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Moisés

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Para otros usos de este término, véase Moisés (desambiguación).

Moisés
‫מ ֹשֶׁ ה‬

Moisés, por Miguel Ángel, 1513-1515.


San Pietro in Vincoli, Roma.

Información personal

Nombre en
‫מֹשֶׁה‬ 
hebreo

Nacimiento Siglo XIV a.C.1


Gosén,2 Antiguo Egipto

Fallecimiento Siglo XIII a.C.3


Monte Nebo

Familia

Padres Amram y Jocabed (biológicos)
Séfora
Cónyuge
Tharbis 

Información profesional

Ocupación Líder militar y profeta 

Cargos Líder
ocupados Juez
Profeta 

Información religiosa

Canonización Culto inmemorial

Festividad 4 de septiembre (rito romano)4

Venerado en judaísmo, cristianismo, islam y bahaísmo

Alumnos Josué y Eleazar 

              
Títulos y
reconocimientos[mostrar]

[editar datos en Wikidata]

Moisés (hebreo: ‫מ ֹשֶׁ ה‬, prounciación estándar: Moshé,


en tiberiano: Mōšeh; en griego: Mωϋσῆς, Mōüsēs; en latín: Moyses; en árabe:
ٰ
‫موسى‬, Mūsa; en ge'ez: ሙሴ, Musse), llamado en la tradición judía Moshe
Rabbenu (‫מ ֹשֶׁ ה ַרבֵּנּו‬, lit. «Moisés nuestro maestro»),5 es el profeta más
importante para el judaísmo, liberador del pueblo hebreo de la esclavitud de
Egipto y encargado por Dios de entregar la Ley escrita y, según los rabinos, la
Ley oral, codificada más tarde en la Mishná.6 El cristianismo heredó esta
imagen de Moisés, a quien venera como redentor y legislador y, por
ello, anticipo de Cristo. En ambas tradiciones, Moisés es el autor
del Pentateuco, en hebreo Torá, los cinco primeros libros de la Biblia, que
contienen la Ley, llamada por ello Ley de Moisés. En el Islam, Moisés es uno
de los profetas que más veces (ciento treinta y seis) se nombra en el Corán. En
dichas referencias se dice que Moisés es el mensajero enviado al pueblo de
Israel y el único en haber escuchado directamente a Dios, por lo cual se lo
llama kalîm Allah. Los relatos del Corán retoman y a veces reelaboran las
narraciones sobre Moisés contenidas en la Biblia y en la Hagadá, para
remarcar el paralelismo entre Moisés y Mahoma, a quien el primero habría
anunciado. En todas las religiones abrahámicas, Moisés es una figura central
como profeta y legislador.
En el libro bíblico del Éxodo, que constituye la fuente más antigua sobre
Moisés, se relata su nacimiento en Egipto, hijo de Amram y de Jocabed, ambos
de la tribu de Leví. Ante la persecución y muerte de los hebreos recién nacidos
por orden del Faraón, su madre lo coloca en una cesta al borde del Nilo, de
donde es recogido por la hija del Faráon (el midrash la llama Bitia), quien lo cría
como propio. En su juventud, mata a un egipcio que maltrataba a un hebreo y
huye al país de Madián en el desierto. Allí se casa y tiene una revelación
divina en el Monte Sinaí.7 Regresa a Egipto por orden divina y junto a su
hermano Aarón demandan al Faraón la libertad de los hebreos; ante la
negativa del soberano invocan sobre Egipto diez plagas enviadas por Dios. A
causa de ellas, los hebreos son liberados y Moisés los conduce, después
del cruce milagroso del mar, hacia el Sinaí. Allí, recibe la Ley, la entrega al
pueblo de Israel y organiza sus instituciones y culto. Finalmente, después de
pasar cuarenta años en el desierto, lleva al pueblo hasta la Tierra Prometida,
pero muere en el monte Nebo (Transjordania) antes de poder ingresar en ella.
Su tumba, según la Biblia, es desconocida.
El judaísmo rabínico considera que la vida de Moisés se extiende desde el año
1391 a. C. hasta 1271 a. C.89, mientras que Jerónimo lo ubica en 1592 a. C.10
y James Ussher en 1571 a. C.Ussher 1
A partir del siglo XVII, la atribución del Pentateuco a Moisés fue puesta en
duda, entre otros, por Spinoza. En el siglo XVIII, Jean Astruc reforzó esta
noción con argumentos de crítica textual; en ambos casos no se negó la
existencia de Moisés. A partir del siglo XIX se intentó ubicar a Moisés en
el Imperio Nuevo de Egipto, relacionándolo con figuras
como Akenatón o Ramsés II. El consenso actual es que se trata de un
personaje legendario, probablemente inspirado en algún líder tribal que vivió a
finales de la Edad del Bronce.111213141516

Índice

 1Nombre de Moisés
 2Moisés según el texto bíblico
o 2.1Nacimiento
o 2.2Miembro de la familia del faraón
o 2.3Pastor en Madián
o 2.4Revelación en la zarza ardiente
o 2.5Las diez plagas sobre Egipto
o 2.6El éxodo hebreo
o 2.7Otorgamiento de la Ley
o 2.8Éxodo
 2.8.1Travesía por la península de Sinaí
 2.8.2Censo de Moisés
 2.8.3Moisés envía a doce espías
o 2.9Muerte de Moisés
 3Moisés en el judaísmo
 4Moisés en el cristianismo
 5Moisés en el islam
 6Iconografía
 7Hipótesis sobre la historicidad de Moisés
 8Moisés en cine y televisión
o 8.1Cine
o 8.2Televisión
 9Véase también
 10Referencias
 11Bibliografía
 12Enlaces externos

Nombre de Moisés[editar]
M-S-S,17 Moisés
en jeroglífico

Los padres de Moisés. Óleo. Isaak Asknaziy. 1891. Museo Estatal Ruso.

El nombre Moisés es único en la Biblia, ningún otro personaje lo lleva 18. Según
el relato del Éxodo, su madre no le da un nombre cuando nace, se lo llama "el
niño" y es la hija del Faraón, una egipcia, quien lo llama Moisés.19 El narrador le
asigna una etimologìa popular en hebreo,20 gramaticalmente incorrecta, según
la cual significa. "salvado de las aguas".21
El consenso actual reconoce un origen egipcio en el nombre. 22. Moisés es la
transcripción del egipcio - mose,23 usado generalmente como sufijo y
procedente de la raíz m-s-s que significa "engendrado por". Es común en
nombres teóforos como Tutmoses o Ramsés.24 25Se considera, pues, que
Moisés es la segunda parte de un nombre compuesto, del cual se ha hecho
desaparecer el nombre divino; sin embargo, hay testimonios del nombre
egipcio Mss, transcripto como Mesu en las obras de egiptología, por lo cual
puede considerarse que Moisés es, en su forma corta, también un nombre
egipcio.19
Autores como Naman Nadav han sugerido, sin embargo, que la raíz hebrea del
nombre no puede dejarse de lado.26
27

Moisés según el texto bíblico[editar]


La historia de la vida de Moisés es narrada en la Biblia, específicamente en
la Torá (primera parte del Tanaj) y en el Pentateuco. El texto bíblico narra cómo
Moisés lideró la salida de los hebreos de Egipto y recibió los Diez
Mandamientos de manos de Yahveh en el Monte Sinaí. La tradición sostiene
que Moisés vivió 120 años.28
Nacimiento[editar]
En el Libro de Éxodo, el nacimiento de Moisés tuvo lugar cuando un
indeterminado faraón egipcio había ordenado a las parteras (comadronas) que
mataran a todo varón hebreo recién nacido, pero estas por temor a Dios no
hicieron como se les mandó (cf. Éxodo 1:15-17). Según el mencionado libro,
Moisés fue hijo de Amram (quien era miembro de la tribu de Leví y descendía
de Jacob) y su esposa, Iojebed / Jocabed (cf. Éxodo 2:1; 6:20).29 Moisés tuvo
una hermana siete años mayor que él, Miriam, y un hermano tres años mayor
que él, Aarón.30 Según el Libro de Génesis, el padre de Amram, Coat, llegó a
Egipto junto con setenta miembros del grupo de descendientes de Jacob, por lo
que Moisés era parte de la segunda generación de israelitas nacidos
en Egipto.31
Iojebed dio a luz a un pequeño, y lo escondió durante los tres primeros
meses.32 Cuando no pudo ocultarlo más, lo colocó en una cesta, embadurnada
con barro en su interior y brea en el exterior para hacerla impermeable, y la
llevó al Nilo.33 La cesta con el bebé fue observada y seguida de cerca
por Miriam hasta que la hija del faraón llegó al Nilo para bañarse. 34
Miembro de la familia del faraón[editar]

Egipcio golpeando a un israelita delante de Moisés. Detalle de relieve escultórico de la catedral de


Nimes, siglo XI.

La princesa egipcia (mencionada por Flavio Josefo como Termutis35) descubrió


la cesta y a Moisés dentro de ella. Miriam se acercó y consiguió que la princesa
encargara que una hebrea amamantase y cuidase de la criatura; la hebrea en
cuestión fue la propia madre de Moisés.30
Durante dos años Iojebed amamantó a Moisés y después la criatura le fue
entregada a la princesa. Moisés fue criado como si fuese hijo de la princesa
egipcia y el hermano menor del futuro faraón de Egipto. 36
A través de la Mishná, la tradición hebrea conserva un relato de cómo Moisés,
aun siendo una criatura perdió gran parte de su capacidad de hablar debido a
un incidente que ocurrió ante el faraón en Egipto. 37
Cuando Moisés se hizo adulto, observó el trabajo de los esclavos hebreos. Un
día, al ver la brutalidad con la que un capataz egipcio maltrataba a un esclavo
hebreo, Moisés acabó con la vida del egipcio, acto que lo condujo a tener que
dejar Egipto.38
Pastor en Madián[editar]
En la tierra de Madián,39 Moisés se detuvo en un paraje con un pozo y allí
protegió a siete pastoras de una banda de otros pastores malintencionados. 40
El padre de las pastoras, Jetró, era sacerdote de Madián. Adoptó a Moisés
como hijo suyo y le permitió que habitase en Madián; allí trabajó Moisés como
supervisor y responsable principal de los rebaños. 41
A su debido tiempo, Jetró también permitió que Moisés se casase con la mayor
de sus hijas, Séfora.42 Trabajando como pastor, Moisés vivió en Madián
durante cuarenta años, tiempo durante el cual Séfora le dio dos hijos, a quienes
Moisés llamó Gersón y Elizer.43
Revelación en la zarza ardiente[editar]
Moisés descalzo ante la zarza ardiente, con la mano de Dios que emerge del cielo.44 Fresco parietal
proveniente de la Sinagoga de Dura Europos, 244 d.C. Detalle. Museo de Damasco, Siria.

Según la narración bíblica, en cierta ocasión, Moisés llevó a su rebaño al


monte Horeb,45 y allí vio una zarza que ardía sin consumirse. Cuando Moisés
intentó aproximarse para observar más de cerca aquella maravilla, Dios le
habló desde la zarza, revelando su identidad e intención a Moisés:
No te acerques; quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. [...] Yo
soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. [...] Bien he visto la
aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus opresores, pues he
conocido sus angustias. Por eso he descendido para librarlos de manos de los egipcios y sacarlos
de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a una tierra que fluye leche y miel [...] Ven, por tanto,
ahora, y te enviaré al faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los hijos de Israel. [...] "Yo
soy el que soy".
Éxodo 3:5-14.46

En Éxodo 3, el Dios de Israel revela Su naturaleza ante Moisés.47


Yahvéh indica a Moisés que ha de regresar a Egipto y liberar a su pueblo de la
esclavitud. Moisés expresa no ser el candidato para realizar tamaña
encomienda y, además, recuerda que padece de una dificultad en el habla. 48
Yahvéh le asegura que le proporcionará todo el apoyo necesario para que lleve
a cabo su obra.49
Las diez plagas sobre Egipto[editar]
Artículo principal: Diez plagas de Egipto
Moisés obedece y regresa a Egipto, donde es recibido por Aarón. Ambos
organizan una reunión para informar a los israelitas sobre lo ocurrido y, luego
de señales, revelaciones y proezas llevadas a cabo por Moisés, los hebreos lo
seguirán como enviado que trae la palabra de Yahvéh. 50
Lo más difícil fue persuadir al faraón para que dejase marchar a los hebreos,
quienes no obtuvieron su permiso hasta que Yahvéh envió diez plagas sobre
los egipcios.51 Esta serie de eventos comenzó con el agua tornándose sangre y
culminó con la muerte de todos los primogénitos egipcios, lo cual causó tal
terror entre los egipcios que el faraón terminó por permitir que el esclavizado
pueblo hebreo dejara finalmente Egipto.52
El éxodo hebreo[editar]
Artículo principal: Éxodo

Moisés lideró al pueblo israelita en dirección este, iniciando así la larga travesía
hacia la tierra prometida. Partieron desde Ramesés hacia Sucot unos
seiscientos mil hombres, sin contar los niños. 53 Llevaron consigo los restos
de José, cumpliendo la voluntad de su predecesor. 54

Las aguas de Moisés, imagen de Murillo, grabada por Rafael Esteve Vilella, 1839.55

La gran caravana de los hebreos se movía lentamente y tuvo que acampar tres
veces antes de dejar atrás la frontera egipcia, establecida entonces en el Gran
Lago Amargo o en la punta más septentrional del Mar Rojo.56
Entre tanto, el faraón cambió de opinión y, con un gran ejército, partió para
recuperar sus esclavos.57 Atrapados entre el ejército egipcio y el mar, los
hebreos se desesperaron, pero Yahvéh dividió las aguas del Mar Rojo por
mediación de Moisés, permitiendo a los israelitas cruzarlo con seguridad.
Cuando los egipcios intentaron seguirlos, las aguas volvieron a su cauce,
ahogando a todo el ejército egipcio.
Moisés en el Monte Sinaí. Óleo de Jean-Léon Gérôme, c. 1895.

Fecha del Éxodo. Aunque la Biblia no cita al faraón del Éxodo por su nombre,


sí da la fecha exacta del Éxodo. En 1 Reyes 6, 1 se lee que Salomón comenzó
a construir el Templo en el cuarto año de su reinado, 480 años después que los
hijos de Israel salieron de Egipto. Se estima que el cuarto año del reinado de
Salomón fue hacia el año 966 a.C.58 A partir de ello la fecha de Éxodo podría
haber sido 1446 a.C., cuando gobernaba Tutmosis III. No obstante, dado que el
texto bíblico indica específicamente que los hebreos partieron de la ciudad
llamada "Ramesés" hacia Sucot,59 ciudades que no existían en tiempos de
Tutmosis III y que datan del siglo XIII a.C., cuando Ramsés II gobernaba
Egipto, en el campo de la investigación se considera el año 1250 a.C.60 H.W.F.
Saggs, profesor de lenguas antiguas, observa en sus escritos académicos que:
La mención de la ciudad de Ramesés en Éxodo 1:11 en tanto que localidad de almacenaje,
construida en parte por los esclavos israelitas, ofrece de hecho un indicio cronológico, dado que
[hoy] es sabido que Ramsés II construyó una ciudad, Per-Ramsés [i.e., Pi-Ramsés], la cual se
corresponde con el nombre proporcionado por la Biblia. Ello tiende a posicionar la esclavitud [de los
hebreos] en Egipto y su salida de ese país en el siglo XIII a.C. Es en ese mismo siglo que ocurre la
primera mención extra-bíblica de Israel. Se trata de una inscripción del sucesor de Ramsés
[II], Merenptah.61
Otorgamiento de la Ley[editar]

Moisés con las Tablas de la Ley, por Tissot.62

Luego de transcurridos tres meses (Éxodo 19) desde que los hebreos habían
salido de Egipto y durante la travesía por el desierto, Dios confirió los Diez
Mandamientos directamente a Moisés y lo hizo en el monte Sinaí. 63 Según la
tradición bíblica, Moisés subió a dicho monte a recibir las Tablas de la Ley.
Estuvo en Sinaí durante cuarenta días, hasta que recibió de Dios, ya sea de
hecho o bien por inspiración divina, dos tablas de piedra escritas con Su dedo
(Deuteronomio 9:9-10, Éxodo 31:18).64
Las Tablas en cuestión recogían los Diez Mandamientos, leyes básicas de
cumplimiento obligatorio para el pueblo hebreo. 65 Dado que las distintas tribus
hebraicas:
Hasta entonces conservaban la fe en un Dios único y algunas costumbres que habían heredado de
sus antepasados. Pero no poseían un concepto claro acerca de Dios [...], tampoco poseían leyes
fijas sobre la vida social y moral. Habiendo residido en Egipto algunos de ellos copiaron allí ciertas
costumbres paganas. Era necesario, por consiguiente, enseñar a los israelitas en qué consistía su
verdadera fe y a qué leyes debían atenerse.63

Cuando Moisés bajó a notificar a su pueblo, descubrió que en su ausencia los


israelitas habían fundido metales preciosos y construido un becerro de oro, a
semejanza de un cuadrúpedo ídolo egipcio, 66 y comprendió que lo veneraban.67
La eventual idolatría cometida por el pueblo provocó la ira de Dios e, indignado,
Moisés montó en cólera y arrojó las Tablas de la Ley, destruyendo asimismo el
ídolo de oro. Las prescripciones divinas no obstante serían reescritas y
restablecidas por Moisés, siendo subsecuentemente adoptadas por el pueblo.
Al acercase Moisés al campamento, vio el ternero y las danzas. Se llenó de furor y arrojó las tablas,
que se hicieron pedazos al pie del monte
Éxodo 32:19
Iconográficamente, Moisés es representado como legislador del pueblo hebreo
y portando las Tablas de la Ley con los Diez Mandamientos, siendo dichas
Tablas su principal atributo en la creencia colectiva e imaginería visual tanto
judía como cristiana.
Éxodo[editar]
Travesía por la península de Sinaí[editar]
La travesía por una serie de parajes inhóspitos de la gran masa de personas
fue dura y muchos empezaron a dar rumores y a murmurar contra sus líderes
(Moisés y Aarón), aduciendo que era mejor estar bajo el yugo egipcio que
padecer las penurias de la travesía. Moisés realizó innumerables milagros para
aplacar la dureza de la travesía y demostrar al pueblo de Israel que Yahveh los
guiaba. Las manifestaciones divinas fueron pródigas.

Tras golpearla con su vara, Moisés hace manar agua de la roca (cuadro de Tintoretto, Scuola di San
Rocco, Venecia)

Para alimentarlos, Yahveh hizo llover maná del cielo. Para beber, les dio
múltiples fuentes de agua, como la fuente de agua amarga convertida en agua
dulce. En tanto Yahveh ordenó a Moisés hablarle a una roca de una saldría
gran cantidad de agua, Moisés golpeó la roca dos veces con su bastón, por
eso llamaron a ese lugar Meriba, es decir discusión.
En su travesía por los desiertos, Israel lucha por primera vez contra
los amalecitas, que eran un pueblo principal y vencen solo por la pujanza de
Moisés. (Éxodo 17:8). Israel además vence a Arad, a los amorreos liderados
por Sehón (Números, 21) y rodean tierras por donde no se les permite combatir
ni se les da el paso, como es el caso de las tierras de Edom.
En el monte Sinaí, el pueblo judío fue organizado doctrinalmente por el
sacerdocio menor de Aarón. Se les inculca estatutos, mandamientos y por
sobre todo el desarrollar fidelidad a los convenios con Yahveh. Esta historia es
contada en el Levítico.
En el mismo monte, Yahveh entrega el Decálogo de los Diez Mandamientos,
pero al bajar Moisés junto a Josué, encuentra a su pueblo adorando un becerro
de oro. Esta perversión a los ojos de Yahveh fue castigada con la muerte, así
en el Éxodo se cuenta: «Y él les dijo: Así ha dicho el Señor, el Dios de Israel:
Poned cada uno su espada sobre su muslo: pasad y volved de puerta á puerta
por el campo, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente. Y
los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés: y cayeron del pueblo
en aquel día como tres mil hombres». 68 Situaciones como esta se sucederían
varias veces en el trayecto hacia la tierra prometida.
Yahveh le volvió a dictar sus diez mandamientos y para transportar las
sagradas escrituras, se construyó el arca de la alianza. Para portar dicha arca,
se construyó el Tabernáculo, que sería el transporte del arca hasta que se
llegara a la tierra prometida, donde se construiría un templo donde albergarla.
Censo de Moisés[editar]
En Números 1, Dios ordena a Moisés hacer un censo de todos los israelitas
para organizarlos mejor, este censo solo contabilizó hombres mayores de 20
años y realizado con la colaboración de un jefe patriarcal de cada tribu. La tribu
Leví fue contabilizada separadamente en Números 3, todos aquellos hombres
de un mes de edad en adelante. Estos censos es la razón por la cual este libro
bíblico se llama "Números" y el total contado es similar al otro censo dentro del
libro Éxodo.

mostrarCenso de Moises 69

Sólo contabiliza hombres

Tribu Cantidad
Moisés envía a doce espías[editar]
Ya cerca de la tierra prometida, Moisés encomienda a doce espías investigar y
dar un reporte de las bondades de la tierra de promisión. Después de cuarenta
días de investigación diez de los doce espías dan un reporte sumamente
desalentador sobre las gentes que moraban sobre estas tierras, inculcando
miedo a las huestes armadas y sobre todo desconfianza a las promesas de
Yahveh. Únicamente Josué (de la tribu de Efraín) y Caleb (representante
de Judá), regresaron y manifestaron que Dios les ayudaría a que la nación
hebrea se asentara en Canaán.
Debido a esto, es aquí donde Dios castigó a Israel hablándole a Moisés y
diciéndole estas palabras:
«Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra, por la cual alcé mi mano y juré
que os haría habitar en ella; exceptuando a Caleb hijo de Jefone y a Josué hijo
de Nun... Conforme el número de los días, de los cuarenta días en que
reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por
cada día; y conoceréis mi castigo...». Por lo tanto los israelitas se vieron
forzado a permanecer en el desierto por 40 años más. Finalmente, tras
cuarenta años de vagar por el desierto, los hebreos de aquella generación
murieron en el desierto (Éxodo 16: 35; Números 14: 33, 34: Deuteronomio 1: 1-
3; 2: 7; 8: 2, 4) y la autoridad de Moisés como conductor del pueblo pasó
a Josué.
Monumento a Moisés en Monte Nebo, Jordania.

Según esos textos, Yahveh ―al ver el miedo de su pueblo elegido― prohibió la
entrada de todo varón de guerra (mayores de 20 años) a la tierra de promisión,
incluyendo al mismo Moisés a quien solo se le permitió verla desde lo alto de
un monte (Nebo). Hay que aclarar, sin embargo, que la prohibición no incluía a
los levitas (tribu a la que pertenecía Moisés), quienes no estaban registrados
para la guerra, ni tampoco a Josué y Caleb, quienes sí mostraron fe en las
promesas divinas. A Moisés no se le permitió debido al suceso en Merida
(Números 20).
Ya estando cerca de Moab, Balac, rey de los moabitas ve venir a Israel por el
margen oriental y teme del pueblo de Israel, manda a llamar a Balaam, adivino
de Mesopotamia (Números 22) para que maldiga al pueblo de Israel; pero
Yahveh envía a un ángel a interponerse en el camino de Balaam hacia el
monte de Bamot-Baal y es persuadido a bendecir al pueblo israelita y lo hace
tres veces a pesar de los deseos de Balac.

Muerte de Moisés[editar]
Según el Libro de los Números (20:7-13) Moisés había golpeado por dos veces
una roca en Meribá, a fin de que de ella manara una fuente de agua; este
hecho fue visto como una desobediencia, por la cual Dios le vedó el ingreso a
la Tierra Prometida.70. Fue autorizado, sin embargo, a contemplarla desde la
cima del monte Nebo, en Moab; allí murió, en pleno vigor a los ciento veinte
años de edad según el libro bíblico del Deuteronomio (34:1--9). La tradición
talmúdica, a partir de las primeras líneas del Libro de Josué fijó la fecha en el 7
de Adar. Según el Seder Olam Rabba, el año corresponde al 2488 de la
Creación71 que equivale al 12 de febrero de 1272 antes de la Era Cristiana. En
cuanto al lugar de sepultura, el texto citado lo considera desconocido pero
leyendas posteriores, recogidas en el Nuevo Testamento por la Epístola de
Judas (1:9) mencionan una disputa entre el arcángel Miguel y Satanás, en
relación al cuerpo de Moisés.72
Moisés en el judaísmo[editar]

Moisés lidera el Éxodo. Arte sefardí. Hagadá de Cataluña, siglo XIV.

La principal fuente en relación a Moisés es la Torá, cuyos ejemplares son


preservados en todas las sinagogas e instituciones israelitas. Dentro de los
textos sagrados del judaísmo, particularmente importantes son los libros
del Pentateuco, cuya redacción definitiva tuvo lugar en tiempos del
monarca Josías, quien gobernó el Reino de Judá en el siglo VII a.C.73 Existe
además una multitud de otros tantos documentos, literatura, historias e
información adicional sobre Moisés en las exégesis rabínicas conocidas como
el Midrásh, así como en las compilaciones de textos más importantes de la ley
oral judía, a los que se conoce como la Mishná y el Talmud.74
Tradicionalmente durante Pésaj (Pascua judía), y desde por lo menos la Edad
Media, los observantes judíos leen el texto de la Hagadá, donde se narra el
proceso de liberación de los hebreos de su esclavitud en Egipto y la
intervención de Moisés en el mismo.

Moisés en el cristianismo[editar]

Moisés y la zarza ardiente. Dirk Bouts, 1450-1475.


Moisés es un precursor de Jesús, a menudo se los compara e indica que
Moisés es considerado un profeta y por consiguiente portador de la palabra de
Dios.75 En el Evangelio, las enseñanzas y hechos de la vida de Jesús son
comparados con aquellos de Moisés para explicar la misión de Jesús.
Moisés figura a su vez en varios de los mensajes de Jesús. Cuando conoce
al fariseo Nicodemo por la noche, en el tercer capítulo del Evangelio de Juan,
compara el alzado de la serpiente de bronce en el desierto, que cualquier
hebreo podía mirar para ser curado, con su propia ascensión a los cielos (tras
su muerte y resurrección) de modo que la gente lo vea y ser curada. En el
sexto capítulo, Jesús responde a sus seguidores que Moisés hizo que cayera
el maná en el desierto diciendo que no había sido él, sino Yahveh, quien había
obrado el milagro. Llamándolo el «pan de la vida», Jesús afirma que ahora es
él quien alimenta al pueblo de Yahveh. En la carta de Judas contiene una breve
mención de una disputa entre el arcángel Miguel y el diablo por el cuerpo de
Moisés.76 menconan
Iconográficamente, Moisés figura en relieves, mosaicos, manuscritos miniados,
íconos, vitrales, pinturas y esculturas que responden a las diferentes
expresiones de la fe cristiana. Moisés es además santo patrono de iglesias en
el Monte Nebo, Venecia y Ámsterdam.

Moisés en el islam[editar]

El profeta Musa, con su rostro velado y portando el báculo en su mano. Khamsa-e-Nizami, 1489.


Museo Nacional de Polonia, Cracovia.

En el Corán, el libro sagrado del Islam, la vida del profeta Moisés (Mûsâ ibn
'Imran, en árabe: ٰ‫ )مُو َسى‬se cita más que la de cualquier otro profeta (nabi)
reconocido por los musulmanes ya que, junto con Abraham, es considerado
uno de los profetas más importantes del monoteísmo previo a Mahoma.75 El
libro destaca que Moisés es una figura principalmente monoteísta y establece
pocas diferencias en relación a la creencia tanto de hebreos como de
cristianos; afirma que Dios (en árabe Alá) le reveló el libro sagrado (la Tawrat,
en árabe: ‫توراة‬, forma del hebreo Torá) y numerosos relatos de
la Biblia relacionados con Moisés se hallan incorporados al texto coránico. 77
Los musulmanes veneran el sepulcro de Moisés, al que denominan «Maqam
El-Nabi Musa», que se encuentra en el territorio de Palestina, unos ocho
kilómetros al sur de Jericó, en el camino a Jerusalén.78 79

Iconografía[editar]
En la Historia del Arte, la figura de Moisés es frecuente tanto en el arte
judío como en el cristiano; generalmente es representado como profeta con
las Tablas de la Ley como principal atributo. Suele figurar como un hombre ya
maduro, barbudo, portando una túnica hebrea y una vara o báculo en su mano.
En imágenes que conciernen a la juventud de Moisés se lo representa con los
atributos de un príncipe egipcio.80
Otro atributo singular de Moisés es la luminosidad que emerge de la piel de su
rostro y que tiene su referente último en el texto bíblico, donde este concepto
encuentra expresión mediante el haz de luz que hacía que resplandeciera el
rostro de Moisés luego de haber estado este en presencia del Creador. En
términos visuales ello es a menudo expresado mediante dos haces de luz que
parten desde la frente del hombre que se ha vuelto profeta.
La presencia de cuernos (en vez del empleo de un haz de luz) en el caso de las
imágenes que involucran a Moisés se debe a un error de interpretación al
traducirse la Biblia del hebreo al latín: la antigua expresión hebrea keren or (‫קָ ַ ֛רן‬
֥ 81 que se refiere al estado replandeciente del rostro de Moisés, fue
‫)ע ֹור‬,
interpretada por Jerónimo de Estridón equivocadamente como «cuernos» e
incluida como tal en la Vulgata;82 ello dio lugar a un Moisés con cuernos en
varias imágenes eclesiásticas del período gótico tardío, entre los siglos XIV a
XVI.83 No obstante, ello fue en su momento notado por la Iglesia y los cuernos
en cuestión fueron a partir de entonces reemplazados por formas visualmente
comparables a rayos de luz que en términos unívocos expresan la
resplandecencia del rostro de Moisés.84
En el celebérrimo caso del Moisés de Miguel Ángel, el artista florentino recurrió
a un par de cuernos no por ignorancia o falta de información, sino porque
deseaba expresar la noción de que Moisés, luego de su encuentro con el
Creador, se había transformado y ya no era meramente un hombre, sino un ser
prácticamente sobrenatural debido al extraordinario papel que le tocaba
desempeñar ante Dios.85
En la imaginería cristiana, tanto católica como ortodoxa, cuando se expresa la
noción de santidad, Moisés puede a veces presentar una aureola en aquellas
representaciones icónicas que le son propias.

Hipótesis sobre la historicidad de Moisés[editar]


El consenso académico indica que Moisés nunca existió como figura histórica,
y que el Éxodo es un mito.8616 Solamente autores marginales aceptan su
posible existencia. si bien ciertos documentales, como El Éxodo descodificado,
de Simcha Jacobovici y James Cameron, insisten en darle una credibilidad
histórica al relato del Éxodo, e incluso pretenden descubrir que Amosis
I corresponde al faraón aludido en la Biblia, 87 tales investigaciones son
consideradas infundadas y construidas en base a falacias por la comunidad
científica.888990
Las referencias extrabíblicas sobre Moisés datan de muchos siglos después de
la época en la que supuestamente vivió. Se desconoce si se basan únicamente
en la tradición judía o si también han tomado aspectos de otras fuentes.
Algunos autores judíos como Flavio Josefo y Filón de Alejandría o griegos
como Diodoro Sículo señalan que es nombrado por autores griegos
como Hecateo de Abdera, Alejandro Polyhistor, Manetón, Apión y Queremón
de Alejandría; sin embargo, las obras de estos escritores se han perdido y solo
sobreviven en citas. De ellos, el más notable es Manetón, un cronista y
sacerdote egipcio helenizado del siglo III a. C., quien nombra a Moisés en su
obra sobre la historia de Egipto (Aigyptiaca), la cual solo se conserva en citas
de autores judíos y cristianos. Manetón dice, según las citas, que Moisés no
era judío, sino un sacerdote egipcio de nombre Osarsif. Este sacerdote era un
rebelde que condujo un ejército de leprosos contra el faraón Amenofis (no se
indica cuál de ellos) en complicidad con los Hicsos. Victoriosos al principio,
fueron derrotados por Amenofis, quien los expulsó de Egipto; después de ello
Osarsif cambió su nombre a Moisés y los leprosos fundaron la ciudad de
Jerusalén.91 El relato de Manetón fue parcialmente aceptado en el siglo XIX y
principios del XX por algunos autores como Schuré o Freud, quienes veían en
él un recuerdo deformado del personaje histórico. 92 Actualmente se acepta que
es en parte un libelo antijudío y en parte un cuento popular sobre la época de
los hicsos y el período de Amarna.93
A la luz de lo descubierto sobre la historia y cultura egipcias, numerosos
investigadores del siglo XX, como Kitchen, Noth y Albright, entre otros, han
sugerido un trasfondo auténtico en el personaje. 949596 El principal argumento es
que Moisés, al contrario de lo que dice la Biblia, es un nombre de origen
egipcio que significa «hijo» (aparece como mosis, moses o més en las
transcripciones; por ejemplo Tutmosis, hijo de Toth, o Ramsés, hijo de Ra).
Además, algunas leyes y costumbres rituales contenidas en la obra atribuida a
Moisés, como el Arca de la Alianza, podrían rastrearse a mitos y ritos egipcios.
Por otra parte, otros elementos, en especial el relato de su abandono en una
cesta colocada en el río, se vinculaban con la leyenda mesopotámica
de Sargón de Acad,97 que sería su fuente, y se comparaban con relatos
similares en otros mitos sobre el origen del héroe, en especial el de Edipo.
Esta interpretación, corriente a mediados del siglo XX, fue sustituida por otra
que, a la luz de los avances en arqueología, crítica bíblica e historia, ponía en
entredicho la propia existencia de Moisés o lo reducía a un nombre del pasado
de Israel, acerca del cual poco podía decirse.98
En el siglo XXI, la corriente del minimalismo bíblico, sobre todo las obras
de Philip R. Davies, Niels Peter Lemche y el arqueólogo Israel Finkelstein,
considera que todos los libros de la Biblia, especialmente la historia del Éxodo,
la Conquista y los reinados de Saúl, David y Salomón, fueron compuestos en
un período tardío (entre la conquista asiria y el dominio persa) sobre la base de
viejas leyendas alteradas para legitimar las reformas religiosas de la época. 99100
En cuanto a la época de Moisés, el problema se vincula al del Éxodo, para
cuya datación existen diferentes hipótesis, pero ninguna prueba histórica que lo
confirme:

 En el siglo siglo XVI a. C., hacia el final la era de los hicsos, hipótesis que


se relaciona con el relato de Manetón.

 Alrededor de 1420 a. C., con las primeras incursiones de


los habiru en Canaán. Richard Darlow lo identifica con el príncipe Ramose,
quien es mencionado en documentos egipcios alrededor de la época
de Hatshepsut.101

 Durante el siglo XIII a. C., pues el faraón durante la mayoría de ese


tiempo fue Ramsés II, el cual se considera habitualmente que fue el faraón
con el cual se tuvo que enfrentar Moisés –conocido como «el faraón del
Éxodo» o «el faraón opresor»—, de quien se dice haber obligado a los
hebreos a construir las ciudades de Pithom y Ramesés. Estas ciudades se
conocen por haber sido construidas bajo Seti I y Ramsés II, haciendo a su
sucesor Merenptah el posible «faraón del Éxodo». Sin embargo, en
la estela de Merenptah del quinto año del citado faraón (1208 a. C.) se
narra que «Israel está acabado, no queda ni la semilla».

 Una hipótesis muy difundida en el siglo XX (hoy desacreditada por la


investigación científica) afirmaba que Moisés era un noble de la corte del
faraón Akenatón. Esta idea fue defendida por Sigmund Freud y, con
variantes, por Joseph Campbell, quienes sugirieron que Moisés pudo haber
abandonado Egipto tras la muerte de Akenatón (1358 a. C.), cuando las
reformas monoteístas del faraón fueron rechazadas violentamente. 102 En
conexión con esta ideal, las contemporáneas Cartas de Amarna,103 escritas
por los nobles para Akenatón, describen bandas asaltantes
de habirus atacando territorios egipcios.104

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