Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Inmunologia Apuntes Resumen t13 PDF
Inmunologia Apuntes Resumen t13 PDF
Inmunologia Apuntes Resumen t13 PDF
Los linfocitos T efectores reconocen antígenos en los órganos linfáticos o en los tejidos periféricos
extralinfáticos, actúan en cualquier tejido, al activarse realizan las funciones responsables de la eliminación
de la fuente del antígeno y, en estados morbosos, de la inflamación y la lesión tisular.
Reconocimiento del Antígeno (Primera Señal): Para que tenga lugar la activación de los linfocitos T
vírgenes, es estrictamente necesario que reconozcan el antígeno que les presenta una célula dendrítica
mediante el MHC. Por otro lado, las células T efectoras pueden responder a antígenos presentados por células
diferentes a las dendríticas, como por ejemplo los macrófagos a las CD4, o cualquiera en el caso de los CD8+.
La activación completa de los linfocitos T CD8+ vírgenes y su diferenciación en LTCs funcionales puede precisar
la participación de los linfocitos CD4+ cooperadores, en otras palabras, los linfocitos T cooperadores pueden
proporcionar segundas señales a los linfocitos T CD8+ para propiciar su activación. La necesidad de linfocitos
cooperadores puede variar en función del tipo de exposición al antígeno.
En el marco de una fuerte respuesta inmunitaria innata a un microbio, si el microbio infecta directamente a las
CPAs o si la presentación cruzada de antígenos microbianos es deficiente, puede no ser necesaria la ayuda del
linfocito T CD4+. Estos pueden ser necesarios para las respuestas de linfocitos T CD8+ a las infecciones víricas
latentes, los trasplantes de órganos y los tumores, que tienden a desencadenar reacciones inmunitarias innatas
débiles.
A) No requiere al CD4+
B) CD4+ promueve el desarrollo de los LTCs CD8+ al secretar citocinas que actúan directamente sobre los linf
CD8+.
C) CD4+ activa las APC para que sean más eficaces en la estimulación de la diferenciación de los linfocitos T
CD8+
Presentación Cruzada: Las células infectadas por virus, son ingeridas por las células dendríticas, y los antígenos
de los microbios se procesan y presentan asociados a moléculas de la clase MHC I a los linfocitos T CD8+. De
este modo, las células dendríticas son capaces de presentar antígenos vesiculares introducidos por endocitosis
por la vía de la clase I. La misma CPA que realiza la presentación cruzada puede mostrar antígenos asociados a
la clase II del MHC procedentes del microbio para su reconocimiento por los linfocitos T CD4+ cooperadores.
Este tipo de presentación solo ocurre cuando se trata de una infección masiva.
La proliferación y la diferenciación de los linfocitos T vírgenes precisan señales proporcionadas por moléculas
que están sobre las CPAs, denominadas coestimuladores, además de las señales inducidas por el antígeno.
La vía coestimuladora mejor caracterizada implica a la molécula de superficie de los linfocitos T CD28, que se
une a las moléculas coestimuladoras B7-1 (CD80) y B7-2 (CD86) que se expresan sobre las CPA activadas.
Las CPAs en reposo expresan pocos o ningún coestimulador, el reconocimiento del antígeno sin coestimulador
provoca que una falta de reacción por parte de los linfocitos que termina en su apoptosis, esto se conoce como
anergia.
Los microbios y las citocinas producidas durante las respuestas inmunitarias innatas activan las CPAs para que
expresen coestimuladores, como las moléculas B7. Entonces las CPAs adquieren la capacidad de activar a los
linfocitos T vírgenes. Las CPAs activadas también producen citocinas como la IL-12, que estimula la
diferenciación de los linfocitos T vírgenes en células efectoras.
Las señales del CD28 cooperan con el reconocimiento del antígeno e iniciar la respuesta de los linfocitos
T vírgenes. La unión del CD28 a su ligando (CD28L) activa varias vías de transmisión de señales,
algunas de las cuales pueden amplificar señales procedentes del complejo TCR y otras independientes,
aunque paralelas.
Se han identificado numerosos receptores homólogos al CD28 y sus ligandos homólogos a B7, y estas
proteínas aumentan o disminuyen las respuestas de los linfocitos T El receptor para coestimulador
diferente al CD28 se conoce como ICOS (coestimulador inducible) y su ligando ICOS-L (CD275) se
expresa en células dendríticas, linfocitos B y otras poblaciones celulares.
El resultado de la activación del linfocito T está influido por un equilibrio entre la unión de los ligandos
a los receptores activados e inhibidos de la familia del CD28. Los receptores inhibidores de la familia
CD28 son el CTLA-4 y la PD-1, tienen efectos funcionales opuestos en la activación del linfocito T
La interacción del CD40L de los linfocitos T con el CD40 de las CPA potencia la activación de los linfocitos T,
que comienzan a expresar CD40L entre otros.
Al unirse el CD40L de los linfocitos T, con el CD40 de las CPAs se desencadena un aumento en la expresión de
coestimuladores como el B7 y la producción de citocinas por parte de las CPAs
Este fenómeno a veces se denomina ‘’licencia’’ ya que los linfocitos T activados licencian a otras CPA para que
participen en una respuesta inmunitaria.
Las vías de transmisión de señales de los linfocitos T activan de forma coordinada la transcripción de genes que
están silenciados en los linfocitos vírgenes y cuyos productos median las respuestas y las funciones de los
linfocitos T activados.
Las rutas de transducción de los linfocitos T: Suponen la integración de señales procedentes de múltiples
receptores. En general durante la transducción de señales tienen lugar unos fenómenos tempranos:
Cuando el complejo TCR se une al MHC, se movilizan rápidamente proteínas de superficie y moléculas
intracelulares transmisoras de señales hasta la zona de contacto llamada sinapsis inmunitaria o grupo de
activación supramolecular (SMAC).
Las moléculas del linfocito T que se agrupan son el complejo TCR, los correceptores CD4 o CD8, receptores
para coestimuladores (como CD28), enzimas poco PKC-θ y proteínas adaptadoras que se asocian a la cola
citoplasmática de los receptores transmembranarios.
En la imagen se observa en color verde a la talina, que está asociada a la cola citoplásmica de las integrinas LFA-
1 y en color rojo a la PKC-θ unida al TCR. Podemos deducir asi que el TCR se encuentra en la zona central del
SMAC y las integrinas en la region periférica.
Vía de la Ras-Map cinasa: En ella una proteína G de membrana activa una cascada de al menos tres cinasas
activadas por mitógeno o MAP.
Ras, una proteínas G de membrana es activada después de los pasos iniciales de todas las rutas que se
describieron anteriormente.
Vía de PLCγ1:
1. La proteína adaptadora LAT que se fosforila al activarse el linfocito T se une a la enzima citosólica PLCγ1,
que es fosforilada por ZAP-70 y otras cinasas como Itk de la familia Tec, activándose.
2. La PLCγ1 cataliza la hidrolisis del fosfolípido de membrana PIP2 para generar IP3 y DAG
3. IP3 se une a canales de calcio del retículo endoplásmico abriéndolos y aumentando el calcio citosólico. La
pérdida de calcio en el retículo endoplasmático lo percibe STIM-1 (proteína del retículo endoplasmático),
que induce la apertura del canal CRAC (Un canal iónico de la membrana plasmática), que facilita la entrada
de calcio extracelular en el citosol. El calcio permite que varias encimas activen la calcineurina.
4. DAG activa la cinasa PKC que fosforila y activa varias proteínas, en acción conjunta con IP3 da lugar a
varias respuestas celulares. Una isoforma PKC-θ participa en la ruta NF-κB.
Vía de NF-κB: El NF-kB es un factor de transcripción que se activa en respuesta a señales del TCR y es esencial
para la síntesis de citocinas, estando íntimamente relacionada con los procesos de inflamación. Las proteínas
NF-kB son homodimeros o heterodimeros de proteínas homólogos al producto de un protooncogen celular
llamado c-rel, particularmente importantes en las células inmunitarias innatas, pero no exclusivos.
Vía de NF-AT: Es un factor de transcripción necesario para la expresión de IL-2, IL-4 TNF y otros genes de
citocinas. EL NFAT está presente en forma inactiva con serinas fosforiladas en el citoplasma de los linfocitos T
en reposo. Lo activa la fosfatasa calcineurina dependiente del calcio y la camodulina.
1. La calcineurina desfosforila al NFAT citoplasmático, con lo que descubre una señal de localización nuclear
que permite al NFAT pasar al núcleo.
2. Una vez en el núcleo, el NFAT se une a las regiones reguladoras de la IL-2, IL-4 y otros genes de
transcripción como AP-1.
Las respuestas humorales frente antígenos proteicos necesitan de la participación de los Linfocitos Th, ya que
desempeñan una función especial en la activación de los linfocitos B (Reacciones T dependientes).
En cambio las reacciones frente a antígenos no proteicos prescinden de los linfocitos T (T independientes) y
se activan por el reconocimiento del antígeno y el complemento.
1. El linfocito B maduro reconoce un antígeno mediante el BCR, activándose tras una cascada de
señalización. Este primer paso depende mucho del tipo de antígeno que se reconozca, si es de
naturaleza proteica la presencia de linfocitos T que los estimulen es decisiva, en cambio cuando se
reconocen antígenos no proteicos, los linfocitos T no son necesarios, ya que estos no son capaces de
reconocer antígenos no proteicos y no sirven en estas reacciones.
2. El linfocito B activado es estimulado por los linfocitos T u otros y sufren una proliferación y
diferenciación en células plasmáticas y de memoria.
3. Solo a lo largo de la reacción inmunitaria contra antígenos proteicos los linfocitos sufren una
maduración de afinidad y cambio de Isotipo de las Ig.
1. La unión del antígeno con el BCR produce un entrecruzamiento de las Ig de membrana, esto activa
varias cinasas que fosforilan las ITAM de las cadenas α y β.
2. Algunas tirosin-quinasas como Syk reconocen las tirosinas fosforiladas y en consecuencia activan a
varias proteínas adaptadoras como el PLC (En este caso ya no aparece LAC).
3. Comienza la ruta de las ras-MAP explicada en los linfocitos T.
El complemento
Además del reconocimiento del antígeno, para completar su activación los linfocitos B deben recibir señales
del sistema de complemento a través de las proteínas que lo componen, en concreto la proteina C3d.
Los linfocitos expresan CR2, un receptor de complemento junto con CD19 y CD81 que transducen señales. Al
fosforilarse CD19 se activan varias rutas de señalización, como la de las Pl3-quinasa.
Al igual que los linfocitos B, los linfocitos T migran hacia la zona que rodea el folículo, esto lo determina la unión
al antígeno, que provoca un detrimento en la producción de CCR7 y un aumento de CXCR5.
Cuando los linfocitos T y B confluyen en la periferia de los folículos se produce la presentación del antígeno por
los linfocitos B, estos antígenos son procesados por la vía del MHC clase II (Proteínas extracelulares) y el
linfocito B actúa como una CPA para el linfocito T.
Activación Mediada por Linfocitos T (Papel del CD40L)
1. Los linfocitos B presentan el antígeno mediante el MHC II además de B7-1 y B7-2, al reconocerlos el
linfocito T se activa y expresa CD40L además de citocinas.
2. Las citocinas y la unión CD40 del B con el CD40L del T produce la activación, proliferación y cambio de
Isotipo de los linfocitos B.
Reacciones de los Centros germinales
Una vez activados y proliferados hay tres principales reacciones que tienen lugar en los centros germinales
durante la respuesta humoral: La maduración de afinidad, el cambio de Isotipo y la generación de linfocitos
T de memoria. Todas dependientes de la presencia de CDF o células dendríticas foliculares.
Cambio de Isotipo
Parte de los linfocitos activados sufren cambios morfológicos importantes, aumentando mucho el tamaño del
retículo endoplásmico y la eficacia de las rutas de secreción, las primeras Ig en secretarse son La IgM de
membrana, que solo cortan su cola transmembrana para liberarse, mientras que para producir los otros tipos
de Ig (Cambio de Isotipo) que se desencadena por la unión al linfocito T (CD40L y citocinas).
El nuevo tipo de Ig secretado lo determinan las señales del linfocito T (Cae fijo):
En ausencia de señales el linfocito B solo secreta IgM que activa el sistema de complemento.
El interferón-gamma (INF-γ) determina la producción de IgG en la inmunidad neonatal y activación del
complemento.
La interleucina 4 (IL-4) señala la producción de IgE en respuestas contra helmintos.
Otras citocinas determinan la secreción de IgA, importante en la inmunidad de las mucosas.
El cambio de isotipo se produce por el mecanismo molecular
de recombinación del cambio.
Maduración de la Afinidad
La maduración de la afinidad es el proceso que
lleva a una mayor afinidad de los anticuerpos
por un antígeno particular a medida que la
respuesta humoral dependiente de T progresa
y es el resultado de la mutación somática de los
genes de Ig seguida de la supervivencia
selectiva de los linfocitos B productores de los
anticuerpos con las mayores afinidades.
En los linfocitos B en proliferación del centro
germinal de la zona oscura, los genes V de Ig
sufren mutaciones puntuales con una
frecuencia sumamente alta, esto es la razón de
denominarla hipermutaciones. Estas
mutaciones tienen lugar por un mecanismo
similar al de la recombinación de cambio.
Las células encargadas de seleccionar los
linfocitos con mayor afinidad para el antígeno
son las CDF.
Los individuos normales presentan tolerancia ante los autógenos, ya que los linfocitos que reconocen antígeno
propios mueren, son inactivados o cambian de especificidad. Estos mecanismos de tolerancia pueden inducirse
artificialmente, esto es útil en el tratamiento terapéutico de enfermedades autoinmunes, trasplantes y alergias.
La tolerancia se debe al reconocimiento de antígenos por linfocitos específicos. Los avances clave que
permitieron a los inmunólogos estudiar la tolerancia fueron la inducción de este fenómeno en los animales
mediante la exposición a antígenos definidos bajo varias condiciones y el análisis de las funciones de los
linfocitos que se encuentran con los antígenos tolerógenos. Los resultados que establecieron definitivamente la
tolerancia como un fenómeno inmunitario específico podía inducirse de forma experimental procedieron de
estudios del rechazo del injerto en ratones singénicos.
Características Generales
Tolerancia central: Asegura que el repertorio de
linfocitos maduros sean incapaces de responder a
antígenos propios expresados en los órganos
linfáticos generadores (timo y medula ósea). La
tolerancia central se produce durante la maduración
de los linfocitos en los órganos linfáticos centrales
(generadores), todos los linfocitos pasan por una
fase de selección positiva y negativa en las que la
afinidad por autógenos da lugar a la muerte celular, a
la expresión de nuevos receptores del antígeno o un
cambio de las capacidades funcionales.
Tolerancia periférica: Tiene lugar en los tejidos
periféricos, impide la activación de linfocitos
autorreactivos que puedan haber escapado de la
tolerancia central. La tolerancia periférica se
produce cuando los linfocitos maduros que
reconocen los antígenos propios se hacen incapaces
de responder a esos antígenos, pierden su viabilidad
convirtiéndose en linfocitos de vida corta o se induce
su apoptosis. Algunos autógenos son ignorados por
el sistema inmune, de modo que los linfocitos entran
en contacto con el pero no responden de ninguna
forma detectable y permanezcan viables y
funcionales, entran en anergia.
Anergia
Se trata de la carencia de la capacidad de reacción frente a la unión a un antígeno propio. Puede deberse a la
ausencia de coestimulación durante la presentación del antígeno por parte de las células dendríticas, lo que da
lugar a alteraciones genéticas o bioquímicas que reducen la capacidad de reacción frente a un antígeno
concreto. Las células dendríticas pueden presentar inhibidores que se unen al CTLA-4 de las células T y que
desencadenan la anergia.
La anergia puede inducirse de forma artificial, por ejemplo, eliminando los coestimuladores de las CPA y los
factores de inflamación, de manera que la adición del antígeno genere linfocitos anérgicos, que no reaccionaran
tampoco en las futuras administraciones del mismo antígeno. También se puede conseguir mediante el cruce de
cepas de ratones, en las que uno exprese un antígeno que reconozca como extraño el otro, al combinarse, la
descendencia se volverá tolerante al antígeno parental ya que será sujeto a los mecanismos de tolerancia
central y periferica.
Apoptosis
Los linfocitos que no son coestimulados o reconocen un antígeno en ausencia de respuesta innata pueden
activar una proteína proapoptosica llamada Bim, que induce la apoptosis por la vía mitocondrial.
Los linfocitos que son estimulados repetidas veces coexpresan receptores de muerte celular, que al ocuparse
desencadenan la apoptosis.
Vía mitocondrial: Se activa la proteína Bim que provoca la permeabilización de la mitocondria a través de las
proteínas BH3, Bax y Bak, se libera citocromo c al citoplasma que activa las caspasas que comienzan a digerir
el ADN celular desencadenando la apoptosis.
Vía del receptor de muerte celular: El principal es el Fas y su ligando FasL, cuando se reconoce un antígeno
sin coestimulación se estimula la expresión de ambos. Estos al unirse entre los de la misma célula o células
adyacentes desencadenan una cascada de caspasas que culminan con la fragmentación del ADN y apoptosis.
Edición del receptor: se entrecruzan muchos receptores para el antígeno en cada linfocito B, lo que envía
señales intensas a las células. Una consecuencia de tales señles es que los linfocitos B reactivan sus genes RAG1
y RAG2 e inician una nueva ronda de recombinación VJ en el locus de la cadena ligera κ de Ig. Como resultado,
se elimina el exón reordenado antes en el linfocito B inmaduro autorreactivo y se expresa una nueva cadena
ligera de Ig, creando un nuevo receptor para el linfocito con una nueva especificidad.
Eliminación: SI la edición fracasa, los linfocitos B inmaduros pueden ser eliminados.
Anergia: (reconoce antígeno con baja afinidad o si el antígeno es soluble y no entrecruza muchos receptores
para el antígeno) las células pierden su capacidad de respuesta funcional y salen de la médula osea en estado
refractario. La anergia se debe a una reducción de la expresión del receptor para el antígeno, asi como a un
bloqueo de las señales producidas por el receptor para el antígeno,
Inducción de la Tolerancia
Llamamos adyuvantes a aquellos antígenos que generan una respuesta inmunitaria tan alta que potencia la
respuesta incluso para otros antígenos diferentes a el, también se les llaman superantigenos.
Clasificación y Nomenclatura
Existen muchas clasificaciones de las citocinas, por lo general utilizaremos la clasificación que utiliza el Abbas,
en este se separan tres bloques:
Mediadores de la inmunidad innata: Son producidas por los fagocitos y actúan en células endoteliales
y leucocitos. Se denominan monoquinas a las producidas por los macrófagos.
Mediadores de la inmunidad adaptativa: Las linfoquinas serían aquellas citocinas de la inmunidad
adaptativa producidas por los linfocitos T y regulan la proliferación de las poblaciones linfocitarias.
Estimuladores de la hematopoyesis: Se producen en las células del estroma de la medula ósea, se
denominan interleuquinas.
Propiedades Generales
Las citoquinas se secretan de forma breve y autolimitada, sin almacenarse en ningún momento. Su propia
secreción sirve para regular su producción. Pueden ser pleiotrópicas y redundantes, pudiendo actuar una
misma citoquina sobre varias células diferentes, ejemplo de Il-4 que actúa sobre los B y la los CD4 Th2, o varias
citoquinas actuar de la misma manera.
Las citoquinas pueden actuar de forma sinérgica con otras citoquinas, de manera que sus acciones se
potencian y complementan entre sí. También pueden ser antagónicas, al contrario de la sinergia, actuando en
una misma diana pero con efectos contrarios.
Los efectos de la citoquinas se regulan por mecanismos de retroalimentación en los que la mayor
producción de una citoquina se traduce en una menor expresión de otra.
Actúan tanto a nivel autocrino como paracrino, es decir a nivel local y sistémico. La respuesta celular a las a
las citoquinas está sujeta a regulación mediada por la expresión de sus receptores a través de señales externas.
Cuando una citocina se une a su receptor desencadena una cascada de señalización que por lo general altera la
expresión génica en la célula diana, y a veces también inicia la proliferación o apoptosis.
Receptores de quimioquinas:
El factor de necrosis tumoral está involucrado en la respuesta innata, es producido fundamentalmente por los
macrófagos y monocitos activados, actuando como el principal mediador de la respuesta inflamatoria activando
la ruta Nfk-B relacionada en procesos de inflamación. Sus células diana son las endoteliales, neutrófilos y otros
órganos alejados.
Activa dos rutas de activación, al unirse al receptor de TNF I activa la ruta de ras-Caspasa 8, quinasas MAP o
Nfk-B, que pueden desencadenar un proliferación, activación o movilización de un tipo celular, también
activa una proteasa que elimina genes de supervivencia que induciendo la apoptosis.
A concentraciones bajas el TNF actúa fundamentalmente sobre las células del endotelio y los
leucocitos, provocando que se expresen moléculas de adhesión y quimiocinas, y aumentando la
capacidad microbicida de los leucocitos.
A concentraciones moderadas de TNF actúa de forma sistémica, en el hipotálamo estimula la síntesis
de prostaglandinas que inducen la fiebre, además en los hepatocitos aumenta la síntesis de proteínas
séricas, en la medula ósea se producen menos células y aumenta la coagulación y los monocitos
mononucleares forma Il-b6 y reduciendo el apetito.
Con cantidades muy elevadas se sufre un shock séptico y se puede llegar a fallecer, inhibe la
contracción del miocardio, que provoca un paro cardiaco, también se produce numerosas trombosis
por la coagulación sanguínea, pudiendo desencadenar una trombosis cerebral que provoca la muerte,
además produce una hipoglucemia que provoca un… MUERES si o si
Interleucina-1
Es junto con el TNF una de las citoquinas más comunes de la respuesta inmunitaria, tienen funciones muy
parecidas ya que ambas participan en la respuesta inflamatoria, pero no produce ni la apoptosis ni el shock
séptico. Existen dos formas la Il-1alfa y la Il-Ibeta con las mismas actividades y receptores.
Quimiocinas
Es una familia enorme con la función de estimular el movimiento de los leucocitos, sobre todo a nivel de
epitelio y los órganos linfáticos primarios. Se distribuyen en dos familias:
Algunas quimioquinas se producen de forma constitutiva (Migración de los ganglios y Medula ósea) y otras solo
en procesos de infección (Inflamación y atracción de neutrófilos, macrófagos, etc). La mayoría se expresan en
leucocitos, cellas endoteliales y epiteliales.
Los receptores para quimiocinas se expresan en los leucocitos, siendo los linfocitos T los que presentan una
mayor variedad de receptores para quimiocinas. Todos los receptores de este ipo presentan una estructura
característica con siete hélices transmembrana o acoplados a una proteína G
Interleucina-12
Interferón tipo I
Es importante en la reacciones contra virus, hay dos tipos (alfa y beta), inducen sobre las células a las que se
unen la producción de enzimas que inhiban la replicación del virus u además la expresión de MHC clase 1 para
que atraigan a los CD8+ y los acaben.
Otras Citocinas
Il-10, 6, 15, 18, 23 y 27 (Inducidas por macrófagos) aumentan la proliferación de linfocitos y activan fagocitos,
macrófagos principalmente.
En primer lugar hay una oleada de TNF e Il-1 producida por los fagocitos que se encuentran en el foco de la
infección, esto de lugar a la inflamación y estimula la producción de quimiocinas por el endotelio, seguidamente
la Il12 (También con origen en macrófagos y dendríticas) induce la producción de IFN-γ en los linfocitos T y NK
para activar a los macrófagos y aumentar su capacidad fagocitica.
Interleucina-2
Sus funciones están relacionadas con la proliferación y diferenciación de los linfocitos T tras el reconocimiento
del antígeno y los coestimuladores, activando una serie de proteínas llamadas CDK (Cinasas dependientes de
ciclinas), que regulan el ciclo celular, de manera que les ordena entrar en mitosis y proliferación, es la
responsable de la expansión clonal. También puede favorecer la proliferación de los linfocitos NK y B. Se
una a receptores Tipo I.
Su función es la proliferación de células específicas para el antígeno, siendo el caso de los linfocitos T, B y
NK.
Il-4: Estimula el cambio de isotipo de las IgM a IgE en los linfocitos B, también es responsable de la
diferenciación de linfocitos CD4+ a Th2. Es por tanto la encargada de desencadenar la respuesta adaptativa
alternativa contra los helmintos. También activa los macrófagos junto a Il-13. Además inhibe la diferenciación
de CD4 a Th1, al ser rutas antagónicas. Actúa a nivel autocrino y paracrino. Se une a receptores Tipo I.
IFN-γ
Los linfocitos Th1 participan en las respuestas mediadas por los fagocitos contra las infecciones, sobre todo
contra microorganismos intracelulares, al producir IFN-g favorecen el cambio de isotipo de IgM a IgG que
opsoniza y fija el complemento, aumentando mucho la
efectividad de la fagocitosis.
Para que se produzca la migración de los linfocitos a las zonas
de infección es necesario que se expresen ligandos de integrinas,
selectinas y quimiocinas en el endotelio (TNF e Il-1 producida
por los macrófagos) e integrinas, ligandos de selectinas y
quimiocinas por los linfocitos (TNF t IL-1).
Una vez en la zona de infección se favorece que solo
permanezcan en ella aquellos capaces de reconocer al antígeno,
de manera que el resto terminan por liberarse y regresan a la
circulación.
Si este mecanismo no consigue iniciar la apoptosis en la célula diana entonces se recurre a otra vía de
apoptosis dirigida por el ligando de fas.
Células de Memoria
Tras cualquier reacción inmune tiene lugar la homeostasis, por la que se recuperan los niveles celulares basales
que se tenían en un origen, así todas las células excepto las de memoria mueren por apoptosis tras una
reacción. Podemos diferenciar dos tipos de linfocitos de memoria dependiendo de su localización en el
organismo:
Células de memoria Centrales Células de memoria Periféricas:
En las respuestas humorales las células fundamentales son los linfocitos B, que son los productores de
anticuerpos mediadores de estas reacciones.
A diferencia de los linfocitos T los linfocitos B y células plasmáticas no abandonan los órganos linfoides para
realizar sus funciones efectoras, ya que son los anticuerpos los que viajaran por la sangre hasta las zonas de
infección.
Los anticuerpos derivan de células plasmáticas productoras de anticuerpos de vida corta o de vida larga. La
función de cada anticuerpo está determinada por su región Fc que corresponde a las cadenas pesadas de la Ig.
La unión del anticuerpo al antígeno a través de la region variable desencadena la acción de la region Fc.
Existen 5 isotipos de Ig con diferentes funciones:
Neutralización de Toxinas
En este proceso una Ig se une al antígeno impidiendo su unión de cualquier manera con su ligando y evitando
así sus posibles funciones en el microorganismo al que pertenece (Por ejemplo cuando el antígeno es un
receptor de algún tipo queda bloqueado a cualquier estimulo). IgG e IgA son los principales isotipos de
anticuerpos neutralizadores, las A porque son las que vamos a secretar a la luz donde van a estar los
microorganismos.
Si ya tenemos la infección también podemos frenar la expansión de la infección. Los anticuerpos neutralizantes
son esenciales en la guerra bacteriológica, generando muchas toxinas, porque no hay tiempo suficiente para
que la persona genere una respuesta inmune.
Opsonización
Muchas veces la fagocitosis de
ciertos microorganismos es
imposible de forma normal, por
lo que es necesaria su
Opsonización, en este proceso
son recubiertos de anticuerpos o
proteínas del sistema de
complemento que facilitan su
fagocitosis.
Sistema de Complemento
Está formado por una serie de proteínas y proteasas de la matriz celular producidas en el hígado. Este se activa
por una serie de señales, como productos bacterianos o el propio ambiente que genera el microbio a su
alrededor, que provocan la activación de las proteasas (Cimógenos) del sistema de complemento que dan lugar
a una cascada proteolítica en la que unas proteasas activan a otras y generan proteínas de complemento que se
fijan a la superficie del microbio opsonizándolo o rompiendo la membrana, además de inducir la inflamación.
Hay tres vías de activación del complemento:
Vía Alternativa
En esta ruta no participan ni la lectina, ni los anticuerpos, es el propio microbio el que propicia a activación del
complemento.
Vía Clásica
En la vía clásica la activación del complemento tiene lugar a través de los anticuerpos.
En la vía clásica tienen lugar exactamente los mismos pasos que en la alternativa, a excepción del paso inicial:
1. La proteína C1 inicia la via clásica uniéndose al anticuerpo y fragmentándose en C1q, C1r y C1s (C1r
activa a C1s al proteolizarlo)
2. La proteína C4 se une a C1q y se fragmenta en C4b y C4a por la acción de C1s.
3. Unión de la proteína C2 al C4b y posterior fragmentación en C2b y C2a, formando C4b-C2b que sería en
este caso la C3-convertasa.
4. Los pasos siguientes son los mismos a los descritos en la vía alternativa.
Vía de la lectina: Es exactamente igual que la vía clásica, pero en este caso el desencadenante no es un
anticuerpo sino la lectina ligadora de manosa y no participa C1.
Formación del complejo de ataque de membrana: La proteína C5b al unirse a C6, C7, C8 y C9 forma un canal
en la membrana de los microbios que produce un choque osmótico con el que estallan.
C1 INH
Factor I+MCP
Una de las funciones del sistema de complemento es la Opsonización de la superficie de los microorganismos,
que pueden ya unirse a los receptores CR 1, 3 y 4 para facilitar su fagocitosis
Otra función seria la estimulación de las reacciones inflamatorias, ya que los fragmentos “a” resultantes de la
fragmentación de cada proteína del complemento tienen funciones activadoras de la inflamación.
Por último el complemento puede actuar desencadenando directamente la muerte del microrganismo por un
choque osmótico desencadenado por el CAM (Complejo de ataque de membrana).
Inmunidad en Mucosas
En este medio el principal medio de defensa son los anticuerpos del isotipo IgA, que pueden salir a la luz de los
conductos corporales y permanecer en las mucosas (Razón por la cual no aparecen en los análisis de sangre).
1. La IgA se sintetiza en las células plasmáticas y se libera en forma de dímeros, formados por dos IgA y
una cadena J.
2. Estos dímeros son endocitados por el endotelio de las mucosas al reconocerlos mediante receptores
poly-Ig.
3. Los anticuerpos se transportan por transcitosis en una vesícula hasta la luz del conducto y permanecen
en la mucosa.
Después se produce la inmunidad adquirida humoral, se producirán anticuerpos neutralizantes (IgE e IgA),
activadores del complemento y de la fagocitosis, todo ello conduciendo a la lisis de la bacteria. Esta respuesta
sería imposible sin la colaboración de los linfocitos T CD4+.
Bacterias Intracelulares
Estas bacterias viven y se reproducen en el interior de las células. De la inmunidad innata participan de forma
limitada los neutrófilos, ya que solo pueden captar las bacterias que se encuentran puntualmente en el medio
extracelular, los macrófagos son más importantes ya que además de bacterias fagocitan los detritos.
Estas bacterias son muy resistentes a la fagocitosis de la inmunidad innata, los macrófagos son incapaces de
fagocitarlos por lo que liberan IL-12 que atrae a los NK que producen IFN-gamma con lo que el macrófago se
activa. Además el macrófago envía señales a la inmunidad adaptativa.
Cuando el macrófago fagocita las bacterias, no es capaz de lisarlas, además al tratarse de bacterias
intracelulares es común que estas aparezcan en el citoplasma de los macrófagos. Presentando MHC I y II. Al
presentar MHC II a CD4+ en primer lugar activa los linfocitos T cooperadores, después expresa MHC I
presentando a los linfocitos CD8+ citotóxicos que acaban con el macrófago al activarse.
En la inmunidad adaptativa los linfocitos T CD8+, siempre en colaboración con las CD4+, se encargan de
acabar con las células infectadas por las bacterias. Así en este tipo de infección es fundamental la respuesta
celular desempeñada por los CD8+ ayudados por los linfocitos Th1.
En la lepra granulomatosa se producen granulomas en las terminaciones nerviosas que eliminan la sensibilidad
a los estímulos, esto se debe a la incapacidad del sistema inmune para combatir la infección.
La lepra lepromatosa produce una destrucción tisular importante al acabar con los granulomas el sistema
inmune, algunos pacientes desarrollan una respuesta Th1 y otros una respuesta errónea Th2.
Virus
Respuesta innata o natural: Está dominada por IFN tipo I (Alfa, Beta y gamma), inducen un estado antivírico
en las células de manera que se inhibe la síntesis proteica del ARNm vírico, y la destrucción de células
infectadas por los linfocitos NK.
Respuesta adaptativa: Por una parte se producen anticuerpos por las células B que destruyen células
infectadas, las marquen o las neutralicen el virus. Y por otro lado la destrucción directa de las células por acción
de los CD8+ LTC.
Inmunopatología de las infecciones por virus:
Lesiones producidas por la respuesta frente a los antígenos víricos:
- Lesiones debidas a inmunocomplejos, los anticuerpos al unirse con los antígenos pueden depositarse en
grandes cantidades, cuando esto sucede en ciertos órganos puede producirse una vasculitis, una forma muy
común de hipersensibilidad.
- Lesiones tisulares mediadas por células T.
Parásitos
Respuesta innata: Participan macrófagos, neutrófilos, eosinófilos y plaquetas. Ambos participan en la
respuesta contra parásitos, los eosinófilos en concreto en respuestas frente a helmintos y otros parasitos
extracelulares.
Respuesta adaptativa: Los linfocitos Th1 potencian las respuestas frente a protozoos intracelulares mediante
TNF, IFN-g e IL-2, sin embrago algunos parásitos pueden variar la respuesta a una de linfocitos Th2, que
inhiben por IL-4 a los Th1 y por tanto la activación de los macrófagos., de manera que la enfermedad progresa
sin problemas
1. Síntesis de toxinas que evitan la quimiotaxis de las células inmunes a las zonas de infección.
2. Formación de capsulas que evitan la fagocitosis
3. Producción de proteínas que evitan la unión entre lisosoma y fagosoma, por lo que no se forma el
fagolisosoma.
4. Secreción de catalasas, un potente antioxidante que evita el estallido de la bolsa respiratoria.
5. Formación de cubiertas resistentes a los radicales libres del fagolisosoma.
6. Secreción de proteínas que inhiben la acción del IFN-gamma y demás citocinas.
7. Proteínas que evitan la presentación de antígenos
8. Escapando del fagolisosoma
1. Formación de una cápsula externa que evita la unión del complemento a su superficie.
2. Estructuras que evitan que las opsoninas se conecten con sus receptores leucocitarios.
3. Proteínas que se unen a C6bC9 y evitan la acción del CAM.
4. Secreción de enzimas que degradan las proteínas de complemento.
5. Modificaciones de la membrana que evitan la unión del complejo lítico.
6. Secreción de proteínas señuelo que se unen a las del complemento y evitan así que se unan a la bacteria.
Frente al interferón existen fragmentos víricos que inhiben su acción al bloquear la activación de una
proteína-quinasa o actuar como homólogos de esta.
Algunos virus forman cubiertas homologas que evitan la acción del complemento al no unirse a los
anticuerpos que lo activan por la vía clásica.
Secretan proteínas homologas a citoquinas que sustituyen a IFN-gamma, TNF e IL-10 evitando su acción en
las células leucocitarias.
En la presentación del MHC I, inhibiendo el procesamiento y presentación del antígeno en prácticamente
cualquiera de sus etapas.
La enorme variabilidad genética que confiere las mutaciones a los virus les permite cambiar sus antígenos
completamente entre una generación y la siguiente, mientras que el sistema inmune tarda varios días en
preparar su respuesta el virus solo necesita unas horas o incluso minutos para alterar sus antígenos.
Pueden sufrir mutaciones que pueden generar nuevos mecanismos de evasión, el más clásico es el virus de la
gripe. Al mutar tan rápidamente el sistema inmune tiene problemas para reaccionar de forma específica frente
a el ya que el virus muta más rápidamente que lo que el sistema inmune tarde en preparar una respuesta.
Estas reacciones se denominan habitualmente alergias o atopias, la primera se refiere a “reactividad alterada”,
mientras que la segunda significa “raro”. Ambas son reacciones distintas pero pueden darse a la vez, las atopias
están muy relacionadas con las enfermedades cutáneas y conllevan una elevada producción de IgE.
Las enfermedades alérgicas afectan a un 25% de la población, esta cifra aumenta con los años. Las de mayor
importancia son:
- Anafilaxia: Reacción sistémica (de todo el organismo) aguda.
- Rinitis Alérgica: Estornudos y congestión nasal.
- Dermatitis Atópica: Erupción cutánea eccematosa.
- Asma: Inflamación crónica de los bronquios.
- Urticaria y angoidermas: Enfermedad cutánea.
Cuando hablamos de alérgenos nos referimos a cualquier sustancia capaz de provocar reacciones de
hipersensibilidad en personas atópicas o por medio de la inducción y unión a anticuerpos de isotipo IgE. Estos
se caracterizan por:
1. Un alérgeno es reconocido por una célula B gracias a sus IgM de superficie, es procesado y presentado a
las células Th2, que sintetizan Il4 favoreciendo un cambio de IgM a IgE. En una alergia los niveles de
producción de estos anticuerpos puede ser hasta 1000 veces superior al normal.
2. Las IgE se unen a los receptores Fcε-R1 de los mastocitos, basófilos y eosinófilos. De esta manera
quedan sensibilizados, pero no reaccionan de ninguna forma hasta que las IgE de su superficie se unan
al antígeno.
3. Un segundo contacto con el alérgeno desencadena una activación masiva de los mastocitos, que
degranulan en cuestión de minutos. Los compuestos inflamatorios de estos gránulos pueden provocar
la muerte del huésped por las enormes concentraciones que alcanzan en estas reacciones
3)
Las consecuencias de liberar estos mediadores son:
B) Reacción Inmediata (o del habón y eritema): Se caracteriza por una vasodilatación, congestión y
edema. Esto puede demostrarse experimentalmente mediante una inyección intradérmica de
alérgenos.
El lugar de la inyección se enrojece y se hincha
formando lo que se denomina Habón, después sus
bordes también se dilatan y forman el
enrojecimiento o eritema.
Esta reacción depende de la IgE y de los mastocitos
del enfermo, asi podemos desencadenar una
reacción alérgica en un sujeto normal al transferir
IgE procedente de uno alérgico.
Uno de los principales mediadores de esta reacción
es la histamina de los gránulos de los mastocitos.
C) Reacción de Fase Tardía: En ella se produce la
filtración de eosinófilos de la sangre a los tejidos a
causa de la inflamación. Esta reacción puede
producirse en ausencia de una reacción inmediata
precedente, en estos casos la actividad de los
mastocitos es bastante baja.
Enfermedades Alérgicas
La anafilaxia es una enfermedad caracterizada por el
edema de numerosos tejidos y una reducción de la
presión arterial acompañada por la vasodilatación. Se
produce tras la ingesta o entrada del alérgeno al torrente
sanguíneo, por lo que alcanza a los mastocitos de varios
tejidos que degranulan pudiendo dar lugar a un shock
anafiláctico a menudo mortal. También produce el
cierre de las vías inflamatorias, un edema laríngeo, la
producción de moco y lesiones urticariales. Su principal
tratamiento es la epinefrina y los antihistamínicos.
El asma bronquial: Es una enfermedad que se produce tras numerosas reacciones inmediatas y de fase tardía
que conducen a una hipertrofia del musculo liso, un exceso de secreción mucosa y la filtración de eosinófilos.
Los principales compuestos mediadores de la broncoconstricción aguda son los leucotrienos y el PAF
producidos por los mastocitos. En su tratamiento se busca reducir la activación de los mastocitos con
inhibidores o contrarrestando los efectos de los mediadores sobre el musculo liso bronquial con la epinefrina o
teofilina.
Algunas infecciones víricas y bacterianas pueden predisponer al desarrollo de asma o a incrementarlo.
Por lo general (No siempre) cuando una células se vuelve cancerosa comienza expresar antígenos que
desencadenan una respuesta inmunitaria adaptativa al reconocerse por los linfocitos T citotóxicos, en estos
casos se denominan antígenos tumorales. Son péptidos derivados de proteínas procesadas en el citosol y
presentadas en la superficie de las células tumorales.
Cuando un tumor está rodeado de células NK, T y macrófagos se entiende que el sistema inmune responde
correctamente. Los tumores desencadenan tanto respuestas innatas como adaptativas.
Gracias a que se desarrolla una respuesta adaptativa aparece memoria y se hace posible una transferencia de
la inmunidad.
Las respuestas inmunes son incapaces de evitar el crecimiento de los tumores por las siguientes razones:
1. Las células tumorales son similares a las del huésped (Proceden de ellas). Además expresan una
cantidad muy baja de antígenos y las respuestas que desencadenan son poco intensas.
2. La gran velocidad de proliferación sobrepasa la capacidad del sistema inmune para eliminar a las
células neoplásicas.
3. Desarrollan mecanismos especializados en evitar la acción del sistema inmune sobre ellos.
Algunos estímulos externos pueden activar al sistema inmune para que la intensidad de las respuestas sea lo
bastante alta como para eliminar a las células tumorales.
Para identificar los antígenos producidos por un tumor se realizan los siguientes pasos prácticos:
1. Generación de linfocitos T citotóxicos específicos del tumor: Se aíslan células tumorales y células
mononucleares y se cultivan juntas, entonces se aíslan y activan los LTC CD8+.
2. Identificación de los Antígenos reconocidos por los LTC CD8+ específicos del tumor: Se introduce
mediante una transfección una genoteca (Fracción) de ADN de las células tumorales en células que
expresan el MHC I, aquella línea transfectada que sufra lisis será la que contenida la fracción de ADN
que codifica al antígeno.
Clasificación
- Antígenos específicos de tumores: Aparecen exclusivamente en las células tumorales, nunca en las
normales.
- Antígenos asociados a tumores: Pueden aparecer tanto en células tumorales como en las normales.
- Dependiendo de su Origen u Estructura molecular:
o Productos de oncogenes y genes supresores de tumores mutados: Muchos tumores expresan
genes cuyos productos son necesarios para la tumorigénesis, y que se producen por alteraciones de
genes propios (Protooncogenes y genes supresores de tumor). Como nunca se expresan en las
células normales pueden estimular a las LTCs. Ejemplos: Ras, p53, Bcr-Abl…
o Productos de otros genes: Son alteraciones de genes sin relación con la tumorigénesis, pero que al
mutar pueden dar lugar a antígenos reconocibles por las LTCs. Son muy variables por su
procedencia aleatoria.
o Proteínas celulares con expresión anómala: Serian proteínas normales que se expresan de una
forma anómala (Sobreexpresión en las células tumorales). Ejemplo: Tirosinasa.
o Origen en virus oncogénicos: Son productos de virus oncogénicos que desencadenan la respuesta
de las LTC. Ejemplos: VEB, VPH (Virus de Epsein-Barr y V. del Papiloma Humano), poliomavirus,
adenovirus…
o Antígenos oncofetales: Son aquellos que se sobreexpresan en las células cancerosas y del feto
exclusivamente. Ejemplos: Antígeno carcinoembrionario (CEA, CD66) y la alfafetoproteina (AFP).
o Antígenos glucolipidícos y glucoprotéicos alterados: La mayoría de los tumores humanos
expresan altas concentraciones o formas anómalas de glucoproteinas y glucolípidos de superficie.
Ejemplos: Gangliósidos (GM2, GD2 y GD3), antígenos de grupos sanguíneos y mucinas (CA125, CA19-
9 y MUC1)
o Antígenos de diferenciación específica de tejidos: Los tumores expresan moléculas que
normalmente se encuentra en las células de las que derivan. Esto es útil tanto como diana como en
la clasificación del tumor. Ejemplos: Antígeno especifico de la próstata y marcadores de linfocitos
(CD10 CD20) e idiotipos de Ig en linfocitos B
Linfocitos T citotóxicos
Son el principal mecanismo de eliminación de células tumorales, identifican el antígeno por presentación
cruzada y después destruyen a la célula tumoral. Sin embrago muchas veces las células tumorales dejan de
expresar MHC I, y los CD8 son incapaces de reconocer sus antígenos.
La respuesta de los LTC puede inducirse mediante una presentación cruzada en la que es recogen células o
antígenos tumorales, se procesan y se presentan a los linfocitos T mediante células presentadoras de antígenos.
Los LTC diferenciados destruyen a las células tumorales sin necesidad de coestimulación.
Una aplicación práctica de esto consiste en cultivar las células dendríticas de un paciente con cáncer, incubar
las CPA con células o antígenos tumorales y utilizar después estas para estimular la respuesta de los LTC.
Anticuerpos
Un enfermo portador de un tumor puede producir anticuerpos frente a varios antígenos tumorales. Destruyen
a las células tumorales mediante una activación del complemento y facilitando la acción de los LTCs,
exactamente de la misma forma que actuaría contra una célula infectada con virus o bacterias.
Células NK
Son capaces de destruir tumores sin necesidad del MHC I, también pueden actuar sobre células recubiertas ce
IgG a través de receptores Fc. Su actividad puede potenciarse por la IL-2 e IL-12.
Macrófagos
Son eficaces en la eliminación in vivo de células tumorales. Los mecanismos para hacer esto son:
Inmunoterapia Antitumoral
La inmunoterapia consiste en la utilización del
propio sistema inmune contra los tumores. Estos
tratamientos tienen la enorme ventaja de ser
específicas contra los antígenos tumorales, de
manera que no dañan a las células del huésped.
Estas terapias se clasifican en:
Inmunoterapia Activa: Consiste en la potenciación de la respuesta inmune antitumoral. Esto puede hacerse de
varias formas:
Vacunación con células y antígenos tumorales: Este proceso se ha facilitado por la identificación de
los péptidos que reconocen los LTC específicos de tumor, solo se utilizan antígenos asociados al tumor,
y no los exclusivos del tumor (Estos pueden inducir su aparición).
Enfermedades causadas por anticuerpos contra antígenos celulares o hísticos fijos: Participan
anticuerpos del tipo IgG o IgM.
Los anticuerpos que se unen a los antígenos de la matriz celular son capaces de reclutar células
proinflamatorias mediante sus receptores de Fc, dando lugar a una inflamación y la activación del
complemento, macrófagos y neutrófilos, que serán los que en última instancia desarrollan los daños
tisulares.
En ocasiones estos anticuerpos se unen a antígenos propios alterándolos. En el epitelio del tiroides, los
anticuerpos pueden unirse al receptor de TSH, de manera que lo estimula en ausencia de ligando. En los
músculos los anticuerpos también pueden unirse a los receptores de acetilcolina (ACh) inhibiéndolos.
Enfermedades causadas por inmunocomplejos: Son producidas por anticuerpos que se unen a antígenos
tanto en células como en tejidos extracelulares o en la circulación, depositándose en las paredes de los vasos.
Cuando los anticuerpos que circulan en la sangre forman inmunocomplejos tienden a depositarse en la pared
de los vasos sanguíneos. Se unen a través de la region Fc en tal cantidad que pueden formarse varias capas de
anticuerpos, de esta manera algunas regiones Fc quedan expuestas a la luz del vaso, de esta manera pueden
interactuar con los neutrófilos que liberaran su gránulos y provocaran una vasculitis.
Enfermedades producidas por los linfocitos T citotóxicos: Por su mecanismo normal de acción los
linfocitos T cD8+ destruyen aquellas células en las que reconocen un antígeno extraño, en algunas
infecciones por virus estas reacciones son tan potentes que provocan daños tisulares severos.
Patogenia de la Autoinmunidad
La autoinmunidad se debe a la insuficiencia o pérdida de los mecanismos que en condiciones normales son
responsables del mantenimiento de la autotolerancia en los linfocitos, B y T. Los factores principales que
influyen en el desarrollo de la autoinmunidad son la susceptibilidad genética y los desencadenantes
ambientales, como las infecciones.
Estas enfermedades pueden ser tanto sistémicas, como específicas de algún órgano y en cada una participan
varios mecanismos simultáneamente para provocar la lesión de los tejidos.
Propagación del epítopo: En estas enfermedades aunque comienzan con la reacción frente a un solo antígeno
propio acaban por afectar a varios. Esto se debe a que cuando se produce el daño tisular se liberan otros
antígenos nuevos, que activaran a linfocitos específicos y empeoraran la enfermedad.
Los estudios han identificado numerosos genes que están relacionados con el mantenimiento de la tolerancia a
los autógenos:
En un caso normal de autotolerancia una CPA presenta un antígeno propio al linfocito T en ausencia
de coestimuladores, de manera que este no puede llegar a activarse e incluso entra en estado de
anergia o apoptosis.
Sin embargo algunos microbios pueden inducir que las CPA, aun portando antígenos propios,
expresen los coestimuladores, de manera que activaran los linfocitos T autorreactivos que podrán
actuar contra las células propias del huésped.
Otras bacterias intentan evitar la acción del sistema inmune expresando antígenos similares a los del
huésped, cuando una CPA procesa estos antígenos y los presenta por el MHC los linfocitos
autorreactivos pueden reconocerlo y activarse, actuando después contra las células del huésped.
- Primaria o congénita: Se produce como un fallo en la dotación genética, sus síntomas pueden empezar
a detectarse en bebes e infantes.
- Secundaria o adquirida: Es consecuencia de la exposición a un agente externo el sistema inmune se
altera y deja de funcionar correctamente. Ejemplos de esto serian el cáncer, el VIH/SIDA o un estado de
malnutrición severo.
Características generales:
Inmunodeficiencia de linfocitos B: Pueden detectarse por una cantidad anormalmente baja de IgG, la
ausencia o reducción del tamaño de los centros germinales y los folículos de los ganglios linfáticos, y una mayor
susceptibilidad de contraer por bacterias extracelulares.
Inmunodeficiencias Primarias
La primera fue descrita por Bruton en 1952, la agammaglobulinemia afectaba a la maduración de los linfocitos
B y pudo diagnosticarse por una gran disminución en la cantidad de IgG en sangre.
Todas las alteraciones en alguno de los pasos de la maduración de los linfocitos se denominan
inmunodeficiencias combinadas graves (IDCG).
- IDCG ligada al cromosoma X: Se altera la cadena gamma común de los receptores de interleucinas (IL-
7 e IL-15), así en la sangre de estos enfermos se observa una reducción enorme de la cantidad de
Linfocitos T, B y NK y de IgG sérica. Tiene mayor incidencia en los hombres, las mujeres suelen ser solo
portadoras. Su único tratamiento es el trasplante de medula ósea.
-
- IDCG ligada a deficiencia de ADA (Adenosina desaminasa): La ADA es una enzima encargada de
producir inosina a partir de adenosina. El gen mutante produce una enzima no funcional, por lo que la
adenosina y otros sustratos que resultan tóxicos empiezan a acumularse, cuando estos alcanzan cierta
concentración la síntesis del ADN se inhibe. Este efecto es mucho más agresivo en los linfocitos T y B, que
experimentan descensos importantes de sus poblaciones. Puede tratarse añadiendo enzimas ADA
normales o con trasplantantes de medula ósea (Descrita en primera imagen).
- Agammaglobulinemia ligada al cromosoma X: Afecta a la maduración de los linfocitos B por una
mutación en la encima Btk (B tirosin-kinasa) que participa en el paso de los linfocitos pro-B a B
inmaduros, como consecuencia los niveles de Ig son muy bajos, el tratamiento suele ser la inyección
periódica de Ig.
- Síndrome de DiGeorge: Mal formación del timo que lo hace inservible e incluso inexistente, de manera
que los linfocitos T no pueden madurar. La solución a esto es el trasplante de timo, o una protección
prolongada que permita que los linfocitos T maduren en otra localización todavía desconocida.
Un modelo extensamente utilizado en el estudio de los tumores son los ratones carentes de timo, así puede
corroborase un detrimento en el tamaño de un tumor no se debe a las células T sino a los compuestos
utilizados..
- Deficiencias de un isotipo de Ig: Las cantidades de un isotipo determinado de Ig son muy baja o nulas
por una mutación del gen codificante de su region constante, normalmente es la IgA. El organismo
regula la falta de un tipo de Ig aumentando el del resto, de manera que no tiene por qué tener
consecuencias clínicas, pero puede aumentar la posibilidad de contraer infecciones bacterianas.
- Síndrome de hiper-IgM ligado al cromosoma X. Se debe a mutaciones del CD40L, por lo que hay una
falta de coestimulación y los linfocitos B tienen problemas para cambiar de isotipo IgG a IgA al ser
incapaces de interactuar correctamente con las células T. El único tratamiento es el trasplante de
médula ósea.
- Defectos en la activación y función de los linfocitos T: Se altera la expresión del TCR y aparecen
defectos en la señalización mediada por ZAP-70. También se expresan menos citocinas Il.2 e IFN-g y se
carece de sus receptores.
- Inmunodeficiencia variable común: Aquí se engloban todas las enfermedades en las que se reduce la
activación de linfocitos B y T pero no se conoce con exactitud la causa genética.
- Síndrome del linfocito desnudo: Son un conjunto de enfermedades sistémicas recesivas en las que los
macrófagos, células dendríticas y linfocitos dejan de expresar el HLA y el MHC II, por lo que se carece de
linfocitos T CD4+.
- Expresión defectuosa del MHC I: Se carece de linfocitos T CD8+, ya que ningún linfocito puede
expresar el MHC I por una mutación en el gen TAP-1 o TAP-2 del complejo TAP que participan en el
procesamiento del antígeno.
Síndrome de Wiskott-Aldrich: Es un defecto en una proteína citoplásmica (WASP junto con Grb-2 y proteínas
G) que participa en la migración de los linfocitos de la medula ósea a las zonas de inflamación
Abordajes Terapéuticos
El tratamiento de las inmunodeficiencias tiene como objetivo reducir y controlar las infecciones (Que se
vuelven más comunes y virulentas) y la sustitución de los componentes del SI defectuosos o ausentes por una
transferencia adoptiva o trasplante.
El tratamiento ideal para estas enfermedades seria la sustitución de los genes defectuosos en las células
precursoras con capacidad de autorregeneración.