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CONTRASTES ENTRE XRONOS, KAIROS Y ESJATOS

SEGÚN EL EVANGELIO DE JUAN: APORTES A LA TEOLOGÍA ESCATOLÓGICA

JOSUÉ GUERRERO GUTIÉRREZ

Monografía para optar al título de Magíster en


Sagrada Teología y Bíblia

Monitor

Dr. Fernando A. Mosquera Brand

SEMINARIO BÍBLICO DE COLOMBIA


PROGRAMA DE MAESTRÍA
MEDELLÍN
2004.
TABLA DE CONTENIDO

Pág.

INTRODUCCIÓN 1

1. ACERCAMIENTOS SEMÁNTICOS 7
1.1. e;scatoj 7

1.1.1. rx;a; 8

1.1.2. #qe 15

1.2. h`me,ra 16

1.2.1. ~Ay 16

1.2.2. t[E 26

1.2.3. rq,Bo 27

1.3. aivw/n ( aivw/noj ) 28

1.3.1. d[; 29

1.3.2. ~l'A[ 30

1.3.3. ~d,Q, 34

1.3.4. !Arx]a 35

1.3.5. xc;n< 34

1.4. cro,noj 36

1.4.1. !m'z> 37

1.4.2. ~Ay 38

1.5. w[ra 39

1.5.1. d[]Am 39

1.5.2. t[e 40

1.6. kairo,j 42
1.6.1. d[eAm 43

1.6.2. t[e 44

2. CONCEPTO DEL TIEMPO EN EL EVANGELIO DE JUAN 47


2.1. w[ra 47
2.1.1. No ha llegado la hora 51
2.1.2. Ha llegado la hora 59
2.2. cro,noj 64
2.2.1. Jn. 5:6 64
2.2.2. Jn. 7:33 65
2.2.3. Jn. 12:35 68
2.2.4. Jn. 13:33 69
2.2.5. Jn. 14:9 72
2.2.6. Jn. 16:16 74
2.3. kairo,j 77
2.4. aivw/n ( aivw/noj ) 80
2.5. e;scatoj y h`me,ra 86
2.5.1. e;scatoj 86
2.5.2. h`me,ra 87
a. Jn. 6:39 88
b. Jn. 7:37 89
c. Jn. 12:48 89
d. Jn. 16:23,26 90

3. ESTUDIO COMPARATIVO ENTRE cro,noj, kairo,j y e;scatoj:


IMPLICACIONES PARA UNA TEOLOGÍA ESCATOLÓGICA 92
3.1. Conceptos cro,noj, kairo,,j y e;scatoj dirigidos hacia una teología
Escatológica en Juan 92
3.1.1. cro,noj 93
3.1.2. kairo,j 95
3.1.3. e;scatoj 97
3.2. Escatología 103
3.3. Implicaciones de cro,noj, kairo.j y e;scatoj para la teología escatológica 108
a. Escatología realizada 110
b. Escatología no realizada 112

CONCLUSIONES 122

BIBLIOGRAFIA 125

INTRODUCCIÓN

El hombre desde su creación ha vivido en función "del ahora", "del instante" o "dentro de un instante", a la vez,

vive en un concepto escatológico, es decir, de tiempo en el futuro, e incluso con una idea de "tiempo final."

Esto lo ha llevado a reflexionar profundamente sobre qué sea este fenómeno al que ha denominado tiempo.

La definición de tiempo es uno de los problemas más difíciles dentro del pensamiento humano y por tal razón

para su entendimiento, lo ha definido en cada una de sus diferentes disciplinas tales como la filosofía, la

teología, la física y es así cómo en cada una de ellas hay una definición diferente.
Para el cristiano es importante entender el concepto de tiempo y sólo en las Escrituras puede tener una

compresión clara de este término. La Biblia presenta una concepción distinta del tiempo, diferente a las otras

definiciones, lo cual se refleja en el uso particular de los términos empleados para designar la idea temporal.

Es por esta razón que en lugar de mirar el tiempo de una manera abstracta como un problema, se debe plantear

el tiempo como una esfera creada en la que se actualiza el plan redentor.

Nicholas Berdiaev1[1] llega a la conclusión que el tiempo es de tres tipos: cósmico, histórico y existencial. Para

él, el tiempo cósmico es el de los calendarios y relojes, calculado matemáticamente sobre la base del

movimiento alrededor del sol y simbolizado por el círculo. Describe al tiempo histórico como algo calculado

también por los matemáticos en términos de décadas, siglos y milenios y simbolizado por una línea. Este tipo

de tiempo, para él se extiende hacia el futuro y es irrepetible.

El tercer tipo, el tiempo existencial, continúa diciendo Berdiaev 2[2] no está sujeto a la medición matemática.

Considera que es caracterizado por la intensidad de la experiencia y simbolizado por un punto, el movimiento

en profundidad. Este tercer tipo de tiempo es, para Berdiaev "afín a la eternidad, no teniendo distinción entre

el futuro y el pasado, entre el fin y el principio".

Estas distinciones y descripciones son útiles en cuanto se reconoce que el tiempo en cualquier sentido está

relacionado con la eternidad, que el tiempo existencial es afín a la eternidad, pero que el tiempo no debe

confundirse con la eternidad. El Nuevo Testamento no distingue entre tiempo cósmico y tiempo histórico, pero

sí distingue entre tiempo cronológico (cro,noj ) y un tiempo oportuno, sazón, cumplimiento o decisión (kairo,j).

El tiempo cronológico o histórico no se puede volver atrás al igual que hacia delante, como es posible en el

espacio. El tiempo histórico no permite detenerse o volver atrás cuando el "no todavía" da lugar al "ya no". En

este sentido, es lineal, no siendo ni cíclico ni reversible. Se mueve hacia delante, pero se mueve hacia un fin.

1[1]
BERDIAEV, Nicholas. The Beginning and the End. Translated by R.M. FRENCH. New York : Harper & Brothers,1952. pag.
206. Citado por STAGG, Frank. New Testament Theology. Nashville : Broadman Press, 1962. p.300.
2[2]
Ibid., p.300.
El evangelio de Juan resalta la función que ocupa el tiempo en la historia humana, la cual debe enfocarse en un

propósito divino específico. Es por esta razón que el cristiano que está dentro del tiempo y el espacio debe

entender que en Cristo ya lo ha trascendido. Los padres de la antigüedad en Israel "bebían de la roca espiritual

que los seguía, y la roca era Cristo" (1 Cor. 10:4). De allí que para Brunner 3[3] aquellos que de acuerdo al

tiempo cronológico vivieron antes de Cristo, trasciendan ese tiempo lineal y vivan después de Cristo, en Cristo.

Si el tiempo puede ser superado a ese extremo, el camino está abierto para ver una nueva trascendencia del

mismo en aquellos que están en Cristo y ciertamente para los cristianos que han muerto.

Aunque la eternidad y el tiempo están relacionados, hay una diferencia cualitativa entre ambos. Ambos son

reales para Dios y para el hombre. La eternidad no es tiempo sin fin, como Marsh y Brunner han argumentado

contra Cullmann4[4]. Hay más que una diferencia cuantitativa entre el camino de la existencia divina y el que

nosotros conocemos en los límites del tiempo.

Dios a través de su revelación escrita ha manifestado que él es el Señor de los tiempos, dándonos a entender

que es un Ser eterno, como indica Moisés en el Salmo 90:2 "Antes que naciesen los montes y formases la

tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios" Este pasaje indica que Dios existe en sí mismo

eternamente. Él es el origen y fuente del ser. Sólo el tiene, dentro de sí mismo el poder de ser.

Dios está por encima del tiempo; su "presente" no es de los que "van esfumándose", así como el "todavía no" se

transforma en el "no más". Dios es el Señor del tiempo, "para quien las distinciones de tiempo, tiempo-

distancias no tienen significado, puesto que para él, no hay pasado ni futuro; de allí que el salmista escribe:

"desde el siglo y hasta el siglo (o "desde siempre y hasta siempre"), tú eres Dios" Por esta razón, Cristo pudo

decir: "Antes que Abraham fuese, yo soy" (Jn 8:58) y "Yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve

muerto; más he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amen. (Apoc. 1:17:18). ..."

Juan 1:1 dice que "En el principio era..." y este principio se sitúa antes de la creación. Esta referencia a la

segunda persona de la trinidad, Jesucristo, no solo presenta su pre-existencia, sino también su existencia dentro

3[3]
BRUNNER, Emil. Eternal Hope. Translated by Harold Knight. London : Lutterwrth Press, 1953. p. 43.
4[4]
CULLMANN, Oscar. Cristo y el Tiempo. Barcelona : Estela, 1968. p.62.
de las dimensiones existentes en la tierra. Es por eso que encontramos a Jesús diciendo palabras tales como:

"Todavía un poco y no me veréis, y de nuevo un poco y me veréis, porque yo voy al Padre" ( Jn 16:16).

Teológicamente, hay confusión sobre el "todavía un poco", puesto que al hombre le es difícil comprender las

palabras de Jesús viviendo bajo los parámetros del tiempo mundano, esto ha generado malas interpretaciones en

cuanto al devenir de las cosas reveladas.

Siendo el personaje central de la historia, Jesucristo, es evidente que los sucesos realizados en el tiempo y en el

espacio se deben estudiar a la luz que él mismo brinda. Es por esta razón que se pretende contrastar el cro,noj,

kairo,j y e;scatoj , vocablos utilizados como idea temporal.

En el Nuevo Testamento se halla cro,noj en una relación concreta con la historia de la salvación con un sentido

próximo a kairo,j y que se refiere a un tiempo de salvación, un tiempo que no está determinado por el hombre

sino por la consumación de la obra de Cristo y de su regreso al Padre (Jn. 7:32).

En cuanto al uso del término kairo,j es aplicado a la historia de la salvación con la idea de mostrar el momento

propicio para el determinado plan salvífico. El uso de éste término aplicado a la historia de la salvación da la

idea de que no se trata de apreciaciones humanas, sino que es un decreto divino que hace tal o cuál fecha un

kairo,j, y ello con miras a la realización del plan eterno de salvación.

En el evangelio de Juan se encuentra una alusión al "último día" que recoge la expresión profética del "día de

Yahveh" y la lleva más allá. Para Coenen 5[5] la característica decisiva del "último día" es según el testimonio

de Juan, la resurrección de los muertos, puesto que el juicio para los incrédulos (Jn. 12:48) presenta sólo una

cara negativa. Con ello en la expectación escatológica de los profetas está en primer término, no en el

pensamiento del juicio, sino de la salvación universal.

Con el fin de tener una mejor comprensión a la luz bíblica y teológica en cuanto al énfasis que se da al tiempo

5[5]
COENEN, Lothar. Diccionario Teológico del Nuevo Testamento. Vol. III. Salamanca : Sígueme, 1983. p.79.
en el evangelio de Juan tanto en su momento como en lo venidero; se pretende elaborar un contraste entre ellos

con el fin de hacer un aporte a la teología escatológica.

Es importante notar que en el presente trabajo se utilizará la concordancia de la LXX6[6] con el fin de analizar

las palabras hebreas traducidas al griego por los LXX como idea de sucesión temporal y de esta forma

encontrar el significado que se le daban a ellas en su época y de acuerdo a esto, analizar el cambio que tuvieron

en el tiempo, si lo hubo, hasta el momento en que fue escrito el evangelio de Juan.

1. ACERCAMIENTOS SEMÁNTICOS

En algunos pasajes esenciales del evangelio de Juan se encuentran con relativa frecuencia ciertas expresiones

relacionadas con el concepto tiempo, tales como: e;scatoj , h`me,ra , aivw/n ( aivw/noj ) , cro,noj , w[ra , kairo,j.

6[6]
HATCH, Edwin, Henry A. A Concordance to the Septuagint. Grand Rapids : Baker Books, 1998. 1497 p.
Con el fin de conocer el transfondo de estos vocablos en los LXX, se realizará un análisis semántico de cada

uno de ellos, para lo cual se usará la Concordancia de la Septuaginta, y de esta forma extraer las palabras

hebreas que fueron traducidas en relación al tiempo. Posteriormente se le dará continuidad en el Nuevo

Testamento, específicamente en el evangelio de Juan.

1.1. e;scatoj

El vocablo e;scatoj es usado en los LXX 97 veces aproximadamente, dentro de las palabras hebreas traducidas

por los LXX como e;scatoj se encuentran:

1.1.1. rx;a;: Según Ernst Jenni "Este vocablo procede de la raíz" semítica 'hr, la cual sirve para expresar,

en diversas combinaciones y composiciones, una serie de significados derivados todos ellos de la idea de la

sucesión temporal"7[7].

Esto se puede observar en los versículos en donde el término rxa, traducido como después, se usa en sentido
temporal con el fin de dar la idea de lo que sucederá luego del intervalo entre un suceso presente y otro suceso

futuro: ejemplos de esto se encuentran en: Lev. 27:18 "Mas si después del Jubileo dedicare su tierra..."; Núm.

31:2 "después serás reunido a tu pueblo"; Deut. 31:27,29 "..¿cuánto más después que yo haya muerto?" "Porque

yo sé que después de mi muerte..." Jos. 10:14 "Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él..."; Jue.

15:7 "...Ya que así habéis hecho, juro que me vengaré de vosotros, y después desistiré."

Con relación a la raíz rxa , se conectan otros tipos de palabras tales como: rAxa' , !Arx]a y tyrIx]a
en donde:

a. rAxa es traducido como después, refiriéndose a un acontecimiento futuro, con relación al tiempo presente:
Is. 41:23 "declarad lo que ha de venir después".
7[7]
JENNI, Ernst. Diccionario Teológico Manual del Antiguo Testamento. Tomo I. Madrid : Cristiandad, 1985. p 183
b. !Arx]a;: De acuerdo con Shökel8[8], este vocablo funciona como adjetivo y como adverbio:

Como adjetivo: Se debe tener en cuenta que domina el sentido temporal, distinguiendo el grado de distancia

por el contexto. Puede traducir de las siguientes formas: segundo, futuro, último, postrero.

 Segundo: la idea de este término es mostrar la distancia temporal entre uno y otro suceso: Ex. 4:8 "y

acontecerá que si no creen el testimonio de la primera señal, quizá crean el testimonio de la segunda

señal". Rut. 3:10 ".....Has hecho tu última bondad mejor que la primera...".

 Futuro: da la idea de lo por venir, de lo que vendrá más adelante. Prov. 31:25 "fuerza y dignidad son su

vestidura, y sonríe al futuro."

 Último, postrero: resalta el espacio de tiempo que ha transcurrido de una acción determinada, hasta que se

realiza el "último" evento. Un ejemplo de esto se encuentra en los siguientes versículos: II Sam. 19:12. "

Sois mis hermanos; mi hueso y mi carne sois, ¿por qué, pues, sois los últimos en hacer volver al rey?". 23:1

" Estas son las últimas palabras de David...".

También se puede encontrar el término "último" en expresión polar con respecto a un suceso realizado

primero, es decir, de principio a fin: Neh. 8:18 " Y leyó Esdras del libro de la ley de Dios cada día, desde el

primer día hasta el último día". II Cron. 9:29 "Los demás hechos de Salomón, los primeros y los postreros,

¿no están escritos en las palabras del profeta Natán y en la profecía de Ahías Silonita....".

Como Adverbio: Significa después, último, retaguardia, detrás, alfin, al final. Se encuentra a menudo con la

preposición b, significando: después, último, retaguardia.

8[8]
SCHÖKEL, Luis A. Diccionario Bíblico Hebreo-Español. Valladolid : Simancas, 1994. p.50.
 Después: esta palabra implica e indica un tiempo transcurrido entre un suceso y otro que ha de venir. I Re.

17:13 " entonces Elías le dijo: No temas; ve, haz como has dicho, pero primero hazme una pequeña torta de

eso y tráemela; después harás para ti y harás para tu hijo."

 Último: aquí se trata de mostrar un intervalo de tiempo entre un primer suceso y otro posterior, llamado

último. Dan. 8:3 "Alcé, pues, mis ojos y miré, y he aquí que un carnero estaba delante del río. Tenía dos

cuernos, y los dos cuernos eran altos, pero uno era más alto que el otro, y el más alto creció el último

(también traducido como "creció después").

 Retaguardia: aquí el término no muestra una idea temporal, sino espacial, sin embargo, es importante

porque se usa para indicar el final, en este caso, el final de un grupo de personas. I Sam. 29:2 "Y los

príncipes de los filisteos iban avanzando por cientos y por miles, y David y sus hombres marchaban en la

retaguardia con Aquis.

c. tyrIx]a;: Recibe los significados de futuro, por venir, desenlace, final; extremo; descendencia, sin

embargo, Jenni al respecto dice lo siguiente : "Debemos tener en cuenta que el hebreo no tiene una forma

especial para el adjetivo comparativo o superlativo y que al igual que en la mayoría de los idiomas no se ha

formado un concepto abstracto sobre el contenido del tiempo"9[9], puede explicarse claramente el uso de

tyrIx]a; con el significado fundamental de "lo que viene después" en todos los textos del A.T.

Para Van Gemeren10[10], tyrIx]a; adquiere una coloración más comparativa ('tiempo posterior = tiempo

siguiente, futuro') o superlativa ('tiempo último = salida, fin') según el punto del tiempo que tiene presente el

que habla, aunque nunca llegue a significar un punto final en el sentido del corte definitivo. Este vocablo se

puede encontrar significando de diferentes formas: ya sea en sentido espacial o en sentido temporal. Se tratará

el sentido temporal, porque es el que interesa en el presente trabajo.


9[9]
JENNI. Tomo I., Op cit., p. 190.
10[10]
VAN GEMEREN, Willem A. Dictionary of Old Testament Theology ä Exegesis. Vol 1. Grand Rapids : Zondervan, 1977. p.
360.
En sentido temporal: Indica un futuro: indeterminado, próximo, remoto, final; lo que sucede en ese tiempo:

futuro, porvenir, desenlace, posteridad. Con respecto a este sentido temporal, es bueno notar que puede

referirse tanto a un futuro, ya sea este el final de algún evento, o un futuro remoto, el cual deja ver la idea de

algo indeterminado. Un ejemplo de futuro al final, se puede observar en Prov. 25:8 " No te apresures a litigar;

pues ¿qué harás al final, cuando tu prójimo te avergüence?. Según Jenni :

En los pasajes tardíos de Eze. 38:8,16 y Dan. 2:28; 10:14, el contexto es ciertamente escatológico en el sentido
estricto del término, pero también aquí se habla propiamente de predicciones sobre un futuro lejano: al traducir
por "el tiempo final" (compárese con Dan. 8,19,23; 12:8), se colorea la expresión, en sí misma elástica, con
concepciones propias del ambiente. Pero terminológicamente el libro de Daniel posee la palabra qes para
indicar el final en el sentido estricto de la palabra, término que no es todavía sinónimo de atarit. Eze. 38:8 " al
cabo de muchos días recibirás órdenes; al fin de los años (al terminar los años, al cabo de muchos años)
vendrás a la tierra recuperada de la espada..., Dan. 8:23 " al final de tu reinado, Dan. 8:19: al final de la ira,
porque se refiere al tiempo señalado del fin11[11].

En cuanto al término tyrIx]a;, encontrándose unido a B., como se indica con la siguiente expresión,

~ymiY"h tyrIx]a;B., de acuerdo con Schökel 12[12]


, indica un futuro remoto indeterminado, esto se

encuentra en Gen. 49:1 en donde está escrito de la siguiente manera: "...lo que ha de acontecer en los días

venideros".

En el caso de Deut. 4:30 el autor del texto se refiere a un futuro indeterminado desde el punto de vista ficticio

de Moisés, al tiempo presente, lleno de necesidades, " En los postreros días cuando estés angustiado y todas

esas cosas te sobrevengan, volverás al Señor tu Dios y escucharás su voz., de igual forma se encuentra en Jer.

23:20 "...En los postreros días lo entenderéis cumplidamente."

Para aclarar las palabras "postreros días" en Jer. 23:20, se hace necesario comentar a cerca de este pasaje que

habla sobre la forma de reconocer a los falsos profetas por su mensaje. Responden a los deseos populares:

siempre predicen la paz aunque los días sean malos. Sin embargo, la verdadera palabra de Yahvéh no era paz,

sino una tempestad...que saldrá con furor y un torbellino furioso que gira alrededor de la cabeza de los malos.

Esto es lo que un profeta que estaba en el secreto de Yahvéh debería haber oído.
11[11]
JENNI. Tomo I., Op cit., p. 193.
12[12]
SCHÖKEL., Op cit.., p.51.
Según Thompson13[13], el Texto Masoreta dice "al fin de los días" ('aharit hayyamim), pero la frase

probablemente no es escatológica sino que sólo significa "después", es decir, cuando el juicio haya tenido lugar.

Los profetas deben haber comenzado a entender lo que Jeremías dijo en el año 597 a.C., y aún más, después del

586 a.C. Sin embargo, los profetas que fueron al exilio en el 597 a.C. continuaron su obra en Babilonia y no

parecen haber comprendido lo que Jeremías estaba diciendo (29: 21-23).

Se necesitaba una nueva orientación radical en su comprensión de los propósitos de Dios. Esta sólo podía

alcanzarse por medio del juicio que estaba por caer sobre la nación. Había necesidad de una relación nueva y

más profunda con Dios que la que ellos habían entendido. Dios tenía propósitos para su pueblo y, por medio de

ellos, para el mundo. Sin embargo, éstos sólo podían llevarse acabo dentro del pacto. Sólo después del juicio

de los falsos profetas se iban a dar cuenta de lo vacía que había sido su predicación e, incidentalmente, de la

profundidad de la predicación de Jeremías.

El término tyrIx]a;, usado en Is. 2:2 como "postreros días" según Simpson 14[14], puede adquirir un sentido

escatológico, puesto que el Reino de Dios vencerá finalmente a todos los reinos de este mundo, por lo tanto hay

que mirarla como la época del retorno de Cristo, al final de la presente época, para el cumplimiento definitivo

de esta profecía. En este versículo se concede un atisbo de la meta última de Dios para Israel y para la raza

humana. (Exaltado sobe los collados.) El Reino de Dios será exaltado sobre los reinos de ese mundo (Dan.

2:35)

Esto se puede observar también en Os. 3:5, que, los hijos de Israel volverán y buscarán al Señor su Dios y a

David su rey; y acudirán temblorosos al Señor y a su bondad en los últimos días. Con respecto a este versículo,

dice Pfeiffer15[15], que después que Israel hubiera sido quitada de su tierra, y se hubiere quedado sin su rey, y sin

su adoración idolátrica, Dios les restauraría David su rey, esto es, al rey davídico, el Mesías, que gobernaría

como el rey de derecho de Israel (Mal. 3:1). La dinastía sería en "el fin de los días". Esta expresión se utiliza

13[13]
THOMPSON, J.A. Jeremías : Introducción, Comentario y Notas. Buenos Aires : Nueva Creación, 1992. p.475.
14[14]
SIMPSON, A.B. Las Profecías de Isaías. Barcelona : CLIE, 1985. p.37.
15[15]
PFEIFFER, Charles F. Comentario Antiguo Testamento. Grand Rapids : Portavoz, 1993. p.605.
para escribir la era mesiánica, el punto culminante de la historia, cuando el Mesías de Dios regirá sobre todo el

mundo.

Continuando con el término y atendiendo más al contenido, se usa como el por venir de alguien, desenlace de

una conducta o actividad, final, término, conclusión. Tanto las ideas de desenlace y fin están incluidas en el

significado "salida (de una cosa)".

Se puede observar en Is. 41:22 lo siguiente: "Que nos expongan y nos declaren lo que ha de suceder en cuanto

a los hechos anteriores, declarad lo que fueron, para que los consideremos y sepamos su resultado, o bien,

anunciadnos lo que ha de venir." Al respecto Shökel afirma que, "En tales casos el sustantivo tyrIx]a;
puede transformarse en la traducción en formas verbales del tipo: ir a parar, terminar, salir, resultar, llegar" 16[16].

Un ejemplo de esto lo encontramos en Prov. 19:20, "Escucha el consejo y acepta la corrección, para que seas

sabio el resto de tus días."

1.1.2. #qe: Esta palabra sólo traducida por los LXX como e;scatoj en Ez. 35:5 donde se usa como "final",

sin embargo, va acompañada de la palabra kairo,j, la cual será tratada más adelante. Al respecto, Jenni observa

lo siguiente : "el concepto se refiere al tiempo final, también se emplea en forma absoluta, mientras que Ez.

35:5, amplía esta expresión en forma lapidaria en #qe !wO[] t[e "tiempo del castigo final"17[17].

Se puede concluir con respecto a los términos : rx;a;, rAxa' , !Arx]a , tyrIx]a y #qe que son
usados por los masoretas para indicar la idea de sucesión temporal, con el fin de mostrar lo que sucederá luego

del intervalo de tiempo entre un suceso presente y otro suceso futuro. Este suceso futuro, puede ser algo real

cuando llega a su fin como algo ya alcanzado o por alcanzar, pero establecido por una serie de eventos que han

llegado a ser realidad.

16[16]
SHÖKEL., Op cit. p. 51.
17[17]
JENNI, Ernst. Diccionario Teológico del Antiguo Testamento. Tomo II. Madrid : Cristiandad, 1985. p.832.
También puede significar un futuro remoto indeterminado, en el cual se sabe que hay un espacio de tiempo,

pero se desconoce su duración. En otras palabras, no se sabe cuando ha de ocurrir. Ezequiel y Daniel se

refieren a este tiempo como el tiempo final o como el final de los años. (ver 2.5 y 3.1.3.).

1.2. h`me,ra

Este sustantivo aparece con numerosos significados, lo cual se debe principalmente a la variedad del uso del

término en el hebreo del Antiguo Testamento. Dentro de los vocablos empleados por los LXX traducido como

h`me,ra se encuentran:

1.2.1. ~Ay: Según lo expresado por Van Gemeren 18[18]


, este sustantivo común, aparece en todo el ámbito

lingüístico semítico. En hebreo están documentados 'yom', 'día', y el adverbio yomam, "de día, durante el día".

El significado base de ~Ay es día (desde que sale el sol hasta el ocaso). Es muy frecuente la contraposición

y la unión de día y noche, especialmente en el empleo adverbial "de día / de noche", por ejemplo en Gn. 1:14

"entonces dijo Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día y la noche y sean para

señales y para estaciones y para días y para años." De igual forma lo podemos observar en Ex. 10:13, en donde

el Señor hizo soplar un viento del oriente sobre la tierra todo aquel día y toda aquella noche.

Al respecto, Ernst Jenni expresa que : "Al igual que en la mayoría de lenguas, también aquí el significado

fundamental se extiende para designar el "día (de veinticuatro horas)" como unidad astronómica registrada en el

calendario. El siriaco distingue terminológicamente el día (imama) como contrapuesto a la noche y el día

(yauma) como unidad de veinticuatro horas; en hebreo no se da tal distinción terminológica aunque resulte fácil

detectar en cada caso el sentido pretendido"19[19]. Así por ejemplo en Gn. 1:5b se narra que fue la tarde y la

18[18]
VAN GEMEREN, Willem A. Dictionary of Old Testament Theology ä Exegesis. Vol 2. Grand Rapids : Zondervan, 1997.
P.419-420.
19[19]
JENNI. Tomo I., Op cit., p. 978.
mañana un día, la cual se sobrepone a la narración de Gn 1:5ª en donde a la luz se llama día y a las tinieblas

noche.

En muchas ocasiones, ~Ay pierde su significado específico de "día" y se convierte en término genérico y
vago en el sentido de "tiempo, fecha", con lo cual se acerca a 'et (ver numeral 1.2.2.). Con respecto a esto dice

Jenni : "Es relativamente frecuente la construcción beyom más infinitivo "el día en que... = en la época en

que... = cuando...", en lugar de be pueden aparecer también min "desde" o 'ad, "hasta" y en lugar del infinitivo

pueden aparecer también algunas veces formas de perfecto e imperfecto" 20[20]. Esto se puede observar en Gn.

2:4 donde se registra: "Cuando Dios, el Señor, hizo los cielos y la tierra, esta expresión aparece en infinitivo; en

II Sam. 22:1, al igual que en Sal. 18:1: "cuando Yahvéh lo salvó de la mano de todos sus enemigos", con

perfecto; Sal. 102:3: "cuando yo llamo", con imperfecto.

Los casos tratados anteriormente nos llevan a las frecuentes expresiones en las que ~Ay, en el sentido de

"día" o de "tiempo" en general, es cualificado por una frase relativa con rv,a] por un genitivo o por un

adjetivo. La construcción ~Ay más rv,a] se emplea frecuentemente para describir determinados

acontecimientos importantes desde un punto de vista histórico-salvífico como la creación (Dt. 4:32), el éxodo

(Dt. 9:7), la comunicación de la ley (Nm. 15:23), la conquista de la tierra (Dt. 7:11), la edificación o conquista

de Jerusalén (Jr. 32:31); colocación de la primera piedra del templo (Hg. 2:18); intervención escatológica de

Yahvéh (Mal. 3:17).

Los casos en que el día es cualificado por un genitivo son de diversa índole. Esta construcción puede formar

expresiones fijas que se refieren a determinados días del calendario como día de reposo. Esto se puede

observar en Jer. 17:21, en donde el Señor dice: "Guardaos, pues vuestra vida, de llevar carga en día de

reposo...." De igual forma en Eze. 46:1, en donde se habla del día de la luna nueva.

También ~Ay forma otras expresiones más o menos fijas al igual que expresiones ocasionales que se refieren

a días marcados por acontecimientos naturales o actividades humanas tales como: "el día de la batalla; en medio

20[20]
Ibid., p. 980.
de una tempestad en el día de la tormenta (Am. 1:14)". También debe incluirse aquí toda una serie de

festividades y celebraciones cúlticas y no cúlticas. Un ejemplo de esto se observa en Os. 9:5 "¿qué haréis

el día de la fiesta señalada, y el día de la fiesta del Señor? Salmo 84:10 "un día en tus atrios", Is. 58:3 "día de

ayuno".

La expresión ~Ay sin otra determinación que el sufijo pronominal puede referirse al día del nacimiento como

en el caso de Jb. 3:1, o al día de muerte como en el caso del Sal. 37:13.

En algunos textos, el adverbio hace referencia al "hoy" del narrador, es decir, el momento en el cual se

encuentra el narrador de Génesis escribiendo su relato. Esto se puede observar en Gn 19:38 " y en cuanto a la

menor, también ella dio a luz un hijo, y lo llamó Ben-amni; él es el padre de los amonitas hasta hoy." Otras

citas similares son: Gn 35:20, Josué 4:9, Ezequiel 20:29.

La expresión adverbial "este día" se refiere a un tiempo contemporáneo del que habla; aWhh; ~AYB;,

"aquel día" alude a un tiempo alejado en el pasado o en el futuro. La expresión normal es aWhh;

~AYB;; cuando se refiere al pasado puede traducirse por "en aquel día", "el mismo día" o más

genéricamente "entonces" como en el caso de Gn. 15:18 " en aquel día el Señor hizo un pacto con Abraham..."

El plural ~ymiy" es empleado en primer lugar para referirse a un determinado número de días (Gn. 1:14 cf

Jb 3:6). Jenni21[21], observa que la expresión días unida a datos temporales imprecisos recibe el significado

genérico de "tiempo" - no lejano del antes señalado- en el sentido de "duración, espacio de tiempo. Un ejemplo

de esto lo tenemos en Gn 4:3, " al cabo de algunos días", "todos los días", todo el tiempo, siempre (Gn 43:9).

Cuando al término "días" sigue un genitivo se hace referencia normalmente -siempre que se trata de los días

vividos por personas concretas- a "los días de la vida" o a la "duración de la vida" es el caso de Gn 3:14, Jer

52:33,34; Sal. 23:6; 27:4.

21[21]
Ibid., p. 989.
En muchas ocasiones puede traducirse por "tiempo" en vez de "por días". Como por ejemplo en Jl. 1:2

"mientras estuvo en el trono". En este sentido de "tiempo de vida" ~ymiy" puede aparecer también

determinando diversos adjetivos (y participios ); se trata de expresiones que designan una edad aumentada

como en el caso de Dan. 7:13 " el Anciano de días".

Ernst dice al respecto : "También se emplea la expresión ymey> (yeme), "días = duración..." seguido de

genitivo impersonal, para referirse (de modo hiperbólico) a un período de tiempo excepcionalmente largo. Un

empleo de esto lo encontramos en Is. 65:22 "lo que dura un árbol durará también mi pueblo". Entre las

composiciones constructas deben mencionarse: 'los días de los Baales' (Os. 2:16)"22[22].

~ymiy" aparece también en expresiones que indican duración como en el caso de Jr. 2:32 "tiempo sin fin"

(innumerables días). También deben mencionarse las expresiones formadas con ~ymiy" en el sentido de

"pasado" o "futuro". El pasado remoto es indicado por medio de ymey> , en tiempos remotos: Is. 51:9, Sal.

77:5. Al tiempo futuro: ~yaiB' ~ymiy"-hNEh, "mira, vienen días" Jr. 7:32; Am. 8:11.

Jenni indica que : " Los numerosos modos de empleo del término yom/yamim muestran que el vocablo sirve no

sólo para designar diversas divisiones importantes del tiempo, sino que se ha convertido en un concepto

temporal de importancia decisiva, que se refiere tanto a momentos concretos como a diversos espacios

temporales. Se parece a 'et y 'olam en cuanto que se emplea casi exclusivamente para referirse a

determinaciones temporales concretas, es decir, a contenidos temporales determinados, y nunca para expresar

el tiempo en abstracto"23[23].

22[22]
Ibid., p. 991
23[23]
Ibid., p. 995.
Al igual que todos los demás fenómenos humanos, también el día y la noche están sometidos al dominio de

Dios, ya que han sido creados por él. Esto lo podemos observar en Gn. 1:5,14; Salmo 74:16 "Tuyo es el día y

tuya la noche", "tu estableciste las estrellas y el sol".

Un empleo teológico especial es el que aparece en torno a la concepción del hw"hy> ~Ay, "el día de
Yahvé" Ez.13:5, Jl. 1:15; pero además de esta expresión, se emplean también otras formas para referirse a la

actividad judicial de Yahvé: Is. 2:12 " Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo..." También se

encuentran expresiones en contextos semejantes sin la mención del nombre divino y caracterizan el temor del

día de juicio esperado: Is.10:3 "¿Y qué haréis en el día de castigo? Jr.46:10 "Mas ese día será para Jehová día

de retribución...", Os. 5:9 "Efraín será asolado en el día del castigo...", Miq 3:6 "... y el día se entenebrecerá

sobre ellos." Is. 22:5 "Porque día es de alboroto, de angustia y de confusión..."

La expectación del día de Yahvéh es un caso especial, ya que siempre que aparece en la profecía, culminan las

afirmaciones en una venida totalmente personal del mismo Yahvéh. La pregunta sobre el origen de esa idea se

ha planteado a menudo, y con razón pues si se pudiera responder, se estaría mucho más cerca de la compresión

de las cosas.

Los comentaristas están de acuerdo con que uno de los temas proféticos mayores que ha sido interpretado

escatológicamente es el día de Yahvéh, encontrado en Am. 5:18-20, que data del siglo VIII a. C:

"¡Ay de los que ansían el día del Señor! ¿de que os servirá el día del señor si es tenebroso y sin luz? Como

cuando huye uno del León y topa con el oso, o se mete en casa, apoya la mano en la pared y le muerde la

culebra. ¿No será el día de Yahvéh tinieblas, y no luz: oscuridad, que no tiene resplandor?"

Israel esperaba que ese día le fuera favorable. Amós desmiente esa falsa seguridad y lo presenta como día de

juicio contra Israel y los pueblos. El profeta desenmascara la religión utilitarista que recurre a la alianza como

elemento de salvación. Aún cuando Amós concede poco margen a la esperanza, el día de Yahvéh constituye

una llamada a la conversión.


El anuncio del día de Yahvéh hecho por Sofonías se remonta al siglo VII a.C. El profeta proclama la cercanía

de ese día y lo describe con tonos estremecedores. Será un día de angustia y oscuridad (Sof. 1:7ss). Pero en

medio de un clima tan pesimista y destructivo se vislumbra una esperanza de salvación para "un resto de

Israel", para los pobres (Sof. 3: 12-13).

Ezequiel se refiere varias veces al día de Yahvéh en una serie de textos que datan de comienzos del siglo VI

a.C. Habla también de su cercanía (Ez. 7:7,10,12; 30:2-3) y lo presenta como un día de nubarrones en que la

espada caerá sobre Egipto y sus aliados (Ez. 30:4ss).

Según Acosta24[24], al tiempo de la cautividad pertenece la descripción del día de Yahvéh contra Babilonia que

hace Is. 13. En el cuadro del juicio aparecen rasgos cósmicos, como el oscurecimiento de las estrellas, del sol,

de la luz, cuyo significado no parece que sea el anuncio del fin del orden cósmico presente, sino el triunfo de

Yahvéh sobre las divinidades siderales de Babilonia.

El primer resultado de esta mirada de conjunto es que ese día de Yahvéh esperado por los profetas constituye

indudablemente un hecho bélico. El amplio uso de esa idea en los profetas hace suponer como ya se ha dicho

que trata de un elemento escatológico de la tradición firmemente establecido. Pero según Von Rad 25[25], frente a

él se alza el hecho de que en ocasiones la expresión "día de Yahvéh" puede aplicarse a sucesos del pasado (Ez.

13:5; 34:12; ; cf. Lam. 1:12; 2:22).

Sin embargo, para Tamayo26[26] el juicio es descrito como una catástrofe histórica, como un acontecimiento

bélico. Los profetas recurren a imágenes cósmicas, cuyo significado no es el anuncio del fin de este mundo,

sino el triunfo de Yahvéh sobre las divinidades naturales. Esta es una cara del juicio. La otra se refiere a la

salvación de "un resto". El día de Yahvéh se anuncia cercano y es una invitación a la conversión.

24[24]
ACOSTA TAMAYO, Juan José. La Escatología Cristiana. Navarra : Verbo Divino, 1993. p.68.
25[25]
VON RAD, Gerhard. Teología del Antiguo Testamento. Sexta ed. Vol. II. Salamanca : Sígueme,1990. p. 420.
26[26]
ACOSTA., Op cit., p.69.
La valoración sobre el carácter escatológico de este tema profético difiere entre los exegetas. Hay quienes

consideran que el día de Yahvéh se refiere al fin de los tiempos y es, por tanto, una realidad escatológica. Así

por ejemplo Hagg- Vorn27[27], para quien los profetas preexílicos conocen ya un día escatológico como un día de

desgracia y castigo, pero también como día de salvación. Continúa diciendo Hagg-Von 28[28], los profetas

postexílicos acentuarán el carácter salvífico sobre el condenatorio. "La idea del día de Yahvéh es como una

breve síntesis de cuanto, con referencia a salvación y desgracia, aguardan los israelitas para sí y para la

humanidad entera en el último fin de los tiempos: un trasunto de los tiempos mesiánicos".

G. Von Rad29[29], considera infundado el planteamiento del exegeta escandinavo y observa que en los textos

proféticos no aparece la unión del día de Yahvéh con la idea de Yahvéh rey. Cree, a su vez, que el día de

Yahvéh forma parte de un círculo de ideas familiares a los profetas y común a narraciones antiguas sobre

Yahvéh, que en rigor no puede considerarse escatológico. En ese sentido aboga por la relativización de la

fuerza probatoria que otros autores hacen recaer sobre Am. 5:18.

De acuerdo con lo anterior, no es fácil interpretar el significado del "día de Yahvéh", sin embargo es interesante

notar las palabras de Beacon quien dice : "Los padres y los primeros comentaristas entendían que el sol de

justicia era Cristo; y tenían razón por cuanto el periodo de su advenimiento es el que prevé el profeta.30[30]"

Cabe recordar que en ninguna persona o acontecimiento se ha cumplido esta profecía tan satisfactoriamente
como en la venida de Jesucristo, quien es para nosotros la justicia de Dios (Jn 5:22). Siendo un acontecimiento
de bendición para quienes le reciben, pero de dolor para quienes le rechazan (Jn 5:24)

27[27]
HAGG VON, Ausejo. El diccionario de la Biblia. Barcelona : Herder, 1975. p.463 citado por : TAMAYO ACOSTA, Juan José.
La Escatología Cristiana. Navarra : Verbo Divino, 1993. p.69.
28[28]
HAGG-VON., Op cit., p.463.
29[29]
VON RAD. Vol. II., Op cit., p. 420.
30[30]
Comentario Bíblico Beacon. Los profetas menores. Tomo V. Casa Nazarena de Publicaciones. Missouri. p 445.
1.2.2. t[E: Con respecto a este vocablo, Jenni 31[31]
dice que este sustantivo tiene un significado básico, el cual

se puede expresar así: momento de tiempo; "determinado" y

"de/para"; según los elementos contextuales del campo semántico. Estos componentes pueden estar

diversamente reforzados o debilitados, produciéndose así diferentes significados ocasionales.

Agrega Jenni: "Tanto el uso común de la palabra 'et como su derivado 'atta, "en este tiempo = ahora", prueban

que es un concepto temporal y sobre esto no hay discusión. Frente a la palabra castellana "tiempo", 'et tiene, en

todo caso, menos amplitud de significado, en cuanto que no indica la duración o un espacio temporal

amplio"32[32].

Entre las preposiciones unidas a t[E, la más frecuente es B. , en donde puede indicar: en/por aquel tiempo,
época, entonces, por entonces, en aquella ocasión, como en el caso de Jue. 3:29 "Y en aquel tiempo mataron de

los moabitas como diez ml Hombres...", I Re. 8:65 "Así Salomón celebró la fiesta en aquella ocasión...", Jr

3:17 ""En aquel tiempo llamarán a Jerusalén 'Trono del Señor' ...", Dn 12:1 "En aquel tiempo se levantará

Miguel, el gran príncipe que vela sobre los hijos de tu pueblo..."

Con respecto a este vocablo, es de notar que en los libros históricos o profetas anteriores, se da la idea de fecha,

especificando el tiempo en el que se realizó una actividad importante. Como en el caso de I Re. 8:65 en donde

se hace la dedicación al templo, realizándose en aquel tiempo una fiesta, dirigida por Salomón. Mientras que

en los profetas, da una connotación diferente refiriéndose específicamente al día de la ira de Yahvéh, el día del

arrepentimiento de Israel y de Judá, el tiempo del fin (ver numeral 1.2.1. )

1.2.3. rq,Bo: Este vocablo puede ser traducido de diferentes maneras : Si se refiere al comienzo del día,
puede traducirse como: Mañana, aurora, alba, albor, alborear, amanecer, amanecida, madrugada, alborada,

romper el alba, entre dos luces, temprano, como en el caso de Ex. 14:27 "sobre el mar, y al amanecer, regresó

31[31]
JENNI. Tomo II, Op cit., p. 473.
32[32]
Ibid., p. 473
el mar a su estado normal, y los egipcios al huir se encontraban con él; así derribó el Señor a los egipcios en

medio del mar.

Al tomar la mañana como mitad del día, entonces tenemos: tarde, mañana y mediodía, ejemplo de lo anterior se

encuentra en Gn. 1:5 : " Y llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas llamó noche. Y fue la tarde y la mañana un

día". También puede referirse al día siguiente, se puede observar Est. 2:14 " ella entraba por la tarde y a la

mañana siguiente volvía...".

Si se trata de mañana, se puede estar refieriendo a matutino, matinal, temprano: I Sam. 14:36 "Y dijo Saúl :

Descendamos de noche contra los filisteos, y los saquearemos hasta la mañana...".

Este vocablo es usado para designar el comienzo del día ~Ay, en correlación con br,[, que designa el

comienzo de la noche hl;yEl;; es la mañana, el amanecer. Como mitad del

día dividido por el medio día. b) El día siguiente. c) mañana; porque el día comenzaba por la tarde, rq,Bo
equivale para nosotros al día siguiente.

Con respecto a los términos ~Ay, t[E y rq,Bo, se llega a la conclusión que son usados por los LXX para

indicar el día de veinticuatro horas, fecha; describir acontecimientos importantes, tiempo en general, un período

de tiempo largo, un día específico como el día de Yahvéh. Es muy importante notar, que al igual que todos los

demás fenómenos humanos, también el día y la noche están sometidos al dominio del señor, ya que han sido

creados por él.

El vocablo rq,Bo traducido por los LXX como h`me,ra, se debe tener en cuenta, ya que la palabra h`me,ra

es muy usada en el evangelio de Juan para indicar el paso del tiempo, ya sea en días, o a una determinada hora

del día; cuyo fin va dirigido hacia un momento determinado escogido por Dios (ver 2.5).
1.3. aivw/n ( aivw/noj )

El vocablo aivw/n ( aivw/noj ) es usado por los LXX 206 veces, dentro de los vocablos hebreos empleados por

los LXX como aivw/n ( aivw/noj ) se encuentran:

1.3.1. d[;: Este sustantivo es usado en su mayoría de veces como "eternidad, siempre". Al respecto Ernst

Jenni33[33], dice que es documentado sólo en hebreo principalmente en uso adverbial, se suele poner en relación

con la preposición 'ad, "hasta", y con la raíz 'dy, "seguir, pasar delante", y se interpreta como "duración

permanente.

Continúa diciendo Ernst Jenni: "'ad de manera parecida a 'olam, a la que acompaña con frecuencia, se utiliza

solamente en conexión con preposiciones, como acusativo adverbial o como genitivo en lugar de una expresión

correspondiente. Sólo en un caso aparece el significado pretérito: Jb 20:4, minni-'ad "(no sabes) desde

siempre" (paralelo, "desde que establecía al hombre sobre la tierra)"34[34].

Fuera de este caso se expresa siempre el futuro inabarcable, concretamente con los giros siguientes: d[;-

yde[] , "por siempre" Is. 26:4, d[;-yde[] "por toda la eternidad; por siempre, para siempre. Y d[,w"

~l'[o, Ex. 15:18 "por siempre jamás". Miq. 4:5 "Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de

su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios eternamente y para siempre". Dan.

12:3 " Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la

multitud, como las estrellas a perpetua eternidad".

De acuerdo con Jenni : "La mayoría de los usos de 'ad aparecen en contextos teológicos, para los que en

general se pueden remitir al tratamiento en 'olam (ver numeral 1.3.2.). Hay que tener en cuenta especialmente

que nunca ha de suponer un concepto teológico elaborado de tiempo y eternidad, sino que sólo se afirma de

33[33]
Ibid., p. 270
34[34]
Ibid., p.270.
muchas maneras con lenguaje enfático el carácter definitivo e irrevocable de una cosa. A ello corresponde el

uso prevalente de la palabra en los Salmos, por ejemplo Ex. 15:18 "Yahvéh es Rey por siempre jamás"35[35].

1.3.2. ~l'A[: A excepción de unos pocos pasajes tardíos ~l'A[ tiene en el AT el

significado básico "el tiempo más remoto", tanto respecto al pasado como al futuro o a ambos.

De acuerdo con Ernst : "'olam puede expresar por sí sola el contenido de todo el giro adverbial "desde el/ hasta

el tiempo más remoto", es decir, adoptar el significado 'duración (ilimitada, inabarcable), eternidad', pero

únicamente en uso atributivo ('duradero', eterno")"36[36].

Ernst Jenni coincide con Schökel al decir : "Tanto si 'olam tiene significado futuro como, sobre todo, si lo

tiene pretérito, se puede probar que el "tiempo más remoto" es un concepto

relativo, según el horizonte temporal que se presupone en el contexto. Como en otros conceptos temporales

(yom, 'et), no hay que suponer una concepción del tiempo puramente abstracta, según la cual en el uso de 'olam

podrían resonar también toda una serie de connotaciones cualitativas como "durable, definitivo, inmutable"37[37].

En el caso del plural ~ymil'[o, como en el caso del Sal. 145:13 "Tu reino es reino por todos los siglos, y tu
dominio permanece por todas las generaciones", según Jenni 38[38], no se refiere a una multiplicidad numérica de

"espacios temporales", sino que, como plural emotivo-intensivo, está en la línea de formas acumulativas como

(le)'olam wa'aed, y está sometido a ellas, como ellas, a un cierto deterioro.

Así como los sinónimos d[; ( Jb. 20:4 ) y rD ( Ex. 17:16), ~l'A[ se une a la preposición ~ymi, "desde",
para designar el origen del pasado más remoto, como en el caso de I Cr 16:36 "Bendito sea Jehová Dios de

Israel, De eternidad a eternidad..." y Dn 2:20 (en arameo) "...sea bendito el nombre de Dios de siglos en

siglos...".
35[35]
Ibid., p. 272.
36[36]
Ibid., p.299.
37[37]
Ibid., p. 299.
38[38]
Ibid., p. 299.
Jenni prosigue diciendo lo siguiente :

En bastantes pasajes, min podría haber conservado el significado ablativo "a partir de, desde"; en todo caso,
'olam nunca designa una dimensión temporal antiquísima cerrada, sino, incluso en la traducción "desde el
tiempo primitivo". Sólo cuando en contextos teológicos se supone un principio de la creación o a Dios como
existiendo antes de todo principio, se puede traducir por "desde el principio originario" como en los casos de
Is. 46:9; 63:16; en los casos restantes bastan expresiones adverbiales como "de antaño" Gn 6:4; "largo tiempo"
Jr 2:20.
Cuando me'olam tiene como términos correlativos "ahora/luego, (no) ahora mismo", el significado puramente
temporal está en primer plano como en el caso de Jr 2:20; pero junto a ello, también se puede acentuar la larga
edad y, con ello, una cualidad especial de las realidades que se remontan al tiempo primitivo: Gn 6:4.
Cuando 'olam está en construcción de genitivo, el significado pretérito, "tiempo primitivo, tiempo remoto", y
adjetival, "antiquísimo, sólo se puede conocer por el contexto, y debido a ello, no siempre es posible hacerlo
con toda seguridad, fuera de los casos en que el sustantivo regente contiene ya una determinación temporal
(días, años", "generaciones"): "acuérdate de los días remotos" Amos 9:11, Mal 3:4, Esdras 4:15,19: "desde días
remotos = desde antiguo.39[39]

Si se califican con ~l'A[ personas o cosas que no contienen ya en sí mismas una determinación temporal, es

más difícil delimitar si se refiere al futuro o a toda la duración, porque algo "antiquísimo" en virtud de su

permanencia se puede considerar también como "eterno". Un ejemplo del caso anterior, se encuentra en las

expresiones "ruinas para siempre" Jr 49:13, y "pueblo remoto" Ez 26:20.

Con la preposición d[;, "hasta", ~l'A[, en analogía con sus sinónimos, se une para formar la expresión

~l'A[-d[;, "por siempre, perpetuamente, hasta la eternidad" (en negación, "nunca" I Sam 20:15), donde

eternidad no significa otra cosa que el futuro ilimitado. ~l'A[-d[; expresa casi siempre el sucesivo avance
temporal en el futuro, como manifiestan los giros aquí frecuentes, que indican una sucesión de generaciones.

Un ejemplo de esto se encuentra en Gn 3:15 "toda la tierra... te la daré a ti y a tus descendientes ~l'A[-d[;.

Sirva como ejemplo de la diferencia entre ~l'A[-d[; y ~l'A[l> I Re 2:33, donde la maldición,
definitivamente eficaz, que debe impedir la permanencia del maldito y de su descendencia, está unida a

~l'A[l> , mientras que el deseo positivo para el rey y su dinastía va unido a ~l'A[-d[;.

39[39]
Ibid., p.300-301.
~l'A[ significa también el futuro más lejano, pero no un determinado periodo temporal futuro, o simplemente

el futuro o la duración en sí misma, en cuyo caso `~l'[ol, puede significar prácticamente "de por vida" como

en el caso de Ex 21:6: "entonces será su esclavo para siempre". Las palabras d[,w" ~l'[ol., "(por/para)
siempre y eternamente", aparecen como fórmula solemne de conclusión y ratificación como en Ex 15:18 "

Jehová reinará eternamente y para siempre"; de igual forma en Miq 4:5; Dn 12:3.

Una negación puede referirse o bien directamente a ~l'[ol. ("no para siempre": Is 57:16), o también a todo el

predicado ("para siempre no, igual que, nunca") como en Jue. 2:1 " ...No invalidaré jamás mi pacto con

vosotros"; de igual forma en Jl 2:26,27 y Dn 2:44.

De acuerdo con Jenni40[40] , en frases verbales y nominales, le-'olam expresa una situación permanente

(conseguida, efectuada, inmutable) y tiene, por tanto, en buena medida, el significado de la durabilidad,

definitividad, inmutabilidad por ejemplo, Gn 3:22: "para que no viva eternamente"; Ex 32:13: "la poseerán para

siempre".

Según Jenni: "Cuando se habla de "precepto", "obligación", se suele añadir, sobre todo en la fuente sacerdotal,

el predicado 'olam. Junto a ello, las situaciones de salvación y de calamidad se describen como 'perpetuas'" 41[41],

por ejemplo Is 61:7; 'bondad eterna'; Sal 145:13. Continúa diciendo Jenni : "La profecía escrita más antigua

utiliza 'olam muy poco (Os 2:21) y en todo caso no lo hace en sentido técnico escatológico-profético"42[42].

Aunque este término se usa de una forma sencilla para indicar un significado fundamental de tiempo muy

remoto, tanto referido al pasado como al futuro, sin embargo, a partir de los libros de Jeremías y Ezequiel se

abre camino a un nuevo uso de 'olam para expresar la definitiva actuación escatológica de Dios, ante todo en la

dimensión del juicio ( Jr 20:11, 'vergüenza perpetua' ; Jr 49:13. Ez 26:21). A partir de allí, se hace más

40[40]
Ibid., p. 304.
41[41]
Ibid., p. 306.
42[42]
Ibid., p. 310.
interesante este vocablo, debido a la connotación que adquieren estos pasajes en el evangelio de Juan con

respecto al juicio del Señor (Jn 5:22,24).

1.3.3. ~d,Q,: Este vocablo adquiere el significado de, "tiempo anterior, remoto", con significado temporal,

puede tener como ~l'A[, una resonancia que acerca más o menos a la esfera divina de las realidades así

cualificadas. Según Deut. 33:27, el mismo Dios es un remoto Dios eterno: ~d,q, yhel{a/ . También aquí

como en ~l'A[, la distancia temporal respecto al presente es relativa; puede tratarse de una antigüedad como
por ejemplo: Sal. 55:19 "Dios oirá y les responderá, el, que reina desde la antigüedad, porque no hay cambio

en ellos ni temen a Dios; Sal. 74:12 "Con todo, Dios es mi rey desde la antigüedad, el que hace obras de

salvación en medio de la tierra.

Con respecto a ~d,Q,, Jenni dice lo siguiente : " En todas las ramas lingüísticas semíticas existe la raíz

~dq, con frecuencia en diversas categorías gramaticales (sustantivo, 'parte interior'; adjetivo, 'anterior',

preposición, 'ante'; verbo, 'avanzar, anticiparse, etc'), en sentido espacial y temporal. En el AT hebreo el verbo

está documentado sólo en piel (' ir al encuentro, oponerse ' o similares, con el significado 'anticiparse,

adelantarse' y 'ser el primero en hacer', quizá por influjo arameo; y en hifil 'acercar' "43[43].

Es los pasajes citados anteriormente, el tiempo remoto, la eternidad, está referida única y exclusivamente a

Dios, no a las personas, lo cual deja ver claro lo que Juan dice en su evangelio con respecto a Jesucristo, quien

era desde el principio y en él estaba la vida. (ver 2.5.).

1.3.4. !Arx]a: Is 48:12 " óyeme, Jacob, Israel a quien llamé: Yo soy, Yo soy el primero y

también Soy el último.

43[43]
Ibid., p. 738.
En este pasaje, Yahvéh invita a reconocer su sabiduría soberana en la utilización de un instrumento pagano para

liberarlos. Como creador eterno, Dios es el Señor de la historia humana, el cual no tiene ni principio ni fin, es

decir, no está ligado al concepto del tiempo, aunque sí interviene en él.

1.3.5. xc;n<: Este vocablo, puede expresar en el tiempo: duración, perennidad, perpetuidad. Muy

frecuentemente se usa en sentido positivo para/por siempre como en el caso de II Sam 2:26 y en Is 25:8; pero

también se usa en sentido negativo como en el caso de Is 13:20 "Nunca más será poblada ni habitada de

generación en generación...".

Sal. 49:19 " irá a reunirse con la generación de sus padres, quienes nunca verán la luz".

Los términos d[;, ~l'A[, ~d,Q,, !Arx]a, xc;n< son utilizados por los LXX para indicar eternidad y
tiempo remoto. Dándole sentido a algún suceso en función de su creador, el cual es eterno. En el AT significa

que Dios siempre existió (Gn 21:23) y existirá (Dt 5:23), en contraste cono el hombre mortal. Para el tiempo de

Isaías (40:28) esto llegó a significar que Dios es eterno, "el primero y el último" cuyo ser es "desde la eternidad

y hasta la eternidad" (Sal. 90:2). En el evangelio de Juan esta eternidad se hace presente en la tierra en la

persona de Jesucristo, para que todo aquel que en él crea, no se pierda mas tenga vida eterna. (ver numeral

2.5.).

1.4. cro,noj

Con respecto al vocablo cro,noj no es muy común en los LXX. Se usa principalmente para la palabra "día"

cuando ésta denota un período de tiempo. Por ejemplo: el "tiempo" del reino de un gobernante, el tiempo de

una "vida", la "edad" de alguien. Otro uso es para "demora" en Daniel 2:16, El significado en Job 14:13 es un

"tiempo fijo". Los LXX también lo usan para la numeración del reinado en Daniel 5:26.

Dentro de las palabras hebreas traducidas por los LXX como cro,noj se encuentran las siguientes:
1.4.1. !m'z>: Este vocablo viene de la raíz !mz la cual en el AT frecuentemente significa un punto
específico en el tiempo. En el caso de Ecl. 3:1 se usa para introducir la idea de que "para cada cosa hay un

tiempo señalado". Este versículo precede la sección comprendida por 3:2-8, la cual nombra diversas

actividades que atañen al ser humano desde el nacimiento hasta la muerte y afirman que cada cosa tiene su

tiempo. Según Van Gemeren 44[44], hay un sentido leve de predestinación, es decir, que el tiempo para sucesos

seguros ha sido determinado por Dios y por lo tanto está más allá del control humano.

Este vocablo también significa un conjunto de duración, o longitud de tiempo, en Dn 2:16. En este versículo

Daniel le pide al rey que le dé !m'z> (tiempo - cro,noj) para declarar la interpretación al rey. De igual

forma ocurre en Dn. 7:12 en donde a las bestias les fue concedida una prolongación de la vida por un tiempo

determinado.

Este vocablo se usa para determinar el tiempo cronológico, el tiempo que las personas pueden medir. Pero

también indica que para todo hay un tiempo, un período determinado y una hora (un acontecimiento

predeterminado) para lo que tiene lugar bajo el sol. Los sucesos aparentemente fortuitos forman todos ellos

parte de un inmenso plan. En el evangelio de Juan , se puede observar como este cro,noj hace parte del tiempo

medible por las personas, pero que a su vez es un tiempo propicio para un plan salvífico. (ver numerales 2.2. Y

3.1.1.).

1.4.2. ~Ay: Este vocablo ya ha sido tratado en el numeral 1.2.1. traducido como h`me,ra. No obstante,

aunque en menor cantidad de veces se usa como cro,noj para indicar:

a. La época en la que vivió una persona, sirviendo ésta como referente: Ejemplo

de esto se encuentra en Gn. 26:1,15 "...además del hambre anterior que había ocurrido en los días de

Abraham..." en donde se observa que se menciona a Abraham para hacer alusión a un momento histórico

específico.

44[44]
VAN GEMEREN. Vol. 1.,op cit., p. 1115.
b. El tiempo de vida de una persona contado a través de sus días: Esto se hace relativo, debido a que no

todas las personas viven la misma cantidad de días, sin embargo para esa persona específica se refiere en todo

momento hasta que muera. En Deut. 12:19 y

en 22:29 se observa respectivamente esto: "Cuídate de no desamparar al Levita mientras vivas" "... y ella será

su mujer porque la ha violado; no podrá despedirla en todos sus días"

c. En todo tiempo: Jos. 4:24 " ... a fin de que temáis al Señor vuestro Dios en

todos los días."

d. Tiempo futuro incierto especificado por un acontecimiento histórico: Jer.

38:28 " ...hasta el día en que Jerusalén fue tomada."

1.5. w[ra

De acuerdo con Kittel : "En la LXX se encuentran los sentidos habituales de 'tiempo fijo', 'tiempo', 'tiempo

acostumbrado', 'tiempo designado', 'breve lapso de tiempo'. El sentido de 'ahora' aparece sólo en obras que no

tienen un original hebreo. A veces se da la idea de inminencia ( cf. pro wras, 'prematuramente', 'o kata thn

wran tauthn, 'ahora')"45[45].

Aunque los LXX traducen varias palabras como w[ra las más significativas son:

1.5.1. d[]Am: Esta palabra, adquiere diferentes significados como: encuentro, cita,

entrevista; reunión, asamblea; acuerdo, convenio; fecha, plazo; punto, sazón, estación, ocasión; fiesta,

festividad, solemnidad. De las cuales se tendrá en cuenta "fecha", debido a que es la pertinente para este

estudio.

45[45]
KITTEL, Gerhard y FRIEDRICH, Gerhard. Compendio del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento. Trad. Carlos Alonso
Vargas. Grand Rapids : Libros Desafío, 2002. p. 1341.
Como fecha puede indicar: "tiempo, plazo, día señalado según Nm. 9:2s "Los hijos de Israel celebrarán la

pascua a su tiempo", Dn. 8:19 "y dijo: he aquí te voy a dar a conocer lo que sucederá al final de la ira, porque

se refiere al futuro tiempo señalado del fin." Dn. 11:35 "...porque aún está por venir el tiempo señalado."

1.5.2. t[e: Este vocablo ya ha sido tratado en el numeral 1.2.2. donde es traducido como h`me,ra, sin

embargo es bastante común encontrarlo en los LXX bajo la traducción de w[ra.

t[e aparece en Jue. 11:26 : "Cuando Israel ha estado habitando por trescientos años a Hesbón y sus aldeas, y

todas las ciudades que están en el territorio de Arnón, ¿por qué no las habéis recobrado en ese tiempo? Para

Jenni t[e46[46], no significa los "300 años", añadidos por el glosador, de ocupación israelita de la región junto al

Arnón, sino el "entonces" del tiempo de Balac en contraste con la situación presente.

Entre las preposiciones unidas a t[e la más frecuente es B.. Solamente la expresión ayhih; t[eB' , "en
aquel tiempo", como en el caso de Sof 3:20, referida la mayoría de las veces a un momento del pasado y muy

pocas veces al futuro (la mayoría de las veces con imperfecto como en Miq 3:4, Jr 50:4, 20, Jl 4:1).

El momento de la acción se indica también con l. , con el singular de t[e : Dt 32:35 "en el tiempo en que
vacile tu pie".

Otras preposiciones unidas a t[e son: d[; , "hasta" como en el caso de Eze 4:11, Miq 5:2, Neh 6:1; me ,
"desde" como en 1 Cro 9:25.

Jenni dice lo siguiente : " 'et funciona como parte independiente de la frase, por una parte, en afirmaciones que

valoran cualitativamente un momento (Am 5:13; Miq 2:3); por otra en diversas afirmaciones sobre la existencia

de un determinado momento"47[47].

46[46]
JENNI. Tomo II., Op cit., p.474.
47[47]
ibid., p. 476.
Prosigue diciendo Jenni : "Si se quiere clasificar los textos en singular teniendo en cuenta la indicación del

contenido de tiempo, resultan dos grupos principales: uno contiene las referencias a un momento (pasado,

presente o futuro) ya mencionado o que se supone conocido y suele utilizar preposiciones y el artículo ( 92

veces; fuera de estos casos, el artículo aparece sólo 3 veces con ba'et como sujeto: Ez 7:12), el otro incluye los

textos que precisan concretamente el contenido y no lleva artículo." 48[48] La característica de la referencia al

contenido puede atenuarse cuando t[e ya está precisado por un concepto temporal y también puede estar

acentuada, sobre todo cuando t[e expresa el momento característico, adecuado, justo para alguien/algo como

en el caso de la tercera persona del singular: Sal 1:3 " que da su fruto a su tiempo", Jr 5:24 "...que da lluvia

temprana y tardía en su tiempo..."

Jenni49[49], señala que el plural aparece sólo en textos tardíos. La mayoría de los pasajes se entienden

simplemente a partir del significado singular 'et. Hay un plural numérico, 'momentos', 'en determinadas' épocas

(Esd. 10:14; Neh 13:31, 'para la ofrenda de la leña en determinadas épocas').

Continúa diciendo Jenni : "Es frecuente , que los momentos concretos indeterminados constituyan una suma de

'ittim, que, como el plural yamim "días", indican prácticamente un "espacio de tiempo"; así ocurre en Ez

12:27, "(predice) sobre tiempos lejanos" y en la expresión "en aquellos tiempos" Dn 11:14; 2 Cr 15:5"50[50].

t[e se utiliza con frecuencia poco antes del exilio y durante él para indicar un momento específico de la futura

actuación de Dios. El giro adverbial que introduce una sección ayhih; t[eB' , " en aquel tiempo" , se
emplea en amenazas Jr 4:11 y en promesas Is 18:7; Jr 3:17; unido a "en aquellos días". Jeremías caracteriza el

juicio como el tiempo de pedir cuentas Jr 10:15.

1.6. Kairo,j

48[48]
Ibid., p. 478.
49[49]
Ibid., p. 481.
50[50]
Ibid., p. 481.
De acuerdo con Kittel51[51], este vocablo es usado principalmente como equivalente del hebreo t[e y

d[eAm, significa primeramente 'punto decisivo en el tiempo', pero con más énfasis en la designación divina

que en la exigencia ética. La referencia, entonces, es al tiempo de Dios.

También es muy común un sentido puramente temporal, por ejemplo punto del tiempo en Gn 17:21,23, o

extensión de tiempo (cf Ez 12:27). Es así como hallamos un uso para los festivales, o para tiempos biológicos o

meteorológicos regulares. También se pueden indicar etapas de la vida. En general, sin embargo, este uso más

común es de menos interés teológico.

Dentro de las palabras usadas en hebreo, para significar kairo,j, se tienen:

1.6.1. d[eAm: Este vocablo es traducido como: Encuentro, cita, reunión, asamblea,

acuerdo, convenio, fecha, plazo, punto, sazón, estación, ocasión, fiesta, festividad, solemnidad. De todos estos

significados el que guarda relación al tema en estudio es el término "fecha": Gn 17:21 " Pero mi pacto lo

estableceré con Isaac, el cual Sara te dará por este tiempo el año que viene." Nm. 9:3 " en el día catorce de este

mes, al atardecer, la celebraréis a su tiempo señalado; la celebraréis conforme a todos sus estatutos..." Sal.

75:2 "Cuando yo escoja el tiempo oportuno, seré yo quien juzgará con equidad." Sal. 102:13 " ... pues ha

llegado la hora." Aunque la visión tardará aun por un tiempo, más se apresurará hacia el fin..." Dn. 11:14 "

En aquellos tiempos, muchos se levantarán contra el rey del sur..."

En estos versículos, este término es empleado para indicar un tiempo oportuno para realizar una actividad

especial, específicamente un hecho realizado por Yahvéh, según el tiempo que él señale, será un tiempo en el

que Yahvéh decide actuar. De igual forma esto se puede observar en el NT, específicamente en el evangelio de

Juan, cuando Jesús dice que aún no es el momento oportuno (Jn 7:6s).(ver numerales 2.3. y 3.1.2.).

51[51]
KITTEL, Gerhard y FREDERICH, Gerhard. Compendio del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento. Trad. Carlos
Alonso Vargas. Grand Rapids : Libros Desafío, 2002. p.384.
1.6.2. t[e: Este vocablo ya ha sido tratado en los numerales 1.2.2. y 1.5.2. Sin

embargo, es bueno mencionar algunos de los versículos en los cuales aparece la palabra observando así el uso

que se le da a ésta. La referencia es al tiempo de Dios:

a. Dios cuida de su creación a su tiempo : Lev. 26:4 " Yo os daré lluvias en su tiempo..." Jb. 38:32 "

¿Haces aparecer una constelación a su tiempo, y conduce la osa con sus hijos?" en este versículo Dios le

cuestiona a Job que él no es quien decide cuándo han de suceder las cosas, sino que es Dios mismo quien lo

decide. Ecl. 3:1 " Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo." Jer. 5:24

" Y no dicen en su corazón : Temamos ahora al Señor nuestro Dios, que da la lluvia a su tiempo...".

b. Dios da Salvación en el tiempo de angustia : Sal. 37:39 "Más la salvación de los justos viene del Señor;

Él es su fortaleza en el tiempo de la angustia. Sal. 102:13 " Tú te levantarás y tendrás compasión de Sión,

porque es tiempo de apiadarse de ella, pues ha llegado la hora."

c. Dios fija el tiempo de la muerte : Ecl. 7:17 " No hagas mucho mal, ni seas insensato; ¿por qué habrás de

morir antes de tu tiempo?"

d. Dios hace llegar el tiempo final o de Juicio : Miq. 3:4 " Entonces clamarán al Señor, pero El no les

responderá; sino que esconderá de ellos su rostro en aquel tiempo, porque han hecho malas obras." Jer 51:6 "

Huid de en medio de Babilonia y salve cada uno su vida. No perezcais por su culpa, pues este es el tiempo de

la venganza del Señor; El dará su pago." Ez. 7:7 " Te ha llegado tu turno, oh habitante de la tierra. Ha llegado

el tiempo, se acerca el día; pánico y no júbilo en los montes."

Se puede concluir que el concepto del tiempo en el Antiguo Testamento no está abarcado por una sola palabra,

sino por muchas, debido a su complejidad. Todas ellas en conjunto muestran el concepto de temporalidad de

diversas maneras. Es así como e;scatoj (en griego) y sus correspondientes palabras en hebreo, dan la idea de

sucesión temporal, con el fin de mostrar lo que sucederá en un intervalo de tiempo entre un suceso presente y

otro futuro, del cual se puede o no saber su momento exacto.


De igual forma h`me,ra da la idea de día, fecha, determinado tiempo, sin embargo, es importante notar cómo a

partir de los profetas se abre camino a un nuevo uso de día para expresar la definitiva actuación escatológica de

Yahvéh. Aivw/n nota un tiempo remoto, eternidad, la cual está exclusivamente referido a Yahvéh, no a las

personas en sí, lo cual deja ver que sólo hay eternidad en él, Siendo Dios el Señor de la historia humana, el cual

no tiene principio ni fin, es decir, no está ligado al tiempo, aunque sí interviene en él.

Cro,noj, aunque muestra un tiempo cronológico, el tiempo que las personas pueden medir, no obstante, aunque

es un tiempo medido por el hombre, todos estos sucesos son permitidos por el Dios creador, el Señor de la

historia, por tal razón cabe muy bien el concepto de kairo,j, empleado para indicar un tiempo oportuno para

realizar una actividad especial, específicamente un hecho realizado por Yahvéh, es un tiempo en el que Yahvéh

decide actuar.

La idea de tiempo entonces, en el AT no se puede separar de Yahvéh su creador, quien permite tanto el día

como la noche, las estaciones, los años, los siglos, el transcurrir de cada uno de ellos, pero que a su vez van

encaminados hacia un propósito dirigido por él y para él.


2. CONCEPTO DEL TIEMPO EN EL EVANGELIO DE JUAN

De la lectura del evangelio de Juan surgen algunos interrogantes en cuanto a la forma como debe interpretarse

el término tiempo (y sus equivalentes) y es por esta razón que se hace difícil entender las palabras de Jesús

referentes al tema. Recordando las expresiones temporales analizadas en el primer capítulo, se tratará cada una

de ellas en el evangelio de Juan, teniendo en cuenta el pasaje en su contexto con el fin de observar su

significado en dicho evangelio.

Debido a que las palabras cro,noj,, kairo,j, y e;scatoj son de mucha importancia para el presente trabajo, se

desarrollará de forma más amplia en el capítulo III del presente trabajo el contenido conceptual de estos

vocablos en el evangelio de Juan.

2.1. w[ra

En el Nuevo Testamento w[ra se usa 93 veces, de las cuales 26 las encontramos en el evangelio de Juan. Este

sustantivo, de acuerdo con Lother Coenen: "designaba originariamente el paso o curso y por ello llegó a

significar el tiempo que transcurre regularmente y de ahí un determinado período natural de tiempo, el
momento oportuno para algo (kairós) o bien una determinada unidad de tiempo, la hora"52[52]. Sin embargo,

w[ra puede significar también año, día, instante, o bien una estación del año; además, tratándose de hombres,

puede referirse a una edad de la vida.

En unión con números ordinales w[ra sirve para fijar cronológicamente cualquier suceso en el transcurso del

día como en el caso de Jn 1:39 "Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él

aquel día, porque era como la hora décima".

Con respecto a "la hora décima", Raymond anota lo siguiente:

Literalmente la "hora décima" eran las cuatro de la tarde, pues Juan cuenta seguramente las horas del día a
partir de las seis de la mañana. N. Walker, The Reckoning of Hours in the Fourth Gospel: Nov T 4 (1960) 69-
73, ha vuelto a proponer la sugerencia de Belser y Westcott en el sentido de que, a diferencia de los sinópticos,
Juan cuenta las horas a partir de la media noche, como era costumbre de los sacerdotes romanos, egipcios, etc.
Afirma que las diez de la mañana tendría más sentido en el presente contexto. Sin embargo, está claro que en el
relato joánico de la muerte de Jesús, el día siguiente, el de la Pascua, se empieza a contar a partir de la tarde de
la víspera no a media noche; este detalle está a favor de que las horas de la noche se contaban a partir de las seis
de la tarde y las del día a partir de las seis de la mañana 53[53].

Parece que en algunas ocasiones poseen una importancia especial las anotaciones joánicas sobre el tiempo, y

por tal razón se sugiere que aquel día era un viernes, víspera de sábado. Por consiguiente, los discípulos habrían

permanecido con Jesús desde las cuatro de la tarde del viernes hasta la tarde del sábado, en que se daba por

finalizado este día, ya que no podían recorrer una distancia notable, una vez que el sábado había comenzado

con el atardecer del viernes.

Otro versículo donde se puede observar cronológicamente un suceso se encuentra en Jn 4:6 "Y estaba allí el

pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta." De

acuerdo con "la hora sexta", Raymond agrega:

mediodía. Literalmente, "la hora sexta". No parece muy normal la hora del día que ha elegido la mujer
para ir a buscar agua, pues esta tarea solía realizarse de mañana o al atardecer. No parece muy verosímil la
sugerencia de que esta escena se pone deliberadamente en relación con la crucifixión, que también tiene
lugar a mediodía (19:14) y en que Jesús también dijo que tenía sed (19:28). Sin embargo, en el Dies Irae, el
gran himno medieval, parece que se establece esta misma conexión: "Quarens me sedisti lassus; redimisti
crucen passus." La idea de que las horas han de contarse a partir de la media noche en vez de las seis de la
mañana cambiaría por completo el sentido de la notación temporal de este versículo, que se referiría a las
seis de la mañana. Esto iría bien con la escena del pozo, pero no con el sentido de la "hora sexta" de Jn
19:14 "Era la preparación de la pascua, y como la hora sexta. Entonces dijo a los judíos: ¡He aquí vuestro

52[52]
COENEN, Lothar. Diccionario Teológico del Nuevo Testamento Vol. IV. Salamanca : Sígueme, 1984. p.276.
53[53]
BROWN, Raymond E. El Evangelio según San Juan I-XII. Madrid : Cristiandad, 1999. p. 288.
Rey!" Donde difícilmente sería llevado Jesús ante Pilato al romper el día (cerca de las seis de la mañana; v.
18:28) para ser sometido a un juicio en el que se incluirían la flagelación y los escarnios, y recibir su
sentencia a las seis de la mañana54[54].

Esto vale especialmente para momentos determinados dentro de la historia de la pasión de Jesús. Al igual que

otros términos temporales como año, mes y día, w[ra también significa una duración limitada de tiempo, en

este caso una hora que puede medirse: "Respondió Jesús ¿no hay doce horas de luz? El que anda de día, no

tropieza, porque ve la luz de este mundo " (Jn 11:9).

En general una hora es tenida por algo relativamente breve. Esto queda también de manifiesto en pasajes donde

evidentemente no se ha pensado sólo en un espacio temporal de 60 minutos como en el caso de Jn 5:35 "El era

antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo (w[ran) en su luz.

De acuerdo con el evangelio de Juan, w[ra recibe su significado de acuerdo al acontecimiento que "ha tenido,

tiene o tendrá lugar" en una hora determinada. Y es por esa razón que Raymond 55[55] dice que para los autores

neotestamentarios no es, en absoluto, irrelevante el momento en que ha ocurrido algo, pero para ellos es más

importante aquello que da la calidad esencial a esta determinada unidad de tiempo.

Lo anterior se puede observar en el ámbito humano. Por ejemplo: en la vida de la mujer la w[ra en que tiene

un hijo recibe su valor propio por el paso rápido de dolor a la alegría: "La mujer cuando da a luz, tiene dolor,

porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo

de que haya nacido un hombre en el mundo" (Jn. 16:21). Con respecto a "su hora", Raymond dice lo siguiente:

Su hora. El códice de Beza, P66, VL y VS dicen "día", pero nosotros seguimos aquí a la mayor parte de los
testigos textuales. Hay buenos argumentos por ambas partes para explicar los motivos que pudieran haber
inducido a los copistas a cambiar una palabra por otra. Puede argumentarse que se insertó "hora" por ir más
de acuerdo con la teología joánica, en que la pasión y la resurrección constituyen "la hora" de Jesús; nótese
también el empleo de "hora" en los vv. 25 y 32. Pero también pudo insertarse "día" para establecer una
referencia al "día del Señor" con sus tribulaciones y dolores; nótese el uso de "día" en los vv. 23 y 26 56[56].

El evangelio de Juan se refiere repetidamente a periodos concretos de tiempo, durante los cuales en Jesús o bien

por su medio acontecen cosas que revelan su autoridad y su dignidad incomparables. Este es el caso por

54[54]
Ibid., p. 411.
55[55]
Ibid., p. 411.
56[56]
BROWN, Raymond E. El Evangelio según San Juan XIII-XXI. Madrid : Cristiandad, 2000. p.1073.
ejemplo de la w[ra en que Jesús sana al hijo de un noble (ayer a la hora séptima (a la una de la tarde) Jn

4:52,53).

Juan en su evangelio subraya repetidas veces que estos signos milagrosos no han de servir a una

autoglorificación de Jesús, sino que remiten a Dios Padre. Pero para que la gloria de Dios pueda brillar, debe

esperarse la hora propicia, el kairo,j. Esto resulta válido, no sólo para las obras milagrosas de Jesús (Jn 2:4),

sino también para sus sufrimientos (Jn 7:30, 8:20, 13:1).

Analizando el evangelio de Juan es digna de atención especial de la connotación que se da a "la hora" en el

mismo. En los restantes evangelios, w[ra se refiere casi siempre a la hora del día, pero Juan usa

frecuentemente esta palabra para designar una etapa especial y significativa de la vida de Jesús.

Para determinar el contenido de "la hora", se analizará primeramente por separado los pasajes en que se dice

que aún no ha llegado o que va a llegar y en segundo lugar los que dicen que ya ha llegado.

2.1.1. No ha llegado la Hora: Para el análisis de esta oración, se tomarán las siguientes citas:

 Jn 2:4 " Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo mujer? Aún no ha venido mi hora."

El hecho narrado en este versículo tiene lugar en Caná de Galilea, en donde Jesús es invitado con sus discípulos

(2:2). Sin embargo, Juan destaca la presencia de la madre de Jesús en las bodas (2:1,3). No se sabe si Jesús

dispuso el viaje de modo que pudiera estar en las bodas o si fue invitado con sus discípulos después de llegar a

Galilea. Si lo ocurrido fue lo último, resulta fácil de explicarse que faltara vino. Puede que otros huéspedes

inesperados hayan llegado también (v. 2).

María le trajo a Jesús la noticia de que se había agotado el vino. En su respuesta, dijo: ¿Qué tienes conmigo,

mujer? Según León-Dufour,57[57] tal vez María esperaba que Jesús aprovechara la oportunidad para atraerse la

57[57]
LEON-DUFOUR, Xavier. Lectura del Evangelio de Juan Vol. I. Salamanca : Sígueme, 1193. p.181.
atención en forma que promoviera su programa mesiánico. Pero su hora no había llegado todavía. Referencias

posteriores señalan la cruz como el punto preciso de su hora (Jn. 7:30, 8:20, 12:23, 13:1, 17:1).

Continúa Dufour diciendo : "Jesús quería que su madre comprendiera que la antigua relación entre ambos (Lc.

2:51) había terminado. Ella no debía interponerse en su misión. Prudentemente, María se abstuvo de discutir el

punto. Si no podía darle órdenes, podía en cambio indicar a los sirvientes que obedecieran las órdenes de él.

Mostró así su confianza en él"58[58]

Teniendo en cuenta la parte en este texto que nos interesa con respecto al tiempo se analizará la frase Todavía

no ha llegado mi hora. ou;pw h[kei h` w[ra mou (Todavía no llega la hora mía) en donde:

ou;pw : adverbio (todavía no, aún no) Con respecto a este adverbio, Raymond dice lo siguiente:

La antigua traducción de esta frase como una interrogación afirmativa ("¿Acaso no ha llegado mi hora?"),
apoyada por Gregorio de Nisa y Teodoro de Mopsuestia, ha sido sacada de nuevo a recluir por Boismard, Du
Bapteme, 156ss, y Michel, art. Cit. Se trata , en efecto, de una construcción griega posible, cuando la frase
empieza con la palabra oupo, por ejemplo, Mc 8:17. Sin embargo el término oupo aparece doce veces en
Juan, y en todos los demás casos tiene sentido negativo. La comparación con la construcción, muy parecida,
de 7:30 y 8:20 sólo serviría para convencernos de que la frase tiene aquí sentido negativo, en consonancia con
la negación implícita en "¿Quién te mete a ti en esto? 59[59].

w[ra : Sustantivo nominativo femenino singular común: La interpretación de "hora" en este versículo puede

tomarse como referida al momento de comenzar el ministerio de Jesús o al de su glorificación inicial en virtud

de su primer milagro resulta comprensible a la vista del contexto. Pero se opone a ello todo el uso joánico del

término, así como la reiteración del mismo en 7:6,8,30; 8:20, en que se afirma que aún no ha llegado la w[ra de

Jesús. Ha de rechazarse sobre todo la sugerencia de que Jesús adelantó la hora de hacer milagros, a petición de

María, ya que, en el pensamiento joánico, la w[ra no depende de la voluntad de Jesús, sino de la decisión del

Padre (12:27; también Mc 14:35).

58[58]
Ibid., p. 181.
59[59]
BROWN I-XII., Op cit., p. 320.
Mou : (mía) Pronombre personal, genitivo singular. Con respecto a este pronombre, se puede analizar lo

siguiente: "hora" se usa con artículo determinado o con un adjetivo posesivo ("la hora", "mi hora", "su (de

Jesús) hora") y en aquellos otros en que "hora" va sin artículo ("una hora").

En los primeros casos se hace una referencia clara a un momento determinado de la hora de Jesús, cuya mejor

definición tenemos en 13:1: la hora de su retorno al Padre. Este retorno se realiza en la pasión, muerte y

resurrección, y abarca desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Pascua. En 7:30 y 8:20 se advierte

que esta hora comprenderá también la prisión y la muerte de Jesús. La primera vez que dice Jesús que ha

llegado la hora (12:23) es después de su entrada triunfal en Jerusalén. Para entonces ya ha decidido el Sanedrín

darle muerte, ha sido ungido para la muerte y la venida de unos gentiles es la señal de que los planes salvíficos

de Dios están a punto de cumplirse. Como la salvación no podrá ser efectiva sino mediante su muerte y

resurrección, Jesús conoce entonces con toda seguridad que la hora ya ha sonado.

En 12:23 y 17:1 vemos también que la hora incluye la resurrección y la ascensión al Padre; la hora, por tanto

tiene como fin la glorificación.

 Jn 4:21 "Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis

al Padre."

Este versículo está dentro del texto del encuentro que tuvo Jesús con la mujer samaritana (Jn 4: 1-42) la cual lo

ha reconocido como profeta (v. 19), Jesús le responde diciéndole "Créeme" (con dativo, el verbo pisteu,w

puede tener el sentido débil de "tener confianza, fiarse de una persona", como en Jn 2:24; 4:50; 9:18.), que

equivale sin duda al doble amén - en 5:25 - que procede a otro anuncio sobre "la hora que viene". La revelación

concierne aquí a la adoración del Padre en espíritu y en verdad. Los vv. 21-24 comprenden cuatro frases. Dos

de ellas comienzan de forma paralela: "llega la hora" (21b) y "¡sí! Llega la hora y es ahora" (23a); el contenido

del anuncio se expresa en futuro: "adoraréis..." y "adorarán". La primera elimina toda indicación de lugar

("ni..., ni...": 21c), la segunda dice cuál es el nuevo modo de la adoración (23b). Cada una de estas dos frases

va seguida de una afirmación explicativa en presente (22c y 24).


Con Jesús dice que llega la hora, el verbo en presente e;rcetai equivale a un futuro próximo. En 4:23 este

anuncio se precisará mediante "y es ahora"). Según Harrison: "En este punto Jesús está en línea recta con la

tradición profética, que anunciaba que en la llegada del Mesías el conocimiento del Señor llenará la tierra,

como las aguas cubren el mar (Is 11:9)."60[60]

o[ti e;rcetai w[ra o[te ou;te evn tw/| o;rei tou,tw| ou;te evn ~Ierosolu,moij proskunh,sete tw/| patri,Å que

viene una hora cuando ni en el monte éste ni en Jerusalén adoraréis al Padre.

La hora. En los manuscritos más antiguos w[ra va sin artículo. En este caso, o cuando no va acompañado de

un posesivo, w[ra en Juan no se refiere necesariamente a la w[ra de la glorificación. Aquí, sin embargo,

podría tener este significado. Con respecto a esto Brown dice lo siguiente:

Teniendo en cuenta los pasajes que hablan de "una hora", podemos preguntarnos si guardan alguna relación
con "la hora" de Jesús. Parece que estos pasajes aplican las consecuencias de la hora de Jesús a los que creen
en él. Por ejemplo, hay cuatro pasajes en que se dice: "Llega una hora." En 4:21, esta hora que va a llegar
supondría un cambio en la manera de dar culto a Dios, en que tanto Jerusalén como el Garizín perderán toda
su importancia; en 5:28,29 se dice que traerá consigo la resurrección de los cuerpos; en 16:2 marcará una
época de persecución; en 16:25 traerá consigo un conocimiento claro de lo que significan las palabras de
Jesús (¿por la acción del paráclito?). Evidentemente, estas referencias a la hora que ha de llegar nos remiten
al periodo que sigue a la resurrección de Jesús, cuando la fe en él ya se haya difundido. Los efectos que se
producirán en esa hora que ha de venir no tienen todos la misma inmediatez; ello significa que ninguna de las
sentencias de Jesús acerca de los acontecimientos futuros se sitúa en una perspectiva cronológica clara.
El tercer pasaje, corresponde a unas palabras anunciadas durante la última Cena, en 16:32, referidas a la
dispersión de los apóstoles, seguramente con motivo de la muerte de Jesús. Pero aquella cena formaba ya
parte de la hora, y por ello puede decir Juan: "Una hora... ya ha llegado." Sin embargo, como el efecto
concreto de la dispersión tendrá lugar después de la cena, en un momento posterior de "la hora", Juan puede
decir con toda propiedad que se acerca la hora. 61[61]

Jn 4:23 dice: "Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y

en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren". Analizando la parte a del versículo

se tiene.

Mas la hora viene y ahora es: Si se comparan estas palabras con el v. 21, se halla en Juan la misma tensión

escatológica que se advierte en las referencias de los sinópticos al reino, que se sitúa en el futuro, pero que ya

está próximo. La idea parece ser que ya está presente aquél que, llegada la w[ra de la glorificación, hará

posible adorar en Espíritu, porque va a otorgar el don del Espíritu.


60[60]
HARRISON, Everett F. Comentario Bíblco Moody. Grand Rapids : Portavoz, 1999. p.151.
61[61]
BROWN XIII-XXI., Op Cit., p. 1633.
En 4:23, esta hora futura, pero ya presente, es la de dar culto al Padre en espíritu y verdad; en 5:25 implica el

don de la vida eterna a los espiritualmente muertos. Aunque el don del Espíritu, y por consiguiente el don de la

vida, no será efectivo hasta después de la resurrección (7:39; 20:22), en la acción de Jesús a lo largo de su

ministerio ofrecía ya a cuantos creían en él una anticipación de estos dones celestes. Como dice Hovey :

"Después

de todo, la acción del Jesús resucitado venía a continuar todo lo que ya se había iniciado durante su ministerio,

y por ello durante el ministerio puede decirse que los efectos de la hora van a llegar, pero que ya están

aquí."62[62]

Jn 5:25 "De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de

Dios; y los que la oyeren vivirán". La hora viene y ahora es (cf. 4:23).

Jn 5:28 "No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su

voz;

Jn 16:2 "Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que

rinde servicio a Dios".

Hora. No es seguro que aquí y en el v.4 se tenga un juego de palabras con el simbolismo joánico de la "hora"

de Jesús, si bien Hoskyns63[63], opina que la "hora" que trajo consigo el dolor de Jesús se amplifica hasta abarcar

también los sufrimientos de los discípulos. Sin embargo, en el concepto joánico de la w[ra, el dolor y la

crucifixión se subordinan al retorno de Jesús a su Padre.

La expresión "llega la hora" traduce a la manera joánica el comienzo de los anuncios proféticos o apocalípticos:

"Llegarán días en que...". Con respecto a esto Léon-Dufour afirma: "Por tanto, se vacila en ver aquí una

trasposición a los discípulos del tema de la "hora" propia de Jesús solo, teniendo en cuenta que en el v. 4 la hora

62[62]
HOVEY, Alvah. Comentario Sobre el Evangelio de Juan. Trad. Sara A. Hale.Texas: Casa Bautista,1937,

p.156.
63[63]
HOSKYNS, Edwin. El Enigma del Nuevo Testamento. Buenos Aires : La Aurora, 1949.p.483.
que viene es la de los perseguidores."64[64] Sin embargo, Juan no deja de aludir indirectamente a la comunión de

los discípulos con Jesús, con quien los identificó el texto anterior como objeto del odio.

Jn 16:4 "Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho."

(Su) hora. Con respecto a este término, Raymond65[65] agrega que importantes manuscritos omiten el

pronombre posesivo, pero ello podría ser debido a un deseo de amoldar la expresión al "la hora". Si bien cabe

la posibilidad de entender "su" como referido a "estas cosas", lo más probable es que aluda a la hora de los

perseguidores. En Lc 22:53 dice Jesús a los sumos sacerdotes y a los que han ido a prenderle en Getsemaní:

"Ésta es vuestra hora".

Jn 16: 32 "He aquí viene la hora, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis

solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo." Con respecto a este versículo: Es frecuente que se

combine w[ra con o[te, "cuando, en que" (4:21,23; 5:25; 16:25), pero aquí y en otros tres casos (12:23; 13:1;

16:2) se construye con i[na, Zerwick66[66], niega que hina tenga matiz final, por lo que no advierte diferencia

alguna de sentido en ambas construcciones. Pero no deja de resultar tentadora la idea de que hina implique que

lo sucedido fue para que se cumpliera la profecía de Zacarías sobre la dispersión del rebaño.

2.1.2. Ha llegado la Hora:

Jn 12:23 "Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado".

Jn 12:27 "Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a

esta hora.

Jn 12: 20-36 Este pasaje del capítulo 12 no está ligado al anterior (entrada triunfal en Jerusalén: 12.12-19).

Del hecho de que los griegos están en Jerusalén y hablaban con los discípulos diciéndoles que querían ver a

Jesús (v.20-22), se puede deducir que Jesús se encuentra allí. El texto consiste esencialmente en un discurso de

Jesús (v.23-32), introducido por lo que sirve de ocasión (v. 20-22) y seguido por una exhortación a creer en la

64[64]
LEON-DUFOUR, Xavier. Lectura del Evangelio de Juan Vol. III. Salamanca : Sígueme, 1995. p.167.
65[65]
BROWN XIII-XXI. Op Cit., p. 1035.
66[66]
ZERWICK, Maximiliano. El Griego del Nuevo Testamento. Navarra : Verbo divino, 1997. p.428.
luz (v.35s). Su contenido se resume en la nota del evangelista en el v. 33: Jesús acaba de decir "de qué muerte

iba a morir".

Jesús había anunciado su muerte cercana y había señalado que el Hijo del hombre sería "elevado" (3:14; 8:28),

pero aquí declara que la hora ha llegado y que termina en la "gloria" (v.23, 28). Según Léon-Dufour : "El

cumplimiento de la hora tiene un alcance cósmico: es la victoria del Hijo sobre el príncipe de este mundo y

concierne a todos los hombres (v. 31s; cf. v. 24-26)."67[67]

En el v. 27 este discurso se convierte momentáneamente en una oración al Padre, cuya voz se hace oir (v. 28).

Se señalan dos intervenciones de la gente: la primera después del sonido de la voz del cielo; la segunda, al final

del discurso, da lugar a la invitación de Jesús a creer en él. Después de esto, el narrador dice que Jesús "se

ocultó de ellos" (v.37). Este relato dominado por el tema de la glorificaión a través de la muerte, pone punto

final a la vida pública de Jesús.

Jn 12:23. Este versículo es el título de todo el discurso. La hora, que no había llegado todavía cuando

fracasaban los intentos de prender a Jesús ( 7:30; 8:20), está ya allí, reconocida por él a través de un signo de su

gloria futura, la venida de los griegos. Continúa diciendo Dufour: "El discurso toma entonces un carácter

existencial: es como si Jesús se hablara a sí mismo y no sólo a los que le rodean. El discurso se refiere al

misterio de la hora, definida ante todo como aquella en la que va a ser glorificado el Hijo del hombre." 68[68] Se

sabe ya que esa hora incluye la muerte; aquí la expresión es general: indica no solamente el paso pascual, sino

también su culminación. El autor de esta glorificación es el Padre, como indica el verbo "glorificar" en pasivo,

utilizado por primera vez a propósito de la hora. Se puede observar que desde el comienzo del discurso el Padre

está presente en el pensamiento de Jesús.

En Jn 12:27 "Ahora mi alma está turbada": el verbo teta,raktai es el mismo que en 11:33; sintetiza la

descripción sinóptica de aquel que está "lleno de pavor", "triste hasta morir...". Los críticos están de acuerdo en

67[67]
LEON-DUFOUR, Xavier. Lectura del Evangelio de Juan. Vol. II. Salamanca : Sígueme, 1992.p. 364.
68[68]
Ibid., p.366.
reconocer en los v. 27-28 la trasposición del relato de Getsemaní. Juan hace eco, además, a otro relato de la

transfiguración, que no se refiere en su evangelio: la voz que viene del cielo y la palabra del Padre vuelven a

encontrarse en el v. 28. Juan conjuga las tradiciones sobre la turbación y la gloria, en función de su

presentación de la hora, que es a la vez pasión y glorificación.

En Juan, la hora "ha llegado", Jesús ya no puede pedir que le sea quitado el proceso de la pasión. Cuando se

interpreta la oración de 12:27 como ficticia, se presupone sin embargo que su contenido es el mismo que en el

relato de Getsemaní y que, por consiguiente, "salvar de la hora" significa "preservar de la hora".

Pero el verbo "salvar" (sw,zw), propio de Juan en este contexto, no tiene ese sentido. Aparte de su empleo en

11:12 en el sentido de "curar", en el cuarto evangelio designa la salvación en sentido definitivo, opuesto al

juicio (3:17; 12:47) y coincidiendo con la vida eterna (5:34; 10:9). No significa nunca "preservar" de un

peligro. Así pues, Jesús no pide, como en los sinópticos, que se le evite la cruz. El objeto de su oración es la

vida en plenitud.

Esta interpretación además corresponde a la perspectiva del discurso anterior (v.23-26), en donde se subraya el

aspecto "muerte", pero siempre con la contrapartida positiva de la vida producida a través de la muerte; de este

modo el anuncio de la hora llegada es el de la glorificación, el grano caído en tierra da un fruto abundante, la

vida eterna prometida al que no se aferra a su propia vida y el Padre recibe el honor debido del discípulo que

sirve. Aunque la turbación ha invadido a Jesús, su oración se refiere a la victoria sobre la muerte.

Con respecto a este pasaje, San Agustín afirma lo siguiente:

Habiendo señalado la causa de haber dicho todas estas cosas, a saber, para que en El tuvieran paz en las
tribulaciones del mundo; y habiéndoles animado a tener confianza, porque él venció al mundo, concluido el
sermón, que a ellos se enderezaba, dirige sus palabras al Padre y da comienzo a su oración. Y así continúa
diciendo el evangelista: Estas cosas dijo Jesús, y, levantados los ojos al cielo, exclamó: Padre, ha llegado la
hora; glorifica a tu Hijo. Hubiera podido el Señor, unigénito y coeterno del Padre, en la forma de siervo y en
cuanto siervo, si necesario fuera, orar en silencio; mas quiso aparecer como suplicante ante el Padre,
acordándose de que era nuestro maestro. Y así, la oración que hizo por nosotros nos la dio a conocer a
nosotros, ya que no sólo las pláticas a ellos dirigidas por tan excelente Maestro sino también su oración por
ellos al Padre servía de edificación a los discípulos. Y si era de edificación para ellos, que la escuchaban,
también había de serlo para nosotros, que le habíamos de leer escrita. Por tanto , al decir: Padre, ha llegado
la hora; glorifica a tu Hijo, manifestó que todos los tiempos, y cuando había de hacer o dejar de hacer algo,
eran dispuestos por Aquel que no está sujeto al tiempo; por que todas las cosas que han de ser, cada cual en su
tiempo propio, tienen su causa eficiente en la sabiduría de Dios, en la cual no existe el tiempo."
No se crea pues que esta hora vino por casualidad, sino por la ordenación de Dios. Como tampoco una fatal
necesidad sideral determinó la pasión de Cristo, porque no se puede pensar en que las estrellas forzasen a
morir a Cristo, su Creador. No fue, pues, el tiempo el que impelió a Cristo a la muerte, sino que El determinó
el tiempo en que había de morir, como determinó el tiempo en que debía de nacer de una virgen, juntamente
con el Padre, del cual nació sin tiempo.69[69]

Jn 17:1 "Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu

Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;"

Ha llegado la hora. Ya se ha visto la misma expresión en 12:23 y 13:1; evidentemente, "la hora" es un período

de tiempo de bastante duración; empieza con las primeras señales de que se ha puesto en marcha el proceso que

llevará a Jesús hasta la muerte y finaliza con su vuelta al Padre.

La única vez que se empleó "la hora" sin modificación, durante el discurso final fue en 13:1, y en ello se basa

Bultmann70[70] para su reordenación en que 17:1 sigue inmediatamente a 13:1. Piensa este autor que

"consciente de que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre"sería una buena introducción a la

plegaria que Jesús dirige al Padre en relación con la hora.

Juan utiliza en dos pasajes kairo,j,, "el momento" (señalado)" como sinónimo de "hora". En 7:6,8 anuncia

Jesús: "Para mí no ha llegado el momento." Estos versículos se parecen al uso de "hora" en 2:4; 7:30; 8:20.

El hecho de que en Mt 26:18, en un ambiente que precede inmediatamente a la Última Cena, Jesús dice: "Mi

momento (kairo,j,) está a punto de llegar."

Junto a los pasajes en que w[ra figura en sentido temporal y cristológico, en el NT desempeñan un papel

importante las concepciones escatológicas del tiempo. Desde los evangelios hasta el Apocalipsis se anuncia

claramente, junto a la fe en la hora de la plenitud lograda por Cristo, la expectación de una, hora última, la cual

desembocará en la hora suprema del juicio (Jn 5:24ss). Es cierto que nadie, ni tan siquiera Jesús, sabe indicar

exactamente "el día y la hora" (Mc 13:32; Mt 24:36,44,50; 25:13).

69[69]
SAN AGUSTÍN. Tratado Sobre el Evangelio de Juan. Madrid : Católica, 1957.p.587.
70[70]
BULTMANN, Rudolf. Teología del Nuevo Testamento. Salamanca : Sígueme, 1981. p.60.
2.2. cro,noj

En el N.T. aparece cro,noj 54 veces, de las cuales 4 de ellas se encuentran en el evangelio de Juan: Jn 5:6,

7:33, 12:35, 14:9. En otras porciones bíblicas encontramos otros versículos con la idea implícita de tiempo

cro,noj: como en el caso de: Jn 14:19 "todavía un poco (de tiempo)" y Jn 16:16 "Todavía un poco (de tiempo)".

Cro,noj como los restantes términos que expresan tiempo, sirve ante todo para determinar un período de

tiempo o incluso un instante. Así la duración más o menos larga de una situación o de una actividad se describe

con la palabra cro,noj (cf. Jn 5:6: una enfermedad larga). Cro,noj puede, finalmente, señalar un período breve

de tiempo (Jn 7:33; 12:25).

2.2.1. Jn 5:6 "Cuando Jesús lo vió acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser

sano?

Este versículo se da en un contexto donde se celebraba la fiesta de los judíos y Jesús había subido a Jerusalén

(v.5:1). Hay en Jerusalén, junto al estanque de los rebaños, un lugar que los judíos llaman Betesda. Tiene

cinco portales (v.2), y allí yacían muchos inválidos, ciegos, cojos y paralíticos (esperando el movimiento de las

aguas) (v.4). entre ellos había un hombre que llevaba treinta y ocho años inválido (v.5). Viéndolo Jesús allí

acostado y notando que llevaba ya mucho tiempo inválido, le preguntó: "¿Quieres ser sano? (v.6). El inválido

le contestó: "Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo

voy, otro desciende antes que yo." (v.7) Cuando Jesús lo vió acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo

así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Parece que lo único trascendente con respecto a la palabra tiempo, es mostrar la

duración de la enfermedad de aquella persona, es decir, un lapso de treinta y ocho años (v. 5).
Con respecto a esta duración, Raymond dice lo siguiente: "No se dice que hubiera permanecido junto al

estanque todo ese tiempo. La sugerencia es que la cifra tiene un valor simbólico (por ejemplo, los 38 años de

peregrinación de Dt 2:14) es innecesaria. En los milagros del NT es frecuente indicar que la enfermedad en

cuestión no era una dolencia temporal; la mujer de Lc 13:11 llevaba 18 años enferma. Es una manera de

indicar que se trataba de casos desesperados."71[71]

En este pasaje el tiempo cro,noj es un tiempo limitado de 38 años, que constituyen el periodo en el cual un

hombre estuvo enfermo.

2.2.2. Jn 7:33 "Entonces Jesús les dijo: Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros, e iré al que me

envió."

El envío de los alguaciles para arrestar a Jesús (Jn 7:32) ha indicado que la situación se va agravando y que se

acerca el momento de su muerte. Por eso Jesús, que sigue todavía en el templo enseñando anuncia su partida

(Jn 7: 33-36).

A diferencia de lo que ha hecho hasta ahora, no anuncia su muerte en términos que sugieren su glorificación o

que el don de su persona habría de ser fuente de vida (6:51). Habla de su desaparición para invitar a los oyentes

a comprometerse con él, ya que se va acortando el tiempo de su presencia. De acuerdo con esto, Xavier Leon

dice: "Según la tradición sinóptica, Jesús predicó a veces la urgencia de la conversión, ya que su ministerio

inauguraba el reino de Dios: "Sabéis reconocer el resto del cielo y la tierra, ¿y el tiempo presente como es que

no lo sabéis reconocer?" (Lc 12:56), y amenazó con la perdición definitiva (Lc 13:3,5). En Juan, es el exordio el

que da el tono: "Por un poco de tiempo..."(fórmula frecuente: 12:35, 13:33, 14:19, 16:16-19). Jesús seguirá

estando con ellos; pero pronto "se vuelve" al Padre y ya no lo podrán encontrar. La advertencia es grave, ya

que la revelación acaba con la desaparición del revelador."72[72]

71[71]
BROWN I-XII, Op Cit., p. 459.
72[72]
LEON-DUFOUR Vol. II, Op cit., p.182.
En los versículos 34, 36, "me buscaréis y no me hallaréis" podía evocar a los oídos de los judíos la llamada a

buscar a Dios, dispuesto a dejarse encontrar, a buscarlo con todo el corazón y continuamente (v.39). Esta

llamada está sin duda en el trasfondo de la palabra de Jesús. Pues bien, ante el Enviado deberían ahora los

judíos "buscar y encontrar".

La exhortación de Jesús en 7:33 se convierte en 8:21 en una amenaza explícita contra los fariseos que corren el

riesgo de "morir en su pecado (de incredulidad)". En un tono muy distinto, se dirigía a los discípulos en el

discurso de despedida (13:33).

La frase "...y a donde yo estoy (eimi), vosotros no podéis ir" (v. 34), indica que Jesús cambia definitivamente

de lugar. Esto supone que el verbo griego eimi toma aquí un sentido futuro: "a donde yo estaré". Con respecto

a esto Hovey73[73] dice que de hecho, como conviene mantener el presente y leer "donde yo estoy", Jesús deja

vislumbrar, como en un abismo, su propio misterio. Si vuelve al lado del Padre, en realidad está siempre con

él.

Jesús anuncia que va a abandonar el mundo. Sin embargo, según Juan, el Resucitado sigue estando presente en

medio de los suyos. Es verdad, pero para cada hombre el momento de la opción decisiva tiene lugar a lo largo

de su breve historia personal; habrá un "antes" y un "después" del encuentro, un "todavía no" y un "demasiado

tarde". Con respecto a esto Dufour afirma: "No se trata de admitir una doctrina, una verdad intemporal, sino de

reconocer el kairós, el tiempo de la visita."74[74]

Con respecto al versículo 7:33, San Agustín escribe lo siguiente:

Queriendo decir con esto: Pronto seré glorificado con la resurrección, pero no subiré inmediatamente al cielo,
sino que aún "estoy con vosotros un poco de tiempo; conforme está escrito en los Hechos de los Apóstoles,
que después de su resurrección estuvo con ellos durante cuarenta días, entrando y saliendo, comiendo y
bebiendo, no porque tuviese necesidad de comer y beber, sino para manifestar la necesidad de su carne, que
ya no tenía necesidad de comer, pero que tenía el poder de hacerlo. ¿A estos cuarenta días se refirió cuando
dijo: Aún estoy con vosotros un poco de tiempo, o a algún otro tiempo? Puede También entenderse de este
modo: Aún estoy con vosotros un poco de tiempo; como vosotros, en esta flaqueza de la carne también estoy
yo hasta que muera y resucite, porque después de resucitado estuvo, sí, con ellos cuarenta días,
manifestándoles su presencia corporal, pero no participando con ellos de la humana flaqueza.

73[73]
HOVEY, Op Cit., p. 227.
74[74]
LEON-DUFOUR. Vol. II, Op Cit., p. 183.
Hay además otra presencia divina, escondida de los sentidos corporales, de la que así mismo dice: He aquí
que yo estoy con vosotros hasta la consumación de los siglos. Ciertamente no es esto lo que significa: Aún
estoy con vosotros un poco de tiempo; pues no es poco tiempo hasta la consumación de los siglos. Y aunque
todo este tiempo sea un poco de tiempo (porque el tiempo vuela, y mil años ante el Señor son como un día o
como la velada de una noche), sin embargo, no debemos creer que aquí quiso dar a entender este tiempo, por
lo que, continuando, añadió: Me buscaréis, y, como dije a los judíos, a donde yo voy vosotros no podéis venir.
Después de este poco de tiempo que estoy con vosotros, ciertamente me buscaréis, pero a donde yo voy, no
podéis venir vosotros. ¿Acaso después del fin del mundo no podrán ir ellos a dónde él va? Entonces ¿por qué
en este mismo sermón ha de decir poco después: Padre quiero que donde yo estoy estén ellos con migo? No
habló, pues, de aquella presencia suya con la que ha de estar con los suyos hasta la consumación de los siglos,
cuando dijo: Aún estoy con vosotros un poco de tiempo; sino que habló de la flaqueza mortal con que había
de estar con ellos hasta su pasión o de aquella presencia corporal con que estaría con ellos hasta su ascensión.
Cualquiera de estas dos interpretaciones que se elija, no está en pugna con la fe.

Y para que no le parezca a alguno poco conforme con la verdad este sentido que damos a las palabras Aún
estoy con vosotros un poco de tiempo, o sea, el tiempo que el Señor estuvo en carne mortal con sus discípulos
hasta su pasión, atienda a lo que después de su resurrección dice por otro evangelista: Os he dicho estas cosas
cuando aún estaba con vosotros; como si entonces ya no estuviese con ellos, que le acompañaban, le veían, le
tocaban y hablaban con otros, sino cuando aún estaba en la carne mortal en que vosotros estáis? Entonces
estaba resucitado en la misma carne, pero ya no estaba con ellos en la misma carne mortal. Y así como allí,
vestido ya de la inmortalidad de la carne, dijo con toda verdad: Cuando aún estaba con vosotros, donde no
puede entenderse sino Cuando aún estaba con vosotros en carne mortal, así también aquí no es un poco de
tiempo, como si dijese: Aún por un poco de tiempo soy mortal, como vosotros. Pasemos , pues, adelante. 75[75]

2.2.3. Jn 12:35 "entonces Jesús les dijo: Aún por un poco (de tiempo) está la luz entre vosotros; andad entre

tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a donde

va.

En este pasaje, Jesús no responde directamente a la pregunta de la multitud. En vez de hablar del Hijo del

Hombre o del Mesías, insiste en que su presencia como luz va a durar ya muy poco. Parece que esto apenas

tiene relación alguna con el Hijo del Hombre, pero se debe recordar que el cap. 9 se inicia con la imagen de

Jesús como luz del mundo (9:5) y finaliza con la identificación del mismo Jesús con el Hijo del Hombre (9:35-

37). Con respecto a esto Harrison dice: "Es de notar que la descripción isaiana del Siervo doliente, constituye

el trasfondo de la idea de la exaltación en gloria, ofrece también un transfundo a la imagen de Jesús como luz.

Is 49:5-6 presenta al Siervo como luz de las naciones, del mismo modo que Juan retrata a Jesús como luz en el

contexto de la llegada de los griegos."76[76]

La multitud está preocupada por conocer la naturaleza y la identidad del Hijo del Hombre, pero para Jesús es

mucho más importante que piensen en el juicio que está asociado con ese Hijo del Hombre, un juicio que exige

75[75]
SAN AGUSTIN, Op Cit., p. 353.
76[76]
HARRISON, Op Cit., p. 167.
acercarse a la luz para no sumergirse en las tinieblas. Y esto es urgente, pues la oportunidad de acercarse a la

luz va a durar ya muy poco. Jesús por consiguiente, pone fin a su ministerio entre los judíos con una nota de

desafío. Si la hora ya ha llegado, eso significa que es también el momento de que la luz desaparezca de este

mundo.

2.2.4. Jn 13:33 "Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os

digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir."

Un poco. En el evangelio de Juan tenemos dos casos de la expresión e;ti cro,non mikro.n: "Todavía un poco de

tiempo estaré con vosotros" (7:33); "Aún por un poco está la luz entre vosotros" (12:35). En el v. 12:35, se

omite chrónos, "tiempo, rato" y se utiliza el neutro mikron como sustantivo. Encontramos eti ("todavía, sólo,

apenas") mikro.n aquí y en 14:19, pero en 16:16 se omite e;ti. Bultmann,77[77] indica que se trata de una

expresión de fuerte sabor semítico, que no es normal en griego. Sin embargo Raymond afirma: "La expresión

apenas indica una duración cronológica, como puede verse por el hecho de que se usa en 7:33, cuando Jesús

tiene aún por lo menos seis meses de vida ante sí, y en el contexto actual, cuando a Jesús le quedan tan sólo

unas horas de vida. Es una expresión usada en el AT por los profetas para indicar en tono optimista la

inminencia de la salvación (Is 10:25; Jr 51: 33)."78[78]

Jesús se dirige a los suyos que le rodean. Al respecto Dufour dice : "lo mismo que el patriarca que, a punto de

morir, reúne a sus descendientes para darles su testamento: "hijitos". Pero esta palabra no va seguida del

anuncio explícito: "Voy a morir" (cf. Gén. 50:24); aquel que va hacia su glorificación en Dios, ¿podía decir,

como David: "Voy a emprender el camino de toda la tierra" (I Re. 2:2), es decir, el sheol?"79[79]

Jesús anuncia a sus discípulos que pronto estará lejos de ellos. El verbo u`pa,gw ("irse"), y utilizado por

Marcos en el contexto de la "entrega"de Judas, para decir que el Hijo del hombre "se va como está escrito"

(Mc. 14:21), designa en el lenguaje propio de Juan la muerte de Jesús como separación de los discípulos y del

77[77]
BULTMANN., Op Cit., 445.
78[78]
BROWN XIII-XXI, Op Cit., p. 930.
79[79]
LEON-DUFOUR., Op cit., p.68.
mundo: la presencia en la tierra de Cristo termina con el acto deliberado de aquel que sabe adónde va o, mejor

dicho, adónde vuelve.

Este anuncio recoge expresamente lo que Jesús había dicho a los "judíos" en 7:33s y 8:21. Aunque se

mantienen en una buena disposición para con él, los discípulos son asimilados a los incrédulos en cuanto que

son totalmente incapaces de llegar a donde él va. De acuerdo con Harrison 80[80], este primer versículo evoca la

condición humana tal como la concibe Juan, como un dato de hecho: el terreno de Dios es de suyo inaccesible

al hombre. Detrás de esto se reconoce, no sólo la noción de la alteridad y de la trascendencia de Dios, sino la

larga experiencia de un fracaso: desde los orígenes, los hombres en su conjunto no han acogido la luz del Logos

que viene a ellos (cf. 1:10s), prefiriendo las tinieblas; el resultado de ello ha sido una profunda alienación. Lo

mismo que la idolatría que caracteriza a las "naciones", la infidelidad persistente de Israel es un leitmotiv del

Antiguo Testamento; en el Deuteronomio, Moisés denuncia la conducta rebelde del pueblo en el pasado y

muestra su temor de que se perpetúe.

Sin embargo, aquí Jesús no añade, como al dirigirse a los "judíos": "no me encontraréis" (7:34) o "moriréis en

vuestros pecados" (8:21). Tan sólo afirma su incapacidad para llegar al "lugar" adonde él se dirige. Pero Jesús

no indica expresamente, como lo había hecho en 7:33, que se va "a aquel que (lo) ha enviado". El recuerdo del

anuncio anterior tendría que bastar para que sus discípulos se acordasen de la precisión que dio entonces. Aun

sin esto, ¿no deberían ellos adivinarlo, al estar tan familiarizados con Jesús? Gracias a esta omisión, que deja

entre paréntesis el lugar aludido, puede entablarse ahora el diálogo con la pregunta de Pedro: "¿Adónde te

vas?". Pero antes nos encontramos con los versículos 34-35 sobre el mandamiento nuevo.

2.2.5. Jn 14:9 "Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El

que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo pues, dices tú: Muéstranos al Padre?

El capítulo anterior a este pasaje (13:31-38) anunciaba el tema de la partida de Jesús; la parte del discurso final

que sigue está dedicada a dar respuesta a los problemas que plantea su marcha, pero no los problemas

relacionados con lo que ha de suceder a Jesús (su glorificación es simplemente mencionada), sino los

problemas que se plantearán a los discípulos que Jesús deja tras de sí.
80[80]
HARRISON., Op cit., p.156.
El capítulo 14 comienza con la nota de la seguridad que se da a los discípulos de que no quedarán separados de

Jesús, porque él volverá para llevarlos consigo (v.3) Tomás descubrió un doble problema en las palabras de

Jesús. Puesto que ni él ni los otros conocían el punto de destino, ¿cómo habrían de conocer el camino? (v.5).

Jesús entonces afirma que él es el camino para llegar al Padre (v.6); la idea era que los discípulos no habían

logrado conocer a Cristo tal como en realidad era.

Sin embargo, no había excusa por no conocer al Padre como al Hijo. El versículo nueve es la respuesta a una

proposición hecha por Felipe a Jesús en el v. 8: "...Señor, muéstranos el Padre, y nos basta." Jesús responde:

"¿tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe?..." De acuerdo a este pasaje, el

"Tanto tiempo hace" quiere decir que todo el tiempo pasado (desde que los escogió) que Jesús había estado con

los discípulos, dentro de los cuales se encontraba Felipe, y no le había conocido realmente. Sin embargo, Jesús

le dice (v. 11): "Créeme que yo soy en el Padre, y el Padre en mi; de otra manera, creedme por las mismas

obras.

El Padre y el mismo Jesús responderán a sus demandas (vv. 12-13); vendrá a ellos el Espíritu Santo como una

forma de la presencia continuada de Jesús (v. 16-18). Cuando en el v. 18 Jesús dice: "volveré" a vosotros, ha

de interpretarse probablemente en términos de la venida del Espíritu Santo. Sin embargo, según Raymond:

"hemos de preguntarnos por la referencia original de estas palabras si, como es probable, en algún momento

fueron independientes de la promesa del Paráclito. Los Padres latinos pensaban que se refería a la parusía

prometida en 14:2-3. El versículo 19 implica que esa venida se producirá dentro de poco tiempo, pero ello no

es obstáculo a esta interpretación, ya que la frase no constituye en realidad una indicación cronológica (ver

13:33), y las palabras "aquel día" del v. 20 estarían a favor de la parusía."81[81]

Pero en el versículo se dice que el mundo no verá a Jesús, y ello no encaja con la idea de la parusía, por lo

tanto continúa diciendo Raymond: " Los Padres orientales en general entendieron que se hacía referencia a las

81[81]
BROWN XIII-XXI, Op Cit., p. 974.
apariciones de Jesús después de la resurrección; en esta interpretación se toma al pie de la letra el 'de aquí a

poco'."82[82]

En el v. 20 Juan da un paso más y propone la idea de que, si los cristianos han recibido la vida de Jesús, habrán

de reconocer que se trata de una vida compartida por el Padre y el Hijo.

En el v. 14:19 "Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo,

vosotros también viviréis." En este versículo implica que esa venida se producirá dentro de poco tiempo.

Según Raymond "De aquí a poco (Eti mikron) se refiere al intervalo que habrá de transcurrir hasta la etapa

escatológica, como puede verse por la referencia del próximo versículo al cumplimiento de la promesa de ver a

Jesús 'aquel día'."83[83]

2.2.6. Jn 16:16 "Todavía un poco, y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; porque yo voy al Padre"

El v. 16 ilustra la grave dificultad que supone determinar qué significa exactamente en el último discurso el

retorno de Jesús. Si se estudia el v. 16 como una sentencia pronunciada en el contexto de la última Cena, a

primera vista parece que se entendiera así: Jesús morirá en breve, y por ello dentro de poco ya no le verán los

discípulos, pero dentro de otro poco volverán a verle, pues después de ser sepultado, resucitará y se les

aparecerá.

Pero en la descripción que hace Juan del estado de los discípulos después de ver a Jesús hay ciertos elementos

que no encajan bien con una referencia a las apariciones después de la resurrección. Es cierto que en la

perspectiva joánica se cumplieron hasta cierto punto las promesas de alegría y paz (16:20-22,24,33) en las

apariciones de Jesús resucitado (20:20,21,26), pero, ¿puede decirse que aquellas apariciones significaron

realmente "una alegría que nadie podrá quitaros"? Gran parte de lo que dice Juan en 16:16ss anticipa una unión

con Jesús más permanente que la establecida en las apariciones después de la resurrección.

82[82]
Ibid., p. 974.
83[83]
Ibid., p. 967.
En el v. 23ª se promete a los discípulos un conocimiento pleno, de forma que ya no necesitarán hacer más

preguntas. Este conocimiento tan profundo difícilmente se hubiera alcanzado en la etapa siguiente a la

resurrección durante la que Jesús se les apareció. El tema de hacer peticiones y obtenerlas (23b-24, 26) parece

implicar un largo período de tiempo.

De acuerdo con Raymond: "Se ha propuesto otra solución. Agustín entendió el segundo "poco" del v. 16 como

referente al período que precederá a la parusía, y sugiere que los discípulos (los cristianos) verán de nuevo a

Jesús cuando él venga al final de los tiempos."84[84]

Dentro de poco. Mikro.n; cf . nota 13:33. En otras sentencias parecidas (7:33; 12:35 y 13:33), en que Jesús

afirma que estará (todavía) un poco con sus oyentes, suele añadir la amenaza de que se dispone a partir a un

lugar donde ya no podrá ser visto. En 14:19 tenemos un paralelo del versículo que comentamos: "De aquí a

poco el mundo no me verá más; vosotros sí me veréis."

Ya no me veréis. La negativa es ouvke,ti. El verbo es qewre,w, mientras que en el verso siguiente será o,ra,w

(o;yesqe,), que según algunos alude a una visión espiritual más profunda.

Pero poco más tarde. De acuerdo con Hovey: "La idea de que pasará poco tiempo antes de encontrar la

felicidad junto a Dios aparece, dentro de un contexto apocalíptico, en Is 26:20: "Escóndete todavía un poco

hasta que haya pasado la ira del Señor." Es interesante este pasaje, porque Is 26:17 es parte del v. 21."85[85]

Me volveréis a ver. "La tradición greco-bizantina, junto con las versiones latina y siríaca, añade: "Porque voy

al Padre." Esta frase, que en 7:33 sigue a una sentencia relativa al tema de no ver más a Jesús, ha sido

introducida para justificar la segunda cita del v. siguiente (17). Pudo ocurrir que un copista pensara que las dos

citas del v. 17 se habían tomado del v. 16.

La advertencia de la prueba en el v.16 "Dentro de poco ya no me veréis" tiene su equivalente en el v.32

"¡Cuando se acerca la hora, o cuando ha llegado, de que os disperséis...!. La nota de consuelo que acompaña a

84[84]
Ibid., p. 1084.
85[85]
HOVEY, Op Cit., p. 394.
esta predicción en el v.16 "pero poco más tarde me volveréis a ver" corresponde a la del v. 33 "para que gracias

a mi tengáis paz".

Las intervenciones de los discípulos en los vv. 17-19 y 29-30 se relacionan explícitamente con la referencia en

el v. 19. Finalmente, los dos grupos más extensos del discurso (vv. 20-23ª; 23b-28) tienen casi la misma

amplitud, y cada uno de ellos es introducido con la fórmula "sí, os aseguro". Ambos se refieren a lo que habrá

de suceder a los discípulos "en ese día" (vv. 23ª y 26), cuando haya llegado del todo "la hora" (vv. 21 y 25). En

el primero se promete a los discípulos (vv. 20-23ª) una alegría duradera (vv. 20-22) y el conocimiento (v.23ª);

en el segundo (vv. 23b-28) se les promete que sus peticiones serán otorgadas (vv. 23-24, 26) y el conocimiento

(v. 25).

2.3. kairo,j

En el NT kairo,j aparece 85 veces, de las cuales 3 se encuentran en el evangelio de Juan. Los versículos en los

cuales aparecen la palabra kairo,j en el evangelio de Juan, son tres, de los cuales dos de ellos guardan relación

al tema del presente trabajo, por esta razón serán analizados en este trabajo:

Jn 7:6 "Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está puesto."

Juan, al igual que los otros evangelios, coinciden unánimes en afirmar que Jesús no fue comprendido por su

entorno familiar. Sus hermanos, que le habían seguido de Caná a Cafarnaúm (2:12), no entienden su misión;

para ellos, es un hombre como los demás. Les resulta desconcertante su comportamiento, a juzgar por la

contradicción que subrayan (7:4). Si dejando la oscura Galilea ( cf. 1:46; 7:52) Jesús se desplazase a Judea,

demostraría que sabía manejarse entre el público influyente, incluidos sus discípulos, y obtendría notoriedad.

Había que aprovechar la ocasión que ofrecía la fiesta de las tiendas, dado que se reunían entonces en Jerusalén
numerosos peregrinos. De ahí el imperativo: "¡Manifiéstate al mundo!" (7:4). Sin embargo el evangelista

comenta: "Ni siquiera sus hermanos..." (7:5).

En su respuesta Jesús señala otra oposición entre dos clases de tiempo, el suyo y el de sus hermanos. Con

respecto a las palabras "mi tiempo", Raymond dice lo siguiente: "Este término, kairós, tiene en general un

significado teológico, como designación del momento salvífico decisivo, más profundo que chrónos que

ordinariamente se refiere al tiempo del calendario. "Momento" es en Juan una alternativa de "hora" (cf. 2:4);

en Mt 26:18,45 encontramos exactamente la misma alternancia. Aquí, en el v. 6, los dos usos de "momento"

tienen significados distintos: en el primer caso se alude a la hora salvífica de la muerte de Jesús; en el segundo,

se trata de una referencia más genérica."86[86]

En los dos casos el término es kairo,j, que no debe confundirse con cro,noj, que es el tiempo del reloj. Designa

el momento singular que cualifica un acontecimiento o una acción. La diferencia entre el "tiempo de Jesús" y

el de sus hermanos se percibe en el contraste entre los adverbios "todavía no" y "siempre". Según Léon-Dufour

: " Para Jesús, el momento de la partida a Judea depende de un designio que le da su sentido; para sus

hermanos, la decisión no depende más que de su antojo. Según el pensamiento bíblico, para el judío que

permanece interiormente ante Dios, el tiempo está secretamente impregnado de su presencia y marcado por sus

intervenciones"87[87] Ordinariamente, kairo,j, designa un momento que tiene importancia en el destino de

un ser y en el que se percibe la voluntad de Dios. Continúa diciendo Dufour : "El hombre que no se

preocupa de Dios se determina sin más referencia que las circunstancias de este mundo, y el tiempo se

desarrolla para él sin profundidad ni relieve."88[88]

En el v. 7 la oposición entre dos maneras de vivir el tiempo se convierte en oposición entre Jesús y el "mundo".

Según Dufour : "Este vocablo, utilizado por los hermanos, recibe un sentido negativo que, desde el prólogo

(1:10), no había tenido en el evangelio: el "mundo" designaba toda la humanidad a la que Dios ama y en la que

se hace presente la luz del Hijo. Aquí sigue designando a los hombres, pero en cuanto que rechazan la

86[86]
BROWN I-XII. Op Cit., p. 590.
87[87]
LEON-DUFOUR Vol. II, Op Cit., p. 170.
88[88]
Ibid., p. 171.
revelación divina. Y Jesús toma aquí la decisión contraria al proyecto de sus hermanos; en vez de querer

seducir al mundo, da testimonio de su iniquidad."89[89]

Con respecto al versículo de Jn 7:8. "Subid vosotros a la fiesta; yo no subo todavía a esa fiesta, porque mi

tiempo aún no se ha cumplido." Harrison dice: "No ha llegado. Literalmente, 'se ha cumplido'. En el NT, y

sobre todo en relación con la pasión (19:24,36), es común el tema del cumplimiento escatológico del AT o de

los planes divinos.90[90]

Algo decisivamente nuevo y constitutivo para cualquier concepción cristiana del tiempo es la convicción de que

con la venida de Jesús ha empezado un kairós absolutamente singular, que califica todos los restantes tiempos.

Mc 1:15 lo pone gramaticalmente de manifiesto. El tono básico de la proclamación de Jesús es: ha comenzado

la hora del cumplimiento, el

reino de Dios se está manifestando ya aquí y ahora; pronto llegará la catástrofe que servirá de introducción a la

venida definitiva. Aprovechad el tiempo antes de que sea demasiado tarde; está en juego la muerte o la vida.

El tiempo de gracia que esperaron los profetas ahora con Cristo es un hecho ( Rom 3:21; 1 Pe 1:10ss; Rom

16:25s; Ef 3:8ss; Col 1:26). Quien ahora le escuche tendrá vida eterna (Jn 5:25; cf. 3: 36; 10:27s). Con la vida,

y especialmente con los sufrimientos y la muerte de Jesús, ha fenecido el eo,n antiguo, y con el nu,n kairo,j,, el

tiempo de ahora, de la justicia divina, la única verdadera (Rom 3:26), se ha iniciado una época nueva, ha hecho

eclosión la plenitud de los tiempos (sobre kairo,j, como designación del tiempo del sufrimiento cf. Jn 7:6s; Rom

5:6: "en su momento, Cristo murió por los culpables"). "La salvación se ha buscado en el mundo su propio

tiempo y su propio lugar, para transformar desde dentro el tiempo y el espacio, que constituyen las

coordenadas esenciales del mundo, es decir, para redefinirlos desde ahí como el tiempo y el espacio de Jesús.

2.4. aivw/n ( aivw/noj )

89[89]
Ibid., p. 172.
90[90]
HARRISON.,Op cit.,p.155.
Este vocablo es atestiguado más de 100 veces en el NT. En Juan aparece 12 veces. En dicho evangelio se

encuentra unido con las preposiciones eivj o evk. Se puede observar que en el NT se usa para designar el

tiempo sin fin. Encontramos en forma negativa las palabras evk tou/ aivw/noj en Jn 9:32 para expresar jamás

(se escuchó que se curase un ciego de nacimiento).

Con respecto a este sustantivo, Coenen dice: "En el NT este sustantivo puede referirse a: Largo tiempo,

duración, con lo que se puede aludir, tanto a un tiempo limitado exactamente como a un tiempo ilimitado, sobre

todo si el término va unido a una preposición. El significado de eternidad es acertado sólo bajo ciertas

condiciones, porque el pensamiento veterotestamentario sobre el tiempo, por lo cual viene determinado

principalmente el neotestamentario, es incapaz de concebir la eternidad como categoría opuesta a la

temporalidad."91[91]

Observando aivw/n en el evangelio de Juan, encontramos citas en las que significa lo siguiente:

En Jn 8:35 se refiere al esclavo que no permanece para siempre en casa, aquí podría escucharse ya una

referencia escatológica. Más claramente aún aparece esto por el contexto de Jn 10:28: "Mis ovejas nunca se

perderán". En Jn 14:16, la promesa de que el Espíritu Santo permanecerá en la comunidad podría referirse al

futuro de esa comunidad.

Se piensa, finalmente, en el futuro escatológico, que no está ligado ya al mundo y a sus condiciones, en las

promesas hechas a los creyentes en Jn 4:14. En todo esto es siempre el contexto que determina tal significado.

Jn 14:16 " Y yo rogaré al Padre, y os dará otro consolador, para que esté con vosotros para siempre." Con

respecto a la porción Para que esté para siempre con vosotros, Raymond dice:

Quienes creen que estas palabras subyacen un original arameo sugieren que el hina, conjunción griega que
expresa intención, es una traducción errónea del relativo arameo de (= "que esté con vosotros"). Esta
hipótesis no es necesaria, ya que en la frase hay realmente un matiz de intención. Los manuscritos que
contienen el verbo "ser" (= estar) presentan considerables variantes en cuanto a la secuencia de las palabras;
al mismo tiempo hay numerosas pruebas a favor de la lectura "permanecer" (menein). Hay autores que
también en este caso encuentran un apoyo para su tesis de un original semítico, ya que en hebreo se usa

91[91]
COENEN, Lothar. Diccionario Teológico del Nuevo Testamento Vol. IV. Salamanca : Sígueme, 1984.p.264.
frecuentemente el verbo "ser = estar" con el sentido de "permanecer", por ejemplo, el griego de Mt 2:13
refleja este uso semítico: "Estad (es decir, permaneced) allí hasta que yo os diga." 92[92]

Para Juan, vida eterna, es la adhesión a Cristo en la fe, en la esperanza y en el cumplimiento de los mandatos de

Cristo (Jn 3:15s; 5:24; 17:3). Con la palabra "eterna" se insinúa aquí una cualidad determinada: se trata de una

vida distinta de la existencia de antes, dominada por el odio, el desamor y el pecado, el dolor y la muerte. Por

eso la vida eterna no empieza en el futuro; ya ahora es posesión de aquellos que han entrado en comunión con

Cristo (así Jn 3:15: "tenga vida eterna", en presente).

Pero también hay un sentido temporal, de manera que el adjetivo "eterna" (vida eterna) indica la "cantidad" de

esa vida: puesto que pertenece a Cristo, que es la vida en persona (Jn 14:6). Esta vida no tiene fin, y no cesará

aún con la muerte (8:51; 11:25s). Además es digno de notarse que en el NT no se habla de una muerte eterna,

porque la concepción de eternidad se corresponde hasta tal punto con la vida, que incluso la negación de la vida

eterna sólo puede ser concebida como una perdición "vivida". También aquí "eternidad" es siempre tiempo

experimentado, vivido y convertido en vivencia (cf. por el contrario cro,noj,).

Evidentemente, "vida" es un término teológico favorito de Juan, hasta el punto que puede decirse que el cuarto

Evangelio es el evangelio de la vida, pues en 20:31 se dice que la intención fundamental con que se escribió fue

"que tengáis vida en su nombre". De acuerdo con lo anterior, François Vouga dice lo siguiente:

Esta expresión zoe aionios, "vida eterna", aparece diez y siete veces en Juan y otras seis en 1 Juan. (Aion,
"edad", "eon", "segmento de tiempo" es la traducción hebrea de 'olam, un periodo de tiempo sin comienzo ni
fin visibles).
Aún sin el adjetivo cualificativo aionios, zoe no se refiere en Juan a la vida natural. Para designar la vida que
finaliza con la muerte se emplea el término psych (13:37; 15:13). Esto no significa que no fuera la vida
natural la que originalmente pudiera sugerir el uso de "vida" como símbolo para expresar un don especial de
Dios. La vida natural es la posesión más valiosa del hombre; la "vida", por consiguiente, es un excelente
símbolo para designar el más valioso de los dones divinos a que el hombre pudiera aspirar. 93[93]

La expresión hebrea subyacente al griego zwh, aivw/noj aparece por primera vez en un libro protocanónico del

AT, Dn 12:2, donde se dice que los justos que ya murieron despertarán para ~l'A[ yYEx;, "la vida de la
edad eterna". Lo raro que resulta esta expresión se explica por el hecho de que hasta una etapa muy tardía del

AT no aparece explícitamente atestiguada la creencia en una vida que trasciende a la muerte.

92[92]
BROWN XIII-XXI, Op Cit., p. 965.
93[93]
VOUGA, François. Una Teología del Nuevo Testamento. Tad. Pedro Barrado. Navarra : Verbo divino, 2001.p. 89.
En el evangelio de Juan, "vida eterna" se trata ante todo de la vida misma con que vive

Dios, que el Hijo de Dios posee también porque la ha recibido del Padre (5:26; 6:57). El Hijo tiene un destino

específicamente orientado hacia los hombres, pues es la Palabra divina pronunciada con el propósito de dar la

vida eterna a los hombres (1:4; 1 Jn 1:1-2) y es precisamente para cumplir este propósito por lo que el Hijo ha

venido a los hombres y vive entre ellos (Jn 10:10). Por lo que a los hombres se refiere, Jesús es vida (11:25;

14:6); sus palabras son espíritu y son vida (Jn 6:63).

En griego, para referirse a vida, se usan las expresiones zwh, y Bi,oj. Según Horst Balz 94[94], como en otras

religiones, el concepto de "vida" se usa en el cristianismo primitivo para designar la salvación. Es común al

AT, al judaismo y al cristianismo el término de "el Dios vivo". En común con el judaísmo de pensamiento

apocalíptico, que espera una resurrección, el cristiano tiene la esperanza de la dzoe aionios, "la vida eterna"

después de la resurrección de los muertos, la vida del eón futuro. Este concepto aparece también en casi todos

los escritos del NT.

Bi,oj aparece 9 veces en el NT. Este término se encuentra en Marcos y Lucas, en las epístolas pastorales

(cartas primera y segunda a Timoteo) y en la primera carta de Juan. En cambio Biwtiko,j se halla tan sólo en

Lc. 21:34 y 1 Cor. 6:34. En contraste con zwh,, se observa que bi,oj / biwtiko,j, no describen en el Nuevo

Testamento ningún bien salvífico. Se refieren más bien al ámbito de lo humano y secular y comprenden los

intereses y preocupaciones de la existencia material. A veces bi,oj aparece con el significado de bienes

(riquezas) o herencia Lc. 15:12,30, 1 Jn. 3:17.

Otro significado de bi,oj se encuentra en 1 Tim. 2:2, donde se observa que la vida civil se encomienda a la

protección de las autoridades. En 2 Tim. 2:4 se advierte que no debe perderse en los asuntos ordinarios de la

vida cotidiana. En Lc. 8:14, bi,oj designa sencillamente a la vida humana, cuyos cuidados y satisfacciones

distraen al hombre del destino que Dios le ha señalado. Señala Balz que : "bíos, en la parénesis cristiana

primitiva, se considera como un ámbito que está en competencia con las exigencias que Dios impone al

hombre.95[95]"

94[94]
BALZ, Horst y SHCHNEIDER, Diccionario Exegético del Nuevo Testamento. Vol I. Salamanca : Sígueme,1996. p.1746.
95[95]
BALZ., Op Cit., p.657.
De acuerdo con lo anterior, los hombres sólo pueden recibir la vida de Dios si creen en él (3:16; 5:24; 20:31).

¿Cómo se comunica esta vida? La vida natural surge cuando Dios infunde su espíritu o su aliento sobre el

polvo de la tierra (Gen 2:7); también la vida eterna se comunica cuando Jesús insufla el Espíritu Santo de Dios

sobre sus discípulos (Jn 20:22). El Espíritu es la fuerza vivificadora (6:63), pero el Espíritu sólo podrá ser

comunicado una vez que Jesús haya derrotado a la muerte (7:39).

Según Brown96[96], las diferencias existentes entre la vida divina y la vida natural son ante todo de orden

cualitativo, la mejor traducción de zoe aionios sería "vida eterna" en vez de "vida perdurable", ya que en la

segunda traducción se destacaría ante todo el matiz de la duración. Pero con ello no negamos que en Juan

pueda darse también el matiz de "perdurable". Si la muerte no puede destruirla, es evidente que esta vida no

tiene un término preestablecido. En 6:58 se dice: "Quien coma de este pan vivirá para siempre".

2.5. e;scatoj y h`me,ra

Se tatarán estos dos vocablos al mismo tiempo, porque se encuentran unidos en todos los versículos donde

aparece el vocablo e;scatoj y en un alto porcentaje en los versículos donde aparece el sustantivo h`me,ra.

El adjetivo e;scatoj se halla atestiguado 52 veces en el NT, de las cuales 8 de ellas se encuentran en el evangelio

de Juan. El sustantivo h`me,ra aparece 389 veces en el NT de las cuales 24 se encuentran en dicho evangelio.

2.5.1. e;scatoj : En amplios sectores del NT e;scatoj aparece en diversos contextos como por ejemplo en

Mc. 12:6, el dueño de la viña envía como último a un hijo suyo. Cuando los saduceos preguntan a Jesús acerca

de la resurrección, le hablan de la muerte de los siete hermanos; "en último lugar (igual a la última de todos)

murió también la mujer" (Mc.12:22). Mateo y Lucas emplean aquí (y también en Mt 21:37) el término

u[steron en lugar de e;scatoj. (u[steron, que es un término empleado con bastante frecuencia por Mateo, designa

una sucesión temporal en el sentido de "luego, más tarde", en vez del final irrevocable expresado más bien por

e;scatoj).
96[96]
BROWN XIII-XXI., Op cit., p.966.
Este sentido de "último" aparece también cuando se hace referencia al último día (el séptimo o el octavo) como

punto culminante de la fiesta de los tabernáculos, que duraba siete días (Jn. 7:37).

Con respecto a este vocablo, Coenen dice lo siguiente:

La lengua griega emplea el término éschatos para designar el punto final de una serie de estados de cosas
pensada sin solución de continuidad. Esto corresponde con el pensamiento naturalista griego que presenta "lo
más lejano" primero espacialmente como "confín del mundo" (Demóstenes, Ep. 4, 7; Jenefonte, Vect. 1, 6;
Teócrito, 15, 8). Desde un punto de vista éschatos designa el punto extremo de una gradación, tanto positiva
como negativa (Píndaro, Od. 1, 113: lo supremo culmina en los reyes; Platón, Resp. 361ª: la máxima
injusticia; Gorg. 511d: el peor peligro). En Aristóteles el término señala la conclusión de un razonamiento
lógico, y sirve con ello a la sistematización de la secuencia del pensamiento (An. III, 10,433 a 16).
La dimensión temporal se expresa en miradas ocasionales al fin (p. Ej. Diodoro Sículo, 19, 59, 6: La decisión
última, es decir, concluyente y definitiva) y en la designación comprehensiva de Dios como el primero y el
último. En el ámbito del pensamiento griego es evidente que no se ha desarrollado una comprensión del
tiempo escatológica, es decir, orientada hacia una finalidad futura o hacia un término futuro del transcurso de
la historia.97[97]

En el evangelio de Juan e;scatoj pasa a tener una función de una promesa escatológica y universal que se

distingue por la venida de Jesús (Jn 11;24). El evangelio de Juan toma del AT un concepto escatológico, el

"último día", que está estrechamente vinculado con las tradiciones del día de Yahvéh (ver 1.2.1. y 3.1.3.).

2.5.2. h`me,ra : Es bueno recodar que h`me,ra puede entenderse, o bien como un intervalo de veinticuatro

horas que incluye por consiguiente, la noche o también a un intervalo de tiempo mayor que rebasa los límites

del día natural, por ejemplo, al tiempo de la vida, o de un modo genérico, al tiempo. El evangelio de Juan toma

del AT un concepto escatológico, el último día ", que está estrechamente vinculado con las tradiciones del "día

de Yahvéh" (ver 1.2.1.)

En la conversación entre Marta y Jesús en torno a Lázaro, que ha muerto, el evangelio de Juan hace que la

hermana, en medio de su duelo, dé testimonio de la fe tradicional en la resurrección: "El resucitará en la

resurrección en el último día" (11:24). A lo cual replica Jesús: "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree

en mi, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mi, no morirá jamás" (11:25s).

Algunos de los versículos que tienen en común las palabras e;scatoj (postrero) y h`me,ra (día) son:

97[97]
COENEN, Lothar. Diccionario Teológico del Nuevo Testamento Tomo III. Salamanca : Sígueme, 1983. p.76.
a. Jn 6: 39 " Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo

nada, sino que lo resucite en el día postrero."

El último día (día postrero). Alusión al día del juicio, lo mismo que en 11:24 y 12:48. En este caso se trata de

la resurrección de los justos; compárese con la doble resurrección de buenos y malos de que se habla en los vv.

28-29.

Jn 6: 40 " Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida

eterna; y yo le resucitaré en el día postrero."

Jn 6: 44 " Ninguno puede venir a mi, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día

postrero."

Jn 6: 54 " El que come de mi carne y bebe de mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día

postrero."

b. Jn 7: 37 " En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene

sed, venga a mi y beba."

El último día , el más solemne. Surge un interrogante con respecto a este día: ¿Se trata del séptimo o del

octavo día? Teniendo en cuenta que el octavo día se añadió tardíamente a las fiestas, era más bien un día

dedicado al descanso que a las celebraciones. Según Raymond : "las palabras que en esta ocasión pronuncia

Jesús encajan mejor en el séptimo día. La calificación de "el más solemne" también cuadra mejor el séptimo

día. De hecho, dado que "el más solemne" falta en algunos manuscritos menores, esta frase podría ser una

adición posterior precisamente para indicar que se trataba del séptimo día."98[98]

c. Jn: 12:48 " El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado,

ella le juzgará en el día postrero."

98[98]
BROWN, I-XII., Op Cit., p. 607.
Jn 12:48 recoge la idea veterotestamentaria de un juicio en el último día. Pero esta idea tradicional es

interpretada como: la palabra de Jesús califica escatológicamente ya desde ahora al creyente en virtud de la

aceptación o del rechazo de la palabra. En ese aspecto se anticipa ya el juicio en la palabra de Jesús. Al

encontrarse uno con el Revelador se encuentra con Dios mismo, y se efectúa el juicio, en el cual la voluntad de

Dios domina como voluntad de salvación y de redención ( "vida eterna" ).

En el evangelio de Juan hay que mencionar tres características, que parecen estar íntimamente relacionadas con

la refundición de la escatología tradicional. Se trata, en primer lugar, de la expresión que es única en el NT (y

en los escritos apocalípticos) que habla de el "último día". En Juan 11:24 el evangelista, le da quizás una

nueva interpretación mediante los vv. 25s, pero que en los demás lugares podría haber sido insertada

redaccionalmente para corregir una comprensión unilateral de la escatología joánica de presente (6:

39,40,44,54; 12:48).

En segundo lugar, la expresión cristiana primitiva "aquel día", a la que ordinariamente se da un sentido futuro,

recibe una nueva interpretación. En el discurso joánico de despedida la expresión se refiere al día de la nueva

comunión actual con el Señor exaltado, un día en el cual ellos le "conocerán" y, por tanto, no tendrán ya nada

que "preguntar" (14: 20; 16:23,26)

En tercer lugar, "mi día", que Abrahán vio y en el que se regocijó (Jn 8:56), es seguramente el día del Mesías,

es decir, el tiempo de la revelación (cf Jn 9:4; 11:9)

d. Jn 16 : 16-33 (16:23,26)

Jn 16: 23 "En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al

Padre en mi nombre, os lo dará". Esta expresión aparece aquí y en el v. 26; cf. nota a 14:20.

Jn 16:26 "En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,"
Raymond dice de este "aquel día" : "cuando la hora mencionada en el v. 25 haya llegado a su plenitud. En el v.

23 se dijo: "Este día no me preguntaréis nada." Se trata de preguntas en demanda de noticias y conocimiento,

no de peticiones; ahora vemos que "en ese día" se harán también peticiones."99[99]

De los cuatro evangelios, sólo en Juan se encuentra una alusión explícita al "último día" (evsca,th| h`me,ra|: Jn

6:39; 44:54; 11:24; 12:48), que recoge la expresión profética del "día de Yahvéh" y la lleva más allá. La

característica decisiva del "último día" es, según el testimonio de Juan, la resurrección de los muertos, puesto

que el juicio para los incrédulos (12,48) presenta sólo su carga negativa. Con ello en la expectación

escatológica de los profetas está en primer término, no el pensamiento del juicio, sino la salvación universal.

En todo el evangelio de Juan, hay la expectación de una w[ra, la w[ra de Jesús; la w[ra oportuna para su obra.

La convicción de que con la venida de Jesús ha comenzado un kairo,j absolutamente singular, que califica

todos los restantes tiempos. El tiempo de gracia que esperaron los profetas ahora con Cristo es un hecho. La

salvación se ha buscado en el mundo su propio lugar y su propio tiempo, para quien ahora le escuche tenga vida

eterna. Se ha iniciado con Jesús una época nueva, ha hecho eclosión la plenitud de los tiempos.

3. ESTUDIO COMPARATIVO ENTRE XRONOS, KAIROS y ESCATOS : IMPLICACIONES

PARA UNA TEOLOGÍA ESCATOLÓGICA.

El Nuevo Testamento habla del tiempo preferentemente con las palabras y conceptos que indican la duración

temporal como cro,noj, el momento puntual (kairo,j), el día (h`me,ra) y la hora (w[ra). Son conceptos que no

pueden separarse con absoluta precisión, aunque hay que tener en cuenta que kairós designa el momento

puntual aislado, mientras que h`me,ra, evsca,th| h`me,ra| y w[ra se refieren al tiempo escatológico.

99[99]
BROWN XIII-XXI, Op Cit., p. 1074.
3.1. Conceptos cro,noj, kairo,j y e;scatoj dirigidos hacia una teología escatológica en

Juan

De los conceptos cro,noj, kairo,j y e;scatoj se establecerá un paralelo entre ellos, con el fin de observar el

aporte que estas palabras hacen a la teología escatológica, de acuerdo con el evangelio de Juan. Se tratarán por

separado cada una de ellas.

3.1.1. cro,noj

Ninguna de las expresiones que sirven para designar el tiempo en el Nuevo Testamento tiene por objeto el

tiempo concebido como una abstracción. Esto es también verdad para el término cro,noj. Este término no es

nada como en la filosofía griega en donde designa el tiempo en sí, con los problemas que implica. En el Nuevo

Testamento se halla "cro,noj", en una relación concreta con la historia de la salvación, con un sentido próximo

a kairo,j y aivw/n; se refiere a un tiempo de salvación, un tiempo el cual no está determinado por el hombre

sino por la consumación de su obra y su regreso al Padre (7:33).

Según Coenen100[100], más importantes que las indicaciones genéricas de tiempo son aquellos pasajes en que

chrónos aparece inmediatamente como tiempo pleno en su contenido. Esto empieza al hablar del tiempo del

nacimiento (Lc. 1:57) se continúa en la fórmula histórico-salvífica de la acción de Dios en el desierto durante

40 años (Hech. 13:18; cf. sobre ello Ex. 16:35; Nm. 14:34; Dt. 1:31) y encuentra su culminación en una serie de

afirmaciones cristológicas. Pues con Jesucristo el tiempo recibe de una vez para siempre la plenitud decisiva.

Continúa diciendo Coenen101[101] que los autores neotestamentarios no se interesan por especulaciones sobre la

constitución o sobre una posible naturaleza sustancial, o quizás divina, del tiempo; también queda lejos de ellos

la reflexión metodológica sobre el tiempo como categoría. Su reflexión se orienta preferentemente a Jesucristo

como figura que ha dado la afirmación de Gál. 4:4 "pero cuando se cumplió la plenitud del tiempo, envió Dios
100[100]
COENEN VOL IV., Op cit. p.274.
101[101]
Ibid., p.274.
a su Hijo..." La expresión empleada aquí, plenitud del tiempo, según Coenen 102[102], "debe ser entendido

claramente como apuntando el momento en que el chrónos queda lleno, lo cual equivale a decir que el tiempo,

en el sentido del transcurso temporal, alcanzó su medida plena, es decir, tocó a su fin"

Sin embargo, con la muerte de Jesús no terminó en absoluto el tiempo de salvación. Jesús mismo había

hablado claramente de un fin del mundo no excesivamente lejano (Mc. 13; Mt. 24s) y con ello había instruido a

los fieles sobre un tiempo intermedio que se extendería desde pascua hasta la parusía. Una y otra vez se

ocupan los autores neotestamentarios del tiempo restante (cf. 1 Pe. 4:2) y de los acontecimientos del tiempo

final. Aquí es característico de la concepción cristiana del tiempo que ya de antemano quedaron excluidos

cálculos astrológicos, por ejemplo, en Mt. 2:7,16.

De acuerdo con Tuggy103[103], es cierto que se citaron algunos "signos de los tiempos" como la aparición de

falsos doctores y de quienes se ríen de todo (Jd. 18), pero esto debía servir de estímulo a la vigilancia más que

de invitación a especulaciones sobre el final. Dios era el Señor del tiempo: privilegio suyo fue determinar la

hora definitiva para la consumación de su reino ( cf. Hech. 1:6s). Ni los ángeles ni tan siquiera Jesús sabían

cuando llegaría el escatológico "día del Señor" (Mc. 13:32); llegará como un ladrón de noche ( 1 Tes. 5:1ss).

3.1. 2. Kairo,j

El uso pagano de esta palabra significa para Stagg104[104] la ocasión particularmente propicia para emprender

algo, es decir, el momento del que se habla mucho tiempo antes sin conocer su vencimiento. Generalmente, un

momento nos parece propicio para la ejecución de tal o cual proyecto, lo cual se convierte en un kairós. En este

sentido le dice Félix al apóstol Pablo en Hech. 24:25: "Cuando llegue el momento, te volveré a llamar."

102[102]
Ibid., p.275.
103[103]
TUGGY, Alfred E. Léxico Griego Español del Nuevo Testamento. Bogotá : Mundo Hispano, 1996.p.975.
104[104]
STAGG, Frank. Teología del Nuevo Testamento. Trad. Arnoldo Canclini. Cuarta Edición. U.S.A. : Casa Bautista de
Publicaciones, 1993. P.300.
En el Nuevo Testamento, el uso de este término, aplicado a la historia de la salvación, sigue siendo el mismo.

Pero con la salvedad de que ya no se trata de apreciaciones humanas; es un decreto divino que hace de tal o cual

fecha un Kairo,j, y ello con miras a la realización del plan divino de la salvación. Cullman con respecto a este

plan dice lo siguiente : "Este plan, en su realización, está ligado a unos kairoi, a unos momentos escogidos por

Dios, por lo que es una historia de la salvación. No son todas las partes de la línea continua del tiempo las que

forman la historia de la salvación propiamente dicha; sino mejor estos Kairoi, estos puntos aislados en el

conjunto del curso del tiempo"105[105].

El Nuevo Testamento no da más razón a la "elección" que Dios hace de los Kairoi que "la propia autoridad de

Dios." Un ejemplo de esto se observa en Hech. 1:7 en donde dice: "No os toca a vosotros saber los tiempos (

Kairoi) o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad ". Por tal razón no es dado a los hombres, ni si

quiera a los discípulos, el conocer la fecha de los Kairoi que han de venir.

El sentido que el Nuevo Testamento da al término kairo,j se halla bien expresado en el pasaje del evangelio de

Juan 7: 3ss., en donde Jesús les dice a sus hermanos : "Mi Kairo,j (para ir a Judea) no ha llegado todavía; para

ustedes el Kairo,j es siempre bueno" (v.6). En otras palabras lo que Jesús quiere decir a sus hermanos es que

para ellos no hay Kairo,j , en el sentido de que este término tiene relación con la historia de la salvación.

Esta misma idea, aunque sin usar el término Kairo,j sino w[ra, se halla presente en el relato de las bodas de

Caná en Jn 2:1-12, en donde, según Cullmann106[106], esto constituye el paralelo exacto de la perícopa: Jn 7: 1-

13. Cuando Jesús dice a su madre: "Mujer, ¿por qué te inmiscuyes en lo que me concierne a mi? Mi hora no ha

llegado todavía", esta respuesta equivale a la que dará a sus hermanos en el capítulo 7.

Así pues para los demás el término Kairo,j se aplica únicamente en sentido profano, allí donde depende

solamente del hombre decidir si un kairós es favorable o no. Y precisamente, esto les aconteció a los hermanos

de Jesús, pues ellos pueden en todo tiempo subir a Jerusalén, pero para Cristo no es igual, puesto que se sitúa en

el centro mismo del plan divino de la salvación cuyos kairoi están exactamente fijados por Dios.

105[105]
CULLMANN, Oscar. Cristo y el Tiempo. Barcelona : Estela, 1968. p.29.
106[106]
Ibid., p.31.
Por tal razón, tanto en el pasado, así como en el presente y en el porvenir, existen Kairoi divinos distintos los

unos de los otros y su reunión forma la línea de la salvación. Sin embargo para Ratzinger 107[107], esta

concepción de los momentos distintos en los cuales Dios, en su revelación, opera la salvación en cumplimiento

de su plan, no está ciertamente ligada a la sola expresión de kairós sino que se emplean otros términos

temporales utilizados especialmente en el Nuevo Testamento y relacionados igualmente con el pasado, con el

presente y con el porvenir. Tales como los términos: "día (h`me,ra) " y "hora (w[ra)".

3.1.3. e;scatoj

Para designar el momento en que llegará el fin del mundo, el cristianismo primitivo tomó del judaísmo la

noción de "día del Señor" (hw"hy> ~Ay) 108[108]


. Pero ocurre que los acontecimientos decisivos ligados a

la obra de Jesús, de aquel que se manifestó según la carne, reciben también ellos la designación particular de

"día" u "hora" que es el término utilizado por Juan.

Es importante, ante todo, recordar los numerosos pasajes del evangelio de Juan en que Jesús habla de su

"hora", con el cual siempre quiere expresar la hora de su muerte 109[109]. Es el punto central, la hora central, para

la historia de Cristo y para toda la historia bíblica. Y surge de ella una luz que alumbra a las otras horas en el

relato de Juan acerca de la vida de Jesús110[110].

Es realmente interesante ver cómo el evangelio de Juan, fija algunos relatos con una precisión cronológica

importante. Un ejemplo de esto se encuentra en Jn. 1:39; 4:6. "Era como la hora décima..." Al respecto

Cullmann dice : "La única explicación plausible es la siguiente: el autor de este cuarto evangelio quiere

mostrar que esta vida, en la cual la salvación se realiza verdaderamente, está ligada al tiempo fijado por Dios.

El tiempo de Cristo no es "siempre favorable" como el de sus hermanos incrédulos (Jn 7:6)"111[111].
107[107]
RATZINGER, Joseph. Curso de Teología Dogmática "Escatología". Tomo IX. Barcelona : HERDER,1984.p.170.
108[108]
Ver capítulo I. Numeral 1.2.1.
109[109]
Ver capítulo II. Numeral 2.1.
110[110]
CULLMANN, Op Cit., p. 32.
111[111]
CULLMANN., Op cit. p. 32.
En el Evangelio de Juan se encuentra una alusión explícita al "último día" (e;scath h`me,ra); 6:39s, 44,54;

11:24, 12:48, que recoge la expresión profética del "día de Yahvéh" y la lleva más allá. Para Coenen 112[112], la

característica decisiva del "último día" es según el testimonio de Juan, la resurrección de los muertos, puesto

que el juicio para los incrédulos (12:48) presenta sólo una cara negativa. Con ello en la expectación

escatológica de los profetas está en primer término, no en el pensamiento del juicio, sino la salvación universal.

Para Cullmann113[113], cuando se habla de juicio y escatología, se debe notar que en griego el verbo krínein tiene

un sentido básico de separar, distinguir, entresacar, escoger, discernir; y de ahí decidir, disputar, juzgar, parecer,

criticar. Puede también usarse algunas veces como "condenar", "pasar sentencia negativa", sinónimo de

katakrínein.

Uno de los puntos centrales del Nuevo Testamento es la espera del juicio final, cuyo día sólo Dios conoce (Mt

24:36). Día del Señor, es decir de Jesucristo, puesto que éste volverá en gloria para juzgar a la humanidad. Día

de triunfo y gloria para los creyentes fieles, pero de condenación para todos los enemigos de Dios. De acuerdo

con Casabó : "El cuadro final conserva los elementos apocalípticos, cósmicos e históricos del AT.; pero ya no

se plantea en beneficio de un pueblo determinado, y se mantiene acentuada la individualización de la

responsabilidad y de sus consecuencias.114[114]"

Continúa diciendo Cullmann115[115], que en todo el NT krínein y sus derivados se usan prevalentemente dentro

de un contexto escatológico, y están reservados al juicio final. Además toman un sentido predominantemente

negativo, como juicio condenatorio. En Juan tal carácter se vuelve exclusivo cuando hable del juicio de Dios o

de Cristo. El verbo krínein adquiere matiz de condenación. Cuando el sujeto del juicio es el hombre, suele

haber más énfasis en el acto de juzgar; pero siempre con tendencia condenatoria.

Por la forma como Jesús habla durante su vida del juicio que realiza o que se realiza con su venida (5:22, 27,

30; 8:16; 12:31) pero sobre todo por Jn. 3:19ss, se difundió ampliamente en los últimos años como uno de los

112[112]
COENEN, Lothar. Diccionario Teológico del Nuevo Testamento. Vol. III. Salamanca : Sígueme, 1983. p.79
113[113]
CULLMANN, Op Cit., p. 181.
114[114]
CASABÓ S., José María. La teología Moral en San Juan. Madrid : FAX, 1970. p.181.
115[115]
CULLMANN, Op Cit., p. 181.
elementos primordiales de la teoría de la escatología realizada 116[116], la interpretación de la actualización del

juicio por la presencia de Jesús.

Quienes sostienen esta escatología según Casabó, argumentan lo siguiente:

El cuadro mitológico del juicio final que los sinópticos heredaran de la apocalíptica judaica -con su pintura
de fuego y ángeles, trompetas y cataclismos, y del Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes acompañado
de las legiones celestiales para separar a su derecha e izquierda las ovejas de los carneros-, habría sido
desmitologizado por Juan, quien lo redujo a su esencia teológica y en lugar de protraerlo al final de los
tiempos, los mostró como ya realizado al venir Cristo con todos los demás acontecimientos escatológicos:
muerte, juicio, resurrección, acceso a la vida eterna, ocurren en el momento en que Cristo habla o su
mensaje es anunciado, y en el que los hombres con su decisión, por su fe o incredulidad, toman partido por
o contra Cristo. El juicio es que la luz ha venido al mundo... El juicio se realiza ya, ahora: los que creen se
salvan; los que no creen ya están condenados. El juicio escatológico resulta radicalizado, hecho actual en
cada instante de la historia.117[117]

A pesar de la amplia aceptación lograda por la escatología realizada, continua diciendo Casabó 118[118], que el

estudio cuidadoso de los textos joánicos evidencian que no se da en ellas tal eliminación de la perspectiva

escatológica final. De su visión dual de "arriba" y "abajo", Juan tiene indudablemente un sentido lineal del

desarrollo temporal, con momentos claramente determinados por una decisión divina : el mundo es creado - el

Verbo se hace carne - la "hora" de Jesús - Jesús se va y vuelve - el último día. La expectación del último día

tan típica del Judaísmo tardío y de todo el NT aunque con énfasis distinto, se halla presente en el cuarto

Evangelio (5:24; 6:34,40,44; 11:24; 12:48; 13:19; 14:27-29; 15:6; 21:22).

En el NT se produce una diversificación respecto al juicio escatológico del AT. La justificación se separa de la

salvación definitiva y también del juicio. La justificación se hace presente con la venida de Jesús. En cambio

el juicio, si bien continúa siendo anunciado y con más énfasis aún, se mantiene sin embargo dentro del

horizonte escatológico de la segunda venida de Cristo.

Para Vila119[119], la primera venida de Cristo es salvífica y la justificación no se presenta bajo formas jurídicas.

En cambio la segunda es como juez escatológico y definitivo; el marco es netamente procesal. Jesús en su

encarnación no tiene el aspecto de justiciero anunciado. En Juan, Jesús afirma repetidamente que ha venido a
116[116]
Ver Capítulo III. Numeral 3.2.
117[117]
CASABO.,Op Cit. p.183.
118[118]
Ibid., p. 184.
119[119]
VILA, Samuel. Cuando El Venga. 5 ed. Barcelona : CLIE, 1986. P.24.
salvar, no a juzgar al mundo (3:17; 8:15; 12:47). Parece darse por lo menos la primera parte de esa separación

neotestamentaria entre salvación y juicio.

Por otra parte, Jesús afirma indudablemente que en el último día el será el juez, que todo poder y juicio le ha

sido entregado por el Padre, que a su voz resucitarán unos para la vida y otros para la condenación (5:22,27,28-

30); o que su palabra juzgará a los que la han rechazado (12:48). Parecería pues darse aquí también esa

separación entre la primera venida salvífica y la segunda venida como juez.

La palabra de Jesús confronta al hombre a lo largo de su vida; si la rechaza, ella le condenará en el "último día"

(12:48). Casabó agrega : "Así como los "juicios" de los judíos sobre Jesús (7:24; 8:15) no son todavía el juicio

oficial en que Cristo es condenado, pero lo preparan y determinan; así el "juicio justo" de Jesús calificando a los

hombres en su vida, no es todavía el juicio definitivo aunque tiene íntima relación con el que un día

pronunciará. A los ojos del juez, la materia del juicio se realiza ya; pero no es todavía juicio formalmente. 120
[120]
"

Por tal razón, se puede dejar sentado que Juan, como el resto del NT, separa en la primera y en la segunda

venida de Cristo, el don de los bienes salvíficos del juicio final condenatorio.

El Hijo Unigénito es enviado por el Padre para salvar a la humanidad, a la que libera de la esclavitud del pecado

y de Satanás; actuando como juez tan sólo contra satanás y el mundo que se le adhiere, verdadera realización

del juicio escatológico contra los enemigos de Dios. La venida salvífica es revelante y confrontante para el

hombre. La salvación en Cristo debe ser aceptada en la fe a él.

120[120]
CASABÓ., Op cit., p. 195.
En su segunda venida Cristo viene como juez. Los que han creído en él son salvos, resucitan para la vida, no

van a juicio condenatorio. Los que han creído y han obrado mal, resucitan para el juicio condenatorio. Sólo

este juicio es el escatológico y definitivo. Existe pues en Juan una tensión escatológica entre lo ya realizado por

Cristo, su presencia en el corazón de la historia, y su culminación final.

3.2. Escatología

Con el fin de introducir a una teología escatológica, se analizarán diferentes posiciones en cuanto a la definición

de escatología:

De acuerdo con Bertomeu121[121], al hablar de la escatología nos referimos a un orden futuro. Pero esta

referencia personal no es suficiente para definir la escatología: no basta un futuro simple, se requiere un futuro

definitivo. El primero nos lleva gradualmente al final de los tiempos, al último momento de la historia, el

segundo nos instala más allá de la historia. Último es el acontecimiento límite del tiempo, definitivo es el

acontecimiento que sobrepasa el orden temporal y se instala en el orden trascendente. En lo escatológico

confluyen los dos órdenes por cuanto se indica el límite en el orden cronológico y el de trascendencia. Así, lo

opuesto a escatológico no es sólo lo provisional, sino también lo caduco.

Continúa diciendo Bertomeu : "Por cuanto el orden trascendente se halla más allá del espacio y del tiempo, se

puede hablar de un orden trascendente original (al principio, antes de comenzar el tiempo), y de un orden

trascendente final (al término de los años, al final de los tiempos). De algún modo el orden escatológico dice el

orden trascendente, pero insiste en la condición definitiva y última (e;scaton = final).122[122]"

121[121]
BERTOMEU COLLADO, Vicente. Escatologías de los Profetas. Valencia : Seminario Metropolitano, 1972. p.12.
122[122]
Ibid., p. 12.
Para Berkhof : "El nombre "escatología" encuentra su base en aquellos pasajes de la Escritura que hablan de

"los últimos días" (eschataihemerai) (Is 2:2; Miq 4:1), "el último tiempo" (eschatos ton chronon) (I Ped 1:20),

y "la última hora", (eschate hora) (I Juan 2:18.)123[123]"

Es verdad que estas expresiones algunas veces se refieren a toda la dispensación del Nuevo Testamento, pero

aun así, incorporan una idea escatológica. Para Meinertz 124[124], la profecía del AT distingue sólo dos períodos,

es decir, "esta época" (clam hazzeh, en griego eon houtos), y "la edad que viene" (hollam habba, en griego

aion mellon). Puesto que los profetas explicaban la venida del Mesías y el fin del mundo como coincidentes,

los "últimos días" son los días que preceden en forma inmediata tanto a la venida del Mesías como al fin del

mundo.

Para Berkhof125[125], se hace evidente en el Nuevo Testamento que la venida del Mesías es doble, y que la Edad

Mesiánica incluye dos etapas, la presente Edad Mesiánica y la futura consumación. En consecuencia, la

dispensación del Nuevo Testamento debe ser considerada bajo dos diferentes aspectos. Si se fija la atención

sobre la futura venida del Señor en gloria, y la consumación final. Si, por otra parte, centramos la atención

sobre la primera venida de Cristo, es natural considerar a los creyentes de esta dispensación, aunque sólo sea en

principio, como los que viven ya en la edad futura.

Esta explicación de su condición no es rara para el Nuevo Testamento. El reino de Dios ya está presente, la

vida eterna está realizada en principio, el Espíritu de Dios ya está presente, el Espíritu es las arras de la herencia

celestial, y los creyentes ya están con Cristo en lugares celestiales.

Sin embargo, algunas de las realidades escatológicas que se proyectan de esta manera en el presente, no se

realizan por completo sino hasta el tiempo de la consumación futura. Y cuando se habla de "escatología", se

recuerdan particularmente los hechos y eventos que tienen relación con la segunda venida de Cristo, y que

marcarán el fin de la presente dispensación, introduciendo las glorias eternas del futuro.

123[123]
BERKHOF, L. Teología Sistemática. Trad. Felipe Delgado Cortés. Grnad Rapids : T.E.L.L., 1983. p.797.
124[124]
MEINERTZ, Max. Teología del Nuevo Testamento. 2 ed. Madrid : FAX,1966. p.570.
125[125]
BERKHOF., Op cit. p. 797.
Para Moltmann escatología significa : "doctrina acerca de la esperanza cristiana, la cual abarca tanto lo

esperado como el mismo esperar vivificado por ello. En su integridad, y no sólo en su apéndice, el cristianismo

es escatología; es esperanza mirada y orientación hacia delante, y es también, por ello mismo, apertura y

transformación del presente. Lo escatológico no es algo situado al lado del cristianismo, sino, que es

sencillamente, el centro de la fe cristiana.126[126]"

Continúa diciendo Moltmann127[127], la expresión "escato-logía" es errónea. No puede existir una "doctrina" de

las cosas últimas, si por "doctrina" se entiende un conjunto de enunciados doctrinales, que podemos

comprender basándonos en experiencias que se repiten siempre y que cualquier hombre puede tener. La

expresión griega "logos" se refiere a la realidad que está ahí, que está siempre ahí y que es reducida a verdad en

la palabra que le corresponde.

En este sentido, para Moltamann128[128] no resulta posible ningún logos del futuro, a no ser que éste sea la

continuación o la repetición simétrica del presente. Pero si el futuro hubiera de traer algo nuevo y sorprendente,

entonces no está permitido decir nada sobre él; no se puede decir nada con sentido sobre él, pues solo en lo

permanente y en lo que se repite con regularidad, y no en lo nuevo y contingente, puede residir una verdad

expresable en un logos.

Para Moltamnn:

La escatología cristiana no habla del futuro en general. Arranca de una determinada realidad histórica y
enuncia el futuro de ésta, la posibilidad y la potencialidad de futuro de esta. La escatología cristiana habla
de Jesucristo y del futuro de éste. Conoce la realidad de la resurrección de Jesús y predica el futuro del
resucitado. Por esto, el fundar en la persona y en la historia de Jesucristo todos sus enunciados acerca del
futuro representa la piedra de toque de los espíritus escatológicos y utópicos.
En todo el Nuevo Testamento la esperanza cristiana se dirige a lo que todavía no se ve; es, por ello,
"esperar contra esperanza"; por esta razón condena lo visible y lo ahora experimentable, presentándolo
como una realidad perecedera, como una realidad abandonada de Dios, que nosotros debemos dejar atrás.
La contradicción en que la esperanza coloca al hombre con respecto a la realidad actual de sí mismo y del
mundo, es precisamente la contradicción de la que nace esa esperanza, es la contradicción de la
resurrección con respecto a la cruz. La esperanza cristiana es esperanza de resurrección y manifiesta su
verdad en la contradicción con que el futuro de la justicia - prometido y garantizado en ella- se enfrenta al
pecado; la vida, a la muerte; la gloria, al sufrimiento; la paz, al desgarramiento. 129[129]

126[126]
MOLTMANN, Jürgen. Teología de la Esperanza. 3 Ed. Salamanca : Sígueme, 1977. p.20.
127[127]
Ibid, p. 21.
128[128]
Ibid., p. 21.
129[129]
Ibid., pp. 22-23.
Diferente a lo que piensa Moltmann, para Berkhof : "El nombre escatología llama la atención al hecho de que la

historia del mundo de la raza humana alcanzará finalmente su consumación. No es un proceso indefinido e

interminable, sino una historia verdadera que se mueve hacia un final divinamente señalado. Según la escritura

ese fin vendrá como una potentísima crisis, y los hechos y eventos asociados con esta crisis forman el contenido

de la escatología. Hablando en forma estricta, estos acontecimientos determinan también los límites de la

escatología."130[130]

Pero debido a que otros elementos tienen que incluirse bajo el término escatología, se acostumbra hablar de la

serie de eventos relacionados con el retorno de Jesucristo y el fin del mundo como los elementos que

constituyen la escatología general. Los asuntos que llaman la atención en esta división son: retorno de Cristo,

la resurrección general, el juicio final, la consumación del reino y la condición definitiva tanto de los justos

como de los injustos.

Continúa diciendo Berkhof131[131], además de la escatología general, también tenemos la individual, una

escatología que debe tomarse en consideración. Los eventos nombrados deben constituir el todo de la

escatología en el sentido estricto de la palabra, y sin embargo no podemos hacer justicia a esto sin demostrar

cómo las generaciones que han muerto participarán en los eventos finales.

Según Meinertz : "Para el hombre el fin de la existencia presente viene con la muerte, la cual lo transfiere por

completo desde esta edad presente y lo introduce en la futura. Hasta donde tiene que ver su remoción de la

edad presente con su desarrollo histórico, el individuo queda introducido en la edad futura, la cual es la

eternidad. En la misma medida en que hay un cambio de localidad, hay también un cambio de edad

(aeon)."132[132]

De todas estas definiciones de escatología, se puede observar en común que el carácter definitivo de la

escatología neotestamentaria está determinado por la convicción de que en la historia de Jesucristo el acto

escatológico decisivo de Dios ya se ha realizado, aunque de manera tal que la consumación del mismo sigue

130[130]
BERKHOF., Op cit. p. 798.
131[131]
Ibid., p. 798.
132[132]
MEINERTZ., Op cit. p. 798.
siendo futura. Hay en la escatología neotestamentaria tanto un "ya" de cumplimiento realizado, como un

"todavía no" de promesas pendientes.

3.3 Implicaciones de cro,noj, kairo.j y e;scatoj para la teología escatológica.

Pese a todo lo que se diga del significado de e;scaton, el hecho de la escatología en el Nuevo Testamento está

más allá de toda discusión. Todo el Nuevo Testamento es escatológico en cuanto ve a la historia como algo

movido por Dios hacia una meta. Por un lado, esta meta debe ser entendida como juicio; y por otro lado, como

la redención.

Para Stagg : "La extensión en que esta meta o ésjatón ha sido realizada o sigue sin realizar es algo sujeto a

debate, pero todo el Nuevo Testamento da por sentado que un ésjatón es definitivo. Sólo Filemón y 3 Juan, de

veinticinco y quince versículos respectivamente, carecen de referencias "a las esperanzas y expectativas

concernientes al futuro y a las 'últimas cosas'.133[133]"

Hacer de la escatología, el último de un libro, de alguna manera lleva a confusión, porque la escatología

corresponde a todo el estudio de la teología neotestamentaria. No es sólo una añadidura al final de la Biblia.

El punto de vista escatológico de la historia, que caracteriza al Nuevo Testamento, contrasta con los diversos

puntos de vista no bíblicos. Ha habido un punto de vista cíclico en el cual la historia es vista repitiéndose a sí

misma, retomando periódicamente sus pisadas. De acuerdo con Stagg 134[134], este punto de vista cíclico, que

presume la recurrencia de los hechos y aun la reencarnación de los individuos, no es el del Nuevo Testamento.

Para Stagg : "En el punto de vista escatológico, en el evangelio de Juan, Dios es visto como comienzo de la

historia, por encima de la misma y, sin embargo, dentro de ella y moviéndola hacia su meta.135[135]"

133[133]
STAGG, Frank. Teología del Nuevo Testamento. Trad. Arnoldo Canclini. Cuarta Edición. U.S.A. : Casa Bautista de
Publicaciones, 1993. p.299.
134[134]
Ibid., p. 300.
135[135]
Ibid., p. 300.
Continúa diciendo Stagg : "La escatología es una interpretación de la historia, tal como se la ve desde su fin o

meta. No es simplemente algo adosado al final de la teología. Su preocupación "no es la de proveer un mapa

para el futuro, sino aportar un criterio para el presente"136[136]

De acuerdo con Robinson: "La escatología se refiere a las cosas últimas (eskatón significa "último") y sobre su

fin (telos), pero su preocupación es por lo mismo con las eternas consecuencias del presente. El hecho de que

la historia se está moviendo hacia su meta, cuando el juicio y la liberación serán llevados a su consumación,

hace claro la importancia de una decisión ahora.137[137]"

Dentro de la escatología, cuando se habla de la escatología como una realidad ya alcanzada, se está refiriendo a

una escatología realizada, pero si se trata de una escatología todavía no terminada, se refiere a una escatología

no realizada:

a. Escatología realizada

Según Ratzinger : "Dodd es el principal responsable por el énfasis actual y por mucho de la comprensión del

ésjaton como ya realizado. Arguye convincentemente que en Jesucristo "el eskatón ha entrado en la historia; la

norma escondida de Dios ha sido revelada; la era que había de venir ha venido. 138[138]" Para él, de acuerdo con

Richardson139[139], la realización o el establecimiento del ésjatón dentro de la historia es indicado de varias

maneras:

 Cumplimiento: Jesús predicó el evangelio de Dios, diciendo: Mr 1:15 "el tiempo se ha cumplido, y el

reino de Dios se ha acercado". Pablo escribió que "cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su

Hijo" (Gál. 4:4).

136[136]
Ibid., p. 301.
137[137]
ROBINSON, John A. Jesus and His Coming. New York : Abingdom Press, 1957.P.94.
138[138]
RATZINGER, Joseph. Escatología "La muerte y la vida eterna". Tomo IX. Barcelona : Herder, 1984. p.63.
139[139]
RICHARDSON, Alan. An Introduction to the Theology of the New Testament. New York : Harper & Brothers, 1959.p.33-38.
 Lo sobrenatural: Los milagros del Nuevo Testamento son escatológicos. Anticipan lo que será finalmente

la completa victoria sobre la posesión de demonios, enfermedad y muerte por el reinado de Dios.

 Derrocamiento de los poderes del mal: Jesús explicó así el significado de los exorcismos: Mt. 12:48 "Si

yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios."

 Juicio: El evangelio de Dios son las buenas nuevas de que él ha venido en juicio así como para liberación

(Jn. 3:19). De allí que el evangelio reclame arrepentimiento tanto como fe (Mr. 1:15).

 Vida eterna: La vida de la era que ha de venir ha venido en Jesucristo (Jn. 3:16; 6:54,58). Es la vida bajo el

gobierno de Dios.

Es así como la escatología concierne con el punto de vista de que la historia tiene una meta en la cual el juicio y

la redención son llevados a su última expresión. La escatología realizada consiste en que cuando Jesús vino al

mundo, vinieron el mismo juicio y su redención.

Lo que será completado finalmente ya está presente en Jesús. Cuando la Palabra se hizo carne, Dios vino a la

historia con su don y su reclamo definitivos. Jesús citó sus obras, en particular la expulsión de demonios, como

evidencia de que el reino de Dios había venido y estaba venciendo el reino de Satanás. El dijo (Mt. 12:28): "Si

yo por el Espíritu de Dios echo fuera demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios".

b. Escatología no realizada

Decir que el reino de Dios ha venido no es negar que aún debe venir su consumación. Ver el e;scaton como

algo realizado es verlo como establecido, pero no agotado en la historia. Paradójicamente, el e;scaton ha

venido y aún ha de venir.


Dodd140[140], de acuerdo con muchos de sus críticos, al menos en sus primeros escritos, parece haber excluido

cualquier idea futura de la escatología: Sin embargo escribe:

Si bien el Nuevo Testamento afirma con toda seriedad que si bien el gran hecho divino ha ocurrido, aún
queda un residuo de escatología que no se ha agotado en la "escatología realizada" del evangelio, o sea el
elemento de la misma finalidad. Mientras que la historia aún continúa, un punto de vista sobre el mundo,
que, como el punto de vista profético y cristiano, insiste en que la historia es una unidad, debe
necesariamente representarse como teniendo un fin así como un principio, por muy imposible que sea para
la filosofía admitir la idea de tiempo finito. De ese modo, la idea de una segunda venida de Cristo aparece
junto con la enfática aserción de que su venida en la historia satisface todas las condiciones del hecho
escatológico, excepto la de la finalización absoluta. 141[141]

Aquí Dodd parece entender que la historia tiene un "fin" ligado con la "segunda venida" de Cristo. Sea lo que

fuere verdad en cuanto a Dodd, esto parece ser la enseñanza neotestamentaria.

Jesús habló de hechos catastróficos, como son descritos en Marcos 13 y sus paralelos (Mateo 24: 1-36; Lucas

21:5-36). Aparentemente, uno de sus principales propósitos fue el de dar seguridad de que la vida va más allá

de esos hechos. Mr. 13:7 "Aún no es el fin (te,loj)." Su muerte y la destrucción de Jerusalén exigirían mucho

de la fe de sus discípulos. Cada uno de esos hechos parecía ser el fin, pero no lo eran. El fin en el sentido de lo

definitivo, habría de estar conectado con su muerte-resurrección. Jesús predijo un tiempo cuando él sería

alejado de sus discípulos (Mr 2:20) y, sin embargo, ellos no quedarían huérfanos, pues en un sentido real él

estaría con ellos (Jn 14:18).

En cuanto a los últimos días, Stagg142[142] dice que los autores del Nuevo Testamento se vieron a sí mismos

como viviendo en ellos. En pentecostés, Pedro interpretó la venida del Espíritu Santo como el cumplimiento de

la promesa en Joel de que Dios derramaría su Espíritu "en los postreros días" (Hech. 2:17). En Hebreos, Dios

al hablar de su Hijo es descrito diciendo "en estos postreros días" (1:2). Juan dice explícitamente: "Ya es el

último tiempo" (1 Jn. 2:18). Las condiciones descritas como las que corresponden a los últimos días (2 Tim.

3:1; Jd. 18) tienen por intención describir los tiempos del autor bíblico. Los tiempos peligrosos y malos

descritos eran los de esos autores y lectores. Los "últimos tiempos" habían comenzado cuando la Palabra se

hizo carne.

140[140]
DODD, C.H. The Apostolic Preaching and Its Developments. New York : Willet, Clark & Co., 1937.p.93.
141[141]
Ibid., p.94.
142[142]
STAGG. Op cit., p. 302.
La mención del futuro, así como al presente, se encuentra en referencia de Juan al "día postrero", al emplearse

la forma singular para "día" (Jn 11:24). Jesús declaró ser la resurrección y la vida (v.25). en Jn. 6:39,40, la

vida eterna es considerada una realidad presente, pero se hace referencia en tiempo futuro a una resurrección

"en el día postrero". Hay un elemento futuro en la referencia a un juicio por venir "en el día postrero" (12:48).

De modo que el juicio no es sólo una realidad presente (3:19); también pertenece al último día. Considerado

como futuro (12:48).

Stagg al respecto dice lo siguiente: "La paradoja que se encuentra a lo largo del Nuevo Testamento se basa en

las frases "los últimos días" o "el día postrero". El juicio es presente y futuro. De la misma manera, la

resurrección es presente y futura. Tanto el juicio como la vida resurrecta vienen ahora en Cristo; ambas

vendrán en plenitud en Cristo. Lo que ha de venir en plenitud ya está presente en él. Los últimos días vienen

con él; el último día nos espera en su venida.143[143]"

El evangelio de Juan es enfático sobre una futura venida (14:3, 18,19,28; 16:16,22) y habla claramente de la

resurrección y del juicio final "en el día postrero" (5:28,29; 6:39,40,44,54; 11:24; 12:48); sin embargo a lo largo

de este cuarto evangelio, la vida eterna, el juicio y la resurrección son realidades presentes (3:18,19; 4:23; 5:25;

6:54; 11:23,24; 12:28,31; 13:31,32; 14:17; 17:26). En Hebreos el "reposo" de Dios es tanto presente como

futuro; los hombres entran en él y deben pugnar por entrar. Los cristianos están "en los últimos días" (1:2;

9:26) y, sin embargo, verán que "aquel día se acerca" (10:25).

La palabra te,loj, normalmente traducida "fin", no es tan simple como puede parecer. Puede designar la

terminación o cesación, una clausura o conclusión, un fin o meta puede tener alguna fuerza adverbial.

Jesús se refirió al "fin" en una advertencia a los discípulos de que no fueran desviados por los falsos profetas y

los falsos Mesías y que no confundieran las "guerras y rumores de guerras" con las señales del fin. Para

Stagg144[144], presumiblemente las guerras fueron las provocadas por los zelotes judíos, que enseñaban que de ese

143[143]
Ibid., p. 303.
144[144]
Ibid., p. 309.
modo ellos harían venir el reino de Dios. Jesús dijo que estas cosas vendrían "pero aún no es el fin" (Mr 13:7).

Pablo habló de la resurrección del pueblo de Cristo en su parusía, agregando "luego (eita) el fin" (1 Cor 15:24).

Kennedy145[145] cree que telos significa mucho más que "terminación", sosteniendo que expresa la idea de una

meta. Trata de referirlo a "la consumación final, la perfecta realización del propósito divino", hecho posible por

la abolición de todo poder rival o autoridad con potencia. El fin (telos) es distinguido de la parusía, aunque la

palabra "luego" (eita) no tiene por qué implicar un intervalo de cualquier duración.

Para Kennedy : "El "fin" o meta designa la completa destrucción de toda hostilidad a Dios, poniendo a todos

los enemigos bajo sus pies, siendo el último enemigo la muerte (1 Cor. 15:25,26). Jesús advirtió que el "fin" o

meta no sería alcanzado por tales guerras "mesiánicas" como imaginaban muchos (Marcos 13:7). Pablo

escribió que el "fin" o meta se alcanza cuando la muerte como último enemigo, sea vencida en la resurrección

de aquellos que están en Cristo (1 Cor. 15:22-26)."146[146]

En Cristo se puede entrar a la vida aquí y ahora (Jn 6:54,68; 10:28; 17:3). Así el tiempo y la eternidad, aunque

cualitativamente distintos están relacionados. Según Stagg : "El eterno se ha hecho presente en la historia y las

decisiones hechas en el tiempo son de significado para la eternidad. La Palabra, el Verbo, se hizo carne (Jn

1:14) y Jesús, el nacido de mujer (Gál. 4:4), ahora está a la diestra de Dios (Hech. 7:55,56). En un hecho,

consumado una vez para siempre, la eternidad ha entrado al tiempo. "Aquel que está por encima y más allá

de todo el tiempo, Cristo, el que es el mismo, hoy, ayer y por los siglos, ha entrado en el tiempo."147[147]

Para Brunner148[148], se han hecho muchos intentos para describir el tiempo en términos de alguna imagen, pero

ninguno es adecuado. Es común hoy el rechazar el "concepto griego" del tiempo cíclico a favor del concepto

lineal. El problema del tiempo, sin embargo, no puede ser resuelto simplemente escogiendo entre el concepto

cíclico y lineal. El concepto lineal que ve al tiempo como una línea que se mueve hacia delante con cada

hecho, único e irrepetible, está más cerca del concepto neotestamentario, pero es inadecuado. El Nuevo

145[145]
KENNEDY, H.A. Paul's Conceptions of the Last Things. London : Hodder $ Stoughton, 1904.p.578. citado por STAGG., Op
Cit.p320.
146[146]
Ibid., p. 310.
147[147]
Ibid., p. 311.
148[148]
BRUNNER, Emil. Eternal Hope. Translated by Harold Knight. London : Lutterworth Press, 1954.p.47.
Testamento presenta dos épocas (aiones) sobrepuestas. El cristiano vive en esos dos órdenes a la vez: el

histórico-cronológico y el eterno, que trasciende el tiempo, pero está relacionado con él.

El concepto cíclico, comúnmente llamado "concepto griego" de acuerdo con Bultmann 149[149], representa a la

historia repitiéndose a sí misma, con los hechos volviendo a ocurrir en ciclos similares a los de las estaciones

del año. Por ejemplo, Platón reaparecerá en la historia cuando los ciclos reaparezcan. Así entendida, la historia

no va a ninguna parte y no tiene significado final. El punto de vista "espiral" ve el progreso en los ciclos de la

historia, repetición con diferencias, pero sin meta ni significado último. El punto de vista lineal ve el tiempo y

la historia como moviéndose sobre una línea que no prevé para reversibilidad o repetición de un hecho en

particular, pues cada uno es único o irrepetible.

Como se dijo antes, el Nuevo Testamento en su concepción del tiempo y la historia está más cerca del concepto

lineal que del cíclico o del espiral, pero no es idéntico a él. La gran diferencia está en que el punto de vista

neotestamentario ve que el fin del proceso lineal ya ha aparecido en el medio de la línea; el e;scaton (fin) ya ha

entrado a la historia en la persona de Jesucristo. Fue cuando la plenitud (plh,rwma) "del tiempo" llegó que

"Dios envió a su Hijo" (Gál. 4:4). Cristo es la meta de la historia. El tiempo y la historia no son infinitos y no

terminarán como un reloj que se detiene. Si alguna de aquellas explicaciones fue cierta, el tiempo sería lineal

pero sin significado. Sin embargo, toda la Biblia es escatológica en cuanto da por sentado que el tiempo y la

historia se están moviendo hacia un fin que es una meta (e;scaton).

Este e;scaton ya ha entrado a la historia en la persona de Cristo quien es "el primero y el último e;scatoj y el

que vive" (Apoc. 1:17,18). De ese modo, el "fin" de la línea ha entrado en la línea y se ha convertido en una

parte integral de ésta. La historia no continuará para siempre ni terminará sin sentido. Está siendo captado en

lo eterno y así recibirá su significado. Cristo es el único en quien y por quien todas las cosas fueron creadas

(Col. 1:16) y en Cristo todas las cosas se han "reunido" (Efe. 1:10). Cristo, quien es el comienzo y el fin o meta

(e;scaton). La eternidad no toma su lugar simplemente cuando el tiempo deja el suyo, ni la eternidad es sólo

tiempo sin fin. En Cristo, el primero y el último y el que vive, lo eterno ha entrado a la historia para redimirlo.

149[149]
BULTMANN, Rudolf Karl. The Presence of Eternity. New York : Harper & Brothers,1957. p.24.
Juan tiene indudablemente un sentido lineal del desarrollo temporal, con momentos claramente determinados

por una posición divina: el mundo es creado - el Verbo se hace carne - la "hora" de Jesús - Jesús se va y vuelve

- el último día. La expectación del último día tan típica del judaísmo tardío y de todo el Nuevo Testamento

aunque con énfasis distinto, se halla presente en el cuarto evangelio (5:24; 6:34,40,44; 11:24; 12:48; 13:19;

14:27-29; 15:6; 21:22).

Para Lohse : "el Evangelio de Juan no entiende el juicio escatológico como acontecimiento apocalíptico futuro,

sino como acontecimiento presente. Cuando se acepta la palabra de Jesús se efectúa la liberación de la muerte

para una vida que se recibe mediante la fe."150[150]

Según la interpretación del evangelio de Juan, el juicio escatológico tiene lugar ya aquí y ahora. El Padre no

envió al Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él (3:17). Donde el Hijo es rechazado

no hay más que tinieblas y muerte; donde es aceptado hay luz y vida. Por ello, en la postura que se adopta ante

él se consuma la kri,sij, que debe entenderse a la vez como separación y como juicio: "No he venido para

juzgar al mundo, sino para salvarlo", dice el Cristo en el evangelio de Juan, pero, "el que me rechaza y no

acepta mis palabras, ya tiene quien lo juzgue: el mensaje que he comunicado, éste lo juzgará el último día"

(12:47s).

El juicio que aparece frente a las palabras de Jesús consiste en que "la luz vino al mundo y los hombres

prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus acciones eran malas" (3:19). "Quien cree en el Hijo posee vida

eterna; en cambio, quien niega a creer en el Hijo no sabrá lo que es vida; lleva encima la sentencia de Dios"

(3:36). No es en el futuro juicio final, sino ahora cuando se decide la perdición eterna o la vida igualmente

eterna.

Este modo de entender la fe y la incredulidad, la vida y la muerte caracterizan la escatología de Juan. "Quien

oye mi mensaje y da fe al que me envió, posee vida eterna y no se le llama a juicio; no, ya ha pasado de la

muerte a la vida" (5:24; cf. también 8:51), pues Cristo es la resurrección y la vida. El que cree en él vivirá,

aunque muera. Y aquel que vive y tiene fe en él no morirá nunca (11:25). Para Lohse : "Lo que en la
150[150]
LOHSE, Eduard. Teología del Nuevo Testamento. Madrid : Ediciones Cristiandad, 1978. p.223.
escatología cristiana se esperaba como cumplimiento futuro, se describe en estas frases como otorgamiento

actual de la salvación.151[151]" La victoria sobre la muerte se consigue cuando mediante la fe se acepta a Jesús

como la resurreción y la vida. Sin embargo, en otros pasajes del texto transmitido del Evangelio de Juan se

habla de la futura resurrección de los muertos (5:28) y del último día (6:39,40,44,54; 12:48).

Continúa diciendo Lohse152[152], la escatología de Juan renuncia a emplear los términos y concepciones con que

la apocalíptica intentaba describir el futuro, y el evangelista no habla, como la escatología primitiva, de la

llegda del Hijo de hombre sobre las nubes del cielo; pese a ello, también él fija su mirada en el futuro. Con la

tradición primitiva, escribe: "Quien desprecia la propia existencia en el mundo éste, la conserva para una vida

sin término" (12:25). Cuando se ha aceptado por la fe a Jesús como resurrección y vida, se ha ganado la vida y,

con ella, el futuro. Los suyos morarán con Jesús junto al Padre, pues en la casa de su Padre hay muchos

aposentos y él se marcha allá para preparales sitio (14:2). "Padre, quiero que, donde yo estoy, estén ellos

también conmigo y contemplen esa gloria mía que tú me has dado, porque me amabas ya antes de que existiera

el mundo" (17:24).

La comunión con el Señor glorificado traerá consigo el final y la culminación del acontecer presente, porque

entonces el cosmos no perturbará ya la unidad con Cristo, ni la sa,rx ocultará la do,xa. Es verdad que los

cristianos han de sufrir la muerte física, pero la muerte corporal no puede arrebatarles esa vida que dura

eternamente porque tienen en Cristo vida eterna.

151[151]
Ibid., p.204.
152[152]
Ibid., p.204.
CONCLUSIONES

El concepto del tiempo tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento no está abarcado por una sola

palabra, sino por muchas, debido a su complejidad. Todas ellas en conjunto muestran el concepto de

temporalidad de diversas maneras. Es así como e;scatoj en los LXX da la idea de sucesión temporal, con el fin

de mostrar lo que sucederá en un intervalo de tiempo entre un suceso presente y otro futuro, del cual se pude no

saber su momento exacto. Esta misma palabra en el evangelio de Juan se encuentra unida con el vocablo

h`me,ra, para hacer alusión al "último día", que recoge la expresión profética del "día de Yahvéh.". La

característica del "último día" es según el testimonio de Juan, la resurrección de los muertos, puesto que el

juicio es para los incrédulos (12:48).

El vocablo aivw/n en los LXX indica eternidad, tiempo remoto. Dándole sentido a algún suceso en función de

su creador, el cual es eterno. Esta eternidad, se hace presente en el evangelio de Juan en la persona de

Jesucristo, para que todo aquel que en él crea, no se pierda mas tenga vida eterna.
Cro,noj en los LXX se usa para determinar el tiempo cronológico, el tiempo que las personas pueden medir.

Pero también indica que para todo hay un tiempo, un período determinado y una hora para lo que tiene lugar

bajo el sol. En los sucesos aparentemente fortuitos forman todos ellos parte de un inmenso plan. En el

evangelio de Juan, se puede observar que cro,noj hace parte del tiempo medible por las personas, pero que a su

vez es un tiempo propicio para un plan salvífico.

En los LXX w[ra es utilizado para indicar un punto decisivo en el tiempo, pero con énfasis en la designación

divina, es decir, indica un momento específico de la futura actuación de Dios. Esto se puede observar en el

evangelio de Juan, en donde se designa en forma frecuente una etapa especial y significativa en la vida de

Jesús, pues para que la w[ra de Dios pueda brillar, se debe esperar la w[ra propicia.

Kairo,j es usado por los LXX para indicar un tiempo oportuno, para realizar una actividad especial,

específicamente un hecho realizado por Yahvéh, según el tiempo que él señale, será un tiempo en el que

Yahvéh decide actuar. De igual forma esto se puede observar en el evangelio de Juan, cuando Jesús dice que

aún no es el momento oportuno (7:6s), queriendo decir con esto que Dios es el que decide cuando un momento

es oportuno o no.

Dios es el Señor del tiempo y de la historia, por eso es que el tiempo aparece en relación concreta con la

historia de la salvación, un kairo,j , un tiempo de Dios, en el cual él decide la consumación de la obra de

Jesucristo y su regreso al Padre.

Uno de los puntos centrales del Nuevo Testamento es la espera del juicio final, cuyo día sólo Dios conoce. Día

del Señor, puesto que él volverá en gloria para juzgar a la humanidad. Día de triunfo y gloria para los creyentes

fieles, pero de condenación para todos los enemigos de Dios.

Para Juan, el juicio escatológico tiene lugar ya, aquí y ahora. El Padre no envió al Hijo para juzgar al mundo,

sino para que el mundo se salve por él. Donde el Hijo es rechazado no hay más que tinieblas y muerte; donde

es aceptado hay luz y vida.


El punto de vista neotestamentario ve que el fin del proceso lineal ya ha aparecido en el medio de la línea; el

e;scaton ya ha entrado en la historia en la persona de Jesucristo. Cristo es el único en quien y por quien todas

las cosas fueron creadas. Cristo quien es el comienzo y el fin o meta (e;scaton).

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