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Bogotá D.C.

, noviembre de 2020

Estudiantes de GRADO ONCE:

Queridos y queridas estudiantes, este año marcó la diferencia en varias situaciones escolares
y personales, pero a pesar de las adversidades, hubo crecimiento en diferentes áreas de la
vida; pruebas que pusieron aprueba la frustración y la capacidad de solucionar problemas.
Ustedes, mis apreciados, tienen el privilegio de contar la historia con propiedad, con la
experiencia de haber vivido la tan polémica pandemia de la COVID-19 ; sin embargo, nos
permitió comparar diferentes épocas y años pasados, nos permitió valorar la familia, los
amigos, el trabajo, la naturaleza, el aire, la libertad, entre otras cosas que solíamos disfrutar
o que tal vez pasaban inadvertidas por la normalidad con que ocurrían. Siéntanse,
sobrevivientes a una situación que ha causado frustración y aprendan de ella para tomarla
de aprendizaje y hacerse más fuerte; porque, ahora empiezan un nuevo camino con una ruta
desconocida en la que, tal vez, no contarán con una dirección constante de aquellos que
hicieron parte fundamental en las diferentes etapas de crecimiento, escolar u otras; tendrán
que tomar sus propias decisiones, afrontando las diversas consecuencias de sus actos por
exceso o por omisión; por ello, es importante que siempre reflexionen y razonen antes de
actuar; piensen en sus familias, en ustedes y en sus padres, nada hay más importante que la
familia, es el tesoro más valioso que Dios nos dio.

Aparecerán muchos distractores en su camino que los desviará para demorar la llegada a la
meta o para sacarlos sin piedad de él, sólo cada uno de ustedes tendrá la visión para observar
y decidir decir sí o no. Espero de corazón, que todas las enseñanzas y experiencias vividas
en el colegio, sirvan para enfocarse en lo que desean lograr y les permita tomar decisiones
sabias, haciendo a un lado amistades no convenientes, vicios, entre otros.
Es mi anhelo y le pido a Dios por cada uno de ustedes para que en algún momento en el que
vuelva a verlos o a saber de ustedes, mi corazón se alegre de verlos triunfar y salir adelante;
Por favor no se desvíen de sus metas, no tropiecen con las piedras, abran sus ojos para que
observen con detenimiento cada paso que dan y si llegan a caer, levántense y continúen sin
mirar atrás. Aprendan de los errores para ser mejores, pero jamás los comentan de nuevo.
Aférrense a Dios y a sus familias, sólo de la mano de ellos pueden caminar con seguridad.
Espero que sigan proyectándose, que continúen con sus estudios profesionales y que sean
grandes personas, grandes empresarios, grandes líderes. No teman jamás a nada, no
permitan que nada ni nadie opaque su vida. Sin embargo, mi invitación es a que se exijan,
que no sean conformistas, que se motiven y no esperen a recibir la aceptación de los demás
para sentir que están haciendo las cosas bien; hagan siempre todo con calidad y excelencia,
jamás acepten la mediocridad como resultado pues, estoy segura que serán seres ejemplares,
dispuestos a cumplirle a la sociedad.

Ojalá que algún día, puedan comprender que de la exigencia se obtiene la excelencia y la
calidad, y que es mejor que se hayan acostumbrado a la exigencia más que a la permisividad.

Estudiantes es hora de recoger la cosecha, no la malgasten, siémbrenla de nuevo para que


sus ganancias se multipliquen y más adelante recojan grandes frutos que les permitan vivir
en abundancia y prosperidad.

Dios los continúe acompañando y derrame miles de bendiciones.


Un abrazo de agradecimiento y una sonrisa de aprecio. Los quiero mucho
Atentamente,

Andrea del Pilar Mejía Patiño


Coordinadora Académica
Liceo Rodrigo Arenas Betancourt

Un regalito para el recuerdo

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