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El síndrome de Down es una enfermedad genética resultante de la trisomía del par 21 por
la no disyunción meiótica, mitótica o una translocación desequilibrada de dicho par, que
se presenta con una frecuencia de 1 en 800.000 habitantes, incrementándose con la edad
materna.
Los signos clínicos generales que caracterizan a este cuadro son: deficiencia mental,
braquicefalia, eritema facial continuo, microtia, manchas de Brushfield, anomalías
cardiacas congénitas, displasia de la segunda falange del quinto dedo, manos pequeñas,
facies mongólica, hipotonía, además de retraso en el desarrollo físico y psíquico. Sin
embargo, la presencia de retraso mental en estos pacientes puede ser variable,
encontrándose afecciones leves que permiten a estos pacientes realizar labores cotidianas
con mucha facilidad.
El Síndrome de Down es también conocido como trisomía del par 21 debido a una
alteración genética producida por la presencia de un cromosoma extra en dicho par,
producto de:
vía metabólica del ácido fólico y la glucosa, en la que los agentes efectos externos o
ambientales compartidos con factores genéticos. El metabolismo del folato regula una red
compleja de vías. Factores biológicos básicos vitales para el crecimiento, diferenciación y
proliferación celular Estos procesos incluyen el metabolismo. metionina, transulfuración,
síntesis de purinas y pirimidinas, síntesis de serina / glicina, metilación biomolecular,
síntesis de lípidos de membrana y metabolismo de fármacos. El entrenamiento el tubo
neural consiste en una intensa actividad metabólica en el que requiere la participación
sincronizada de sus componentes y donde la acción anormal de un gen o cofactor de ese
la vía afectaría el equilibrio de los procesos metabólicos mencionados anteriormente,
resultando en la falla de cerrar apropiadamente el tubo neural.
Paralisis cerebral
Son una serie de trastornos del control motor que producen anormalidades de la postura,
tono muscular y coordinación motora, debido a una lesión congénita que afecta al cerebro
inmaduro y de naturaleza no progresiva, persistente (pero no invariable), estática (no
evolutiva) con tendencia, en los casos leves y transitorios, a mejorar, o permanecer toda la
vida. La definición actual es: trastorno del desarrollo del tono postural y del movimiento
de carácter persistente (aunque no invariable), que condiciona una limitación en la
actividad, secundario a una agresión no progresiva, a un cerebro inmaduro. En esta
definición, se incluye el concepto, fundamental de que: en la Parálisis Cerebral PC) el
trastorno motor estará acompañado frecuentemente de otros trastornos (sensitivos,
cognitivos, lenguaje, perceptivos, conducta, epilepsia, musculoesquéleticos) cuya
existencia o no, condicionará de manera importante el pronóstico individual de estos
niños.
Los signos que deben aumentar las sospechas sobre un trastorno motor, por ejemplo en
un niño de 4 meses de edad son: 1. Anormalidades en las funciones orolinguales (succión
– deglución); 2. Aumento del tono extensor a nivel del cuello; 3. Retrasos en la
desaparición de los reflejos primitivos neonatales; 4. Dificultad o fracaso para mantener su
peso sobre los antebrazos en posición prona; 5. Imposibilidad de mantenerse sentado con
ayuda y con la cabeza erecta; 6. Efectuar una maniobra de volteo fácilmente; 7. Demostrar
poco interés social o indiferencia a los estímulos visuales con conducta visual anormal