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CI: 4.346.147
ii
CONTENIDO
pp
Resumen………………………………………………………………. v
SECCIÓN
I. APROXIMACIÓN A LA REALIDAD……………………………
Propósitos de la Investigación……………………….……..….
Constructos Teóricos
El paciente de diálisis………………………………………....
iii
Pp
Teoría Humanístico-Existencial………………………….…
Fundamentos Legales
Consideraciones Metodológicas………………………………..
Método Asumido………………………………………………....
Fases de la Investigación…………………………………….……
Plan de Tesis……………………………………………………….
REFERENCIAS……………………………………………………….
ANEXOS
iv
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL
SUBDIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
RESUMEN
Los profesionales de la salud, sustentan su práctica en las relaciones
interpersonales y exigen una preparación no solo técnico-científica de tipo
instrumental, sino también humana, entendida esta última como la actitud
del profesional dirigida al sujeto que requiere ayuda en una relación
terapéutica para su bienestar como persona. Es por ello, que no es
suficiente visualizar al ente desde una mirada anatómico funcional, sino
personal, social y subjetiva, es decir, holística. En las relaciones
terapéuticas, la enfermería es un componente humano, fundamental y de
gran importancia por su sólida formación, habilidades técnicas e
intelectuales e implicaciones antropológicas y psicológicas que le
permiten aplicar un método para el rescate de la salud. Sin embargo la
situación que se viene observando en la Unidad de diálisis Dr. Simplicio
Hernández del municipio Tucupita en términos generales es una
deshumanización en esa relación de ayuda, evidenciando un estilo
comunicacional autoritario o paternalista. Es por ello que esta
investigación tiene como propósito generar un modelo de cultura
comunicacional para la relación terapéutica enfermería-paciente. Para ello
se asume el enfoque cualitativo bajo el paradigma interpretativo y el
método de la fenomenología social de Schütz (1984). Se consideran los
aportes de la Teoría Experiencial de Kolb (1984), y la Teoría Humanístico-
Existencial. Los informantes claves lo conforman pacientes y
profesionales de enfermería. El escenario lo constituye la unidad de
diálisis mencionada. Como técnicas se seleccionaron los encuentros cara
a cara, observaciones y entrevistas. Se aspira que desde esa experiencia
del mundo de la vida, obtener los constructos para el modelo de cultura
comunicacional considerada como clave para la salud y calidad de vida en
las transacciones humanas y por ende se amplíen las posibilidades de
éxito e impacto positivo de un profesional que tiene que ver con la
realidad frágil y vulnerable del ser humano.
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Descriptores: Relación terapéutica, Cultura comunicacional,
Enfermería y Calidad de vida.
SECCIÓN I
v
Aproximación de la Realidad.
En todas las sociedades la mayoría de las personas acuden en caso de
enfermedad a instituciones hospitalarias. Institución donde un grupo de
profesionales son los encargados de velar por la salud y recuperación de la
misma. Entre esos profesionales se encuentra el profesional de enfermería
considerada Por Nightingale Florence, pionera de la profesión en el siglo XIX,
como el arte de cuidar, cuando sostuvo:
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técnicas concretas de tratamiento utilizadas. El establecer objetivos en
colaboración lleva a alcanzar mejor los objetivos, a acortar los internamientos
en centros hospitalarios y a una satisfacción mayor de los pacientes. Es por
ello, que en las distintas intervenciones con el personal de enfermería se
produce siempre una interacción personal entre el profesional y el sujeto o
sujetos que reciben la ayuda.
Según Marrón (2014), expresa en su estudio titulado: Relación terapéutica
enfermera-paciente según la teoría de Hildegard Peplau, que el profesional
de enfermería en los distintos servicios que presta, presenta un predominio
deficiente de un 56%. Estos resultados demuestran que la relación
enfermera-paciente no se establece con los parámetros establecidos en la
carrera y que deben ser aplicados durante el cuidado del paciente, esta
situación ocurre con frecuencia cuando los profesionales de enfermería no
fundamentan su quehacer profesional en las teorías de enfermería.
Estos planteamientos permite afirmar que la relación terapéutica es el eje
central del modelo organizativo en salud y que los profesionales de este
medio deben adaptarse a ella, de allí la importancia que estos profesionales
y los del futuro, posean una formación en valores, actitudes y competencias
que les permitan entablar un nuevo estilo de relación terapeuta, en la que los
pacientes sean conscientes de sus derechos a la información, a la
autonomía, y no acepten de quienes los atiendan actitudes paternalistas o
autoritarias.
El conocimiento de la naturaleza humana le permite al profesional de
enfermería comprender a la persona como una estructura pluridimensional,
es decir que tiene varias dimensiones y plurirelacional, lo que permite saber
que no está solo, ni aislado, sino que establece vínculos, de un modo
explícito e implícito con el entorno y las demás personas con quienes
convive. Comunicarse y relacionarse con los demás es una necesidad
sentida del ser humano y mucho más de quien padece alguna enfermedad.
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Para ampliar la visión de esta afirmación es necesario analizar y
comprender el intercambio comunicativo de la enfermera o enfermero con el
paciente, lo cual implica conocer los funcionamientos discursivos de la
ideología, y la incidencia de las costumbres en el intercambio de
comunicación del profesional de enfermería y el paciente, solo así se podrán
proponerse procedimientos para conseguir esa comunicación. Los problemas
de comunicación según Torralba (2001), “repercuten en la falta de
reconocimiento de las diferentes perspectiva del paciente, y de una repuesta
del profesional que contenga juicios e intervenciones de enfermería
adecuados” (p. 125).
El mismo autor considera que el ser humano es una unicidad corpórea,
psicológica, social y espiritual y que por su propia naturaleza de
desestructurarse, es decir que es vulnerable, frágil, expuesto a muchas
cosas entre ellas la enfermedad; la cual es considerada como el proceso de
enfermar que desmorona esa construcción y rompe el equilibrio de la
existencia humana.
En concordancia a lo antes mencionado el profesional de enfermería
dentro de sus prácticas sanitarias es a quien le corresponde asistir las
personas enfermas y la multiplicidad de enfermedades que presentan. Para
este estudio sobre la cultura comunicacional en la relación terapéutica del
profesional de enfermería, se ha seleccionado a los pacientes de
insuficiencia renal o fallo renal, el cual se produce cuando los riñones no son
capaces de filtrar las toxinas, el exceso de agua y otras sustancias de
desecho de la sangre adecuadamente. Es en ese momento, que la persona
requiere de diálisis o un trasplante de riñón.
A nivel mundial la enfermedad renal se ha convertido en un cuadro clínico
cada vez más frecuente, que afecta a cerca del 10% de la población mundial.
Suele ser progresiva y no presentar síntomas. Según el reporte anual de
United States Renal Data System en el 2015 en todos los países es
sustancialmente mayor en los hombres que en las mujeres; así como la
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prevalencia es mayor en los individuos de 65 a 74 años en la mayoría de los
países.
Los enfermos renales, suelen acudir al centro de salud con pobre
información y desconocimiento sobre su enfermedad, lo que provoca una
carga de sentimientos que incluyen, temor, tristeza, desesperanza y
preocupación. Así mismo el profesional que recibe al paciente, establece
contactos físicos breves y no planificados, añadido a esto que el tiempo
destinado al paciente para saber de sus antecedentes, y la información que
se les pueda proporcionar es insuficiente.
Es así como se consideran a las enfermedades renales como un grave
problema de salud pública en todo el mundo, debido a su prevalencia
elevada de morbi-mortalidad y alto costo económico. Esta enfermedad se
asocia con otras como la diabetes, hipertensión y enfermedades del corazón.
Por lo tanto es de importancia que se realicen acciones de prevención,
diagnóstico y tratamiento pertinente. A nivel mundial se reflejan altos
porcentajes de enfermos renales como se puede observar en el cuadro 1,
donde se presentan algunos países con mayor incidencia de enfermedad
renal por cada millón de habitantes:
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Para el año 2015 murieron 17,3 millones de personas por enfermedades
renales. Si bien es cierto las enfermedades renales afectan en mayor medida
a los países de ingresos bajos y medios; más del 80% de las defunciones por
esta causa se producen en esos países, y afectan casi por igual a hombres y
mujeres, calculando que para el 2030, casi 23,6 millones de personas
morirán por alguna enfermedad de tipo renal.
En América Latina, también se observa una gran cantidad de enfermos
renales, según datos reflejados por Santa Cruz (1993), la incidencia de
insuficiencia renal crónica (IRC), tiene:
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conducta y expresiones del paciente, tanto verbal como no verbal y explorar
junto a éste las situaciones de angustia y necesidad de ayuda ante el
sufrimiento. Esa relación de ayuda prestada por el profesional objeto de
estudio se da través de la comunicación y la relación terapéutica la cual
debe estar basada, en la empatía, calidez y autenticidad; actitudes que
producirán un cambio positivo en el paciente y le ayudarán a utilizar sus
recursos internos para mejorar su situación.
En el caso concreto de Venezuela, datos mencionados por Basanta
(2006), “evidencian una prevalencia de casos nuevos y viejos de insuficiencia
renal en estadio 5, que es cuando el paciente necesita diálisis, de unos 800
casos, 400 pacientes por millón de habitantes, ameritan incluirse en técnicas
de diálisis” (p. 2). En este estudio, no se trata de medir como actúa la
enfermedad sino como el paciente se siente por padecerla, ya que al
individuo le interesa conocer la forma de cómo está, al igual que los
tratamientos que recibe y como le afectan su capacidad funcional, su estado
en general y como repercuten en su calidad de vida y para ello debe contar
con el profesional de enfermería.
De hecho, el tratamiento de diálisis renal genera una serie de efectos, un
impacto emocional que se determina por respuestas de ansiedad, temor y
estrés, tanto para la familia como para el paciente; se prevé que 45% de la
población que ingresa para recibir tratamiento de diálisis presentan niveles
de ansiedad. Al ser la enfermera o enfermero un profesional que forma parte
del equipo de salud que interviene en este proceso y está inmerso en forma
permanente brindando cuidados, es necesario que se establezcan relaciones
interpersonales entre ellos, proviendo todo aquello que genere un clima de
confianza y empatía.
Por consiguiente, si el profesional de la enfermería no establece una
adecuada comunicación en la relación terapéutica, no va a comprender por
lo que está pasando el paciente, por lo tanto se puede decir que al no
establecer interacción, comunicación efectiva con la persona que se realiza
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la diálisis, la atención y el cuidado no puede ser considerado humanizado. Es
por eso que la cultura comunicacional que posea el enfermero o enfermera
en la relación terapéutica con los pacientes sometidos a diálisis va a incidir
en la superación o no de los miedos, incertidumbres y consecuencias
adversas que trae ese método o tratamiento.
En lo que respecta a la relación terapéutica, cuando se torna negativa
puede causar sentimientos de inquietud ante una amenaza imprecisa e
inespecífica, es una relación interpersonal de tipo profesional la cual debe
tener como fundamento una relación humana, humana, es importante que
esos profesionales generen un mayor grado de seguridad y confianza en el
paciente. Esa relación terapéutica está inmersa en la comunicación como
proceso que según Kaplún (1998), “abre caminos que alienta a militar en la
idea de la comunicación como proceso social y cultural, indisociable por
tantos elementos que conforman el vivir diario de la gente”. (p.244)
Es por ello, que existe comunicación donde hay vida colectiva, siendo la
misma un proceso público, no es, por tanto, un hecho aislado que pueda ser
analizado o separado de los espacios que se desarrolla, por consiguiente, es
un hecho social, absolutamente ligado a la organización de la vida de la
sociedad. La importancia de la comunicación en todos los órdenes de la
actividad humana es cada vez más necesaria en los procesos de las
relaciones, ya no sólo interpersonales, sino primordialmente intra y extra.
Schein (1999), habla del valor de la comunicación interpersonal para
ayudar a las personas, así mismo, el valor de la cultura comunicacional para
la convivencia, entendida ésta en cierto modo como una comunidad de
pensamiento y comunicación. También conviene mencionar, que
investigaciones realizadas por diferentes autores, convergen que existen
nudos críticos en la comunicación del profesional de enfermería y al
consultar la literatura sobre el papel del enfermero o enfermera en las
instituciones hospitalarias, se observa, que estos, presentan en su estilo de
trabajo problemas en la comunicación, entre los que se destacan; deficiencia
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en las relaciones interpersonales con sus compañeros y los pacientes que
atienden, la falta de preparación o actualización para abordar los adelantos
tecnológicos en el área de medicina, entre otros.
En el estado Delta Amacuro, se pudo evidenciar en observaciones
realizadas a través del diario de campo en el centro hospitalario Unidad de
Diálisis Dr. Simplicio Hernández, ubicado en el Municipio Tucupita, en donde
se atiende un promedio de 58 pacientes diariamente que requieren
hemodiálisis, que los profesionales de enfermería muestran ciertas
incompetencias y actitudes frenadoras en el manejo de los aspectos
psicosociales que comprende lo emocional, económico, cultural, espiritual,
intelectual, y las relaciones interpersonales que están presente en la relación
y cultura comunicacional que mantienen con los pacientes.
A esto se le agrega lo que las enfermeras del centro hospitalario en
entrevistas informativas manifestaron, ellas consideran que padecen un
cúmulo de carencias en cuanto a su desempeño laboral, exteriorizaron que
no son consideradas, su trabajo no es valorado, aunque sus funciones están
plenamente regladas por el ministerio de salud pública, no existe una
práctica evaluativa de sus funciones, los equipos e instrumentos de trabajo
se dañan con mucha frecuencia, la carencia de insumos es elevada y no
existe una dinámica informativa de los resultados que se van logrando que
les permita hacer cambios para mejorar la prestación de sus servicios.
Como consecuencia de esas situaciones se supone que los niveles de
comunicación y actitudes de esos profesionales como la empatía, mediación
y sus componentes, las aplicaciones sociales, políticas y culturales de la
comunicación persuasiva no se les está dando utilidad. Es bien sabido que
nunca se comunica sólo un mensaje, siempre el contenido de la
comunicación es de sentidos, porque el mensaje va acompañado del
contexto en el cual es interpretado y reeditado y es eso precisamente la
cultura.
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La cultura es una condición esencial de la naturaleza del hombre,
entonces las costumbres y factores culturales deben preservar la integridad
humana, de allí que este estudio va dirigido a estudiar es cultura
comunicacional presente en el personal de enfermería en la atención de los
pacientes de hemodiálisis, porque a través de la comunicación se activa el
intercambio social entre los seres humanos. Por su parte la comunicación es
la plataforma donde se erige la vida en sociedad; la cultura actúa como el
contexto que determina la comunicación y por tanto los mensajes entre los
sujetos. En términos más coloquiales, cuando se habla de comunicación es
inevitable hablar de cultura, ambas son maneras de ser y de estar juntos en
una sociedad.
Al establecer que la comunicación incide con fuerza sobre las culturas, no
sólo cuando difunde información, sino también cuando fortalece
coincidencias, ofrece reconocimiento social, castiga socialmente ciertos
comportamientos, valida acciones como legítimas, permite que los
ciudadanos y las comunidades se expresen y se hagan visibles.
Todos estos planteamientos ante la problemática presentada lleva a
considerar que la cultura comunicacional en la relación terapéutica no debe
ser la más idónea. Porque sin una adecuada cultura comunicacional la
relación comunicativa se dispersa, incidiendo en las condiciones anímicas de
los pacientes lo que implica la pérdida de esfuerzos, aumento de conflictos
personales y de trabajo. Una conspicua relación terapéutica entre el
profesional de enfermería y el paciente indica la receptividad por parte de
éste último en cuanto a la atención proporcionada, asimismo, el
mantenimiento de las relaciones de apoyo y valoración del enfermo como ser
humano evitaría que en situaciones determinadas experimente respuestas
negativas, insuficientes e insatisfactorias que inciden en su pronta
recuperación.
Así mismo se debe destacar que entre las funciones de enfermería se
deben considerar los procesos de los actores del entramado hospitalario, lo
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cual debe orientar el mejoramiento continuo de los productos y el impacto a
los colectivos. De allí, que aspectos como la calidad, eficiencia, efectividad,
eficacia, pertinencia, productividad y rendimiento son asociadas con la
efectividad, claridad y confiabilidad de un sistema de salud permanente,
específicamente con los pacientes de enfermedades renales.
Si estos elementos detectados fueran considerados por la alta gerencia de
la Unidad de Diálisis Dr. Simplicio Hernández, permitirían visionar qué es lo
que podría estar pasando en el desempeño laboral y se incorporarían, los
mecanismos pertinentes para resolver la situación que está influyendo
negativamente en la práctica profesional y la cultura comunicacional que se
evidencia no sea el estandarte que les identifique. Toda esta reflexión remite
a pensar que el atender y cuidar a un ser humano que padece una
enfermedad, es un arte sublime, de alta imposición de sensibilidad humana y
vocacional que a veces resulta inconmensurable.
De allí el interés como investigadora y profesional de enfermería de
generar un modelo de cultura comunicacional para la relación terapéutica
enfermería-paciente como dimensiones claves para la salud y calidad de
vida, porque la enfermedad en este caso la deficiencia renal no es, una
infección o deficiencia de un órgano, es el organismo entero que está
desequilibrado y debilitado; por lo tanto el proceso de curación implica
replanteamiento de sí mismo, de valores, de sus comportamientos, de sus
relaciones con los otros, de su manera de vivir, siendo el profesional de
enfermería pieza clave para ello.
A esto se le agrega lo considerado por Goberna (2004), quien señala que
las enfermedades por sí sola, sea contagiosa o no presenta un rechazo
social, que se refleja en actitudes hostiles hacia las personas que la padecen
y que tienen que enfrentarse a los estigmas que la sociedad ha construido en
torno a la misma; originando la despersonalización la cual lleva a perder el
contacto con el paciente, la comunicación, sustituyéndolo por las complejas
pruebas que realizan las maquinas o equipos dispuestos para ello. Ante esta
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situación los profesionales de enfermería deben según Amezcua (2009),
“atender al paciente teniendo en cuenta variables según la estructura social a
la que pertenecen, las relaciones que establecen con las personas que
interaccionan, el medio, su sistema de valores y por supuesto su cultura
comunicacional” (p.78).
Por todas las razones anteriormente planteadas surge la intencionalidad
de ésta investigación la cual está dirigida a la búsqueda de respuestas a una
trama principal ¿Cómo se podrá generar un modelo de cultura
comunicacional en la relación terapéutica con el profesional de enfermería
como dimensiones claves para la salud y calidad de vida del paciente que
recibe hemodiálisis?
Anexados a esta gran interrogante se incorporaran elementos específicos
relacionados con la generación de constructos, de la cual se desprenden las
siguientes incógnitas que servirán de monitoreo a lo largo de la investigación
Interrogantes de la Investigación.
¿Cómo se podrá develar la cultura comunicacional desde situaciones
experienciales que se da en la relación terapéutica entre el profesional de
enfermería y el paciente de hemodiálisis?
¿Permitirán los hallazgos develados sobre la cultura comunicacional en la
relación terapéutica reflexionar sobre lo que subyace en las prácticas
comunicativas de los profesionales de enfermería y los pacientes?
¿Cómo se podría interpretar el significado que el paciente le asigna según
su percepción a la comunicación establecida con el personal de enfermería
durante su tratamiento y la influencia de ésta en su salud y calidad de vida?.
¿Qué elementos axiológicos, ontológicos, epistémicos y praxeológicos se
pueden considerar como referentes para el modelo de cultura
comunicacional en la relación terapéutica con pacientes atendidos en las
unidades de diálisis?
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Propósito General.
Generar un modelo de cultura comunicacional para la relación terapéutica
con el profesional de enfermería como dimensión clave para la salud y
calidad de vida del paciente que recibe hemodiálisis en la Unidad de Diálisis
Dr. Simplicio Hernández.
Propósitos Específicos:
Develar la cultura comunicacional desde situaciones experienciales que se
da en la relación terapéutica entre el profesional de enfermería y el paciente
de hemodiálisis.
Reflexionar sobre los hallazgos que subyacen en las prácticas
comunicativas de los profesionales de enfermería y los pacientes que se
atiende en la Unidad de Diálisis Dr. Simplicio Hernández, como vía para
brindar atención humanizada.
Interpretar el significado que el paciente le asigna según su percepción a
la comunicación establecida con el personal de enfermería durante su
tratamiento y la influencia de esta en su salud y calidad de vida.
Configurar los elementos axiológicos, ontológicos, epistémicos y
praxeológicos como referentes para el modelo de cultura comunicacional en
la relación terapéutica con pacientes atendidos en las unidades de diálisis .
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resultados permitan generar un modelo de cultura comunicacional para la
relación terapéutica con el profesional de enfermería como dimensión clave
para la salud y calidad de vida del paciente que recibe hemodiálisis, todo con
la aspiración de darle la importancia y necesidad de mantener una adecuada
relación terapéutica enfermera-paciente.
Cabe considerar la importancia del estudio al promocionar la salud desde
la cultura comunicacional, ya que eso constituye una de las principales
estrategias que involucra no solo al paciente y sus familiares, sino también a
los profesionales de la salud encargados de proporcionarla con sus buenos
oficios.
En este estudio se considera importante, saber e interpretar el significado
que el paciente le asigna según su percepción a la comunicación establecida
con el personal de enfermería durante su tratamiento y la influencia de esta
en su salud y calidad de vida, que permita transmitir información que
favorezcan cambios de comportamientos y actitudes deseables que influyan
en el mejoramiento de la salud de cada uno de los actores involucrados en la
relación terapéutica.
Desde el punto de vista humano es relevante porque el trabajo de
enfermería es la acción de acompañar, es decir cuidar como lo plantea la
esencia de la profesión, apoyando al paciente para que mejore su condición
humana o modo de vida para reponer su salud o enfrentar la enfermedad.
Con el modelo se aspira reconocer al paciente como un ser humano y no
aislarlo o rechazarlo por su condición.
Cabe destacar el valor implícito que tiene para el paciente la presente
investigación, ya que sus resultados generaran en la enfermera el
conocimiento que le permitirá establecer una adecuada interacción
comunicacional, lo que promoverá al paciente a ganar independencia y
confianza en sí mismo, logrando incrementar el grado de colaboración e
integración en su cuidado en conjunto con un equipo de salud, en busca del
fortalecimiento de la calidad de vida.
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Desde el punto de vista profesional, las atenciones y cuidados de
enfermería, están arraigados en la valoración de necesidades reales o
potenciales del paciente; la enfermera con sus conocimientos y experiencias
en el arte de cuidar, puede identificarlas y ayudarlos a resolver, pues la
investigación siempre aporta nuevos conocimientos. Toda profesión se
fortalece y consolida cuando sus profesionales se preocupan por mejorar su
imagen ante la sociedad. De allí que la investigación se justifica porque
aportará nuevos conocimientos a la enfermería en cuanto a la cultura
comunicacional que debe manejarse para fortalecer su práctica y
salvaguardar la salud de sus pacientes.
Desde el punto de vista terapéutico, con el estudio se pretende que el
paciente no solo tenga acceso al control de síntomas físicos, o alivio al dolor,
sino a la apertura que permita una comunicación efectiva hacia el paciente
que, conociendo o desconociendo su diagnóstico, o gravedad, le dé un
soporte y fuerzas para discernir y paliar las causas de su sufrimiento, por
parte del equipo de salud.
Institucionalmente la investigación se considera relevante, porque la
eficacia de una institución ante la sociedad es el reflejo de los servicios que
ofrece y del esfuerzo de sus trabajadores, si las enfermeras de la institución
hacen de su práctica, acciones eficientes con la comunidad, ésta y la
institución ganarán confianza y prestigio, más aun si se producen cambios en
la actitud y comportamientos comunicacionales del profesional de la
enfermería, asegurando un cuidado humanizado.
Finalmente desde el punto de vista epistemológico se aspira que el
conocimiento de esta investigación sirva de antecedentes a otras
investigaciones por considerarla un aporte significativo para el gremio de
enfermería, ya que sus resultados contribuirán a incrementar la cultura
comunicacional en la actuación de la enfermera dentro del campo asistencial
generando así un valor agregado al cuidado que ella brinda.
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SECCIÓN II
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relación enfermería- paciente se ha calificado como deshumanizada,
entendiendo este término como el resultado de un proceso de debilitamiento,
ruptura y hasta perversión de las prácticas humanísticas. Se presume que se
debe a que son preparados para tratar enfermedades, y manejar técnicas,
más no para comprender los aspectos emocionales, sociales,
comunicacionales y culturales de sus pacientes. Llano, (1990).
Ferrell, (2001),) realizó una investigación en City of Hope National Medical
Center de Duarte, California sobre cuidados al paciente renal, en el cubrió
aspectos relacionados con los dilemas que afrontan las enfermeras que
trabajan con enfermos renales; las barreras que más a menudo perciben, la
eficacia de la formación relativa a los cuidados y buscó respuesta a su
pregunta de investigación:¿hasta qué punto las enfermeras atienden bien las
necesidades de los pacientes renales? Para ello encuestó a 5.000
enfermeras. Los resultados demostraron que las enfermeras pueden
proporcionar un mejor cuidado físico o biológico, pero se sienten menos
confiadas cuando intentan proporcionar atención espiritual y psicosocial.
En la investigación de Gutiérrez (1995), sobre Actitudes del personal de
enfermería en pacientes con enfermedad terminal con connotación a nivel
académico y experiencia, se determinan las actitudes que el personal de
enfermería tiene hacia pacientes con enfermedad terminal. El estudio fue
dirigido al personal de enfermería en atención directa, seleccionando
aleatoriamente hospitales de tercer nivel. A partir de los resultados se
concluyó que existe una relación positiva entre el nivel académico y la actitud
del personal de enfermería siendo el Licenciado de enfermería quien
demostró atención integral a los pacientes en etapa terminal.
Según Fisher (1991), de la Wesleyan University, realizó un estudio del
Discurso de lo social, en el cual compara cómo las enfermeras y los doctores
se comunican con pacientes femeninas durante sus encuentros y analiza la
interacción y el trabajo ideológico que está detrás de esa comunicación.
Concluyó que en esos encuentros médicos, ni los doctores ni el personal de
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enfermería no profundizan en el aspecto socioemocional de los pacientes, y
al desconocer el contexto, el tratamiento no puede ser individualizado.
Además indicó que la enfermera, como proveedora de un servicio, está en
una posición en la que puede explorar, aparte de lo médico, lo social, el
contexto biográfico o el canal de interacción del paciente a su cargo.
Por su parte Taylor (2008), analiza la relación terapéutica, tanto la verbal
como la no verbal, y la necesidad de construir una comunicación que sea
bidireccional, la importancia de la escucha terapéutica activa y la búsqueda
del feedback con los pacientes. Centra el establecimiento de la relación en la
construcción del rapport en el manejo de emociones intensas tales como
tristeza, angustia, ansiedad entre otras. Considera, así mismo, la
competencia cultural como una clave en la capacidad para establecer la
relación para ajustar las prácticas y acomodarse a las diferencias de los
pacientes.
Así mismo, Ramos y Veliz (2003), en su trabajo titulado programa
educativo sobre relaciones humanas referido al personal de enfermería que
labora en el área de emergencia de adulto de la ciudad hospitalaria Dr.
Enrique Tejera, Valencia estado Carabobo, realizado bajo la modalidad de
proyecto factible, el cual tuvo como objetivo proponer un programa educativo
sobre relaciones humanas referido a la calidad de servicio del personal de
enfermería que labora en dicha área antes mencionada. Se estudió una
muestra de 39 pacientes y 47 integrantes de enfermería de esa área, para la
recolección de la información emplearon el cuestionario, utilizando la escala
de Lickert; referido a la calidad de servicio que presta el personal de
enfermería.
Los resultados obtenidos permitieron afirmar, que en relación a la calidad
del servicio los elementos muéstrales demostraron que el 36% de los
pacientes participantes del estudio manifestaron una baja calidad de servicio
recibida por el personal de enfermería. Relacionando estos hechos
detectados permite deducir la importancia que tiene la calidad del servicio
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para que este sea orientado hacia la prestación de un óptimo servicio y el
cuidado de dichos pacientes.
De igual forma, Marrón (2014) realizó un estudio titulado: Relación
terapéutica enfermera-paciente según la teoría de Hildegard Peplau en los
servicios de cirugía del hospital regional Manuel Núñez Butrón Puno, con el
objetivo de determinar la relación terapéutica entre los mismos, el estudio fue
de tipo descriptivo y de corte transversal, la muestra los conformó 16
enfermeras que laboraban en los servicios de cirugía. La técnica fue la
entrevista y el instrumento una guía de observación directa.
Los resultados obtenidos fueron que el 56% de las enfermeras estableció
una relación terapéutica deficiente. En relación a las dimensiones; en la fase
orientación el 75% de las enfermeras estableció una relación deficiente; en la
fase identificación el 50% estableció una relación terapéutica regular, en la
fase aprovechamiento el 56% también una relación regular y en la fase
resolución estableció una relación terapéutica deficiente. Se concluye por lo
tanto que la relación terapéutica enfermera-paciente en los servicios de
cirugía es de regular a deficiente.
El estudio realizado por Ascencio (2014), titulado Influencia de la
comunicación y relación terapéutica en el cuidado al paciente del servicio de
medicina del Hospital de Puno, tuvo como objetivo determinar la influencia de
la comunicación y relación terapéutica en el cuidado de los pacientes por
parte del profesional de enfermería, la investigación fue descriptiva- analítica
conformada por 10 enfermeras, con las siguientes características: empatía
(20%), aceptación positiva (40%), autenticidad (40%), personalización (50%)
y asertividad (30%). Referente al trato, el 80% de enfermeras lo brinda en un
nivel regular, seguido por el nivel deficiente (20%); mientras que en
accesibilidad. Todo ello permite señalar que la comunicación y relación
terapéutica en el cuidado al paciente por parte de las enfermeras es
deficiente.
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Asimismo, Parra, (1999) investigo sobre la Comunicación terapéutica para
optimizar la calidad de atención al enfermo renal en la Unidad de diálisis del
Hospital Dr. Patrocinio Peñuela Ruíz San Cristóbal, estado Táchira. El
objetivo era determinar la existencia de elementos y factores lingüísticos que
interfieren en la comunicación de la enfermera de atención directa,
provocando rupturas o bloqueos en el proceso de transmisión de mensajes.
La población estuvo conformada por 20 enfermeras y 60. Los resultados
evidenciaron la carencia de elementos lingüísticos que faciliten la
comunicación entre ambos; la sobrecarga de trabajo interfiere en los vínculos
comunicacionales, había carencia de expresiones del lenguaje no verbal lo
cual bloqueaba la comunicación, así como desconocimiento por parte de las
enfermeras del lenguaje terapéutico. Esta situación conllevó a recomendar el
diseño de estrategias que propicien una mejor comunicación terapéutica.
Como se puede evidenciar, los aportes de dichas investigaciones son
importantes ya que corresponden con el presente estudio encaminado a un
proceso de transformación en la cultura comunicacional en la relación
terapéutica no sólo para coadyuvar al mejor cumplimiento de los fines de la
enfermería, sino para conseguir ventajas competitivas en torno al bienestar
de los enfermos renales
Constructos Teóricos
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De hecho, su pasado reciente se caracteriza por corrientes de
pensamiento que se configuran, desde el paradigma que se calificaba como
enfermedad, concibiendo la salud como ausencia de enfermedad, la
consideración de la persona como un conjunto de órganos y sistemas con
funciones concretas y la hegemonía de la medicina, ejercida por hombres, en
un modelo de atención con una orientación, todavía hoy, mayoritariamente
biologicista. Por tanto es importante, que el personal de enfermería
comprenda los cambios que se están produciendo para poder adaptarse
mejor a las necesidades que van surgiendo, tanto profesionales como de la
comunidad a la que brinda sus cuidados.
La enfermería ofrece cuidados que han ido modificándose y amoldándose
a las necesidades de salud que demanda la sociedad del momento.
Asimismo, los cambios que ha sufrido la sociedad, propiciados por una serie
de acontecimientos históricos, han llevado a una remodelación del sistema
de valores de la misma.
Analizando la evolución de la enfermería teniendo como referente los
determinantes de una disciplina vale la pena realzar diferentes puntos ya que
se profundizara sobre el devenir histórico de dicha profesión. Según indica
Colliere (2006), el origen de las prácticas de cuidados está ligado a las
intervenciones maternales que aseguraban la continuidad de la vida y de la
especie.
En los años sesenta después de Cristo se conoció a Febe como la única
mujer a la que se cita como diaconisa en el Nuevo Testamento (Romanos,
16, 1-2). Ella atendía a los pobres en sus hogares y con el tiempo se
convirtió esta labor en parte primordial del trabajo de las diaconisas. No
obstante, no se la relaciona con la enfermería.
Por consiguiente, el cristianismo y su organización tuvieron vínculos
históricos importantes con las prácticas de cuidados de enfermería desde los
monasterios a través de las Órdenes Religiosas, así como desde la
conquista de Tierra Santa con las cruzadas. Se destaca, que como
26
consecuencia del pensamiento medieval relacionado con la Reconquista de
Santos Lugares, con el fenómeno histórico de las cruzadas, dieron lugar a la
aparición de tres tipos de figuras: el guerrero, el religioso y el enfermero.
En consecuencia, la demanda de hospitales y sanitarios en las rutas
seguidas por los cruzados propició la aparición de las Órdenes Militares
dedicadas a la enfermería como los Caballeros Hospitalarios de San Juan de
Jerusalén, en el siglo VI.
Según Domínguez (2016), entre los hospitales medievales donde se
desarrollaban actividades de enfermería, se encuentran El Hôtel-Dieu de
París y Lyon, y el Hospital d'en Clapers de Valencia,España, los cuales
perduran en la actualidad. Asimismo, el llamado movimiento Beguino,
constituido por mujeres santas que cuidaban enfermos. Es por ello, que las
denominaciones de las personas encargadas de proporcionar cuidados de
enfermería han variado a lo largo de la historia en función de la época y el
contexto donde éstos se desarrollaban.
De acuerdo a datos recabados, entre los años 1500 y 1860, la enfermería
tuvo su peor momento, debido a que la idea predominante era que la
enfermería constituía más una ocupación religiosa que intelectual. Además,
tras la Reforma Protestante se produjo una desmotivación religiosa para
dedicarse al cuidado de enfermos entre las personas laicas y una relegación
a antiguas pacientes, presas y otras personas de los estratos más bajos de
la sociedad para aplicar cuidados, período conocido como la Época Oscura
de la Enfermería. Donahue (1993).
Con base a lo expuesto, el Instituto de Diaconisas de Kaiserwerth, creado
en 1836 por el pastor protestante Theodor Fliedner (1800-1864), supuso para
la enfermería el inicio de una formación reglada. Este hecho, acaecido por el
caos y desorganización de los cuidados de enfermería, exigiendo una
reglamentación formal y específica para ejercer la profesión.
En la actualidad, en Estados Unidos se ofrecen dos programas de
doctorado en enfermería: el doctorado académico y el doctorado en Ciencias
27
de la Enfermería. Esto supone la consecución del máximo grado académico
para la Enfermería en el contexto estadounidense.
Asimismo, este doble doctorado supone exigencias académicas que
configuran, sin duda, el conocimiento de Enfermería y la identidad
profesional. Es por ello, que para pertenecer a la Academia de Enfermería
Estadounidense (American Academy of Nursing) es necesario haber
realizado trabajos de investigación inéditos que supongan un aumento del
corpus de conocimientos de Enfermería.
Se puede observar claramente el trayecto q ha tenido la enfermería desde
sus orígenes como un trabajo sin importancia, y sin mayor rango social y
económico, que ha atravesado por diversas circunstancias transcendentales
que han marcado la historia y como hoy en día ha llegado a transformarse en
un arte, en una ciencia donde cada mujer y hombre se prepara con una serie
de conocimientos que lo llevaran a ejercer este arte como profesión.
28
La persona es aquella que se identifica como un ser humano, al que se
puede concebir como un organismo que vive en una situación de equilibrio
inestable. En la Teoría de Jean Watson, se considera a la persona como un
ser dinámico en el mundo, donde están presente tres esferas: el alma, el
cuerpo, y el espíritu. La persona se esfuerza en actualizar la relación entre
estas tres esferas para conseguir la armonía y son dimensiones que la
enfermera ha de tener en cuenta. Watson se basa en el existencialismo,
sostiene que el amor incondicional y los cuidados son esenciales para la
supervivencia, se centra en las relaciones transpersonales de la persona.
Esta teoría del cuidado humano se dedica a la promoción y
restablecimiento de la salud a la prevención de la enfermedad y al cuidado
de los enfermos. Los pacientes requieren unos cuidados holísticos que
promueven el humanismo, la salud y la calidad de vida. El cuidado de los
enfermos es un fenómeno social universal que sólo resulta efectivo si se
practica en forma interpersonal, el trabajo de Watson contribuye a la
sensibilización de los profesionales hacia aspectos más humanos.
29
La enfermería como un proceso interpersonal, por el cual el enfermero
ayuda a una persona, una familia o una comunidad a prevenir o afrontar la
experiencia de la enfermedad y el sufrimiento y, en caso necesarios, a dar
sentido a estas experiencias. Es por ello que el proceso interpersonal
involucra una serie de contactos que los enfermeros llevan a cabo con los
pacientes, que van desde contactos verbales hasta la interpretación de
gestos y movimientos que son utilizados para informar y comunicar cuando
no es posible hacerlo mediante el lenguaje hablado.( Travelbee,1966).
El mismo autor en sus afirmaciones teóricas sostiene que es
responsabilidad del profesional de enfermería ayudar a las personas y las
familias a encontrar un sentido a la enfermedad y el sufrimiento si fuera
necesario; pero se debe tener en cuenta que las asistencias a los pacientes
en estado crítico se presentan condiciones específicas que demandan del
enfermero un abordaje especial, con características propias y que ofrece
mayores dificultades en muchas ocasiones.
Es por ello que el trabajo del profesional de la enfermería debe estar
dirigido a preservar la vida y a la resolución de los problemas más
apremiantes; asimismo a enfrentar la enfermedad y el sufrimiento; en otras
palabras, lograr el más óptimo nivel de salud posible, ayudar a enfrentar la
enfermedad, el sufrimiento y el estrés que estas situaciones generan. Pero
cuando se está frente a aquellos pacientes que no recuperan la salud
completamente, se hace necesario enseñar a vivir con enfermedades
crónicas, a controlar los síntomas de la enfermedad, realizando técnicas y
procedimientos para el mantenimiento de la salud; además de promover la
adherencia a los tratamientos, ayudando a enfrentar los sentimientos de
desesperanza y a explorar las percepciones y contribuir al entendimiento de
la enfermedad y eso puede lograrlo a través de una cultura comunicacional
eficiente y productiva. En el desarrollo del trabajo de tesis se podrá ampliar
sobre las competencias y destrezas requeridas para tan noble profesión.
30
Relación terapéutica entre el profesional de enfermería y el paciente
de diálisis
La relación terapéutica se establece como un proceso impersonal que se
expresa a través de la interacción enfermera paciente. Asimismo se define
como una negociación intersubjetiva en la que el discurso que se establece
entre terapeuta y paciente y se va construyendo y reconstruyendo el binomio
salud-enfermedad. Por lo tanto relación terapéutica es considerada como un
proceso, método o instrumento, por medio del cual son transmitidos los
significados entre personas y grupos.
Para que se establezca la relación terapéutica, Hildegard Peplau
considera tres aspectos básicos: Enfermería, como un proceso terapéutico
interpersonal importante que actúa en coordinación con otros procesos
humanos que hace posible la salud de los individuos; Entorno, son las
fuerzas existentes fuera del organismo y en el contexto cultural a partir del
cual se adquiere gustos, hábitos y creencias y procesos interpersonales;
y relación, que se entiende como el encuentro terapéutico entre enfermera-
persona, guiados hacia un objetivo común que es la vivencia de experiencias
de salud. En esta relación hay elementos que pueden modificarla, cambiarla,
afectarla o potenciarla.
Desde el punto de vista de la Salud Pública, la Enfermedad Renal, según
la Organización Panamericana de la Salud (1989): es el resultado final de
todos los conjuntos de enfermedades que afectan a un segmento importante
de la población en edad productiva, que derivan en forma progresiva la
función renal; pero dado a los conocimientos disponibles son susceptibles de
prevención a distintos niveles.
Al respecto Brunner (2002) refiere: La Enfermedad Renal Crónica como el
deterioro progresivo e irreversible de la función renal con incapacidad
corporal para la conservación del equilibrio de líquidos, electrolitos y el
metabolismo, lo cual culmina en uremia (retención de urea y otros desechos
nitrogenados de la sangre). De allí que, los trastornos de la función renal se
31
mantienen casi constantes. El objetivo principal de esta relación es aumentar
la calidad de vida del paciente
En condiciones favorables, la actitud del paciente contribuye a la
realización de acciones cooperadoras frente al tratamiento y hace que, por
un lado, el tradicional carácter asimétrico de la relación terapeuta-paciente
trascienda hacia una relación dialógica en la que el conocimiento de ambas
partes sobre
la enfermedad conduce a una democratización de la relación terapéutica.
32
Los factores que determinan la calidad de vida parten de variables como la
vivienda, los servicios públicos y los miembros del hogar, el nivel educativo,
la salud, los gastos e ingreso, las relaciones con el jefe o con él o el cónyuge
y las condiciones de vida en general. Según Palomba del Instituto de
Investigación de población y políticas sociales Roma, Italia (2002) citado por
Martínez (2012) los factores materiales son los recursos de los cuales se
tienen Ingresos disponibles, trabajo, salud, nivel de educación.
Asimismo, los factores ambientales vienen dados por las características
del
vecindario/comunidad que pueden influir en la calidad de vida, tales
presencia y acceso a servicios, grado de seguridad y criminalidad, transporte
y movilización, habilidad para servirse de las nuevas tecnologías que hacen
la vida más simple. En correspondencia a lo planteado, las características del
hogar son relevantes para determinar la calidad de vida, asimismo las
relaciones con la familia, los amigos y las redes sociales. De igual modo, las
políticas y la calidad de vida no deben ser consideradas solamente tomando
en consideración las perspectivas de los individuos, sino también que hay
que considerar la perspectiva social que depende en gran medida de las
políticas existentes en cada país.
33
procesos de desarrollo y crecimiento intrapersonal, interpersonal y social y
la Teoría de la Comunicación de Habermas (1981), la cual permite analizar la
sociedad como dos formas de racionalidad que están en juego
simultáneamente: la racionalidad sustantiva del mundo de la vida y la
racionalidad formal del sistema en una acción comunicativa de quienes
entablan una relación interpersonal.
Fundamentos Legales.
34
fuente de financiamiento que determine la Ley. El Estado
garantizará un presupuesto para la salud que permita cumplir con
los objetivos de la política sanitaria. En coordinación con las
universidades y los centros de investigación, se promoverá y
desarrollará una política nacional de producción de insumos para
la salud. El estado regulará las instituciones públicas y privadas de
salud.(p.20)
35
El Código Deontológico de Enfermería de Venezuela (1999), en su
artículo 2 establece que:
36
SECCIÓN III
37
sentido o interpretar, los fenómenos de acuerdo con los significados que
tienen para
las personas implicadas”. (p. 39).
Método Asumido
En correspondencia con estos planteamientos se asume como método el
modelo de la Fenomenología Social de Alfred Schütz (1932), debido a que es
considerado por la investigadora como el adecuado para reflexionar la
acción social que viven los actores en su quehacer diario desde la definición
de su mundo hasta la interpretación de la experiencia vivida por ellos en
cuanto a la cultura comunicacional que experimentan los profesionales de
enfermería en su práctica diaria con los pacientes de hemodiálisis y la
repercusión de ello en su salud.
Con la Fenomenología Social como ruta metodológica, se plantea
construir conocimiento acerca del denominado mundo de vida cotidiana, un
mundo empírico concreto, sirve como instrumento para ordenar según
Schütz:
38
(…) en una unidad coherente, nunca como un molde
metodológico a la cual las disciplinas tuvieran que adaptarse a
priori. Por consiguiente, su originalidad se expresó en la unión de
una filosofía fenomenológica con una ubicación singular del
concepto mismo de realidad social. (p.31)
Por lo tanto el tema central de sus preocupaciones, son las
investigaciones acerca de la constitución de significados en la conciencia,
como lo dice Schütz, citado por Leal (2003), “es decir, cómo las vivencias
influyen y forman parte de las interrelaciones que establecen dos o más
actores en la vida cotidiana y cómo esos significados pueden ser conocidos
por un observador” (p.267). Esta pretensión investigativa, fundamentada en
la concepción de la Fenomenología como instancia de aproximación a lo
cotidiano es lo que logró desmarcar la propuesta de Schütz de su antecesor
fundamental, Husserl.( Husserl, 1954), quien considera:
Matriz Epistémica.
En opinión de Martínez (2007), la matriz epistémica constituye el trasfondo
existencial y vivencial, el mundo de vida y, a su vez, la fuente que origina y
39
rige el modo general de conocer. Para ello se plantean las siguientes
dimensiones:
Dimensión Epistemológica: trata de los hechos y de la verdad, de aquello
que se conoce, de la realidad, del mundo y de los objetos. Implica el
preguntarse si algo se puede conocer o no y el proceso para el conocimiento.
El aspecto epistemológico responde a las relaciones entre quién y qué; por
tanto, remite a los vínculos entre sujeto y objeto, es decir, a las relaciones
que sostiene el investigador, como sujeto, con el objeto que estudia o
construido lo cual se asocia con la representación que él se hace del objeto
de estudio. (González, 1997).
Dimensión Ontológica: permite apreciar los significados y aprehender sus
elementos cognitivos, a través de la opinión que ofrecen los informantes, lo
cual ayudará a interpretar la realidad. Tal como mencionan, Guba y
Lincoln(2005), este proceso se centra en el individuo cognoscente y en la
realidad por conocer en una dimensión de interpretación conjunta, con una
epistemología de construcción de saberes por parte de los informantes
claves, quienes comprenden su propia dinámica en el referente de sus
relaciones psicosociales con su entorno humano.
En ella el investigador ofrece respuestas relacionadas con el qué de la
investigación, las cuales se refieren a los ámbitos de indagación: el mundo
social que son los vínculos que establece con los demás seres humanos, o el
mundo vivido que tiene que ver consigo mismo y con su propia historia
personal.
Dimensión Axiológica: se concibe que la verdad es interpretación y
reinterpretación y la objetividad es relacional y contextualizada por los
actores que la suscriben. Según Valero (1989), el valor en sentido objetivo,
es una cualidad positiva, la utilidad o la importancia que supone un objeto; y
el sentido subjetivo, es el interés, el aprecio, la aceptación que tiene para la
persona dicho objeto. Sin embargo, hay un consenso en que los valores son
realidades que le permiten al ser humano ubicarse así mismo en relación con
40
los demás y responde al por qué de la investigación; en esta dimensión se
interroga acerca del valor que se le atribuye a la actividad investigativa, al
asunto investigado.
Dimensión Gnoseológica: Se relaciona con conocer y con quién conoce.
Dado que el conocimiento se da de una manera subjetiva, se necesita del
consenso para volverlo objetivo. Todo conocimiento está invadido de
parcialidad, cada sujeto cuenta las cosas según su propia experiencia. De
acuerdo con lo señalado anteriormente, en el presente estudio se investigará
cual es el conocimiento que emerge de la práctica social de enfermería y su
cultura comunicacional con el paciente renal fundamentada en la promoción
de estilos de vida saludable.
Dimensión Teleológica: Alude a sus metas o fines fundamentales, tanto de
tipo explicativo como de naturaleza comprensiva, interpretativa, descriptiva o
simplemente cognitiva; se orienta hacia el logro de un determinado fin; éste
es el que responde al para qué de la investigación; esta dimensión develará
las intenciones de la investigadora, los fines que aspira lograr, tanto en el
campo cognitivo como en el afectivo. (Ver Figura 1).
El Escenario: según Taylor y Bogdan (ob. cit), …” es aquel en el cual el
observador tiene fácil acceso, establece una buena relación inmediata con
los informantes y recoge datos directamente relacionados con los intereses
del estudio”… (p.36). El escenario seleccionado para realizar la investigación
es la Unidad de Diálisis “Dr. Simplicio Hernández, la cual está ubicada en el
hospital Dr. Luis Razetti de Tucupita, Estado Delta Amacuro. Venezuela en el
que se atienden más de cincuenta y ocho pacientes renales ubicados en
distintos niveles.
Matriz Epistémica
Para este estudio, los informantes claves estarán representados por: Tres
pacientes renales y Tres profesionales de enfermería. Siguiendo lo
establecido por Creswell (1998), que cuando se trabaja con la fenomenología
la escogencia de estos se hace por criterios previamente establecidos
porque es necesario que los informantes vivan o hayan vivido el fenómeno.
Por lo tanto los criterios son: que los profesionales de enfermería tengan en
servicio no menos de diez años con experiencia en hemodiálisis, con un
grado mínimo de licenciado en enfermería lo que permitirá más fidelidad y
entendimiento de los procesos.
Siguiendo las recomendaciones de Martínez (1999), para preservar tanto
la confidencialidad como el anonimato de los informantes, se recurrirá a
seudónimos. Por lo tanto los actores se identificaran con las siglas de su
profesión y nombre acompañado de un digito: EJC-1, EAG-2, EYG3 y los
pacientes se denominaran P1, P2 y P3.
42
Técnicas e Instrumentos de Recopilación de Información.
Se utilizaran como técnicas fundamentales de la Fenomenología Social los
encuentros cara a cara y las entrevistas en profundidad. Según Schütz los
encuentros cara a cara entre el investigador y los informantes, es una técnica
que está dirigida hacia la comprensión de las perspectivas que tienen los
informantes de su mundo de vida, experiencias o situaciones, tal como las
expresan con sus propias palabras. Es la práctica cotidiana, producto de una
interacción materializada en relaciones interpersonales.
La entrevista en profundidad, es una técnica para obtener información
mediante una conversación profesional con una o varias personas para un
estudio analítico de investigación; es por tanto, una conversación en la que y
durante la que, se ejercita el arte de formular preguntas y escuchar
respuestas. Según Ruiz y Olabuénaga, (2003):
43
registran hechos, aspectos programáticos de la investigación, comentarios
propios o de otras personas, observaciones de acontecimientos. (Bonilla y
Rodríguez, 2007).
44
cambia continuamente y busca los mejores ángulos, enfoques y
perspectivas.
Triangulación: Consiste según Pérez (2006), “en aumentar la validez, la
idea es recoger observaciones, apreciaciones de una situación, desde una
variedad de perspectivas después de compararlas y contrastarlas”. (p. 25).
Se asume convencionalmente que la triangulación es el uso de múltiples
métodos en el estudio de un mismo objeto, puede ser de datos o fuentes, de
investigadores, de teorías y de técnicas. Puede ser útil para el análisis de los
resultados tanto en las fases iniciales de pre diagnóstico y diagnóstico, como
durante la realización del estudio para evaluar y dar seguimiento la marcha
de las acciones y finalmente después de culminado el estudio .Por otra parte,
siguiendo los criterios de Rodríguez (2005), la triangulación de teorías define
el uso de distintas perspectivas teóricas para analizar un mismo grupo de
datos. En la investigación los resultados obtenidos por los informantes claves
serán triangulados con diferentes autores, para obtener una visión más
amplia del problema en estudio.
La Contrastación: Consiste según Martínez (2007), en relacionar y
contrastar los resultados con aquellos estudios paralelos o similares que se
presentaron en el marco teórico referencial, para ver cómo aparecen desde
perspectivas diferentes o sobre marcos teóricos más amplios y explicar mejor
lo que el estudio verdaderamente significa. El comparar y contraponer las
conclusiones con las de otros investigadores permite entender mejor las
posibles diferencias y hace posible una integración mayor y, por
consiguiente, un enriquecimiento del conocimientos del área estudiada.
La Teorización: Utiliza todos los medios disponibles a su alcance para
lograr la síntesis final de un estudio, concretamente, este proceso tratará de
integrar en un todo coherente y lógico los resultados de la investigación en
curso mejorándolo con los aportes de los autores reseñados en el marco
teórico referencial después del trabajo de contrastación (Martínez, 2007). Es
decir, que sus actividades se traducen en percibir, comparar, contrastar,
45
añadir, ordenar, formar nexos, y relaciones, además de especular. Se puede
afirmar, que la teorización es descubrir, manipular, y establecer relaciones
entre categorías.
PLAN DE TRABAJO
Meses / En Fe. Ma Ab. Ma Ju. Ju. Ag. Se. Oc. No. Di.
Actividades
Recolección X X X X X
información.
Evaluación de X X X X X
información.
Descripción X X
del estudio.
Marco X X X
conceptual.
X X X X X X
Correcciones. X
Selección X X X X X X
metodológica.
Ajustes y X X X X X X X X
correcciones.
Entrega del X
Proyecto.
46
LISTA DE REFERENCIAS
Amezcua, M. (2009). Antropología de los cuidados. Enfermedad y
padecimientos. Cultura de los cuidados. Madrid, Just in Time. S.L.
Fisher, S. (1991). Discourse & Society, London: Neubury Oaks Sage, vol. 2.
47
Flores, R.(2010). Salud, Enfermedad y Muerte: Lectura desde la Antropología
Sociocultural. En MAD 10. www.revistamad.uchile.cl/10/paper 03.
Martínez (2004)
48
Pérez, L. (2007).Apuntes sobre la investigación cuantitativa y cualitativa.
Compendio guía práctica de investigación: cualitativa-cuantitativa. edit.
Candidus Nro. 12.
49