Está en la página 1de 1

Parece ser que, en el sarcasmo se vuelve ambigua la línea entre ironía y sarcasmo.

Aquel lenguaje
creativo y nada disfemico apunta la mayoría de veces a dejar mal parado a la persona a quien va
dirigido. Humillar y morder la carne.

La ironía y el insulto, una línea ambigua.

La delgada línea entre ironía e insulto.

El salto de la ironía al insulto.

La brecha entre el insulto la ironía.

La ironía, la otra cara del insulto.

La ironía, el insulto respetable.

También podría gustarte