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AÑO DE LA UNIVERSALIZACION DE LA SALUD

AREA DE DESARROLLO PERSONAL, CIUDADANIA Y CIVICA

PROF. INDIRA HINOSTROZA ALANYA 1ERO A Y B CAPACIDAD: ARGUMENTA

Definición de “ética”
La ética es la habilidad para tener siempre presente cómo afectan nuestros
pensamientos, palabras y acciones tanto a nuestra felicidad como la de los demás.
Aquello que piensas, dices o haces no debe minar tu felicidad ni la de los demás. En
ningún aspecto.
¿Te imaginas un mundo donde nunca jamás nadie hiciese (ni dijese, ni pensase) nada
que pusiese en peligro la felicidad de otro ser humano? Ese sería un mundo ético. Un
mundo donde blindar la felicidad de uno mismo y la de los demás fuese la prioridad de
todo pensamiento, de todo acto.
Así, podemos ser éticos (o no serlo) a tres niveles diferentes: pensamientos, palabras y
acciones.
Pensamientos y la ética
Estamos acostumbrados a creer que la ética solo se ve envuelta cuando hay palabras o
acciones por el medio. Pero claro, siguiendo la definición anterior, cualquier
pensamiento que afecte a tu felicidad de manera negativa (o a la de los demás en
potencia) también podemos considerarlo como poco ético.
¿Sabes? Cualquier acción o palabra siempre ha comenzado con un pensamiento. Me
gustaría expresar aquí la importancia crucial que tiene siempre aportar conciencia sobre
la ética de los propios pensamientos ya que son la chispa de la hoguera de la falta de
ética en las palabras y las acciones.
Prueba a estar una semana solo con pensamientos éticos (no pienses nada que vaya en
detrimento de tu felicidad ni de la de los demás) y luego cuéntame qué es diferente en tu
vida.
Palabras y la ética
Al hablar ordenamos pensamientos; es por lo tanto el siguiente eslabón de la cadena ya
que no solo te afecta a ti mismo sino también a los demás que escuchan.
Así, cuando verbalizamos un pensamiento estamos dando la posibilidad a otros de
escucharlo y de interactuar; las palabras pueden ser recogidas por alguien de modo que
le aportemos valor… o todo lo contrario.
La pregunta que te hago es: ¿cómo quieres que te afecten a ti y a los demás aquello que
estás diciendo?
Además, es imposible agredir verbalmente a nadie sin agredirnos a nosotros mismos.
¿Acaso te quedas tranquilo, sosegado y en paz después de ser poco ético verbalmente
con alguien?.
Acciones y la ética
Es la expresión última del pensamiento. Es la máxima representación de aquello que nos
ronda la cabeza. Es el último eslabón de toda la cadena.

Es así hasta el punto que muchas personas pueden “pensar” en hacer algo poco ético
pero hasta que no lo “hacen”, no los juzgamos.
Incongruencia entre Pensar-Decir-Hacer
En mí día a día me encuentro con un buen puñado de personas que viven en relativa
incongruencia. Piensan que no deben hacer algo y sin embargo, lo hacen. Dicen que van
a hacer una cosa y hacen lo contrario (o directamente no lo hacen). ¿Cuándo fue la
última vez que hiciste algo que no querías hacer o que dijiste algo aun cuando pensabas
lo contrario?
Es imposible ser éticos si no somos congruentes. Es imposible ser éticos y dar lecciones
de moralidad si en todo momento no alineamos lo que pensamos con lo que decimos y
con lo que hacemos.
Ética y legalidad
Solo hay que echar un vistazo ahí fuera para darse cuenta de que muchísimas cosas son
técnicamente legales aunque éticamente reprobables. Haz una lista de todos los
aspectos, dogmas, creencias y leyes que, aun siendo legales, afectan de algún modo a la
felicidad de los demás o a la tuya propia.
Podría poner ejemplos aunque no quiero condicionarte. Solo te invito a que hagas la
lista.
No quisiera cometer el error aquí de decirte qué es o qué no es ético. ¿Quién soy yo para
decirte esto? Ya sabes, tan solo soy un ser humano que quiere hacerte pensar.
Ahora, te pregunto: ¿qué has pensado, dicho o hecho últimamente que, aún siendo legal,
ha afectado a tu propia felicidad o a la felicidad de otro ser humano? ¿Cómo te sientes
con respecto a esto? ¿Qué otra manera tendrías para comprender dicha situación para
que nadie saliese perdiendo?
Ética y expectativas
En una ocasión me preguntaron, “Iván, si alguien hace lo que quiere, ¿es éticamente
correcto?”.
Pues… depende. Recuerda: la ética significa que nada de lo que pienses, digas o hagas
debe afectar ni a tu felicidad ni a la de nadie.
Pero ojo, no te confundas. No pienses que alguien no es ético porque no hace lo que tú
quieres que haga.
Por ejemplo, ¿es ético romper con una relación sabiendo que la otra parte lo va a pasar
mal? Puede ser perfectamente ético.
Piénsalo. Tal vez la otra parte preferiría seguir con la relación… Eso no lo niego. Pero
no son más que expectativas que ha proyectado sobre la otra persona. No puedes estar
por la vida contentando a todo le mundo, ¡te volverías loco/a!
Diría más: lo que no es ético es mantener una relación sentimental dañina para ti ya que
te estás negando tu propia felicidad.
Mira, no cumplir con las expectativas de los demás no tiene nada que ver con la ética.
Al contrario, si fuerzas a que alguien haga algo que no quiere hacer serás tú la persona
poco ética que impide que la otra parte sea feliz haciendo lo que en ese momento
considera más oportuno.
No caigas en la trampa de creer que algo no es ético simplemente porque no la apruebas
u opinas diferente aunque no te agreda de forma objetiva.
Cuando el fin justifica los medios
En algún momento de la historia empezamos a mezclar las cosas. En algún momento
empezamos a creer que tenemos derecho a hacer lo que sea con tal de conseguir eso que
anhelamos. Menudo despropósito, amigos.
En algún momento empezamos a creer que podíamos supeditar el bienestar general del
planeta (y de todos sus integrantes) por la sensación de bienestar inmediatos.
Tener sueños es fantástico, en serio; te animo a que tengas aspiraciones personales
grandes. A lo que no te animo es a que pases por encima de nada ni de nadie para
conseguir lo que quieres. El universo no lo entiende. Yo no lo entiendo.
Lo-que-no-es la ética
Si algo es legal pero afecta a la felicidad de alguien (incluyéndote a ti mismo), no estás
siendo ético.
Si algo es deseable para ti y para conseguirlo tienes que hacer algo que afecta a la
felicidad de alguien, no estás siendo ético.
Si cualquier cosa que piensas, dices o haces afecta a la felicidad de alguien
(incluyéndote a ti mismo), no estás siendo ético.
Si cualquier cosa que haces afecta de algún modo a la felicidad de generaciones futuras,
no estás siendo ético.
Si cualquier cosa que dices o haces no está alineado con lo que piensas, no estás siendo
ético.

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