Docente: Dr. Byron Salazar Estudiante: Jonathan Cueva Definición de persona. Una persona es un ser subjetivo dotado de una organización interna, con una estructura de esquemas que tienden a conservarse y adaptarse al medio en que se desenvuelve, usando la asimilación y acomodación como un proceso de homeostasis para considerarse un ser interaccionista con su entorno. Los esquemas se forman en función de la información que la persona adquiere de su contexto, estos se organizan para formar la cognición que servirá al individuo para construir su conocimiento. La capacidad cognitiva y la inteligencia están estrechamente relacionadas con el medio social y físico de ahí que sea un ser intrínseco que no solo se enfrenta al mundo externo sino también a su "yo" interno. La persona es y no es la actividad completiva, no se le puede reputar como una especie de relieve o cúspide de éste, pues ya sería parte del mismo. Cada persona es única, es esencialmente distinta a las demás, además la unicidad de cada ser humano no se debe exclusivamente a la persona, la persona humana es devenir, algo nace en ella que da su carácter original a cada instante presente vivido con plenitud. La identidad de la persona no depende exclusivamente del espíritu, por el contrario, desempeñan un papel importante en su conservación condiciones comunes con el despertar del yo y con la conciencia del yo. La persona endereza su interés hacia las otras personas, pero es persona y su relación con los demás es personal, sus actos trascendentes y su misma razón de ser consiente en captar y realizar valores e ideas. Cada individuo humano es un valor por sí mismo, además de entrañar una estructura estimativa singular. La persona es una sustancia que tiene por forma sustancial un alma espiritual, y que vive una vida no sólo biológica e instintiva, sino intelectual y voluntaria. Cada persona individualmente considerada es un todo abierto a la comunicación y un todo que, al menos potencialmente, puede darse con generosidad a los otros, creando así lo auténticamente social. Y, de este modo, completamos esta caracterización de los rasgos fundamentales de la persona; analizándolos no sólo en función de lo propiamente antropológico, además de sus bases ontológicas, sino también vislumbrando algunos elementos del papel esencial que jugará en el campo de lo político.