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LA ESTRUCTURA DE LA SENTENCIA JUDICIAL EN LOS PROCESOS DE RESTITUCIÓN

Y FORMALIZACIÓN DE TIERRAS

Como advertencia previa de orientación, debe ponerse de presente que el acercamiento que aquí
se hace de la estructura formal que debe respetar toda sentencia de restitución de tierras es
netamente propositiva, que parte y se nutre de la aproximación que desde la práctica judicial se
ha tenido en los procesos adelantados por los Jueces y Magistrados Especializados en Restitución
de Tierras. Por tanto, la estructura, redacción y contenidos que aquí se plantean operan a modo
ejemplificativo y no cierran el debate.

Así, se propone como punto de partida una sentencia de restitución de tierras que contenga,
como mínimo, la siguiente estructura, a partir de un contenido que puede dividirse en cuatro
partes claras y bien definidas: I) titular o de encabezamiento, II) expositiva, III) considerativa y IV)
resolutiva o dispositiva.

Antes de examinar cada una de las partes propuestas, como precisión general, debe aludirse a
ciertos aspectos de fondo que, perfilados hacia un modelo de justicia transicional, además de
servir como aproximación al tema, irradian cada una de las partes estructurales planteadas, de
modo que de ellos depende el proceso y un logro satisfactorio del resultado “final” de la decisión
judicial objeto de este trabajo: la sentencia.

EL IDIOMA EN LAS SENTENCIAS DE RESTITUCIÓN DE TIERRAS.

Así entonces, aunque parezca obvio, no sobra recordar que el idioma que debe emplearse en las
sentencias de restitución de tierras debe ser, por supuesto, el castellano. Esto conforme al art. 10
de la Constitución Política de 1991.

Mismo idioma que se mantiene en aquellos procesos que versen sobre solicitudes de restitución
de tierras y/o derechos territoriales de víctimas pertenecientes a los Pueblos y Comunidades
indígenas, Rrom o Gitanos o a comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras; pero
que no obsta para que, siguiendo los parámetros del artículo en cita y del 104 del Código General
del Proceso, se considere conveniente realizar las audiencias en la lengua o dialecto de tales
comunidades, para lo cual debe valerse de auxiliares de la justicia si es del caso, pues ayudará a
entender de mejor manera la dimensión del proceso y el sentido de la decisión final.

EL LENGUAJE EN LAS SENTENCIAS DE RESTITUCIÓN DE TIERRAS.

Ahora bien, la sentencia opera, en un primer momento, como medio de comunicación entre la
Jurisdicción y el ciudadano que reclama la protección de sus derechos. Adecúa unos supuestos
fácticos a un amplio plexo normativo y probatorio a través de un proceso lógico, logrando la
solución jurídica más “adecuada” a las particularidades que presenta el caso.

Por ende, las sentencias que se emiten en los procesos de restitución de tierras, debe tener en
cuenta los destinatarios de las mismas: población campesina vulnerable víctima de la violencia
ocurrida con ocasión del conflicto armado interno, en la mayoría de las veces, con bajo nivel
académico, lo cual impone a los Jueces (as) y Magistrados (as) de Restitución de Tierras ser
capaces de transformar toda la recopilación y fundamentación de la técnica y teoría jurídica a un
lenguaje amigable, fluido y claro, que sea realmente accesible a la comunidad a la que va dirigida.
En otras palabras, debe evitarse atiborrar la sentencia de frases y contenidos rimbombantes,
oscuros o exageradamente técnicos que la tornen inaccesible e indescifrable, garantía propia,
además, de la labor jurisdiccional de administración de justicia, de la transparencia y del control
por los interesados en la decisión.

Cuanto más porque, en un segundo momento, la sentencia se vuelve “bien público”, se permite el
acceso de la sociedad en general.

MOTIVACIÓN—FUNDAMENTACIÓN COMO EJE DE LEGITIMIDAD JUDICIAL. SUPERFLUIDAD Y


REDUNDANCIA.
Por todos es conocido el deber-obligación de los administradores de justicia de motivar, justificar y
fundamentar sus decisiones judiciales, esto es, expresar razonadamente el por qué se aplica el
derecho (en sentido amplio, principios, normas, reglas, mandatos de optimización…) en un caso
concreto de esa forma y no de otra, evitando con ello posibles arbitrariedades a la par que
legitima la función jurisdiccional.

Importa destacar acá que la apreciación de las pruebas debe hacerse conforme al principio de la
buena fe establecido en el artículo 5º de la ley 1448 y de la presunción iuris tantum de
fidedignidad determinada por el artículo 89 ejusdem.

Así mismo, para decidir sobran las argumentaciones superfluas o redundantes, deben eliminarse
aquellos argumentos que nada tienen que ver con el asunto que se decide, buen ejemplo de ello
es tener en cuenta que si elimino el argumento que “motiva” la decisión, ésta seguirá siendo la
misma y no se altera; así como aquellos que iteran lo mismo sin conducir a nada útil. Debe
erradicarse la idea que una buena sentencia entre más páginas tenga es mejor.

Así entonces, a continuación se describirán cada una de las cuatro etapas propuestas y sus
elementos característicos o sobresalientes:

I) PRIMERA PARTE: TITULAR O DE ENCABEZAMIENTO.

Permite identificar rápidamente quién profiere la sentencia judicial, en qué lugar y en qué fecha.
Así mismo, brinda identidad de la causa que se trata, quién o quiénes intervinieron en la misma
como parte accionante o accionada, cuáles fueron los temas tratados y cuál será el sentido de la
decisión.

1. JUZGADO O CORPORACIÓN QUE LA EMITE.


Implica señalar el nombre completo del Juzgado o Tribunal que pronuncia la sentencia.
Esto es, por ejemplo, Juzgado ## Civil del Circuito Especializado en Restitución de Tierras
de Medellín, Apartadó, Caucasia, etc.
Es preciso incluir en todo caso la ubicación del despacho con que fue identificado en el
Acuerdo de creación, pues es su identificación precisa, esto al margen que materialmente
se encuentre en otro lugar, por alguna circunstancia excepcional (traslado, remodelación
de instalaciones…).

2. LUGAR Y FECHA EN QUE SE PROFIERE LA SENTENCIA.


El lugar hace referencia al municipio donde materialmente se encuentra el Juzgado al
momento de pronunciarla, que, como se vio, puede no coincidir con la identificación
oficial del despacho.

En cuanto a la fecha, con la vigencia del Código General del Proceso se eliminó la exigencia
de tener que ser expresada en letras, es decir, bien puede indicarse solo con letras,
números o ambos. De cualquier forma, se recomienda expresarla, como mínimo, con
letras, para evitar posibles errores aritméticos.

Si la Providencia la emite un cuerpo colegiado, debe incluirse, a continuación, el nombre


del Magistrado Ponente.

3. BREVE DESCRIPCIÓN QUE PERMITA LA IDENTIFICACIÓN DEL PROCESO.


Debe contener como mínimo los siguientes ítems:
3.1. TIPO DE PROCESO.
De restitución de tierras.
De formalización de tierras.
De restitución de derechos territoriales, etc.
3.2.NÚMERO COMPLETO DEL RADICADO NACIONAL DEL PROCESO. Debe contener los 23
dígitos, pues son los que identifican e individualizan el proceso de cualquier otro. Los
23 dígitos se componen por:
3.2.1. Código Municipio [5 dígitos]
3.2.2. Código Juzgado [2 dígitos]
3.2.3. Especialidad [2 dígitos]
3.2.4. Consecutivo Juzgado [3 dígitos]
3.2.5. Año de radicación [4 dígitos]
3.2.6. Consecutivo de Radicación [5 dígitos]
3.2.7. Consecutivo de Recursos [2 dígitos]
3.3. RECLAMANTE (S)
Cuando se trate de solicitudes acumuladas, conviene precisar el número de
solicitantes y de solicitudes, que bien puede no ser el mismo.
3.4. OPOSITOR (ES) [de ser del caso]
3.5. INSTANCIA [Única]
3.6. SÍNTESIS DEL CASO
En esta aparte se incluye el tema principal tratado y/o, muy sucintamente, el
problema o problemas jurídicos que fueron abordados en el caso concreto.
3.7.DECISIÓN.
Anunciar si se acogen o no las pretensiones, si prosperan o no las excepciones cuando
es el caso, o si se ordenan compensaciones.

II) SEGUNDA PARTE: EXPOSITIVA

En este aparte se consignan, ordenada y condensadamente, los fundamentos en que se cimienta


el petitum, las pretensiones propiamente dichas y los acontecimientos surtidos durante la
instrucción del proceso hasta la sentencia que se profiere.

1. OBJETO DE PRONUNCIAMIENTO.
Indicar la tarea que se acomete en el escrito. No existen frases solemnes para ello.
Es aconsejable, en todo caso, precisar e identificar plenamente las partes del
proceso.

A modo de ejemplo:

Procede el Despacho, Juzgado o Tribunal a…


Agotadas las etapas previas procede el Despacho, Juzgado o Tribunal a…
Se ocupa el Despacho, Juzgado o Tribunal de…

Proferir la sentencia que en derecho corresponda…


Emitir el fallo que decida en única instancia…
Desatar la litis…

En la solicitud de restitución y/o formalización presentada por…


Dentro del proceso promovido por XXXX, representado por…
En el proceso adelantado por XXXXX, representado por…

Cuando existe oposición y la sentencia la emite el Tribunal, además:

Tramitado por el Juzgado ## Civil Especializado en Restitución de Tierras de…


Sustanciado o instruido por el Juzgado ## Civil Especializado en Restitución de
Tierras de…
Dentro del cual fue admitida la (s) oposición (es) de….
En el que se reconocieron como opositores a…

2. ANTECEDENTES.

2.1. SÍNTESIS DEL CASO.


En aras de la brevedad, como los hechos ya se encuentran en la demanda, se
deben resumir, sintetizar y comprimir los fundamentos de la misma y no
transcribirlos. Se trata es de identificar la causa, por tanto la síntesis debe limitarse
a los hechos que sean realmente relevantes para el caso concreto, obviando las
consideraciones o juicios de valor que se hicieron en el escrito de la demanda.
Igualmente, este extracto debe ser impersonal, sin apasionamientos ni mucho
menos calificaciones jurídicas del juez respecto de esos fundamentos.
2.2. SÍNTESIS DE LAS PRETENSIONES.
Igual que en el caso anterior, no se trata de transcribir todas las pretensiones de la
solicitud, sino realizar un compendio de las mismas.
Generalmente, en otros escenarios, las pretensiones sirven para delimitar la
competencia del Juez y fiscalizar la congruencia del fallo; no obstante, en materia
de restitución de tierras, al ser una acción de carácter constitucional, están
habilitados los fallos extra y ultra petita, lo que morigera este aspecto.
2.3. SÍNTESIS DEL TRÁMITE O SUSTANCIACIÓN DE LO ACTUADO.
Debe hacerse un relato breve y objetivo de la forma como se desarrolló el trámite,
destacando las circunstancias relevantes del mismo.
En caso de existir oposición, realizar un sumario con los argumentos aducidos en la
defensa y las excepciones propuestas, que serán objeto de pronunciamiento más
adelante.
2.4. ALEGATOS DE CONCLUSIÓN.
Cuando se hayan presentado alegatos de conclusión, ya por la parte accionante,
accionada o por el Ministerio Público, cumple efectuar un breve resumen de las
consideraciones que hacen las partes de cómo debe ser el sentido del fallo, según
la valoración que cada uno efectuó del acervo probatorio recaudado dentro del
proceso
.
III) TERCERA PARTE: CONSIDERATIVA

Contiene y hace referencia a la competencia del Juzgado o Tribunal para emitir la


sentencia. Así mismo, el problema jurídico que debe resolverse y la forma como se
hará tal cosa. Incluye el análisis de los hechos, la valoración probatoria, las
interpretaciones, subsunciones, ponderaciones, etc., en que se fundamenta la
providencia y que permiten la solución del caso concreto.
En definitiva, es la parte valorativa, se analiza y reflexiona sobre los hechos, las
pruebas y su calificación jurídica.

1. COMPETENCIA.
La competencia es reglada, no se presume ni se aplica por analogía. De allí que en
este pasaje se reseña por qué y cuál es fundamento legal y jurídico que habilita al
Juzgado o Tribunal a proferir la sentencia.

La competencia, conforme, al artículo 80 de la ley 1448, es privativa de los Jueces


o Magistrados especializados en restitución de tierras del lugar donde se
encuentran ubicados los inmuebles, y en caso de encontrarse en varios municipios
cuya jurisdicción es distinta, es competente a prevención el Juez o Magistrado con
jurisdicción donde se presente la demanda.
2. PROBLEMA (S) JURÍDICO (S) A RESOLVER Y TEMAS JURÍDICOS.
El problema jurídico se formula y plantea a partir de la claridad que se alcanza del
tema a tratar, y lo brinda los hechos del caso específico y los argumentos de la
oposición cuando existe.

Delimita el estudio del cual se ocupará el Juzgado o Tribunal, y generalmente es la


respuesta a aquella pregunta medular que constituye la controversia suscitada.

Puede haber un solo problema jurídico o varios, a la par que pueden ser
principales o derivados de éstos. Los derivados se estudian y analizan solo en la
medida que haya prosperidad del principal al que están sujetos.

El problema jurídico no son los temas jurídicos que se abordan para resolverlo, la
sentencia se fundamenta en el estudio y análisis de diversos temas que le sirven
de soporte, robustecen y consolidan la decisión a adoptar, en términos de la
doctrina constitucional, es lo que se conoce como el obiter dicta.

Estos temas pueden ser de contenido teórico, normativo, jurisprudencial,


etcétera, y aunque son necesarios para motivar la decisión, deben abordarse en
cuanto tengan una relación directa y precisa para resolver el problema o
problemas jurídicos planteados, pues aquellos, por sí solos, no lo (s) resuelve.

Antes de pasar a la siguiente etapa, no está por demás advertir de la validez del
proceso que permite adoptar la decisión de fondo. Si existen irregularidades en el
trámite que no afecten de invalidez lo actuado, no pasarlas inadvertidas, e indicar
el por qué ello es así, es decir, por qué se ajusta a un trámite adecuado respetuoso
del debido proceso o de garantías constitucionales, o de ser el caso por qué se ha
saneado la irregularidad.

3. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS JURÍDICOS.


Establecido el problema jurídico y la forma como se resolverá, se entra en el
desarrollo de los temas y fundamentos jurídicos que, como se vio, son aquellas
reflexiones que soportan la decisión.

Así, ordinariamente debe analizarse de dónde surge el derecho a la restitución de


tierras de las víctimas de la violencia del conflicto armado, cuál es su fundamento
normativo, principialístico, constitucional o jurisprudencial y cuál es su alcance.
También es oportuno destacar los instrumentos internacionales que le dan
soporte a este proceso en especial.
Cumple también hacer referencia al modelo de justicia transicional, su concepto y
alcances que supera el propio y tradicional concepto de justicia ordinaria en
tiempos de paz.

CASO CONCRETO.
Luego de toda esta construcción teórica que le da fundamento a la decisión, debe
abordarse el caso concreto. Aquí, deben analizarse los presupuestos axiológicos
para la prosperidad de la pretensiones de la demanda, que en el caso de
restitución de tierras son cuatro concurrentes, es decir, todos deben satisfacerse
de cara a emitir una sentencia estimatoria, ellos son: i) la condición de víctima de
quien accede a la tutela de sus derechos, ii) su calidad jurídica de propietario,
poseedor u ocupante, iii) la ocurrencia de un daño sufrido por despojo o
abandono forzado de las tierras y iv) la relación de causalidad entre ese daño y la
situación de violencia ocurrida en el marco del conflicto armado interno.
En cuanto la condición de víctima, es pertinente recordar que en la sentencia C-
253A de 2012 la Corte constitucional constató que la ley 1448 establece una
noción operativa de víctima, es decir, sin modificar el concepto y los estándares
generales de la concepción de víctima, la delinea e identifica dentro del universo
de víctimas que existen, acoplándola a los efectos y propósitos perseguidos por la
ley y que las identifica como destinatarias de las medidas especiales que establece
la misma.

De allí que debe analizarse y comprobarse suficiente y motivadamente que la


persona haya sufrido un daño por hechos ocurridos dentro del margen de
temporalidad establecido en la ley 1448, esto es, a partir del 1º de enero de 1991
y hasta la duración de vigencia de la ley (10 de junio de 2021). Así mismo, su
ámbito de acción se circunscribe a aquellas conductas antijurídicas consistentes en
infracciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH) o violaciones graves y
manifiestas a las normas internacionales de Derechos Humanos (DIDH).

Respecto de la calidad jurídica, debe evidenciarse que la víctima fuera propietaria


o poseedora de predios u ocupante de baldíos cuya propiedad pretendía adquirir
por adjudicación.

En el caso de los poseedores, el Juez o Magistrado está facultado para declarar la


usucapión en aquellos eventos donde encuentre satisfechos los requisitos
previstos en la normatividad civil (literal f, art. 91), y para ello tiene el deber de
analizar que se cumplan los presupuestos para tal declaratoria, esto es, la
materialización de actos posesorios, la convicción de dueño por el reclamante y el
término de posesión exigido según se trata de prescripción adquisitiva ordinaria o
extraordinaria.

En cuanto los propietarios, ha de fundamentarse tanto el título y el modo. Y,


finalmente, en el caso de las ocupaciones, la sentencia debe referirse a los
requisitos establecidos por la normatividad agraria, al respecto, es importante
ahondar en la naturaleza jurídica del inmueble, esto es, que efectivamente sea un
bien baldío, pues muchas veces se tiene por establecida tal cosa solo con la
afirmación de la Unidad de Tierras de la carencia de antecedentes registrales del
inmueble.

Referente al daño, la parte demandante no se sustrae a su deber de demostrar la


existencia del perjuicio, y para el efecto los Jueces y Magistrados deben interpolar
los diferentes medios probatorios para hallar la concreción de ese daño. Debe
comprobarse que en efecto concurra en la víctima bien el despojo o el abandono
forzado de las tierras, o ambos, en términos del artículo 74 de la ley 1448, es decir,
que se dé una privación arbitraria de la propiedad, posesión u ocupación mediante
hechos, negocios jurídicos, actos administrativos, sentencias o delitos vinculados a
la situación de violencia, o que la persona haya sido abocada a desplazarse
temporal o permanentemente de sus tierras impidiendo la administración,
explotación y contacto directo con los predios.

Finalmente, no basta la existencia del daño, pues el mismo debe ocurrir con
ocasión del conflicto armado interno.

La labor argumentativa del juez cobra relevancia, pues debe centrarse en la


existencia de la relación de causalidad que exista entre el daño y que el mismo
ocurra dentro del conflicto armado interno. Debe existir, entonces, un juicio lógico
y deductivo en el razonamiento jurídico del operador que estructure esta
contundencia argumentativa. Para ello, no puede perderse de vista la concepción
amplia del concepto de conflicto armado establecido por la la Corte Constitucional
en la sentencia C-781 de 2012.

En esta sentencia, la Corte dejó claro que la expresión “con ocasión del conflicto
armado” envuelve una concepción amplia del mismo como garantía para brindar
atención adecuada y oportuna a las víctimas y asegurar el goce efectivo de sus
derechos: “la noción de conflicto armado interno al que han hecho referencia
tanto el Ejecutivo, como el Congreso y los jueces recoge un fenómeno complejo
que no se agota en la ocurrencia confrontaciones armadas, en las acciones
violentas de un determinado actor armado, en el uso de precisos medios de
combate, o en la ocurrencia del hecho en un espacio geográfico específico, sino
que recogen la complejidad de ese fenómeno, en sus distintas manifestaciones y
aún frente a situaciones en donde las actuaciones de los actores armados se
confunden con las de la delincuencia común o con situaciones de violencia
generalizada. También surge de lo anterior, que a pesar de los esfuerzos del
legislador por fijar criterios objetivos para determinar cuándo se está ante un
situación completamente ajena al conflicto armado interno, no siempre es posible
hacer esa distinción en abstracto, sino que con frecuencia la complejidad del
fenómeno exige que en cada caso concreto se evalúe el contexto en que se
producen tales acciones y se valoren distintos elementos para determinar si existe
una relación necesaria y razonable con el conflicto armado interno”.

Una vez esto, en caso de encontrar que prosperan cada uno, de forma
concurrente, los presupuestos axiológicos acabados de referir, en aquellos
eventos donde existe oposición, en este acápite de la sentencia debe entrarse a
valorar el contenido de la oposición.
Así, las oposiciones no pueden proponerse de cualquier manera, pues conforme al
artículo 88 de la ley 1448, quienes resisten la pretensión, deben atacar el valor del
derecho del solicitante, esto es, tachar su calidad de víctima de despojado o
desplazado por la violencia; o su obrar con buena fe exenta de culpa; o el justo
título de su derecho.

IV) CUARTA PARTE: RESOLUTIVA O DISPOSITIVA

Contiene la solución y decisión expresa que se da al caso concreto, con las órdenes
que fueron motivadas en la parte considerativa.

Según la Ley Estatuaria de Administración de Justicia, Ley 270, debe ir precedida de las
siguientes palabras: “administrando justicia en nombre de la República y por autoridad
de la ley”.

En la parte resolutiva ha de incluirse el pronunciamiento definitivo sobre la propiedad,


posesión del bien u ocupación del bien baldío, el decreto de compensaciones cuando
hubiere lugar a ello, refiriéndose de manera explícita y suficiente a los 20 literales
establecidos en el artículo 91 de la ley 1448 y sus 4 parágrafos, en armonía con las
normas que sean pertinentes.

Así entonces, la parte resolutiva o dispositiva contiene clara y concretamente la


resolución de la litis, por ende debe tenerse especial énfasis a la hora de tomar las
siguientes previsiones:

 Resolver todas las pretensiones y excepciones.


 Resolver la situación de todos los sujetos procesales, entiéndase órdenes
relativas a acreedores hipotecarios, llamamientos en garantía...
 Los honorarios definitivos de los curadores ad litem.
 La resolución en cuanto condena en costas.
 Pronunciarse sobre todo lo que corresponda de oficio, extra y ultra petita.
 Concretar las órdenes y medidas transformadoras en relación con la víctima y
los bienes.

A continuación, se tratará de sistematizar, en cinco grandes grupos, todas las órdenes que
deberían incluirse en este acápite de la sentencia, lo que facilitará el control pos fallo y la
congruencia de la sentencia.

i) GRUPO UNO

RESTITUCIÓN DEL PREDIO: Especificar la que en cada caso corresponda, y que puede ser,
material, jurídica o simbólica. Es necesario tener en cuenta que a veces concurren varias,
por ejemplo la jurídica y material, y otras solo una como la simbólica en los eventos en que
la víctima fue desplazada y abandonó el predio pero luego retornó sin el acompañamiento
institucional. O solo la material cuando la víctima a pesar del desplazamiento no ha
mutado su condición de propiedad respecto del predio.

Acá es necesario tener en cuenta que cuando se trate de comunidades indígenas o afro,
reviste unas condiciones especiales, pues habría que ordenar planes de retornos masivos.

Es muy importante determinar en la sentencia si, para efectos de la restitución material,


será necesario el desalojo de terceros ocupantes del predio, para que al momento de
disponer la comisión se le den al comisionado todas las órdenes del caso (acá la dificultad
sería la ausencia de información precisa en esa aspecto por parte de la unidad, casi
siempre se advierte es al momento de la entrega.) En todo caso la idea es que las víctimas
en efecto empiecen a explotar sus predios en el menor tiempo posible.

De cualquier forma es necesario verificar que el juez comisionado si haya efectuado la


entrega libre de todo obstáculo para la víctima (ganados, muebles, maquinaria etc., que
pertenecían a los ocupantes, pues a veces se le deja en “custodia” a la víctima).

Para el efecto, es preciso además identificar e individualizar el bien que es objeto de


restitución señalando su matrícula inmobiliaria, cédula catastral, ubicación, coordenadas,
linderos y el área restituida, si es la obtenida con el trabajo de levantamiento topográfico o
la que reposa en los títulos, disponiendo las actualizaciones catastrales a que haya lugar.

ii) GRUPO DOS

1. COMPENSACIÓN A LA VÍCTIMA: Cuando no es posible la restitución material, debe


dejarse suficientemente motivada la razón de la compensación, atendiendo que lo
dispuesto en el artículo 97 no rige como criterio “taxativo” al respecto. Es decir que el Juez
o Magistrado puede advertir otras circunstancias especiales por las cuales no sea posible
la restitución material, como por ejemplo que el bien se encuentre en zona de reserva
forestal protectora, a menos que previamente se haya efectuado la sustracción, o que
pueda ordenarse en la sentencia como lo ha venido solicitando la Unidad en algunos
casos. De cualquier manera en este aspecto se observa una gran falencia de información
por parte de la Unidad. En muchos casos nos hemos encontrado esa situación después de
emitido el fallo.

En este tema es necesario tener en cuenta también que dada la casuística propia de los
procesos judiciales, y de los nuestros en especial, hemos encontrado situaciones que ante
la presencia de segundos ocupantes que han demostrado su condición también de
víctimas de desplazamiento y por estar en una situación de evidente vulnerabilidad y por
tanto de especial protección constitucional, aunque no demuestren la buena fe
cualificada, se han ordenado compensaciones a la víctima reclamante, dejando al segundo
ocupante en el predio.

Estas situaciones, tal cual no fueron previstas por la Ley 1448, pero al día de hoy, la Corte
Constitucional se pronunció recientemente en la sentencia C-330 de 2016, declarando la
exequibilidad condicionada de la expresión “exenta de culpa” contenida en los artículos
88, 91, 98 y 105 de la Ley 1448, en el “entendido de que es un estándar que debe ser
interpretado por los jueces de forma diferencial, frente a los segundos ocupantes, que
demuestren condiciones de vulnerabilidad, y no hayan tenido relación directa o indirecta
con el despojo, de acuerdo con lo establecido en la parte motiva de esta providencia”.
Hasta ahora solo está el comunicado de prensa, falta esperar a que se publique la
sentencia completa.

Especial atención llama en este tema decisiones que se han conocido de la especialidad
que habiendo ordenado la restitución jurídica y material mediante sentencias ya
ejecutoriadas, luego se han ordenado compensaciones, o viceversa. Importante
profundizar en este tema, pues se entendería que por circunstancias sobrevivientes ello
pueda estar justificado (con reparos fundados), pero cuando las circunstancias existían
antes del fallo, requiere una mirada más especial; pues no podemos olvidar el efecto
vinculante de las decisiones judiciales y más cuando de sentencias se trata.

2. FORMALIZACIÓN: La sentencia debe definir, en segundo lugar, cual medida jurídica de


formalización corresponde en ese caso. Ejemplos: Declaración de dueño por haber
operado el fenómeno prescriptivo adquisitivo. Orden al INCODER para la adjudicación
directa del predio (acá hay que tener en cuenta que no es para que el INCODER verifique si
la víctima puede ser adjudicataria, ya ese análisis debe estar hecho en la sentencia, es
decir es el Juez o la Sala de Tierras la que verifica el cumplimiento de los requisitos por
parte del o de los reclamantes, de lo contrario la orden podría no materializarse).

También es necesario efectuar adecuadamente un estudio de títulos a efectos de


descartar inconsistencias en la tradición del bien, ejemplo una falsa tradición, o una
tradición de derechos incompleta, para adoptar en la sentencia la medida de formalización
a que haya lugar, como sería declarar “saneada” esa falsa tradición si se dan las
condiciones legales para que ello sea así.

En el tema de derechos sucesorales, o de predios que haya que restituir a la sucesión y no


a una persona en particular, o los que se entregan en común y proindiviso, como se tiene
conocimiento que algunos jueces acumulan esos trámites al de tierras, estos definirán a
quien se adjudica y en qué proporción o cuota parte, lo cual debe quedar explícito en la
parte resolutiva; pero quienes no los cumulan, la idea es que en la sentencia se tomen las
medidas para que a las víctimas se les asesore y represente judicialmente para la
tramitación de esos procesos ante la autoridad que corresponda (Notaría o Jueces
competentes).

Es también importante que se defina claramente a nombre de quién o quiénes se debe


efectuar la formalización o titulación del predio, teniendo en cuenta que la norma lo
ordena para quien ostentaba la calidad de compañero(a) permanente al momento del
desplazamiento o despojo; pero ojo que acá no se trata de definir sobre ese estado civil, es
una simple verificación de con quien convivía la víctima para ese momento. De hecho en
muchos casos hemos encontrado que con esa persona hace tiempo la víctima ya no
convive, entonces es necesario hacer las ponderaciones fáctico-jurídicas del caso para
aplicar dicho precepto.

En este punto es bueno que todas las órdenes que van dirigidas a las Oficinas de Registro
de Instrumentos Públicos se condensen en un solo numeral para evitar confusiones y
reprocesos.
iii) GRUPO TRES

MEDIDAS TRANSFORMADORAS EN RELACIÓN CON EL BIEN:


a- Proyectos productivos: Definir y ordenar la implementación de los proyectos productivos
en el predio. En estos casos existe discusión respecto de si es posible ordenar más de un
proyecto productivo en favor de una misma víctima. La idea es que si se le están
restituyendo varios predios que ella explotaba antes del desplazamiento o despojo, es
entendible que tenga derecho a que pueda tenar tantos proyectos cuantos predios se le
restituya, al fin es uno de los principios, “Restitución Transformadora”, en este caso sería
volver las cosas al estado inicial, es decir restituirle al menos en la misma condición que
estaba antes del abandono o despojo.
Ahora, dada la casuística del derecho, como el Fondo tiene unos valores estandarizados
para estos proyectos, es necesario que en la sentencia se determine cuantos serían esos
proyectos (debidamente motivado), las condiciones especiales que deberían tener ciertos
proyectos dependiendo de las realidades topográficas del predio, de la vocación de los
suelos y de la región, etc. (Solo que en este tema la información casi siempre llega es
después del fallo).
Acá es importante también tener en cuenta que cuando se habla de “proyectos
productivos” no es solamente agroindustriales, porque hay restituciones de bienes
urbanos, es necesario un proyecto diferenciado en estos casos. Y en los casos de
comunidades indígenas, afro, raizales, Rrom, etc. Resulta aún más indispensable el
enfoque diferenciador, y por sobre todo la consulta previa con las comunidades, lo cual
debe advertirse desde la sentencia.

Es importantísimo fijar plazos que permitan que el proyecto se implemente en el menor


tiempo posible, y luego informes periódicos de su desarrollo, de lo contrario es muy
complicado controlar su ejecución oportuna. A modo de ejemplo, puede establecerse un
plazo de hasta 15 días para el inicio del cumplimiento, a partir de allí, un plazo que no
supere los 3 meses para su caracterización y formulación, y finalmente un plazo que no
supere los 24 meses para la implementación total y final del proyecto.
Además, en aquellos casos donde se ordenan compensaciones a las víctimas, es
importante ordenar desde la sentencia que se adelante el estudio del proyecto productivo
durante el procedimiento de compensación, de modo que cuando se entregue
materialmente el predio al reclamante, el proyecto pueda materializarse inmediatamente
o a la mayor brevedad posible.

b- Vivienda o auxilio de vivienda: Aunque la ley prevé que es un auxilio para mejoramiento
de vivienda, la experiencia nos ha demostrado que casi el 100% de las viviendas no
cumplen normas de cismo resistencia, entonces no es posible mejorarlas con los subsidios,
dado que esa es una condición ineludible. La idea es entonces que al respecto se aporten
o soliciten las pruebas respectivas para establecer si los predios tienen o no vivienda, y de
tenerla en qué condiciones se encuentra, para poder dar al respecto una orden precisa.
Pues en la mayoría de los casos simplemente se ordena que la víctima sea “priorizada”
para obtener el subsidio, pero sin ningún análisis en particular.

Este es de los temas más lamentables en términos de ejecución hoy en día, por tanto los
Jueces y Magistrados deben actuar proactiva y decididamente. Para ello, es vital fijar
plazos al respecto y exigirle a los destinatarios de las órdenes que presenten un
cronograma de actividades y fechas en que se concretará la solución de vivienda. Una idea
puede ser otorgar un término de hasta 15 días para que la Unidad de Tierras priorice al
beneficiario a los programas de subsidio de vivienda, y a partir de allí, vincular y dar la
orden directamente al Banco Agrario para que presente en el término máximo de 1 mes el
cronograma con las actividades y fechas específicas en que se hará efectivo el subsidio, el
cual, en todo caso, no exceda de los 15 meses.
En los casos donde se ordenan compensación, cumple ordenar desde el fallo que si el
predio compensado no tiene vivienda, la Unidad de Tierras priorice a los solicitantes al
programa de subsidio.

En este punto vale retomar los argumentos referidos para los proyectos productivos, es
decir si sólo es posible un subsidio de vivienda por víctima o familia, o lo debería ser por
los predios restituidos? Yo insisto en que si los predios contaban con vivienda antes del
abandono o despojo, pues debe restituírseles con su vivienda, sin importar que sea el
mismo reclamante.

c- Pasivos e impuestos: Desde la presentación de las solicitudes se deben aportar todos los
elementos de juicio que permita en la sentencia tomar decisiones concretas en este
aspecto, y si no en la etapa de instrucción debe solicitarse dicha información. Pues la
orden no debe ser genérica. En la sentencia se debe determinar cuáles de esas
obligaciones se ordena condonar, cuáles compensar y cuáles no y por qué no. Es necesario
tener en cuenta que cuando se trata de entidades financieras a pesar de que se pueden
ordenar su pago a través del Fondo de la Unidad, en todo caso el Juez o Magistrado
debería evaluar la responsabilidad social que también corresponde asumir a la entidad
frente a las víctimas y desplazados e general, pudiendo en la sentencia exigirles algunas
condonaciones bien de intereses o incluso de parte del capital, para que el Fondo no tenga
que asumirlo todo. Incluso cuando la obligación no es procedente que la asuma el Fondo,
el Juez podría ordenar que se le den a las víctimas algunas condiciones especiales, como
por ejemplo condonar intereses, reestructurar la obligación con un periodo de gracia al
menos mientras el proyecto productivo se implementa. Etc.
También es necesario precisar el tema de los servicios públicos, no solo para ordenar la
condonación si es entidad pública o el pago por el Fondo. Pero en este caso lo más
importante es que muchos predios les han desconectado estos servicios o nunca los han
tenido. Es necesario que en la sentencia de adopten medidas puntuales en este aspecto,
siempre mirando la restitución transformadora!.
Hay un tema especial y es cuando los predios están en manos de los despojadores y tienen
algunas de estas obligaciones pendientes (Impuestos y servicios públicos), no debería,
pienso yo, en principio, ordenarse la condonación dado que eso favorecería es al
despojador que es el real deudor, no obstante cada casa hay que examinarlo a la luz de
sus particularidades, y de ese modo, cuando el no pago de estas deudas sea una cortapisa
para el goce efectivo de los derechos de las víctimas, ordenar la condonación, con base en
el principio de restitución transformadora y atendiendo a que en el tema de impuesto
predial ya muchos de los municipios han expedido los acuerdos de condonación y eso
facilita las cosas.

d- Vías de acceso: En este tema se suministra muy poca o casi ninguna información por la
Unidad, es necesario acopiarla dado que estamos haciendo restituciones de predios que
luego las víctimas no pueden acceder o lo hacen enfrentando muchas dificultadas.
Importantísimo el tema de las servidumbres que en la misma sentencia se debería definir,
o al menos ordenar lo pertinente para que en el postfallo y en proceso aparte con asesoría
de la Unidad y la Defensoría se adelanten dichos procesos.
En todo caso cuando el predio tenga destruidas las vías de acceso (Puentes, caminos, etc.)
debe ordenarse en la sentencia lo pertinente.
iv) GRUPO CUATRO:

MEDIDAS TRANSFORMADORAS EN RELACIÓN CON LAS VÍCTIMAS RECLAMANTES: La


sentencia debe disponer de manera puntual todos y cada uno de estos aspectos en favor
de los restituidos:
a- Salud: verificar que estén dentro del sistema se seguridad social en salud por medio de
alguna EPS, y si no, disponer su afiliación por parte de la Unidad de Víctimas y de Tierras,
tanto para los restituidos como para su grupo familiar.
Se debe disponer la atención psicosocial que prevé la Ley 1448, señalando quién o quiénes
son directamente los encargados de ofrecerla.
Desde la sentencia se deben tomar medidas especiales cuando alguna de las víctimas
reclamantes requiera algún tratamiento, intervención médica o medicamentos especiales,
señalando qué entidad es la directa encargada de ello.
En este punto cobra importancia ordenar en la sentencia, de una vez, a la Unidad de
Víctimas que elabore el Plan de Atención, Asistencia y Reparación Integral- PAARI a las
víctimas, con el fin de que facilitarles el acceso pronto y efectivo a las medidas de
asistencia y reparación a que tienen derecho.
b- Educación: Asegurarse desde la sentencia que los menores que conforman el grupo
familiar puedan acceder a la educación básica primaria o secundaria según sea el caso y de
manera gratuita, incluso las víctimas o los miembros que sean mayores de edad, si su
deseo es terminar la educación básica primaria o secundaria.
Si ya han terminado la secundaria tomar medidas para que puedan acceder a la educación
superior técnica o universitaria. Especialmente se debe vincular al Sena con orden precisa
en tal sentido para que ofrezca cupos especiales a las víctimas restituidas teniendo en
cuenta el enfoque diferencial que cada caso requiera, pero que además a las víctimas se
les otorgue también el subsidio de que trata la Ley 119 de 1994, art. 30.
Vincular al ICETEX para que dependiendo de cada caso ofrezca de manera prioritaria
créditos a las víctimas reclamantes o a miembros de su grupo familiar que quieran acceder
a la formación Universitaria. O incluso si la familia estuviere pagando algún crédito por ese
concepto se le ofrezcan unas nuevas condiciones más favorables para el pago, como por
ejemplo cero intereses y algún periodo de gracia. Igualmente hacerlo si se va a otorgar
algún crédito.
c- Seguridad. Es importante ordenar a la Fuerza Pública que ofrezca condiciones de
seguridades mínimas pero efectivas y eficientes en las veredas donde se ubican los
retornados, de modo que pueda garantizarse el goce efectivo de sus derechos.

v) GRUPO QUINTO:

REPARACIÓN COLECTIVA Y SIMBÓLICA: La sentencia debe tomar medidas en cuanto a


esta especial forma de reparación a las víctimas. Ordenar Perdones por cuenta de los
victimarios, de la fuerza pública, del Estado, en fin de quienes en cada proceso se puedan
determinar. Vincular al Centro de Memoria Histórica y a los entes Municipales para llevar a
cabo actos públicos mediante los cuales se hagan reconocimientos públicos en favor de las
víctimas. No solo la celebración anual de “el día de las víctimas”. Preservar la memoria en
favor de ellas y exaltarlas (Placas, monumentos, casas museos, centros culturales, etc.), la
idea es que esto se pudiera hacer colectivamente para grupos especiales, por ejemplo un
corregimiento, vereda o municipio, pero que sea algo tangible para ellas.

Por último, recordar que es vital señalar puntualmente la o las entidades que quedan vinculadas
con cada una de las órdenes y dar plazos concretos y razonables para que las órdenes en efecto se
cumplan.

Sugiero hacer una llamado especial a los abogados que representan las víctimas en el sentido que
ellos siguen vinculados también en el postfallo y deben ser los primeros en orientar a las víctimas,
explicarles en qué consisten los derechos reconocidos en la sentencia y de que efectivamente todo
lo allí dispuesto se cumpla. Que el abogado siga siendo su primera fuente de información y
orientación; pues lo que hemos visto es que después de la sentencia a las víctimas s eles
abandona.

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