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03 15 000 2017 01458 01 (Ac)
03 15 000 2017 01458 01 (Ac)
[L]a Sala evidencia que de acuerdo con el juicio de causalidad realizado por el
Tribunal, el daño [accidente de tránsito sufrido por el [actor] por choque con un
semoviente] no era atribuible a las entidades demandas en el proceso de
reparación directa, toda vez que no se demostró que éstas hubieran sido
advertidas previamente sobre un posible peligro que podría tener origen por el
tránsito de semovientes en la vía o que por dicha vía era frecuente el tránsito de
animales. Por el contrario, el Tribunal concluyó que el daño fue causado por el
hecho de un tercero, consistente en la indebida custodia de los animales por parte
de los propietarios de fincas cercanas a la vía, y por la culpa de la víctima, dado
que en la vía existía la señalización que alertaba la presencia de animales en la
vía, razón por la cual el actor debió haber transitado con mayor precaución y no
conducir a una velocidad cercana al límite permitido. En ese sentido, el defecto
fáctico alegado por el actor, según el cual el Tribunal valoró indebidamente
algunas pruebas que demostraban la supuesta causación del daño por parte de
las entidades demandadas en el proceso de reparación directa, resulta insuficiente
para modificar la decisión dictada controvertida, toda vez que no se desvirtuó el
juicio de causalidad del daño según el cual éste era atribuible al hecho de un
tercero y a la culpa de la misma víctima (…) el actor advirtió que los fallos
cuestionados incurrieron en el desconocimiento del precedente establecido por el
órgano de cierre de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo (…) En dicho
precedente se reconoció la responsabilidad del Estado por falla en el servicio en
accidentes de tránsito causados por colisiones con animales en vías públicas (…)
A diferencia del citado precedente, en el presente caso el demandante no logró
demostrar con pleno grado de certeza que por la vía donde ocurrió el accidente
existía un conocimiento previo por parte de las autoridades demandadas del
frecuente tránsito de semovientes, tal como se evidenció a partir de declaraciones
contradictorias rendidas por los testigos en el proceso. Por tal razón, el precedente
dictado por el actor no resulta aplicable al presente caso y el defecto originado por
su desconocimiento es infundado.
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN QUINTA
1. ANTECEDENTES
1.1. Solicitud
1.2 Hechos
1
Ver folios 1 a 22.
imprudente de la propia víctima, es decir, no hubo falla en el servicio del
Estado.
Los jueces de instancia no tuvieron en cuenta los testimonios rendidos por los
señores José Nerio Tique, José Valentín Yara Ducuara y Efraín Enrique Gómez
Osorio, con los que, a juicio del actor, se demuestra que en la vía que conduce del
municipio de Natagaima a la inspección de Castilla han ocurrido varios accidentes
por culpa de animales en la vía y que tal situación es responsabilidad de las
autoridades demandadas en el proceso de reparación directa.
Indicó que no se analizó en debida forma el Acta No. 026 2.29 de 6 de abril de
2011, suscrita por el Departamento de Policía del Tolima, mediante la cual se
adoptaron medidas preventivas para evitar accidentes, daños de bienes ajenos o
residenciales.
Señaló que no se tuvo en cuenta el contenido del Oficio No. 2023/UNPRE SETRA-
DETOL 39.11 de 17 de junio de 2011, expedido por el Jefe Seccional de Tránsito y
Transporte del Tolima, por medio del cual se constata que entre los años 2009 a
2011 ocurrieron 7 accidentes de tránsito por semovientes en la vía.
Manifestó que hubo indebida valoración del Oficio No. 0132 de 3 de febrero de
2012, proferido por la Alcaldía de Coyaima, en el cual se evidencia que a pesar de
haber transcurrido 4 años desde el accidente, el ente territorial no ha adoptado
medidas para mitigar la problemática.
Precisó que si bien el ente territorial expidió el Decreto No. 070 de diciembre de
2008, el cual ordena a los propietarios de animales de corral su debida contención,
la referida disposición no exoneró de responsabilidad administrativa y patrimonial
al municipio de Coyaima.
Agregó que los Oficios No. 016 de 19 de mayo de 2011 y No. 004 de 31 de enero
de 2012 suscritos por el Inspector de Policía de Castilla, y el oficio de 22 de
septiembre de 2011 proferido por el Alcalde de Coyaima, no exoneran de
responsabilidad al ente territorial.
1.4. Pretensiones
1.6. Contestaciones
2
Ver folio 20.
3
Ver folio 53.
4
Ver folios 68 a 71.
vulneración de algún derecho fundamental o la existencia de un perjuicio
irremediable.
Precisó que “(…) esta Corporación valoró íntegramente las pruebas que reposan
dentro del expediente, teniendo en cuenta los documentos y cada uno (sic) de las
declaraciones presentadas dentro del trámite procesal, advirtiendo que dicha
valoración se realizó en conjunto y acorde a las reglas de la sana crítica, razón por
la cual no podía limitarse el estudio del asunto a las pruebas que sólo favorecían a
la parte actora”.
1.8. Impugnación
8
Ver folios 96 a 102.
9
Ver folios 103 a 114.
10
Ver folios 115 a 132.
11
Ver folios 183 a 185.
2. CONSIDERACIONES DE LA SALA
2.1. Competencia
Los testimonios rendidos por los señores José Nerio Tique, José Valentín Yara
Ducuara y Efraín Enrique Gómez Osorio, con los que, a juicio del actor, se
demuestra que en la vía que conduce del municipio de Natagaima a la
inspección de Castilla han ocurrido varios accidentes por culpa de animales en
la vía y que tal situación es responsabilidad de las autoridades demandadas en
el proceso de reparación directa.
Evento Características
Se da cuando la parte, con el fin de probar los hechos
que alega, solicitó al juez el decreto de una prueba
relevante para resolver el problema jurídico sometido a
consideración, y ésta fue negada; ello sin desconocer la
facultad del juez ordinario de negar pruebas que no
atiendan los requisitos de conducencia, pertinencia e
idoneidad. Así las cosas, es importante considerar que
Omisión de no toda negativa a un decreto de pruebas abre la
decreto y posibilidad a la configuración del defecto, ya que éste
práctica de procederá cuando se rechace el decreto y práctica de la
pruebas prueba que, solicitada oportunamente, no cumpla con
indispensables los parámetros arriba señalados.
para fallar el
asunto De esta manera, se requiere que la parte:
12
Folios 3-4 del cuaderno principal. Tomo I.
13
Folios 128-129 del cuaderno principal. Tomo II.
14
Cuaderno de pruebas.
15
Folio 131 del cuaderno principal. Tomo II.
16
Fl. 35 del cuaderno principal. Tomo II.
privada como en los espacios públicos del municipio, disponiendo la
imposición de multas por el incumplimiento de tal disposición 17.
Ahora bien, dentro del proceso se rindieron las declaraciones de José Nerio
Tique22 y José Valentín Ducuara23, residentes de la vereda Angostura del
Municipio de Coyaima, quienes manifestaron que la vía en la que ocurrió el
accidente era de alto tránsito vehicular, donde se advertía la presencia de
semovientes, sin que se hubieren realizado campañas de las autoridades
que evitaran tales hechos. Agregaron que los cercos o encerramientos de
las fincas se encontraban en regular estado, que se presentaron varios
accidentes por la presencia de animales y que la vía contaba con las
respectivas señales de paso de ganado.
Análisis de la Sala
La Sala anticipa que el defecto fáctico alegado por los actores es infundado por las
siguientes razones:
En efecto, los testigos José Nerio Tique y José Valentín Yara Ducuara
señalaron lo siguiente, respectivamente:
27
Ver cuaderno de pruebas, interrogatorio de parte.
constantemente me encuentro con ganado, además los cercos por este sector
que de Natagaima conduce a Castilla están en muy mal estado. (…)”
Por su parte, los señores Lozano Olivero, Prada Lozano, Botero Bustos y Luna
Yara, declararon lo siguiente, respectivamente:
Frente al Acta No. 026 2.29 de 6 de abril de 2011 suscrita por el Departamento
de Policía del Tolima, si bien es cierto que esta evidencia la adopción de
medidas preventivas para evitar accidentes de tránsito en la zona, tal como lo
afirma el Tribunal, lo cierto es que se trata de medidas que fueron tomadas
años después de ocurrido el accidente, razón por la cual su valoración no tiene
incidencia para determinar la causalidad del accidente de tránsito sufrido por el
señor Hurtado López en el 2008, ni la presencia frecuente de semovientes en
la vía con anterioridad al accidente.
De igual manera sucede con la valoración del Oficio No. 2023/UNPRE SETRA-
DETOL 39.11 de 17 de junio de 2011, expedido por el Jefe Seccional de
Tránsito y Transporte del Tolima; del Oficio No. 0132 de 3 de febrero de 2012,
proferido por la Alcaldía de Coyaima; de los Oficios No. 016 de 19 de mayo de
2011 y No. 004 de 31 de enero de 2012 suscritos por el Inspector de Policía de
Castilla; y del oficio de 22 de septiembre de 2011 proferido por el Alcalde de
Coyaima. En efecto, estas pruebas citadas por el actor para sustentar el
defecto fáctico, versan sobre los niveles de accidentalidad en la vía donde
ocurrió el daño desde 2009 y las distintas medidas que en años posteriores al
accidente, las cuales no demuestran cuál fue la causa precisa del accidente
sufrido por el señor Hurtado en el 2008, ni la presencia frecuente de
semovientes en la vía con anterioridad al accidente.
Por último, la Sala evidencia que de acuerdo con el juicio de causalidad realizado
por el Tribunal, el daño [accidente de tránsito sufrido por el señor James Hurtado
López por choque con un semoviente] no era atribuible a las entidades demandas
en el proceso de reparación directa, toda vez que no se demostró que éstas
hubieran sido advertidas previamente sobre un posible peligro que podría tener
origen por el tránsito de semovientes en la vía o que por dicha vía era frecuente el
tránsito de animales.
Por el contrario, el Tribunal concluyó que el daño fue causado por el hecho de un
tercero, consistente en la indebida custodia de los animales por parte de los
propietarios de fincas cercanas a la vía, y por la culpa de la víctima, dado que en
la vía existía la señalización que alertaba la presencia de animales en la vía, razón
por la cual el actor debió haber transitado con mayor precaución y no conducir a
una velocidad cercana al límite permitido.
En ese sentido, el defecto fáctico alegado por el actor, según el cual el Tribunal
valoró indebidamente algunas pruebas que demostraban la supuesta causación
del daño por parte de las entidades demandadas en el proceso de reparación
directa, resulta insuficiente para modificar la decisión dictada controvertida, toda
vez que no se desvirtuó el juicio de causalidad del daño según el cual éste era
atribuible al hecho de un tercero y a la culpa de la misma víctima.
Por lo anterior, la Sala concluye que el defecto fáctico alegado por el actor es
infundado.
En ese caso se condenó al Estado por los daños sufridos por los demandantes
con ocasión de una colisión ocurrida en una vía respecto de la cual se demostró
que existía un conocimiento previo por parte de las autoridades de la presencia
frecuente de semovientes.
En ese sentido, se indicó que “(…) en este caso, el deber de recoger los animales
que deambularan por la vía fue incumplido por la administración. Es un hecho
cierto que el animal contra el que colisionó Samuel Bohórquez se encontraba en
la vía pública, sin un cuidador que guiara su camino, esto es, se encontraba
deambulando, supuesto frente al cual debía operar el deber de recoger dicho
animal y llevarlo al coso municipal. Para la entidad demandada era previsible la
presencia de animales en la vía en la que ocurrió el accidente, por cuanto de los
testimonios se desprende que, de manera habitual hacían presencia en esa zona
animales en esas condiciones. Situación diferente sería que se tratase de un
lugar en donde fuera extraña su presencia (…)”.
Por tal razón, el precedente dictado por el actor no resulta aplicable al presente
caso y el defecto originado por su desconocimiento es infundado.
3. RESUELVE
NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE