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Minerales
Minerales
Minerales
Los minerales son sustancias inorgánicas distribuidas ampliamente por la naturaleza y
presentes también en los alimentos. Son componentes esenciales para el ser humano, ya
que no somos capaces de sintetizarlos en nuestro organismo a partir de otros compuestos y
debemos tomarlos del exterior a través de la alimentación, con el objetivo de que nuestro
organismo funcione correctamente. Se encuentran en nuestro cuerpo formando parte de
diversas estructuras como dientes, huesos, sangre, etcétera.
Los minerales que se consideran esenciales en nutrición suman un total de 26. En este
artículo vamos a detallar los que mayor necesidad de consumo tienen y los mejor
conocidos: calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio, hierro, cinc, yodo, cobre, manganeso y
flúor.
Además de estos, hay otros muchos como el cobalto o el estaño con importantes acciones
en la maduración de los glóbulos rojos; el vanadio, que contribuye al metabolismo de las
grasas; el níquel, relacionado con hormonas; o el silicio, necesario para el crecimiento y
renovación de los huesos.
También es importante la acción estructural que aportan algunos de los minerales: calcio,
fósforo, magnesio... Por el contrario, hay que remarcar que los minerales no tienen función
energética, por lo que no aportan ninguna caloría.
Fuentes de minerales
Los minerales están en la naturaleza de forma habitual: en el suelo, en la tierra, en las rocas,
en las plantas, etcétera. También están presentes en los alimentos. Hay algunas fuentes que
son especialmente ricas en algunos minerales y es raro encontrar algún alimento que no
posea ninguno. A continuación encontrarás las fuentes de alimentos donde encontrar cada
uno de los minerales que requiere tu alimentación.
Recuerda que llevar una dieta variada y equilibrada es el mejor sistema para evitar las
carencias y acúmulos de minerales. Desde luego, la suplementación indiscriminada sin un
motivo justificado está totalmente contraindicada.
Si esta recomendación supera los 100 mg/día se dice que nos encontramos ante un
macromineral y si es inferior, sea cual sea, será un micromineral.
Hay que tener cuidado porque esta denominación no hace referencia ni al tamaño de la
molécula (por aquello del ‘macro’ y ‘micro’) ni a la mayor o menor importancia del
mineral para nuestra salud. Para poner un ejemplo clarificador de esto diremos que el hierro
está clasificado como un micromineral, con unas recomendaciones de consumo realmente
bajas si se comparan con otras. Sin embargo, nadie duda de la trascendencia de sus
funciones y de su directa contribución a la salud.
Azufre
Recomendaciones diarias de calcio:
Su dosis recomendada no está regulada, ya que depende del contenido proteico de la dieta.
Este mineral no posee recomendaciones de consumo propias, pero con la ingesta de una
dieta relativamente equilibrada se evita su deficiencia.
Como curiosidad, los baños termales de azufre se han usado durante muchos años por sus
propiedades curativas, ya que ayudaban a mejorar muchas dolencias: estrés, problemas
dermatológicos, musculares, etcétera.
Calcio
Recomendaciones diarias de calcio:
Del total de calcio contenido en los alimentos, únicamente se absorbe entre el 20%-40% del
total. Su absorción mejora con la presencia de vitamina D, lactosa, grasa, proteínas,
vitamina C y medio ácido. De ahí que los alimentos con mejor biodisponiblidad de calcio
sean la leche y los derivados lácteos.
Deficiencia de calcio
La falta del calcio necesario para el correcto funcionamiento de nuestro organismo puede
provocar: Osteoporosis: disminución de la masa ósea y aumento de la fragilidad de los
huesos.
Raquitismo: baja mineralización y deformidad ósea.
Tetania: alteración en la contracción muscular.
Cinc
Recomendaciones diarias de calcio:
El cinc (Zn) es un micromineral que participa en más de 200 reacciones químicas a nivel
celular. Está implicado en prácticamente todos los sistemas de mantenimiento y regulación
corporal.
Existen determinadas sustancias catalogadas como antinutritivas, ya que influyen
negativamente en el aprovechamiento de determinados nutrientes, como son los fitatos,
contenidos en cereales integrales y leguminosas, que reducen la utilización del cinc.
Fuentes de cinc
Germen de trigo.
Carne, pescado
Huevos y lácteos.
Leguminosas, frutos secos (nueces).
Ostras.
El cloro (Cl) es un macromineral que forma parte de la sal común, junto con el sodio.
Asimismo, participa de manera muy activa en los procesos digestivos. También es un
electrolito, completando así el trío con potasio y sodio.
Curiosidades: el cloro fue usado, durante la I Guerra Mundial, como arma química. Pero
seguro que por lo que más conoces al cloro es por que se utiliza como agente desinfectante
para la potabilización de las aguas.
Deficiencia de cloro
Pérdida de apetito.
Cobre
Recomendaciones diarias de cobre:
Consecuencias de su déficit
Si el organismo tiene falta de cobre se pueden dar distintas patologías como:
Anemia.
Osteoporosis.
Despigmentación (decoloración de la piel).
Alteraciones o degeneración del sistema nervioso central.
Cabello canoso.
Pérdida de minerales.
Flúor
Recomendaciones diarias de calcio:
El flúor (F) es un micromineral imprescindible para el cuerpo humano, ya que tiene una
función esencial en la formación de huesos y el correcto mantenimiento del esmalte dental
–previniendo la caries–, y la estructura ósea.
Actualmente se está estudiando de manera muy exhaustiva cómo afecta el exceso de flúor
en el organismo al sistema nervioso central. De hecho, se aconseja evitar el uso de
productos enriquecidos en flúor en niños pequeños por su influencia negativa sobre el
desarrollo del sistema nervioso. Este es el principal motivo por el que la pasta de dientes
infantil no contiene flúor.
Verduras y hortalizas según el contenido del flúor del suelo (espinacas, col,
lechugas, brotes de soja).
Té
Café.
Pescados.
Mariscos.
Consecuencias de su déficit
La carencia de flúor puede originar diversas anomalías como:
Caries dental.
Osteoporosis.
Fósforo
Recomendaciones diarias de calcio:
El fósforo (P) es un macromineral muy relacionado con el calcio, tanto en las funciones
compartidas, como en las fuentes alimentarias donde está presente o sus recomendaciones
de consumo. A mayor necesidad de uno, mayor necesidad del otro. La biodisponibilidad del
fósforo mejora en presencia de vitamina D, Vitamina C y proteínas, entre otros.
Alteraciones óseas.
Alteraciones en la contracción muscular.
Alteraciones sanguíneas.
Alteraciones renales.
Hierro
Recomendaciones diarias de calcio:
Existen dos formas químicas de encontrar el hierro en los alimentos: hierro hemo y hierro
no hemo. La absorción de hierro hemo es de, aproximadamente, la cuarta parte y este
hierro es el que se encuentra en los alimentos de origen animal. La forma no hemo, presente
en los alimentos vegetales, se absorbe en muy baja cantidad (3-8%). Este es el principal
motivo por el que el consumo de lentejas para mejorar el contenido en hierro no es
especialmente adecuado.
La biodisponibilidad del hierro es muy variable según los elementos presentes durante su
absorción.
Fuentes de hierro
Hígado.
Carnes rojas.
Pollo
Riñón.
Morcilla.
Pescado.
Huevos
Mejillones.
Cereales, germen de trigo.
Legumbres.
La absorción de hierro por parte del organismo se facilita si se toma conjuntamente con la
vitamina C, B6, B12, ácido fólico, cobre, fósforo, calcio.
La absorción de este mineral disminuye con sustancias como el café, el vino (taninos) o la
fibra, y con la presencia de diarrea.
Cansancio, fatiga.
Palidez.
Bajo nivel de rendimiento.
Aumento de probabilidad de partos prematuros.
Magnesio
Recomendaciones diarias de calcio:
Fuentes de magnesio
La mayor parte del magnesio podemos obtenerla de alimentos ricos en clorofila: hortalizas,
frutos secos (nueces, anacardos, almendras), leguminosas (productos con soja), cereales
(arroz integral, mijo). Aunque también está disponible en:
Limón.
Pomelo.
Higos.
Maíz.
Deficiencia de magnesio
Aunque no es muy habitual puede darse un déficit de magnesio (en personas alcohólicas,
recién operados, por la toma de medicamentos, quemaduras u otras personas con problemas
para absorber el magnesio):
Convulsiones, irritabilidad
Disminución apetito
Musculación debilitada.
Manganeso
Recomendaciones diarias de calcio:
Fuentes de manganeso
Verduras, hortalizas verdes, remolacha.
Frutas.
Cereales integrales, legumbres, guisantes.
Frutos secos.
Leche y sus derivados lácteos.
Carnes.
Consecuencias de su déficit
La falta de manganeso en el organismo puede causar diversas enfermedades como:
Vértigo.
Pérdida de audición.
Problemas de esterilidad: alteraciones en la motilidad.
Alteraciones óseas.
Potasio
Recomendaciones diarias de calcio:
2-6 mg/día en adultos (las mujeres lactantes necesitan cantidades de, al menos, 5,1 g/día)
Se trata de un mineral muy soluble en agua, recurso que podemos utilizar para retirarlo de
la dieta si nos interesa, por ejemplo, en el caso de patología renal.
Fuentes de potasio
Frutas (Plátanos, kiwi, melón de cantalupo; cítricos, como el limón, naranja o pomelo;
tomates; las ciruelas y albaricoques -cuando están secos, poseen mayor cantidad de
potasio).
Todas las carnes (rojas, pollo).
Pescados como el salmón, bacalao, sardinas.
Brotes de soja.
Cereales integrales, leguminosas.
Hortalizas como el brócoli, patatas, habas.
Leche y sus derivados lácteos.
Nueces.
Consecuencias de su déficit
La carencia de potasio puede llevar a cabo diversas alteraciones como:
Debilidad muscular.
Taquicardias.
Nivel bajo de la tensión arterial (hipotensión arterial).
Sed.
Falta de apetito.
Transtornos neuromusculares.
Vómitos, malestar.
Generalmente, la carencia de este mineral (lo que se conoce como hipopotasiemia) se debe
a una mala alimentación, o por un seguimiento erróneo de dietas estrictas. Para evitarlo,
hay que consumir una cantidad variada y equilibrada de alimentos, suficiente como para
cubrir las necesidades.
Deficiencia de selenio
El no alcanzar las cantidades mínimas de selenio en el organismo puede causar:
Alteraciones sanguíneas.
Problemas musculares.
Alteraciones pancreáticas.
Sodio
Recomendaciones diarias de sodio:
Con el sodio presente en los alimentos de forma natural sería suficiente para cubrir las
recomendaciones establecidas. De hecho, la mayoría de la población toma más sal en la
dieta de la que debiera. Cuando los riñones, encargados de eliminarla, no pueden hacerlo al
haber un exceso de este mineral, puede producirse hipertensión arterial.
Como curiosidad, señalamos que no todas las personas con hipertensión son sensibles a la
retirada de sodio de la dieta. Por otro lado, la sal común contiene sodio, pero no es la única,
también el glutamato monosódico o el nitrito de sodio, por ejemplo.
Fuentes de sodio
El modo de encontrar el sodio es en forma de cloruro de sodio, más conocida como sal de
mesa. Las fuentes principales de sodio son:
Leche.
Remolacha.
Apio.
Agua potable.
Carnes procesadas como el tocino, jamón, etcétera.
Sopas y verduras envasadas.
Diversos estudios han demostrado que un consumo excesivo de sal en la dieta incrementa la
tensión arterial en algunas personas, pudiendo padecer así hipertensión arterial. Para
disminuirla, sería conveniente reducir la cantidad de sal en las comidas.
Yodo
Recomendaciones diarias de calcio:
El pescado y marisco son prácticamente las únicas fuentes alimentarias de yodo, por lo que
personas alérgicas a estos productos, deberían tomar sal yodada de forma protocolizada con
el fin de evitar su carencia.
Fuentes de yodo
Pescados.
Mariscos.
Sal yodada.
Algunas variedades de algas.
Leche y sus derivados lácteos.
Frutas.
Verduras.
Déficit de yodo
La carencia de yodo puede producir distintas alteraciones en nuestro organismo como:
Para poder evitar estas patologías es necesario que la cantidad de yodo ingerido sea la
adecuada en mujeres embarazadas y niños.