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Cómo seres humanos soñamos a nuestros hijos, y el día que llegan todo cobra otra

dimensión. Abrazamos la vida tomados de su mano para acompañarlos a cada paso. Y nuestro
objetivo es verlos crecer íntegros felices, brindándole la mejor de las oportunidades para su
desarrollo y formación.

En esa " misión del corazón" somos testigos de cada progreso, y celebramos cada uno de
sus logros y etapas.

Como bien dice el dicho " el hombre propone y Dios dispone y el destino dice presente”.
Nuestros hijos en su trayectoria educativa fueron puestos a prueba en cada uno de sus cierres de
ciclos escolares.

Y como valientes tripulantes de pandemias asumieron el desafío de navegar en la


incertidumbre de ser autodidactas en un "proceso de enseñanza aprendizaje" en soledad, aislados:
sin la compañía del aula y todas las historias de tiza y papel que en ese espacio mágico de
encuentro cobran sentido.

Hoy, como sociedad, conocemos la magnitud de la " amenaza" que estamos viviendo por
el Covid. Somos plenamente conscientes de ello. La situación en el mundo así lo demuestra. Y
hemos cumplido como comunidad todas las fases, protocolos y situaciones de aislamiento.

Desde el 14 de marzo la promoción 2020 se vio apartada de sus respectivos colegios, y,


en consecuencia, cada uno de sus egresados no pudo guardar el recuerdo de su último año de
secundaria.

Un último año atesorado en el corazón de cada adulto cuando piensa en su adolescencia...


Porque con el devenir de los años: quien no rememora el viaje, la última semana, el baile...
Porque en el último año somos más conscientes de que nuestras vidas indefectiblemente van a
tomar otro rumbo.

Nuestros hijos, "sin querer queriendo" perdieron todos esos pequeños y tan significativos
detalles de lo habitual, de la “normalidad" del colegio porque la vida así lo decretó.

Sin embargo, queda un momento, que ellos aún pueden disfrutar y cobijar en su corazón "
el acto académico".

Una instancia institucional, formal, pero que en este tiempo atípico cobra el mayor de los
sentidos: uno intangible que los acompañará siempre, porque les permitirá volver a encontrarse
como grupo, tener al menos una foto grupal, como compañeros, para juntos poder decir Adiós.
Cerrar una etapa, y emprender cada uno su propio vuelo.

Por todos los motivos mencionados, gestados desde el amor de padres a hijos. Es que le
solicitamos, la posibilidad de realizar el acto académico de la promoción 2020 de forma presencial,
bajo los estrictos protocolos de distanciamiento social que en la actualidad se requieren.

Sin más y reiterando nuestro compromiso con las medidas


protocolares actuales, esperamos evalúen lo peticionado.

Padres de 6º año 2020

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