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Facultad de Ciencias Sociales

Escuela de Gobierno y Gestión Pública

Administración Pública

Filosofía Política I:
Cuestionario

Ariel Campos Delgado

Universidad Academia de Humanismo Cristiano

Docente: Cecilia Sánchez Gonzales.


2

Tabla de contenido

¿Qué entiende Platón por política y que vínculo establece con la filosofía?............................ 3

Refiérase al vínculo que se establece Platón en la República entre el alma individual y la

polis. Caracterice y explique ........................................................................................................ 5

¿En qué sentido el pensamiento político de Aristóteles es patriarcal? .................................... 9

Referencias................................................................................................................................... 11
3

¿Qué entiende Platón por política y que vínculo establece con la filosofía?

Antes de mencionar que es lo que Platón entiende por política es menester señalar algo muy

interrelacionado y que es para Platón algo de suma importancia: el deber (posición y/o lugar) que

cada quien tiene en la polis1, según una disposición natural (del alma). Ese deber implica respetar

y cumplir responsablemente (templanza) ciertas tareas y/o actividades que corresponden a cada

quien dentro de la polis, lo que configura un orden, una armonía que deviene en justicia (en lo

justo). Y en ese sentido, es que solo a algunos corresponde la tarea de gobernar, de dirigir y de

velar por el interés general y el bien común. Pues, entonces, para Platón la política implica

buscar y perseguir un equilibrio (perfección) en donde, idealmente, hay quienes deben gobernar

(con sabiduría y prudencia) conforme al bien público y al interés general y otros que deben

respetar y subordinarse a los gobernantes respetando su posición de dirigentes de la polis

(templanza), ello es lo mas conveniente para todos puesto que son los más capaces y aptos para

esa labor. Lo anterior, queda de manifiesto cuando Platón escribe, metafóricamente en el libro

III, sobre las razas de oro (magistrado), plata (guerreros), hierro y bronce (artesanos,

labradores)2. Asimismo, quienes gobiernan también tienen el rol de educar, porque solo a través

de la educación se puede “salir de la caverna”. Pero, ¿Qué significa salir de la caverna? Salir de

la caverna implica conocer las cosas en sí mismas y no en apariencia, es decir conocer la esencia

de las cosas. Implica “abandonar” el mundo sensible, el mundo de lo mutable, de la opinión

(doxa), de lo perecedero, de las imágenes, sombras y apariencias para llegar al mundo de las

1
El Estado justo debe estar dirigido por gobernadores sabios, defendido por valientes guerreros y compuesto por
una mayoría de ciudadanos -agricultores y artesanos- de costumbres moderadas. Sólo si los individuos guardan este
equilibrio entre las potencias, el Estado será justo, y únicamente si éste es equilibrado, los individuos serán justos.
(Cardona, La República, p.8)
2
Vosotros, que sois todos parte del estado, vosotros (…) sois hermanos; pero el dios, que nos ha formado, ha hecho
entrar el oro en la composición de aquellos que están destinados a gobernar a los demás, y así son los más preciosos.
Mezcló plata en la formación de los guerreros, y hierro y bronce en la de los labradores y demás artesanos. (Platón,
La República, p.107)
4

ideas, al mundo inteligible, a través del conocimiento (episteme). Y en ese sentido, el magistrado

a través de la educación cumple un rol político liberador, libera a quienes se encuentran en el

mundo de las sombras. Así las cosas, quienes dirigen la polis deben gobernar y educar a sus

miembros para perfeccionarla gradualmente en vistas de un estado justo y dichoso, y ello es

plausible haciéndoles conocer lo que está más allá de lo que ven, es decir, haciéndoles conocer la

esencia de las cosas (en sí mismas), la verdad y lo verdadero, lo inmutable, lo eterno y no lo

aparente y efímero.

Pero, para lograr las cuestiones señaladas en el párrafo anterior, quienes educan y gobiernan

deben conocer de antemano que es lo verdadero, que es la verdad, lo bueno, lo bello, la justicia y

lo justo etc. En síntesis: deben ser capaces de conocer la esencia de las cosas (lo inmutable).

Entonces ¿Quiénes son los que deben gobernar? ¿Quiénes cumplen con las aptitudes y

cualidades necesarias para gobernar y educar a los miembros de la polis? ¿Quiénes tienen en sí

mismos, en su espíritu, la disposición natural para contemplar la esencia de las cosas? Platón nos

dice a quien debemos confiar el gobierno del estado3. Y en ese sentido, solamente los filósofos,

los verdaderos filósofos, pueden llegar al conocimiento de la autentica verdad porque solo ellos

gustan contemplar la verdad, el filósofo busca la verdad y no el saber absoluto (caso contrario es

el de los sofistas). Hemos llegado a el vínculo que Platón establece entre política y filosofía. El

filósofo gobernante no tan solo debe conocer, no tan solo debe contemplar la idea del bien a

través de un proceso dialéctico, sino que fundamentalmente debe ser capaz de “volver a la

3
Al que está dotado de memoria (…) de grandeza de alma, de afabilidad, y que es amigo (…) de la verdad, de la
justicia, de la fortaleza y de la templanza (…) a tales hombres, perfeccionados por la educación y por la experiencia,
y sólo a ellos. (Platón, La República, p.176)
5

caverna”4 para educar y gobernar a los miembros de la polis en vistas de alcanzar la felicidad de

todos.

Refiérase al vínculo que se establece Platón en la República entre el alma individual y la

polis. Caracterice y explique

Platón, en la república, ávido por encontrar respuesta a las preguntas ¿Qué es la justicia? ¿Cómo

es el hombre justo? ¿el hombre justo es dichoso o desgraciado; ¿es ventajoso, o no? Se sigue de

un método para poder responder, yendo desde lo general a lo particular. Y en ese sentido, es que

Platón dice que, primero, es más fácil hallar lo justo y lo injusto en un estado (en una polis) y

que, una vez se encuentre, ello podía aplicarse al individuo de manera tal que pudiese hallarse al

hombre justo e injusto5, pero para poder cumplir con ello se debe partir desde la base de un

estado perfecto a través del cual se pueda observar clara y verdaderamente que es la justicia y la

injusticia, lo justo y lo injusto. Y para ello es que Platón idea un estado ideal6.

Lo dicho en el párrafo anterior es menester señalarlo puesto que sin ello no se entendería el

porqué Platón vincula la polis con el alma individual. La polis se considera de esta manera “a

semejanza del alma, como un todo compuesto por tres partes. Existe una correlación estrecha

entre las tres y las facultades anímicas y, por tanto, a cada uno de los tres grupos sociales

4
Descended, pues, cuando sea necesario, a la estancia común; acostumbrad vuestros ojos a las tinieblas que allí
reinan; y cuando os hayáis familiarizado con ellas, juzgaréis infinitamente mejor que los demás la naturaleza de las
cosas que allí se ven; distinguiréis mejor que ellos los fantasmas de lo bello, de lo justo y del bien, porque habéis
visto en otra parte la esencia de lo bello, de lo justo y de lo bueno. Y así, tanto para vuestra dicha como para la de la
república, el gobierno de nuestro estado será una realidad, y no un sueño como en la mayor parte de los demás
estados, donde los jefes se baten por sombras vanas, y se disputan con encarnizamiento la autoridad, que miran
como un gran bien. (Platón, La República, p.208)
5
Se encuentra la justicia en un hombre y en una sociedad de hombres (…) pero la sociedad es más grande que el
simple particular (…) Por consiguiente, la justicia se mostrará en ella con caracteres mayores y más fáciles de
discernir (…) indagaremos primero (…) cuál es la naturaleza de la justicia en las sociedades; en seguida, la
estudiaremos en cada particular. (Platón, La República, p.58)
6
si examináramos con el pensamiento la manera de formarse un estado (…) descubriríamos cómo la justicia y la
injusticia nacen en el (…) entonces tendremos la esperanza de descubrir más fácilmente lo que buscamos (…)
construyamos, pues, un estado con el pensamiento. (Platón, La República, p.58)
6

pertenece una de las virtudes” (Cardona, La República, p.9)7. Así, a las clases productoras

corresponde la virtud de la templanza, a los guerreros la fortaleza y a los filósofos (gobernantes)

la sabiduría y prudencia. La armonía y el orden de las tres virtudes en correspondencia con su

grupo social determinará una cuarta virtud: La justicia. De ellas la virtud que ordena, armoniza y

que por esa razón debe ser transversal a todos los miembros de la sociedad es la templanza8.

Ya bosquejada la cuestión en términos generales iremos al detalle. El orden de las virtudes,

según la posición y roles que deben cumplir los grupos sociales de la polis, se determinan en

base a la búsqueda y persecución de un estado perfecto. El estado es prudente porque sus

dirigentes, sus gobernadores serán los más sabios, aptos, capaces e idóneos para dictar medidas

justas9. Lo mismo ocurre con las otras virtudes, y en ese sentido para que un estado sea fuerte

una parte de este, el grupo social a fin para conservar el estado, debe tener valor. Y el valor es

una idea que se internaliza a través de la educación y que implica saber discernir lo que es de

temer y de lo que no lo es. Los guerreros, quienes están a cargo de la defensa y conservación del

estado, deben tener valor y ser fuertes para que el estado pueda tener la virtud de la fortaleza.

Respecto a la templanza ya dijimos algo al respecto, pero es menester volver a señalar que

implica un orden y una armonía, las clases productoras aceptan la subordinación respecto a los

gobernantes puesto que estos son los más idóneos, prudentes y sabios para cumplir con ese rol10.

7
Esta cita fue menester incluirla inserta en el desarrollo del texto para efectos de poder satisfacer el punto que se
quiere explicar.
8
La templanza está derramada por todos los miembros del estado, desde los de más baja condición hasta los de la
más alta, entre los cuales establece la templanza un acuerdo perfecto (…) puede decirse con razón que la templanza
consiste en este buen acuerdo, y que es una armonía establecida por la naturaleza entre la parte superior y la parte
inferior de una sociedad o de un particular, para decidir cuál es la parte que debe mandar a la otra. (Platón, La
República, pp. 122-123)
9
“Hay una ciencia que reside en algunos miembros del estado cuyo fin es deliberar sobre el estado todo y sobre su
gobierno y que tiene por objeto la conservación del estado” (Platón, La República, p.119).
10
“la parte más estimable manda a la que lo es menos” (Platón, La República, p.121).
7

Los que mandan lo hacen en base a la razón y no a las pasiones11. Por otro lado, pero en el

mismo sentido, si bien la templanza corresponde a la virtud de las clases productoras también lo

es de los guerreros y de los gobernantes, y en general es transversal a todos los miembros de la

polis, porque recordemos que esta consiste en “un buen acuerdo” que armoniza y ordena a cada

quien en sus roles, responsabilidades, tareas y/o actividades en vistas del bien público y de la

felicidad de todos. Y en ese sentido, esta virtud es una condición importante para que emerja la

cuarta y más importante que es la justicia. Esta virtud es el principio de las tres antes

mencionadas12. La justicia entonces implica que cada una de las tres virtudes, que corresponden

a diferentes grupos sociales, se interrelacionen de manera tal que se ordenen y armonicen para

asegurar un estado justo, dichoso, armónico y perfecto. La injusticia, por otro lado, implica el

desorden de las tres virtudes que rigen la posición y el rol de cada grupo sociales en la polis.

Siguiendo la lógica del método que va desde lo general a lo particular llegamos a la parte en que

lo macro se vincula con lo micro, es decir que lo que se halló en la sociedad debe aplicarse al

individuo para observar lo justo y lo injusto. En el alma hay tres principios distintos: La razón, lo

irascible y lo concupiscible. La razón implica considerar las cosas en sí mismas, es el alma

conducida según el principio del razonamiento, nos conduce en la vida en el vehículo de la

moderación y de la virtud, en contraste con lo que implican los deseos vanos y superfluos, las

pasiones y vicios. Esto último mencionado refiere a la parte del alma que se deja seducir por lo

concupiscible, privando a la razón, y lo vicioso. Son cuestiones opuestas en el alma, la primera

nos lleva por el camino de la virtud y orden, mientras que la segunda por el camino del vicio y el

11
“en nuestro estado los deseos y pasiones de la multitud, que es la parte inferior, serán arreglados y moderados por
la prudencia y la voluntad del pequeño número, que es el de los sabios” (Platón, La República, p.122).

12
las produce y, después de producidas, las conserva mientras subsiste en ellas (…) esta virtud (…) contiene a cada
uno en los límites de su propia tarea (…) asegura a cada uno la posesión de lo que le pertenece y el ejercicio libre
del empleo que le conviene. (Platón, La República, pp.124 125)
8

caos. Por último, queda el tercer principio, el de en medio, que es la parte irascible que secunda a

la razón. Es la parte que “autoreprime” a los deseos mas bajos, a lo concupiscible del alma, y se

pone a merced de la razón cuando de tener valor y defender la integridad de sí se trata. Y en ese

sentido, el individuo justo es el que se conduce en la vida en base a estos tres principios de

manera ordenada, armonizándolos. Es decir, quien se gobierna a sí mismo se conduce en la vida

a través de la razón, la cual tiene a su merced la parte irascible y estas dos partes del alma

mantienen a raya a la parte concupiscible. Ese orden en el individuo genera una armonía entre las

partes del alma, lo que deviene en hombre justo. Lo contrario, el desorden de estos principios,

devendrá en un hombre injusto el cual se dejará llevar y se conducirá por el vicio, las pasiones,

los deseos vanos y superfluos.

Se desprende de todo lo anterior que “lo que hace al estado justo, hace igualmente justo al

particular”13 (Platón, La República, p.133)14. Según esa lógica y relación, la razón manda y

dirige porque allí reside la prudencia; lo irascible se subordina a la razón y se ocupa de conservar

la integridad, el orden y la armonía de sí porque allí reside el valor, la fortaleza; lo concupiscible

debe ser fuertemente limitado, controlado y “dominado” puesto que es nocivo para sí, y si nos

dejamos conducir por esta parte del alma reinara en nosotros el vicio, el caos y la injusticia. Es

por ello que es menester conducirse con moderación y allí, en lo concupiscible, reside la

templanza15.

13
"El estado es justo, cuando cada uno de los tres órdenes que le componen hace únicamente lo que es de su deber
(…) cada uno de nosotros será justo y cumplirá su deber, cuando cada una de las partes de sí mismo realice su tarea”
(Platón, La República, p.133).
14
Esta cita fue menester incluirla inserta en el desarrollo del texto para efectos de poder satisfacer el punto que se
quiere explicar
15
La razón deliberará; la cólera combatirá y, secundada por el valor, ejecutará las órdenes de la razón (…) El
hombre merece el nombre de valiente cuando esta parte de su alma, donde reside la cólera, sigue constantemente en
medio de los placeres y de las penas las órdenes de la razón (…) Es prudente mediante esta pequeña parte de su
alma, que manda y da órdenes, y que es la única que sabe lo que es útil a cada una de las otras tres partes y a todas
juntas (…) es (…) templada mediante la amistad y armonía que reinan, entre la parte que manda y las que obedecen,
9

La justicia entonces reside esencialmente en el interior, en el alma de cada quien16.

Conduciéndose cada uno, siendo cada uno un hombre justo, según los dictados de la razón la

polis se mantendrá en orden y armonía haciendo cada cual lo que le corresponde. De esta manera

en la polis reinara la felicidad, la perfección y la justicia. En esto consiste el vínculo que Platón

establece entre la polis y el alma individual.

¿En qué sentido el pensamiento político de Aristóteles es patriarcal?17

El pensamiento político de Aristóteles es patriarcal producto de su sexismo, androcentrismo

(otorga al varón y a su punto de vista una posición central en la sociedad, en la polis), de la

sobre-generalización y sobre-especifidad; lo primero implica extender para ambos sexos lo que

se puede decir tan solo de uno, eclipsando al género femenino e instaurando como norma lo que

se dice del género masculino18; lo segundo implica asociar a un solo sexo lo que se puede decir

de ambos, es decir que se asocia lo común e inmanente al ser humano a un género en particular

según su condición de género. También es patriarcal por su familiarísimo, puesto que en este tipo

de organización y reunión el jefe de familia, el hombre, es el único ser libre en verdad en el

sentido de que puede participar con voz y voto en las cuestiones que dicen relación al espacio

público, en la polis. Por último, es patriarcal el pensamiento político de Aristóteles por su doble

criterio porque valora de manera desigual y diferente características comunes en ambos géneros,

por ejemplo, lo racional en el hombre es positivo, mientras que en las mujeres es negativo.

cuando estas dos últimas están de acuerdo en que a la razón corresponde mandar y que no debe disputársele la
autoridad. (Platón, La República, p.134)
16
La justicia (…) no se detiene en las acciones exteriores del hombre, sino que arregla el interior, no permitiendo
que ninguna de las partes del alma haga otra cosa que lo que le concierne y prohibiendo que las unas se entrometan
en las funciones de las otras (Platón, La República, p.135)
17
Para responder a esta pregunta nos valdremos exclusivamente del texto de María Luisa Femenías: Releyendo a
Aristóteles desde la teoría de género. (Femenías, enero 2002, pp.105-119)
18
“Al referirse a los hombres (en sentido aparente genérico) (…) solo se refiere a los varones” (Femenías, 2002,
p.119).
10

Asimismo, el silencio y la sensibilidad es bueno en las mujeres, pero en el hombre es

contraproducente. Revisemos ahora brevemente algunos ejemplos.

Respecto al tema del ser ciudadano, en Aristóteles no se aplica lo mismo en mujeres y hombres.

Es un concepto homónimo. La mujer es ciudadana tan sólo en el sentido general, lo que implica

nacer en la polis y que los padres sean atenienses; El hombres es ciudadano en un sentido

especifico, puesto que puede ejercer la ciudadanía real teniendo voz y voto en los asuntos

públicos. Y esto sucede así puesto que la mujer tiene una función reproductiva en la polis, por

tanto, se margina a la mujer de los asuntos públicos relegándola al ámbito privado (domestico).

Por otro lado, el hombre libre es el único que puede participar activamente tanto en el espacio

público como en el privado y ello producto de “su naturaleza”. En este ejemplo se evidencian

claros rasgos patriarcales, en donde el hombre libre es el único que puede deliberar y participar

activamente fuera del ámbito privado. El hombre libre tiene derechos, mientras que la mujer sólo

deberes.

Respecto a las teorías que dicen relación con los principios activos de la procreación, la bi-

seminal y la mono-seminal, Aristóteles se inclina por la última mencionada. Y en ese sentido, el

esperma es un residuo útil puesto que es procreativo, mientras que la menstruación de las

mujeres es un residuo inútil porque no es procreativo. El esperma transmite la forma, mientras

que la mujer solo contribuye con la materia. El esperma es un principio activo, mientras que la

materia aportada por la mujer es un principio pasivo19. Y como la materia es el principio de todo

19
Se sigue de esto que el cuerpo (materia) proviene de la mujer y el alma (forma) del varón. En otras palabras, que
el varón aporta tanto el principio vital cuanto las características propias de la especie. Es decir, varón y mujer son
necesarios a la procreación, pero no de la misma manera, pues la forma es superior a la materia. Reconocemos (…)
la jerarquización (…) que hace de los varones seres superiores, porque no es la materia lo que hace humano a un
humano, sino su forma, aquello que el varón transmite como diferencia específica de género animal. (Femenías,
2002, p.115)
11

cambio y de toda transformación, todo lo defectuoso y viciosos en el humano que nazca será a

causa de un déficit de la materia aportada por la mujer20. Ser mujer y no varón es un defecto,

puesto que la mujer es un varón incompleto (ello porque la forma, el alma del varón no dice

relación con el cuerpo), lo mismo implica tener mas rasgos de la madre que del padre siendo

varón. Este ejemplo también deja de manifiesto un fuerte pensamiento patriarcal en Aristóteles,

acá el sexismo es evidente.

Referencias

Femenías, M. L. (enero 2002). Releyendo a Aristóteles desde la teoría de género. Revista

Laguna, 105-119.

Platón. (2018). La República. Barcelona, España: Brontes S.L.

Platón. (2018). La República. En F. L. Cardona, Estudio Preliminar; Estudio especial de la

República o el Estado. (págs. 7-10). Barcelona, España: Brontes S.L.

20
“La materia es lo amorfo que la forma determina” (Femenías, 2002, p.116).

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