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Trastorno psicopatológicos de pensamiento.

TAQUIPSIQUIA: a la aceleración patológica de la actividad psíquica o pensamiento. Esta


aceleración del pensamiento es un trastorno cuantitativo de velocidad y puede manifestarse
con o sin verborrea.
Síntomas de la taquipsiquia
Una consecuencia del aumento de la velocidad del pensamiento es que se produce una
dificultad para poder llegar a una conclusión, ya que todo pensamiento está comprometido
por una nueva idea recién formada, creando muchas veces desorden en el cerebro del
sujeto, verborrea, distracciones y predominio de asociaciones disparatadas. La taquipsiquia
se define entonces como un aumento significativo de la velocidad de pensamiento, y
disminución del tiempo de respuesta, aumento de las palabras por minuto, mayor
espontaneidad y se caracteriza por un incremento del flujo de ideas que aparecen en la
mente, saltando de una idea a otra constantemente. Este salto de una idea a otra ocurre, en
general, antes de que el primer pensamiento o idea haya terminado.
La taquipsiquia proviene del griego de las palabras tachýs (rápido) y psyché (alma o mente)
y no se considera una enfermedad como tal, sino un signo clínico que orienta al psicólogo o
psiquiatra para el diagnóstico diferencial. Está incluida dentro de las llamadas alteraciones
del curso del pensamiento. Hay dos tipos de ritmos de pensamiento, si este se presenta
enlentecido o inhibido se denomina bradipsiquia, (este está relacionado con cuadros
depresivos o algunos tipos de esquizofrenia) o acelerado, que sería el caso de la
taquipsiquia.
La taquipsiquia o aceleración de la actividad psíquica, puede ser muy desagradable, ya que
produce la sensación de perder el control del pensamiento, desencadenando en ocasiones
una verborrea imparable.
¿Que la causa?
El origen de la taquipsiquia es diverso, puede ocurrir por consumo de estimulantes, por
estados de angustia o ansiedad o por sufrir algún trastorno psicológico.
Es propio de algunos trastornos psíquicos o enfermedades mentales. Especialmente lo
podemos ver en aquellos trastornos que cursan con crisis delirantes como la psicosis o la
manía, es decir, en estados patológicamente eufóricos.
De manera aislada se da sobre todo en la manía unipolar, también puede verse en el
síndrome mixto o manía disfórica, donde se presenta con más frecuencia que en
el trastorno bipolar en el cual es menos frecuente, aunque en las fases maniacas del
trastorno bipolar también puede observarse tanto taquipsiquia como fugas de ideas
Un término muy usado en la taquipsiquia es el del pensamiento ideofugal, que es
característico de la fase maníaca; el paciente pasa de un tema a otro, cada frase tiene más o
menos relación con la anterior o con los estímulos que proviene del ambiente. Son típicos
de esta forma de pensamiento tener una gran elocuencia llena de datos a medio camino y
una gran falta de autorreflexibilidad que permita detenerse a la persona. Sin embargo, las
asociaciones que hace el paciente no son absurdas ni extrañas, están con relación a
situaciones del ambiente, al tema que precede el discurso, etc. Por lo que el discurso puede
ser perfectamente comprensible.
La taquipsiquia puede evolucionar hacia la fuga de ideas, término usado para designar la
taquipsiquia característica de la fase maniaca y que consiste en el que el discurso ya pasa a
ser incomprensible, el pensamiento va demasiado rápido y no tiene relación con el
ambiente sino por leyes de asociación pasiva del pensamiento, contigüidad, consonancia y
contraste. En casos extremos puede que el pensamiento sea más rápido que el lenguaje y el
paciente no puedan articular palabra.

Tratamiento de la taquipsiquia
Para el tratamiento es básico aprender a controlar nuestra actividad mental, es decir,
nuestros pensamientos, para que estos no se pierdan en divagaciones

Así, los ejercicios de atención son muy recomendables. Un ejemplo seria, antes de


acostarse, observar la fotografía de una persona que resulte agradable. Observar bien los
detalles del rostro, ojos, nariz, boca, intentando memorizar el rostro. Luego, una vez
apagada la luz se ha de intentar evocar el rostro de la fotografía. Una vez realizado el
ejercicio varias veces, se deberá de intentar evocar la imagen sin necesidad de ver la
fotografía. Con la práctica, debería de bastar recrear el rostro para poder recordarla con
precisión y fidelidad. Este ejercicio se debería de completar con el rostro de alguien que
consideremos desagradable, de esta manera, no forzaremos la concentración solo en aquello
que nos gusta

Este ejercicio de concentración puede ser muy útil para desacelerar el pensamiento, de


todos modos, la taquipsiquia es un signo de que algo no funciona con normalidad, por lo
que se hace necesario acudir a un psiquiatra o psicólogo clínico para poder realizar una
evaluación concreta.
Existen muchas técnicas enfocadas al control mental que pueden ser de utilidad, pero
siempre dependerá del tipo de dificultades que se presente. Teniendo en cuenta esto, hay
diferentes orientaciones dentro de la psicología que pueden ayudar una vez realizada la
valoración y el diagnóstico y descubrir que es lo que está causando el síntoma y ver cómo
se puede abordar y modificar.

FUGA DE IDEAS:
Un trastorno que afecta a la velocidad del pensamiento y el discurso. Podemos diferenciar
dos planos: el pensamiento (ideas) y el discurso (lenguaje). En este trastorno, las ideas se
escabullen unas de otras sin sentido, primero en la mente de la persona y posteriormente en
su discurso, cuando las verbaliza.
Características: La fuga de ideas es un trastorno del pensamiento, que afecta a la
velocidad del mismo y se caracteriza por un incremento en el flujo de ideas que aparecen en
la mente, que hace que la persona que lo manifiesta hable más rápido de lo habitual,
saltando de una idea a otra constantemente. Este salto de una idea a otra ocurre, en general,
antes de que el primer pensamiento o idea haya terminado. Además, se considera el grado
máximo de taquipsiquia. La taquipsiquia es la aceleración patológica de la actividad
psíquica. A diferencia de esta, la fuga de ideas es más intensa y agresiva. En la fuga de
ideas el paciente carece de una dirección fija a la hora de hablar; es decir, el pensamiento se
dispara y salta de una idea a otra sin rumbo ni meta. Se producen cambios temáticos
bruscos y sin lógica.

Así, como hemos visto, la fuga de ideas se compone por dos elementos principales:

 Incremento masivo de la velocidad del pensamiento.


 Dificultad sistémica en llegar a una conclusión.

Síntomas relacionados

Las particularidades comunes a toda fuga de ideas son las que veremos a continuación.
1 Desorden y falta de finalidad de los procesos intelectuales Ocurre que, incluso cuando las
diferentes ideas que tiene la persona guardan algún tipo de relación, el conjunto de la
cognición carece de sentido y significado.
2. Asociaciones disparatadas que no guardan ningún tipo de relación entre ellas
Predominan asociaciones que no tienen relación entre ellas. Además, los pensamientos
generados pueden ser muy diferentes entre sí, aunque aparezcan de forma continua en la
mente o discurso de la persona.
3. Distracciones fácilmente y desviación de los temas
El sujeto con fuga de ideas se distrae con facilidad y se desvía de los temas que piensa,
influenciado por los estímulos del ambiente (externos).
Así, muchas de sus ideas aparecen de forma inmediata a raíz de la visualización de alguna
imagen del exterior que observa el sujeto.
4. Altamente visible
La fuga de ideas se observa fácilmente a través de la expresión verbal del paciente. Esa
lluvia masiva de ideas que hemos comentado anteriormente, se expresa de forma inmediata
y desata la elaboración de discursos incongruentes.
Causas
La fuga de ideas suele aparecer por una alteración en el estado de ánimo. En concreto, un
estado patológicamente eufórico como la manía (en trastorno bipolar tipo I) o la hipomanía
(en trastorno bipolar tipo II), es la principal causa de la fuga de ideas.
Así, esta alteración resulta típica en los trastornos bipolares comentados, pero también
pueden aparecer de forma aislada (aunque no es tan habitual). Se da especialmente en el
trastorno bipolar tipo I, donde aparece o ha aparecido como mínimo un episodio de manía.
En un episodio de manía, el estado de ánimo aparece perturbado y se produce un
incremento de actividad orientada a un objetivo, así como aumento de energía, durante 1
semana (o menos si se ha requerido hospitalización).
La fuga de ideas, también puede aparecer en pacientes con esquizofrenia. Andreasen en
1979 la incluyó dentro de su clasificación de trastornos del pensamiento en esquizofrenia,
cuando elaboró la Escala de Trastornos del Pensamiento. Sin embargo, al realizar el
diagnóstico diferencial, deberemos diferenciar adecuadamente la fuga de ideas de las
alteraciones psicóticas propiamente dichas.
A veces, la fuga de ideas aparece conjuntamente con ideas delirantes, pero entonces se trata
de una alteración diferente, ya que el contenido del pensamiento en la fuga de ideas se
encuentra preservado (no aparece delirio); sólo se encuentra alterada su presentación (más
acelerada de lo habitual).
Consecuencias
Se considera la fuga de ideas un trastorno grave que repercute de forma muy negativa en el
sujeto; el pensamiento se encuentra tan acelerado que pierde completamente su
funcionalidad.
Así, la persona experimenta una lluvia de ideas masiva en el en interior de su mente, pero
estas ideas aparecen solapadas por la generación de la idea posterior; la persona
finalmente no consigue atender a ninguna idea en concreto. De aquí surge su nombre, de las
“ideas que se fuga” unas de otras. La persona elabora una gran cantidad de pensamientos e
ideas, pero ninguno de ellos resulta productivo.
Por otro lado, los pensamientos desaparecen a la misma velocidad con la que han
aparecido. El sujeto va saltando de un tema a otro sin ningún orden lógico ni congruencia.
El resultado, finalmente, es que el discurso se vuelve totalmente incongruente y el sujeto es
incapaz de centrar el pensamiento en ninguna idea o aspecto en concreto, aunque este
resulte sencillo.
De esta forma, tareas que exigen un grado de concentración mínimo (por ejemplo, hablar
con alguien, o incluso cocinar) se vuelven realmente difíciles, ya que la aceleración de su
pensamiento impide que dicha persona pueda concentrarse.
Tratamiento
El tratamiento para esta clase de alteraciones depende del cuadro clínico general en el que
se enmarca, es decir, del trastorno que genera esa y otras alteraciones

BRADIPSIQUIA:Se entiende por bradipsiquia el síntoma caracterizado por un


enlentecimiento generalizado de los procesos de pensamiento. La bradipsiquia supone un
perjuicio variable según el grado en que aparezca.

El enlentecimiento se produce a todos los niveles, tanto en lo que se refiere a la generación


de pensamiento y la puesta en marcha de diferentes tipos de actuaciones y procesos como a
la hora de comprender la información externa.
Algunos de los aspectos que se ven enlentecidos son la capacidad de atención, la capacidad
de juicio y raciocinio, la velocidad de reacción. En ocasiones puede afectar a otros aspectos
como el lenguaje, especialmente cuando se acompaña de alogia.
El pensamiento resulta enlentecido por diferentes causas. Es frecuente que se divague sin
alcanzar una conclusión, repitiendo el pensamiento en cuestión hasta lograr darle un fin.
Suele verse también cierta rigidez y perseverancia.
Al tratarse de un síntoma que afecta a la forma del pensamiento a nivel general, la
afectación se da en todos los ámbitos vitales de la persona.
Causas pueden ser múltiples y variadas.
A nivel neurológico puede observarse que en muchos casos existe un daño en los ganglios
basales o bien en la conexión del córtex con estos o con otras vías subcorticales. En
ocasiones se observa un menor volumen de sangre en la zona prefrontal del encéfalo,
disminuyendo su funcionalidad en lo que viene a denominarse hipofrontalidad. 
El hipocampo también puede estar reducido. En lo referente a neurotransmisores, un déficit
de noradrenalina y/o dopamina puede provocar una disminución del estado de alerta que a
su vez puede generar un enlentecimiento del pensamiento. La falta de acetilcolina también
puede ser un factor importante.
Otra posible causa se deriva de la focalización por parte de la persona en determinados
tipos de pensamiento y esquemas mentales, que le absorben y dificultan la capacidad
atencional y de reacción.

Trastornos y situaciones en los que aparece

La bradipsiquia es un síntoma que puede aparecer en una gran cantidad de situaciones,


tanto en diferentes trastornos mentales como en condiciones no patológicas (por
ejemplo, asociadas al consumo de drogas). A continuación veremos las principales causas.
1 Envejecimiento normativo
Una vez alcanzada cierta edad, con el paso de los años la mayoría de las personas notan una
disminución más o menos notoria de la mayoría de sus capacidades mentales. Al envejecer
los huesos y músculos se debilitan, la memoria empeora y aprender se vuelve ligeramente
más complejo que en otros momentos vitales. Es frecuente que se observe un
enlentecimiento generalizado, tanto a nivel físico como psíquico.
2. Demencias
La bradipsiquia resulta muy frecuente en trastornos neurodegenerativos como las
demencias, debido a la degradación y muerte neuronal y la mayor dificultad de transmisión
de las señales nerviosas.
3. Esquizofrenia
La lentitud de pensamiento es un síntoma negativo de la esquizofrenia, que suele aparecer
vinculada a la alogia.
4. Depresión mayor
El hecho de centrarse en pensamientos de tipo negativo, la desesperanza y la sensación de
falta de control que padecen los sujetos deprimidos provoca que a la larga les sea más
difícil concentrarse en y reaccionar a la estimulación, siendo otro contexto en el que
aparece la bradipsiquia.
5. Consumo de sustancias
Muchas drogas tienen efectos depresores sobre el sistema nervioso, a veces incluso
llegando a tener efectos narcóticos. Las sustancias psicolépticas o depresoras provocan en
muchos casos un enlentecimiento del pensamiento como efecto directo del consumo (tanto
a corto como a largo plazo) o bien como efecto de una intoxicación.

Tratamiento

La bradipsiquia no es un trastorno por sí mismo, sino un síntoma, apareciendo ante


determinadas lesiones o trastornos. El tratamiento a emplear dependerá de su causa.
En el caso de la depresión mayor y la esquizofrenia, los síntomas pueden mejorar en mayor
o menor medida en base a la terapia psicológica y/o farmacológica que se aplique. En el
caso de la esquizofrenia la aplicación de antipsicóticos atípicos puede ser de gran utilidad
incluso con síntomas negativos como la bradipsiquia.
En otros casos en los que la bradipsiquia es causada directamente por trastornos
neurodegenerativos como ocurre con la demencia el tratamiento tiende a ser paliativo y
basarse en preservar la funcionalidad del sujeto. Algunos fármacos pueden ayudar a retrasar
la sintomatología, incluyendo la bradipsiquia.
BLOQUEO DEL PENSAMIENTO
Pensamiento interceptado. Consiste, como su nombre indica, en un bloqueo del curso
del pensamiento cuya duración es variable, de segundos a horas. A la mitad de una
frase o al terminar esta, la expresión verbal se detiene. A veces se manifiesta como
un aumento de la latencia en responder a las preguntas que le hace el interlocutor. El
paciente puede deducir del bloqueo que su pensamiento ha sido robado. Sólo el
esquizofrénico presenta el bloqueo auténtico. Para M. Cabaleiro Goas es una de las
vivencias primarias del proceso esquizofrénico.
Las causas:

 Trastornos psicológicos: algunas patologías, como la ansiedad, el trastorno de


pánico, la depresión, las fobias y el trastorno por estrés postraumático pueden
provocar un bloqueo mental más o menos intenso ya que en estas condiciones las
emociones toman el mando y nos impiden pensar con claridad.
 Falta de conexión con las emociones: las emociones son una vía para expresar lo
que sentimos y pensamos, de esta forma también exorcizamos nuestros demonios
interiores. Sin embargo, cuando tenemos la costumbre de reprimir las emociones,
estas terminan enquistándose y en periodos de gran estrés, vuelven a salir y pueden
provocar un bloqueo mental.
 Traumas no resueltos: todo lo que nos ocurre se queda grabado en nuestra memoria,
aunque no siempre seamos capaces de acceder a esa información. Algunas
veces, cuando las situaciones han sido particularmente dolorosas desde el punto de
vista emocional y no las hemos asumido, el más mínimo detalle puede reactivar el
trauma y conducirnos a un bloqueo mental.
 Creencias erróneas adquiridas en la infancia: en la base de los bloqueos a menudo se
encuentran experiencias infantiles de desvalorización, desprecio y humillación. De
hecho, los mensajes que recibimos de nuestros padres o tutores cuando éramos
niños pueden haberse quedado en nuestro inconsciente. Frases tan destructivas
como “eres tonto”, “no sirves” o “nunca llegarás a nada” impiden que más tarde, de
adultos, consigamos lo que queremos y merecemos.
 Sentimiento de culpa: la culpabilidad es una de las sensaciones más dañinas que
existe ya que nos mantiene atados al pasado, a un error que cometimos pero que no
logramos superar. Por eso, en muchas ocasiones los bloqueos se originan a raíz de
una equivocación que no hemos podido perdonarnos y que continúa determinando
nuestro comportamiento a través de creencias del tipo: “no soy lo suficientemente
bueno” o “no merezco que me pasen cosas buenas”.
 Idealización del yo: cuando la persona tiene una imagen demasiado idealizada de sí
mismo o cuando tiene una fuerte tendencia al perfeccionismo, puede sufrir bloqueos
mentales o emocionales si sospecha que sus decisiones no estarán a la altura o que
no le conducirán a un resultado satisfactorio. Detrás de este problema se esconde un
profundo miedo al fracaso que puede llegar a ser muy inmovilizante.
 Situaciones muy tensionantes: en ocasiones sufrimos un bloqueo puntual, que no se
debe a nuestras creencias o a traumas irresueltos sino al hecho de que la situación en
la que estamos inmersos genera tanta tensión que no somos capaces de soportarla,
casi siempre porque pensamos que no vamos a estar a la altura de las expectativas.
En estos momentos podemos quedarnos en blanco, ya que nos sentimos
desbordados y nuestro cerebro reacciona a esa sobretensión “desconectándose”.

Las consecuencias

El bloqueo emocional o mental puede llegar a ser una situación muy angustiante, ya que la
persona siente que no puede avanzar. Si esta situación se mantiene durante mucho tiempo,
puede generar depresión, desesperanza e incluso la pérdida de sentido de la vida ya que
cuando no vemos la salida, nos resulta difícil mantener una actitud positiva y no
derrumbarnos.

[colorbox flotar="izquierda"]Cuando no se busca ayuda y el bloqueo emocional o mental


se mantiene durante mucho tiempo, puede llegar a provocar daños en la autoestima, ya que
normalmente esta situación afecta considerablemente el desempeño intelectual. Como a la
persona le resulta difícil concentrarse, puede tener problemas en la escuela o en el trabajo;
de hecho, en los casos más extremos incluso pueden aparecer dificultades para leer o
mantener el hilo de un discurso.[/colorbox] En cierto punto del camino, muchas personas
comienzan a preguntarse por qué les está sucediendo eso y asumen un papel de víctima que
no hace sino potenciar la sensación de pérdida de control y sumirles en una espiral de
negatividad.

A la larga, el bloqueo mental también puede generar problemas en el aprendizaje, pues a la


persona le resulta complicado retener información nueva. Por supuesto, cuando se trata de
alguien que debe desarrollar un trabajo creativo, el bloqueo mental puede llegar a ser
abrumador, ya que limita la fluidez de las ideas y merma considerablemente la creatividad.

El bloqueo mental como una oportunidad para el cambio


Aunque las sensaciones que genera un bloqueo mental suelen ser muy desagradables, lo
cierto es que se trata de una señal de alarma y, como tal, debemos prestarle atención. De
hecho, en algunas ocasiones los bloqueos emocionales nos protegen de sentimientos,
pensamientos o emociones que no estamos preparados para enfrentar en ese momento, pues
no contamos con los recursos necesarios.

El tratamiento

Los bloqueos emocionales nos impiden crecer, ya que nos mantienen sometidos al miedo o
a creencias limitantes que no tienen razón de ser. Por tanto, para eliminar un bloqueo
mental hace falta que nos enfrentemos a su carga emocional y descubramos cuál es su
origen.

En El Prado Psicólogos te ayudaremos a comprender de dónde proviene esa sensación y


trabajaremos para eliminarla. En caso de que se trate de un síntoma de otra patología, la
terapia irá dirigida a solucionar el trastorno que le da origen y, en un segundo momento, te
proporcionaremos las herramientas que necesitas para manejar los bloqueos puntuales.

Por ejemplo, si el bloqueo esté causado por una vivencia traumática, podemos recurrir a la
técnica EMDR, la cual te ayudará a procesar las experiencias difíciles logrando que las
emociones negativas asociadas a esta dejen de causarte daño.

La hipnosis también es muy eficaz, sobre todo cuando es necesario cambiar las creencias
irracionales que se encuentran arraigadas en la personalidad. Otra técnica para eliminar los
bloqueos es el mindfulness, con la cual se potencia un estado de conciencia plena y se logra
que las ideas fluyan de manera más ordenada

PENSAMIENTO CIRCUNTACIAL
La psicopatología denomina pensamiento circunstancial — o a veces también pensamiento
detallista — a aquel estilo estructural de pensamiento caracterizado por un copioso flujo de
ideas que, aunque guardan relación coherente entre sí, resulta ineficiente al alejarse una y
otra vez del concepto que pretende transmitir, abundando en detalles superfluos y dando
rodeos innecesarios. La dificultad central parece ser una incapacidad para distinguir lo
esencial de lo secundario. pesar de los rodeos, la persona logra siempre volver al tema, por lo
que conceptualmente este estilo se opone al pensamiento tangencial, donde el paciente
nunca llega a un punto definido.

PENSAMIENTO INCOHERENTE
La velocidad es extrema y no da tiempo a expresar las ideas ni ver o intuir las asociaciones.
Puede ser por alteración de la conciencia: junto con agitación e incoherencia
conforman el estado de amencia. De un pensamiento ideo fuga En el pensamiento
incoherente, ya no se ven asociaciones en los pensamientos desde fuera, se ven
cosas sueltas. Lo más importante es ver la conciencia. Si está mal o hay pensamos que
pueda estar mal, seguro que es por ella (amencia, junto con agitación e incoherencia). Si
está bien, es que hay tal velocidad de pensamientos, que la boca es más lenta que el
pensamiento. Es darle al fugitivo un plus de velocidad. Un tumor, infección, fiebre alteran
conciencia.El pensamiento incoherente ha sido considerado de tres maneras: como un
pensamiento similar al disgregado; como un grado mayor de la disgregación del
pensamiento esquizofrénico y por último, y creo que esto es lo más acertado, como la
disgregación que se acompaña de obnubilación de la conciencia, es decir la
disgregación del pensamiento que aparece en el delirium.

PENSAMIENTO DISGREGADO
Definición: En él se produce la pérdida de la idea directriz, de modo que en medio del
pensamiento normal se introducen ideas e imágenes absurdas e ilógicas, sin relación con la
idea directriz o central, las asociaciones son laxas. Esto origina que al expresar este
pensamiento el que lo oye no comprende lo que este hombre dice. Aunque tenga para el
hablante un significado, es para los demás un pensamiento sin sentido, absurdo (M.
Cabaleiro Goas). A veces, después de conocer la biografía del paciente, este pensamiento
puede adquirir algún significado. Este pensamiento es típico del hombre esquizofrénico,
sobre todo de las esquizofrenias hebefrénicas y residuales.

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