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Vestimenta y Jerarquía

Los tejidos de Angualasto del


Museo Etnográfico. Una nueva visión
Susana F. Renard

A la memoria de
María Delia Millán de Palavecino

Angualasto, en el norte de la provincia de San Juan, Argentina, es una localidad arqueo-


lógica en la que se hallaron importantes piezas textiles. Estas indicarían la presencia de perso-
najes jerárquicos o con funciones específicas y destacadas.
La asociación de varias piezas textiles en un contexto funerario, es excepcional en terri-
torio argentino. Uno de estos casos es el de la conocida "momia de Angualasto" que integra las
colecciones del Museo Etnográfico "Juan B. Ambrosetti" de la Universidad de Buenos Aires.
Su ocasional hallazgo tuvo lugar en 1927 mientras se realizaban tareas agrícolas en el paraje
llamado El Colorado, cercano al cerro El Alumbre, en la margen del río opuesta a la población
de Angualasto, departamento Iglesia, provincia de San Juan (ver mapa). En ese mismo año el
material ingresó al Museo (N2 de inventario 33.333).
Este conjunto arqueológico impacta por el número de piezas que acompañan al cuerpo,
por la diversidad de los materiales utilizados: fibras textiles animales y vegetales, cuero, hueso,
plumas, valvas, frutos, tallos y madera; por la calidad de su manufactura y por el notable estado
de conservación. Esto motivó a M.A.Vignati a publicar un trabajo sobre el tema en 1934. Pasados
muchos años desde entonces, la inquietud por extraer más información de esos restos, nos in-
dujo a rever los materiales y a iniciar una serie de estudios específicos sobre la momia misma y
sobre algunas de las piezas, apoyados en nuevas metodologías, nuevas técnicas de análisis y
contando con el marco referencial de otros trabajos realizados durante este lapso (Renard 1992).
Entre los objetos inhumados en asociación con este cuerpo naturalmente desecado, se
destaca un conjunto de piezas textiles notables, correspondientes a su vestimenta, algunas de

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Mapa: Provincia de San Juan Argentina

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las cuales vestían y otras envolvían el cuerpo1• Este estaba recostado sobre su lado derecho
con las piernas algo flexionadas y los brazos plegados con las manos sobre el vientre. Las
prendas que lo envolvían habían sido sujetadas con espinas de cactus o con burdas puntadas.
El conjunto está integrado por dos ponchos con disei'los, tres camisas o túnicas lisas y tres
bolsitas con disei'lo, siendo todas estas piezas de faz de urdimbre; además, por un gorro, una faja,
varios cordeles diferentes y de diversa complejidad, lana tei'lida mediante ikat2 y lana hilada3•
Por ser piezas sobresalientes dentro de los textiles arqueológicos conservados en terri-
torio argentino, creemos interesante dar a conocer el análisis ponnenorizado de este material
postulando su pertenencia a un personaje destacado dentro de su comunidad.

Tejidos en la vida y en la muerte

Los ponchos ya mencionados eran las dos prendas que estaban ubicadas hacia el
exterior del envoltorio funerario, por sobre una de las camisas también colocada en fonna
en vol vente y otra que vestía el cuerpo; la tercer camisa recubría las piernas (Vignati 1934: 198).
Salvo la última prenda, deteriorada y con evidencias de un uso prolongado, el resto de estas
prendas estaba en muy buen estado de conservación y con pocas huellas de uso.
El poncho que se constituía en la última envoltura y por lo tanto quedaba visible en el
momento de la inhumación, fue concebido como un espacio total cuatripartito logrado mediante
urdimbres discontinuas; el otro, inmediatamente por debajo de aquel, tiene rayas de urdimbres
de color.

El espacio textil cuatripartito y la dejinicwn de sus límites


El poncho (N1 33.334) es una piez.a de un solo pai'lo, de lana de camélido en su color
natural marrón y blanco4 con una abertura longitudinal en el centro. El espacio total está dividido

Los objetos no textiles que integran el ajuar son: tres cestos trococónicos abiertos y uno con cuello, fa-
bricados con técnica de espiral, uno con di seño de fibras vegetales teñidas y los otros con inclusión de
motas de lana roja; una pulsera de cuero con diseño de triángulos por extracción de una de las capas que
la forman; dos pares de ojotas con decorado de diseño geométrico mediante incisiones en la suela; dos
bolsitas de cuero, una con el pelo hacia adentro y otra con el pelo hacia afuera; tres medias calabazas,
una con decorado pirograbado; un manojo de raicillas atado y un manojo de espinas de cactus también
atado, formando brochas; un tubo de hueso para aspirar con cubierta de madera; cuatro fragmentos de
cactus y dos valvas de moluscos. Hay que señalar la ausencia de cerámica y metal en este contexto. Para
mayor información sobre el ajuar, su ubicación original y detalles sobre piezas no tratadas acá, véase
Yignati 1934: 196-198.
2 El ikat es un procedimiento de teñido de los hilos previo a ser tejidos, mediante la reserva de porciones
intermitentes de su largo. Estas porciones se cubren con elementos o sustancias que las mantienen aisladas
e impermeables mientras se sumerge todo el material en el tinte. Al quitar el cubrimiento, estas porcio-
nes que han permanecido sin teñirse, alternan con las teñidas.
3 Otras referencias sobre estos textiles se pueden ver en Millán de Palavecino 1952: Fig.2; Gonz.ález 1967:22.
Asimismo creemos que ciertas notas inéditas que se encuentran en el Museo Etnográfico también fueron
realizadas por María Delia Millán de Palavecino, iniciadora del estudio de los textiles arqueológicos y
etnográficos de la Argentina
4 El color marrón corresponde al 1OYR 4/4 "dark yellowish brown" de la Munsell Soil Color Charts, 1988.

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en cuatro campos: dos lisos y dos con diseño de rayas por cambio de color de la urdimbre,
ubicados invertidos en diagonal. Para lograr ese efecto se recurrió al uso de urdimbres
discontinuas unidas por interlocking. Esta unión se produce a la altura de los hombros en una
línea equidistante de ambos extremos de urdimbre.
Las urdimbres son de dos cabos plegados en S y las tramas de dos cabos Z/S s. La prenda
eslá realizada en tejido llano 1/1, faz de urdimbre y la abertura para el paso de la cabeza fue
resuelta mediante el uso de tramas discontinuas. Ambos extremos de dicha abertura están
limitados por una franja tricolor horizontal, realizada estructuralmente con lana blanca, roja
y azul (Fig. 1)
El largo total del poncho es de 240 cm; el largo hasta la línea de cambio de urdimbres
es de 120 cm; el ancho total 163 cm; el ancho desde el orillo exterior hasta la abertura del
cuello es de 82 cm; el largo de la abertura del cuello es de 32 cm.
En los orillos6 de extremos de urdimbres se observa que las tres primeras pasadas de tra-
ma son de mayor grr~or que las del resto de la tela, lográndose un reforzamiento de los extre-
mos del tejido. Ambos bordes tienen una tenninación con punto cross-knit loop stitch (Emery
1980:243). Esta puntada de lazos cerrados, entrelazados y cruzados no enlaza en el cruce del
punto inmediato anterior, sino en el anterior a ése con lo cual el enlace resulta más largo y ro-
busto. Está realizada con hilo marrón oscuro, de tres cabos Z/Z, que resalta sobre el color más
claro de la pieza. Cada puntada toma entre cuatro y seis giros de los extremos de urdimbres; esta
terminación también ha sido denominada por Michieli "costura en punto de aguja variedad B"
en la descripción de piezas arqueológicas de esta misma zona (Michieli 1994:32).
En los orillos de trama, tanto en los exteriores, como en los que corresponden a la abertura
del cuello, se observa un entrelazado plano oblicuo plain oblique interlacing (Emery 1980: 63
y Frame 1991 : 147). Intervienen tres hilos en los laterd.ies y dos en la zona del cuello, de color
más oscuro cuyos diámetros son algo más gruesos que el de las tramas. Estas sujetan en cada
giro y alternadamente, a cada uno de los hilos que fonnan el entrelazado. Esta es la única
terminación de los bordes de la prenda en esas áreas. No se observan vestigios de costura de
unión entre la parte delantera y la espalda como tampoco diferenciación en la zona que co-
rresponde a la abertura de los brazos, muy evidente en las camisas. Esto nos autoriza a deter-
minar que esta prenda es un poncho.

Diseño de la cuatripartición

El espacio total se ha dividido en cuatro partes limitadas por dos ejes, uno longitudinal
central y otro transversal correspondiente a la línea de los hombros. El diseño de los cuatro
paneles resultantes son iguales de a pares: dos marrones lisos y dos rayados marrón y blanco
dispuestos en cruz dentro de e.5e espacio. Los paneles marrones lisos se ubican en el sector
inferior izquierdo y superior derecho, mirando a la prenda extendida y de frente y los rayados
en el sector inferior derecho y superior izquierdo (Fig. 2).

5 Cuando no figura la dirección del hilado es porque no se ha podido determinar.


6 Hacemos una distinción entre "orillos" y "terminación del borde"."Orillos" son los extremos de la tela
logrados durante el tejido. "Terminación del borde" las labores que se realizan sobre la tela para terminar
o embellecer la prenda a posleriori del tejido.

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Fig. 2. Gráfico de los 4 módulos del poncho N9 33.334 y detalle de las rayas.

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Si la prenda se usó con el mismo criterio que la camisa que la persona aún tiene puesta
y que permaneció en su ubicación original sin ser removida7, considerando el derecho y el
revés de la pieza según la terminación del borde inferior, el panel de color liso debió quedar
ubicado a la derecha y el rayado a la iz.quierda de la persona vista de frente.
En cuanto al panel con disei'lo, el fondo blanco es atravesado longitudinalmente por tres
conjuntos iguales que combinan tres unidades de disei'lo. Estas consisten en dos bandas marrones
que enmarcan una banda central con punteado, de la cual quedan separadas por una raya fina
blanca. Las unidades de disei'lo, a su vez, alternan con bandas blancas de ancho similar al de
cada una de las bandas que lo integran lo que permite la integración visual del conjunto y su
diferenciación del fondo blanco ya que los sectores de fondo son de ancho mayor. El efecto
de punteado, de tres hileras de puntos (sólo en un caso hay dos hileras de puntos), se ha logrado
mediante la alternancia de un hilo blanco y el siguiente marrón en el urdido. Este punteado
se denomina granicillo8 o peinecilla en el tejido tradicional actual, en el que aún se usa en
forma habiLual. (Fig. 2. Delalle)
Cada uno de los paneles mide 120 cm de alto por 82,5 cm de ancho y la densidad del
Lejido es de 17/19 urdimbres y 6n trdffias por cm según el lugar del recuento. Esta variación
se debe a zonas diferenciadas en cuanto al estado de conservación de la pieza.

Uniendo paneles myados y lisos

La unión transversal de los paneles lisos y rayados, a la altura de los hombros, se logra
mediante la unión de las urdimbres que desde cada extremo de la pieza llegan hasta el centro
donde giran y regresan, luego de entrelazarse entre sí (interlocked warps Rowe 1977:31; Emery
1980:88 y D'Harcourt 1977:20 y PI. 3, A). Esle entrelazado es simple ya que las urdimbres
se entrelazan de a una por vez, al llegar ambas urdimbres al centro (single interlocked, Rowe
1977:31). Todas las urdimbres realizan esle mismo procedimiento, pese a que las rayas ma-
rrones son de hilos con las mismas características y color que los paneles lisos. Es visible en
la parte de rayas una doble trama, posiblemente de refuerzo, que no participa en el entrelazado.
El urdir y tejer una tela con urdimbres discontinuas presupone un trabajo mucho mayor
que el de urdimbres continuas. Posiblemente se debió contar con una suerte de annazón
horizonlal rígido en el centro del telar para poder tensar las urdimbres y conseguir un largo
parejo. Estas miden 120 cm desde el hombro hasta el extremo inferior. Quizás se haya reem-
plazado luego ese armazón con la trama reforzada que mencionamos más arriba.
Por otro lado el paso de la trama se hace dificultoso cuando se llega a la zona de unión
y giro de las urdimbres. En esos casos se suele comenzar a tejer desde ambos extremos de
urdimbres hacia el centro y luego desde el centro hacia los extremos, terminando de pasar las
tramas con agujas. (Rowe 1977:29). Esto se ve claramente en tejidos que tienen además bandas

7 Cuando nosotros empezamos a trabajar sobre el ajuar de la momia, la mayoría de las piezas habían
sido removidas de su ubicación original. Otras referencias surgen de la citada publicación de Vignati
y de sus ilustraciones.
8 Según Rolandi de Penol 1979:36 "en muchas zonas del país se denomina granicillo a las peinecillas
que no tienen un ancho mayor de dos lúlos de urdimbre".

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de diseí'lo de urdimbres suplementarias ya que en la parte que se teje última no es posible


continuar el diseí'lo. No se da esto último en el caso que nos ocupa y no hemos podido dis-
tinguir el lugar donde se pasaron las últimas tramas. Sólo en el panel rayado las nueve pasadas
de trama a partir del hombro son algo más irregulares, lo que quizás podría ser un indicio. El
resto del tejido es parejo y uniforme. Las tramas son continuas en toda la pieza, salvo las que
forman la abertura del cuello.
Rowe cita una túnica procedente de Ocucaje de la Epoca 9 del Horizonte Temprano con
urdimbres y tramas discontinuas, técnica que se continuó usando en tejidos de la costa sur
durante la secuencia Nazca. En estos últimos ejemplos el tejido es llano balanceado (Rowe
1977:31). También el uso de urdimbres discontinuas está citado por O'Neale como técnica
conocida desde períodos tempranos en la costa en el valle de Nazca y continúa en los períodos
Medio y Tardío. Lo que tienen en común estos tejidos es que se han realizado usando hilos
suplementarios transversales como armazón (O'Neale 1949:139; PI. 5d). También Rowe cita
una túnica procedente de Ocucaje de la Epoca 9 del Horizonte Temprano con urdimbres y
tramas discontinuas, técnica que se continuó usando en tejidos de la costa sur durante la se-
cuencia Nazca. En estos últimos ejemplos el tejido es llano balanceado (Rowe 1977:31).

La policromía relaciona paneles

En los extremos de la abertura del cuello hay dos franjas transversales de 14,4 cm de
largo y 1,5 cm de ancho realizadas durante el tejido del poncho y no agregadas posteriormente,
que adornan y refuerzan los extremos de la abertura a la vez que relacionan los paneles al
producir en efecto de superposición sobre ambos.
El motivo que se repite tres veces, consiste en una línea diagonal de inclinación Z con
su borde superior aserrado y que remata en una voluta hacia la derecha. (Fig. 3)
Las franjas son de faz de trama, tejido de doble faz y realizado mediante el uso de 12
pasadas de tramas complementarias de color azul y blanco que forman el fondo y el diseí'lo
alternándose respectivamente en una y otra cara.
La unión de las tramas del diseí'lo con las tramas marrones de la tela se realizan por
entrelazado de trama (interlocking weft Emery 1980:81). En el giro de una trama marrón se
entrelazan, sin uniformidad, hasta tres tramas de la franja de diseí'lo.
La franja está enmarcada en su parte inferior y superior por un único hilo rojo de tres
cabos hilado Z plegado S y replegado Z, que realiza un enrollado (wrapping) de urdimbres
y forma una línea definida.
Los extremos de los hilos rojos que sobran a ambos lados de la franja, se sujetan in-
troduciéndolos junto con una trama común, entre los 14 hilos de urdimbre inmediatos y luego
quedan sueltos a modo de flecos (Fig. 4). Entre ambas líneas rojas quedan tres caladas en las
cuales se han pasado otros hilos rojos desde la tela hacia la franja, que luego de entrelazarse
con algunas de las tramas discontinuas blancas o azules (en un caso arrastran a alguna de estas
últimas) vuelven a salir por la misma calada y sus extremos quedan sueltos. El pasaje de ida
y vuelta de estos hilos rojos, de mayor grosor, por las 14 urdimbres mencionadas, resaltan por
su volumen, al mismo tiempo que logran un suave paso cromático hasta obtener un movimien-
to libre y hacer más difusos los límites laterales del adorno.

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..... Fig. 3. Diseño del adorno de la abertura del cuello. Pieza N2 33.334. o
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5 6

Flg. 4. Extremo de la franja de adorno de la pieza Nº 33.334.

Rayas de color irrumpen en otro poncho

La anteúltima envoltura del cuerpo hacia el exterior era el segundo poncho (N1 33.335)
cuya superficie predominantemente blanca se ve cruzada longitudinalmente por cuatro bandas
rojas con peinecilla central marrón y blanca. La abertura para el cuello realizada a lo largo del
sector blanco del medio marca el eje de simetría de la pieza.
Cuatro bandas tricolores repiten el mismo motivo que la banda de peinecilla de la pieza
anterior y se ubican de a dos, a ambos lados del eje de simetría que determina una simetría
en espejo. Las dos bandas más próximas a dicho eje miden 5,5 cm y las dos laterales 3,5 cm
de ancho. Si bien el motivo de las bandas es el mismo que el del poncho N11 33.334, hay una
variación al incluirse en éstas dos colores diferentes al del espacio mayor. En este caso la
banda punteada está hecha en marrón oscuro y blanco y las inmediatas laterales son rojas.
Las bandas rojas tienen a lo largo, variaciones en los tonos del color que no son uniformes
y que por sectores crean un efecto de rayas. Pero creemos que se debe a decoloración natural
del tinte por las condiciones soportadas por la pieza, más que a cambios intencionales.
Un detalle para destacar es la presencia de nudos de unión de las urdimbres, once en
total, la mayoría en el primer hilo externo de las bandas rojas, en algunos casos anudado con
una urdimbre blanca. También se observa en una oportunidad, que extremos de urdimbre rojos
han sido pasados junto con la trama lo que se hace notorio sobre la parte blanca del tejido.
El largo total de este poncho es de 248 cm y el ancho 150 cm. La abertura del cuello
mide 33 cm.

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Los orillos de trama y los de la abertura del cuello están tenninados con el mismo tipo
de entrelazado de tres hilos, descrito para la pieza anterior; difiere el color de los hilos. Para
los primeros se usó hilo jaspeado de dos cabos, color marrón claro y oscuro y para el segundo,
hilo blanco igual al de las tramas.
El orillo inferior correspondiente a los extremos de urdimbre tiene también la misma
terminación del borde ya descrita: cross knit loop stitch, muy destacada, de hilo de cuatro cabos
marrón muy oscuro, plegados en Z y cada uno a su vez de dos cabos plegados en S.
La abertura para el cuello no presenta ningún tipo de labor destacada en los extremos,
sino que sólo se los ha reforzado pasando un hilo igual al que forma el entrelazado blanco,
tomando ambos lados de la abertura y anudando juntos sus extremos.

La policromía y el diseño en las bolsitas tejidas

Como dijimos, tres bolsitas tejidas se incluyen entre los bienes que acompañaban a esta
persona. Una de ellas (Nº 49 .277) estaba enrollada en el brazo izquierdo, desde los dedos de
la mano hasta la mitad del antebrazo, cubriendo a su vez la pulsera de cuero ya mencionada
(Vignati 1934: l % y lám. III). Desconocemos la ubicación original de las otras dos con res-
pecto al cuerpo (N2 33.338 y N2 33.339); una de estas dos últimas -no se sabe cuál de ellas-
contenía el instrumento para aspirar, de hueso y madera.
La pieza N2 33.339 es una bolsita rayada de un solo pafio, de 27 ,5 cm de largo y 19 cm
de ancho, cuyo diseño consiste en una banda central con granicillo en blanco y azul enmarcada
a ambos lados por una banda azul angosta y otra roja, más ancha. Entre las unidades de diseño
se ve el fondo marrón claro que reaparece sobre los laterales de la bolsa pero separado del área
con diseño por una banda blanca a cada lado. El tejido es faz de urdimbre y tiene 19 urdimbres
y 6 tramas por cm; el diseño ha sido logrado por el color de las urdimbres. La abertura está
formada por los extremos de urdimbres por los que pasan dos hilos juntos, uno marrón y otro
azul sin otra terminación ulterior. La unión lateral se realizó con punto corrido envuelto (stroke
Emery 1980: 236, Fig. 356) en color marrón claro.
La mayor complejidad del diseño y de la técnica de las otras dos bolsitas (Nº 33.338 y
Nº 49.277), las hace especialmente interesantes. Pero hasta la fecha no han podido ser loca-
lizadas en el Museo. Sin embargo, la calidad de las fotos que ilustran el trabajo de Vignati y
que reproducimos acá, nos permiten aventurar algunas hipótesis sobre ellas. (Fig. 5 y 6)
La abertura de la primera parece estar a la izquierda en la fotografía. Se observan allí
los extremos de urdimbres de la pieza y sus primeras pasadas de trama reforzadas. Esto último
también se observa en la segunda de las piezas. Nos inclinamos a pensar, consecuentemente,
que se acudió al recurso de usar urdimbres discontinuas también para el diseño de estas dos
bolsitas. La medidas que transcribimos de Vignati 1934:217, son 80 mm de altura y 105 mm
de ancho para la primera y 204 mm de largo y 154 de ancho para la segunda Si bien el autor
remite a las láminas del dibujo coloreado de las bolsas y no menciona sus colores en el texto,
creemos interesante indicarlos aunque pudieron sufrir alguna distorsión con respecto a los
originales. De la primera: marrón muy claro, rojo, azul, blanco y verde; de la segunda, negro
(o marrón muy oscuro), blanco, azul, rojo, verde y marrón más claro. Con respecto a las costuras
de la bolsa 49.277 dice: "La costura de los bordes de esta bolsa es en espiral y se ha tenido

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Fig. S. Bolsita N'l 33.338 (Tomada de Vignati 1934, Lám. XVIII)

la prolijidad de hacerla con hilos de lana de dos colores: castaño y celeste, alternándolos de
modo que longitudinalmente cada borde de la bolsa está cosido por mitades en castaño y por
debajo celeste, y en el borde opuesto los colores están a la inversa, es decir, los colores iguales
están dispuestos en diagonal." (Vignati 1934:217)
Los motivos de rectángulos en la primera y de rombos escalerados de la segunda parecen
estar limitados por un aumento de grosor en las tramas, lo que nos induce a interpretarlo como
evidencia de un hilo de soporte para el urdido con urdimbres discontinuas de diferentes colores
para formar el diseño. Ann P. Rowe en su trabajo de 1977 se refiere a tres grupos de tejidos
precolombinos en faz de urdimbre con urdimbres discontinuas. Pensamos que la bolsa 49.277
es asimilable al primer grupo determinado y que la autora ilustra en la figura 16.

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Fig. 6. Bolsita Nll 49.277 (Tomada de Vignati 1934, Lám. XVI)

Creemos que nuestra observación acerca de un hilo de soporte para el urdido de esa
bolsa, es válida y se contrasta con su comentario que expresa que las tramas que hacen las
uniones son visibles en esa fotognüia como líneas más gruesas (Rowe 1977:26). La proceden-
cia de esa bolsa es desconocida pero la autora indica que piezas similares se encuentran en la
costa central y sur de Perú. Un ejemplo de este tipo de urdido lo vemos en D'Harcourt
(D'Harcourt 1936, PI. XD.
También se puede observar, en la bolsa 49.277, que la unión de dos colores diferentes
y contiguos a lo largo, por la forma en que se indentan, se ha realizado mediante el giro de
las urdimbres sobre una trama común, modalidad denominada indentado (dovetailed).
Ejemplifica esta técnica Rowe 1977: Construction l.
Lamentablemente el no poder hacer observaciones directas sobre las piezas nos impide
caracterizar a las tramas, aunque creemos debieron ser continuas. Y nos obliga además, a

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presentar sólo como una posibilidad, esta solución técnica para la realización de estos dos
últimos tejidos.
Un fragmento textil de la colección Doncellas (42-564), estudiado por Rolandi de Perrot,
fue determinado como "un tejido llano, 1/1, faz de urdimbre, con empleo para la confección
de los motivos decorativos de urdimbres discontinuas. El motivo ejecutado es muy sencillo
y consiste de pequeños dameros blancos y azules o castaño mediano sobre bandas de color
rojo: " ...Queremos aclarar que si esta pieza no hubiera conservado su cuerda del telar la hu-
biéramos clasificado, sin ninguna duda, como faz de trama." (Rolandi de Perrot 1979:43)
El motivo de rombos escalerados concéntricos (diamantes, dianwnds) formados por
cuadrados pequeños, y la guarda en zigzag de la pieza 49.277 es común en las túnicas y bolsas
incas (A.P.Rowe 1978:18). Si bien en los casos citados por Rowe, el tejido se ha realizado
mediante técnica de tapiz, es notable la similitud de los motivos, sólo variando con respecto
a algunos de los ilustrados, el centro del rombo, que es en este caso de un único color.

Otras prendas completan el vestuario: camisas monocromáticas

Tres camisas o túnicas lisas de color marrón, una notoriamente más oscura que las otras
dos, completan el vestuario. Ya nos referimos a su ubicación en el momento del hallazgo. El
estado de conservación varía, de excelente en la Nll 33.333 que aún tiene puesta, a bueno en
la N11 33.336 y regular en la N11 33.337 que envolvía las piernas. Se puede apreciar aún la
calidad de la manufactura de las dos primeras y la excelencia en la confección de los detalles.
Todas son de una sola pieza, de faz de urdimbre. Dos (Nll 33.333 y Nll 33.336) presentan
la misma terminación de urdimbre que la observada en los ponchos. La Nll 33.337 en cambio,
ha sido terminada con punto corrido envuelto. Las costuras laterales están realizadas con pun-
tada espina de pescado, en la pieza 33.333, y con una compleja labor, que sólo se ha conser-
vado en una mínima porción, que podemos denominar "puntada vertical doble con inversión
de la torsión" en la Nll 33.336, descrita en Renard 1994. En 33.337 no se observa costura por
su estado de deterioro; sólo en partes se ven unas puntadas toscas tipo hilván. La determinamos
como camisa porque tiene aún el refuerzo que es común a las tres, en el lugar donde termina
la abertura para los brazos.
Las tres túnicas son lisas pero presentan un detalle interesante que vale la pena destacar:
la presencia en los extremos de la abertura del cuello de una franja transversal con diseño,
realizada con la misma técnica descrita para el poncho 33.334, y en los mismos colores. En
la pieza 33.337 los motivos de las dos franjas son idénticas entre sí y repiten a la del poncho.
En la pieza 33.336, en cambio, sólo una reitera ese motivo mientras que la del otro extremo
resulta una variación: la voluta se combina con un gancho. Finalmente en la camisa No. 33.333
-la que tiene puesta en su cuerpo la momia- se observa un motivo de línea diagonal rematada
en ambas puntas en volutas que a su vez se insertan en la voluta contigua (Fig. 7).
Hay variantes en la forma en que se trataron los hilos que salen de los extremos laterales.
En un caso han sido trenzados de a tres hilos juntos, resultando dos trencitas a cada lado
(N11 33.336); en otro (Nll 33.333) todos los hilos participan en una única trenza tubular de varios
cabos que hace efecto espiralado en rojo y azul.
En cuanto a la abertura del cuello y con respecto a la terminación de sus laterales, dos
camisas tienen en común las puntadas realizadas a posteriori de la terminación del tejido, una

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Fig. 7. Gráfico de los motivos de las guardas transversales a la abertura del cuello en
ponchos y camisas.

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33.333

(NQ 33.336) con punto corrido envuelto y, en los tres centímetros últimos antes de ambos
extremos, punto cross knit loop stitch; la otra (N1 33.337) toda la abertura con el último de
los puntos mencionados. La camisa 33.333 en cambio, muestra el entreiaUldo ya descrito para
los ponchos, con el refuerzo en los extremos, sólo que en este caso el hilo es de color rojo.
Estos reforzamientos destacados son exclusivos de las camisas y las puntadas con que fueron
reali:zados se superponen a la parte superior de la franja del diseí\o que, como ya se dijo, fue
confeccionada durante el tejido de la prenda.

Otros accesorios de la vestimenta

El inventario textil que forma este ajuar está integrado también por un grupo de accesorios
textiles menores: un gorro, una faja, un cordón con motas, una pieza constituida por una cuerda
de tejido tubular, cuerdas con agregado de borlitas, cinta de tejido faz de urdimbre, lana color
natural hilada, lana teí\ida con ikat, lana teí\ida azul y roja formando madejas y acondicionadas
con hilo amarillo. Nos referiremos a ellas ya que por sus características podrían servir de
indicadores culturales y cronológicos.

Un go"o que son dos

La pie:za 33.333A que estaba colocada en la cabe:za de la momia en el momento de su


hallazgo, es un gorro descrito hasta ahora como de "tipo boina", de dos capas diferentes y
superpuestas. "En la coronilla (del gorro) se ha insertado un manojo de pequeí\as plumas,

NQ 2, diciembre 1994 387


Artículos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

algunas de las cuales, probablemente de loro, conservan su color amarillo natural; ottas han
sido íntegramente teñidas de color rojo vivo: ... No existen cintas o cordones desúnados a
sujetar el sombrero a la cabeza. Su forma y su tamaño permiten inducir que la adaptación era
perfecta y segura." (Vignaú 1934:202). Esas plumas hoy han desaparecido, quedando sólo
unos hilos de tendón animal que posiblemente fueron su medio de sujeción.
Nuestro análisis ha permiúdo determinar que el gorro no está compuesto de dos capas,
sino que son dos gorros diferentes uno sobre el otro y que actualmente se encuentran unidos
por burdas puntadas en la parte central con un hilo de lana de camélido de hilado tosco.
Desconocemos el momento en que estas puntadas fueron realizadas pero creemos que existían
con anterioridad al hallazgo dada la descripción previa de este atuendo.
El gorro inferior, en excelente estado de conservación, es de sección cuadrada, de 15 cm
de lado en la base y 11,5 cm en la parte superior; su altura es de 5 cm. Es de lana de camélido
color blanquecino natural y lana teñida de rojo, la que forma en la parte superior un cuadrado
de 8,5 cm de lado. Se ha elaborado mediante nudos de entrelazado doble double interlocking
knot (Bravo 1987:18) en los pasos 3 y 4 indicados por esta autora. Este úpo de nudo también
es conocido como nudo vaquero. El anudado va formando rombos que parúendo de un nudo
aumenta a cuatro nudos y luego decrece nuevamente a uno, cuyos límites están logrados mediante
una lazada que hace la separación entre ellos. Este moúvo cubre uniformemente toda la pieza
(Fig. 8). La diferencia de medida entre la parte superior y la base se ha logrado introduciendo
aumentos en algunos de los rombos de los laterales, en las áreas próximas a las aristas, en los

Fig. 8. Gorro inferior (Nº 33.333A.l)

388 Revista Andina, Año 12


Renard: Los tejidos de Angualasto

Fig. 9. Gorro superior (NO 33.333A.2)

que la secuencia de nudos se dispone uno, dos, tres, cuatro, cuatro, tres, dos, uno. En la ob-
servación atenta del gorro, estos rombos se detectan por la irregularidad de su forma.
El segundo gorro, que recubre al anterior tiene las mismas características que el primero
en cuanto a sección, técnica y material, sólo que en este caso toda la lana utilizada ha sido te-
ñida de azul (Fig. 9). Su altura es algo mayor (8 cm), cada lado en la parte superior mide 11 cm
y en la base 14 cm. Un único motivo de líneas quebradas de aproximadamente 5 cm de largo
formando zig-zag parten del centro de la parte superior y se distribuyen en el resto de la pieza.
Esto se logró alternando una lazada entre las !meas de ancho constante fonnadas por cuatro nudos.
Su estado de conservación es regular y no es posible observar el inicio del tejido en la parte
central superior porque ha desaparecido. Ambos gorros son de una sola pieza sin costuras.

Faja de diseño en V

Una faja tricolor (No. 33.341) sujetaba la camisa que cubría las piernas de la momia. De
rayas convergentes en V, anchas las de color blanquecino y marrón oscuro, y finitas las rojas,
mide 7 cm de ancho y 126cm de largo. La estructuraesdeentrelazadooblicuo (Frame 1991:147).
El entrelazado, por estar los hilos densamente ajustados, se incluye en la variedad de rep band
o no balanceado, de esa autora. En el caso de esta faja, los elementos funcionan de a pares,
ya que los que en un momento quedan visibles en la superficie (uno en el frente y otro en el
dorso), cubren a los que en ese momento que.dan ocultos (dos hilos juntos) mediante un giro

N2 2, diciembre 1994 389


Artículos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

fonnando twining. Todos los hilos utilizados son de escaso grosor, de dos cabos plegados en
S, salvo los hilos rojos, que son sólo dos, de tres cabos Z)S{Z, que al ser notoriamente más
gruesos que los restantes fonnan un relieve destacado. Para lograr el diseño en V, se comienza
a entrelazar los dos pares de hilos centrales, dirigiéndolos hacia cada uno de los laterales de
la faja y se continúa con los inmediatos a cada uno de ellos. Cuando vuelven a ingresar, los
dos hilos del "twining" regresan como una unidad. El estado de conservación de la pieza es
regular (Fig. 10).

Flg. 10. Faja N2 33.341

Cordones, cuerdas e hilos


Otros textiles demuestran la variedad de recursos técnicos de gran creatividad y excelente
resolución que fonnaban parte de este ajuar. Se trata de un grupo de cordones y cuerdas,
diferentes entre sí. El N1 33.333/1 es un conjunto de seis cordones iguales anudados juntos y
que, por sobre la camisa que aún cubre el cuerpo, rodea la cintura dando varias vueltas (Vignati
1934:196). Actualmente se han separado algunos fragmentos de este "cinturón". El efecto
visual es el de un cordón, con motas que lo engrosan a intervalos. Es color marrón oscuro y
los engrosamientos son producidos por el agregado de lana sin hilar blanca y roja con alternancia
irregular de esos colores, que logran el efecto indicado. El cordón al ser observado como producto
tenninado, es un hilo de tres cabos en Z con cuatro torsiones por cm y 0,3 cm de grosor. Pero
el componente básico es un único hilo hilado en S supertorsionado, sobre el que se ha realizado
un enrollado (wrapping) con lana sin hilar, de gran suavidad y brillo, a lo largo de 3 cm, a
intervalos no totalmente regulares y que producirá luego las motas. Un movimiento de avance

390 Revista Andina, Año 12


Renard: Los tejidos de Angualasto

y retroceso sobre sí mismo, cuyo giro coincide con la porción recubierta con el enrollado,
entrelaza y fija a ésta formando las protuberancias. El plegado en Z se produce sin necesidad
de torcer el hilo y se realiza a causa de la supertorsión del hilo. El grosor aumenta en las motas
a 0,65 cm lo que produce un efecto muy llamativo. (Fig. 11 ). Son varios metros de este cordón.
Una cuerda tubular (N'J 33.333/2) estaba ubicada en forma envolvente en la parte supe-
rior del cuerpo pasando tres veces desde el hombro derecho hacia el lado izquierdo, una de
las cuales lo hacía por debajo del brazo de ese lado, según se desprende de la lámina V del

Fig. 11. Cordón marrón con motas (NQ 33.333/1)

trabajo de Vignati. Actualmente se encuentra retirado de esa posición y fragmentado en dos


porciones, ninguna de las cuales presenta los extremos originales. Se trata de un tejido tubular
de entre 0,7 y 0,8 cm de diámetro, que recubre un cordel de tres cabos. El tejido tubular forma
un espigado de rayas horizontales mediante el enlazado cruzado de un elemento (cross-knit
loop Emery 1980:32). Este espigado se logra al ir cambiando los colores al completar una
circunferencia alrededor del cordel interior. Los colores se combinan de a pares, en sectores
que oscilan entre los 3 y los 7 cm de largo; las variaciones combinan la lana marrón oscura
con lana blanca o con roja o con marrón claro o con verdosa (esta última sólo en dos ocasio-
nes); algunos sectores son de un único color. El cordel interior de 0,45 cm de grosor, es de
tres cabos que han sido reunidos y torsionados en S; dos cabos son de fibra blanca y el tercero
es de pelo negro. Este último a su vez es de 2 cabos hilados en S y plegados en Z. Los cabos
blancos son a su vez de 4 cabos hilados, plegados y replegados en Z. Los cabos blancos son
más delgados que el negro, de modo que ambos juntos lo igualan en espesor.

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Artículos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

La cuerda presenta tres ataduras que la atan consigo misma formando un aro con dos
extremos libres. La central, en donde se produce el cruce, forma una protuberancia o
engrosamiento. Se ha realizado con lana marrón y roja al igual que una de las otras dos. La
tercera está sujeta con tendón o nervio animal hilado. (Fig. 12)
Una cuerda con borlitas rojas cubría la mano derecha del personaje junto con "un manojo
de lana corta, fina, teñida de rojo" (Vignati 1934:196). Esta cuerda de 164 cm de largo, de 2
cabos Z/S, ha sido recubierta con mechones de fibra de lana blanca muy suave y sin hilar,
doblados al medio sobre ella. Cada uno de estos mechones se ha sujetado mediante un hilo
de dos cabos plegado en S, usado doble, que reiteradamente y en forma cruzada pasa por sobre
el doblez y por debajo de la cuerda, resultando cada uno en una borlita esférica de 0,8 a 1 cm

Flg. 12. Cuerda tubular N9 33.333/2

·-
de diámetro y el sobrante forma flecos de 2 cm de largo. Terminada de armar fue teñida de
color rojo, color que no penetró hasta el interior de las borlitas, detalle que se puede observar
en algunas que están desannadas. (Fig. 13)
Como complemento del peinado y sujetando el pelo del lado derecho de la cabeza, una
cinta de tejido de faz de urdimbre de 2,5 cm de ancho, color marrón oscuro ha sido enrollada
sobre sí misma a lo largo y cosida, formando una suerte de cuerda tubular de 1 cm de diá-
metro. Junto con ésta, cuatro gruesos hilos de fibras de lana blanca natural apenas torsionada
y teñida de rojo mediante ikat, están unidos por un cordel. Originariamente este adminículo
se unía por la espalda con el extremo de las seis trencitas en que está acomodado el pelo del
lado izquierdo. Entre ambos extremos y rodeando los hilos gruesos con un movimiento cir-
cular y apretado, existe un cordel recubierto de flecos también teñidos de rojo. Cintas de faz

392 Revista Andina, Año 12


Renard: Los tejidos de Angualasto

Fig. 13. Cordón con borlitas y flecos (N9 33.333/3)

CM 2 3 4 5

de urdimbre e hilo rojo fonnando una borla, y usadas acondicionando el pelo está también
registrado para Sorocayense (Michieli 1994:26).
El ajuar texúl se completa con dos tipos diferentes de lanas hiladas. Uno es un conjunlO
de lana marrón oscuro natural hilada muy fino y super Lorsionada que estaba ubicado por deba-
jo del cuerpo; quizás los hilos estuvieran acomodados en forma circular, ya que la dirección que
sigue cierta porción de ellos así lo sugiere. El segundo úpo está consútuido por dos conjunLos
de lana hilada, teñida uno de rojo y otro de azul y acomodada como en madejas. El conjunLo rojo
está sujelO en su parte media por un manojo de hilos azules. El conjunlO azul está acomodado
y sostenido en fonna plana mediante sendas cadenetas de lana amarilla en un secLor, y roja en
otro. Todos esLos hilados son de dos cabos ZJS. EsLos conjunLos están ubicados en la zona de la
cintura sobre la camisa que viste la momia y paralelos al cordón con motas ya descriplO. Made-
jas similares a estas úlúmas y denominadas "vinchas" porque estaban ubicadas en una cabeza
"por debajo del cabello, sobre la nuca y la frente" se han encontrado en el mismo caso de
Sorocayense citado en el párrafo anterior (Michieli 1994:27). El material texúl que procede de
ese siúo pertenece a grupos que vivieron en el valle de Calingasta a partir del 1100 d.C.

Comentarios

Entre las prendas notables que componen la vesúmenta de esta persona, se destaca el
poncho NO 33.334 de diseño cuatriparúLo logrado por el uso de urdimbres disconúnuas. No

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Artículos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

hemos detectado hasta el momento otras prendas similares en tejidos arqueológicos del terri-
torio argentino. Sólo se encontró un fragmento de tela "de 80 por 50 cm" de iguales carac-
terísticas (rayado y liso) y que corresponde a un pequeño sector de unión de las urdimbres
discontinuas, en la localidad sanjuanina de Sorocayense, departamento de Calingasta, San Juan.
(Michieli 1986:377; 1994:24). Sería el único caso igual y que procede de una zona próxima
situada al sur de Angualasto.
Los tejidos de faz de urdimbre se han registrado en Angualasto, desde la fase Punta del
Barro (ca. 300-400 d.C.)(Michieli 1986: 162) y aparece en la cultura Calingasta a partir del 500
d.C. En el material textil de los cinco sitios del departamento Calingasta estudiados por Michieli,
los tejidos son en su totalidad de faz de urdimbre (Michieli 1994:28). También son de faz de
urdimbre todas las prendas de los ajuares incaicos de altura encontrados en la provincia de San
Juan (en un caso con inclusión de una guarda decorativa en faz de trama) (Michieli 1990).
La tenninación de los orillos laterales y los de la abertura del cuello de los dos ponchos
que describimos: el entrelazado de dos o tres hilos, es una característica técnica que aparece
también en la cultura Calingasta y en las dos camisas incaicas procedentes del Cerro El Toro.
Los diseños de rayas o bandas verticales logrados en los tejidos de faz de urdimbres son
comunes en el noroeste argentino. Numerosos ejemplos provienen de localidades arqueoló-
gicas como Tastil, en la provincia de Salta, o de Doncellas en la provincia de Jujuy. En el
primero de los sitios nombrados existen además alrededor de dieciséis especímenes que tienen
también bandas de peinecillas intercaladas entre bandas lisas (Rolandi de Perrot 1973: 299)
y en el segundo aparece en las mayoría de las bolsas (Rolandi de Perrot 1979:35).
Cronológicamente se ubican esos hallazgos en el Período Tardío, de Desarrollos Regionales
e Inca. También en Sorocayense se hallaron cuatro frdgmentos de poncho o camisa con diseño
de rayas y punteado, "damero de dos urdimbres y dos tramas" (Michieli 1994:22 y fig. pág.
30) y en Hilario aparece fonnando una guarda en la prenda que viste el cuerpo momificado
hallado en ese sitio del valle de Calingasta (Constanzó s.f.: 12). En Chile también se han re-
gistrado diseños de granicillo similar a nuestros ejemplos, denominado localmente ajedrezado,
en bolsas de diferente tamaño y en fragmentos de telas. Los especímenes registrados provie-
nen la mayoría de Quillagua y en menor proporción de Chunchurí, cerca de Calama (Fuentes
1965). Se conocerían desde el período Intennedio Temprano hasta el Tardío.
Otra característica distintiva de esta pieza y común a las otras cuatro prendas de vestir
de este conjunto, son las franjas de adorno transversales a la abertura del cuello, logradas
estructuralmente durante el tejido. Hasta el presente no ha sido descrita en la bibliografía
consultada. Adornos o refuerzos no estructurales sino bordados y de diseño de rayas horizon-
tales por cambio de color, han sido citados para prendas incaicas procedentes de la provincia
de San Juan9 • También hay referencias a esta última modalidad como presente en Doncellas,

9 Una camisa que como ofrenda acompañaba el cuerpo de filiación incaica, hallado en la cumbre del
Cerro El Toro, en la provincia de San Juan, presenta en la base de la abertura del cuello "un refuerzo
colocado en sentido perpendicular a ella realizado con cinco costuras paralelas de 2,30 cm de largo
que alternan los colores azul y rojo oscuro, quedando en los extremos el color azul. Las costuras están
realizadas con punto cadena o punto de aguja" ... "La dirección de las costuras no es siempre la misma
sino que algunas corren de izquierda a derecha y otras en sentido contrario sin regularidad aparente.
Lo singular del adorno consiste en que tales costuras son superficiales, es decir que no pasan al reverso

394 Revista Andina, Año 12


Renard: Los tejidos de Angualasto

Jujuy para el Período Tardío10 • En ambos casos, además de las diferencias técnicas, el motivo
y las medidas son diferentes a las de Angualasto, si bien la idea general puede ser asimilable.
Otras prendas cuyas base de la abertura para el cuello también ha sido rematada con un
decorado, son ilustradas en MCHAP 1985:43, y en la tapa de dicho Catálogo, correspondiendo
a camisas de la Fase l..oreto Viejo (Período Tiawanaku) (700-1100 d.C.) y Período de Desarro-
llos Regionales (1100-14 70 d.C.) respectivamente. Desconocemos la técnica de su confección.
Un detalle a considerar son los motivos de color blanco y azul que alternadamente en
cada cara del tejido forman la figura y el fondo del adorno polícromo. Se trata, como ya se
dijo, de una línea inclinada aserrada en la parte superior, uno de cuyos extremos termina en
una voluta, y volutas sueltas o entrelaz.adas en un continuo. El seguimiento de la dispersión
de estos motivos en tejido del territorio argentino es difícil por la escasez de restos textiles.
Es más fácil rastrearlo en soportes de otra naturaleza como la cerámica o las calabazas
pirograbadas. A partir del Período de Desarrollos Regionales (l<XX>-1480 d.C.) se los encuen-
tra, especialmente a los dos últimos, en urnas estilo Santa María (Serrano 1958:Lám II,IV;
Weber 1978 y 1981); en la cerámica Belén (Serranoop.cit lám. XVD; en piezas estilo La Paya
(Serrano op.ciL Fig. 27) procedentes del sitio homónimo, y ya con fuertes influencias incaicas.
El mismo motivo es utilizado también en el decorado de recipientes en base a calabazas
seccionadas, en el área de la puna argentina en la provincia de Jujuy, en especial en Yavi
(Krapovickas y Aleksandrowicz 1986-87), en Doncellas y áreas adyacentes. (Vignati 1938:
Fig.4; Hemández Llosas 1983-1985). En el actual territorio chileno, en cuencos procedentes
de Arica, Período de Desarrollos Regionales, Fase San Miguel (1100-1200 d.C.) (Museo Ar-
queológico de Santiago 1991:78).
En tejidos de Arica también aparece en el mismo período (Museo Arqueológico de
Santiago 1991 : 57) y en bolsas "chuspas" y bolsas-fajas (Museo Chileno de Arte Precolom-
bino 1985:39, 49).
La interacción y el intercambio entre poblaciones de ambas vertientes de la cordillera
se evidencia por la presencia de bienes culturales, símbolos y signos semejantes y también por
la existencia de objetos exóticos en los contextos locales; concretamente en el caso de la momia
de Angualasto, esos mecanismos se afirman con la presencia de dos valvas, una Concho/epas
concho/epas Brug. y la otra de Semele solida Gray procedentes ambas de las costas de Chile
o Pení, que integran los objetos del ajuar (Vignati 1934:218).

de la tela. En éste a su vez se repiten las costuras en fonna similar. Los extremos de los hilos utilizados
en cada una de las costuras están rematados por medio del recurso de introducirlos por debajo de los
hilos de urdimbre para ambos lados y en las dos caras del tejido. Estas costuras forman así un refuerzo
bordado rectangular de 2,30 por 1 cm de lado con rayas horizontales." (Michieli 1990:6).
10 En Doncellas "Las bocas (de los poncho-camisas) también siempre tienen un refuerzo que es a la vez
adorno, y que se hace bordando una serie de hileras de puntos en sentido de la trama, transversales
a la boca. Los puntos empleados varían; hay punto corrido doble, punto corrido envuelto y punto cadena.
Se los usó solos o combinados entre ellos. El espacio que ocupa este remate es variable. El ancho puede
ser entre 10 y 15 nun y el largo generalmente alrededor de 40 a 50 mm, aunque tenemos un caso
en que se extendió hasta los 150 mm. Todas las veces combinan distintos colores para lograr efectos
decorativos: azul y rojo; rojo, castaño oscuro y blanco; rojo, verde, blanco y azul, formando siempre
hileras horizontales de distintos colores." (Rolandi de Perrot 1979:40).

N2 2, diciembre 1994 395


Artículos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

ui cuatripartición en el mundo andino

Los principios de dualidad y cuatripartición son principios antiguos en el mundo andino,


que funcionan en lo incaico y que se ven aún en lo etnográfico.
La partición de la unidad que constituye el poncho, en cuatro partes, esquema que se
repite en las costuras laterales de una de las bolsitas, debió estar fundamentada por alguna
razón que en territorio argentino resulta difícil de detectar actualmente.
La población aborigen del área cuyana fue rápidamente diezmada en los primeros siglos
posteriores a la entrada de los españoles a la región, produciéndose un corte entre lo arqueo-
lógico y lo que perduró luego como tradición textil y que llega hasta nuestros días.
La influencia de lo europeo sobre la población restante desde los primeros momentos
de la conquista, produjo una transformación en su modo de vida, de la que no quedó exento
el quehacer textil. Y si bien perduraron las formas básicas de las piezas y algunos aspectos
técnicos, desapareció aquello que le otorgaba significado a un diseño, a los colores, a lo claro
y a lo oscuro, a los espacios rayados o lisos y a la relación de estos rasgos entre sí. Esta carencia
nos impide rastrear en comunidades actuales de la zona las tradiciones locales precolombinas.
En Perú o Bolivia aún es posible hacerlo. La división en cuatro partes aparece en algunos
tejidos octuales del área de Macusani, Puno, Perú. E. Zom realizó un estudio sobre los atados
rituales de los pastores de esa zona, dedicándose a analizar las unkhuñas pequeñas telas
cuadradas, manteles o pequeñas mantas. En ellas el campo central se ha dividido en dos mitades
longitudinales a las urdimbres en dos colores, que luego se vuelven a subdividir en el sentido
horizontal de las tramas, formándose cuatro cuadrados de cuatro colores distintos. "Esta manta
tiene como objeto exclusivo el uso ritual" (k'uchu 'unkhuña) (Zom 1987: 512).
También hay registro de piezas concebidas con una partición cuatripartita de su totalidad
en Pitumarca, provincia de Canchis al sudoeste de Cuzco. Denominadas ti/ellas logran su aspecto
debido al uso de dos colores de urdimbres discontinuas que alternan en diagonal. Tienen también
uso ceremonial (Mercado 1993. MS).
Verónica Cereceda muestra también "un tipo extraordinario de unku conservado en la
Comunidad de Coroma, Potosí, Bolivia. Estos unkus -(¿4 ó 5?)- como una pequeña serie, repiten
un mismo diseño, aunque los tonos varían de uno a otro.... ". A continuación realiza la descrip-
ción y termina:... "En los hombros, las urdimbres se invierten nuevamente y si hacia adelante
se inicia una banda azul, hacia atrás es roja y vice-versa... ", y señala como excepcional la
presencia del modelo que postula no sólo en bolsas o frazadas, sino en prendas de vestir para
ceremonias y otras ocasiones (Cereceda 1990: 99-100, Fig. 26).
La división en cuatro partes tiene en los tejidos señalados un significado especial, en
cuanto transmite mediante un código formal y cromático una concepción del mundo, del
territorio, conceptos ligados a lo político y a lo económico; en relación y participando con los
ritos y ceremonias dedicados a la fertilidad y a la producción ganadera y agrícola.
¿Podríamos tener en el poncho que analizamos un contenido semejante y ser un ante-
cedente de los conceptos simbolizados? Es aventurado afmnarlo, pero su existencia como
modelo presente desde época precolombina es una realidad.

396 Revista Andina, Año 12


Renard: Los tejidos de Angualasto

Conclusiones

En función del análisis realizado y de las características técnicas y de diseí'lo y habiendo


establecido el correspondiente cruzamiento con otra infonnación existente, creemos que el
entierro de esta persona debe pertenecer al Período Tardío prehispánico de la provincia de San
Juan. Algunos elementos nos acercan hasta lo incaico, tal los diseños en S y la ampliación de
la paleta de colores en los tejidos, con respecto a las tradiciones anteriores, con la inclusión
del color amarillo, que irrumpe brevemente en los hilos que sujetan con una cadeneta la lana
azul hilada. Eventualmente esta asignación cronológica se someterá a contrastación mediante
el fechamiento de los restos de la momia.
Dado que no podemos afinnar que la división en cuatro partes del poncho que analiza-
mos responda a los fundamentos que rigen para las prendas actuales de Bolivia o Perú, quizás
sea más viable pensar para el poncho N2 33.334, una función ceremonial como tienen las
utilizadas actualmente en esas zonas.
Sería deseable contar con un cúmulo mayor de evidencias para comprender mejor los
procesos que tuvieron lugar en la sociedad que vivió en Angualasto. Es importante la cantidad
de objetos que en fonna fortuita se han hallado en ese sitio. Una investigación sistemática
producirá resultados esclarecedores. Por el momento se tiene previsto avanzar con estudios
específicos sobre este material con que cuenta el Museo Etnográfico. Entre otros, están en
curso estudios de antropología biológica para detenninar fehacientemente el sexo de esta persona,
hasta ahora mencionado como femenino, dadas las implicancias que el sexo puede jugar en
el rol del personaje.
Procedentes de la localidad de Angualasto hay evidencias también de otros elementos
suntuarios y ceremoniales de excepción, como es el "escudo ceremonial" de madera e
incrustaciones de turquesas y la manopla de metal que portaba otro personaje, motivo del
trabajo de A.R. González (González 1967). La existencia de objetos pertenecientes al com-
plejo de alucinógenos también inducen a pensar en funciones ceremoniales que debía desa-
rrollar esa persona. Este autor postula para ese hallazgo una ubicación cronológica tardía y con
evidencias de la presencia incaica manifiesta a través del escudo-insignia
Los restantes elementos de la vestimenta analizados acá, también excepcionales, y otros
componentes del ajuar, como las bolsitas de cuero, los elementos del complejo de alucinógenos
y los fragmentos de cactus con propiedades narcóticas (Peláez, Renard y González 1994), dos
pares de ojotas de cuero con la suela decorada y pintada de rojo, uno de ellos con las mismas
volutas que el motivo de la camisa que aún lleva puesta, nos autorizarían a pensar que el
personaje de atuendo tan importante, efectivamente debió cumplir alguna función ceremonial
destacable, durante la cual se ataviaba con la vestimenta que expresaba y remarcaba su jerarquía
especial.

N2 2, diciembre 1994 397


Artículos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Agradecimientos

Agradezco profundamente el tiempo de lectura del manuscrito y las charlas posteriores


de tanto provecho que mantuviéramos con la Dra. Myriam N. Tarragó. A la Lic. Isabel Iriarte
por brindarse enteramente y compartir conmigo sus conocimientos sobre el tejido precolom-
bino; sus sugerencias han sido plenamente aceptadas e incluidas en el texto. También mi cariñoso
agradecimiento a Carolina Coquet por los dibujos.

Susana F. Renard
CONICET. Museo Etnográfico
Moreno 350
1091 Buenos Aires
ARGENTINA

Las fotos de las Fig. 6 y 7 fueron tomadas de Vignati 1934, Lám XVI y XVIII. Las
restantes son fotos de la autora. Los dibujos fueron realizados por Carolina Coquet

398 Revista Andina, Año 12


Renard: Los tejidos de Angualasto

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