primer filósofo alemán
del nacionalismo no pensaba en términos de poder nacional sino de culturas nacionales
basados en una lengua común, En ese sentido, entra en consonancia con uno de los principios
básicos del romanticismo a saber: la 1revalorización de la lengua como expresión de todo un
pueblo. Herder (prerromántico) creía que el nacionalismo atraería a los jóvenes que buscasen
una “comunidad espiritual”. Este filósofo, contrario al ideario de la Ilustración, consideró que
la literatura no debe encorsetarse a pautas, sino que debe seguir la inspiración de un genio,
creador de un universo propio. Como representantes del romanticismo en Alemania
encontramos a Goethe (1749-1832), conocido principalmente por su Fausto que recoge la
leyenda medieval del doctor Fausto, que dedicó toda su vida a la ciencia, pero termina
concretando un pacto con el diablo (Mefistófeles), con el deseo de recuperar la juventud
perdida y el amor de Margarita; Schiller (1759-1805).

1
​ ​Éste último fue institucionalizado a través de la educación, cuyos objetivos pedagógicos eran la formación a
partir de principios religiosos y morales, la conducta caballeresca y, al último, la capacidad intelectual,
prevaleciendo sobre ella la modulación del carácter. El objetivo de este evangelio era formar caballeros
cristianos sobre la base de una teología no dogmática, donde los chicos debían confrontar con sus yos pecadores
(la adolescencia equiparada con el pecado original) para poder pasar a la edad viril . El evangelio del trabajo se
convirtió en la base de la moral victoriana, y el caballero cristiano, en su ideal de jefatura.
2 El pietismo del siglo XVIII era una religión práctica que predicaba vehementemente contra el lujo
desmesurado que los alemanes importaban de Francia. Daban gran importancia al sentimiento devoto y piadoso
unido a estilos de devoción y piadosos. Su objetivo era formar el carácter, lo mismo que Arnold, quien castigaba
con dureza las denuncias (el infractor ante esta conducta no sólo se alejaba de la rectitud propia de un caballero
sino que demostraba también deslealtad al grupo al que supuestamente regía), afianzando el sentido de lealtad y
reciprocidad, utilizando para este propósito la exhortación moral (impulsaba a los muchachos hacia la rectitud
avergonzándolos). La educación pietista debía ser ejecutada por maestros piadosos y temerosos de Dios, quienes
debían conducir la instrucción hacia un adiestramiento de la voluntad y del “(…) del corazón”, pues el mero
entendimiento no dirigido por un buen corazón convierte al hombre en alguien soberbio, peligroso, ​perverso,
con tendencia al mal. Este ideal pedagógico rechazaba la formación para jefatura de las clases
superiores; debía aplicarse a todas las clases de la población.

5) ​Esquema del Estado-Nación en el siglo XIX


7) Anexo del diálogo propuesto para la realización del video:

Narrador:​ Del reinado del Terror, de la mano de Robespierre, a la coronación de Napoleón,


ahora nos enfrentamos a la derrota definitiva del último en la batalla de Waterloo y su
segunda abdicación en el palacio del Elíseo, obligado a exiliarse a la isla de Santa Elena,
dando fin a sus 100 días. Mientras tanto entra en sesión el Congreso de Viena, bajo la
conducción del canciller del Imperio Austrohúngaro Metternich para delinear la restauración
borbónica liderada por Luis XVIII, hermano de Luis XVI, quien fue guillotinado en la Plaza
de la Concordia en enero de 1793. Los logros de la Revolución Francesa, las reformas
napoleónicas empezaron a ser derogadas, a excepción del Código Civil Francés y el sistema
asambleario, pero con un poder muy reducido. Comienza un proceso de restauración en
Francia a sus antiguas fronteras, las de 1792, Prusia y Austria reciben compensaciones
territoriales, Polonia es integrada a Rusia e Italia pasa a dividirse en Estados Independientes,
un acuerdo que se concretaría finalmente en junio de 1815. El retorno de la monarquía, de los
soberanos a sus tronos, el principio del equilibrio de poder se hace realidad. ¿Pero, un
momento, qué son esas voces que se oponen a la restauración y reniegan por la doctrina de
Rousseau? Pero si es Madame de Stael y Benjamín Constant. Al parecer el destino los unió
para reflexionar sobre este escenario de ideas confrontadas.

Madame de Stael: ¡Ay, Francia! ¿qué te hicieron? ¿Por qué no te pareces a mi amada
Inglaterra? si tan solo hubiese prosperado la constitución de 1791, mi amor por ti se elevaría
a niveles astronómicos.

Constant: la democracia y el Antiguo Régimen no son más que sistemas que obstruyen el
pleno desenvolvimiento de la libertad. Detesto escuchar que la democracia es la única vía
hacia lo que tanto anhelamos, pero si supieran que ésta es otra forma en que se entroniza la
tiranía.

Madame de Stael: Totalmente, Benjamín, la democracia popular jacobina no es más que la


misma cara de la energúmena tiranía. Robespierre hizo de la doctrina de la voluntad general
de Rousseu un instrumento para instaurar el terror, para hacer de la revolución una fuerza
destructora. Ya nos decía Vergniaud que “la revolución es como Saturno, devora a sus
propios hijos.

Constant: Y bien acertada fue su declamación antes de que su cabeza rodara en la plaza de la
Concordia, inaugurada con la sangre de Luis XVI y María Antonieta. Pero, discúlpeme,
excelentísima dama, hay algo que deseo compartir con usted, un par de ideas que
últimamente me asaltan en el discurrir del día.

Madame de Stael: encantada de poder apreciar su filosofía. Por favor, no se disculpe,


prosiga.

Constant: ​He puesto toda mi concentración en distinguir la libertad antigua de la moderna.


Por ejemplo, respecto al primer sentido se me viene a la mente el gobierno de Lacedemonia,
una aristocracia monástica y de ningún modo representativo El poder de los reyes era
limitado, pero lo era por los éforos y no por los hombres de ahora. Los éforos, sin duda, luego
de haber sido instituido por los reyes, fueron nombrados por el pueblo, pero no eran sino
cinco. El régimen era teocrático y militar, los sacerdotes gozaban de un poder sin límites, la
clase militar y la nobleza poseían privilegios muy insolentes y muy opresivos, mientras tanto
el pueblo no tenía derechos ni garantías. Todas las acciones privadas estaban sometidas a un
control estricto. Nada se dejaba a la independencia individual, sobre todo si se trataba de la
cuestión religiosa. Y si me hablan de democracia lo primero que se me viene es asociarla con
la chusma, una soberanía colectiva impulsada por Rousseau y que llevó a esos episodios de
PERDERA LA CABEZA.

Madame: la guillotina, pero no seamos tan duros con los revolucionarios. Para mí, el
Antiguo Régimen había corrompido a tal punto la moral del pueblo que el resultado de su
rebelión había sido el despotismo. Y NO LA LIBERTAD. La democracia popular jacobina
termina asumiendo la misma violencia a la que ella se opone. La libertad solo se consigue por
vía constitucional capaz de evitar arbitrariedades. ¿Y qué me puede comentar sobre la
libertad moderna?

Constant: La libertad moderna no es más que el derecho de no someterse sino a las leyes, de
no ser arrestado, ni detenido, ni maltratado de ninguna manera, a causa de la voluntad
arbitraria de uno o varios individuos. Es la libertad de elegir la propia profesión y de
ejercerla, de disponer de su propiedad, incluso abusando de ella, de ir, de venir sin permiso y
sin dar explicación alguna de sus motivos o de sus procederes.

Madame: Interesante, Constant. Creo que es necesario elevar moralmente al pueblo antes de
otorgarle esa libertad, ya que la revolución no fue más que un acto inmoral corrompido
previamente por el absolutismo. Esta nueva libertad sólo puede recorrerla una entidad
histórica como la nación.

Narrador: Madame de Stael y Benjamín Constant siguieron debatiendo sobre una Francia
que introdujese auténticas garantías constitucionales. ¿Quién iba a imaginar que estas ideas
liberales se habrían de convertir en poderosos instrumentos en la revolución que expulsó en
1830 a los Borbones?

4) Esquema de las ideas liberales y nacionalistas en el siglo XIX

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