Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tema 5. Filosofia Medieval
Tema 5. Filosofia Medieval
2.1 LA ESCOLÁSTICA
2.2 TOMÁS DE AQUINO
2.3 EL NOMINALISMO DE OCKHAM
42
1.-CRISTIANISMO Y FILOSOFÍA
Los cristianos cultos empiezan a utilizar la filosofía griega por diversos motivos: a)
presentar la doctrina cristiana en términos claros y rigurosos para impedir que surjan
interpretaciones desviadas, b) defender dicha doctrina ante los poderes civiles (apología) y
c) combatir a los filósofos que la atacan. Esta asimilación de esquemas y conceptos de la
filosofía griega tendrá como resultado la aparición de un pensamiento cristiano.
En primer lugar, una nueva concepción de la historia que es vista por los cristianos de
una forma lineal y abierta, frente a la concepción circular o cíclica defendida por los griegos.
La historia humana es también el escenario de Dios; Dios interviene en ella (providencia
divina) dándole sentido. Este Dios cristiano presenta rasgos totalmente distintos a los de las
divinidades griegas: es uno (monoteísmo), y también es el creador de todo a partir de la
nada (creacionismo), además de omnipotente y padre. Pero, lo que es más absurdo de la
imagen cristiana de Dios es que éste, en un momento y en un lugar determinados, se hace
hombre y muere de la manera más indigna en la cruz.
Por otro lado, la concepción cristiana del hombre y de la moral contiene elementos
novedosos. El hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios, el alma es inmortal y los
cuerpos resucitarán (esta última idea es especialmente chocante para los griegos). Por su
parte, la moral cristiana no es intelectualista, el mal (el pecado) no es fruto de la ignorancia
como pensaban la mayoría de los filósofos griegos sino de la maldad humana y de la
libertad individual. El cristianismo, en fin, se presenta como una Verdad absoluta, única y
revelada que excluye el diálogo y la discusión filosófica, y por ello, resulta inaceptable para
un filósofo griego.
a) Existe un mundo suprasensible: el mundo de las Ideas (Platón) y “el más allá”
(cristianismo).
b) Este mundo sensible platónico es una imagen o imitación del mundo suprasensible;
para los cristianos, la huella de Dios.
c) La noción platónica de participación es compatible con las ideas de la contingencia y
dependencia del mundo con respecto a Dios defendidas por los cristianos.
d) El trabajo del Demiurgo puede ser asimilado a la acción creadora del Dios cristiano.
e) La Idea del Bien como principio único puede llevar perfectamente al monoteísmo
43
característico del cristianismo.
f) Los argumentos de la inmortalidad del alma defendidos por Platón valen para los
cristianos, aunque no sus ideas sobre la preexistencia del alma o la reencarnación.
g) En el cristianismo, el lugar y el destino del alma están en el otro mundo, en el más allá.
Y también tiene lugar “una caída” del alma, un pecado original (como en Platón).
h) En ambos, cristianismo y platonismo, encontramos un menosprecio de lo corporal y al
placer (pecado), y la purificación del alma siempre se vincula con su huída o
alejamiento de este mundo.
i) En ambos también existe un juicio personal tras la muerte, aunque en Platón no se
trata de un juicio universal.
La verdad y el conocimiento
Para encontrar la verdad tenemos que mirar en nuestro interior. A través de un
proceso de interiorización el hombre sale de sí mismo y alcanza a conocer las verdaderas
esencias de las cosas. Las Ideas, arquetipos y esencias eternas de las cosas las encuentra
el hombre en su interior (innatismo) y el descubrimiento de su carácter inmutable, le eleva
hasta Dios. El hombre conoce las Ideas, en virtud de la vecindad de su alma con Dios y
porque éste las ilumina (iluminismo). Este “autotrascendimiento” también se alcanza por la
voluntad, puesto que existe en el hombre una tendencia hacia la plenitud y la felicidad.
La existencia de Dios.
San Agustín utiliza varios argumentos para probar la existencia de Dios, el
argumento del “orden del mundo” (tiene que haber un planificador del mundo) y el
argumento del “consenso” (existe consenso entre los hombre acerca de que hay Dios). Pero
la prueba más contundente de la existencia de Dios, según el, proviene del hecho
innegable de que las Ideas inmutables sólo pueden tener su origen en un Dios pues el alma
humana es mutable.
Antropología
Existe una separación radical entre el cuerpo y el alma. El hombre es
fundamentalmente su alma. En ella, según el pensador cristiano, se puede distinguir entre
una Razón inferior (conoce la realidades sensibles y mutables) y una Razón superior
(conoce las realidades suprasensibles y Dios).
44
La libertad y el problema del Mal
Para San Agustín está meridianamente claro que el hombre es libre para hacer el
bien (y salvarse) o hacer el mal (y condenarse). El mal, por tanto, tiene que ver con la
libertad (frente al intelectualismo de los griegos). ¿Qué es?: ausencia de bien. A pesar de
ello, siempre existe una tensión entre la maldad natural del hombre y la necesidad de la
gracia.
Concepción de la Historia
Agustín de Hipona es el primer filósofo de la historia. Defiende una concepción
lineal y unitaria de la historia. En el devenir histórico siempre ha habido dos clases de
hombres: los que se aman a sí mismos hasta despreciar a Dios (Ciudad terrenal), y los que
aman a Dios hasta despreciarse a sí mismos (Ciudad de Dios); ambas “ciudades” se
encuentran en cualquier sociedad y su separación ocurrirá al final de la historia. ¿Se refiere
al poder político y al poder eclesiástico?. En cualquier caso, piensa San Agustín, no hay
Estado justo si no se rige por los principios del Cristianismo. Esto es una clara supeditación
del poder político al poder eclesiástico o, simplemente, una minimización del papel del
Estado.
Más adelante, pensadores cristianos posteriores como Escoto Eriúgena (siglo IX),
San Anselmo (siglo siglo XI, del que destaca su famoso argumento ontológico (de la idea de
Dios se deduce su existencia), San Buenaventura (SXIII), e incluso árabes como Avicena
(siglo X-XI), seguirán la estela de San Agustín propiciando el desarrollo de una corriente
filosófica de marcado carácter platónico que será muy importante en la Edad Media: el
agustinismo.
2. LA ESCOLÁSTICA Y EL NOMINALISMO
2.1 LA ESCOLÁSTICA
Vida y obra
45
estudios, que prosigue entre 1239 y 1243 en la Universidad de Nápoles, donde cursó artes
(trivium y quadrivium), iniciándose en la filosofía aristotélica. En 1243-44, después de la
muerte de su padre, ingresa en los dominicos, en Nápoles. Entre 1245-1248 está en Paris
estudiando bajo el magisterio de Alberto Magno, a quien acompaña a Colonia. En 1252
regresa a París, ya como profesor. En París conoce a San Alberto Magno y se dedica por
entero al estudio y a la enseñanza. Muere en 1274 en la abadía de Fosanova.
Las dos obras fundamentales de Tomás de Aquino son Suma contra gentiles y la
Suma Teológica. También destacan Sobre el ente y la esencia y Comentarios a las
sentencias de Pedro Abelardo.
a) Neta distinción entre razón y fe: La razón es una facultad "natural" del ser humano; la
fe es la aceptación de lo que Dios ha revelado, y como tal es un don "sobrenatural" y
gratuito.
b) No contradicción: Las verdades reveladas por Dios y las descubiertas por la razón
natural no pueden estar en contradicción. O dicho de otra manera: lo que es verdadero
según la sabiduría divina, no puede ser falso según la sabiduría humana: “Solamente lo
falso es contrario a lo verdadero”
c) Zona de confluencia: Tomás niega, pues, la "doble verdad", tal y como la entendía el
averroísmo latino, es decir, como contradicción entre la verdad racional y la verdad
revelada. Pero admite dos tipos de verdades: "Hay ciertas verdades que sobrepasan la
capacidad de la razón humana, como es, por ejemplo, que Dios es uno y trino. Hay otras
que pueden ser alcanzadas por la razón natural, como la existencia y unidad de Dios, etc.,
las cuales fueron incluso demostradas por los filósofos, guiados por la luz natural de la
razón". Dios ha revelado algunas de esas verdades que la razón puede conocer por sí sola.
Estas verdades son llamadas "preámbulos de la fe" -para distinguirlas de "los artículos de la
fe"-, y sólo pueden ser conocidas por unos pocos seres humanos, y no sin errores o dudas.
46
La explicación tomista del conocimiento humano es claramente de origen
aristotélico. Nada verdaderamente nuevo dice respecto al conocimiento sensitivo. En
cambio, la explicación del conocimiento intelectual requiere mayor atención: "El
entendimiento humano está hecho para dirigirse a las cosas del mundo. Pero los datos
sensoriales no bastan : son sólo "materia" para el conocimiento intelectual, no "causa" de
ese conocimiento. Es necesaria la actividad del entendimiento, en sus dos aspectos de
entendimiento agente (que ilumina y abstrae la esencia oculta en las imágenes sensibles)
y de entendimiento posible (que conoce, produciendo el concepto y el juicio).
3. La existencia de Dios
47
existencia de un "motor inmóvil" del Universo añadiendo a ésta otras cuatro. Propone, por
tanto, cinco "vías" o argumentos demostrativos que poseen un idéntico esquema y que
sólo difieren por su punto de partida. El punto de llegada es siempre el mismo: Dios, pero
considerado de un modo diferente (como "motor inmóvil", como ser "infinitamente perfecto",
etc).
RECORRIDO:
1º Aplicación del concepto de causa aristotélico: todo lo que se mueve es movido
por otro.
2º Imposibilidad de un proceso regresivo infinito.
5ª Desde el orden del mundo (todos los seres, incluso los irracionales, actúan por
un fin), hasta la inteligencia suprema ordenadora. Todas las cosas tiene que cumplir un fin.
Incuso los animales y los seres inferiores. Si bien, estos seres no tienen conocimiento
alguno, es obvio que alguien los ordena hacia el cumplimiento de este fin. Lo mimo ocurre
en la naturaleza tomada en su conjunto, no posee inteligencia pero funciona según una
finalidad. Dios es ese ser inteligente que ordena todas las cosas.
48
Las cinco "vías", cuyo término es, en todas ellas, el mismo Ser, constituyen también
un acceso a la esencia de Dios. En Dios no hay composición alguna: ni de materia-forma,
ni de esencia-existencia. Dios se identifica con su propia esencia o naturaleza (Dios es la
divinidad, pero un ser humano no es la humanidad), y ésta con la existencia: su esencia es
su existencia.
En realidad, Tomás de Aquino reconoce que aunque Dios es, en sí mismo, lo más
cognoscible (puesto que es acto puro, sin mezcla alguna de potencialidad o materia), sin
embargo, para nosotros es lo más incognoscible (teología negativa). Por eso, los atributos
que se aplican a Dios son "negativos" (in-mutabilidad, in-finitud).
4. Ética y Política
También de acuerdo con Aristóteles, santo Tomás sostiene que todos los hombres
buscan la felicidad y que todas las acciones humanas se adecuan a su consecución. Sin
embargo, esta felicidad solo es posible en la posesión del mismo Dios ya que nada
contingente puede llenar al hombre de manera completa y efectiva. Esta posesión plena de
Dios solo es posible en la otra vida.
El hombre creado a imagen y semejanza de Dios tiene en Él su principio y su fin, su
finalidad. Por tanto, el hombre, para alcanzar la plena felicidad, debe actuar de acuerdo a la
consecución de ese fin. La ética tomista es, por tanto, eudemonista y teleológica, como la
aristotélica, pero Tomás de Aquino la perfecciona teniendo en cuenta el sentido
trascendente que tiene la vida de todas las personas. Dios crea por amor y por amor quiere
que el hombre se salve y goce de Él para siempre en la eternidad. En este actuar, solo
tienen valor ético los actos humanos libres pues la ausencia de libertad eliminaría cualquier
apreciación moral sobre ellos. Con palabras del propio santo Tomás, no hay moral para los
ángeles que no pueden pecar ni para los irracionales que no poseen libertad.
Un acto humano libre es bueno si conduce a la consecución de la felicidad o
beatitud. Por el contrario, un acto humano libre es malo si aleja al hombre de esa finalidad.
La vida cotidiana ofrece numerosos ejemplos en que el hombre aún conociendo lo que le
conviene para alcanzar su finalidad no siempre hace lo que debe. Por tanto, es necesario
cultivar las virtudes para conseguir que la voluntad quiera aquello que la inteligencia le
presenta como bueno y acometa la acción pata conseguirlo. Esto es así porque el hombre
también posee instintos y pasiones que le llevan a actuar, en ocasiones, contra su propia
racionalidad. No obstante, la ética tomista presenta una prioridad de la inteligencia sobre la
voluntad ya que solo es posible querer aquello que se conoce previamente.
La virtud, siguiendo de nuevo a Aristóteles, es un término medio, un equilibrio
racional entre dos extremos y solo forma parte de la propia personalidad del hombre
mediante la repetición de actos. La virtud se consigue mediante la repetición de actos
virtuosos. Si se quiere poseer la virtud de la sinceridad, término medio entre dos extremos,
hay que ejercitarse en actos continuos de sinceridad para que esta virtud cristalice en el
alma humana. La ética tomista no estaría completa si en este punto no se reflejara la
importancia de la gracia para vivir una vida virtuosa.
Según Tomás de Aquino, la razón, en cuestiones morales, ha de guiarse por la ley
natural, un principio básico inscrito en la naturaleza humana, que consiste básicamente en
la búsqueda del bien y la evitación del mal. Éste principio fundamental de la ley natural (y,
por tanto, de la moral): “Haz el bien y evita el mal”, sirve de base a los demás preceptos,
49
normas y obligaciones de nuestro comportamiento moral. Por tanto, para Tomás de Aquino,
las normas y preceptos morales (las leyes de la moral) no son fruto de la convención y de
las costumbres de cada región (como algunos filósofos antiguos, como por ejemplo los
sofistas, pensaban) sino que surgen de la propia naturaleza humana, es decir, son el reflejo
de la ley natural.
Las normas y preceptos que derivan de esta ley, están relacionados con los fines o
tendencias básicas o inclinaciones naturales del ser humano: a) el principio de la
conservación de la propia existencia, b) el principio de procreación, y c) el deseo de vivir en
sociedad y de buscar la verdad. Así pues, la ley natural configura al hombre como ser, como
animal y como hombre. Como ser, imprime la tendencia natural a la supervivencia; como
animal, le dota de una tendencia natural a la conservación y reproducción de la especie;
como hombre le otorga deseos de inmortalidad y de búsqueda de la verdad.
50
pensamiento tomista el concepto de monarquía se desdibuja pues la concibe como una.
estructura política que debe recoger en sí la mejor de la aristocracia y de la democracia.
Defiende, por tanto, una forma de gobierno mixta.
Criticismo
La “crítica” es la actitud propia de todo el siglo XIV. Ockham es una de los mayores
exponentes de esta actitud crítica que dirige de manera demoledora contra los grandes
sitemas filosóficos de la Edad Media (platonismo y aristotelismo crisianos).
Contribución a la ciencia
El principio de economía, la afirmación de un mundo dado, pero no necesario (carácter contingente del
mundo), el rechazo de las explicaciones a priori de la filosofía anterior, la potenciación de la observación
empírica así como la valoración del conocimiento hipotético para el descubrimiento de las verdaderas causas de
los hechos, son algunas de las ideas defendidas por Ockham y sus seguidores que contribuirán de forma decisiva
al desarrollo de la ciencia. De hecho, los científicos más importantes de la época, Oresme, Buridan, etc están
vinculados a Ockham y al nominalismo.
51