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UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA, SEDE BOGOTÁ

FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN


LICENCIATURA EN FILOSOFÍA
SEMINARIO FILOSÓFICO VII:
¿QUÉ ASPECTOS CONCEPTUALES EXPLÍCITOS O IMPLÍCITOS DE LA TEORÍA OCKHAMISTA DEL SIGNO, PRESENTADOS
EN LA PARS PRIMA DE LA SUMA LOGICAE, ROMPEN CON LA TEORÍA AGUSTINIANO-BONAVENTURIANA DEL SIGNO Y
EVIDENCIAN VESTIGIOS DE MODERNIDAD EN LA CONCEPCIÓN NO REPRESENTACIONAL DEL SIGNO?
RELATOR: FRAY RAFAEL E. MALDONADO CARRASCAL, OFM
DIRECTOR DE SEMINARIO: MG. JULIO CÉSAR BARRERA VÉLEZ
03 DE ABRIL DEL 2019
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Apertura conceptual del signo en Ockham


“Sin importar de lo que se diga, nada [de esto]
sirve para lo que se pretende.”
(SL, I, c. XXVI, p. 113)

La presente relatoría, que tiene como eje central abordar las ideas principales que
sobresalen en los capítulos de XXVI al XXX de la obra Suma Logicae del pensador
franciscano Guillermo de Ochkham y éstas, observadas bajo el pensamiento agustiniano
del signo, para encontrar -en esta confrontación- una posible repuesta al cuestionamiento
que nos convoca en nuestro seminario: ¿Qué aspectos conceptuales explícitos o implícitos
de la teoría ockhamista del signo, presentados en la Pars Prima de la Suma Logicae,
rompen con la teoría agustiniano-bonaventuriana del signo y evidencian vestigios de
modernidad en la concepción no representacional del signo?

Para ello, he querido subrayar la labor, delimitando el cuestionamiento con lo presentado,


en primera instancia por San Agustín, haciendo referencia al signo y con esa postura,
hallar en Ockham la posible ruptura del pensamiento medieval en lo que se refiere al
signo, arrojando modernidad en su postura conceptual y, al mismo tiempo, dando una
respuesta factible a la pregunta que nos atañe.

Así las cosas, en la Edad Media se llegaba a considerar todo el universo creado como un
signo de Dios, es decir que, era signo en tanto era perceptible a través de los sentidos

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sensibles; Agustín no reduce éste, sino que habla de signos y significables; también de la
representación como lo propio de los signos. Éstos, ocupan un lugar mediador entre el
lenguaje y la cosa, hace que el signo pueda designar a la cosa o referirse a ella. Tal
mediación consiste en que el concepto mental del pensamiento es lo que directamente
significa la palabra y, a través de él y de manera indirecta, la palabra significa de modo
principal, aunque mediato al objeto significado.

Es así que, para aquel tiempo, los pensadores daban a entender que la comprensión
significante del signo (que es el objeto sensible) se da en tanto hay contacto con la cosa;
por lo tanto, el signo, es el mediador (el lenguaje) para comprender y enseñar.

Ahora bien, el pensamiento nominalista de Ockham hace referencia a la esencia de las


cosas, cuando dice que ésta no supone la existencia, dado que las cosas pueden subsistir
en tanto el modo de ser abordadas, es decir que, los universales están vinculados a los
singulares.

Para relacionar lo anterior, en los capítulos XXVI al XXX Ockahm que hablan sobre la
definición, la descripción, la definición descriptiva, lo definido y lo descrito; asimismo,
hace referencia en el último acápite abordado sobre el sujeto y predicado universales,
encontrándose en todos ellos que el signo -como cosa- se expresa desde la labor mental
del hombre no representacional. Por ejemplo: al describir, definir algo, sea cual sea,
desligándose de la materialidad representacional, son éstas, expresiones de la descripción
de la cosa, mas no es la cosa en sí. (De Oockham 1994, 116) Puesto que las expresiones,
como discurso mental, vocal o escrito, hacen referencia a particulares, pero compuestos
por universales, es decir que, los signos -las palabras- relacionadas mutuamente generan
un concepto en sí, pero no el objeto en sí, sino que se refiere al universal de aquello
representado que define la especie y no el particular. En palabras de Ignacio del Carril,
estudiante de la Dra. Olga Larre, comenta al respecto: “En efecto, nuestros conceptos son
signos, y el lenguaje es sígnico”. (Del Carril 2012)

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Ahora bien, con la complejidad que caracteriza el pensamiento ockhamista se forzará en
establecer la respuesta posible sobre los aspectos conceptuales explícitos o implícitos de
la teoría ockhamista del signo, presentados en la Pars Prima de la Suma Logicae, que
rompen con la teoría, en este caso con la agustiniana del signo, y evidencian vestigios de
modernidad en la concepción no representacional del signo; pues bien, esto resulta algo
difícil de comprender pues, según los aportes generados por pensadores actuales comenta
que no hay un rompimiento con la teoría agustiniana, sino un apoyo en ella para efectuar
nuevos aportes:
“Vemos, pues, que en ambas definiciones lo que hay de semejante es el hecho de “hacer
venir algo al conocimiento”. En esto Ockham es un fiel heredero de la tradición
agustiniana, puesto que la definición que da San Agustín de signo es la siguiente: «El
signo es, pues, una cosa que, por su especie, que es captada por los sentidos, hace venir
por sí misma al conocimiento de algo distinto.» En ella se ve destacado con claridad el
hecho de que la función principal de todo signo consiste en “hacer venir al conocimiento
algo otro”. (Del Carril 2012)

De lo anterior se puede concluir entonces que el acto de conocimiento por el cual se conoce
una realidad sea causa del acto de conocimiento por el cual se conoce otra, es decir, que “el
conocimiento de una cosa haga venir al conocimiento de otra”.

Bibliografía
De Oockham, Guillermo. Suma Logicae. Bogotá: Norma, 1994.
Del Carril, Ignacio. «academia.» academia web site. 01 de Junio de 2012.
https://www.academia.edu/3408209/La_teor%C3%ADa_del_signo_en_Guillermo_
de_Ockham (último acceso: 02 de 04 de 2019).

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