Está en la página 1de 18

CAPITULO VII

RESISTENCIA DE LOS SUELOS AL ESFUERZO


CORTANTE.
7.1 INTRODUCCIÓN.
En esta Unidad comentamos brevemente qué son y qué efectos producen
los esfuerzos cortantes en los suelos, así como los métodos de obtención
de resistencia al corte de un suelo. En muchos problemas geotécnicos los
esfuerzos tangenciales provocados por las cargas de la estructura deben
ser contrarrestados por la resistencia del terreno, siendo, por tanto,
necesaria su evaluación para conocer el coeficiente de seguridad
respecto a la rotura. En algunos suelos esta resistencia sólo posee una
componente friccional, proporcional a la tensión normal, mientras que en
otros existe una componente cohesiva, proporcional a la superficie de
corte y debida a las fuerzas electroquímicas entre partículas.
Al modificar el estado tensional del suelo se producen deformaciones que
pueden originar su rotura. Aunque los suelos con cohesión rompen a
veces por tracción, como puede ser el caso de las grietas verticales que
a veces se observan en la coronación de un talud deslizado, la forma de
rotura más habitual en suelo es por esfuerzo cortante (tensión
tangencial).
La resistencia al corte del suelo no puede considerarse como un
parámetro único y constante, ya que depende de su naturaleza,
estructura, enlaces, nivel de deformaciones, etc., así como, muy
especialmente, de su estado tensional y de la presión del fluido que rellena
sus poros (agua o agua y aire).
7.2 RESISTENCIA AL CORTE.
El problema de la determinación de la resistencia al esfuerzo cortante de
los suelos puede decirse que es uno de los puntos fundamentales de la
Mecánica de los Suelos. En efecto una valoración correcta de este
concepto constituye un paso importante e imprescindible para intentar
aplicar esta teoría al análisis de estabilidad de las obras civiles.

1
7.2.1 DEFINICIÓNES.

7.2.2 OBJETIVO DE RESISTENCIA AL CORTE

7.2.3 USOS DE LA RESISTENCIA AL CORTE.

2
7.2.4 IMPORTANCIA DE LA RESISTENCIA AL CORTE.

7.2.5 CARACTERÍSTICAS DE LA RESISTENCIA AL CORTE

7.3 TEORIAS SOBRE LA RESISTENCIA AL CORTE.

3
UN MATERIAL FALLA CUANDO EL ESFUERZO CORTANTE
ACTUANTE ALCANZA SU VALOR LIMITE MAXIMO.

COULOMB

ESTABLECE QUE LA FALLA POR DESLIZAMIENTO OCURRE


A LO LARGO DE UNA SUPERFICIE. EL CIRCULO DE MOHR
SE UTILIZA PARA REPRESENTAR O DESCRIBIR LA
RESISTENCIA AL CORTANTE DE LOS SUELOS UTILIZANDO
LA ENVOLVENTE DE FALLA MOHR-COULOMB LO CUAL
EQUIVALE A QUE UNA COMBINACIÓN CRÍTICA SE HA
ALCANZADO Y LOS ESFUERZOS POR ENCIMA DE LA
ENVOLVENTE DE FALLA NO PUEDEN EXISTIR.

MOHR

TERZAGHI ESTABLECIO EN 1925, EN BASE A


INVESTIGACIONES, QUE LA PRESIÓN NORMAL DEBIA
SUSTITUIRSE POR LA PRESION INTERGRANULAR O
EFECTIVA, DE LA SIGUIENTE MANERA:

TERZAGUI
4
Dentro de ciertos límites, los
suelos, como cualquier
material, bajo ciertas
solicitaciones, se
comportarán como materiales
elásticos, pero en muchas
veces tendrá deformaciones
mayores de las normales, por
lo que será un factor
predominante el considerar la
plasticidad del suelo.
El suelo sometido a un esfuerzo cortante tiende a producir un
desplazamiento de partículas entre sí o un desplazamiento de una parte
de la masa con respecto al resto del mismo, por lo que puede presentar
diversos tipos de fallas tales como: a) disgregamiento o falla frágil, b)
deslizamiento en líneas de rotura o falla parcial al corte y c) falla de
fluencia plástica o en barril.
Ejemplos de prototipos de fallas en un laboratorio:

5
7.4 ECUACIÓN DE COULOMB.

La modelación o representación matemática del fenómeno de falla al


cortante, en un deslizamiento, se realiza utilizando las teorías de la
resistencia de materiales.
Las rocas y los suelos al fallar al cortante, se comportan de acuerdo con
las teorías tradicionales de fricción y cohesión,
La resistencia al esfuerzo cortante está representada por la ecuación de
Coulomb, de la siguiente manera:

En la que:

τ= Resistencia al corte del suelo.


C = Cohesión del suelo
= Esfuerzo normal intergranular.

= Ángulo de fricción interna del suelo, el cual se supone que es


constante.
La cohesión puede ser definida como la adherencia entre las partículas
del suelo debida a la atracción entre ellas, producidas por sus fuerzas
intergranulares. El ángulo de fricción interna es función de la uniformidad
de las partículas del suelo, del tamaño y la forma de los granos y de la
presión normal.
La utilización de la ecuación de Coulomb no condujo siempre a diseños
satisfactorios de estructuras de suelo. La razón para ello no se hizo
evidente hasta que Terzaghi publicó el principio de esfuerzos efectivos

σ= σ´+ u. Pudo apreciarse entonces que, dado que el agua no puede


soportar esfuerzos cortantes sustanciales, la resistencia al corte de un
suelo debe ser resultado únicamente de la resistencia a la fricción que se
produce en los puntos de contacto entre partículas; la magnitud de ésta
depende sólo de la magnitud de esfuerzos efectivos que soporta el
esqueleto de suelo. Por tanto, cuanto más grande sea el esfuerzo efectivo
normal a un plano de falla potencial, mayor será la resistencia al corte de

6
dicho plano. Entonces si se expresa la ecuación de Coulomb en términos
de esfuerzos efectivos, se tiene:

Donde:

τ= Resistencia al corte del suelo.


C´= Cohesión Efectiva del suelo
= Esfuerzo Total normal.

= Esfuerzo de poros.

= Ángulo de fricción interna efectivo del suelo, el cual se supone que


es constante.
En la cual los parámetros c´ y son propiedades del esqueleto del
suelo, denominadas cohesión efectiva y ángulo de fricción efectiva,
respectivamente. Puesto que la resistencia al corte depende de los
esfuerzos efectivos del suelo, los análisis de estabilidad se harán
entonces en términos de esfuerzos efectivos. Sin embargo, en ciertas
circunstancias el análisis puede hacerse en términos de esfuerzos totales
y, por lo tanto, en general, se necesitará determinar los parámetros de
resistencia al corte del suelo en esfuerzos efectivos y en esfuerzos totales.
Es decir, los valores de c´, φ´ y c, φ se obtienen, a menudo en ensayos de
laboratorio realizados sobre muestras de suelo representativas mediante
ensayo de corte directo (ASTM D-3080-72) o el ensayo de compresión
triaxial (ASTM D-2850-70).

Cuando el grado de saturación es mayor del 85%, se puede utilizar la


ecuación de Coulomb para suelos saturados. Sin embargo, para suelos
con saturación menor del 85%, se deben aplicar los principios de la
mecánica de suelos no saturados.

7
7.5 REPRESENTACIÓN GRAFICA DE LA ECUACIÓN DE COULOMB.

Envolvente.

En la Figura anterior se muestra la representación gráfica de la ecuación


de Coulomb. El análisis de la ecuación de Coulomb requiere conocer los
parámetros, el ángulo de fricción y cohesión, los cuales se consideran
como propiedades intrínsecas del suelo. La presencia del agua reduce el
valor de la resistencia del suelo que depende de las presiones internas o
de poros de acuerdo con la ecuación de Coulomb, en la cual el factor μ
está restando al valor de la presión normal total.

Esta envolvente de rotura, proporciona, para cada valor de la tensión


efectiva normal a un plano que atraviesa un elemento de suelo, la máxima
tensión tangencial movilizarle a favor de dicho plano. Por otro lado, en el
gráfico, la cohesión efectiva representa la ordenada en el origen de la
envolvente, por lo que representa la máxima resistencia tangencial
movilizarle en un plano cualquiera cuando la tensión efectiva normal en
dicho plano es nula. Se puede inferir a su vez de esta figura, que la máxima
tensión tangencial movilizable en un plano es mayor a medida que
aumenta la tensión efectiva normal que actúa sobre dicho plano. Es decir,
el suelo es más resistente cuanto mayor sean sus tensiones efectivas.

8
7.6 PARÁMETROS FUNDAMENTALES.
7.6.1 ÁNGULO DE FRICCIÓN.
El ángulo de fricción es la representación matemática del coeficiente de
rozamiento, el cual es un concepto básico de la física:
Coeficiente de rozamiento = Tan φ
El ángulo de fricción en suelos granulares secos coincide con el ángulo de
reposo. Todos los suelos poseen fricción. Sin embargo, a los suelos
arcillosos con fricción muy baja o despreciable, se les denomina suelos
cohesivos: φ = 0.
El ángulo de fricción (φ) depende de una gran cantidad de factores;
algunos de los más importantes son:
➢ Tipo de mineral constitutivo de las partículas.
➢ Tamaño de los granos o partículas. A mayor tamaño de
partículas, mayor es φ.
➢ Forma de los granos o partículas. φ es mayor para partículas
angulosas.
➢ Distribución de los tamaños de granos o partículas. En los
suelos bien gradados, φ es mayor que en los suelos uniformes.
➢ Fábrica o microestructura (organización de las partículas).
➢ Densidad.
➢ Permeabilidad (Facilidad de drenaje).
➢ Presión normal o de confinamiento.
➢ Presión de preconsolidación.

El ángulo de fricción es el resultado de la combinación de todos los


factores. Por ejemplo, el ángulo de fricción es mayor al aumentar la
densidad, pero si las presiones normales son muy altas, el ángulo de
fricción tiende a disminuir. En arcillas, el ángulo de fricción depende de
las condiciones de preconsolidación.

7.6.2 COHESIÓN.
La cohesión es una medida de la cementación o adherencia entre las
partículas de suelo. La cohesión en la mecánica de suelos, es utilizada
para representar la resistencia al cortante producida por la cementación
entre las partículas, mientras que, en la física, este término se utiliza para
representar la resistencia a la tensión.
9
En los suelos eminentemente granulares en los cuales no existe ningún
tipo de cementante o material que pueda producir adherencia, la cohesión
se supone igual a cero y a estos suelos se les denomina suelos
friccionantes o “no cohesivos” (C = 0).
En los suelos no saturados, la tensión debida a la succión del agua en los
poros, produce un fenómeno de adherencia entre partículas por presión
negativa o fuerzas capilares. Esta cohesión “aparente” desaparece con la
saturación.
Desde el punto de vista de la relación esfuerzo-deformación, debemos
tener en cuenta dos tipos de resistencia.
1- Resistencia Máxima o Resistencia Pico.
Es la resistencia al corte máximo que posee el material que no ha sido
fallado previamente, la cual corresponde al punto más alto de la curva
esfuerzo-deformación. La utilización de la resistencia pico en el análisis
de estabilidad asume que la resistencia pico se obtiene simultáneamente
a lo largo de toda la superficie de falla. Sin embargo, algunos puntos en la
superficie de falla han alcanzado deformaciones mayores que en otros, en
un fenómeno de falla progresiva y asumir que la resistencia pico actúa
simultáneamente en toda la superficie de falla puede producir errores en
el análisis.
2- Resistencia Residual
Es la resistencia al corte que posee el material después de haber ocurrido
la falla. Skempton (1964) observó que, en las arcillas sobre consolidadas,
la resistencia calculada del análisis de deslizamientos después de
ocurridos, correspondía al valor de resistencia residual y recomendó
utilizar para el cálculo de factores de seguridad, los valores de los
parámetros obtenidos para la resistencia residual. Sin embargo, en los
suelos residuales la resistencia pico tiende a ser generalmente, muy
similar a la resistencia residual. En los suelos dúctiles, la resistencia pico
tiende a ser muy similar a la resistencia residual. En los suelos frágiles al
producirse la falla, la disminución de la resistencia pico a la residual, es
significativa. La diferencia entre la resistencia pico y la residual es un
indicativo de la fragilidad de los materiales. La pérdida de resistencia en
el momento de la falla al cortante, está relacionada principalmente con
una disminución de la cohesión. El ángulo de fricción, aunque disminuye,
no es afectado en forma substancial.
10
Otro factor que determinan las diferencias entre la resistencia pico y la
residual es la sensibilidad, la cual está relacionada con la perdida de
resistencia por remoldeo o la reorientación de las partículas de arcilla.

Esfuerzo-deformación y presión cortante-presión normal.

En arenas, gravas y limos no plásticos que se denominan como suelos


granulares, la cohesión es muy baja y puede en muchos casos
considerarse de valor cero y el ángulo de fricción depende de la
angulosidad y tamaño de las partículas, su constitución mineralógica y su
densidad. Generalmente el ángulo de fricción en suelos granulares varía
de 27° a 42°, dependiendo del tipo de ensayo que se realice. Por ejemplo,
en un ensayo triaxial drenado el ángulo de fricción es 4° a 5° medido en un
ensayo de corte directo. En arcillas normalmente consolidadas y limos
arcillosos se puede considerar la fricción igual a cero y la cohesión como
el valor total del esfuerzo de resistencia obtenida. En suelos residuales
generalmente, predominan las mezclas de partículas granulares y
arcillosas y el ángulo de fricción depende de la proporción grava-arena-
limo y arcilla y de las características de cada tipo de partícula presente.
Si representamos la tensión tangencial frente al desplazamiento
producido, observamos que en algunos materiales a medida que la
deformación continúa, la resistencia se reduce hasta que alcanza un valor
mínimo constante que se denomina resistencia residual .

11
Por lo tanto, la resistencia residual, es un valor más bajo que la resistencia
de pico, y se manifiesta una vez que la rotura se ha producido. (Ver Figura)

Curvas tensión tangencial-desplazamiento para diversos suelos.

En general, los suelos poseen al mismo tiempo cohesión y fricción interna,


sin embrago existen dos casos límite:

1-Las arenas lavadas y secas no poseen cohesión, en las que la carga de


ruptura se produce para un valor de tensión tangencial tal que:

Por lo que la envolvente de rotura pasa por el origen de coordenada .

12
Criterio de rotura de arenas lavadas y secas

2-Las arcillas blandas y secas, las cuales se comportan como si ϕ =


0, resultando la carga de ruptura constante e igual a la cohesión del suelo:

Por lo que la envolvente de rotura es igual a qu o esfuerzo unitario de


rotura a compresión no confinada .

Criterio de rotura de suelos arcillosos blandos secos.

13
7.7 CÍRCULO DE MOHR.
En un análisis de dos dimensiones, los esfuerzos en un punto pueden ser
representados por un elemento infinitamente pequeño sometido a los
esfuerzos σx, σy y τxy. Si estos esfuerzos se dibujan en unas coordenadas
σ-τ, se puede trazar el círculo de esfuerzos de Mohr.
En este círculo se definen los valores de σ máximo (σ1) y σ mínimo (σ3),
conocidos como esfuerzos principales como se ve en la ilustración.
Para interpretar correctamente el fenómeno de falla al cortante en un
talud debe tenerse en cuenta cuál es la dirección de los esfuerzos
principales en cada sitio de la superficie de falla. El esfuerzo σ1 es
vertical en la parte superior de la falla y horizontal en la parte inferior,
como se muestra en la siguiente figura.

7.8 ENVOLVENTE DE FALLA.


El círculo de Mohr se utiliza para representar o describir la resistencia al
cortante de los suelos, utilizando la envolvente de falla Mohr-Coulomb, lo
cual equivale a que una combinación crítica de esfuerzos que se ha
alcanzado. Los esfuerzos por encima de la envolvente de falla no pueden
existir.

14
La envolvente de falla de Mohr-Coulomb es generalmente una línea curva
que puede representarse de la forma:

s = A σ´^ b (ecuación cuadrática).


donde:
s: Resistencia al cortante.
σ´: Esfuerzo total efectivo.
A y b: Constantes.

En la práctica normal de Ingeniería, esta curva se define como una recta


aproximada dentro de un rango seleccionado de esfuerzos, en la cual
s = c´ + σ´tan ϕ´
Donde:
c´: Ordenada al eje de resistencia (cohesión)
ϕ´: Pendiente de la envolvente (ángulo de fricción)

Envolvente de Falla y Círculo de Mohr.

15
En la mayoría de los suelos la envolvente de falla para niveles de esfuerzos
pequeños no es recta sino curva y el error de asumirla como recta puede
modificar sustancialmente los resultados de un análisis. En la realidad no
existe un ángulo de fricción para esfuerzos normales bajos y es preferible
utilizar todos los valores de la envolvente. Sin embargo, los ensayos
normales de resistencia al cortante no se realizan con suficientes puntos
para determinar las características de la curva en el rango de esfuerzos
bajos. Hawkins (1996) indica que es recomendable presentar los ángulos
de fricción como una función de las presiones normales.

ϕ´= f σ´ y ϕ´ último = pendiente de la recta de la envolvente.


7.9 TRAYECTORIA DE ESFUERZOS.
El método de la trayectoria de esfuerzos permite estudiar el
comportamiento del suelo en el campo o en el laboratorio. La trayectoria
de esfuerzos muestra estados sucesivos de esfuerzos en un espacio de
esfuerzos p-q, donde p y q corresponden a los máximos esfuerzos
normales y de cortante en el círculo de Mohr.
Para claridad los círculos de Mohr no se trazan, y solo se traza el diagrama
de trayectoria de esfuerzos. Se pueden trazar tres tipos diferentes de
trayectorias así (Lee, 1996):
1-Trayectoria de esfuerzos efectivos, la cual pretende presentar el
verdadero comportamiento de la muestra de suelo.

2-Esfuerzos totales menos presión de poros estática. Esta trayectoria


muestra el estado de esfuerzos en el suelo con un margen para la presión
de poros en el agua, debida al nivel estático de aguas subterráneas.

3- Esfuerzos totales, la cual muestra la trayectoria de las coordenadas de


los esfuerzos totales solamente.
De estas trayectorias de esfuerzos se puede ver los comportamientos
típicos de los elementos del suelo, tal y como se muestra en la siguiente
figura:

16
Diagrama Trayectoria de Esfuerzos.

7.10 SUELOS COHESIVOS Y SUELOS FRICCIONANTES.


La resistencia al Esfuerzo Cortante de los Suelos Cohesivos es de mucho
más difícil determinación que en los Suelos Friccionantes debido a la baja
permeabilidad de éstos; por tanto, los factores que influyen en esta
resistencia de los suelos cohesivos son: Historia de Consolidación del
suelo, Condiciones de drenaje, Velocidad de aplicación de la carga,
Sensibilidad de su estructura. Para el caso de los suelos friccionantes, su
resistencia al esfuerzo cortante dependerá de las características
siguientes: Compacidad, Forma del grano, Distribución granulométrica,
Resistencia de cada partícula, Tamaño de las partículas, Niveles de
esfuerzo y Tipo de prueba.

7.11 OBTENCIÓN DE LA RESISTENCIA AL CORTE DE LOS SUELOS.


Las componentes del esfuerzo de corte de un suelo, es decir, la cohesión
del mismo y su ángulo de fricción interna, pueden obtenerse de diferentes
formas. Existen aparatos muy sencillos para medir en el campo, sobre
testigos de sondeo o las paredes de una excavación la resistencia al corte
de suelos cohesivos, como por ejemplo el penetrómetro de bolsillo.
En el interior de sondeos puede utilizarse el ensayo de penetración
estática y el molinete, fundamentalmente en situaciones sin drenaje.
17
Sin embargo, lo más habitual es la obtención de los parámetros de corte
(cohesión y ángulo de rozamiento interno) a través de ensayos en
laboratorio sobre muestras de suelo. En laboratorio existen numerosos
aparatos aplicables a este mismo fin.

Entre ellos, los más utilizados son el corte directo y el triaxial, además en
el caso de arcillas también puede determinarse por medio del ensayo de
compresión uniaxial no confinada o compresión simple.

Estos ensayos pueden ser:


1- Prueba de Corte Directo.
2- Prueba Triaxial.
3- Prueba de la Veleta.
4- Prueba de Compresión Simple.
5- Prueba SPT. (Penetración Estándar).
6- Prueba Biaxial.
7- Exploración Geofísica.
8- Prueba de Penetración de Cono CPT.
Dentro de las pruebas Triaxiales tenemos:
a) Prueba Lenta con Consolidación y Drenaje.
b) Prueba Rápida Consolidada o Prueba con Consolidación sin Drenaje.
c) Prueba Rápida o Prueba sin Consolidación y sin Drenaje.

18

También podría gustarte