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QUE ME PERDONE LA CIENCIA

Hermanito de mi vida ,perdóname esta aflojada, Mi saludo es un pañuelo, Voy a decirte adiós en mi carta,
Yo no sé que me ocurre…,ni se lo que me pasa. Me tiro del catre al suelo, me hecho en el catre de espadas
Quiero llorar y no puedo, Quiero respirar Y me ahogan estos nudos misteriosos que las amarguras atan

Estoy solito en mi rancho, he quedado solo en la casa, y ladran los perros afuera como si vieran fantasmas.
Y alumbran mis pensamientos Candiles de luces malas.
Alones de pájaros negros me ponen luto en las mangas
y es tan grande el sufrimiento que voy llevando en el alma, que no lo explican las cosas ni lo dicen las palabras.

Te acordas ? Te acordas? De Oscarito, Ocho años, ocho años tenía el pobre hijito de mi alma
que despertó una mañana con los ojitos encendidos y el cuerpecito echando llamas.
Me muero, mama, decía , me muero tata, gritaba tengo una sed de martirio, siento un fuego que me abrasa.

Besé al cachorro en la frente y a la madre en la mirada y volé, volé en mi caballo al pueblo.


Siete leguas, siete leguas de distancia, Siete puñales de punta metidos en mi garganta
y el grito de mi hijo adentro en mi pensamiento ¡agua mama! ¡agua tata!

Le expliqué al doctor el caso, se acomodó en su butaca, ,me miró de arriba abajo y me dijo:
Oscar: Lo siento mucho, pero la senda que va a tu rancho es muy mala y me va a estropear el auto.
Ahí, ahí yo comprendí entonces que la ciencia no es tan ciencia,
cuando no tiene conciencia, porque por esos caminos
donde muchos médicos no andan corre a galope la muerte, va y viene la desgracia.

Encargó que le comprara al pasar por la botica un frasco de limonada y que trajese al enfermo
cuando la fiebre pasara.
Volví! Como vuelve un padre en iguales circunstancias con corazón en la boca Y la tristeza en el alma.
El médico no venía, NO, No por que fuese tan mala senda Que va a mi rancho
Sino por que me faltaba! Me faltaba! Con que pagarle! Con que pagarle a la ciencia 7 leguas de distancia.

La fiebre duró poquito, Se le acabó una mañana, Entre un cantar de zorzales Y el suave clarear del alba.
La madre abrazada a su hijo, Mi hijo la frente helada… Y yo sin voz ni presencia, Parado al pie de la cama.
Poco después de enterrarlo, Comenzó a turbarse mi Claudia.
Se lo pasaba Llorando, Se lo pasaba callada,Se lo pasaba riendo
Con los ojos en el aire Con los brazos avanzados
Lo mismo que se acunara contra su pecho Una criatura dormida Así se me fue!
Así se me fue! la pobre Así la tierra la guarda Con los brazos sobre el seno acunando Mi desgracia.

Y ahora sí estoy solito en mi rancho,he quedado solito en la casa


y ladran los perros afuera como si vieran fantasmas y alumbran en mis pensamientos candiles de luces malas.

Afilo en la medianoche mi cuchillo cabo de plata, la única plata del pobre que nunca sirve pa’ nada
y medito mi venganza.

Hermano, hermano, Habla por mi, habla por mi si mañana Dicen que soy un bandido,
Un mal hombre sin entrañas…
Nací buey y me hacen puma, fui cordero y me ponen garras.
Dios todopoderoso has que despierte el alba y arráncame de mi pecho ese grito, ese grito,
ese grito que me mata: ¡Agua mamá, agua tata!

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