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RESUMEN
Este artículo tiene por objeto aportar a la revisión crítica de las ciencias sociales
dirigidas a romper con el paradigma eurocéntristico y tratar de dar un paso adelante en
la creación de una red cenceptual y cambios metodológicos que permitan incorporar lo
omitido, lo tergiversado y hacer una lectura diferente del pasado y el presente. La
política neoliberal de mundialización y su desarrollo capitalista pretende unificar
culturalmente (en su sentido antropológico) a la humanidad configurando una nueva
forma de colonialismo que se asienta en supuestos eurocentristas. En la medida que se
impone el neoliberalismo implica mayor riesgo de existencia para la diversidad cultural,
las sociedades no europeas, debido a sus graves tergiversaciones y acciones
aculturativas. Considerando que todavía hoy las diversas culturas del mundo no tienen
la representación proporcional en la historia universal, la construcción de una historia
no eurocentrista, ni ameri-cacentrista, ni asiacentrista, ni africacentrista, requiere la
revisión de las ciencias sociales para poder entender los pueblos en un plano de
igualdad.
«¿Acaso no se diría, viendo lo que pasa en el mundo, que el europeo es a los hombres
de las otras razas lo que el propio hombre a los animales? Los utiliza en su provecho, y
si no puede doblegarlos, los destruye».1
«La desaparición gradual de las razas indígenas tales como las tribus indias que en otro
tiempo habitaban el territorio de Nueva Inglaterra, los narragansetts, los mohicanos, los
pecots, sólo existen en el recuerdo de los hombres; los lenapes, que recibieron a Penn
hace ciento cincuenta años en las orillas del Delaware, hoy han desaparecido. He
conocido a los últimos iroqueses: pedían limosna».2
Esta faceta del proceso es un fenómeno de larga duración que continua en el presente,
implacable e intolerante con los pueblos en situación de riesgo o bien con las culturas en
extinción.
Las relaciones imperio - colonias también desarrollaron otra faceta en el proceso, otro
fenómeno de larga duración, la aculturación.3 Los pueblos autóctonos tuvieron a modo
de opciones las siguiente alternativas: una, alejarse del blanco, quedando librado a la
suerte de no ser alcanzado y de que la depredación del medio ambiente no hiciera
desaparecer su alimento; segundo, la guerra contra el blanco y tercero, debieron aceptar
la imposición de la «civilización». En la India, colonia de Gran Bretaña, «La alternativa
principal fue la de Macaulay: la creación de «una clase que podría ser intérprete entre
nosotros y los millones que gobernamos: una clase de personas indias de sangre y color,
pero inglesas en sus gustos, opiniones, moral e intelecto».4
«El imperialismo sin colonización: (...) se desarrolla de manera más pura (es decir, sin
la idea de instalar allí colonos) en América Latina, (...) en relación a Estados Unidos.
Este imperialismo sin bandera sobrevivió a los movimientos de independencia de la
segunda mitad del siglo XX.
Chesneaux afirma:
Para reforzar esta idea, Chesneaux cita del Manifiesto Comunista lo siguiente:
La invasión del globo. Espoleada por la necesidad de dar cada vez mayor salida a sus
productos, la burguesía recorre el mundo entero. Necesita anidar en todas partes,
establecerse en todas partes, crear vínculos en todas partes. (...)Mediante la explotación
del mercado mundial, la burguesía ha dado un carácter cosmopolita a la producción y al
consumo de todos los países. Con gran sentimiento de los reaccionarios, ha quitado a la
industria su base nacional. Las antiguas industrias nacionales han sido destruidas
(economías autosuficientes en el proceso de aculturación) 6 y están destruyéndose
continuamente. Son suplantadas por nuevas industrias cuya introducción se convierte en
cuestión vital para todas las naciones civilizadas, por industrias que ya no emplean
materias primas indígenas, sino materias primas venidas de las más lejanas regiones del
mundo, y cuyos productos no sólo se consumen en el propio país, sino en todas las
partes del globo. (...) Se establece un intercambio universal, una interdependencia
universal de las naciones. (...) Obliga a todas las naciones, si no quieren sucumbir, a
adoptar el modo burgués de producción, las constriñe a introducir la llamada
civilización, es decir, a hacerse burguesas. En una palabra: se forja un mundo a su
imagen y semejanza. Luego Chesneaux comenta: En este sentido, la historia universal,
la fusión de la historia particular de los diferentes pueblos en un destino común,
comenzó realmente en el siglo XVI.7
PENSAR CRITICAMENTE
Para abordar esta compleja realidad tomamos las palabras de Inmanuel Wallerstein:
Demos a este último concepto el honroso entierro que se merece. Está perfectamente
clara la necesidad de una investigación histórica mucho más amplia y profunda antes de
que puedan deducirse verdaderas conclusiones científicas de las diversas vías de
desarrollo no europeas(...)11
Por último, tanto el liberalismo como el marxismo son eurocéntricos. Si bien este
último constituye una de las críticas científicas mejor fundamentadas al sistema
capitalista, Marx no pudo escapar a la influencia del marco ideológico de su tiempo. Por
ejemplo, Marx escribió:
Inglaterra tiene que cumplir en la India una doble misión: destructora por un lado y
regeneradora por otro. Tiene que destruir la vieja sociedad asiática y sentar las bases
materiales de la sociedad occidental en Asia. (...) Los ingleses fueron los primeros
conquistadores de civilización superior a la hindú, y por eso resultaron inmunes a la
acción de esta última.12
El texto expresa sin lugar a dudas una justificación del proceso de aculturación, por el
cual Inglaterra sometió a la India. Cien años después Nehru afirmaba:
CONSTRUIR ALTERNATIVAS
c) Pensar desde la propia identidad cultural, ya sea mestiza, criolla, aborigen, etc., para
construir el nosotros y proyectarse hacia el futuro, en un proceso permanente de
destrucción y construcción unida a proyectos que le den sentido. En otras palabras como
pueblos dependientes, que en lo interno, se caracterizan por tener una diversidad
cultural: población mestiza, plurilingüistica, plurietnica y pluricultural, como sociedades
complejas y dependientes del imperialismo a un mismo tiempo nacionales y
multinacionales. Pensar desde cada lugar en que vivimos, parece simple, pero no
debemos olvidar los mestizos, que nosotros fuimos formados, sin darnos cuenta, en una
concepción eurocentrista. También estamos experimen-tando la hegemonía de la cultura
europea en el mundo, entonces, para ser coherentes, debemos sustraernos a esa
influencia dominante, trabajando en la construcción de una síntesis cultural mestiza y
propia. Edmundo Heredia lo plantea así:
d) La crítica al eurocentrismo nos permite ver otra característica que suele manifestarse
en Latinoamérica el xenocentrismo, es decir, valorar más lo ajeno que lo propio, valorar
lo europeo más que lo latinoamericano. Esto se debe entre otras cosas a la aculturación
y su enorme peso en el inconsciente colectivo de los pueblos. De esta manera resultó ser
una paradoja: El etnocentrismo es un fenómeno común a la mayoría de los pueblos, sin
embargo, coexiste en las mismas personas y pueblos con el xenocentrismo.
La etimología de las palabras suele ser la parte inicial de un criterio científico moderno
para nombrar un concepto o una teoría. Este consiste regularmente en tomar siempre
palabras de origen griego o latino y luego se define la ciencia. Por ejemplo:
Etimológicamente, la palabra antropología se deriva de la raíz griegaantropho (hombre)
y de la terminación nominal logia (ciencia). Este criterio se repite con las diferentes
disciplinas cuando se abordan los temas de investigación de todo tipo y de diferentes
culturas en todo el planeta. Sí bien el criterio es válido, tiene limitaciones, los idiomas
son siempre parte de una cultura y en su propio contexto funcionan adecuadamente,
pero en otros contextos culturales no puede nombrar del mismo modo todas las cosas, es
allí donde se debe observar que hay palabras imposibles de traducir a otra lengua, hay
fenómenos que sólo pueden nombrarse desde la propia lengua y cultura. Resultan
ininteligibles o no pueden definirse desde lenguas europeas. Esta es otra limitación de la
ciencia moderna eurocentrista.
¿No sería más conveniente y enriquecedor tomar los significados de palabras de varias
lenguas como el Nahualt, Quichua, Guaraní, lenguas Bantú, Swahili, Sánscrito, Hindi,
Chino, Thai, Urdu, Arabe, etc., además del griego y el latín? Sí se trata de formar
conceptos de carácter universal sería interesante tomar varias lenguas de los distintos
continentes como referencias. Cuando se investigan problemas singulares de un
determinado pueblo, la lengua de esa cultura puede estar dando la palabra precisa para
un concepto local o regional. Comparar los significados de una misma palabra en varias
lenguas nos puede deparar la sorpresa de aportes no considerados.
Este criterio más amplio, que tomar el griego o el latín solamente, incluyendo otras
lenguas podía dar lugar a conceptos o teorías, etc., que no pueden ser entendidas desde
los supuestos eurocentricos porque tienen el límite de las lenguas y culturas europeas.
Sería interesante indagar de este modo sobre las palabras hombre, mujer, individuo,
comunidad, educar, conocimiento, paz, guerra, trabajo, logos, tao, contemplación, etc.
Luego hacer las respectivas comparaciones relacionadas a temas o investigaciones
concretas. También tomar investigaciones en las que el investigador por no conocer la
lengua propia del lugar no puede llegar a ciertas conclusiones y, se nota en trabajos
realizados que no guardan la correcta relación el desarrollo con las conclusiones.
La historia oral forma parte de los estudios que antes eran objeto de omisión, y ahora
necesita difundirse, para salvar los testimonios de los pueblos sin escritura.
¿Esta propuesta de trabajo permitiría una historia más objetiva que la historia
eurocentrista? La subjetividad del historiador esta siempre presente como dice E. H.
Carr:
4. Worsley Peter, El tercer mundo, Ed. Siglo XXI, México, 1966. (p.54).
6. Este parentesis tiene el sentido de aclarar, que Marx consideraba como parte del
progreso la destrucción de otros modos de producción y la introducción del capitalismo
en pueblos no europeos. Este fue un aspecto eurocentrista en él.
7. Chesneaux, Jean, ¿hacemos tabla rasa del pasado? (pp. 120 y 121).
8. Wallerstein, Inmanuel: El eurocentrismo y sus avatares. New Left Review, Nº0, (pp.
97,98,99).
10. Cardoso, Ciro, F.S. y Brignoli Pérez, H.: Los métodos de la Historia, Editorial,
Crítica, Barcelona, 1984 (p. 54).
11. Anderson, Perry: El Estado absolutista, Editorial, Siglo XXI, México, 1980. (p.
568).
13 Braudel Fernand: Las civilizaciones actuales, Editorial, Tecnos, Madrid, 1978. (pp.
227 y 228).
16. Heredia, Edmundo, A.: Espacios regionales y etnicidad, Córdoba, 1999. (p.159).
19. Chesneaux, Jean : ¿Hacemos tabla raza del pasado? , Editorial, Siglo XXI,
Argentina, 1984. (p.139)