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XXXVIII - K'UEI.

LA OPOSICIÓN

1) Nuestra esfera pasional, el mundo de nuestros deseos y emociones se halla especialmente


fortalecido. Del mismo modo, la fuerza de la razón gravita intensamente. De modo que en
nuestra constitución interna se establece un fuerte antagonismo, entre dos aspectos
naturalmente polares que ahora se encuentran singularmente potenciados. Esta condición en
que las polaridades no son afines (complementarias) y se encuentran extremadamente
potenciadas, trae aparejado un campo psicológico propicio para la fragmentación y la
experiencia continua del estado de crisis. Las fuerzas polares están especialmente subrayadas
en nuestra naturaleza, de allí que se requiera de un cambio de orientación o polaridad para
alcanzar a subyugar las pasiones del ánimo. En estas circunstancias, tu Misión en la vida es
aprender a someter tu mundo pasional, tus deseos y emotividad, bajo el imperio de la luz de la
razón. El tipo de luz racional o de fuego interior que debe reinar, tiene que ver con la noción de
Fuego Solar, la energía que le es propia al alma. Desde el plano de la mente intuitiva o mente
espiritual debe irradiarse el poder sustentatorio de la nueva estructura psicológica. Una nueva
estructura y condición energética que nos permita, de momento, alcanzar nuestros primeros
pequeños grandes logros. A saber, cierta pacificación del campo emocional y la subsiguiente
apertura de un espacio mental, cuya disponibilidad nos pueda proporcionar la dosis de
ecuanimidad y preclaridad suficientes como para comprender la existencia y sus desafíos
desapasionadamente.

2) Momento de división psicológica. Estamos ante el numen del hombre fragmentado entre
deseos y pulsiones primarias y una rica vida racional. Se trata de una instancia de estériles
esfuerzos mal orientados y de escasos resultados. Estas condiciones indeseables podrán
cambiarse drásticamente, en la medida que pongamos nuestra voluntad más firme en
doblegar el mundo de deseos y procuros, así como la ansiedad y la búsqueda de sensaciones y
de excitación. Se trata de privilegiar una poderosa influencia mental que re ordene las fuerzas
en litigio y permita el restablecimiento de una firme atalaya, desde la cual el alma pueda
supervisar el avance de su personalidad por el mundo. Momento de especial emergencia en
que sólo se pueden alcanzar esos cambios de forma gradual y persistente.

3) Una inclinación a la mundanalidad y la constante represión y expresión de los deseos


producen el efecto indeseable del refrenamiento forzoso, que deja serias secuelas en la vida y
en los centros energéticos de la persona en cuestión. La curiosidad y excitación ansiosa por dar
satisfacción a los apetitos de los sentidos, es en esta configuración una fuerza poderosa contra
la que se debe ejercitar el mayor autodominio. La tendencia a traducir el antagonismo interno
en formas de relacionamiento conflictivas, oscilando entre la retracción y la cólera, supone que
las fuerzas en choque dentro de nosotros no encuentran otra válvula de escape mejor que
explotar en el mundo de nuestras relaciones. Así, el tipo de contactos que emprendemos está
generalmente inficionado por múltiples características de rispidez e irregularidad, como
resultado de arrastrar hasta el plano interpersonal nuestras sombras internas. ¡Cuidado con
caer incautamente ante las múltiples voces o yoes, los complejos psíquicos! Se requiere de
mucho cuidado en estos momentos y, por sobre todo, de esclarecemos a nosotros mismos
acerca de nuestros verdaderos objetivos y de los medios genuinos para alcanzarlos.

4) Se requiere de un fuerte trabajo de invocación al Maestro Interno, solicitándole Luz y


Energía para alinear correctamente nuestros vehículos de consciencia, bajo la brújula y
orientación del espíritu director. Una vez alzado el mástil, llevar el pendón de nuestras metas a
la altura y dejar que el constante viento de la esfera del alma module los movimientos en la
vida. Investiga sobre el tema de las polaridades en la obra inspirada por el Instructor Tibetano,
Djwaal Khool, así como en las notas de Madame Blavastsky sobre este aspecto del trabajo del
discípulo. Se trata de que aprendas a alinear tus vehículos internos con la luz superior y la
energía armónica de la mónada (el espíritu individual). Debes terminar con el campo de batalla
interno, con la lucha sin sentido entre la mente y las emociones. Procura, por sobre todo,
adquirir esa calma de ánimo que nada perturba, y en medio de la lucha mantente en pie, con
la convicción más plena en el definitivo triunfo de la Luz.

5) "No puedes seguir a dos señores todo el tiempo. Apártate del señor que pasa sus horas
libando junto a las aguas del lago. Acércate al señor que estudia a su pueblo y lo rige con mano
firme. Aprende a escoger a tu señor. Con el tiempo tuyo será el señorío, y tu pueblo, tu mundo
personal, te obedecerá como ahora obedeces tú a tú legítimo señor".

26 MARZO DE 2018

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