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METRITIS

La metritis es una inflamación del útero normalmente debido a una infección microbiana
que se produce durante los 21 días (normalmente 10) posteriores al parto. Se observa
casi siempre después de un parto anormal o una retención placentaria.Puede presentarse
desde una infección subclínica a una enfermedad manifiesta, con fiebre y reducción de la
producción láctea.

La metritis también hace que la vaca sea más susceptible a desarrollar una cetosis, un
desplazamiento del abomaso y otros problemas posparto. Puede además provocar
trastornos de la fertilidad (temporales o permanentes) e incluso, aunque sólo a veces, la
muerte.

ETIOLOGÍA
La metritis suele estar asociada con una contaminación del útero por la bacteria
Arcanobacterium pyogenes, ya sea sola o junto con otros microorganismos patógenos:
Fusobacterium necrophorum, Bacteroides spp. y Escherichia coli.

Justo después del parto, el útero ofrece un entorno ideal para la multiplicación de las
bacterias. Durante la primera semana posparto, la contaminación bacteriana llega a
afectar hasta al 90% de las vacas.

SÍGNOS CLINICOS
La presencia de secreción uterina durante las dos semanas que siguen al parto es un
signo normal de involución y evacuación que indican que todo está ocurriendo como
debería. Pero si esta secreción vaginal es de un olor pútrido y se acompaña de fiebre,
casi siempre es consecuencia de una metritis. Si es cercana al parto, puede también
producirse toxemia y ocasionar la muerte de vacas afectadas.

Otros síntomas son: pérdida de apetito, deshidratación, letargo y disminución de la


producción láctea.
DIAGNÓSTICO
Se puede establecer el diagnóstico a partir de la sintomatología clínica y la epidemiología.
Es importante ante la más mínima sospecha de esta enfermedad, palpar vía rectal para
detectar y confirmar su presencia.

TRATAMIENTO
Terapia intrauterina: oxitetraciclina
Antibióticos sistémicos: trimetoprima con sulfadoxina, tetraciclinas, ampilinas y penicilinas.
Terapia hormonal: Prostaglandinas

PREVENCIÓN
La prevención y la intervención precoz son estrategias clave para limitar el impacto
económico de la metritis. Es importante a aplicar las siguientes prácticas en la gestión de
la explotación para reducir la incidencia de la metritis:
- Buena alimentación.
- Salas de parto limpias y secas.
- Higiene adecuada en la asistencia a los partos difíciles.

ENDOMETRITIS
Es la inflamación superficial del endometrio, que no se extiende más allá del estrato
esponjoso y los tejidos glandulares subyacentes, con evidencia histológica de inflamación.
Este proceso es caracterizado por cambios degenerativos en el epitelio superficial,
congestión vascular con edema en el estroma y migración de neutrófilos y otras células
inflamatorias al área afectada.

ETIOLOGIA

Durante el período puerperal el 90% de las vacas desarrollan una endometritis moderada.
En la mayoría de las vacas los mecanismos de defensa locales logran eliminar la
infección y el problema se resuelve en unos días, pero cuando la infección persiste por
más de 21 días, por ejemplo, como consecuencia de una metritis aguda, y se mantiene la
infección, puede desencadenarse un cuadro de endometritis clínica. Los patógenos más
comunes en este tipo de cuadros son: Arcanobacterium pyogenes y bacterias gram
negativas anaerobias obligadas (Fusobacterium necrophorum, Prevotella y Bacteroides
ssp.).
SIGNOS CLINICOS

Clínicamente la endometritis está caracterizada por la presencia de exudado purulento o


mucopurulento en la vagina 21 días o más después del parto. Se le asocia
frecuentemente con retardo en la involución uterina y no está acompañada de signos
clínicos sistémicos.

Entre los signos más significativos se encuentran: la presencia de descarga vaginal


purulenta o un diámetro cervical mayor de 7.5 centímetros y la presencia de contenido
mucopurulento en la vagina, luego de 21 días posparto o más. A pesar de que los signos
clínicos nos acercan mucho al diagnóstico de endometritis, el diagnóstico definitivo se
hace en base a la evaluación histológica de biopsias endometriales. En condiciones de
campo, el examen directo de la vagina con espéculo y la palpación rectal, son las técnicas
más usadas.

Por otro lado, la endometritis subclínica, también llamada crónica, es un proceso


inflamatorio endometrial que afecta el desempeño reproductivo y productivo de las vacas,
y es usualmente diagnosticado por citología debido a la ausencia de material purulento en
la vagina.

TRATAMIENTO

El tratamiento de endometritis se basa normalmente en dos regímenes diferentes,


infusiones intrauterinas de antibióticos e inyección intramuscular de prostaglandina F2α
(PGF). Otros tratamientos, como la administración parenteral de estrógenos, parecen ser
menos efectivos que la PGF y han mostrado que comprometen el desempeño
reproductivo futuro.

PIOMETRA
La piometra es un proceso caracterizado por la acumulación de material purulento o
mucopurulento dentro del lumen uterino en presencia de un cuerpo lúteo activo.

ETIOLOGIA

Debido a la presencia de progesterona luteal la cérvix se encuentra cerrada, aunque en


algunos casos el lumen no está ocluido completamente y se puede observar descarga
purulenta de la vagina. En el caso de la piometra, a la palpación rectal los cuernos
uterinos se hallan agrandados por el contenido. Es importante realizar la diferenciación
con la preñez antes de aplicar tratamiento.

La mayoría de las veces, la piometra se presenta como secuela de la endometritis ya que,


cuando las vacas con este problema ovulan, desarrollan un cuadro de piometra, por esta
razón es detectada casi exclusivamente en vacas con un cuerpo lúteo activo, a partir de
los 21 días posparto.

También se puede producir piometra cuando:


 Ocurre muerte fetal, seguida por la invasión de bacterias patógenas como A.
pyogenes y la persistencia del cuerpo lúteo de la gestación.

 Se produce infección durante el diestro en caso de inseminación artificial fuera de


tiempo.

TRATAMIENTO
El mismo intenta la involución del cuerpo lúteo para restablecer el ciclo estral, favorecer la
contracción del útero al desaparecer la progesterona, dilatar el cérvix y evacuar su
contenido.
Puede usarse estrógenos (estradiol 5 - 10 mg i/m), la combinación de estos con
glucocorticoides, también ha dado buenos resultados el uso de prostaglandinas PG2alfa.
Se instaura una terapia de antibiótico parenteral y local.

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