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República bolivariana de Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para la Educación Universitaria


Fundación Misión Sucre
Aldea Simón Rodríguez
El Tigre, Estado Anzoátegui

UNIDAD DIDÁCTICA II: PROSPECTIVA HISTÓRICA DE


LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA.

Docente Facilitadora: Triunfadora:


Prof. Elizabeth Sotillo Yoli mar Díaz
C.I: 28371526

El Tigre, Marzo de 2020.


Unidad didáctica II: prospectiva histórica de los movimientos sociales en américa latina.

1- Contexto socioeconómico, cultural, político e histórico de los Movimientos Sociales en


América Latina.

El análisis de los movimientos sociales en América Latina, de las experiencias de movilización en


las últimas décadas del siglo XX y en esta primera década del siglo XXI, es especialmente relevante,
porque se ha consolidado la especificidad de la acción colectiva: por un lado, la acción colectiva
popular incorpora una fuerte dinámica de solidaridad grupal; por otro, la capacidad de
movilización se ha demostrado en muy diversas ocasiones y ha llegado a provocar rupturas
institucionales. Además, resulta pertinente, en América Latina, la hipótesis sobre una posible
«normalización de la protesta»1: la aceptación de algunos modos de acción y diversificación de los
grupos sociales que participan en ella, fenómeno ya observado en los repertorios de acción
colectiva de Europa y Estados Unidos.

Los cambios recientes en América Latina se expresan no sólo en movimientos sociales y populares
cada vez más originales y activos sino también en un nuevo escenario político marcado por la
existencia de gobiernos de centro-izquierda bajo una fuerte presión de la sociedad civil y de
movimientos de masa. Esta nueva coyuntura está redefiniendo el escenario político en la región y
está abriendo un proceso histórico que presenta elementos nuevos que van a influir
profundamente en la dinámica económica, política, cultural y social inmediata, pero también en el
mediano y largo plazo.

Una comprensión más objetiva de esta nueva coyuntura en la región exige un análisis
profundamente histórico, capaz de hacer un balance de la lucha secular de las fuerzas progresistas
que ha generado una acumulación de experiencias extremamente rica. Lucha secular que tiene
que ver con elementos claves de nuestra identidad como latinoamericanos, como naciones
capaces de conducirse a sí mismas y que tienen una presencia cultural basada en una fuerza
civilizatoria propia.

2- Sujeto Social en América Latina.

Si consideramos al sujeto como un individuo activo, ello nos remite a un individuo social, que
puede ser colectivo (sin renunciar a su individualidad), que opera con algún grado de conciencia
sobre los acontecimientos sociales (está posicionado, se auto-produce desde un lugar social), pero
además alude a su componente cualitativo, es decir, su conciencia, espiritualidad, identidad. Por
ello, para su gestación y despliegue (este componente) le es constitutivo en cada espacio cotidiano
(político), allí se juega su futuro y además su integridad ético-política: su altura de sujeto humano.

Así, el sujeto es resultante y proceso de su propia actividad teórico-práctica, es decir, de la


actividad creadora de cada uno de los diversos actores sociales, que supone el desarrollo de
múltiples procesos de concientización de los actores-sujetos que son, en gran medida, de auto-
concientización, y que implican el desarrollo de procesos simultáneos de reflexión sobre su
experiencia.

Por tanto, el sujeto se quisiera actor consciente de su realidad social y de la forma como intenta
operar dentro de esa situación en los límites de lo posible. Si se prefiere podemos decir, que el
sujeto es ante todo socio-histórico activo: consciente de su lugar social, encarnado y desgarrado
desde la historia, por tanto con una abierta opción política (transformadora/radical).

De manera más ampliada podemos decir que el sujeto es una persona (física) o sectores del tejido
social que toma determinaciones desde sí y que, al hacerlo, le da carácter a lo que hace y por ello,
es capaz de apropiarse del sentido de lo que produce y además comunicarlo. Es decir, confiere
carácter a las lógicas, prácticas, estructuras e instituciones en el binomio antagónico
dominación/liberación.

De lo que se trata es de establecer una lectura que dice sujeto en lugares sociales, de interacción
social asimétrica (funcional y/o estructural) y de cómo estas relaciones son captada y expresadas
teoréticamente por medio del pensar dialéctico.

3- Ciudadanía y Participación

El concepto de ciudadanía como condición que da acceso a derechos y poderes está asociado con
T. H. Marshall (1963). Los derechos civiles comprenden la libertad de expresión y la igualdad ante
la ley. Los derechos políticos incluyen el derecho al voto y a organizarse políticamente. Los
derechos socio-económicos incluyen el bienestar económico y la seguridad social.

La ciudadanía, desde el punto de vista del derecho es concebida como un estatus, en el cual,
quienes poseen tal condición tienen una serie de derechos y deberes. Desde el punto de vista
conceptual, la ciudadanía se ha relacionado tradicionalmente a dos perspectivas: la idea de
derechos individuales y al vínculo o sentido de pertenencia a una comunidad territorial en
particular.

Participación

Para Burin y otros (1998), la participación es un proceso social que supone un ejercicio
Permanente de derechos y responsabilidades, reproduciendo un modelo de sociedad, por lo que
una de sus claves es la adecuada combinación de derechos y responsabilidades. Deberemos tratar,
entonces, de asumir cada uno, en función de su propio interés y capacidad una responsabilidad
Por su complejidad, la participación, debe ser analizada con relación a la cantidad de actores que
Participan, los campos posibles, sus niveles, y grados.

Para la UNESCO, “el conjunto de las necesidades de un ser humano constituye un sistema, de
Modo que la satisfacción de una necesidad, inclusive, la forma de satisfacerla, influye en el resto
de las necesidades”. Toda persona tiene la capacidad (poder) de actuar en el mundo en que vive,
puede tomar decisiones que afectarán su vida. Participar es ejercer ese poder de tomar
decisiones, actuar y transformar la realidad. (Burin y otros, 1998).
Para Robirosa y otros (1990) la participación real de las personas en las decisiones que afectan su
Vida cotidiana, supone, además, el reconocimiento de otras necesidades asociadas que son a su
vez condición y resultante de un proceso participativo.

4- Latifundismo, Capitalismo y Estado

 El manejo desigual de la tierra entra en conflicto con muchas disposiciones políticas que
buscan democratizar o socializar el agro para construir una clase campesina pudiente y
productiva.

Considerándolo contrario al interés social, muchos países lo han proscrito ya que obliga a las
naciones a la importación de alimentos como única forma de combatir el monopolio alimentario
de una élite rural, la cual tendría así influencias políticas y económicas sobre los gobiernos.

El latifundio es una explotación agraria de grandes dimensiones, usualmente de propiedad privada


y con un rendimiento productivo inferior al que permite la tierra, baja capitalización y precaria
mano de obra. Las consideraciones respecto a qué dimensiones mínimas tiene un latifundio, no
obstante, pueden variar de acuerdo a la región y la cultura.

El término latifundio contiene una carga peyorativa, vinculada con el uso inapropiado o poco
eficiente de las tierras y una gestión privada más interesada en la posesión de las mismas que de
producir alimentos para la población.

 El capitalismo es un sistema económico y social basado en que los medios de producción


deben ser de propiedad privada, el mercado sirve como mecanismo para asignar los
recursos escasos de manera eficiente y el capital sirve como fuente para generar riqueza.
A efectos conceptuales, es la posición económico-social contraria al socialismo.

 En términos jurídicos y sociales, se tiene como definición de Estado a la forma y


organización de la sociedad, de su gobierno y al establecimiento de normas de convivencia
humana. Es la unidad jurídica de los individuos que constituyen un pueblo que vive al
abrigo de un territorio y bajo el imperio de una Ley, con el fin de alcanzar el bien común.
Además, el mismo es una creación humana, desde la prehistoria donde el hombre vivía en
lo que se denomina como territorios de naturaleza, en el cual no estaban sometidos a
leyes positivas, ni pertenecían a ningún territorio delimitado.

Un Estado en el ámbito judicial y social, es un estilo de organización abastecida de


soberanía, el mismo se encuentra compuesto de cuatro elementos fundamentales como:
territorio, población, soberanía y gobierno.
5- Misiones y Movimientos Sociales

Después de Seattle en 1999, los encuentros del Foro Social Mundial en Porto Alegre y las
manifestaciones de masa que lo sucedieron en varias partes del mundo ya se perfila una
nueva realidad de los movimientos sociales que indican una dinámica no solamente
defensiva sino también ofensiva. A pesar de que este fenómeno ya estaba inscrito en las
movilizaciones de 1968, cobra un significado especial después de la caída del campo
soviético cuando las luchas sociales ganan la dimensión de un gigantesco movimiento de la
sociedad civil contra la globalización neoliberal. Su articulación con fenómenos políticos se
hace más evidente y se expresa en el surgimiento de formas de lucha insurrecciónales
nuevas, como el zapatismo en México y sus desdoblamientos internacionales en la
convocatoria por la lucha contra el neoliberalismo que atrajo personalidades de todo el
planeta ; la emergencia de movimientos indígenas de resistencia que terminan derrocando
gobiernos y dando origen a partidos y nuevos gobiernos como en Bolivia y Ecuador ; el
éxito electoral del PT en Brasil, que surge de una articulación de los movimientos sociales
y de fuerzas de izquierda en Uruguay y Venezuela.

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