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Para otros usos de este término, véase Moisés (desambiguación).
Moisés
מ ֹשֶׁ ה
Información personal
Nombre en
מֹשֶׁה
hebreo
Familia
Padres Amram y Jocabed (biológicos)
Séfora
Cónyuge
Tharbis
Información profesional
Cargos Líder
ocupados Juez
Profeta
Información religiosa
Venerado en judaísmo, cristianismo, islam y bahaísmo
Alumnos Josué y Eleazar
Títulos y
reconocimientos[mostrar]
Índice
1Nombre de Moisés
2Moisés según el texto bíblico
o 2.1Nacimiento
o 2.2Miembro de la familia del faraón
o 2.3Pastor en Madián
o 2.4Revelación en la zarza ardiente
o 2.5Las diez plagas sobre Egipto
o 2.6El éxodo hebreo
o 2.7Otorgamiento de la Ley
o 2.8Éxodo
2.8.1Travesía por la península de Sinaí
2.8.2Censo de Moisés
2.8.3Moisés envía a doce espías
o 2.9Muerte de Moisés
3Moisés en el judaísmo
4Moisés en el cristianismo
5Moisés en el islam
6Iconografía
7Hipótesis sobre la historicidad de Moisés
8Moisés en cine y televisión
o 8.1Cine
o 8.2Televisión
9Véase también
10Referencias
11Bibliografía
12Enlaces externos
Nombre de Moisés[editar]
M-S-S,17 Moisés
en jeroglífico
El nombre Moisés es único en la Biblia, ningún otro personaje lo lleva 18. Según
el relato del Éxodo, su madre no le da un nombre cuando nace, se lo llama "el
niño" y es la hija del Faraón, una egipcia, quien lo llama Moisés.19 El narrador le
asigna una etimologìa popular en hebreo,20 gramaticalmente incorrecta, según
la cual significa. "salvado de las aguas".21
El consenso actual reconoce un origen egipcio en el nombre. 22. Moisés es la
transcripción del egipcio - mose,23 usado generalmente como sufijo y
procedente de la raíz m-s-s que significa "engendrado por". Es común en
nombres teóforos como Tutmoses o Ramsés.24 25Se considera, pues, que
Moisés es la segunda parte de un nombre compuesto, del cual se ha hecho
desaparecer el nombre divino; sin embargo, hay testimonios del nombre
egipcio Mss, transcripto como Mesu en las obras de egiptología, por lo cual
puede considerarse que Moisés es, en su forma corta, también un nombre
egipcio.19
Autores como Naman Nadav han sugerido, sin embargo, que la raíz hebrea del
nombre no puede dejarse de lado.26
27
Moisés lideró al pueblo israelita en dirección este, iniciando así la larga travesía
hacia la tierra prometida. Partieron desde Ramesés hacia Sucot unos
seiscientos mil hombres, sin contar los niños. 53 Llevaron consigo los restos
de José, cumpliendo la voluntad de su predecesor. 54
Las aguas de Moisés, imagen de Murillo, grabada por Rafael Esteve Vilella, 1839.55
La gran caravana de los hebreos se movía lentamente y tuvo que acampar tres
veces antes de dejar atrás la frontera egipcia, establecida entonces en el Gran
Lago Amargo o en la punta más septentrional del Mar Rojo.56
Entre tanto, el faraón cambió de opinión y, con un gran ejército, partió para
recuperar sus esclavos.57 Atrapados entre el ejército egipcio y el mar, los
hebreos se desesperaron, pero Yahvéh dividió las aguas del Mar Rojo por
mediación de Moisés, permitiendo a los israelitas cruzarlo con seguridad.
Cuando los egipcios intentaron seguirlos, las aguas volvieron a su cauce,
ahogando a todo el ejército egipcio.
Moisés en el Monte Sinaí. Óleo de Jean-Léon Gérôme, c. 1895.
Luego de transcurridos tres meses (Éxodo 19) desde que los hebreos habían
salido de Egipto y durante la travesía por el desierto, Dios confirió los Diez
Mandamientos directamente a Moisés y lo hizo en el monte Sinaí. 63 Según la
tradición bíblica, Moisés subió a dicho monte a recibir las Tablas de la Ley.
Estuvo en Sinaí durante cuarenta días, hasta que recibió de Dios, ya sea de
hecho o bien por inspiración divina, dos tablas de piedra escritas con Su dedo
(Deuteronomio 9:9-10, Éxodo 31:18).64
Las Tablas en cuestión recogían los Diez Mandamientos, leyes básicas de
cumplimiento obligatorio para el pueblo hebreo. 65 Dado que las distintas tribus
hebraicas:
Hasta entonces conservaban la fe en un Dios único y algunas costumbres que habían heredado de
sus antepasados. Pero no poseían un concepto claro acerca de Dios [...], tampoco poseían leyes
fijas sobre la vida social y moral. Habiendo residido en Egipto algunos de ellos copiaron allí ciertas
costumbres paganas. Era necesario, por consiguiente, enseñar a los israelitas en qué consistía su
verdadera fe y a qué leyes debían atenerse.63
Tras golpearla con su vara, Moisés hace manar agua de la roca (cuadro de Tintoretto, Scuola di San
Rocco, Venecia)
Para alimentarlos, Yahveh hizo llover maná del cielo. Para beber, les dio
múltiples fuentes de agua, como la fuente de agua amarga convertida en agua
dulce. En tanto Yahveh ordenó a Moisés hablarle a una roca de una saldría
gran cantidad de agua, Moisés golpeó la roca dos veces con su bastón, por
eso llamaron a ese lugar Meriba, es decir discusión.
En su travesía por los desiertos, Israel lucha por primera vez contra
los amalecitas, que eran un pueblo principal y vencen solo por la pujanza de
Moisés. (Éxodo 17:8). Israel además vence a Arad, a los amorreos liderados
por Sehón (Números, 21) y rodean tierras por donde no se les permite combatir
ni se les da el paso, como es el caso de las tierras de Edom.
En el monte Sinaí, el pueblo judío fue organizado doctrinalmente por el
sacerdocio menor de Aarón. Se les inculca estatutos, mandamientos y por
sobre todo el desarrollar fidelidad a los convenios con Yahveh. Esta historia es
contada en el Levítico.
En el mismo monte, Yahveh entrega el Decálogo de los Diez Mandamientos,
pero al bajar Moisés junto a Josué, encuentra a su pueblo adorando un becerro
de oro. Esta perversión a los ojos de Yahveh fue castigada con la muerte, así
en el Éxodo se cuenta: «Y él les dijo: Así ha dicho el Señor, el Dios de Israel:
Poned cada uno su espada sobre su muslo: pasad y volved de puerta á puerta
por el campo, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente. Y
los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés: y cayeron del pueblo
en aquel día como tres mil hombres». 68 Situaciones como esta se sucederían
varias veces en el trayecto hacia la tierra prometida.
Yahveh le volvió a dictar sus diez mandamientos y para transportar las
sagradas escrituras, se construyó el arca de la alianza. Para portar dicha arca,
se construyó el Tabernáculo, que sería el transporte del arca hasta que se
llegara a la tierra prometida, donde se construiría un templo donde albergarla.
Censo de Moisés[editar]
En Números 1, Dios ordena a Moisés hacer un censo de todos los israelitas
para organizarlos mejor, este censo solo contabilizó hombres mayores de 20
años y realizado con la colaboración de un jefe patriarcal de cada tribu. La tribu
Leví fue contabilizada separadamente en Números 3, todos aquellos hombres
de un mes de edad en adelante. Estos censos es la razón por la cual este libro
bíblico se llama "Números" y el total contado es similar al otro censo dentro del
libro Éxodo.
mostrarCenso de Moises 69
Tribu Cantidad
Moisés envía a doce espías[editar]
Ya cerca de la tierra prometida, Moisés encomienda a doce espías investigar y
dar un reporte de las bondades de la tierra de promisión. Después de cuarenta
días de investigación diez de los doce espías dan un reporte sumamente
desalentador sobre las gentes que moraban sobre estas tierras, inculcando
miedo a las huestes armadas y sobre todo desconfianza a las promesas de
Yahveh. Únicamente Josué (de la tribu de Efraín) y Caleb (representante
de Judá), regresaron y manifestaron que Dios les ayudaría a que la nación
hebrea se asentara en Canaán.
Debido a esto, es aquí donde Dios castigó a Israel hablándole a Moisés y
diciéndole estas palabras:
«Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra, por la cual alcé mi mano y juré
que os haría habitar en ella; exceptuando a Caleb hijo de Jefone y a Josué hijo
de Nun... Conforme el número de los días, de los cuarenta días en que
reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por
cada día; y conoceréis mi castigo...». Por lo tanto los israelitas se vieron
forzado a permanecer en el desierto por 40 años más. Finalmente, tras
cuarenta años de vagar por el desierto, los hebreos de aquella generación
murieron en el desierto (Éxodo 16: 35; Números 14: 33, 34: Deuteronomio 1: 1-
3; 2: 7; 8: 2, 4) y la autoridad de Moisés como conductor del pueblo pasó
a Josué.
Monumento a Moisés en Monte Nebo, Jordania.
Según esos textos, Yahveh ―al ver el miedo de su pueblo elegido― prohibió la
entrada de todo varón de guerra (mayores de 20 años) a la tierra de promisión,
incluyendo al mismo Moisés a quien solo se le permitió verla desde lo alto de
un monte (Nebo). Hay que aclarar, sin embargo, que la prohibición no incluía a
los levitas (tribu a la que pertenecía Moisés), quienes no estaban registrados
para la guerra, ni tampoco a Josué y Caleb, quienes sí mostraron fe en las
promesas divinas. A Moisés no se le permitió debido al suceso en Merida
(Números 20).
Ya estando cerca de Moab, Balac, rey de los moabitas ve venir a Israel por el
margen oriental y teme del pueblo de Israel, manda a llamar a Balaam, adivino
de Mesopotamia (Números 22) para que maldiga al pueblo de Israel; pero
Yahveh envía a un ángel a interponerse en el camino de Balaam hacia el
monte de Bamot-Baal y es persuadido a bendecir al pueblo israelita y lo hace
tres veces a pesar de los deseos de Balac.
Muerte de Moisés[editar]
Según el Libro de los Números (20:7-13) Moisés había golpeado por dos veces
una roca en Meribá, a fin de que de ella manara una fuente de agua; este
hecho fue visto como una desobediencia, por la cual Dios le vedó el ingreso a
la Tierra Prometida.70. Fue autorizado, sin embargo, a contemplarla desde la
cima del monte Nebo, en Moab; allí murió, en pleno vigor a los ciento veinte
años de edad según el libro bíblico del Deuteronomio (34:1--9). La tradición
talmúdica, a partir de las primeras líneas del Libro de Josué fijó la fecha en el 7
de Adar. Según el Seder Olam Rabba, el año corresponde al 2488 de la
Creación71 que equivale al 12 de febrero de 1272 antes de la Era Cristiana. En
cuanto al lugar de sepultura, el texto citado lo considera desconocido pero
leyendas posteriores, recogidas en el Nuevo Testamento por la Epístola de
Judas (1:9) mencionan una disputa entre el arcángel Miguel y Satanás, en
relación al cuerpo de Moisés.72
Moisés en el judaísmo[editar]
Moisés en el cristianismo[editar]
Moisés en el islam[editar]
En el Corán, el libro sagrado del Islam, la vida del profeta Moisés (Mûsâ ibn
'Imran, en árabe: ٰ )مُو َسىse cita más que la de cualquier otro profeta (nabi)
reconocido por los musulmanes ya que, junto con Abraham, es considerado
uno de los profetas más importantes del monoteísmo previo a Mahoma.75 El
libro destaca que Moisés es una figura principalmente monoteísta y establece
pocas diferencias en relación a la creencia tanto de hebreos como de
cristianos; afirma que Dios (en árabe Alá) le reveló el libro sagrado (la Tawrat,
en árabe: توراة, forma del hebreo Torá) y numerosos relatos de
la Biblia relacionados con Moisés se hallan incorporados al texto coránico. 77
Los musulmanes veneran el sepulcro de Moisés, al que denominan «Maqam
El-Nabi Musa», que se encuentra en el territorio de Palestina, unos ocho
kilómetros al sur de Jericó, en el camino a Jerusalén.78 79
Iconografía[editar]
En la Historia del Arte, la figura de Moisés es frecuente tanto en el arte
judío como en el cristiano; generalmente es representado como profeta con
las Tablas de la Ley como principal atributo. Suele figurar como un hombre ya
maduro, barbudo, portando una túnica hebrea y una vara o báculo en su mano.
En imágenes que conciernen a la juventud de Moisés se lo representa con los
atributos de un príncipe egipcio.80
Otro atributo singular de Moisés es la luminosidad que emerge de la piel de su
rostro y que tiene su referente último en el texto bíblico, donde este concepto
encuentra expresión mediante el haz de luz que hacía que resplandeciera el
rostro de Moisés luego de haber estado este en presencia del Creador. En
términos visuales ello es a menudo expresado mediante dos haces de luz que
parten desde la frente del hombre que se ha vuelto profeta.
La presencia de cuernos (en vez del empleo de un haz de luz) en el caso de las
imágenes que involucran a Moisés se debe a un error de interpretación al
traducirse la Biblia del hebreo al latín: la antigua expresión hebrea keren or (קָ ַ ֛רן
֥ 81 que se refiere al estado replandeciente del rostro de Moisés, fue
)ע ֹור,
interpretada por Jerónimo de Estridón equivocadamente como «cuernos» e
incluida como tal en la Vulgata;82 ello dio lugar a un Moisés con cuernos en
varias imágenes eclesiásticas del período gótico tardío, entre los siglos XIV a
XVI.83 No obstante, ello fue en su momento notado por la Iglesia y los cuernos
en cuestión fueron a partir de entonces reemplazados por formas visualmente
comparables a rayos de luz que en términos unívocos expresan la
resplandecencia del rostro de Moisés.84
En el celebérrimo caso del Moisés de Miguel Ángel, el artista florentino recurrió
a un par de cuernos no por ignorancia o falta de información, sino porque
deseaba expresar la noción de que Moisés, luego de su encuentro con el
Creador, se había transformado y ya no era meramente un hombre, sino un ser
prácticamente sobrenatural debido al extraordinario papel que le tocaba
desempeñar ante Dios.85
En la imaginería cristiana, tanto católica como ortodoxa, cuando se expresa la
noción de santidad, Moisés puede a veces presentar una aureola en aquellas
representaciones icónicas que le son propias.