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LITERATURA − TEMARIO SELECTIVIDAD

MOVIMIENTOS LITERARIOS ANTERIORES AL SIGLO XX

REALISMO:

Es una corriente que se desarrolla en la segunda mitad del siglo XIX y que tiene sus orígenes en la obra de
Cervantes, la novela picaresca, los folletines y novelas de costumbres, y el cuadro de costumbres. Se
caracteriza por la exposición impersonal y objetiva usando el principio de verosimilitud. Se le concede
importancia al protagonista, que es de clase media, ya que el realismo va destinado al público burgués; y
además está dotado de profundidad psicológica. Es el narrador omnisciente el que descubre el interior de los
personajes y controla todos los hilos del relato. Tiene intención didáctica con afán reformador y actitud crítica
según la ideología, que determina la aparición de las novelas de tesis. Su estilo es sobrio, predomina la
eficacia y precisión. Se desea reflejar la realidad haciéndose que se dé entrada a diferentes registros
lingüísticos. Los temas pueden ser de tesis, regionales, folclóricos, históricos o personales. Como obra
importante destaca La Regenta de Clarín.

NATURALISMO:

Se caracteriza por el determinismo. El individuo está determinado por su herencia biológica, aparecen así
personajes miserables. Tiene una concepción materialista del ser humano. La libertad no existe, todo viene
determinado por la herencia psicológica y social. Usa técnicas narrativas realistas. El narrador ha de ser un
cronista que se limite a constatar los hechos sin explicarlos. Destaca la lucha por la vida, por influencia de
Darwin. Además, aparece una crítica social con intención moral: denuncian valores, aspectos e instituciones
más degradantes. Utiliza técnicas de descripción de ambientes y de personajes miserables. Obra
representativa: La desheredada (Galdós).

MODERNISMO:

Las manifestaciones artísticas de fin de siglo se caracterizan por su heterogeneidad. La nueva estética recoge
elementos de una serie de movimientos anteriores: parnasianismo (culto absoluto a la perfección formal),
simbolismo (correspondencia entre las percepciones sensoriales y la vida espiritual) y decadentismo (encanto
de lo raro).

Supone una renovación temática: se busca un mundo exótico como medio de evasión, aparecen alusiones a
Oriente. Cosmopolitismo, destaca París como la ciudad cosmopolita por excelencia. Es común la utilización
del símbolo y del mito para evocar sensaciones o crear lo inefable; el símbolo modernista es el cisne. Existe
un sentimiento de nostalgia por un pasado legendario y anhelo de recuperar los orígenes. Se buscan
explicaciones espirituales a la realidad. Se cree en el ritmo y armonía universales. Tiene intención provocativa
mediante el amor. Angustia románica: sentimiento de soledad y hastío con en el tono de tristeza melancólica.

Trae una renovación poética que incorpora colorido, efectos sonoros de las palabras y un vocabulario insólito
que alude a realidades exóticas y exquisitas, arcaicas, misteriosas o al mundo fantástico.

La innovación métrica se caracteriza por el uso de versos antiguos como el alejandrino, dodecasílabo,
endecasílabo, eneasílabo, octosílabo. Las estrofas más utilizadas son el soneto, el pie quebrado y la silva
asonantada. En cuanto a la acentuación predominan las palabras esdrújulas, y la alternancia de sílabas átonas y
tónicas, breves y largas. La rima puede ser consonante o asonante. Destacan Prosas Profanas de Rubén Darío.

LA GENERACIÓN DE FIN DE SIGLO

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GENERACIÓN DEL 98:

Se trata de un grupo de escritores que surgen del sentimiento de preocupación existencial y de pesimismo
influenciado por las filosofías irracionalistas de Schopenhauer y Kierkegaard. Trata temas de la existencia
humana: el sentido de la vida y el destino, prestando importancia a la regeneración nacional. Tiene una
postura idealista mediante la que sólo se ofrecen respuestas filosóficas, fracasando así la generación. Los
escritores parten de un conocimiento profundo de la realidad española mediante sus viajes y la lectura de
autores clásicos. Los problemas de España se resolverán mediante un cambio de mentalidad. Existe la
necesidad de europeizar a España y españolizar a Europa. Reivindican valores castizos y castellanos. Obra
destacable: Del sentimiento trágico de la vida (Unamuno).

NOVELA DE LA GENERACIÓN DEL 98:

Los novelistas de la generación del 98 modifican de una forma importante las características de la novela
anterior hasta el punto de hacerlas casi desaparecer: trama compleja, amores muy desarrollados, descripciones
minuciosas de las condiciones sociales.

Las características de su novela son: una estructuración en torno a un único personaje, el cual es un ser trágico
que evoluciona a una situación espiritual límite. El proceso de cambio no se centra en los sucesos externos,
sino en la mentalidad del protagonista. Los incidentes son sustituidos por diálogos (señalan un estadio de
desarrollo mental del protagonista).

La nueva mentalidad histórica y social del siglo XX hizo que los narradores del 98 convirtieran los conflictos
internos y existenciales del ser humano en el tema principal de sus novelas. Por lo tanto, también desde el
punto de vista temático, rompen con el realismo y naturalismo anterior que reflejaba un mundo socialmente
estable dominado por principios morales duraderos y se centra en los conflictos internos del individuo. Se
hizo de esta forma una novela objetiva e impresionista que incorporaba elementos del ensayo como forma de
reflexión y análisis de la propia situación del individuo. Cada autor deja su impronta en los temas.

POESÍA ANTERIOR A 1936

MODERNISMO SIMBOLISTA:

Trata temas intimistas (soledad, angustia) con tono melancólico. Posee un lenguaje hondo y simbólico.
Destaca: Soledades, galerías y otros poemas de Machado.

POSMODERNISMO:

Se trata de una corriente que sigue la estética modernista a partir de 1915, tanto en su vertiente formalista
(preocupada por el exotismo y musicalidad), como en la simbolista.

Obra representativa: Cancionero castellano (Enrique de Mesa).

NOVECENTISMO O GENERACIÓN DEL 14:

Se distancia de lo sentimental y puramente humano para centrarse en lo intelectual, se persigue el rigor y la


precisión. Utiliza un lenguaje depurado que se centra en la esencia de las cosas.

La generación del 14 comparte las siguientes etapas:

* Sensitiva: comprende los comienzos neorrománticos influenciados por Bécquer. Exponen de forma
simbolista con tonos melancólicos. Más tarde reciben la influencia del modernismo, utilizando ahora el

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colorido, adjetivación brillante y tono intimista y depurado.

* Intelectual: utilizan adjetivación colorista, eliminando lo superfluo. Se usa el verso libre y a veces el poema
en prosa.

* Suficiente o verdadera: tratan temas filosóficos con lenguaje hondo recordando a los poetas místicos.

Obra destacable: Diario de un poeta recién casado (Juan Ramón Jiménez).

POESÍA DE LAS VANGUARDIAS:

Esta poesía supone la ruptura con la estética anterior. Llega el antisentimentalismo, haciendo que el arte sea
algo independiente de lo humano. Destaca también el antitradicionalismo. Se provoca a través del juego y el
humor. Hay una admiración por la técnica, la velocidad y el mundo moderno. Se crean realidades nuevas
mediante la utilización de imágenes insólitas, no existiendo ningún referente con el que puedan identificarse
para ser interpretadas. Se juega con la experimentación total: léxico nuevo, diferentes tipografías,
onomatopeyas.

Las vanguardias se desarrollan simultáneamente en toda Europa con rapidez y poca duración. En España, Juan
Ramón Jiménez fue el que facilitó su aparición. Se desarrollaron diversas corrientes: Futurismo (Salinas,
Alberti), Ultraísmo (Guillermo de Torre), Creacionismo (Gerardo Diego, Larrea) y Surrealismo (Larrea).

Obras destacables: La cripta del Pombo y las greguerías de Ramón Gómez de la Serna.

POESÍA DE LA GENERACIÓN DEL 27:

Esta poesía está forjada con una mezcla de tradición (influencia del romancero, la poesía del cancionero,
Góngora y Bécquer) y modernidad (vanguardias, Juan Ramón Jiménez), además sustituye la métrica clásica.
Se cultiva intensamente la imagen y la metáfora y se crea un vocabulario brillante. La poesía es considerada
como un don que se engrandece mediante la técnica. En cuanto a la innovación métrica, se utiliza el versículo
junto a estrofas tradicionales. Hay variedad de temas predominando los vanguardistas relacionados con la
técnica y los modernos; también tradicionales o humanizados como el amor, muerte.

Esta poesía comprende varias etapas:

* 1ª Etapa (años 20): influencia vanguardista y de la poesía pura. Deshumanización.

* 2ª Etapa (años 30): proceso de rehumanización.

* 3ª Etapa (exilio): nostalgia de una tierra perdida y lejana.

Obra destacable: Poeta en Nueva York (Lorca).

POESÍA EN LOS AÑOS 30:

* Antes de la guerra: se da una rehumanización, abandona el tono deshumanizado vanguardista y comienza la


rehumanización coincidiendo con el surrealismo y el liderato de Pablo Neruda. En algunos casos esta
rehumanización conducirá a una poesía comprometida con ideologías concretas, partidos políticos, con la
guerra. Tuvo carácter panfletario. Destacan Miguel Hernández y Alberti.

* Durante la guerra: la poesía es panfletaria y tiene como fin animar y dar motivos al ejército de su propia
ideología.

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* Después de la guerra queda un panorama desolador y muy empobrecido, que se cuenta por muertos y
exiliados.

Muertos hasta 1942: Lorca, Unamuno, Machado y Miguel Hernández.

Exiliados: Juan Ramón Jiménez, Salinas, Guillén, Cernuda, Alberti y León Felipe. Su poesía evoluciona
según los cánones políticos de los países en los que se encuentra pero siempre con un transformado de
añoranza de la patria y de los efectos de la guerra.

Permanecen: Dámaso Alonso, Aleixandre y Gerardo Diego.

POESÍA DE 1936 A LOS AÑOS 50

POESÍA EN LOS AÑOS 40:

Poesía arraigada:

Pertenecen a esta corriente los escritores de ideología franquista. Estuvieron vinculados a las revistas
Garcilaso y Escorial. La primera, creada por el grupo Juventud creadora, seguidora de la poesía tradicional de
Garcilaso y que pretende recuperar los valores del Imperio español. Tiene una visión del mundo distanciada
de la realidad. Los poetas se cobijan en una existencia agradable y ordenada volviendo la vista a lo doméstico
y familiar. Utiliza una religiosidad armónica, Dios les aporta serenidad y confianza. Usa la métrica clásica que
refleja el espíritu equilibrado, retomando estrofas tradicionales, posteriormente el verso libre. Pertenecen a
esta corriente poetas de la generación del 36 como Luis Rosales, Leopoldo Panero, Luis Felipe Vivanco,
Dionisio Ridruejo.

Poesía desarraigada:

Trata el sentimiento de angustia y desesperación, mostrando el sufrimiento del mundo. Se da en revistas como
Espadaña y El Corcel. Abandona el ámbito personal para dirigirse a los demás. Sentará las bases de la poesía
social. El estilo es violento reflejándose el lenguaje coloquial brusco y duro. La métrica tradicional se
sustituye por el versículo. Destaca la figura de Dámaso Alonso con su obra Hijos de la ira.

Grupos vanguardistas de los años 40:

* Postismo: es heredero del surrealismo y del dadaísmo. Tiene un tono humorístico desenfadado, irreverente y
anticonvencional. Supone una crítica frente a todo realismo y tono trascendente. Su poesía se revalorizó en los
años 60. Destacan Carlos Edmundo de Ory y Ángel Crespo.

* Esteticismo (grupo Cántico): surge por homenaje a Jorge Guillén y a poetas del 27 (Cernuda). Su estilo
posee perfección formal, lenguaje refinado e imágenes. Su poesía se revalorizó en los años 70. Destacan
Ricardo Molina y Pablo García Baena.

POESÍA EN LOS AÑOS 50:

Sus antecedentes son la poesía rehumanizada de los años treinta, destacando Alberti y Pablo Neruda. Es una
poesía que pretende denunciar la injusticia y solidarizarse con los oprimidos. La poesía se utiliza como arma,
instrumento para transformar la realidad, se trata de una poesía de urgencia. Trata temas como la alienación,
injusta, solidaridad, se recupera el tema de España, y abandona el intimismo amoroso, religioso o existencial.
Adquiere connotaciones negativas todo lo referido al esteticismo (la felicidad es una finalidad en momentos
históricos decisivos). Se repiten los conceptos de deseo de negar al pueblo, el hombre−hermano, la
imposibilidad de imparcialidad política y la urgencia histórica que obliga a la denuncia. Tiene como fin crear

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conciencia social, dando el paso del yo al nosotros. Destacan en este grupo Blas de Otero y Gabriel Celaya.

POESÍA EN LAS ÚLTIMAS DÉCADAS DEL SIGLO XX

POESÍA DE LOS SESENTA:

Hacia 1955, el panorama poético cambia debido al despegue económico, se muestra cierto cansancio con
relación a la poesía social. Se interesa ahora la poesía por lo personal, cobrando importancia el elemento
autobiográfico. Los rasgos que la caracterizan son: la concepción de esta poesía como experiencia y
conocimiento, se concibe como un modo de conocimiento propio y del mundo que les rodea. El realismo,
aparecen anécdotas y argumentos basados en la realidad cotidiana. Subjetividad e intimismo, es el punto de
partida para exponer las propias vivencias personales, no rehuyendo de la expresión directa de los
sentimientos. Temas de la vida cotidiana, evocación a la infancia como un paraíso perdido. Humanismo y
compromiso moral aunque se huye del panfleto. Dignificación del lenguaje poético, se muestra gran interés
por la obra bien hecha y se valora la palabra; el estilo es natural y se utiliza un lenguaje coloquial. Uso de la
sátira e ironía para realizar una crítica de la sociedad. Destacan autores como Ángel González y Claudio
Rodríguez con su realismo metafórico (consiste en tomar un elemento de la realidad e interpretarlo en
dirección ascendente y trascendentalizadora).

POESÍA EN LA DÉCADA DE LOS SETENTA:

Se trata de la poesía novísima. Supone una ruptura con la poesía anterior: rechazo de lo personal, del uso
directo del yo; oposición al estilo realista y ausencia de una postura ética y moral. Sus modelos poéticos son
las vanguardias (surrealismo, cubismo y postismo), el Simbolismo francés, el Modernismo e influencias de
poetas ingleses contemporáneos. Se caracteriza por el exhibicionismo cultural, el yo personal del poeta se
oculta bajo la presencia de los personajes de otras épocas que citan o los elementos culturales que interpone,
éstos pueden ser de mitologías exóticas o de cultura de masas como el cine, televisión, rock, novelas
policíacas, cómics, publicidad y revistas de moda. Con frecuencia aparecen descripciones de vestidos,
disfraces, fiestas, mitos orientales, clásicos, contemporáneos (Kennedy, Che). Los nombres de personas y
cosas que ellos eligen tienen un atractivo especial por su valor fonético. En cuanto al estilo de esta poesía, se
caracteriza por la primacía de la forma sobre el tema (defiende la libertad formal, busca experimentación), y
por la expresión, caracterizada por un lenguaje rico y barroco que practica la escritura automática y que utiliza
técnicas del collage (citas extensas, versos de otros poetas, letras de canciones, textos de manuales de
instrucciones).

Los Novísimos de primera hora evolucionaron de forma independiente y personal a partir de 1975, fecha en la
que se dieron a descubrir otros escritores que se alejaron de la estética novísima: rechazaron el excesivo
culturalismo y la exagerada experimentación lingüística. Valoraron la emoción y el monólogo interior para
dar entrada al humor y la ironía. Es una poesía de la experiencia, las tendencias son las siguientes: nuevo
romanticismo (temas de la infancia, recuerdo y meditación con empleo de la ironía), neopurismo (poesía
abstracta, despojada y existencialista, en la línea de la poesía pura), y el prosaísmo elegiaco (busca emocionar,
no sorprender, posee tono melancólico. Intimismo y sencillez expresiva). Destacan Luis Alberto de Cuenca y
Eloy Sánchez Rosillo.

POESÍA A PARTIR DE LOS OCHENTA:

Esta poesía pretende recuperar a los poetas de la promoción de los sesenta. Se pone énfasis en la experiencia,
en la emoción y en la inteligibilidad del texto; además recupera la métrica, rima y estrofa. La poesía vuelve a
la narración y al empleo del lenguaje coloquial. Aparecen continuas referencias a la sociedad de consumo y
posmoderna. Emplea el humor, el pastiche y la parodia para imitar de forma paradójica a autores y títulos de
la poesía del siglo de Oro. Los temas que trata son el paso del tiempo, lo íntimo e individual, lo urbano y lo
cotidiano. El yo se introduce de nuevo en el poema, pero con actitud de ironía y distanciamiento, se llega

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incluso a utilizar el monólogo interior. La poesía se concibe ahora como emoción, percepción y experiencia.
Las mujeres cobran mayor relevancia en su poesía escrita.

Esta poesía posee variadas tendencias, pero las más importantes son la poesía del silencio y la poesía de la
experiencia. La poesía del silencio reivindica las vanguardias y está compuesta por poemas breves en los que
se elimina la anécdota. En su estilo predomina la desnudez expresiva y las interrupciones del discurso para oír
la voz del silencio. La poesía de la experiencia es de tipo realista, habla de la vida y de la realidad inmediata
con una expresión coloquial. Revaloriza la experiencia, el humor y la emoción. El poeta busca transmitir su
emoción y para ello introduce en el poema la narración y el monólogo dramático.

Destacan: Luis García Montero, Fernando Beltrán.

Teatro en la primera mitad del siglo XX

Teatro heredero del siglo xix:

Está condicionado por la ideología y los intereses económicos de los empresarios. Es un teatro de tipo
comercial.

* Alta comedia: hace una crítica suave de los conflictos morales de la burguesía. Presta ambientes lujosos con
un lenguaje cuidado. Destaca: Rosas de otoño.

* Teatro poético: escrito en verso, mezcla el drama histórico−romántico con un lenguaje modernista,
superficial y sensorial. Sus ideas son tradicionales, recupera leyendas y personajes nobles del pasado nacional.
Obra representativa: Juan de Mañara.

* Teatro humorístico: aborda temas superficiales con una trama fácil que se resuelve favorablemente. Presenta
personajes populares y castizos que resultan divertidos por su lenguaje. Obra destacada: La señorita de
Trevélez.

TEATRO DE LA GENERACIÓN DEL 98:

Destacan Unamuno y Azorín como dramaturgos. Unamuno hizo un teatro filosófico, sin acción, influido por
la tragedia clásica (Fedra). Azorín mostró en cambio su obsesión por el paso del tiempo y dio gran
importancia a la palabra (Lo invisible).

TEATRO DE VALLE−INCLÁN. EL ESPERPENTO:

El teatro de Valle−Inclán evoluciona del Modernismo al esperpento, con una estética reformadora que critica
la situación política y social de España. Etapas:

* 1ª Etapa: hay influencia de Rubén Darío y el modernismo.

* 2ª Etapa: adopta un tono más crítico y agresivo con un lenguaje más duro.

* 3ª Etapa: inicia la estética del esperpento, cuyas características son: la deformación caricaturesca de la
realidad y de los personajes mediante la animalización y cosificación, la creación de situaciones absurdas y
exageradas, la utilización de la ironía y la sátira, el uso del lenguaje coloquial que se hace vulgar y lleno de
casticismo.

TEATRO DE LA GENERACIÓN DEL 14:

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Los dramaturgos de esta generación son Jacinto Grau y Ramón Gómez de la Serna. Jacinto Grau hace un
teatro culto y profundo (El señor de Pigmalión). Ramón Gómez de la Serna escribe obras vanguardistas con
lenguaje difícil (Los medios seres).

TEATRO DE LA GENERACIÓN DEL 27:

Es un teatro de tipo social y humanista, que trata problemas del ser humano, tales como la comunicación, el
destino trágico y diversos conflictos humanos. Aparecen seres marginados, avocados al dolor. Destaca: La
casa de Bernarda Alba (García Lorca).

TEATRO DE HUMOR INTELECTUAL:

Introduce al espectador en un mundo absurdo a través de las situaciones disparatadas, las actitudes extrañas de
los personajes y la utilización de un lenguaje incoherente e infantil. En el humor intelectual priman la ironía y
las situaciones grotescas. Destacan: Miguel Mihura (Tres sombreros de copa) y Poncela (Un marido de ida y
vuelta).

TEATRO DE LA POSGUERRA:

Refleja una continuidad con el teatro burgués de principios de siglo olvida las tentativas renovadoras.
Principales líneas:

* Alta comedia, destacan Benavente y José María Pemán.

* Teatro humorístico, se pone de moda con la revista musical. Hay que destacar el éxito de dramaturgos como
Poncela o Mihura que abandonaron su originalidad para acomodarse al gusto del público.

Hacia finales de los años cuarenta, la obra de Buero Vallejo aportará al teatro nuevos planteamientos
existenciales y sociales, y un lenguaje más depurado.

TeATRO EN LAS ÚLTIMAS DÉCADAS DEL SIGLO XX

TEATRO TRADICIONAL y DE CONSUMO:

Es un teatro carente de intención crítica; su finalidad es entretener al público burgués. Son piezas bien
construidas, cuya acción se desarrolla en espacios lujosos y cuyo tema básico es el amor y el adulterio. No hay
enfrentamiento social. Tendencias:

* Tradicional: Benavente, Arniches, Hnos. Álvarez Quintero.

* Años 40: José María Pemán, Javier Poncela, Mihura.

* Años 50: es la comedia de evasión (no hay enfrentamiento con la realidad, refugio en la ilusión, humor
como fórmula superadora de los conflictos). Edgar Neville, Víctor Ruiz Uriarte.

* Años 60: hay dos tipos de teatro: teatro de humor (Alfonso Paso), teatro de tesis con mensaje moral (Jaime
Salom, Ana Diosdado).

tEATRO Comprometido:

Teatro realista de los años 60:

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Se trata de una continuación del camino iniciado por Buero Vallejo y Sastre. Posee las siguientes
características: la narración es cronológica. Predilección por temas como la injusticia social, la explotación del
ser humano, la crueldad y la violencia. Utiliza un lenguaje violento, directo y sin eufemismos, consecuencia
de la toma de posición frente a la conservadora lengua oficial. Predomina un tono amargo y desesperado. Hay
preferencia por las formas dramáticas realistas−naturalistas, la farsa y el sainete. Los protagonistas son
caracterizados como víctimas que son destruidas por la sociedad alienada. Se rechazan las formas del teatro
vanguardista y del teatro del absurdo. Destaca: La camisa (Antonio Gala).

Teatro no realista de los años 60 y 70:

Sus autores adquieren un estilo dramático diferente para tratar temas similares a los de los autores realistas.
Los rasgos son los siguientes: sustitución del personaje−persona por el personaje−signo, la única función de
los personajes es conseguir la respuesta crítica del espectador que nunca se identifica con ellos. La acción y el
lenguaje son simbólicos, el espectador debe descodificar y dar otro sentido a lo que ve, a menudo aparecen en
el espacio escénico efectos sonoros o visuales con función simbólica. El desarrollo de la acción no es lineal,
está estructurado en fragmentos. Concepción del teatro como espectáculo y experimento colectivo, hace
participar al público en la acción del drama. El texto pierde importancia, es concebido como un material que
habrá de completarse en su realización escénica con la colaboración de actores y realizadores. Preferencia por
la farsa grotesca y satírica y la degradación y cosificación de los personajes, acción y lenguaje. Existen grupos
de teatro independiente: Los Goliardos, Els Joglars, Els Comediants. Obra destacable: Malditas sean
Coronada y sus hijas (Francisco Nieva).

Teatro realista de los años 80:

sigue la estética tradicional. Revitaliza los géneros antiguos como el sainete. En las obras se trazan vivos
retratos sociales. Destaca: ¡Ay, Carmela! (José Sanchís Sinisterra).

Novela en la primera mitad del siglo XX

NOVELA EN EL PRIMER TERCIO DEL SIGLO xx (1900−1936):

Pervivencia del realismo:

Novela naturalista y erótica (Felipe Trigo) y relato realista (Concha Espina); se trata de composiciones
continuadoras de la novela realista y naturalista del siglo XIX.

Nuevos modelos narrativos:

* Novela del grupo del 98 (Unamuno): rompe con el realismo y naturalismo; describe el interior del individuo
y trata temas existenciales; introduce monólogos y utiliza un léxico cuidado.

* Novela novecentista (Ramón Pérez de Ayala): influida por ideas de Ortega y Gasset sobre la novela,
incorpora temas nuevos, la trama desaparece, se da importancia a la forma y se analiza el interior del
personaje. Los rasgos que definen esta poesía son la erudición y trabajo intelectual, la preocupación por
España, el compromiso político, el cosmopolitismo intelectual, el afán pedagógico, la preferencia por el
género del ensayo y el concepto elitista del arte. Obra representativa: La deshumanización del arte (Ortega y
Gasset).

* Novela vanguardista (Ramón Gómez de la Serna): utiliza técnicas como el cambio de perspectiva en la
narración, saltos en el tiempo; y a veces se deja influir por corrientes como el Surrealismo. A partir de 1928
retorna a los planteamientos humanizados.

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* Novela social (Manuel Benavides): denuncia las injusticias morales. Invita al lector a tomar partido y a
comprometerse en la transformación política y social del país.

Novela de los años 30:

Sufre una rehumanización, al margen de la literatura española tiene como tema la guerra civil. Destaca:
Ramón Gómez de la Serna, Max Aub, Francisco Ayala, Rosa Chacel y Miguel Andúfar.

novela durante los años 40:

* Novela de los vencedores: exalta las virtudes heroicas y militares desde una posición ideológica franquista.
Destaca: Madrid, de corte a cheka (Agustín de Foxá).

* Neorrealismo: continúa la estética realista y toma como modelos a Galdós y Baroja. Obra representativa: La
ceniza fue árbol (Ignacio Agustí).

* Novela existencial: describe la realidad destacando el malestar y la angustia vital de la sociedad y de los
individuos. Los rasgos que la caracterizan son: temas de la incertidumbre del destino y la dificultad de
comunicación personal, situaciones de gran dureza (tremendismo), personajes marginados, espacio limitado,
uso de la primera persona y lenguaje duro. Su más alto representante fue Camilo José Cela, en cuya obra se
distinguen las siguientes etapas:

1ª Etapa (años 40): marcada por el reflejo existencial de la posguerra. Obra: La familia de Pascual Duarte.

2ª Etapa (años 50): introduce el realismo social de carácter objetivista y conductista con La colmena.

3ª Etapa (a partir de los 60): se deja influir por la experimentación. Obra: Oficio de tinieblas 5.

En las obras de Camilo José Cela existe un concepto escéptico y pesimista de la vida y el ser humano. El
gusto por lo grotesco le lleva a crear situaciones que resuelve mediante el humor inteligente. Además, apura al
máximo las posibilidades expresivas del castellano.

novela durante los años 50:

Es la novela del realismo social, comprometida y que refleja la realidad social y las difíciles condiciones de
las clases sociales más desfavorecidas. Posee una doble vertiente el realismo objetivista (no comprometido) y
el realismo crítico (comprometido), sus rasgos son: temas de la soledad del ser humano en la sociedad y las
repercusiones de la Guerra Civil. La estructuración es lineal, la acción es pasiva y se trata de una colección de
estampas sin argumento. Los personajes son indecisos, vacilantes, aburridos; a veces son un personaje
colectivo. El tiempo y el espacio se inmovilizan; la acción real es de corta duración y los hechos se desarrollan
en pueblos perdidos u olvidadas ciudades. Se utiliza la tercera persona narrativa. Se acentúa el monólogo, la
discontinuidad temporal, la limitación del espacio y el tiempo narrativos, etc. El lenguaje es claro y sencillo,
lleno de coloquialismos para reproducir fielmente el habla común. Obra destacable: Cinco horas con Mario
(Miguel Delibes).

novela en el exilio:

La integran novelistas que pertenecieron a la vanguardia durante los años veinte. Cada novelista evolucionó
de manera personal, aunque todos coincidieron en abandonar la narrativa intelectualizada y volver a los temas
éticos y humanos. En sus obras relatan la experiencia de la guerra y la nostalgia de la patria.

novela en las últimas décadas del siglo xx

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NOVELA EN LOS AÑOS 60:

La nueva narrativa mantiene el enfoque crítico sobre determinados problemas de España, pero valora más el
lenguaje y la estructura que el planteamiento de conflictos colectivos. Es una novela experimental o
estructural, tiene como rasgos: presencia de personajes con problemas de identidad que intentan encontrarse y
buscar las razones de su angustia existencial; a veces se dirigen a sí mismos. Es una crítica a una época
anterior a la narración, que ha marcado la existencia de los personajes; se evoca con frecuencia la infancia o el
pasado nacional con perspectiva crítica. Desaparece el argumento, la trama es una excusa para que el narrador
introduzca digresiones y opiniones que rompen con la coherencia del discurso. El relato se organiza de una
forma compleja, los capítulos se sustituyen por secuencias sin numerar. Se utiliza el punto de vista múltiple,
que consiste en narrar desde la perspectiva de los distintos personajes que hay en la obra. Es habitual la
técnica del contrapunto (se cruzan diversas historias), para narrar simultáneamente un número elevado de
historias se utiliza la técnica caleidoscópica. El diálogo es poco habitual; se sustituye por el monólogo
interior, que refleja el fluir del pensamiento de los personajes, dando lugar a falta de orden que muestra
mediante una sintaxis desorganizada y la ausencia de signos de puntuación. Son constantes los saltos hacia el
pasado utilizando la técnica de flash back, el espacio suele ser indefinido. Con relación al lenguaje literario, se
introducen neologismos, extranjerismos, cultismos y coloquialismos; hay una mezcla de diversos niveles de
lengua. Destaca Luis Martín Santos y su obra tiempos de silencio, en la que el autor da un enfoque existencial
a la historia narrada, rompiendo así la dinámica de la novela social en la que las clases desfavorecidas son
siempre inocentes. También son representativos Miguel Delibes y Torrente Ballester.

NOVELA A PARTIR DE 1975:

Los autores nacieron durante la dictadura y llegan a su mayoría de edad en pleno auge de la literatura
comprometida y cuando la literatura hispanoamericana triunfa. En un primer momento, como rechazo del
realismo social producen una literatura minoritaria y fuertemente experimental con relato desintegrador. Se
cansan de tanto experimentalismo coincidiendo con la muerte de Franco. Vuelven a la narratividad
tradicional, al gusto por contar una historia. Esto provoca la aparición de distintos subgéneros narrativos: la
novela negra, la novela policíaca, la novela de aventuras, la novela histórica, la novela intimista, cargada de
elementos líricos; y la metanovela que reflexiona sobre los aspectos textuales de la creación novelística. La
influencia de los medios de comunicación impulsó el gusto por los géneros como la novela−reportaje
siguiendo el esquema del periodismo de investigación, y la cultura de masas. Los espacios oscilan entre lo
conocido y lo cosmopolita y exótico. Destaca Eduardo Mendoza y su obra La verdad sobre el caso Savolta.
Otros novelistas son Mendoza, Pérez Reverte y Torrente Ballester.

Narrativa hispanoamericana

NOVELA DE LOS AÑOS 20−30:

Se da una novela regionalista que rechaza el cosmopolitismo y exotismo modernista, reivindicando la


originalidad de su entorno natural. En un primer momento se trata de una novela de la tierra, que tiene como
tema la acción de la naturaleza sobre los hombres. Obras: La vorágine (Eustasio Rivera) y Doña Bárbara
(Rómulo Gallegos).

Posteriormente esta novela evolucionó cambiando sus temas por la problemática social. Obras: Los de abajo
(Mariano Azulea) recoge los acontecimientos revolucionarios de Méjico, y Huasipungo (Jorge Icaza) de tipo
indigenista.

NOVELA DE LOS AÑOS 40−50:

Es la nueva novela, abandona el regionalismo anterior, dejando los espacios rurales y se entra en un paisaje
urbano. Sus influencias provienen de las vanguardias europeas y americanas (Kafka, Joyce, Faulkner, Hesse);

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y de diversos movimientos como el surrealismo, existencialismo y psicoanálisis. Tiene como tema
fundamental los problemas del hombre contemporáneo. Los rasgos estilísticos que posee son la utilización de
un lenguaje brillante, cargado de imágenes; y la aparición en sus poemas de la poética de lo real maravilloso
(dará lugar al realismo mágico, cuyo mayor exponente será García Márquez con su obra Cien años de
soledad). Las innovaciones que incorpora son el subjetivismo y monólogo interior.

Los escritores llevan a cabo una profunda transformación del lenguaje narrativo y preparan el camino de la
gran renovación que supuso el boom de los años sesenta.

Obras destacables: Ficciones (Borges), Los pasos perdidos (Carpentier), La vida breve (Onetti), Pedro Páramo
(Rulfo).

NOVELA DE LOS AÑOS 60:

Se caracteriza por el uso del subjetivismo, mediante la utilización de diferentes perspectivas, del monólogo
interior y de la segunda persona narrativa. Se produce una ruptura de la linealidad temporal, el tiempo
cronológico se sustituye por el tiempo anímico, a veces se producen saltos temporales. Existe variedad
temática, se siguen tratando los temas existenciales y se ahonda más en la esencia del ser humano de todos los
tiempos. Es recurrente el tema de la soledad, incomunicación, sexualidad y la muerte, que pone en evidencia
la transitoriedad de lo humano. Hay preocupación por los aspectos formales, las estructuras se complican.
Además se busca un lenguaje anticonvencional y auténtico, que más que decir, sugiera. Obras: Rayuela
(Cortázar), Cien años de soledad (García Márquez), La ciudad de los perros (Vargas Llosa).

NOVELA DE LOS AÑOS 70:

A mediados de los sesenta otros autores comienzan a publicar con el reto de abrir nuevos rumbos sin negar las
aportaciones de sus predecesores, que tanto gustaban al público lector.

Se produce una experimentación lingüística. Influyen mucho en ella los medios de comunicación de masas.
Los personajes que se reflejan son de clase media−baja. Esta narrativa posee un lenguaje coloquial e incorpora
jergas. Autores: Manuel Puig, Isabel Allende y Augusto Monterroso.

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