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Un anciano, Woody Grant, camina por el arcén de la carretera

dejando atrás Billings, Montana, cuando se detiene junto a él un


coche policial y le peguntan por su destino, señalando él con el
dedo hacia adelante.

Poco después, David Grant, hijo del anciano llega a la comisaría


para hacerse cargo de su padre, que le pregunta por qué dijo a los
policías que se dirigía a Nebraska, diciéndole que iba allí para
cobrar su millón de dólares, mostrándole una carta que recibió
relativa a un sorteo, señalándole David que se trata de una estafa
de una empresa que trata de vender revistas, pero como él insiste
en ir a recogerlo, David le sugiere que lo reclame por correo, ante lo
que Woody le dice que no se fía.

Lo lleva a su casa de vuelta, donde Kate, su madre, se queja de las


obsesiones de su marido, que se escapó ya dos veces, no
entendiendo que desee ser millonario de viejo, preguntándole su
hijo para que desea el millón, a lo que responde que para comprar
una camioneta nueva, pese a que no tiene ya permiso de conducir.

Dice también que quiere comprar un compresor nuevo porque le


prestó el suyo en 1974 a Ed Pegram, su antiguo socio en
Hawthorne

Mientras realiza su trabajo en una tienda de alta fidelidad, David


recibe una llamada avisándole desde su casa debido a que Woody
ha vuelto a escaparse encontrándolo al llegar en el garaje junto a
su hermano Ross, que trata de razonar con él mientras lo ve
tratando de poner en marcha su vieja camioneta.

Le sugiere a su hermano que deben llevarlo a una residencia, pues


su madre ya no puede con él, aunque David le dice que no necesita
una residencia, sino una ilusión para vivir, a lo que Ross le
responde que su ilusión para vivir fue el alcohol.

Tras ello David felicita a Ross, al que vio presentando las noticias
en la televisión local, sustituyendo a la presentadora enferma.

Al día siguiente y mientras ve a Ross en las noticias, David recibe


la visita de Nöel, su antigua novia, para devolverle unas maletas.
David le pide que se quede, pues no puede acabar todo así tras
dos años, ante lo que ella le dice que no pueden seguir así. O se
casan o se separan del todo, pero no pueden seguir con esa rutina.

Mientras discuten llega una llamada de su madre para avisarle de


que se ha vuelto a marchar su padre, encontrándolo caminando de
nuevo hacia Nebraska, negándose a volver, y pidiéndole que lo
acompañe él, tratando de hacerle comprender que no puede dejarlo
todo, aunque finalmente decide llevarlo él pese a las protestas de
su madre que le dice que es ella quien necesita ayuda.

Ya en su primera parada, y mientras reposta, ve cómo su padre se


va al bar para tomar una cerveza, asegurándole que eso no es
beber.

Posteriormente y a su paso por Dakota del Sur, David sugiere


desviarse para ver el monte Rushmore, aunque Woody no parece
interesado en ello y le dice que tienen mucha prisa, pese a lo cual
visitan las montañas, que Woody dice que parecen a medio
terminar y enseguida le pide continuar el viaje.

Se detienen en un motel para pasar la noche, despertándose David


de madrugada al tropezar su padre en la oscuridad y caerse,
comprobando que tiene una brecha en la cabeza y que sangra, por
lo que debe llevarlo al hospital donde le cosen la herida.

Ante su estado David decide que deben regresar, a lo que su padre


se niega, por lo que finalmente busca una alternativa, decidiendo
parar en Hawthorne, en casa de su tío Ray, hermano de su padre y
de su tía Martha, que reunirá a todos los hermanos del anciano el
domingo para comer juntos, viajando Katie, su madre, en autobús.

Tras ello buscan la dentadura de Woody por las vías del tren, hasta
que David la encuentra, aunque cuando lo hace le dice que no es la
suya, para de inmediato decirle que es una broma, siendo entonces
Woody quien diga que no es la suya, para luego, también él, decir
que es una broma.

Finalmente llegan a casa de su tía Martha en Hawthorne, que los


recibe feliz, recordando no haber visto a David desde los 15 años,
estando su tío Ray y sus primos Cole y Bart dentro viendo la
televisión, sin inmutarse, diciéndoles Martha que la crisis ha
hundido el pueblo, recordando el tío Ray que Cole, uno de sus hijos
estuvo en la cárcel, asegurando él que "esa puta mintió" ante el
enfado de su madre por hablar así.

Los primos le preguntan a David cuánto han tardado en llegar,


respondiéndole que dos días para 1.200 kilómetros, riéndose de él
preguntándose si iba marcha atrás.

David sale con su padre a pasear por la ciudad llegando al antiguo


taller de este, recordando haber vendido su parte a Ed Pegram, del
que era socio, aunque cuando preguntan nadie conoce ya a
Pegram.

Van tras ello a un bar casi vacío, accediendo David a tomarse una
cerveza con su padre, aunque luego se tomarán más de la cuenta,
contándole David a su padre la ruptura con Nöel, y le pregunta si él
alguna vez se arrepintió de haberse casado con su madre,
respondiéndole que cada día, y que nunca hablaron de si se
querían o de si querían tener hijos, pero que su madre era católica
y a él le gustaba follar.

Tras salir del bar entran en otro donde hay más gente, y donde
Woody se acerca a un hombre que resulta ser Ed Pegram,
pidiéndole David que no cuente nada del dinero, encontrándose al
salir del baño con que todos felicitan a su padre por ser millonario,
viendo cuando vuelven a casa la cara de orgullo de su padre al
sorprender a todos.

Por la mañana cuando baja a desayunar Marha les dice que Woody
es la comidilla del pueblo y le echan en cara que no les dijera nada
a ellos.

Van a esperar al autobús en que llegará Katie, y un antiguo amigo


de Woody se acerca a saludarlo y a decirle que es la historia más
interesante de la ciudad y que el periódico local prepara un
reportaje sobre él.

Llega entonces Kate que al verlos le echa en cara el aspecto de


haber estado bebiendo, regañando a David por hacerle tanto caso
a él y ninguno a ella.
Tras ello le pide que la acerque al cementerio a presentar sus
respetos a los muertos, sin importarle que Martha tenga ya la
comida preparada.

Una vez en el camposanto Kate se dirige a la tumba de la madre de


Woody, de la que dice parecía más un hombre que una mujer, para
luego hablar de su marido, que era sueco y que se arruinó, hay
también varios hermanos de Woody, uno muerto de 2 años y otra
de 19 en un accidente, a la que califica de golfa, contándole que
sus padres están en el cementerio católico, pues nunca se
mezclarían con los luteranos.

Ve también la tumba de uno de sus pretendientes ante la que se


remanga la falda para enseñarle lo que se perdió por estar
hablando siempre de trigo.

Más tarde David charla con sus primos en el porche sobre coches
cuando se acerca un niño en bicicleta para hacerle una fotografía a
Woody para el periódico local, pidiéndole que se acerque al mismo
para una entrevista, aunque será David quien vaya a la redacción,
contándole a la mujer que lo lleva, Peg, que a su padre no le tocó
nada, contándole ella que fue novia de su padre cuando eran
jóvenes.

David le pregunta si ya entonces Woddy bebía, respondiendo ella


afirmativamente y diciendo que poco más se podía hacer en el
pueblo, aunque empeoró tras su regreso de la guerra de Corea,
donde su avión fue derribado, algo que David ignoraba,
mostrándole ella un periódico de la época con la fotografía de su
padre vestido de militar, diciendo que su padre nunca contó mucho.

David le dice que le cuesta pensar en ella disputando por su padre,


ante lo que Peg le dice que sabía que no tenía nada que hacer,
pues ella no le dejaba pasar a mayores.

Acuden a un restaurante con karaoke, oyendo cómo sale a cantar


Ed Pegram, que aprovecha el micrófono para avisar a los clientes
de la presencia de Woody, al que hace levantarse y saludar a la
gente que le aplaude.

Poco después David coincide en el baño con él, que le dice que
cuando eran socios, Woody ya bebía y cometía errores que les
costaban mucho dinero y que le prestó un montón de dinero que
nunca le devolvió, por lo que desea saldar su deuda, sin creer a
David cuando le cuenta que su padre no ha ganado nada, y
amenazándolo con contratar a un abogado.

A la mañana siguiente Woody despierta a David preguntándole si


van a ir a Lincoln, diciéndole David que es domingo y todo está
cerrado y que esperan a sus hermanos.

Los cinco hermanos miran la televisión sin hablar entre ellos


mientras las mujeres charlan en la cocina preparando la comida,
contando Martha que sus hijos están haciendo servicios
comunitarios, comentando Kate que es por la violación de Cole,
corrigiéndole Martha y diciéndole que era solo agresión sexual.

Los hombres ven un partido sin apenas hablar más que de coches
cuando llega Ross, que acude solo diciendo que su mujer y los
niños tenían un recital de danza.

Durante la comida le preguntan a Woody qué hará con el dinero,


respondiendo él que comprarse una camioneta y un compresor,
pues necesita uno y el suyo se lo quedó Ed Pegram, ante lo que le
sugieren que, ya que está en el pueblo, se lo quiten, a lo que Kate
señala que no dejará que les peguen un tiro por un viejo trasto.
Ross y David manifiestan su deseo de visitar la vieja casa Grant.

Tras la comida la tía Betty y su hijo se acercan a los hijos de Woody


para decirles que en el pasado ellos ayudaron a Woody
económicamente para que saliera adelante cuando se bebía todo lo
que ganaba y creen justo que ahora él se lo devuelva.

Cole y Bart también se unen a la conversación y reclaman que


ayude a sus padres, pues todos ayudaron a Woody en el pasado,
sin que ninguno se crea las explicaciones de Ross cuando trata de
decirles que su padre no ha ganado nada, pensando que son
excusas para no compartir el dinero, por lo que comienzan a
pelearse Bart y Ross, hasta que aparece Kate y hace que paren, y
cuando se entera de las pretensiones de Betty y de los hijos de
Martha Kate dice que fue justamente al revés. Que Woody se
arruinó por no saber decir que no a nadie, arreglándoles los coches
gratis y dándoles gasolina, y que lo que le prestaron no era ni la
mitad de lo que le costaron.
Betty le pregunta a Kate de dónde salió el dinero cuando decidió
mudarse a Billings y abrir su peluquería, respondiéndole ella que de
sus padres, cuando murieron y les dice que no se les ocurra pedir
nada a Woody, tras lo que los manda a tomar por el culo, cogiendo
a Woody y marchándose.

Acuden como habían dicho a ver la vieja casa Grant, medio en


ruinas, pese a lo cual Woody dice que está más o menos igual,
recordando que la construyó su padre con la ayuda de sus
hermanos recorriendo las desvencijadas habitaciones.

Continúan su camino y Kate indica que están pasando por la casa


de Ed Pegram, decidiendo Ross detener el coche dispuesto a
recuperar el compresor de su padre, por lo que, tras comprobar que
Pegram no está en su casa se dirigen al granero, del que salen
poco después con el compresor que cargan en el coche.

Continúan su camino, preguntándole David a su padre si está


contento de haber recuperado su compresor, respondiendo Woody
que ese no es su comprensor y que el granero del que lo sacaron
no era de Pegram, sino de los Westendorfs, unas buenas personas
que perdieron a un hijo y estuvieron al borde de la ruina, aunque
lograron evitarlo trabajando duro, y que no merecen que les roben,
por lo que se ven obligados a regresar para devolver la máquina,
llegando, mientras están en el granero, los Westendorfs, que al ver
el coche de los Grant se acercan a él, debiendo simular estos que
habían parado para saludarlos, tras lo que Kate sube delante y
conduce el coche alejándose de la casa, debiendo sus hijos salir
corriendo cuando los viejos entran en la casa tras el coche que
conduce su madre, y que seguirá llevando tras recogerlos.

Regresan al pueblo y David vuelve con su padre al bar donde


estuvieron el día anterior, donde son abordados de nuevo por
Pegram, que le pide directamente a Woody dinero, queriendo
dejarle este 20 dólares, ante lo que su amigo le dice que quiere
10.000 por todo lo que hizo por él, recordándole que fue él quien le
convenció para que no se divorciara de Kate durante un periodo
que estuvo con una mujer de la reserva india, en un tiempo en que
el divorcio estaba mal visto, antes de que naciera el propio David,
aunque él lo comprendía, pues, agrega, Kate siempre fue una
zorra.
David le pide que se vaya, advirtiéndoles Ed que ya no volverá a
pedirlo por favor.

Cuando salen de la taberna, David y Woody son asaltados por dos


encapuchados que le roban la carta a Woody.

Pese a que iban cubiertos David reconoció a sus primos, por lo que
de regreso a casa de su tía sube hasta su habitación y les pide que
les devuelva la carta, contándole ellos que la tiraron tras ver que se
trataba de un timo, diciéndoles que son patéticos.

David encuentra a su padre en la cocina desolado y le dice que no


le contarán a nadie lo ocurrido y que regresarán a su casa,
debiendo consolarse recordando lo bien que lo han pasado juntos
durante esos días.

Pero Woody no reacciona hasta que su hijo le dice que pueden


intentar buscar la carta, saliendo raudos a la calle donde tratan de
encontrarla, regresando al bar, donde Pegram lee divertido la carta
mientras todos se ríen al ver que era todo una fantasía, pese a lo
cual Woody se acerca hasta él para hacerse con la carta, que dobla
y vuelve a guardarse.

David se dirige entonces a Pegram y se queda mirándolo con una


mirada cargada de rencor, para luego volverse, aunque de
inmediato se gira y da un puñetazo a Pegram.

Al salir encuentra a su padre mal, asegurando sentirse mareado,


diciéndole Woody que solo necesita sentarse un poco, diciéndole
entonces David que debe olvidar su sueño de ir a Lincoln, pues
todo es una fantasía, preguntándole de nuevo para que desea el
dinero, a lo que su padre le responde que para comprar una
camioneta y para dejarles el resto del dinero a ellos.

David le dice que fue de viaje con él para pasar un tiempo juntos,
diciéndole su padre que no hace falta que vayan a Lincoln, aunque
entonces pierde el conocimiento.

David lo lleva al hospital, donde podrán dejarlo hasta el día


siguiente por la tarde, tras lo que David regresará con él a Billings,
partiendo su hermano con su madre a la mañana siguiente, ya que
tiene más prisa, asegurando ella que tendrá que aguantarlo el resto
de su vida echándole en cara haber perdido una fortuna por su
culpa.

David se duerme junto a la cama de su padre, que, descubre al


despertarse, está vacía, por lo que sale con su coche para
encontrarse a su padre por la carretera aun con la bata del hospital,
tratando de ir hacia Lincoln.

Llegan finalmente a la oficina de la empresa de marketing con la


carta del millón, asegurándole la secretaria que su número no está
entre los ganadores. Woody insiste en que en la carta pone que ha
ganado, ante lo que la secretaria le dice que pone que ha ganado si
su número se encuentra entre los números ganadores,
entregándoles como regalo de consuelo una gorra donde pone,
"ganador del premio".

Paran tras ello en un concesionario de automóviles donde David


vende su coche y compra una camioneta seminueva, que le dice a
su padre que puso a su nombre, aunque debe conducirla él,
preguntándole este si es que llegó a un acuerdo con los del premio,
respondiendo David afirmativamente, tras lo que le compra un
compresor nuevo.

Llegan así a Hawthorne, donde David para la furgoneta y le dice a


su padre que conduzca él durante unas manzanas, pues allí no hay
peligro, conduciendo Woody a través de su pueblo con su gorra,
pidiéndole a su hijo que se agache para que no lo vean,
cruzándose con varios vecinos, entre ellos Ed Pegram, con su
mejilla amoratada, que lo mira con cara de incredulidad, y también
con Peg, su antigua novia, y por último, por delante del tío Albert,
que se pasa la vida sentado junto a la carretera viendo pasar los
coches.

Tras abandonar la ciudad el coche se detiene y Woody y su hijo


vuelven a intercambiarse los asientos para continuar hacia Billings.

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