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La comunicación es uno de los aspectos más importante al momento de

brindar los cuidados ya que si no podemos transmitir nuestra intención de ayudar

el receptor de los cuidados no comprende y presenta resistencia hacia el personal

de salud en particular con los enfermeros ya que son los que realizan un

seguimiento más cercano al paciente durante la internación.

De acuerdo a la experiencia propia de la profesión y la suma de las mismas

observadas, se expresa una propuesta para el mejoramiento de la relación

enfermera-paciente-familia por parte del personal de enfermería en los servicios

de cuidados intensivos basada en una comunicación empática que fomente la

pronta recuperación de la salud del paciente pediátrico con alguna patología

cardíaca y la adecuada contención de la familia ya que es un factor importante

para la recuperación del niño porque son ello los que realizaran los cuidados en el

hogar y quienes deben saber sobre los signos de alarma propios de la patología

que padece su hijo.

La empatía suele definirse como la capacidad de comprender los sentimientos de otra persona y
hacerlo evidente en la relación, ya sea a nivel verbal (“ya veo que te sientes mal”) o no verbal
(expresión facial acorde a la situación) (Eisenberg 1990; Lipkin 1995; Müggenburg et al. 2015). La
empatía evita realizar un juicio de valor (ya verás cómo te pones bien muy pronto”) y a diferencia
de la simpatía, no conlleva un contagio emocional, circunstancia esencial para los profesionales
asistenciales de modo que en todo momento pueden reconocer cuáles son las emociones suyas y
cuáles las del paciente. La empatía en la asistencia sanitaria radica en un esfuerzo por parte del
profesional sanitario en comprender la realidad de alguien que hasta el momento no
considerábamos ni familiar ni amigo (Borrell 2011).

La relación enfermera-paciente, como relación de ayuda, es única. Se establece entre una persona
que tiene necesidades específicas de cuidado y una enfermera que, debido a la cercanía con el
paciente, a la visión y a la comprensión empática, puede distinguir las necesidades o perspectivas,
comunicar el entendimiento y dar respuestas de ayuda centradas en lo humano.

El ejercicio de comprender lo que el paciente está pensando o sintiendo debe interesar a los
profesionales de la salud. Éstos están llamados a responder con sensibilidad al sufrimiento del otro
y a actuar enfocándose, particularmente, en el alivio y el beneficio del paciente.

ones y perspectivas de otra persona, sumado a la capacidad de comunicar este entendimiento 4.

Reynolds 5 señaló que la capacidad de comunicar el entendimiento de la experiencia del paciente


permite que la información pueda ser validada por el mismo paciente; implica la utilización de una
comunicación adecuada y efectiva. Es gracias a esa capacidad de percibir y entender al otro que
las dimensiones cognitiva y emocional de la empatía pueden unirse, conformando una visión
integradora de ambas dentro del concepto mismo.

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