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Scott Amyx es el socio director de Amyx Ventures, CEO de Amyx+, socio director

de Future of Fashion (con los fundadores de la Semana de la Moda de Miami), y


miembro de la junta directiva de Smart City Accelerator de la Singularity University.
Scott tiene más de 19 años de experiencia en implementación y estrategia a gran
escala, gestionando proyectos de dos dígitos en millones de dólares. En su última
posición corporativa como vicepresidente de gestión de productos, ayudó a que la
empresa fuera adquirida por una empresa de Fortune 500 que cotiza en bolsa. De
perfil emprendedor, Scott ha llevado a cabo numerosas startups y vendió una
empresa con éxito.

Scott tiene una dilatada experiencia como conferenciante. Ha participado en las


charlas TEDx, donde defendió su postura sobre la disrupción y el éxito, y ha
hablado ante instituciones como la Comisión Europea, el Foro Económico Mundial
y ITU Telecom World (Naciones Unidas), entre muchos otros foros.

Scott forma parte de los premios anuales a la innovación de la Fundación Tribeca,


un programa que premia la innovación en el cine en el Festival de Cine de Tribeca.
Es un destacado líder de pensamiento, conferenciante y autor sobre Internet de
las Cosas y la Cuarta Revolución Industrial. Ha sido distinguido como el más
innovador en el Premio Mundial de Cloud & DevOps y fue votado como el mejor
profesional e influyente global de IoT por Inc. Magazine, HP Enterprise,
Postscapes, Top IoT Authority por el Internet of Things Institute y Top 10 Global
Speakers por Speaking.com.

Ha sido nominado al Foro Económico Mundial como miembro del comité para el
futuro de Internet y la República de Corea le nominó para participar y ser
representante de investigaciones de vanguardia y estudios de casos sobre Internet
de las Cosas en ITU Telecom World, United Nations. Diferentes gobiernos,
multinacionales y firmas internacionales de consultoría e investigación confían en
la visión de Scott sobre el futuro de la tecnología emergente.

El largometraje de Scott, ‘Wiley book Strive’, se estrena a principios de 2018 y


descubre cómo hacer las cosas más incómodas te lleva al éxito. Amyx defiende
que para cualquier persona que se esfuerce por triunfar, independientemente de
quién o dónde esté, de lo que haga o haya hecho para ganarse la vida o de cuán
jóven o mayor sea, el secreto de los logros sobresalientes no es el talento sino
"esforzarse". La película está basada en su propia historia, la de cómo un
inmigrante que solía decir que no haría nada se ha convertido en un célebre
inversor de capital riesgo y futurólogo persiguiendo un cambio personal que define
como “incómodo”.

El segundo libro de Scott, ‘La raza humana: cómo los humanos pueden sobrevivir
en la edad robótica’ (2018), explora la inminente pérdida de empleos por la llegada
de la Cuarta Revolución Industrial y su consecuente implementación de la
inteligencia artificial y la robótica y su impacto en la desigualdad, el aumento de los
ingresos en el populismo y el nacionalismo que se extienden por todo el mundo.

Scott ha aparecido en medios de comunicación como el New York Times, TIME,


Forbes, The Washington Post, WIRED, TechCrunch, Inc., Pew Research, Chicago
Tribune, InformationWeek y Forrester, entre otros, así como en programas de
televisión y radio. Scott es coautor del ‘Manual de Internet de las Cosas y el
Análisis de Datos’, una publicación académica de John Wiley and Sons y es
coautor del libro ‘Managing Security Issues and the Hidden Dangers of Wearable
Technologies’.

Scott tiene un Máster en Microeconomía aplicada y Políticas Públicas por la


Universidad de Chicago. Scott forma parte de las becas Sloan en la Universidad
Carnegie Mellon.

La cuarta revolución industrial no se reduce solo a aplicar las tecnologías actuales


al sector industrial. Se trata de integrar sistemas como la inteligencia artificial,
el machine learning, ciberseguridad, Blockchain, Internet of Things, robótica,
computación cuántica… Y mucho más. A cambio, promete revolucionar el mundo
que conocemos. Le preguntamos a Scott Amyx, autor de Strive: How Doing the
Things Most Uncomfortable Leads to Success y líder de opinión en la industria,
cómo pueden afectar estas tecnologías al futuro del IoT.

El sutil rol de IoT en la Industria 4.0

“Para sorpresa de algunos, las tecnologías disruptivas rara vez trabajan de forma
aislada”, cuenta, describiendo la relación entre IoT y la nueva revolución industrial.
“Es la convergencia entre estas tecnologías lo que realmente impulsa la
innovación”. Ambas, tanto la industria como IoT, son dos caras de la misma
moneda en el ámbito de la innovación.

IoT juega un papel crítico de varias formas, explica Amyx. “La primera es su
capacidad para cuantificar objetos animados e inanimados para construir una
matriz de información en tiempo real. Esto quiere decir que, del propio ecosistema,
los recursos naturales, edificios, automóviles, ciudades y hogares, generaremos
un gran volumen, variedad y velocidad de información”. Estas, según el
entrevistado, son las 3V del Big Data. Profundizando en este tema, debemos
también empezar a hablar sobre las aplicaciones.

“A su vez, esta información alimenta las redes neuronales para comprender


patrones y crear predicciones de probabilidad de futuros escenarios posibles”,
explica Scott Amyx. “Este factor informa a negocios, gobiernos, ONGs y personas
en general para que sean capaces de tomar decisiones basadas en hechos y en
información en tiempo real, así impulsar la optimización, productividad y eficiencia,
mientras reducen costes y mitigan posibles riesgos”.

“Hemos evolucionado desde la red y el cable al tiempo real”

Además de la relación entre IoT, la inteligencia artificial y data science, hay que
mencionar el cambio a redes distribuidas y descentralizadas. Amyx provee dos
ejemplos: “Las cadenas televisivas como NBC, ABC y CBS representan el
paradigma “de uno hacia muchos” que ofreció un medio centralizado de
distribución de contenido para las masas. Hoy nos ubicamos más allá de la red y
el cable para llegar al streaming en tiempo real y al contenido generado por el
usuario, con un modelo de creación y distribución “de muchos para muchos”. 

Algo similar vivimos en el mundo de la computación y la información, donde


podemos presenciar una transición de centralización a descentralización. No solo
la información está siendo generada en dispositivos IoT descentralizados, sino que
también está siendo almacenada y procesada de forma local (conocido como Wild
fog). Chips de IA especializados están permitiendo que las máquinas
descentralizadas y los dispositivos ejecuten algoritmos de IA localmente, sin tener
que recurrir a llamadas API, como las funciones Lambda de Amazon Web
Services, que permiten computación sin servidores y sin tráfico de ida y vuelta
para procesar, almacenar o diseminar información.

“Estamos empezando a acceder al poder de la computación distribuida, de la


memoria, del almacenamiento, del ancho de banda y de las características de
dispositivos avanzados para perfeccionar nuestros trabajos. Esto tiene grandes
implicaciones en los modelos de negocio de telecomunicaciones, también para los
gigantes de cloud, privacidad, propiedad de datos y seguridad, con repercusiones
que afectan incluso cómo gobernamos nuestra sociedad, y cómo encajamos las
preferencias de los ciudadanos con las criptomonedas, continúa el experto. “IoT, la
inteligencia artificial y el Blockchain trabajarán al unísono para crear un mundo
híper conectado donde cada acción e inacción será cuantificada en IoTA. Será
como en Matrix, pero sin los humanos como batería”.

Una era de revolución

En términos de impacto social y económico, la cuarta revolución industrial puede


ser más grande e incluso más disruptiva que las primeras tres combinadas. Esto
significa mucho más que aplicar las tecnologías actuales al sector indutrial. Se
trata de integrar tecnologías como la inteligencia artificial y el machine learning a
redes neuronales, IoT o materiales avanzados como el grafeno y otras nuevas
formas de energía y almacenamiento de batería para adelantarnos a los
competidores y crear nuevos modelos de negocio y procesos que no eran posibles
anteriormente.
“Tomando un ejemplo de energía renovable”, explica Amyx, “utilizar tecnologías
para disminuir el CapEx y OpEx, cuantificar cada faceta de la cadena de valor,
automatizar procesos e incrementar sustancialmente la producción de energía
renovable en escalas masivas. En el proceso de crear un nuevo ecosistema,
habrá oportunidades empresariales millonarias, desde compañías CSP de próxima
generación hasta nuevas formas de energía liquida.

El experto se refiere al hidrógeno líquido y amoníaco como combustibles que


almacenan la energía renovable y que facilitan su exportación alrededor del
mundo. “Hablamos de células de combustible avanzadas y baterías industriales
con una capacidad mayor al PowerPack de Tesla (más de 100 a 200 kWh desde
$2.13 a $2.51 por Wh). Hablamos de energía y tecnología inalámbrica que permite
que nuestras ciudades y nuestros hogares funcionen sin cables y sin
infraestructura subterránea”. 

En palabras del entrevistado, cuando aplicas este tipo de transformación a cada


sector, lo que obtienes son oportunidades de miles de millones de dólares.
“Muchas de las compañías de Fortune 500 (también medianas y pequeñas
empresas) se resisten al cambio y se convertirán en obsoletas, serán adquiridas,
privatizadas o en bancarrota solo porque quienes la gestionan no pudieron
imaginar un esquema distinto al que operan hoy. Reemplazándolas, llegarán
las startups del futuro que aprovecharán el poder de la inteligencia artificial, la
robótica y otras tecnologías exponenciales para cambiar el juego y sus reglas”. 

Nuestro lugar en el futuro

Amyx considera importante comprender que tanto la cuarta como las siguientes
revoluciones industriales serán tanto buenas como malas. En sus palabras,
depende de a qués egmentos de población nos enfoquemos. “Como hemos visto
entre varias industrias, la tecnología trata de escatimar costes. A través del
tiempo, como hemos visto desde con la secuenciación del genoma hasta los
discos duros, los costes marginales disminuyen a una fracción minúscula de lo
que fue en un principio. “Esto es un gran beneficio para la sociedad”, clarifica.

“Además, estas disrupciones también crearán nuevas industrias y empleos que no


podemos imaginar hoy. ¿Quién podría haber imaginado hace una década que
Snapchat, un filtro fotográfico de realidad aumentada o una aplicación de chat
valdrían miles de millones, empleando ingenieros para crear filtros de AR
para selfies? Pero también hay inconvenientes”.

El experto discute esto en su obra The Human Race: How Humans Can Survive in
the Robotic Age. En ella, el autor explora la pérdida de trabajos que trae la
inteligencia artificial, la robótica y el impacto que tienen en la desigualdad de
ingresos alrededor del mundo. “Para el 2030, se espera que la automatización
impulsada por inteligencia artificial desplace entre el 50% y el 80% de la fuerza
laboral humana. Cuando el ritmo de convergencia de las tecnologías
exponenciales alcanza una pendiente casi vertical, la tendencia a desplazar seres
humanos se vuelve imparable, explica.

Pese a todo, la revolución también trae oportunidades. Nos enfrentamos a una


nueva era de avances donde la conectividad está en el punto de mira del
desarrollo. Mientras nos trasladamos a un mundo automatizado, debemos estar
preparados para adaptarnos a la innovación. Esto – opina Amyx – pasa por la
formación laboral y el desarrollo de la fuerza laboral en servicios personales que
aprovechan nuestra habilidad para empatizar con la condición humana. Porque,
incluso en una era de la tecnología en la que somos testigos del cambio, los
modelos de negocio y servicios empáticos se convertirán en la base de la
posterioridad tras la cuarta revolución industrial.

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